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UNIDAD 4:
EL SISTEMA TRIBUTARIO
Se producen diversos ensayos sobre "tipos" de impuestos destinados a una captación económicamente
justa de las contribuciones. Esta evolución va del impuesto único al sistema tributario.
El impuesto único constituye un solo gravamen con carácter universal, incidiendo sobre la renta
inmobiliaria.
La cuestión que se plantea es si el sistema tributario debe estar basado en un solo impuesto o sobre una
compleja red de tributos que se adecuen a la realidad económico-social del Estado buscando alcanzar
además de los recursos el obtener la justicia tributaria.
El sistema de impuesto único en la antigüedad trató de ser aplicado por distintos sostenedores
haciéndolo recaer sobre las cosas, otros sobre las rentas, sobre el capital y otros sobre las herencias. El
impuesto único a las cosas fue ideado en el siglo 18 y aplicado en Inglaterra pero no prosperó. Una de
las formas que más trascendió de impuesto único es la sostenida por los fisiócratas de manera concreta
aduciendo que debía recaer sobre la tierra. Se partía en este caso del supuesto de que la tierra era la
única fuente de riqueza y abolir los gravámenes indirectos.
Henry George sostenía que debía recaer el gravamen sobre la tierra libre de mejoras, manifestando que
Dios creó la tierra pero no se la adjudicó a nadie en particular, y que la posesión que algunos tenían de
ella carecía de base legal. También decía que la tierra a través de la acción de los hombres adquiría un
mayor valor y quien la poseía percibía un beneficio no gravado. Sostenía que la propiedad inmobiliaria
era la más beneficiada con el avance de la civilización, aumento de población y extensión de vías de
comunicación (ferrocarril, asfalto). La propiedad urbana o rural adquiría cada vez mayor valor, sea por
obra del trabajo de los que la cultivaban o construían ciudades, como aquellos que, sin ocuparse de
mejorar la tierra, se beneficiaban con la "plus valía" que adquirían los inmuebles incultos.
En lo que refiere al impuesto a la renta, se intentó un impuesto global como base del tributo único,
tomando el conjunto de los réditos del individuo. Para ello se decía, debía investigarse la renta total del
individuo, lo que podía significar una tarea muy compleja y que podía llevar a que se utilizara con fines
persecutorios contra determinados particulares. También atacaría al ahorro y que alimentaría una
frondosa burocracia.
Otra de las formas de imposición es la de gravar el capital como un impuesto único, no había nadie en la
colectividad desprovisto del él y en consecuencia la generalidad de las personas debía contribuir. Aquí
se debe tener en cuenta dos formas de capital: fijos, que son aquellos necesarios para la producción y
transferencia de los bienes, y el circulante: mercaderías o bienes transformados. Por eso se gravaba el
capital ya formado y la riqueza en transformación. Los distintos intentos de aplicar impuestos únicos
fracasaron y a medida que transcurría el tiempo la imposibilidad real de llevar adelante una forma de
imposición como la señalada, resultó impracticable como consecuencia de los nuevos objetivos que en
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la evolución de la concepción del estado, éste se fue imponiendo, reclamando para ello cada vez
mayores recursos.
Para comprender esta realidad debemos analizar las ventajas y desventajas de la imposición única.
Ventajas:
- Un solo impuesto implica la posibilidad de que tenga simplicidad, sencillez y claridad el sistema
tributario.
- Mayor grado de certeza por la comprensión más fácil por parte del contribuyente de sus obligaciones
fiscales.
- La recaudación fiscal resultaría menos onerosa y burocrática.
- Reconocería más directamente la repercusión económica- financiera de la traslación e incidencia.
- Trata de asegurar el percibir el tributo en la fuente.
- Podría servir para darle estímulo a la actividad económica.
Desventajas:
Como reacción opuesta al "impuesto único" está el denominado "sistema tributario", que establece
diversos tipos de tributos y tasas como medio de aplicar un régimen tributario elástico y que al mismo
tiempo se graven distintas manifestaciones de riqueza de diversas fuentes. Se consigue una mayor
equidad impositiva, se pretende gravar todos los niveles económicos y que las variaciones en los
montos recaudados se compensen mutuamente, según los distintos tributos. Es sabido que en las
economías poco evolucionadas son los impuestos al consumo (indirectos) los que mayor vigencia tienen
en oposición a los países desarrollados e industriales, donde se aplican y son los más importantes los
impuestos a las rentas personales y el impuesto a las ventas (IVA).
El sistema tributario está constituido por el conjunto de tributos vigentes en un país en determinada
época, por ello para establecer cual es el sistema fiscal de un país determinado, debemos ubicarnos en
un momento también determinado, puesto que, como se ha afirmado, los sistemas tributarios no son
estáticos, sino que por el contrario son altamente dinámicos.- Por ello el estudio de los sistemas fiscales
tiene dos limitaciones principales:
LA ESPACIAL: el ámbito territorial de un estado soberano
LA TEMPORAL: en un período de tiempo determinado dentro de la historia de ese Estado soberano.
En cuanto al espacio, se ha dejado sentado que los sistemas tributarios están integrados con los
variados impuestos que cada país adopta según su género de producción, su naturaleza geográfica, su
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forma política, sus necesidades, sus tradiciones, y se ha afirmado que no es posible, por ello, establecer
un sistema tributario ideal o "modelo" para todos los países ni para un país determinado.-
Ahora bien, por otro lado sabemos que en cada estado se encuentran vigentes una multiplicidad de
tributos, que pueden obedecer a cualquiera de las calificaciones que hemos detallado, a varias de ellas
o a todas juntas.
Y que esa multiplicidad de imposiciones tributarias, tienen su principio de legalidad, al menos en los
Estados de derecho, en que el tributo solo surge de la ley, es decir que conforma un ordenamiento legal
positivo, vigente.-
La pregunta que pretendemos responder es si ese ordenamiento tributario conforma o no un sistema.-
Para ello lo primero que debemos tratar de establecer es, que es lo que entendemos por sistema, y
luego ver si esa multiplicidad tributaria que aparece delante de nosotros, encaja dentro de lo que
habremos de definir como sistema.-
Sabemos que para lograr un sistema, debemos tener:
o Distintos Elementos
o Enlaces entre los mismos
o Un orden o forma específico
o Un objetivo preestablecido y común.-
Así, partiendo de estos presupuestos podemos decir que un sistema es "un conjunto de elementos y
sus enlaces ordenados de una forma específica para el cumplimiento de un objetivo
preestablecido y común".-
Esto nos da una cierta idea de orden, de interconexión, de armonía, que es precisamente lo que nos
dice Schmölder "el concepto de sistema tributario indica mas bien cierta armonía de los diversos
impuestos entre sí y con los objetivos de la imposición fiscal o extrafiscal"
En cuanto al tiempo, porque debe ser analizado en una época concreta. En cuanto al espacio, porque se
relaciona con las facultades tributarias de quien ejerce el poder de imperio al que le corresponde un
territorio determinado. De allí deriva también de que como consecuencia de que el sistema tributario
debe referirse a la situación de un país determinado, fuere como medio de obtener recursos para la
formación del tesoro público o para utilizar la tributación como herramienta de política económica. Cada
país tiene su propia realidad y dentro de ella son aspectos relevantes lo que hace a los antecedentes
sociales, políticos, económicos e históricos. Por ello el sistema tributario debe responder a las
necesidades y situaciones que presenta cada país y a los objetivos que la clase gobernante desea
imponer a la función del Estado. Por ello es que no se puede generalizar en muchos aspectos que
refieren a la estructura del sistema tributario. Pero en cambio existen otros elementos que provee la
ciencia financiera que requieren de metas a alcanzar para arribar a una justicia y equidad en la
distribución de las cargas impositivas y a satisfacer también las necesidades financieras del Estado.
Además, cabe hacer la diferenciación entre sistema fiscal y régimen impositivo, ya que son distintos
niveles que reflejan la verdadera situación de la tributación en un Estado determinado.
Cuando hablamos de sistema fiscal estamos señalando un nivel de la estructura de imposición que
presenta armonía y coherencia de las normas impositivas con los objetivos fiscales y extrafiscales que
se fija el estado. Se puede arribar a un sistema fiscal por dos caminos: así se dice que el sistema fiscal
es racional cuando esa armonía y coherencia es una creación original del legislador y sería un sistema
fiscal histórico cuando se produce y se alcanza como consecuencia de la evolución de las instituciones
para alcanzar ese grado de perfección. Cuando esto no se da, la realidad entonces señala que es un
régimen fiscal: conjunto de normas positivas que regulan el aspecto tributario de un estado en un
momento determinado pero que no presenta como aspecto relevante la armonía y coherencia antes
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mencionados. Si consideramos la situación de nuestro país, lo que lo ha caracterizado y caracteriza es
de recurrir periódicamente a normas de emergencia, a gravámenes transitorios y a otras situaciones que
muchas veces demuestra que se acuda a la improvisación en materia impositiva. Si bien es cierto que el
conjunto de tributos vigente demuestra un encadenamiento de los tributos para tratar de alcanzar las
distintas manifestaciones de capacidad contributiva, si bien estos gravámenes se complementan, el
conjunto está lejos de mostrar armonía, coherencia, justicia y equidad en la distribución de la carga
fiscal.
Requisitos de un sistema tributario moderno:
Las características y principios aplicables a un sistema tributario para que el mismo pueda satisfacer
aspectos fiscales y extrafiscales que tiendan a mejorar la distribución de la carga fiscal pueden
simplificarse en un sistema de principios, a saber:
1- Que el sistema tributario permita alcanzar las metas fijadas por la política financiera.
2- Debe asegurarse que el mismo respete los derechos y garantías de la Constitución.
3- Debe captar e interpretar en justa medida la capacidad contributiva de la población.
4- Debe ser estructurado de manera de alcanzar elasticidad y productividad en los recursos
indispensables para el tesoro público.
5- Debe reposar en un conjunto de tributos no excesivamente numerosos, es decir, que exista
multiplicidad de impuestos con pocos tributos pero productivos.
6- La certeza en los tributos debe constituir una aspiración permanente para dar tranquilidad tanto a
quien debe contribuir, como para el que ejercita el poder fiscal.
7- Respetar el principio de economicidad, de manera tal que aquellos tributos de alto costo de
recaudación y escasos rendimientos sean eliminados.
8- Proveer de un mecanismo de técnica tributaria para facilitar el cobro de los tributos como para su
control y fiscalización.
9- Proveer de un conjunto de normas de procedimientos que den protección al ejercicio de los
derechos por parte de los contribuyentes.
10- Concretar la codificación tributaria para facilitar su conocimiento y la aplicación ordenada de los
tributos.
En todo sistema tributario debe procederse a la elección de las fuentes impositivas, es decir, de
dónde el estado se nutrirá de recursos fiscales.
Las fuentes más significativas son el capital y la renta, según lo vienen señalando los antecedentes
históricos en la materia. El capital, por ser la manifestación objetiva e inmediata, que generalmente
resulta como fuente ostensible para la tributación. El patrimonio fue el que primero se gravó y la
propiedad fundiaria fue la fuente más significativa en las épocas en que el estado tomaba a su cargo
la satisfacción de un número limitado de necesidades.
Posteriormente se gravaron los consumos, por considerarse que como todos debían consumir, era
una forma muy generalizada de gravar, incluso a aquellos de menores posibilidades económicas.
Pero luego se advirtió, que además del capital y el consumo, existen otras formas de exteriorizar
capacidad de contributiva, y como consecuencia de gravaron las rentas, o sea la riqueza que se
gana, ya sea que proviniera del comercio, industria, explotación de la tierra, etc. En principio se
gravó la renta bruta, pero advirtiéndose que esto podía resultar injusto se pasó a gravar la renta neta
menos los gastos necesarios para producirla y mantener las fuentes generadoras de la misma. En
consecuencia podemos resumir que las fuentes tributarias están dadas:
a- Por la posesión de la riqueza que exterioriza la capacidad contributiva del poseedor del capital,
circunstancia que se valoraba a través del patrimonio o su incremento.
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b- Se grava también la capacidad para adquirir la riqueza que aflora en el sujeto pasivo a través de
la generación de rentas, superrentas o beneficios extraordinarios.
c- Finalmente el consumo de bienes que representa una manifestación de rentas o capacidad
contributiva a través del gasto.
BIBLIOGRAFÍA:
VILLEGAS, Héctor B. "Curso de finanzas, derecho financiero y tributario"
MORDEGLIA, ALBACETE, DAMARCO, "Manual de Finanzas Públicas".