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ACCIÓN DE TUTELA

RADICADO. 2021-479
ACCIONANTE: DUMEK TURBAY PAZ
ACCIONADO: JORGE ELIECER QUINTANA SOSA, EN SU CONDICIÓN DE
REPRESENTANTE LEGAL DE LA VEEDURÍA CIUDADANA- QUINTA VENTANA
TU VEEDURÍA Y EN SU NOMBRE PROPIO

JUZGADO UNDÉCIMO CIVIL MUNICIPAL DE CARTAGENA


Centro, Calle Del Cuartel Edificio Cuartel Del Fijo, Oficina 305B.

REFERENCIA: ACCIÓN DE TUTELA.


ACCIONANTE: DUMEK TURBAY PAZ.
ACCIONADO: JORGE ELIECER QUINTANA SOSA, EN SU
CONDICIÓN DE REPRESENTANTE LEGAL DE LA
VEEDURÍA CIUDADANA-QUINTA VENTANA TU
VEEDURÍA.
RADICADO: 479-2021

Cartagena, Bolívar, 02 de septiembre de dos mil veintiuno (2021)

1.- Asunto.

Procede el Despacho a dictar sentencia de primera instancia dentro del


proceso de acción de tutela impetrada por DUMEK TURBAY PAZ, en contra
del señor JORGE ELIECER QUINTANA SOSA, EN SU NOMBRE PROPIO Y
EN SU CONDICIÓN DE REPRESENTANTE LEGAL DE LA VEEDURÍA
CIUDADANA-QUINTA VENTANA TU VEEDURÍA, por la presunta violación
de los derechos fundamentales de buen nombre, honra y rectificación en
condiciones de equidad.

2.- Fundamentos de la acción.

Sostiene el accionante, que el señor JORGE ELIECER QUINTANA SOSA,


suscribió un comunicado denominado “COMUNICADO A LA OPINIÓN
PÚBLICA”, de fecha 4 de agosto de 2021, en su calidad de
representante legal de la VEEDURIA CIUDADANA QUINTA VENTANA TU
VEEDURIA, el cual está dirigido a NOTICIAS CARACOL y REVISTA
SEMANA, emitiendo en dicho documento una información con expresiones
calumniosas e injuriosas en su contra, las cuales a su sentir, atentan contra
sus derechos fundamentales a la honra y a su buen nombre, así como
al de su familia.

Aduce, que en el comunicado se hace referencia a una denuncia por


hechos de corrupción, cometidos supuestamente por el actor, durante el
período en el que regentó como Gobernador del Departamento de Bolívar,
entre los años 2016-2019, denominados como “Caso conciliación entre el
departamento de Bolívar y la Clínica Madre Laura SAS” y caso “Estampilla
Pro Hospital Universitario del Caribe de Cartagena”. Indica, que en dichas
publicaciones el accionado realiza insinuaciones insidiosas y expresiones
calumniosas, en las que, según el dicho del accionado, había participado
en acciones delictivas durante su periodo como Gobernador del
departamento de Bolívar.

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Asevera el actor, que los presuntos hechos de corrupción relacionados por
el accionado en su escrito “comunicado a la opinión pública”, están
relacionados supuestamente con una conciliación celebrada en fecha
16 de julio de 2019, por el accionante con la CLINICA MADRE LAURA
de esta ciudad, por la suma de $29.505.643.944, que según el dicho
del accionado, se celebró sin el lleno de los requisitos de ley, a lo que
expresa el actor que las aseveraciones dadas por el señor JORGE ELIECER
QUINTANA SOSA, son totalmente alejadas de la realidad y trasgreden sus
derechos fundamentales al buen nombre, y honra.

Asimismo, indica el accionante que en el comunicado se habla de una


supuesta petición elevada a su persona en fecha 21 de septiembre de
2016, para el cumplimiento de las ordenanzas 17 y 18 de 2011, para
la implementación de la Estampilla Pro Hospital Universitario, el cual
debía ser implementado a través de la Secretaria de Hacienda, en todos
los Municipios y Concejos Municipales, petición que según consideración
del accionado, pasó inadvertida generando una pérdida de ingresos en el
Hospital Universitario de Cartagena, atribuible a su administración.

De igual forma, manifiesta que las afirmaciones hechas por el accionado,


hicieron eco en distintos medios de comunicación de la ciudad como el
periódico El Universal y en la red social de instagram del medio masivo
de comunicación, denominado @politicacartagena. También indica el actor,
que circulan videos a través de Whatsapp en los cuales el accionado lanza
divulgaciones deshonrosas y calumniosas en su contra.

Expresa el accionante, que el pasado 13 de agosto de 2021, a las 2:50 pm,


remitió a través de correo electrónico de notificaciones que aparece en el
certificado de existencia y representación de la entidad Veeduría Ciudadana-
Quinta Ventana Tu Veeduría, representada por el señor JORGE ELIECER
QUINTANA SOSA, una solicitud respetuosa de RECTIFICACIÓN, a fin de
que procediera con la corrección de las afirmaciones calumniosas e
injuriosas emitidas en su contra, sin embargo, indica que dicha petición
fue infructuosa, pues, hasta la fecha no se halla rectificada dicha
información, por lo que también considera que se encuentra vulnerado su
derecho fundamental de rectificación en condiciones de equidad.

En igual sentido, se recibió memorial de parte del accionante en el que


amplía la información dada en el escrito de tutela, manifestando que el día
25 de agosto de las calendas, el accionado por medio de la red social
“Facebook” realizó de manera verbal publicaciones deshonrosas y
calumniosas, con referencia a lo dicho en su “comunicado a la opinión
pública”.

En base a lo anterior, solicita que le sean protegidos sus derechos


fundamentales al buen nombre, honra y rectificación en condiciones de
equidad, eventualmente vulnerados por el señor JORGE QUINTANA SOSA,
y en consecuencia de ello, se conmine al ciudadano accionado para que
proceda a realizar LA RECTIFICACIÓN EN CONDICIONES DE EQUIDAD,
en la que se evidencie la corrección de sus afirmaciones anteriores,
con igual despliegue de importancia que hizo la difusión inicial,
verbigracia, al menos con el mismo detalle y minucia, que aquellas
publicaciones, inclusive, que muestre menos desidia y mala fe, aunado a

2
ello, se le ordene que deberá emitir comunicados a los distintos medios
de comunicación en los que remitió la publicación denominada
“COMUNICADO A LA OPINION PÚBLICA” de fecha 4 de agosto de 2021, con
el fin de que cese la violación de sus derechos fundamentales.

3. Actuación Procesal.

Por auto fechado 19 de agosto de las calendas, el Despacho dispone


ADMITIR la presente acción de tutela, mediante proveído en el que además
se dispuso dar traslado al accionado JORGE QUINTANA SOSA, para que
en el término de cuarenta y ocho (48) horas rinda informe sobre los hechos
constitutivos de la presente tutela.

Muy a pesar de que las notificaciones al ciudadano accionado se surtieron


en debida y legal forma, al correo electrónico aportado en la demanda de
amparo, jorgequintana01@hotmail.com, el día 19 de agosto hogaño, no se
recepcionó memorial de defensa alguno al presente accionamiento.

4. CONSIDERACIONES.

4.1 COMPETENCIA.

Según lo establecido por el Decreto-Ley 2591 de 1991, es competente este


Juzgado para resolver la acción de tutela interpuesta por DUMEK TURBAY
PAZ, en contra de JORGE ELIECER QUINTANA SOSA, por la presunta
vulneración de los derechos fundamentales de BUEN NOMBRE, HONRA y
RECTIFICACION EN CONDICIONES DE EQUIDAD.

4.2 PROBLEMA JURÍDICO.

4.2.1 En la presente acción, corresponde al Despacho determinar la


procedencia de la tutela promovida en este caso en contra de un particular
difunde información y opiniones por medio de redes sociales.

4.2.2 De resultar positivo el anterior problema jurídico, se debe establecer


si se vulneran los derechos fundamentales al buen nombre, a la honra y a
la rectificación en condiciones de equidad del accionante con el comunicado
a la opinión pública y los videos en los que presenta hechos de corrupción
en los que presuntamente ha incurrido el actor con ocasión al ejercicio de
sus facultades legales como Gobernador del Departamento de Bolívar.

4.3 DE LA ACCIÓN DE TUTELA Y SU NATURALEZA JURIDICA.

La acción de tutela es un mecanismo concebido para la protección inmediata


de los derechos y libertades constitucionales fundamentales, cuando en el
caso concreto de una persona, por acción u omisión de cualquier autoridad
pública, o de particulares en los casos expresamente señalados por la ley,
tales derechos resulten amenazados o vulnerados sin que exista otro medio
de defensa judicial o, existiendo éste, si la tutela es utilizada como
mecanismo transitorio, para evitar un perjuicio irremediable.

4.4.- SUBSIDIARIEDAD EN EL ASUNTO CONCRETO.

3
Sobre el tema de la subsidiariedad, la Corte Constitucional en reiterada
jurisprudencia, tal como la SU-037 de 2009, ha dicho: “La acción de tutela
procede cuando el afectado no disponga de otro medio de defensa judicial
idóneo y efectivo para la protección de sus derechos fundamentales o, en
caso de existir tal recurso judicial, se ejerza como mecanismo transitorio
para evitar el acaecimiento de un perjuicio irremediable. El carácter
subsidiario de esta acción impone al interesado la obligación de desplegar
todo su actuar dirigido a poner en marcha los medios ordinarios de defensa
ofrecidos dentro del ordenamiento jurídico para la protección de sus derechos
fundamentales (…) y sólo ante la ausencia de dichas vías o cuando las
mismas no resultan idóneas para evitar la ocurrencia de un perjuicio
irremediable, resulta admisible acudir a la acción de amparo constitucional.”

En relación con las posibles vulneraciones a los derechos fundamentales a


la intimidad (15 de la C.P.), al buen nombre (art. 15 de la C.P) y a la honra
(art. 21 de la C.P), la Corte Constitucional se ha pronunciado reiteradamente
sobre la procedencia de la acción de tutela ante la existencia de otros
mecanismos de defensa judicial procedentes en el caso concreto. Sobre el
particular, en Sentencia T-593/2017 dicha corporación sostuvo: “Habida
cuenta de su naturaleza, objeto de protección y finalidades, la Corte ha
destacado la procedencia de la acción de tutela frente a amenazas o
vulneraciones de tales derechos, incluso en aquellos casos en los que también
resultaría procedente la acción penal ante la eventual configuración de los
delitos de injuria y calumnia, entre otros.

Para determinar la procedencia de la acción de tutela en estos casos, la


Corte Constitucional ha dispuesto, entre otras, las siguientes reglas
jurisprudenciales:

1.- La acción de tutela proporciona la protección “más amplia y


comprensiva”1 de los derechos a la intimidad, al buen nombre y a la honra,
dado que procede en contra de cualquier acción y omisión que los amenace
o vulnere. Por su parte, la acción penal únicamente procede cuando la
conducta que amenaza o vulnera tales derechos constituye delito de injuria
o calumnia2. En otros términos, desde temprana jurisprudencia, la Corte ha
reconocido que “la vía penal sólo protege determinadas vulneraciones a los
anotados derechos fundamentales, al paso que la protección que la
Constitución Política depara a los mismos es total.”3

2.- Del principio de última ratio del derecho penal 4 se deriva que la
acción penal solo procede “cuando se trata de vulneraciones especialmente
serias de estos derechos fundamentales, frente a las cuales los otros
mecanismos de protección resultan claramente insuficientes.” En otros

1 Corte Constitucional. Sentencia C-489 de 2002.


2 Id. La acción de tutela procede “cuando ello es necesario para evitar la consumación de un perjuicio
irremediable. En todo caso, al margen de la procedencia eventual de la acción penal, la tutela no puede
descartarse como medio apto para brindar protección a la persona que enfrenta amenazas contra su propia vida”.
3 Corte Constitucional. Sentencia T-263 de 1998.
4 De manera coherente con los principios de última ratio, subsidiariedad e intervención mínima, el legislador

tipifica como delitos solo aquellos comportamientos que comportan los más graves atentados de los bienes
jurídicos más importantes de la sociedad. Igualmente, el funcionario judicial y el ciudadano deberán emplear y
acudir a esta vía, respectivamente, cuando adviertan que un comportamiento pueda tener alguna relevancia
penal y no simplemente, respecto de los delitos contra la integridad moral, por “desavenencias interpersonales.”
Cfr. Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Penal. Auto de 1 de septiembre de 2013, radicación 41422.

4
términos, “la sanción penal se restringe a aquellas situaciones en las cuales
la sociedad estima que la afectación del derecho constitucional es extrema”5.

3. En los otros casos, cuando la afectación no constituya un delito de


injuria o calumnia (ante la falta de demostración, por ejemplo, del elemento
subjetivo del animus injuriandi o calumniandi), la acción de tutela resulta
procedente, en especial cuando devenga necesaria para “evitar la
consumación de un perjuicio irremediable.”6.

4. La acción de tutela resulta procedente en estos casos, además,


habida cuenta de la necesidad de adoptar un remedio judicial célere y eficaz
para el restablecimiento de los derechos. Así, la procedencia de esta acción
se justifica en el propósito de evitar “que los efectos de una eventual
difamación sigan expandiéndose y prologándose en el tiempo como
acontecimientos reales y fidedignos. En consecuencia, la Corte
Constitucional ha señalado que en materia de vulneración de derechos
fundamentales al buen nombre y a la honra, la acción penal no excluye, en
principio, el ejercicio autónomo (sic) la tutela”.

En tales términos, la procedencia de la acción de tutela en estos casos se


justifica a la luz de tales reglas jurisprudenciales que se fundan,
particularmente, en la naturaleza, objeto de protección y finalidades
disímiles de la acción penal y la acción de tutela. La acción penal (i) solo
procede ante graves atentados contra el bien jurídico “integridad moral”,
compuesto por los derechos fundamentales a la honra y al buen nombre7,
es decir, aquellos comportamientos que cumplen con los elementos objetivos
y subjetivos previstos en los tipos penales de injuria y calumnia; (ii) activa
“la investigación de los hechos que revistan las características” de delito (Art.
66 de la Ley 906 de 2004); y (iii) persigue definir y declarar las
responsabilidades penales a las que haya lugar en razón de las conductas
delictivas, así como el restablecimiento de los derechos afectados con estos
comportamientos.

Por su parte, en estos casos, la acción de tutela procede ante cualquier


amenaza o vulneración de los derechos fundamentales. Esta acción no tiene
por objeto verificar si tales conductas configuran o no delito alguno, ni
mucho menos analizar ni declarar la responsabilidad penal del sujeto
responsable de la lesión al derecho. En este tipo de asuntos, el objeto y las
finalidades de esta acción se limitan a constatar si, en el caso concreto, se
amenazan o vulneran los derechos fundamentales a la honra y al buen
nombre, y, de acreditarse ello, adoptar los remedios judiciales necesarios
para que cese tal situación, como, por ejemplo, la rectificación de
información inexacta y errónea en el término del artículo 42.7 del Decreto
2591 de 1991.” (Negrillas y cursivas fuera del texto).

5 Corte Constitucional. Sentencia T-1319 de 2001. En este fallo se analiza la solicitud de protección
constitucional al buen nombre, a la integridad personal y familiar, al libre desarrollo de la personalidad, a la
intimidad y a la seguridad personal del director técnico de un club deportivo, respecto de las declaraciones, que
califica de incitadoras y denigrantes, realizadas por un periodista durante varios programas radiales y
televisivos, sobre su desempeño profesional.
6 Corte Constitucional. T-263 de 1998. Cfr. “En todo caso, al margen de la procedencia eventual de la acción

penal, la tutela no puede descartarse como medio apto para brindar protección a la persona que enfrenta
amenazas contra su propia vida”
7 Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Penal. Auto de 7 de abril de 2017. Rad. 46530

5
4.5. Solicitud de rectificación previa como requisito específico de
procedibilidad de la acción de tutela

Con relación al derecho de rectificación, el artículo 20 de la Constitución


Política prescribe, en su último inciso, que “se garantiza el derecho a la
rectificación en condiciones de equidad”. Según la Corte, el ejercicio de este
derecho necesariamente “conlleva la obligación de quien haya difundido
información inexacta o errónea de corregir la falta con un despliegue
equitativo” y “busca reparar tanto el derecho individual transgredido como el
derecho colectivo a ser informado de forma veraz e imparcial”.

La Corte Constitucional, en Sentencias como las T-921 de 2002, T-959 de


2006, T-110 de 2015, entre otras, ha reiterado que “la solicitud de
rectificación previa al particular, como requisito de procedibilidad de la acción
de tutela, solo resulta exigible respecto de los medios masivos de
comunicación”8. Dicha Corporación en sentencia T-593/2017 sostuvo: “Esta
premisa se funda en lo dispuesto por los artículos 20 de la Constitución
Política y 42.7 del Decreto 2591 de 1991. Este requisito de procedibilidad se
ha limitado únicamente a las tutelas ejercidas en contra de los “medios
masivos de comunicación” con dos fundamentos, a saber: (i) según la Corte “el
derecho a la rectificación, contenido de manera expresa en el artículo 20 de
la Constitución, se predica respecto de los medios masivos de comunicación,
como contrapartida de la amplia protección que les confiere la misma Carta,
en desarrollo de la libertad de prensa”9, y (ii) “el carácter a todas luces
excepcional de esta norma [artículo 42.7] hace que su interpretación deba ser
estricta”10.

Ahora bien, la jurisprudencia ha señalado que la solicitud previa de


rectificación como requisito de procedibilidad para el ejercicio de la acción de
tutela en estos casos parte de la presunción de buena fe del emisor del
mensaje. Esto por cuanto se presume que los hechos que sustentan sus
opiniones o informaciones son verificables y razonablemente contrastados;
sin embargo, la propia Corte ha reconocido que no es posible excluir “la
posibilidad de que (el emisor) pueda caer en error”. Por esta razón, según la
jurisprudencia constitucional, el requisito de la solicitud de rectificación previa
“pretende dar al emisor de la información la oportunidad de contrastar y
verificar por sí mismo si las aseveraciones de quien solicita la rectificación son
ciertas o, por el contrario, si se mantiene en el contenido de la información por
él difundida”11.”

4.6.- LIBERTAD DE EXPRESIÓN, DE OPINIÓN Y DE INFORMACIÓN.

8 Corte Constitucional. Sentencia T-437 de 2004. “El numeral 7 del artículo 42 del Decreto 2591 de 1991 ´por
el cual se reglamenta la acción de tutela consagrada en el artículo 86 de la Constitución Política´ estableció,
como un mecanismo de procedibilidad para que la acción de tutela pueda analizar de fondo si la información
divulgada por un medio de comunicación ha vulnerado algún derecho fundamental, que ésta deberá
acompañarse con la copia de ´la rectificación solicitada que no fue publicada en condiciones que aseguren la
eficacia de la misma´. Lo anterior, como resulta obvio, supone que haya sido presentada una [solicitud de]
rectificación ante el medio de comunicación, en la que se respeten tanto los criterios formales como materiales
que la constituyen”.
9 Corte Constitucional. Sentencia T-921 de 2002.
10 Corte Constitucional. Sentencia T-512 de 1992.

11 Corte Constitucional. Sentencia T-263 de 2010.

6
Sobre el particular, en la sentencia T-593/2017 la Corte sostuvo: “El
artículo 20 de la Constitución Política reconoce como derechos
fundamentales las libertades de expresión –se garantiza a toda persona la
libertad de expresar-, de opinión –difundir su pensamiento y opiniones-, y
de información –informar y recibir información veraz e imparcial- y de
prensa –fundar medios masivos de comunicación-. Del mismo modo, prevé
el derecho a la rectificación en condiciones de equidad y la prohibición de
censura previa.

La jurisprudencia constitucional ha identificado once elementos normativos


que se derivan del artículo 20 constitucional, a saber: (i) la libertad de
expresión, entendida como la facultad de expresar y difundir su propio
pensamiento e ideas, en las condiciones y mediante los mecanismos que
seleccione el emisor del mensaje; (ii) la libertad de investigar, buscar o
recibir información sobre hechos, ideas y opiniones; (iii) la libertad de
informar; (iv) el derecho a recibir información veraz e imparcial; (v) la libertad
de fundar medios masivos de comunicación; (vi) la libertad de prensa; (vii)
el derecho a la rectificación en condiciones de equidad; (viii) la prohibición
de censura; (ix) la prohibición de la propaganda de la guerra y la apología
del odio, el delito y/o la violencia; (x) la prohibición de pornografía infantil;
y, por último, (xi) la prohibición de la instigación pública y directa al
genocidio.12
En virtud de lo anterior, las libertades de expresión, de opinión y de
información se consideran indispensables para el desarrollo de cualquier
sociedad. Estas refuerzan los valores democráticos y la participación
ciudadana, como quiera que, a partir del intercambio de ideas y opiniones
entre sus asociados, se hace posible incidir en los asuntos de interés público
que despiertan su atención o les puede afectar. De igual manera, la libertad
de expresión permite el ejercicio de otros derechos como los de reunión y
asociación, los políticos, y la libertad de culto, entre otros.

Las libertades de expresión, de opinión y de información tienen una


“vinculación directa con las posibilidades de autorrealización y dignificación
individuales”13. Por ello, la jurisprudencia ha reconocido una protección
especial a las libertades previstas por el artículo 20 constitucional y, en
consecuencia, ha desarrollado tres reglas que delimitan el alcance de su
amparo constitucional: (i) la existencia de una presunción en favor de la
libertad de expresión, en caso de conflicto con otros principios, valores o
derechos, incluso del buen nombre y de la honra14; (ii) la sospecha de
inconstitucionalidad respecto de las regulaciones del Estado que limiten o
restrinjan la libertad de expresión; y (iii) la prohibición de censura
previa. 15”16 .

5. EL CASO CONCRETO.

12 Corte Constitucional. Sentencia T-391 de 2007.

13 Corte Constitucional. Sentencia T-391 de 2007.


14 Corte Constitucional. Sentencia T-298 de 2009. En esta oportunidad la Corte precisó que para
solucionar los casos de conflicto entre la libertad de expresión y otros derechos fundamentales, debe
aplicarse el método “de la ponderación, sobre la base inicial de la presunción de primacía de la
libertad de expresión sobre los demás derechos” De todas maneras, en aquellos casos de frontera
o límite, en los cuales pueda existir duda acerca del tratamiento de asuntos de verdadera relevancia
pública, continúa prevaleciendo la libertad de expresión.
15 Corte Constitucional, Sentencias T-391 de 2007 y T-219 de 2012.
16 Corte Constitucional, sentencia T-593/2017. MP.: CARLOS BERNAL PULIDO

7
Con fundamento en las anteriores consideraciones, corresponde al
Despacho determinar en primera medida la procedencia de la acción de
tutela en contra de un particular, en este caso el señor JORGE ELIECER
QUINTANA SOSA, en su propio nombre y como representante legal de la
VEEDURÍA CIUDADANA-QUINTA VENTANA TU VEEDURÍA. por la
presunta afectación de los derechos fundamentales al buen nombre y honra
del actor, razón por la cual se procederá a verificar si se ha superado el
requisito de subsidiaridad dentro del presente accionamiento.

Así las cosas, de los fundamentos facticos y jurídicos, además de los


elementos de prueba aportados por el gestor a la presente actuación, se
extrae que lo pretendido, se ajusta al objeto de protección y finalidades de
este mecanismo, ya que el mismo persigue que a través de este trámite, se
logre que el accionado efectué una rectificación de la información difundida
por medio de “comunicado a la opinión pública”, y en la red social
“Facebook”, mediante la modalidad de “live”, en donde se manifiesta lo dicho
en el comunicado efectuado por el accionado, en las cuales se refieren de
manera directa al accionante. Dichas manifestaciones fueron publicadas los
días 4 y 25 de agosto de la presente anualidad.

Conforme a lo anterior, esta judicatura advierte que respecto a los requisitos


generales de procedencia, la presente acción de tutela supera el examen de
subsidiariedad y, por lo tanto, resulta procedente, ello por cuanto, pese a
que lo solicitado por el actor en el acápite de pretensiones de la demanda,
es que se ordene al accionado “proceda a realizar LA RECTIFICACIÓN EN
CONDICIONES DE EQUIDAD, en la que se evidencie la corrección de sus
afirmaciones anteriores, con igual despliegue de importancia que hizo la
difusión inicial, verbigracia, al menos con el mismo detalle y minucia, que
aquellas publicaciones, inclusive, que muestre menos desidia y mala fe,
aunado a ello, que se le ordene que deberá emitir comunicados a los distintos
medios de comunicación en los que remitió la publicación denominada
“COMUNICADO A LA OPINION PÚBLICA” de fecha 4 de agosto de 2021,”; del
estudio de dicha petición en conjunto con los fundamentos facticos de la
demanda, se puede concluir que lo que pretende el accionante, con es
precisamente que no se genere información falsa en contra de las gestiones
que realizó cuando fue titular de la gobernación del departamento de
Bolívar, y que se rectifiquen dichos datos.

Lo anterior, bajo el entendido de que la solicitud enarbolada, da al traste


con el punto cardinal que ha establecido la Corte para que se torne
procedente el estudio de la acción de tutela. Pues bien, en estos términos,
para el Despacho esta pretensión resulta afín al objeto, el alcance y la
finalidad de la acción de tutela, pues con la misma se solicita la cesación de
la amenaza de sus derechos fundamentales y que se adopten las medidas
necesarias para ello, que para el caso en particular sería la rectificación de
los señalamientos que se hicieron en su contra, afectando sustancialmente
el buen nombre del accionante.

Así, la solicitud del actor se enmarca expresamente en uno de los supuestos


de procedencia de la acción de Tutela en contra de particulares, tal como lo
dispone el Art. 42.7 del Decreto 2591 de 1991, el cual señala: “Artículo 42.
Procedencia. La acción de tutela procederá contra acciones u omisiones de

8
particulares en los siguientes casos: (…) 7. Cuando se solicite rectificación de
informaciones inexactas o erróneas. En este caso se deberá anexar la
transcripción de la información o la copia de la publicación y de la rectificación
solicitada que no fue publicada en condiciones que aseguren la eficacia de la
misma”.

Ahora bien, antes de inmiscuirnos al tema central de este accionamiento, se


debe derruir, si en efecto en el presente tramite tutelar es procedente la
exigencia de la rectificación previa como requisito de procedibilidad para
acceder a la acción constitucional. Para ello, en líneas anteriores, se explicó
con suficiencia la naturaleza jurídica de esta figura, sin embargo, dada la
especialidad del caso en concreto se debe traer a colación los casos en los
cuales es eminente la exigibilidad del presente requisito; a saber, la Corte
Constitucional en reiterada jurisprudencia, en lo pertinente ha manifestado:

“1. cuando la información circula a través de los medios masivos de


comunicación;
2. cuando es difundida por comunicadores sociales, sin consideración de
que estos tengan o no vínculos con un medio de comunicación;
3. cuando el emisor no es comunicador social o periodista, pero se dedica
habitualmente a la difusión de información; y
4. cuando la persona que realiza la publicación, primero, no tiene la
condición de comunicador social y, segundo, no cumple ese rol dentro del
grupo social. Este último evento, en el que la jurisprudencia constitucional no
había exigido la obligación de pedir la rectificación antes de acudir ante el
juez de amparo, cobra especial importancia en aquellos casos, como el
presente, en los que la difusión de la información es masiva, precisamente,
por el volumen de receptores de la misma”.

De lo anteriormente referenciado, sería del caso adecuar las condiciones del


objeto social del accionado, para establecer si es afín a uno de las cuatro
situaciones que ha establecido la Corte para exigir de forma obligatoria la
concurrencia del requisito de procedibilidad para acceder a la acción de
tutela.

En el particular, el Despacho debe advertir que la información que se tilda


de errónea e inexacta, no fue proliferado por medios de comunicación, ni
mucho menos por un particular que ejerza como difusor de información,
sino por una persona natural cotidiana, por lo cual, la previa solicitud de
rectificación ante el particular responsable de la difusión no es exigida como
presupuesto de procedencia de la acción de tutela. Al respecto la Corte
Constitucional ha sido enfática al advertir “el Juzgado de instancia indicó
que esta solicitud procede siempre y cuando la difusión de la información que
se considera inexacta o errónea haya sido difundida por un medio de
comunicación social, mas no en otros supuestos. La jurisprudencia de la Corte
Constitucional, efectivamente, ha circunscrito la exigencia consistente en
elevar una previa solicitud de rectificación a los casos de informaciones
difundidas por los medios masivos de comunicación social. De este modo,
cuando la información que se estima inexacta o errónea no es difundida por
los medios, sino por otro particular, no cabe extender un requisito
expresamente previsto en el artículo 20 superior para otra situación y, por
consiguiente, la previa solicitud de rectificación ante el particular responsable

9
de la difusión no es exigida como requisito de procedencia de la acción de
tutela17”.

Bajo ese cometido, al estar esta acción dirigida en contra de un particular


que no ejerce las funciones de comunicador de información, ni muchos
menos es participe de medios de comunicación, sino que difundió un
mensaje que el accionante considera lesivo a sus derechos, la solicitud de
rectificación previa no es requisito de procedencia de la acción, por lo tanto,
se declara eminentemente procedente el estudio del fondo del presente
asunto, sin embargo, es menester aclarar, tal como se planteó en los
fundamentos de la acción, que el accionante realizó solicitud de rectificación
al accionado por medio del correo electrónico de notificaciones dispuesto en
su certificado de existencia y representación legal.

Ahora bien, para el caso concreto, se tiene que de conformidad con las
pruebas obrantes en el expediente, en particular, lo aportado por la parte
actora, el señor JORGE ELIECER QUINTANA SOSA, procedió a publicar el
día 04 de agosto de 2021 un escrito denominado “comunicado a la opinión
pública” dirigido a Noticias Caracol y a Revista Semana en el cual, hace
referencia a dos presuntos hechos de corrupción, dirigiéndose expresamente
al accionante, quien, a su vez, fungió como gobernador del departamento de
Bolívar en la vigencia administrativa correspondiente entre los años 2016 y
2019, hechos en los que presuntamente este último participó.

Tanto en dicho comunicado, como en el video publicado a través de la red


social “Facebook”, el accionado manifiesta hechos presuntamente
relacionados con una conciliación celebrada por el actor, en fecha 16 de
julio de 2019, con la CLINICA MADRE LAURA de esta ciudad, por la
suma de $29.505.643.944, que según el dicho del accionado, se celebró
sin el lleno de los requisitos de ley; además, de una supuesta petición
elevada a su persona en fecha 21 de septiembre de 2016, para el
cumplimiento de las ordenanzas 17 y 18 de 2011, para la
implementación de la Estampilla Pro Hospital Universitario, el cual debía
ser implementado a través de la Secretaria de Hacienda, en todos los
Municipios y Concejos Municipales, petición que según el accionado,
pasó inadvertida, generando una pérdida de ingresos en el Hospital
Universitario de Cartagena, atribuible a su administración.

Partiendo de lo anterior, al estudiarse las expresiones esbozadas en las


publicaciones referidas, los días 04 y 25 de agosto de las calendas, en las
cuales evidentemente traen a colación las manifestaciones subjetivas
realizadas por el accionado frente a sus inconformidades durante la
administración de Dumek Turbay, según el dicho del gestor, carecen de toda
validez y se conjuran como manifestaciones ajenas a la realidad, equivocas
e inexactas; de la lectura del mismo se puede observar que solo incorpora
las declaraciones realizadas de forma personal, pues ni en el comunicado ni
en el video publicado en “Facebook” se aportan pruebas fehacientes en las
cuales se tenga soporte suasorio para expresar dichas declaraciones.

Conforme a lo anterior, es claro que las precitadas publicaciones solo se


sustentan en aperciones propias, hechas por el particular aquí accionado,

17 Corte Constitucional Sentencia T-110 de 2015.

10
pues de ellas no se avizora un reporte objetivo de las expresiones dichas,
situación que para el Despacho claramente aminora la honra y el buen
nombre de un individuo.

Sobre el derecho a la libertad de información y de los principios de veracidad


e imparcialidad, la Corte Constitucional ha señalado que: “Debe precisarse
lo siguiente: “En cuanto a la veracidad como límite interno, la Corte
Constitucional ha afirmado que la veracidad de una información hace
referencia a hechos o a enunciados de carácter fáctico, que pueden ser
verificados, por lo que no cubre las simples opiniones (…). En cuanto al
principio de imparcialidad de la información hace referencia, y exige al
emisor de la información, a establecer cierta distancia entre la crítica personal
de los hechos relatados y las fuentes y lo que se quiere emitir como noticia
objetiva. En esa medida, cuando un periodista desea emitir una información
debe contrarrestarla con diferentes fuentes y confirmarla, si es el caso, con
expertos en la materia, y evitar que lo recolectado y confirmado se
“contamine” con sus prejuicios y valoraciones personales o del medio donde
trabaja” 18.

Conforme al precedente jurisprudencial en cita, el Despacho en aplicación


de lo considerado, en la medida que adquiere el derecho a la información en
las citadas materias y la reducción del nivel de prioridad de derechos como
el buen nombre y la honra, lo cual significa que sea posible emitir
información falsa o errónea relacionada con una persona que de algún modo
ha sido involucrada con hechos de interés público. Debe tenerse en cuenta,
tal como se explicó en la parte motiva de esta providencia, en relación con
el derecho a la información, que la Constitución protege su ejercicio siempre
que se ejerza de forma veraz e imparcial, lo cual se predica también cuando
las publicaciones versan sobre temas de interés público, incluso con mayor
razón, dada la trascendencia de los contenidos mismos, empero, no es viable
constitucionalmente que se acepten expresiones injuriosas, difamadoras, so
pretexto de la utilización de la libre expresión, cuando ellas son
vulneradoras de derechos fundamentales de primera generación tales como
el buen nombre.

Para el Despacho es claro, que las publicaciones cuestionadas abarcan dos


asuntos diferentes, a saber: i) el primero, referente a conductas desplegadas
por la accionante en su entorno laboral, constitutivas presuntamente de,
acciones delictivas, mientras fungió en calidad de Gobernador de Bolívar ii)
el segundo, catalogar ese accionar como “corrupto”, expresión que como se
mencionó no tiene piso probatorio.

Por lo anterior, encuentra esta célula judicial, que en el caso concreto se


presenta una discusión en torno a presuntos casos de corrupción con
referencia a “Caso conciliación entre el departamento de Bolívar y la Clínica
Madre Laura SAS” y caso “Estampilla Pro Hospital Universitario del Caribe
de Cartagena”. Frente a ello, es deber manifestar, que el Despacho carece
de competencia funcional para dirimir, si estas afirmaciones son
catalogadas como injurias o calumnias, pues es el Juez penal quien ejerce
el control jurisdiccional de este tipo de controles de índole delictivo. Empero,
lo que si puede verificarse es la calidad de las expresiones confutadas, en el
sentido de establecer, si estas revisten un carácter vulnerador al buen
18 Ver T-040/2013.

11
nombre del accionante, por lo que se avizora que sí atentan contra los
derechos personalismos al buen nombre y a la honra, pues de las mismas
no se permea que se hayan expresado con un mínimo de prueba, sino que
son manifestaciones negativas esbozadas desde el sentir subjetivo del
accionado, lo cual está vedado constitucionalmente, pues so pretexto de la
libertad de expresión, estas no pueden sobrepasar los derechos
fundamentales mentados, como tal es el caso.

Teniendo en cuenta las consideraciones anteriores, la información


presentada sin la suficiente exactitud que permita verificar la verdad de los
hechos y evitar a la confusión del lector, repudia el principio de veracidad
de la información y, por tanto, vulnera el derecho al buen nombre y honra
del accionante.

Por lo anteriormente considerado, se advierte que lo publicado por el


demandado no puede enmarcarse dentro de la protección consagrada en la
Constitución Política, bajo la libertad de expresión, por lo que los derechos
alegados a la honra, buen nombre y rectificación en condiciones de equidad,
fueron afectados de manera sostenible. En ese sentido, es necesario
TUTELAR los derechos fundamentales mencionados y entrar a tomar las
medidas necesarias para que dicha vulneración cese.

Lo anterior cobra más sustento, cuando las afirmaciones hechas en la


demanda no fueron refutadas dentro de este accionamiento por el
ciudadano encartado, pues este guardó silencio ante la demanda de amparo,
y el requerimiento de informe por parte del Despacho, lo que conlleva a dar
por ciertos los hechos relatados y debidamente probados en ella.

Como consecuencia de lo anterior, se ordenará al señor JORGE ELIECER


QUINTANA SOSA, que dentro de las cuarenta y ocho (48) horas siguientes
a la notificación de este proveído, rectifique el “comunicado a la opinión
pública” emitido el 4 de agosto de 2021, y la publicación expuesta en la red
social “Facebook” el 25 de agosto de la actual calenda, prestando la
información conforme a los parámetros que la jurisprudencia constitucional
ha expuesto. Dicha rectificación deberá ser compartida en todos los medios
en que se difundió la primera de las afirmaciones, es decir, en la red social
referida, y en cualquier otra en que se haya reproducido, por el tiempo
inicialmente publicado.

En razón de lo expuesto, EL JUZGADO 11 CIVIL MUNICIPAL DE


CARTAGENA, administrando justicia en nombre del pueblo y por mandato
de la Constitución,

6. RESUELVE:

PRIMERO: TUTELAR los derechos fundamentales al BUEN NOMBRE,


HONRA, RECTIFICACION EN CONDICIONES DE EQUIDAD del señor
DUMEK TURBAY PAZ, conforme a lo esgrimido en la parte considerativa de
este proveído.

SEGUNDO: ORDENAR al ciudadano JORGE ELIECER QUINTANA SOSA


que en el término perentorio de las cuarenta y ocho (48) horas siguientes a
la notificación de este proveído, rectifique el “comunicado a la opinión

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pública” emitido el 4 de agosto de 2021, y la publicación expuesta en la red
social “Facebook” el 25 de agosto de la actual calenda, prestando la
información conforme a los parámetros que la jurisprudencia constitucional
ha expuesto. Dicha rectificación deberá ser compartida en todos los medios
en que se difundió la primera de las afirmaciones, es decir, en la red social
referida, y en cualquier otra en que se haya reproducido, por el tiempo
inicialmente publicado.

TERCERO: NOTIFÍQUESE este fallo a las partes en este asunto, en la forma


y oportunidad establecida en los artículos 30 del decreto 2591 de 1991.

CUARTO: De no ser impugnado esta providencia, remítase a la H. Corte


Constitucional para su eventual revisión.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

MARÍA SOLEDAD PÉREZ VERGARA


JUEZA.

MAP

13
Rama Judicial del Poder Público
Distrito Judicial De Cartagena De Indias
Centro, Calle Del Cuartel Edificio Cuartel Del Fijo, Oficina 305

Cartagena, Bolívar, 02 de septiembre de 2021.

Oficio No. 921

Señor(es):
DUMEK TURBAY PAZ
dumek@hotmail.com
Ciudad

Señor(es):
JORGE ELIECER QUINTANA SOSA
jorgequintana01@hotmail.com
Ciudad

Cordial saludo.

Le notifico de la sentencia de tutela de la fecha y me permito


transcribir la parte resolutiva de la misma, la cual se remite junto con
la copia de la decisión:

“PRIMERO: TUTELAR los derechos fundamentales al BUEN NOMBRE, HONRA,


RECTIFICACION EN CONDICIONES DE EQUIDAD del señor DUMEK TURBAY
PAZ, conforme a lo esgrimido en la parte considerativa de este proveído.
SEGUNDO: ORDENAR al ciudadano JORGE ELIECER QUINTANA SOSA que en el
término perentorio de las cuarenta y ocho (48) horas siguientes a la notificación de
este proveído, rectifique el “comunicado a la opinión pública” emitido el 4 de agosto
de 2021, y la publicación expuesta en la red social “Facebook” el 25 de agosto de
la actual calenda, prestando la información conforme a los parámetros que la
jurisprudencia constitucional ha expuesto. Dicha rectificación deberá ser
compartida en todos los medios en que se difundió la primera de las afirmaciones,
es decir, en la red social referida, y en cualquier otra en que se haya reproducido,
por el tiempo inicialmente publicado.
TERCERO: NOTIFÍQUESE este fallo a las partes en este asunto, en la forma y
oportunidad establecida en los artículos 30 del decreto 2591 de 1991.
CUARTO: De no ser impugnado esta providencia, remítase a la H. Corte
Constitucional para su eventual revisión, una vez superada la suspensión de
términos decretada mediante Acuerdo PCSJA20-11519 del Consejo Nacional de la
Judicatura.”

Cordialmente,

AURA CRISTINA AGUILAR PEÑA


ESCRIBIENTE

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