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1.

Principales compuestos de altas energía que participan en los


procesos metabolito
Los compuestos de alta energía se caracterizan por uno o más enlaces
(químicos) de alta energía que liberan un gran volumen de energía libre a través
del catabolismo. Los enlaces de alta energía tienen este nombre porque
almacenan mayor cantidad de energía que los enlaces químicos ordinarios
(poseen cantidades relativamente grandes de energía). Estos enlaces químicos se
encuentran en los reactivos. Además, se degradan con facilidad.
La adenosina de trifosfato (ATP) es uno de los compuestos de alta energía
más importantes, puesto que proporciona directamente energía a las reacciones
que la requieren en todas las células del organismo. Este compuesto se produce
en las células al utilizar los nutrientes que provienen de las plantas y animales. El
ATP representa el almacén de energía del cuerpo. Por hidrólisis (catabolismo), el
ATP se descompone hasta adenosina de difosfato (ADP), liberando energía
directamente para diferentes funciones vitales del cuerpo, tales como la
contracción muscular, transporte activo, digestión, secreción glandular, síntesis de
compuestos químicos, reparación de tejidos, circulación, transmisión nerviosa,
entre otras.
2. Via metabolia de producción de atp
Glucolisis anaeróbica (o sistema de ácido láctico)
Este sistema representa una vía química o metabólica que involucra la
degradación incompleta (por ausencia de oxígeno) de glucosa o glucógeno para
formar dos moléculas de ácido láctico (derivadas de dos molécula de ácido
pirúvico), lo cual resulta en la acumulación de ácido láctico en los músculos
esqueléticos y en la sangre. El ácido láctico se forma debido a la falta de oxígeno.
Mediante reacciones acopladas, la energía que produce esta vía metabólica va
dirigida a restaurar el Pi a ADP para formar ATP. La ganancia neta de esta vía
metabólica son de dos a tres moléculas de ATP y dos moléculas de ácido láctico
por cada molécula de glucosa (180 gramos) catabolizada. La vía glucolítica se
lleva a cabo en el citoplasma de la célula corriente o en el sarcoplasma de la
célula sólo puede producir 3 moles de ATP mediante la descomposición
anaeróbica (fibra) de los músculos esqueléticos.
Metabolismo Aeróbico
La vía aeróbica involucra la descomposición completa (por estar presente
oxígeno) de las sustancias alimenticias (hidratos de carbono, grasas y proteínas)
en bióxido de carbono (CO2) y agua (H2O). Por lo tanto, utiliza como combustible
metabólico (sustrato) la glucosa endogénea (derivada de las reservas de
glucógeno corporal) o exogénea (lo que resulta de la hidrólisis/catabolismo de los
hidratos de carbono en su forma compleja, almidones), las grasas y proteínas.
Las grasas son inicialmente degradadas mediante una serie de reacciones
químicas, conocido como oxidación beta. Durante este proceso, los ácidos grasos
pasan por una serie de reacciones para formar acetil-co-A, de manera que puedan
entrar al ciclo de Krebs y al sistema de transporte electrónico.
Las reacciones químicas que producen ATP con la presencia de oxígeno
(aeróbicas) se efectúan a través de tres (3) vías metabólicas, las cuales son: la
glucólisis (en este caso es de naturaleza aeróbica), el ciclo de Krebs (o ciclo del
ácido cítrico) y la cadena respiratoria (o sistema de transporte electrónico). Como
fue mencionado en los párrafos previos, la glucólisis se lleva a cabo en el
citoplasma de la célula (o en el sarcoplasma de la fibra muscular). El ciclo de
Krebs y el sistema de transporte electrónico se realiza en unos organelos celulares
especializados, conocidos como mitocondrias. Estos compartimientos
subcelulares constituyen el "dínamo" ("planta motriz") para la elaboración aeróbica
del ATP.
Glucólisis aeróbica
Esta vía fue discutida bajo el metabolismo anaeróbico. Ambas vías glucolíticas
son prácticamente las mismas, con la diferencia de que al llegar el oxígeno a la
célula, al final se forman dos moléculas de ácido pirúvico, sin la producción de
ácido láctico. El ácido pirúvico se transforma en acetil-co-A y pasa hacia el ciclo de
Krebs. En otras palabras, el oxígeno inhibe la formación del ácido láctico a partir
del ácido pirúvico.
El ciclo de Krebs (ciclo del ácido cítrico o ciclo del ácido tricarboxílico)
Representa una serie cíclica de reacciones enzimáticamente catalizadas que se
ejecutan mediante un sistema de multienzimas. A través de esta vía, se oxida el
grupo acetil del compuesto acetil-co-A (proveniente de la glucólisis aeróbica). El
piruvato (tres moléculas de carbono) se degrada para formar acetil-co-A (molécula
de tres carbonos). Luego el acetil-co-A se combina con el ácido oxaloacético
(molécula de cuatro carbonos) para formar ácido cítrico (seis carbonos). Esto
continúa con una serie de seis reacciones para regenerar el ácido oxaloacético y
dos moléculas de CO2, y la vía inicia todo de nuevo. Estas reacciones se llevan a
cabo en la mitocondria de la célula.
En resumen, el ciclo de Krebs es la vía metabólica final para la oxidación de los
sustratos (combustibles metabólicos), los hidratos de carbono, grasas (oxidación
beta) y proteínas. Los combustibles metabólicos entran en el ciclo de Krebs en la
forma de acetil-co-A. Una vez esto ocurra, ocurren dos principales cambios
químicos, a saber: la producción de CO2 (el cual es eliminado eventualmente del
cuerpo mediante los pulmones) y el traslado (oxidación) de iones de hidrógeno
(H+) y electrones (e-).
El sistema/cadena de transporte electrónico (o cadena respiratoria)
Representa una vía metabólica, procesada en la mitocondria, caracterizado por
una serie de reacciones de oxidación-reducción realizadas por unas enzimas
altamente organizadas. La cadena del transporte electrónico es la vía común en
las células aeróbicas, donde, luego de recibir los electrones del ciclo de Krebs,
ocurren dos principales eventos químicos, a saber:
Los iones de hidrógeno (H+) y electrones (e-), derivados de los diferentes
sustratos, son transportados mediante portadores electrónicos hacia el oxígeno
(O2) que respiramos para así formar agua (H2O) a través de una serie de
reacciones enzimáticas. Al final de la cadena respiratoria, el oxígeno acepta los
electrones que van pasando y se combina con hidrogeno para formar agua.
Simultáneamente, se lleva a cabo la refosforilación oxidativa del ATP, la
producción aeróbica del ATP dentro de la mitocondria. En otras palabras, el ATP
es resintetizado a través de reacciones acopladas a partir de la energía emitida al
transportarse los electrones.
3. Ciclo de Cori
El ciclo de Cori es el ciclo de reacciones metabólicas que envuelve dos rutas de
transporte de productos entre los músculos y el hígado. A lo largo del ciclo, el
glucógeno muscular es desglosado en glucosa y ésta es transformada a piruvato
mediante la glucólisis. Este piruvato se transformará en lactato por la vía del
metabolismo anaeróbico (por falta de oxígeno en la célula) gracias a la enzima
lactato deshidrogenasa. El ácido láctico es transportado hasta el hígado por vía
sanguínea y allí es reconvertido a piruvato, y, después, a glucosa a través de la
vía anaplerótica. La glucosa puede volver al músculo para servir como fuente de
energía inmediata o ser almacenado en forma de glucógeno en el hígado. Este
reciclaje del ácido láctico es la base del ciclo de Cori. Teniendo en cuenta que es
un consumidor neto de energía; gasta 4 ATP más que los producidos en la
glucólisis, no puede mantenerse de forma indefinida
Glucosa + 2ADP --> 2 Lactato + 2H+ + 2ATP + 2H20 (músculo)
2 Lactato + 6 ATP + 4 H20 --> Glucosa + 6ADP (hígado)
CONSUMO NETO DE ATP: 4 ATP
Comienzo de la actividad muscular
Durante las contracciones musculares, el ATP almacenado en los músculos es
rápidamente utilizado y más ATP debe ser generado para abastecer el músculo
con energía. Al empezar la actividad muscular, la médula adrenal libera epinefrina
(1), hormona encargada de estimular la glucogenolisis(2) en el músculo. Como
resultado, se libera glucosa-6-fosfato dentro del músculo. La glucosa-6-fosfato se
incorpora directamente en la glucólisis (3), para dar lugar a 2gliceraldehído-3-
fosfato (durante la fase preparatoria) que tras varias reacciones obtendremos
2piruvato, 4ATP y 2NADH (fase de rendimiento). Si los niveles de oxígeno son
suficientes, el piruvato producido durante la glicólisis se convierte en acetil-coA y
entra en el ciclo de Krebs (4) y ocurre la respiración celular aeróbica. Al mismo
tiempo, se libera glucagón en el páncreas, una hormona que estimula la
glucogenólisis y la gluconeogénesis en el hígado. La glucosa-6-fosfato producida
en el hígado se desfosforila por la glucosa-6-fosfatasa a glucosa libre y entra en el
torrente sanguíneo y va hacia los músculos. Durante el ejercicio, el músculo
aumenta desde siete a 40 veces su captación muscular de glucosa en
comparación con el estado de reposo. Esto supone un gran incremento en los
requisitos de glucosa y energía. Aun con el agotamiento de las reservas de
glucógeno muscular y hepático, la homeostasis de la glucosa se mantiene gracias
al aumento de la actividad del ciclo de Cori y otros procesos fisiológicos.
En actividad muscular ardua y súbita
Si la actividad muscular continúa, la disponibilidad de oxígeno en los
mitocondrias como aceptor final de los electrones en la cadena respiratoria se
convierte en un factor limitante. Pronto se agotan las reservas de oxígeno, lo que
provoca un estancamiento de la respiración celular y se empieza a acumular
piruvato y NADH. Para que la glucólisis pueda continuar en situaciones
anaeróbicas, el piruvato entra en la vía alternativa de fermentación láctica (5),
donde el enzima citosólico lactato deshidrogenasa (LDH) convierte el piruvato en
lactato. Este proceso es imprescindible, ya que re oxida el NADH para que pueda
volver a ser reducido en la glucólisis. A fin de mantener tasas adecuadas de ATP
en este contexto con menos rendimiento de ATP, la glucólisis anaeróbica y
fermentación láctica debe aumentar considerablemente, acelerando aún más la
síntesis de lactato. Sin embargo, si no se recicla el lactato, rápidamente se
acumularía este producto dentro del músculo y cuando los tampones no sean
suficientes para compensar el descenso de pH, se produciría una acidosis. Ya que
los tejidos musculares producen más lactato y piruvato de lo que pueden
catabolizar, el lactato entra en el plasma y es transportado hasta el hígado (6). La
segunda parte del ciclo ocurre en el hígado, donde el lactato es convertido en
piruvato y luego, mediante la gluconeogénesis (7), a glucosa una vez más.
Después, la glucosa entra en el plasma y es transportada a los músculos, así
terminando el ciclo. En esencia, la acidosis es el precio que se debe pagar para
cubrir las necesidades energéticas durante la hipoxia celular.
Si sigue habiendo un alto requerimiento energético, la glucosa procedente del
hígado entra en la glucólisis una vez más en el músculo. Sin embargo, si la
actividad muscular ha terminado, la glucosa puede ser almacenada en forma de
glucógeno por la glucogénesis (10). Cabe mencionar, que la glucosa del hígado no
siempre debe regresar al músculo; según las necesidades corporales, la glucosa
puede ser transportada a otros órganos, como el cerebro.
Después de una actividad muscular en la que músculos han trabajado
anaeróbicamente por cierto tiempo, el ritmo de paso del lactato del músculo al
hígado no es suficiente y se empieza a acumular lactato dentro del músculo. Esta
acumulación eventualmente produce dolor muscular y calambres, que obligan la
discontinuación de la actividad muscular. Sin embargo, muchas veces, la actividad
muscular ha acabado antes que esto ocurra.
En recuperación
Debido a que la gluconeogénesis consume 6 ATP, el ciclo de Cori opera más
eficientemente cuando la actividad muscular ha acabado. Esto ocurre, ya que un
paro en la actividad muscular permite que se reponga el déficit de oxígeno y que
comience a funcionar una vez más el ciclo de Krebs, cadena de electrones y
fosforilación oxidativa. La energía resultante de la oxidación de acetil-coA es
necesaria para que funcione la gluconeogénesis y se transforme todo el lactato en
glucosa. No obstante, no todo el lactato que entra al hígado se transforma en
glucosa de nuevo. Al restablecerse los niveles de oxígeno, una parte se convierte
en piruvato y acetil-coA y entra en el ciclo tricarboxílico. Este ATP resultante es
utilizado en la gluconeogenesis.
Asimismo, la gluconeogenesis no es el único destino metabólico de lactato
liberado en el torrente sanguíneo por los músculos. Además de ir al hígado, el
lactato puede transportarse al corazón y los riñones. Allí somete a la oxidación de
lactato a CO2 (respiración celular aerobia) para donar energía al tejido.

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