Med Clin (Barc).
2019;153(7):281–283
www.elsevier.es/medicinaclinica
Editorial
Nutrición y deporte. Nuevos enfoques conceptuales en la actualidad
Nutrition and Sport. New conceptual approches today
Ricard Pruna ∗ y Antonia Lizarraga
Servicios Médicos, FC Barcelona, Barcelona, España
Desde la antigüedad, existen referencias de estrategias nutricio-
nales empleadas por los deportistas olímpicos con el fin de mejorar
el rendimiento, tomando carne y proteína animal en lugar de cerea-
les, fruta y queso, con objeto de mejorar fuerza y músculo. Así
lo reflejan los grabados y esculturas de Milón de Crotona, célebre
atleta 5 veces campeón olímpico de lucha, que vivió en el siglo vi
AC y se hizo famoso por ser precursor del entrenamiento progre-
sivo: cargaba a diario sobre los hombros el peso de un animal para
después comérselo y hacer un importante aporte de kilocalorías y
proteína animal en su dieta.
La visión actual de la nutrición del deportista es en gran medida
diferente de la que podíamos tener hace unos años, basada en las
guías de nutrición. El concepto de energía en forma de kilocalo-
rías disponibles que necesita el deportista para su actividad y su
reparto de los distintos macronutrientes en porcentaje, gramos y
cantidades iguales para todos los días de la semana ha dado paso
a un concepto mucho más funcional, individualizado e integrador
para el deportista: la periodización.
El concepto «comer en función de cómo se entrena», según las
cargas de entrenamiento (external load), adaptando la ingesta a los
macrociclos, microciclos y necesidades fisiológicas del deportista,
busca la manera de ayudar a cada deportista a entrenar al máximo
nivel, aportándole lo que realmente necesita en cada momento
y enfatizando la optimización de la recuperación de una manera
correcta y rápida, que permita competir y entrenar a su máximo
rendimiento1 . Y no solo eso, respecto a la mejora de la composición
corporal, se aplican estrategias que hace unos años se iniciaron en
modalidades deportivas de media y larga distancia y que actual-
mente también se han incorporado a deportes de equipo. No es
lo mismo entrenar una sesión, una doble sesión, tener el día libre
o comer el día de la competición, estar en pretemporada o en fase
competitiva. Por tanto, las recomendaciones nutricionales no debe-
rían ser las mismas.
Se entrena diferente, se come diferente y se suplementa dife-
rente, ya que todo ello puede inducir la capacidad de adaptación
ante situaciones de exigencia variable.
∗ Autor para correspondencia.
Correo electrónico: ricard.pruna@fcbarcelona.cat (R. Pruna).
https://doi.org/10.1016/j.medcli.2019.03.003
0025-7753/© 2019 Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados.
Especialidades nuevas como la nutrigenética y nutrigenómica o
la metabolómica nos hacen ver hasta qué nivel podemos llegar a
modificar señales metabólicas con la nutrición2 .
La disponibilidad adecuada de energía trata de evitar el défi-
cit energético que lleva a la fatiga y al sobreentrenamiento. Sin
embargo, cada vez se tienen más en cuenta otros aspectos entrena-
bles por el deportista como la «flexibilidad metabólica»3 (capacidad
de alternar eficazmente carbohidrato o grasa como combustible).
También se puede entrenar al sistema digestivo para comer y beber
durante el esfuerzo de cara a retrasar la fatiga física y mental.
La combinación de nutrientes escogidos cada vez más cualitativa-
mente, junto con la importancia del momento en que se consumen
y la posibilidad de ir variando o periodizando lo que se come, tiene
como objetivo ayudar a una óptima y duradera «adaptación». En
ella se engloban múltiples señales y vías metabólicas y un abanico
de estrategias nutricionales de carácter antiinflamatorio y recu-
peradoras que intentan conseguir una vuelta óptima y rápida del
deportista a su estatus previo4,5 .
El hecho de periodizar la dieta busca, a través del entrenamiento
en condiciones diferentes, expresar vías metabólicas diferentes que
sean utilizables de manera eficaz y alternativa en un deportista
«flexible metabólicamente» y que permitan optimizar los distin-
tos tipos de energía disponible en aquellas situaciones que pueden
marcar las diferencias, como los minutos finales de una carrera o de
un partido, o la capacidad de competir al mismo nivel en distintos
momentos de la temporada, aunque se lleven a la espalda meses
de desgaste físico y mental. Un ejemplo podrían ser las estrategias
del «entrenamiento en ayunas» o con bajas reservas de glucógeno
muscular para cambiar drásticamente a las cargas del día previo y
del día de la competición e incrementar en gran medida el aporte de
hidratos de carbono, que son los que permitirán alcanzar los mejo-
res resultados: training low, compete high, estrategias que pueden
aportar beneficios en función de la modalidad deportiva.
Con la nutrición ayudamos a adaptarse y mantenerse adap-
tado al deportista para evitar el sobreentrenamiento y lesiones en
momentos en los que la carga se incrementa progresivamente tanto
en lo físico como en lo mental. La búsqueda de la mejora y de
la recuperación diaria rápida ante la adversidad resaltan el con-
cepto de «deportista resiliente», que va mucho más allá del aspecto
psicológico de origen e incluye aspectos de recuperación física y
mental como la nutrición, el descanso, el control del estrés y la
suplementación.
282 R. Pruna, A. Lizarraga / Med Clin (Barc). 2019;153(7):281–283
Con la nutrición, tenemos la percepción de que podemos llegar
hoy en día a intervenir en aspectos relevantes como la inflamación,
medida a través de citocinas como IL-6 o TNF-alfa, los cambios aso-
ciados a estrés e inmunidad, como la tasa de cortisol o de NK o
incluso la salud intestinal y microbiota del deportista.
En todos ellos, la nutrición puede jugar un papel muy relevante,
y nutrientes como el omega-3, la vitamina D, la cúrcuma, el con-
centrado de cereza y los probióticos se incorporan en la dieta y
suplementación del deportista cada vez con más frecuencia6 .
Por otro lado, la nutrición y suplementación para el cerebro
cobran cada vez más importancia de cara a optimizar su función
y el manejo de la fatiga cerebral, que dificulta o pueda ser la causa
de una disminución del rendimiento7 . Suplementos de magnesio,
cinc, creatina, complejo de vitaminas B y melatonina pueden ayu-
dar. Curiosamente, cada vez más, se identifica un cierto paralelismo
entre célula muscular y neurona, lo que hace que, en cuestiones de
nutrición y de suplementación, ambas puedan verse beneficiadas
con estrategias comunes como puede ser el consumo de la creatina,
la cúrcuma o las vitaminas del grupo B.
Realmente estamos en una nueva era, la de la
«ergofuncionalidad», en la que suplementos ergogénicos con
evidencia científica desde la última década (proteína de suero de
leche, tamponadores, creatina etc.) se fusionan con los alimentos
funcionales; alimentos con fitonutrientes, que están demostrando
tener un papel preventivo en el sistema inmune y cognitivo e
incluso podrían potenciar la capacidad de recuperación y ate-
nuar el daño muscular tardío8,9 ; los polifenoles de las plantas
aromáticas y especias como el romero, clavo, además del jengi-
bre y la cúrcuma. Del grupo de flavonoides, las antocianidinas
de la granada y de las bayas: arándanos, moras, escaramujo,
açaí o acaí, etc., o los flavonoles del cacao puro y del té verde.
Cada vez tenemos que tenerlos más en cuenta en los menús de
nuestros deportistas si queremos seguir sumando, especialmente
en los picos de temporada, cuando se precisa estar al máximo
nivel, cuando hay poco tiempo para recuperar y se acumulan
los torneos, semifinales y finales; con dos o tres partidos en una
semana.
En estas ocasiones, al igual que se precisan mayores
s aportes de hidratos de carbono, potenciar y establecer pautas de
aumentos de los mencionados fitonutrientes en el día antes de la
competición, el día de la competición y el día posterior a la competi-
ción podría ser beneficioso para optimizar la preparación, ejecución
y recuperación. Por tanto, no es de extrañar que los especialistas en
nutrición deportiva diseñen formulaciones de recuperadores con
alimentos o concentrados en antocianidinas, o con antiinflamato-
rios naturales como la cúrcuma, y que, en colaboración con los chefs
deportivos, creen recetas deportivas más específicas para antes,
durante o después del evento deportivo.
La calidad nutricional, y no solo la cantidad energética de macro-
nutrientes, diferencia la dieta de un deportista de la de un buen
deportista como parte fundamental del cuidado de su día a día. Esta-
mos viendo la gran importancia de la sinergia nutricional y debemos
ver los alimentos de forma integral y su potencia de acción como
tales, no solo como ingredientes separados o como megadosis de
un micronutriente. Por ello, la gran importancia de la variedad
nutricional, con alimentos de temporada y poco procesados, los
conceptos básicos de comer variado, con alimentos de origen vege-
tal y con mucho color son fundamentales, pero teniendo en cuenta
qué y cuándo potenciarlos en cada momento.
Es importantísimo que el deportista sepa qué alimentos serán
más apropiados para su día a día, y cuáles en el día de la compe-
tición, cuando todo debe estar ensayado, probado y tolerado, sin
sorpresas ni pruebas de último momento que supongan las temi-
das molestias digestivas e intestinales10 . Debe haber una rutina, un
«protocolo-menú tipo competitivo», con el respeto por las sensa-
ciones de cada deportista.
Puesto que los problemas gastrointestinales tienen un efecto
importante sobre el rendimiento y la salud del deportista11,12 ,
debemos tener en cuenta la redistribución del flujo sanguíneo e
isquemia del tracto gasto intestinal inferior generadas por el ejer-
cicio de alta intensidad, que son las principales causantes de los
cambios producidos en la motilidad, función de la barrera intesti-
nal y absorción y que pueden ser el desencadenante del aumento de
la permeabilidad intestinal13 y dar lugar a náuseas, vómitos, dolor
abdominal y diarrea.
Para evitar estos temidos síntomas del deportista, muchas veces
no basta con dietas de fácil digestión, bajas en fibras y grasas
durante el día del partido, además de respetar el tiempo pos-
prandrial. Incluso hay dietas que anteriormente se aconsejaban en
situaciones clínicas específicas, que hoy en día también se utili-
zan para algunos deportistas, especialmente en fases competitivas.
Es el ejemplo de las dietas bajas en residuos fermentables, pobres
en oligosacáridos, disacáridos y monosacáridos fermentables y
polioles (FODMAP, fermentable oligo-, di- and mono-saccharides and
polyols)14 . Este tipo de hidratos de carbono (fructosa, fructanos, lac-
tosa, sorbitol y xilitol) se ha demostrado que aumentan la carga
osmótica en el intestino delgado y su consumo elevado podría
empeorar los síntomas gastrointestinales en algunos deportistas15 .
Por todo ello, quizás esta nutrición deportiva, parte fundamental
del famoso entrenamiento invisible, junto al descanso y calidad del
sueño, se está convirtiendo, cada vez más, en un «entrenamiento
un poco más visible» e indispensable para los atletas: este des-
canso regenerador nutricionalmente hablando, es un «mimar» el
sistema inmunitario y digestivo, una mejora de la respuesta infla-
matoria y anabólica, que posibilita potenciar la capacidad cognitiva,
evitar y controlar la fatiga e incluso evitar lesiones y acelerar la
vuelta a la actividad deportiva (return to play).
Eso sí, este entrenamiento y la nutrición pueden ayudar al
deportista a conseguir sus éxitos, pero sin un patrón fijo para todos:
se deben individualizar. Es cada vez más evidente que deportis-
tas de una misma especialidad consiguen grandes logros aun no
siguiendo las mismas estrategias nutricionales.
La especificación según la actividad deportiva, la periodización y
la personalización son los pilares sobre los que se fundamenta hoy
día el asesoramiento nutricional con el tipo de orientación dietética
(vegetariana, paleo, flexitariana, vegana, omnívora. . .) y la visión
deportiva, lo que permite diseñar estrategias a medida de un atleta
o jugador quien, dentro de un equipo, puede tener necesidades
específicas y diferentes del resto para sacar su mejor versión.
Pero ¿el deportista nace o se hace? (¿nature or nurture?), ¿en
qué porcentaje podemos modificarlo? Son preguntas difíciles de
resolver; seguramente aún estamos en los indicios de esta gran
ciencia. Además, puede ser un tema difícil de descifrar en tanto que
el deportista que compite a alto nivel no suele ser el sujeto de la
mayoría de los estudios, que están hechos con un perfil de población
deportista diferente.
Lo cierto es que este campo evoluciona a gran velocidad y nos
obliga a modificar las recomendaciones a nuestros deportistas, por
lo que tenemos que estar preparados para adaptarnos a nuevas
tendencias y evidencias científicas. Eso sí, la nutrición deportiva
siempre tendrá como objeto principal ayudar al deportista a per-
manecer sano sin lesionarse, a buscar el máximo rendimiento y
a combatir los factores que inducen fatiga y dificultan alcanzar el
éxito, lejos del simple y antiguo concepto del aporte de energía en
forma de kilocalorías.
Bibliografía
1. Jeukendrup AE. Periodized nutrition for athletes. Sports Med. 2017;47 Suppl
1:S51–63.
2. Burke LM, Hawley JA. Swifter, higher, stronger: What’s on the menu? Science.
2018;362:781–7.
 R. Pruna, A. Lizarraga / Med Clin (Barc). 2019;153(7):281–283
3. Goodpaster BH, Lauren M, Sparks LM. Metabolic flexibility in health and disease.
Cell Metabolism. 2017;25:1027–36.
4. Burd NA, Beals JW, Martinez IG, Salvador AF, Skinner SK. Food-first approach to
enhance the regulation of post-exercise skeletal muscle protein synthesis and
remodelling. Sports Med. 2019;49 Suppl 1:59–68.
5. Owens DJ, Twist C, Cobley JN, Howatson G, Close GL. Exercise-induced muscle
damage: What is it, what causes it and what are the nutritional solutions? Eur J
Sport Sci. 2019;19:71–85.
6. Maughan RJ, Burke LM, Dvorak J, Larson-Meyer DE, Peeling P, Phillips SM, et al.
IOC consensus statement: Dietary supplements and the high-performance ath-
lete. Br J Sports Med. 2018;52:439–55.
7. Camandola S, Mattson MP. Brain metabolism in health, aging, and neurodege-
neration. EMBO J. 2017;36:1474–92.
8. Kennedy DO. Phytochemicals for improving aspects of cognitive function and
psychological state potentially relevant to sports performance. Sports Medicine.
2019;49 Suppl 1:39–58.
283
9. Bowtel J, Kelly V. Fruit-derived polyphenol supplementation for athlete recovery
and performance. Sports Med. 2019;49 Suppl 1:3–23.
10. Jeukendrup AE. Training the gut for athletes. Sports Med. 2017;47 Suppl
1:s101–10.
11. Moses FM. The effect of exercise on the gastrointestinal tract. Sports Med.
1990;9:72–159.
12. Waterman JJ, Kapur R. Upper gastrointestinal issues in athletes. Curr Sports Med
Rep. 2012;11:99–104.
13. Pals KL, Chang RT. Effect of running intensity on intestinal permeability. J Appl
Physiol. 1997;82:6–571.
14. Lis DM. Exit gluten-free and enter FODMAPs: A novel dietary strategy to reduce
gastrointestinal symptoms in athletes. Sports Med. 2018.
15. Pfeiffer B, Stellingwerff T, Hodgson AB, Randell R, Pottgen K, Res P, et al. Nutritio-
nal intake and gastrointestinal problems during competitive endurance events.
Med Sci Sports Exerc. 2012;44:344–51.