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La glucosa, libre o combinada, es el compuesto orgánico más abundante de la naturaleza.

Es la fuente
primaria de síntesis de energía de las células, mediante su oxidación catabólica, y es el componente principal
de polímeros de importancia estructural como la celulosa y de polímeros de almacenamiento energético
como el almidón y el glucógeno.

El glucógeno (o estramadol) es un polisacárido de reserva energética formado por cadenas ramificadas de


glucosa.

El glucógeno es el polisacárido de reserva energética en los animales, y se almacena en el hígado (10% de la


masa hepática) y en los músculos (1% de la masa muscular) de los vertebrados. Además, pueden encontrarse
pequeñas cantidades de glucógeno en ciertas células gliales del cerebro.

Cuando el organismo o la célula requieren de un aporte energético de emergencia, como en los casos de
tensión o alerta, el glucógeno se degrada nuevamente a glucosa, que queda disponible para el metabolismo
energético.

En el hígado, la conversión de glucosa almacenada en forma de glucógeno a glucosa libre en sangre está
regulada por las hormonas glucagón y adrenalina.

La síntesis de glucógeno a partir de glucosa se llama glucogenogénesis

El glucagón es una hormona peptídica de 29 aminoácidos cuya principal función es estimular la producción
de glucosa por el hígado, aumentando así la glucemia.

La glucólisis o glicólisis (del griego glycos, azúcar y lysis, ruptura) es la vía metabólica encargada de oxidar la
glucosa con la finalidad de obtener energía para la célula. Consiste en 10 reacciones enzimáticas
consecutivas que convierten a la glucosa en dos moléculas de piruvato, el cual es capaz de seguir otras vías
metabólicas y así continuar entregando energía al organismo. Esta ruta se realiza tanto en ausencia como
presencia de oxígeno, definido como proceso anaeróbico en este caso.

Luego de que una molécula de glucosa se transforme en 2 moléculas de piruvato, las condiciones del medio
en que se encuentre determinarán la vía metabólica a seguir.

En organismos aeróbicos, el piruvato seguirá oxidándose por la enzima piruvato deshidrogenasa y el ciclo
de Krebs, creando intermediarios como NADH y FADH. Estos intermediarios no pueden cruzar la membrana
mitocondrial, y por lo tanto, utilizan sistemas de intercambio con otros compuestos llamados lanzaderas
(en inglés, shuttles). Los más conocidos son la lanzadera malato-aspartato y la lanzadera glicerol-3-fosfato.
Los intermediarios logran entregar sus equivalentes al interior de la membrana mitocondrial, y que luego
pasarán por la cadena de transporte de electrones, que los usará para sintetizar ATP.
De esta manera, se puede obtener hasta 30 moles de ATP a partir de 1 mol de glucosa como ganancia neta.

Sin embargo, cuando las células no posean mitocondrias (ej: eritrocito) o cuando requieran de grandes
cantidades de ATP (ej.: el músculo al ejercitarse), el piruvato sufre fermentación que permite obtener 2
moles de ATP por cada mol de glucosa, por lo que esta vía es poco eficiente respecto a la fase aeróbica de
la glucólisis.

Con la molécula de piruvato, mediante un paso de oxidación intermedio llamado descarboxilación


oxidativa, mediante el cual el piruvato pasa al interior de la mitocondria, perdiendo CO2 y un electrón que
oxida el NAD+, que pasa a ser NADH más H+ y ganando un CoA-SH (coenzima A), formándose en acetil-CoA
gracias a la enzima piruvato deshidrogenasa, se puede entrar al ciclo de Krebs

La glucogenólisis es un proceso catabólico que hace referencia a la degradación de glucógeno a glucosa. Se


lleva a cabo en el citosol.

La glucogenogénesis o glucogénesis, es la ruta anabólica por la que tiene lugar la síntesis de glucógeno
(también llamado glicógeno) a partir de un precursor más simple, la glucosa-6-fosfato. Se lleva a cabo
principalmente en el hígado, y en menor medida en el músculo, es activado por insulina en respuesta a los
altos niveles de glucosa, que pueden ser (por ejemplo) posteriores a la ingesta de alimentos con
carbohidratos.

El ácido pirúvico (ver otros nombres en la tabla) es un ácido alfa-ceto que desempeña un papel importante
en los procesos bioquímicos. El anión carboxilato del ácido pirúvico se conoce como piruvato.

El ácido pirúvico es un compuesto orgánico clave en el metabolismo. Es el producto final de la glucólisis,


una ruta metabólica universal en la que la glucosa se escinde en dos moléculas de piruvato y se origina
energía (2 moléculas de ATP). El ácido pirúvico así formado puede seguir dos caminos:

1. Si hay suficiente suministro de oxígeno, el ácido pirúvico es descarboxilado en la matriz de la


mitocondria por el complejo enzimático piruvato deshidrogenasa rindiendo CO2 y acetil
coenzima A que es el inicio de una serie de reacciones llamada ciclo de Krebs, seguida de la
fosforilación oxidativa.
2. Si no hay suficiente cantidad de oxígeno disponible o el organismo es incapaz de continuar con el
proceso oxidativo, el piruvato sigue una ruta anaeróbica, la fermentación. En esta vía, el
piruvato se reduce, permitiendo regenerar las moléculas de NAD+ consumidas en los procesos
anteriores. Los animales son capaces de realizar la fermentación láctica cuyo producto es ácido
láctico.

La acetil coenzima A es una molécula intermediaria clave en el metabolismo que interviene en un gran
número de reacciones bioquímicas. Se forma cuando una molécula de coenzima A acepta un grupo acetil.
El ciclo de Krebs (ciclo del ácido cítrico o ciclo de los ácidos tricarboxílicos limoneros)12 es una ruta
metabólica, es decir, una sucesión de reacciones químicas, que forma parte de la respiración microcelular
en todas las células aerobias, donde es liberada energía almacenada a través de la fosforilacion del acetil-
CoA derivado de carbohidratos, lípidos y proteínas en dióxido de carbono y energía química en forma de
ATP. Mientras que en la célula eucariota sucede en la matriz de la mitocondría.

La fosforilación oxidativa es un proceso metabólico que utiliza energía liberada por la oxidación de
nutrientes para producir adenosina trifosfato (ATP)
El hipotálamo es una región nuclear del cerebro que forma parte del diencéfalo, y se sitúa por
debajo del tálamo.

Es la región del cerebro más importante para la coordinación de conductas esenciales, vinculadas
al mantenimiento del individuo. Regula la liberación de hormonas de la hipófisis, mantiene la
temperatura corporal, y organiza conductas, como la alimentación, ingesta de líquidos,
apareamiento y agresión

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