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PREVENCIÓN E INETRVENCIÓN EN PSICOLOGÍA

AUTISMO Y TDAH

PROFESOR: CESAR HERNANDEZ


ALUMNA: LILIANA CORTES BASAIL
AUTISMO
Los trastornos del espectro autista (TEA) son un grupo de afecciones diversas. Se caracterizan
por algún grado de dificultad en la interacción social y la comunicación. Otras características que
presentan son patrones atípicos de actividad y comportamiento; por ejemplo, dificultad para
pasar de una actividad a otra, gran atención a los detalles y reacciones poco habituales a las
sensaciones.

Las capacidades y las necesidades de las personas con autismo varían y pueden evolucionar con
el tiempo. Aunque algunas personas con autismo pueden vivir de manera independiente, hay
otras con discapacidades graves que necesitan constante atención y apoyo durante toda su vida.
El autismo suele influir en la educación y las oportunidades de empleo. Además, impone
exigencias considerables a las familias que prestan atención y apoyo. Las actitudes sociales y el
nivel de apoyo prestado por las autoridades locales y nacionales son factores importantes que
determinan la calidad de vida de las personas con autismo.

Las características del autismo pueden detectarse en la primera infancia, pero, a menudo, el
autismo no se diagnostica hasta mucho más tarde.

Las personas con autismo presentan a menudo afecciones comórbidas, como epilepsia,
depresión, ansiedad y trastorno de déficit de atención e hiperactividad, y comportamientos
problemáticos, como dificultad para dormir y autolesiones. El nivel intelectual varía mucho de
un caso a otro, y va desde un deterioro profundo hasta casos con aptitudes cognitivas altas.

características sensoriales y de atención que se ven más afectadas por la presencia de


este trastorno en la educación.
Los trastornos del espectro autista tienen un curso continuo. En niños/as de edad
escolar y en adolescentes son frecuentes los progresos evolutivos en algunas áreas
como por ejemplo, el creciente interés por la actividad social a medida que alcanzan la
edad escolar.
El trastorno autista, de acuerdo con el Manual Diagnóstico y Estadístico de los
Trastornos Mentales (DSM-IV-TR 2000), implica un inicio temprano de alteración en la
interacción social, déficits de comunicación y un repertorio restringido de actividades e
intereses. Las manifestaciones del trastorno varían mucho en función del nivel de
desarrollo y de la edad cronológica del sujeto.
Las personas con trastorno autista pueden mostrar una amplia gama de síntomas
comportamentales, en la que se incluyen la hiperreactividad, ámbitos atencionales muy
breves, impulsividad, agresividad, conductas autolesivas y rabietas. Puede haber
respuestas extrañas a estímulos sensoriales, por ejemplo umbrales altos al dolor,
hipersensibilidad a los sonidos o al ser tocados, reacciones exageradas a las luces y
olores y fascinación por ciertos estímulos.
Aunque no son criterios necesarios para diagnosticar autismo, con cierta frecuencia se
observan también alteraciones en la conducta alimentaria y en el sueño, cambios
inexplicables del estado de ánimo, falta de respuesta a peligros reales, o en el extremo
opuesto, temor inmotivado a estímulos que no son peligrosos.
Alteración de las capacidades sensoriales
Los déficit en la comunicación e interacción social, así como conductas repetitivas o
intereses restringidos, son características frecuentes en pacientes con Trastorno del
espectro autista. Además, pueden presentar con cierta frecuencia alteraciones
sensoriales que se clasifican en:
Auditivas: Hipersensibilidad a sonidos.
Visuales: Pueden presentar desincronia entre la visión y la audición o dificultades en
aspectos relativos a la visión focal.
Táctiles: Dificultad a la hora de abrazarles o tocarles. Además pueden presentar
reacciones exageradas ante determinadas texturas.
Olfativas: Pueden rechazar determinados olores cotidianos.
Gustativas: Problemas ante sabores cotidianos, o buscar sabores fuertes o picantes.
Vestibulares: balanceo para mejorar el equilibrio.
Propioceptivas: Problemas con la ubicación espacial, de motricidad o sinestesia.
Los problemas sensoriales asociados al TEA, reflejan alteraciones en los circuitos
neuronales dedicados a los sentidos. Esto quiere decir que probablemente, no sean
consecuencia de una alteración cognitiva, más bien una posible causa. Esta afirmación
es un cambio en diferentes teorías actuales en las que los déficits sensoriales se
consideran fenómenos causados por carencias en el procesamiento sensorial.
Alteración en la utilización de comportamientos no verbales. El contacto ocular puede
estar ausente o, estando presente, puede resultar molesto a las otras personas. Su
expresión facial puede ser totalmente inexpresiva o claramente inapropiada por su
intensidad, variedad o por su indefinición, así como la postura del cuerpo y los gestos
para regular la interacción, como negar con la cabeza, señalar con el índice, gesticular
con las manos para apoyar los argumentos, encoger los hombros para expresar dudas,
y otros gestos expresivos como los de saludo o despedida.
Incapacidad para establecer relaciones sociales adecuadas con los personas de su misma
edad. Pueden mostrar muy poco o ningún interés por compartir; o estando interesados
en las relaciones sociales, carecen de la comprensión de las convenciones de la
interacción social. Se vinculan con algunos adultos, no con sus pares. Alteración en la
tendencia a compartir disfrutes, intereses y objetivos con otras personas; No
manifiestan espontáneamente placer por la felicidad de los demás, ni conductas como
señalar o mostrar objetos u otros estímulos que pudieran serles interesantes. Es más
evidente en los niños más pequeños, o más afectados, manifestándose en sus
dificultades en la atención conjunta, en la imitación y en actividades de juego
compartido con otros. Cuando hay menor afectación, se manifiesta en la dificultad para
compartir temas de interés con otros.
Falta de reciprocidad socio-emocional, que se expresa en la incapacidad para participar
activamente en juegos sociales simples, en su preferencia por las actividades solitarias,
o por implicar a otros en actividades pero sólo como herramientas. La conciencia de los
otros está muy afectada y pueden carecer de todo concepto relativo a las necesidades
de los demás, o no percibir el malestar de otra persona.

atención
caracterizado por fluctuaciones inadecuadas en el nivel de activación atencional,
limitaciones en la capacidad para seleccionar estímulos, una hiperselectividad hacia
aspectos concretos del estímulo con la consecuente reducción de la amplitud del foco
atencional y, por tanto, la dificultad para ignorar otros de mayor importancia en un
análisis de la situación. Este estrechamiento del foco atencional podría indicar un fallo
en coherencia central (por el que las personas con autismo detectarían características
detalladas de un objeto y mostrarían mayor dificultad en el procesamiento visual
global). En la misma línea, los resultados de los diversos trabajos ponen de manifiesto
un déficit para filtrar o inhibir correctamente estímulos irrelevantes. Mediante tareas de
atención selectiva visual se observan patrones de actuación alterados, con mejores
resultados en situaciones sin distractores, y tiempos de reacción (TR) más altos en las
condiciones con distractores próximos al objetivo.

TDAH
Hablaremos de TDHA o Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, es un
trastorno de carácter neurológico originado en la infancia que implica un patrón de
déficit de atención, hiperactividad y/o impulsividad, y que en muchas ocasiones está
asociado con otros trastornos comórbidos.
El TDAH puede afectar la capacidad de los estudiantes para concentrarse, prestar atención,
escuchar o esforzarse para hacer el trabajo escolar. El TDAH también puede hacer que un
estudiante esté inquieto, movedizo, hable demasiado o interrumpa la clase. Es posible que los
niños con TDAH también tengan trastornos del aprendizaje que les causan problemas en la
escuela.

En términos generales, las dificultades académicas que puede presentar un alumno con TDAH
las podemos resumir en los siguientes apartados:

Dificultades para la planificación del tiempo, tanto del escolar como del social y familiar.
Dificultades para la organización: de su material escolar, de tareas o trabajos, etc. Presentan
inhibición respecto a los estímulos irrelevantes para la tarea que están desarrollando en un
momento determinado. Precipitación en la tarea a realizar. Memorización fallida debido a una
lectura precipitada. Mala reflexión y casi inexistente repaso de las tareas. Falta de estrategias
para organizar la información. Dificultades para seguir las instrucciones del profesor. Dificultad
para mantener el nivel de atención en aceptable, sobre todo en tareas de larga duración. En lo
referente al comportamiento, este también puede influir de manera negativa en su proceso de
aprendizaje, como pueden ser los comportamientos disruptivos, las interrupciones en clase, etc.
Alteración de las capacidades sensoriales
La integración sensorial es necesaria para poder interactuar socialmente e interfiere en la
capacidad del niño para:

Aprender.

Lograr acontecimientos importantes de desarrollo.

En su comportamiento

Tener relaciones sociales saludables con las personas a cargo del niño y de otros niños.

Construir la autoestima.

Desarrollar el control motriz: Coordinación motora gruesa y fina.

Los trastornos en estas áreas pueden afectar a la capacidad para funcionar. En los niños
pequeños, los problemas de procesamiento de información sensorial frecuentemente son
considerados problemas de comportamiento pudiendo llegar a sufrir de ansiedad, depresión,
baja autoestima y aislamiento social. A día de hoy se estima que el Trastorno del Procesamiento
Sensorial (TPS) afecta aproximadamente al 3% de los niños y consiste en la dificultad para
procesar y organizar la información sensorial.

Podemos encontrar que los problemas de procesamiento sensorial son más comunes en los
niños con TDAH que en los niños con desarrollo típico. Los niños con TDAH no reciben, ni
procesan correctamente la información y por lo tanto, tienen dificultades en producir algunas
respuestas de adaptación en la escuela, en casa, y en ambientes sociales. Esta condición puede
afectar al rendimiento motor y funcional, así como aspectos del comportamiento de la vida de
los niños, incluyendo su capacidad para aprender, para mantener y organizar niveles adecuados
de actividad. El déficit en el procesamiento sensorial en estos niños, afecta a su función
atencional, teniendo estos resultados una implicación directa con el aprendizaje.

A menudo no logra prestar adecuada atención a los detalles o comete errores por descuido en
las actividades escolares, en el trabajo o en otras actividades.

Tiene problemas para mantener la atención en tareas o actividades recreativas.

Pareciera que no escucha cuando se le habla directamente.

A menudo no cumple las instrucciones y no logra completar las actividades escolares, las tareas
del hogar o las responsabilidades del lugar de trabajo (p. ej., pierde la concentración, se desvía).

Tiene problemas para organizar tareas y actividades.

A menudo evita, le disgustan o se niega a hacer tareas que requieren realizar un esfuerzo mental
durante un periodo prolongado (como las actividades o las tareas escolares).

A menudo pierde cosas necesarias para las tareas y actividades (p. ej., materiales escolares,
lápices, libros, herramientas, billeteras, llaves, papeles, anteojos, teléfonos celulares).

A menudo se distrae con facilidad.

A menudo se olvida de las cosas durante las actividades diarias.

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