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personalidad
Síntomas y causas
Descripción general
EDADES Y SINTOMATOLOGIA
Entre los 18 meses y los 3 años es difícil delimitar entre un trastorno funcional (retraso del
lenguaje) o un trastorno estructural (disfasia), no obstante, es posible hacerlo en el caso de
trastorno del espectro autista TEA.
Como en cualquier hito evolutivo, existe variabilidad individual en las etapas de adquisición,
sin embargo hay límites que podemos ver a través de la observación de los siguientes
parámetros que nos alertan ante una alteración lingüística:
Ausencia de lenguaje antes de los 18 meses
Ausencia de asociación de pares de palabras antes de los 24 meses
Ausencia de construcción sintáctica correcta después de los 36 meses
Ausencia de pronombre personal “yo” después de los 36 meses
EDADES ENTRE 3 Y 4 AÑOS
Nos inclinamos por un retraso del lenguaje expresivo o mixto, cuándo observamos alteración
fonológica y dificultad en la comprensión de frases y no de palabra aislada.
Nos inclinamos por una disfasia si el retraso se presenta en la comprensión de palabras sueltas
y en la estructura sintáctica.
ENTRE 4 Y 8 AÑOS
El trastorno de lenguaje se hace patente y puede mostrar diferentes sintomatologías:
Ausencia total de lenguaje
Inteligibilidad o deformación más o menos llamativa de sonidos con fluencia verbal
costosa
Disociación entre comprensión oral, descrita como normal y expresión pobre
Disociación entre un uso correcto de vocabulario, incluso rico y desarrollo sintáctico
pobre.
Disociación entre vocabulario, fluidez, pragmática y desarrollo sintáctico insuficiente.
Dificultad para evocar palabras conocidas
DESPUÉS DE LOS 8 AÑOS
Nos situamos en el campo de la patología.
“LAS DISFASIAS”
– Dificultad en la comprensión de palabras aisladas
– Lenguaje expresivo dañado en su totalidad:
dificultad en la evocación
errores fonológicos
agramatismo
falta de información en el discurso
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P UB LI CI DA D
Psicología clínica
Trastorno de personalidad
masoquista: síntomas, causas y
tratamiento
Esta alteración psicológica está relacionada con
el odio hacia uno mismo.
La abnegación y autosacrificio con el fin de ayudar a los demás son aspectos que
son valorados positivamente por la sociedad cuando parten de una voluntad de
ayudar a alguien en un momento puntual. Sin embargo, existen personas que
siempre ponen por delante las necesidades ajenas a las propias y que incluso
llega a negar las suyas o la posibilidad de experimentar placer o alegría por sí
y para sí mismos.
No estamos hablando de alguien generoso que nos hace un favor, sino de alguien
que literalmente se dedica a suplir las necesidades de los demás incluso sin que
estos lo pidan o lo consideren necesario. Personas que niegan todo tipo de
reconocimiento, pero que a la vez se sienten profundamente ofendidos si su
esfuerzo es ignorado. Personas con una emocionalidad constantemente disfórica,
con pensamientos de no merecer nada positivo y una gran inseguridad y miedo.
Posibles causas
El porqué de las causas de este tipo de
personalidad es desconocido, teniendo en
realidad un origen multicausal. Aunque las
causas no están del todo claras, algunas de las
hipótesis al respecto dejan ver la influencia de las
experiencias infantiles y los aprendizajes
realizados a lo largo de toda la vida.
Las principales hipótesis al respecto parten
principalmente de una perspectiva psicoanalítica.
Entre los diferentes factores que parecen influir
en la aparición de este trastorno de la
personalidad se encuentra la confusión y
integración en un mismo sujeto de la
experiencia de castigos, dolor y
sufrimiento junto a la sensación de protección y
seguridad. También es posible que se haya
aprendido que el único modo de lograr afecto sea
en momentos de sufrimiento personal (algo que
en el futuro hará que se autodevalúe como
mecanismo para lograr dicho afecto).
La presencia de modelos parentales
deficitarios (padres ausentes y fríos, irritados y
con un elevado nivel de frustración vital) que
posteriormente el niño replicará como manera de
funcionar y ver el mundo es también propuesto
como hipótesis. Otro de los elementos sobre los
que se habla es sobre la falta de capacidad de
integración de elementos positivos, llegando a
sentirse seguros sintiéndose despreciados y
miserables.
Tratamiento de este trastorno de la personalidad
El tratamiento de un trastorno de personalidad
(sea este u otro) es algo complejo. Al fin y al
cabo, estamos ante una forma de proceder y ver
el mundo que se ha ido configurando a lo largo
de la vida de una persona. Pese a ello, no es
imposible.
En el caso que nos ocupa y a partir del modelo
de Millon, el tratamiento buscaría invertir la
polaridad placer-dolor (una persona con este
trastorno de la personalidad tiende a tener cierta
discordancia obteniendo placer del dolor y
viceversa) y fortalecer la búsqueda de
gratificaciones En sí mismos (disminuyendo la
dependencia a los demás). También se buscaría
generar un cambio en las creencias hacia uno
mismo y modificar las creencias negativas y
devaluativas hacia uno mismo y la necesidad de
consentir abusos y autosacrificios constantes e
excesivos. Se buscaría modificar la creencia de
que merecen sufrir o que su vida no tiene valor
por sí mismo y solo tiene valor si ayudan a los
demás, así como el resto de distorsiones
cognitivas que suelen presentar.