ADAPTACIÒN AL MEDIO ACUATICO

La natación es la navegación de un ser que, obtenida la flotabilidad deseada, avanza gracias

al impulso de los movimientos de sus miembros y de su cuerpo, o, dicho de otra forma, es

el avance en un elemento líquido, normalmente el agua, a expensas de las propias energías,

en la historia de la natación es necesario también distinguir la natación instintiva, la

natación natural y la natación a la que podemos denominar académica, técnico-deportiva o

de competición. El ser humano no posee una facultad instintiva de nadar.

La adaptación al medio acuático es una fase muy importante en el aprendizaje, por medio

de esta fase se puede ayudar a no crear ningún tipo de trauma en los niños, mucho más con

los que le tienen pánico al agua. Por todo esto debemos realizar primero una adaptación al

medio acuático.

Podríamos decir, que la práctica en el medio acuático dota de nuevas posibilidades

motrices al niño permitiéndole tener nuevas experiencias que le ayudaran a crecer, por ello

la experiencia acuática debe ser paralela al crecimiento y estar presente de forma

continuada, pero reconociendo que no por mucha cantidad o precocidad se van a adelantar

ni la maduración ni el crecimiento. Ahora bien, si no existe sí que se va a perder la

oportunidad de desarrollar unas habilidades motrices acuáticas al igual que se desarrollan

las terrestres (De Castillo, 2001).

El objetivo de la adaptación al medio acuático es lograr la total autonomía tanto debajo del

agua como en la superficie, para eso se utilizan etapas en el proceso de enseñanza. Las

etapas que se deben tener en cuentan son: etapa de primer contacto, etapa de la flotación
estática y dinámica, etapa de la inmersión y respiración, etapa de la propulsión y el

desplazamiento, etapa del dominio del cuerpo en el agua.

Para concluir en las prácticas acuáticas se experimenta una mejora en el ámbito cognitivo y

motriz, la única variable que continúa en una progresión lineal es la perteneciente a la

motricidad. También la primera fase de las experiencias acuáticas tiene mayor importancia,

cobrando más adelante un gran valor la cantidad experiencias dadas. En cuanto al nivel

social, se produce una mejora respecto a una mayor participación en actividades comunes y

en una menor dependencia de los padres u otras.

Por su parte, Del Castillo (1992) ya propuso en su momento un aprendizaje de las

habilidades motrices acuáticas en las primeras edades desde una metodología global e

integradora, donde las mismas se adquirían a través de la búsqueda en el juego.

BIBLIOGRAFÍA

➢ Camiña, F., Cancela, J. M., Pariente, S. y Lorenzo, R. (2011). Tratado de

natación: De la iniciación al perfeccionamiento. Badalona, España: Paidotribo.

➢ Perera, R. (2007). Las capacidades físicas. Ciudad de Matanzas, Cuba: Editorial

Universitaria del Ministerio de Educación Superior de la República de Cuba.

➢ Muños Herrera Enrique, M. B. (24 de 07 de 2013). www.redalyc.org. Obtenido

de https://www.redalyc.org/pdf/3457/345732290035.pdf