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Entrada: El brazo entra extendido en el agua sobre el hombro, con una ligera
flexión de la muñeca y las palmas mirando hacia afuera.
Agarre: Preparación para la tracción, con la mano orientada hacia abajo y
afuera para una buena propulsión.
Tirón: Mantener el brazo bajo la superficie, muñeca firme y dedos cerrados,
traccionando hacia atrás y arriba.
Empuje: Inicia desde la máxima flexión con una trayectoria de la mano hacia
atrás y abajo, aumentando la velocidad progresivamente.
Acción de brazos: Fase aérea o recobro: Se inicia con la mano en el muslo, el
brazo extendido y el movimiento de recobro hacia arriba y adelante.
Posición del cuerpo: Cuerpo horizontal cerca de la superficie, orejas bajo el
agua, cabeza mirando hacia arriba y caderas elevadas.
El rolido: Permite una tracción profunda y larga, activando los músculos
propulsores de manera eficaz, reduciendo la resistencia y acelerando la mano
en la brazada.
La respiración: Se aconseja una inspiración acompasada por la boca y nariz al
recobrar cada brazo
Los músculos clave involucrados en la brazada de espalda incluyen el dorsal ancho,
pectoral, tríceps, redondo mayor, trapecio y subescapular.
La metodología de la brazada de espalda busca optimizar la propulsión y eficiencia en
este estilo de natación, considerando cada fase y la interacción de los músculos para un
desplazamiento efectivo en posición supina.
Comentario: En conclusión, el tema sobre la metodología de la brazada en el estilo
espalda destaca la importancia de entender y aplicar los movimientos específicos para
lograr una propulsión efectiva en este estilo de natación. El estilo espalda, que se
asemeja al crol frontal pero con el cuerpo flotando de espaldas, requiere una secuencia
precisa de movimientos de brazos y cuerpo para lograr un desplazamiento eficiente en
posición supina.
El proceso de la brazada incluye la entrada, agarre, tirón, empuje y la fase aérea o de
recobro. Cada uno de estos movimientos desempeña un papel esencial en la
generación de propulsión y en la reducción de la resistencia al agua. Además, se hace
hincapié en la importancia de mantener una posición adecuada del cuerpo, con la
cabeza mirando hacia arriba y las caderas elevadas, para minimizar la resistencia y
maximizar la eficiencia.
Los músculos clave involucrados en la brazada de espalda, como el dorsal ancho,
pectoral, tríceps, redondo mayor, trapecio y subescapular, trabajan en conjunto para
lograr una tracción efectiva y un movimiento fluido en el agua.
En resumen, dominar la metodología de la brazada en el estilo espalda es esencial para
lograr un desplazamiento eficiente y efectivo en posición supina, aprovechando los
movimientos coordinados de los brazos y el cuerpo para generar propulsión y reducir la
resistencia al agua.