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Reporte de Investigación Camaroncito S.A.

Por: XX

Camaroncito S.A. no cumple con los requerimientos para trabajar con ProCredit S.A. porque,
aunque honra sus obligaciones y aparenta ser responsable, es vulnerable, el estilo gerencial es
autoritario, el conocimiento técnico no es bien valorado, la operatividad no obedece a procesos
racionales, al parecer la deshonestidad es un rasgo de la empresa, no hay transparencia financiera,
y, finalmente, parece que mantener una relación a largo plazo con sus trabajadores no es de su
interés. A continuación, cada uno de estos aspectos va a ser tratado más extensamente.

La empresa honra sus obligaciones ya que las cuentas por pagar son bajas y el historial crediticio
es favorable. No obstante, aparenta ser responsable. Esta apariencia está dada porque los
empleados gozan de los beneficios de ley, el manual de buenas prácticas de manufactura está
vigente y el control de inventarios es eficiente. Pero otras características de Camaroncito S.A.
hacen manifiesto que no cumple los requisitos para trabajar con Banco ProCredit.

Para empezar, la vulnerabilidad está dada por: la alta concentración de la cartera de crédito,
tomando en cuenta que no consigue diversificarse porque la publicidad es ineficaz y que el
comprador principal es el Estado central. Además de esa alta concentración, la vulnerabilidad se
refuerza por: la volatilidad del mercado de camarones y la iliquidez que puede generar que las
ventas a crédito sean mayores que las de contado.

En cuanto a la dirección de la empresa, el hecho de que el gerente general haya sido el mismo por
30 años, a pesar de sus 63 accionistas, y que la estructura sea vertical han generado un estilo
gerencial autoritario. Este ha producido, a su vez, un ambiente laboral conflictivo e inestabilidad
organizacional.

El conocimiento técnico no es bien valorado. No se evalúa el desempeño de los empleados, estos


tienen bajo nivel académico, no están capacitados y son inexpertos. Por otra parte, la división del
trabajo es insuficiente, tanto que, los asesores comerciales cumplen la función de técnicos.

La operatividad no obedece a procesos racionales. A pesar de que la producción está altamente


tecnificada, la tecnología no ha sido renovada hace 10 años y el 30% de la maquinaria está en
mantenimiento o fuera de uso –amén de que no hay departamento de mantenimiento-. Los
resultados han sido altos costos de producción, procesos de producción ineficientes y tiempos de
entrega demasiado largos.

Al parecer, la deshonestidad es un rasgo de la empresa. No solo enfrenta procesos judiciales por


despidos intempestivos sino por impago a sus acreedores, eso explicaría por qué la base de
proveedores cambia constantemente. Otros aspectos también denotan deshonestidad: la evasión
tributaria es evidente, la gestión de personal es poco ética, los empleados administrativos
cometen irregularidades y la información provista por la empresa no es transparente.

El que haya habido un apalancamiento hace tan solo dos años, una deuda con tres instituciones
diferentes y que el volumen de ventas declarado supera en un 50% a los gastos declarados; pero
que la empresa haya reportado pérdidas durante el mismo periodo levanta sospechas sobre la
transparencia financiera. Además, se constató que los fondos de la empresa son usados para fines
particulares, no se han pagado dividendos los últimos 5 años y se lleva doble contabilidad.

Para finalizar, el trato dado al personal deja mucho que desear. No hay control de horario, pero
como se mencionó anteriormente, el ambiente laboral no es armonioso. En tanto que la salud
ocupacional es deficiente y la seguridad industrial es insuficiente y que hay comisiones por ventas
y cero inversiones en capacitación; al parecer, a Camaroncito S.A. no le interesa mantener una
relación a largo plazo con los trabajadores.

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