Está en la página 1de 34

 

Tres mujeres altas 1 Edward Albee

Tres mujeres altas Edward Albee1

PERSONAJES
A: Una mujer muy vieja; delgada, autoritaria, orgullosa, tan entera como los estragos
del tiempo lo permitan. Uñas escarlata, el cabello bien arreglado, usa maquillaje.
Adorable camisón y bata de noche.
B: Se ve co
como
mo A ssee ver
vería
ía a llos
os 52
52;; een
n tra
traje
je de call
calle.
e.
C: Se ve como B se vería a los 26.
EL MUCHACHO: Vein Veintittitres
res añ
añosos más o menos
menos;; atue
atuendo
ndo inf
inform
ormal,
al, juveni
juvenill (saco
(saco,, corba
corbata,
ta,
camisa, pantalón de mezclilla, zapatos sport, etc.)
ESCENARIO
La obra se sitúa en una recamara “opulenta” de toque francés. Colores pastel; predomina
el azúl. Una cama al fondo centro, con una pequeña banca al pie. Almohadas de encaje,
una adorable colcha. Pinturas francesas del siglo XIX. Dos sillones ligeros, cubiertos de
una seda preciosa. Si hay una ventana, cortinillas de seda. El piso alfombrado de color
pastel. Dos puertas, una a la derecha, una a la iz izquierda.
quierda. Arcos para ambas. El segundo
acto tiene la misma escenografía que el primer acto, excepto por el equipo médico que se
decida utilizar.

PRIMER ACTO
 Al levantarse el telón,  A está en el sillón de la izquierda, B en el de la derecha, C  en la

banca
A
al pieafirmación
(Una de la cama.
que Es la tarde.
viene Un momento
de la nada; a nadie ende silencio. Tengo noventa y un años.
particular.)
B (Pausa.) ¿De veras?
A (Pausa.) Sí.
C (Sonrisita.) Tiene noventa y dos.
A (Pausa más larga; no muy agradable.) Es lo mismo. Da igual.
B (A C .)
.) ¿De veras?
C (Se encoge de hombros; señala unos papeles.) Eso dice aquí.
B (Pausa; estirándose.) Bueno… ¿qué importa?
C Lo que hace la vanidad.
B Lo que hace el olvido.
A (Para Todos.) Tengo noventa y uno.
B (Suspiro de aceptación.) Está bien.
C (Sonrisa más pequeña.) Tiene noventa y dos.
B (Desprecopada.) Ay… olvídalo.
C ¡No! Es importante. Hay que hacer las cosas…
1
  Dramaturgo estadounidense, cuyas obras más logradas se centran en las relaciones familiares. Nació en
Washington, capital, y fue adoptado de niño por el ejecutivo del teatro norteamericano Reed A. Albee, de la
cadena de teatros de variedades y salas de cine Keith-Albee. Después de una primera educación muy estricta, la
señora Albee lo envió a escuelas militares, preparatorias muy selectas y, finalmente, se rebeló contra su madre
cuando ella descubrió su homosexualidad. A los veinte años abandonó su familia adoptiva y se fue al Village,
donde desempeñó trabajos diversos, desde junior, a vendedor de discos. Escribió su primera obra en un acto,
Historia del zoo (1959), en tres semanas. Entre sus otras obras están El sueño americano (1961), ¿Quién teme
a Virginia Woolf?  (1962), La balada del café triste   (1958), adaptada a partir de una novela de la escritora
norteamericana Carson McCullers, Tiny Alice (1964) y Un equilibrio delicado (1966), por la que ganó el Premio
Pulitz
Pulitzer
er de Teatro
Teatro de 1967.
1967. Con Seascape (19 (1975)
75),, Al
Albee
bee gan
ganóó su segund
segundo
o Premi
Premioo Pulitz
Pulitzer.
er. Sus
Sus obr
obrasas
posterior
poste riores
es incl
incluyen
uyen ThThe
e Lady
Lady fr
from
om Du
Dububuqu
quee (19
(1977)
77),, una ada
adapta
ptació
ción
n de Lolita (19
(1979)
79),, del nov
noveli
elista
sta
rusoamericano Vladimir Nabokov, y El hombre de tres brazos  (1983). En 1994 recibió por tercera vez el Premio
Pulitzer por  Tres mujeres altas (1991). Las primeras obras teatrales de Albee están marcadas por temas
habitu
hab ituale
ales
s del tea
teatro
tro del absur
absurdo,
do, en que lolos
s per
person
sonaje
ajess padece
padecen
n por su incapa
incapacid
cidad
ad o desgan
desganaa para
para
comunicarse de modo significativo o relacionarse unos con otros. Tres mujeres altas parte de un realismo, en
apariencia tradicional, para dejarnos en presencia del absurdo: tres mujeres que son una sola, enfrentan un
destino común: la muerte.
1
 

Tres mujeres altas 2 Edward Albee

B ¡No importa!
C (Sotto voce.) Me importa a mí.
A (Pausa.) Lo sé porque él dice; “Tienes exactamente treinta años más que yo; sé
cuántos años tengo yo porque sé cuántos años tienes tú, y si alguna vez se te
olvidaa cuántos años tienes
olvid tienes,, pregúntame
pregúntame cuántos años tengo y entonc
entonces
es lo sabrás”,
(Pausa.) Ay, eso me lo ha dicho tantas veces.
C ¿Qué tal si se equivoca?
A (Distante; voz curiosamente más ligera, más aguda.) ¿Qué?
B Qué más da.
C (Todavía a  A.) ¿Qué tal si él se equivoca? ¿Qué tal si él no es treinta años más
 joven que usted?
A (Subitamente alza la voz, con durezaa.) ¡Yo creo él sabe cuántos años tiene!
C No, quiero decir… qué tal si él no sabe bien a bien (señalando a  A.) cuántos años
tiene usted.
A (Pausa.) No seas tonta. ¿Cómo va a ser posible que él no sea treinta años más
 joven que yo si yo soy treinta años mayor que
que él? Lo repite una y otra vez. (Pausa.)
Cada vez que viene a verme. ¿Qué día es hoy?
B Es (El día que es en la realidad.)
A ¡¿Lo ves!?
C (Un poco como si tratara con un niño.) Bueno, puede ser que uno de los dos se
haya equivocado, y puede ser que él no se equivocó.
B
(Pequeñaefímera.)
(Sonrisa risa burlona.)
Sí; lo Equivoque.
sé. 
C

A No seas estúpida. ¿Qué día? ¿Qué día es?


B Es (Ibid.)
A (Niega con la cabeza.) No.
C (Interasada.) ¿No qué?
A No, no es. (Ibid.)
B Está bien.
C (A A ) ¿Qué día cree usted que es?
A (Confusión.) ¿Qué día es? ¿Qué día creo…? (Sus ojos se empequeñecen.) Pero, si es
hoy, claro. ¡¿Tu qué día crees que es?! (Se vuelve hacia B; risotada.)
B ¡Bien dicho, mujer!
C (Se mofa.) ¡Qué respuesta! Qué tonta…
A ¡No me hables en ese tono!
C (Ofendida.) ¡Vaya! ¡Lo siento!
A Te pago, ¿o no? No me puedes hablar en ese tono.
C De alguna manera.
A (Tono de reto.) ¡¿Qué?!
C Indirectamente. Le paga a alguien que me paga a mí, alguien que…
A Bueno; ahí está: ¿lo ves? No me puedes hablar
hablar de esa ma
manera.
nera.
B No te está hablando de esa manera.
A (Descarta la idea y ríe.) No sé de qué me estás hablando. (Pausa.) Por cierto.
(Silencio; luego llora. La dejan. Empieza en autocompasión, procede a llorar por 
llorar, y concluye en rabia y odio a sí misma por tener que llorar. Se toma su
tiempo.)
B (Cuando acaba.) ¿Te sientes mejor?
C (Entre dientes.) Por favor.
B (A  A.) Unas buenas lágrimas lo echan todo para afuera.
2
 

Tres mujeres altas 3 Edward Albee

A (Ríe pícara.) ¿Qué hacen las malas? (Ríe de nuevo; se le une B.)
C (Mueve la cabeza con admiración.) Algunas veces usted es tan…
A (Fea de pronto.) ¡¿Qué?!
C (Pausa breve.) No importa. Iba a decir algo agradeble. No importa.
A (A B.) ¡¿Qué dijo?! Murmura todo el tiempo.
C ¡No murmuro! (Molesta consigo misma.) ¡No importa!
A ¡¿Cómo esperan que una oiga lo que dice?!
B (Conciliando.) No terminó su frase. No importa.
A
(Triunfo pequeño, satisfecha de sí misma.) Apuesto a que no.
C (Sintiéndose perseguida, pero sin ser displicente.) Lo que quise decir es que puede
ser que usted haya estado equivocada acerca de su edad hace tanto tiempo, puede
ser que se haya estado mintiendo a usted misma desde hace tantos años, auque
por qué alguien habría de mentir por un año…
B (Fastidiada.) Déjala en paz; déjala quitárselo si quiere.
C No la voy a dejar.
A ¡¿Quitarme qué?!
C ¿Por qué mentir por un año? Puedo imaginar que alguien se quite diez o que trate
de hacerlo. Aunque es más factible que una se quite siete, o cinco, muy buenos y
engañosos, ¡¿Pero uno?! ¿Quitarse un año? ¿Qué clase de vanidad es esa?
B (Chasquea la lengua.) Cómo le das vueltas.
A (La imita.) Cómo le das vueltas.
C (Ronronea.) Cómo le doy vueltas. Bueno, puedo entender diez o cinco o siete, pero
no uno.
B Y le sigues.
A (A C .)
.) Y le sigues. (A B ) ¡¿Y le qué?!
B Y le sigue dando vueltas.
A (Jovial.) ¡Sí! ¡Y le sigues dando vueltas!
C (Sonríe.) Sí; lo sé.
A (Repentinamente, pero sin urgencia.) Quiero ir.
C ¿A dar vueltas?
A (Más urgencia.) Quiero ir. Quiero ir.
B ¿Quieres ir? (Se levanta.) ¿Quieres la bacinica? ¿Vas a hacer del uno? ¿Quieres la
bacinica?
A (Avergonzada de discutirlo.) No… ¡Nooooo!
B Ah. (Va hacia A.) Muy bien. ¿Puedes caminar?
A (Lloriqueo.) ¡No lo sé!
B Bueno, vamos a tratar. ¿Está bien? (Señala el andador.) ¿Quieres el andador?
A (A punto de llorar.) ¡Quiero andar! ¡No sé! ¡Lo que sea! ¡Tengo que ir! (Comienza
un lloriqueo desesperado.)
B ¡Está bien! (La ayuda a levantarse. Descubrimos que el brazo izquierdo de A está
en un cabestrillo, inutilizado.)
A ¡¡Me lastimas!! ¡¡Me lastimas!!
B Ya, pues; ¡soy muy cuidadosa!
A ¡¡No, no lo eres!!
B ¡Sí, sí lo soy!
A ¡¡No, no lo eres!!
B (Enojada.) Sí lo soy.
A ¡No, no lo eres! (De pie, sollozando, arrastrando los pies con la ayuda de B; sale y 
3
 

Tres mujeres altas 4 Edward Albee

dice desde afuera.) Estás tratando de lastimarme; ¡¡ya sabes cómo me duele!!
B (A C 
 , al salir.) Ahí te encargo el negocio.
C Sí. Yo me encargo. (Intercambios de palabras apagadas tras bastidores. C  mira
hacia ellas, sacude la cabeza, mira hacia abajo. Habla tanto para ella como
co mo para ser 
escuchada.) Supongo que una podría mentir por un año, sería algo así como tener
la última palabra, una venganza privada, tal vez, una pequeña victoria, quizás. (Se
encoge de hombr
hombros.)
os.) No sé, tal vez estas cosas se vuelven importantes. ¿Por qué
no puedo ser amable?
B (Vuelve a entrar.) Esta vez lo logramos. (Suspira.) Y seguimos adelante.
C

B
No
E lasiempre
mañan
mañana, llega,
a, ¿eh? cuando se despierta
se moja despierta,, una especie de saludo al día, supongo
supongo::
el esfinter y el cerebro fuera de sincronía. Nunca lo hace durante la noche, más bien
se moja mientras está despertando.
C Buenos días al día, ¿eh?
B Algo a algo.
C Ponle un pañal.
B (Niega con la cabeza.) No lo acepta. En ésas ando, pero ella no lo acepta.
C ¿Sábana de hule?
B No la acepta. Levántala, ponla en el sillón y ella hace lo demás. Dale una taza de
café…
C Negro.
B
(Risita.)
Dale una¡Mitad crema
taza de café,y ponla
tanta azúcar! ¡Tres dale
en el sillón, cucharadas!
una taza¿Cómo ha vivido
de café, y hagantanto?
sus
apuestas.
C (Mira el sillón en donde está.) ¡¿Cuál sillón?! ¡¿Este sillón?!
B (Ríe.) Le atinaste. No te apures.
C Debe ser horrible.
B (Desaprobando.) ¿Para quién?
C (Enfrentandola.) ¡Para ella! A ti te pagan. Probablemente sea horrible para ti
también, pero a ti te pagan.
B Como no deja ella de informarme… ni tú.
C Eso de empezar a perderlo, quiero decir, el control, la pérdida de la dignidad, la…
B ¡Ay, basta! ¡Es cuesta debajo de los dieciséis en adelante! ¡Para todas nosotras!

C Sí, pero…
B ¿Cuántos años tienes, veinte y pico? ¿Todavía no te das cuenta? (Demuestra.)
Tomas aire… lo sueltas. La primera bocanada
bocanada de aire que tomas estás de cabez
cabezaa y
te dan nalgadas para que respires. La última… bueno; la última lo dejas salir todo…
y ya. Empiezas… y luego te detines. No seas tan blanda. Quisiera que los niños lo
aprendieran, quisiera lograr que un niño de seis años diga: “me estoy muriendo” y
sé lo que eso significa.
C ¡Eres terrible!
B Hay que empezar con los jóvenes; hacerlos conscientes de que tienen poco tiempo.
Hacerlos conscientes de que se están muriendo desde el momento en que están
vivos.
C ¡Qué horror!
B ¡Madura! ¿Acaso tú lo sabes? ¿Acaso tú sabes que te estás muriendo?
C Bueno, claro, pero…
B (Terminando.) Madura.
A (Entraa tamba
(Entr tambaleando
leando,, arrastrand
arrastrando
o los pies.) ¡Alguien podría morirse ahí dentro y a
nadie le importaría!
4
 

Tres mujeres altas 5 Edward Albee

B (Brillante.) ¡Ya terminaste!


A ¡Unaa podría
¡Un podría mor
morirs
irse!
e! ¡Al
¡Algui
guien
en podría
podría cae
caerse
rse y rom
romper
perse
se alg
algo!
o! Alg
Alguien
uien pod
podría
ría
morirse, para lo que le importa
i mporta a nadie.
C (A sí misma, pero para ser escuchada.) ¿Quién es este… “alguien”
“alguien”?? Alguien podría
hacer esto, alguien podría hacer…
B Es una manera de hablar.
C (Levemente sarcástica.) No. ¿De veras?
B (Sin caer en la provocación.) Eso me cuentan.
A (Agitando el brazo.) ¡Agárrame! ¡¿Quieres que me caiga?! ¡¿Quieres que me caiga?!
B Sí, quiero que te caigas; quiero que te caigas y te rompas en… diez pedazos.
C O cinco, o siete.
A ¿Dónde está mi silloncito? (Lo ve perfectamente.) ¿A dónde se fue mi silloncito?
B (Entrando en el juego.) ¡Jesús, ¿a dónde se fue su silloncito?! ¡Alguien se ha llevado
su silloncito!
C (Se da cuenta.) ¡¿Qué?!
A (¿Lo sabe? Probablemente.) ¿Quién tiene mi silloncito?
C (Montada en su caballo.) ¡Lo siento! (Se levanta rápidamente; se aleja.) ¡Su majestad!
B (Apaciguando) Allí está tu silloncito. ¿quiéres
¿quiéres tu almoha
almohada=
da= ¿Quieres que te traig
traigaa
tu almohada? (A C ..)) Traeme su almohada.
A Quiero sentarme.
B Sí, sí. Aquí vamos. (Gentilmente acomoda a A en su sillón.)
C (Junto a la cama.) ¿Cuál almohada!
B (A A.) ¿Estás cómoda? ¿Quieres tu almohada?
A (Petulante.) Desde luego que no estoy cómoda; desde luego que quiero mi almohada.
C (Todavía junto a la cama.) ¡No sé cuál!
B (Yendo hacia la cama.) Son dos, de hecho, una para la espalda (la agarra) y ésta
para el brazo. (La agarra; va hacia  A.) Listas; inclínate hacia delante. (Coloca la
almohada tras la espalda.) ¡Qué amor de niña!
A ¡Mi brazo! ¡Mi brazo! ¡¿Dónde está la almohada?!
B Aquí vamos. (Acomoda la almohada del brazo.) ¿Ya estamos a gusto? (Silencio.) ¿A gusto?
A ¿Qué?
B Nada. (Una sonrisa de complicidad a C ..))
C ¿Y así es siempre?
B Ajá.
C Qué hazaña.
B No has visto nada.
C ¡Apuesto a que no!
A (A B.) No puedes dejarme ahí dentro así nada más. ¿Qué tal si me caigo? ¿Qué tal
si me muero?
B (Reflexiona en ello; serena.) Bueno… si te cayeras, yo te oiría o tú armarías un
escándalo; y si te murieras, ¿qué importaría?
A (Pausa; luego se ríe; verdadero gozo.) ¡Bien dicho, mujer! (Se divierte viendo que
C no se divierte.) ¿Y a ti qué te pasa?

C (Breve silencio, hasta que adviete que le hablan.) ¡¿A quién?! ¡¿A mí?!
A Sí. A ti.
C ¿Qué me pasa a mí?
B (Divertida.) Eso es lo que dijo.
A Eso es lo que dije.
5
 

Tres mujeres altas 6 Edward Albee

C (Aterrorizándose un poco.) ¿Qué pretenden conmigo, montoneras?


B (A A.) Eso somos.
A (Gozándolo mucho.) ¡Puede que sí!
C (Para defenderse.) A mí no me pasa nada.
B (Sonrisa amarga.) Bueno… ya te pasará
A ¿Qué dijo?
B Dijo que a ella no le pasa nada, la señorita Perfecta.
C ¡¡Yo no dije eso; eso no es lo que…!!
A B
(A ; sincera.) ¡¿Por qué me está gritando?!
B No te gritó.
C ¡No le grité!
B Ahora sí le gritaste.
A ¡¿Lo ves?! (Confundida.) ¿Qué día es?
B Es (el día real)
A ¿Va a venir él? ¿Le toca venir hoy?
B No; hoy no.
A (Quejándose.) ¡¿Por qué no?!
B (Sin
(Sin dadarl
rlee im
impo
port
rtan
anci
cia.
a.)) Ay
Ay,, pr
prob
obaable
leme
ment
ntee tiene
iene ot
otra
ra cosa
cosa qu
quee ha
hace
cerr;
probablemente tiene la agenda llena.
A (Llorosa.) Nuna viene a verme, y cuando viene nunca se queda. (Un repentino
cambio de tono a odio.) Ya le daré su merecido, les daré su merecido a todos ellos.
Todos creen que pueden tratarme así nada más. Todos ustedes creen que pueden
hacer lo que sea. Ya los meteré en cintura.
C (A B , un aparte) ¿Así es todo el tiempo?
B (Muy paciente.) No… s eguido es muy placentero.
C ¡Juh!
A (Ahora murmurando.) Todos ustedes quieren algo; no hay nadie que no quiera
algo. Mi madre me enseñó eso; ten cuidado, dijo; todos quieren algo; me enseñó a
saber qué esperar, a mí y a mi hermana. Ella nos preparó, alguien tenía que
hacerlo. Quiero decir, éramos unas niñas, y eso fue en ese entonces, y era diferente
entonces. No teníamos mucho, y ser niña no era fácil. Sabíamos que tendríamos que
andar nuetro propio camino, y ser niña entonces… ¡¿por qué estoy hablando de esto?!
B Porque quieres.
A Eso es. Ella trató de prepararnos… para salir al mundo, para los hombres, para
andar nuestro propio camino. Mi hermana no pudo hacerlo; qué mal. Yo pude; yo lo
hice. Lo conocí en una fiesta, y dijo que me había visto antes. Había estado casado
dos veces -la prime
primera
ra era una puta, la segund
segundaa era una borracha
borracha.. ¡Era gracios
gracioso!
o!
Dijo: vamos a montar al parque, y yo dije está bien… muerta miedo. Mentí; dije que
montaba. A él no le importó; me deseaba; yo me daba cuenta. Me bastaron seis
semanas.
B ¡Qué mujer!
A Teníamos caballos cuando nos casamos; teníamos un establo; teníamos caballos de
silla; montábamos.
C (Suavemente; imita a un caballo.) Tup titup ti…
A Aprendí a montar y era muy buena.
B (Dando ánimos.) ¡Seguro que sí!
C (Ligeramente despectiva.) ¡¿Por qué tan segura?!
B Shhhhhhhh.
A (Entusiasmo infantil.) Montaba a mujeriegas y motaba a horcajadas, y manejaba
ponys -de alquiler- y me encantaba todo eso. Él iba conmigo y montábamos todas
6
 

Tres mujeres altas 7 Edward Albee

las mañana
mañanas,s, y la dálm
dálmata
ata ven
venía
ía con nosotr
nosotros,
os, ¿cóm
¿cómo o se llamab
llamaba…
a… Suzie
Suzie?? No.
Teníamos buenos caballos y los exhibíamos en concursos y ganábamos todos los
listones, y los guardábamos en una gran vitrina abajo en el… no, ésa era la otra
casa. Los guardábamos. (Pausa; dándose vigor.) Y copas. Todas esas copas de
plata que ganamos, y tazones y charolas. Conocíamos a todos los jueces pero no es
por eso que ganábamos: ganábamos porque éramos los mejores.
C (Por debajo.) Por supuesto.
B (Sotto voce.) Compórtate.
A (Desech
(De sechand
andoo la ide
idea.)
a.) Ay, ya apren
aprender
derá.
á. (D
(Dee vuvuelt
eltaa al recu
recuer
erdo
do.)
.) ¡Teníamos
caballos! Cononoocía a todos los juec ecees; y me metí a la cuadrill illa cuando
consursábamos en los campeonatos, y me sentaba ahí y miraba a los caballos; yo
nunca montaba en los campeonatos, Earl lo hacía; él era nuestro jinete. Me sentaba
ahí amirar con los jueces. Todos me conocían; éramos famosos; teníamos un
establo famoso, y cuando emitían el juicio me decían si habíamos ganado, y casi
siempre ganamos, y si me lo decína, y casi siempre lo hacían, yo hacía una señal.
Me quitaba el sombrero y me tocaba el sombrero (Lo hace: se toca el cabello) y
hacía sabían que habíamos ganado.
C (A B en voz baja.) ¡¿Quiénes?! ( B se encoge de hombres, mantiene la mirada en
 A.)

A (Muy racional: explicando.) Todos en nuestro palco. (Otra vez infantil.) Ay, me
encantaba, montar en la mañana, ir al establo en la carreta, con mi abrigo y mis
panta
pa ntalon
lones
es de eqequit
uitac
ación
ión y mi dederb
rby,
y, y acar
acaric
icia
iand
ndoa
oa… … ¿cómo
¿cómo se llamllamab
aba?
a?,, la
dálmata –Suzie, creo…
creo… no- y montaba y galopaba. Algunas veces m mee iba sola.
C (A B.) ¿Quién?
B Su esposo, lo más probable. (A A.) ¿Montabas de pequeña?
A (Risita como un lamento.) No. Éramos pobres.
C (A A.) ¿Pobres? ¿Realmente… pobres?
A Bueno, no; no realmente pobres; mi padre era un arquitecto; diseñaba muebles;
los hacía.
C Eso no es un arquitecto, eso…
B Olvídalo.
A Hacía muebles tan hermosos; era arquitecto. Estricto, pero justo. No, mi madre era
estricta. No, ambos eran estrictos. Y justos. (Esto la confunde; llora.)
B Ya, ya.
A ¡No sé qué estoy diciendo! ¿Qué estoy dicendo?
B (Confortando.) Es
Está
táss habl
hablan
ando
do de cacaba
ballllos
os;; esta
estaba
bass ha
habl
blan
ando
do de mo
mont
ntar
ar,, y
preguntamos: cuando eras una niña pequeña…
A (Racional; dura.) Nunca montamos; los vecinos tenían un caballo pero nunca lo
mont
mo ntam
amos
os.. No cr
creo
eo que
que mi herma
hermana
na mont
montar araa ja
jamá
más.
s. Pe
Pero
ro yo no sé na
nada
dar.r.
(Murmullo de conspiración.) Ella bebía.
C ¿De niñita?
B ¡Ay, por favor!
A (Verdaderamente inocente.) ¿Qué? ¿De qué me hablas?
B Caballos. Nunca montaste de niñita.
A Uno montaba si era granjero o si era rico.
C (Burlándose ligeramente.) O si eras un granjero rico.
B Shhhhhhh.
A (Sobre A, a B.) Y aprenderá. (A C  , ominosa.) ¿No es cierto?
C (Risa aturullada.) Pues, ya lo creo.
A (De vuelta a su historia.) No fui rica hasta que me casé, y no fui realmente sino
hasta después. Todo se va acumulando. Teníamos caballos de silla; montábamos.
7
 

Tres mujeres altas 8 Edward Albee

Aprendí a montar y era muy buena. MontabaM ontaba a mujeriegas y montaba a horcajadas,
y manejaba ponys –de alquiler…
C … y te encantaba todo eso…
B Shhhhhh.
A ¿Y me qué?
C Te encantaba todo eso.
B Te encantaba todo eso.
A ¿En serio?
B Eso dices.
A (Ríe.) Bueno, entonces debe ser cierto. No me gustaba mucho el sexo, pero tuve
una aventura.
C (Interesada.) ¿Ah sí?
A (De pronto con sospechas.) ¡¿Qué?! ¡¿Qué quieres?!
B Nada, no quiere nada.
A (De vuelta a su historia.) Nos gustaba montar.
montar. Él iba conmigo –no todo el tiempo.
Algunass veces me iba sola, o con la perra, que me seguía parte del camino, nunca
Alguna
muy lejos del establo; ella tenía un gato del que estaba enamorada. Se regresaba,
pero yo seguía. Tenía mis pantalones de equitación y mi abrigo y mi fusta y mi
sombre
som brero
ro derby.
derby. Siempre
Siempre monmontab
tabaa con mi atu
atuendo
endo comcomple
pleto.
to. Nun
Nunca
ca sal
salgas
gas a
menos que estés vestida apropiadamente, lo he dicho siempre. Manejaba la carreta
desdee la casa-; me encant
desd encantaba
aba manejar
manejar.. Era buena para eso. Era buena para todo;
tenía que serlo; él no. Llevaba la carreta al establo, y Earl estab a allí, o uno de los
chicos del establo. Tom.. o Bradley. (Larga pausa.) ¡¿Me estoy haciendo en las
pantaletas?! (Empieza a llorar.)
B (Pausada.) Bueno… vamos a ver. (Va hacia  A.) ¡Upa upa! (La levanta; aquella
lloriquea; llora más. B tienta debajo de  A.) Nah, pero apuesto a que te harás.
Vamos yendo. (Ayuda a A a salir.)
C ¿Me encargo del negocio? (Va hacia la ventanventana;
a; mira hacia fuera; mira a la cama;
va hacia allá; arregla las cobijas. Regresa B.) ¿Por qué estoy haciendo esto?
B ¿Por qué es innecesario? ¿Por qué ya lo había hecho yo?
C ¿Cómo en la historia de la princesa y el chícharo entre los colchones, tal vez? ¿Qué
le pasa a su brazo?
B Se cayó y se lo rompió. No sanó. La mayorámayoráii de las veces no sanan a esa edad. Le
ponen clavos, clavos de metal; el hueso se desintegra alrededor de los clavos y el
brazo simplemente cuelga. Lo quieren amputar.
C ¿Qué?
B (Un hecho.) El brazo; quieren cortarle el brazo.
C (Protesta.) ¡No!
B (Se encoje de hombros.) Le duele.
C ¡Aún así!
B Ella no dejará que se lo corten.
C Yo no diría eso.
B ¿Y tú qué sabes? Nos hace ir a la ciudad una vez por semana, a ver al cirujano, el
que lo clavó, el que lo quiere cortar. ¡Dios, es casi tan viejo como ella! Ella dice que
confía en él. Va una vez por semana, y hace que le tomen radiografías, y que lo
revisen, y cada vez las clavijas están más sueltas, y el hueso está más deshecho, y
ella le dice al viejo
viejo -al ciruj
cirujano-
ano- que el br
brazo
azo está ta
tann mejorad
mejorado,
o, y quiere que él
esté de acuerdo, y él vacila, y me mira y yo no soy de ayuda, y ella lo hace
prometer que nunca le cortará el brazo, y que no dejará que nadie más lo haga
tampoco,
tamp oco, y él promete; ¿asumiendo que ella lo olvida
olvidará?
rá? Probabl
Probablemente;
emente; pero ella
no lo olvida
olvida.. Hay alguna
algunass cosas que ella nunca olvida.
olvida. “Me lo prometió
prometió;; tú estaba
estabass
allí; lo escuchaste”. Creo que dice eso cada tercer día: “Me lo prometió; tú estabas
8
 

Tres mujeres altas 9 Edward Albee

allí; lo escuchaste”. (Un vidrio se rompe tras bastidores.) ¡Ay, Dios! (Sale. Ahora
tras basti
bastidores.
dores.)) ¡Y ahoahora,
ra, por qué hichicist
istee eso?
eso?!! ¡Ni
¡Niña
ña mal
malcri
criada
ada!! ¡Ma
¡Malcr
lcriad
iada,
a,
malcriada! (  A grita ululando y ríe tras bastidores
bastidores.).) ¿Qué tengo que hacer, quitar
quitarte
te
todo? ¡¿Eh?! (  A aparece en escena otra vez, ululando entre risitas, seguida de B.)

A (Divagando, cojeando; muy contenta, a C .) .) ¡Rompí el vaso! ¡Agarré el vaso y lo


aventé al lavabo! ¡Rompí el vaso y ahora ella tiene que limpiar todo! ( B ha vuelto a
entrar.)
B ¡Niña malcriada!
A ¡Rompí el vaso! ¡Rompí el vaso! (Risit (Risitas;
as; de pront
prontoo su rostro se entri
entristece
stece y llora;
entonces.) ¡Tengo que sentarme! ¡No puedo sentarme yo sola! ¿Por qué no me
ayuda nadie.
B (Ayudándola) Vamos, ya; aquí vamos.
A ¡Au! ¡Au!
B Ya, está bien.
C (Por debajo) ¡Jesús!
B (A C ; acomodando a A.) Eres de gran ayuda.
C (Fría.) ¿Se supone que debo ayudar?
B (Con desprecio.) Tú sólo vienes de parte del abogado.
A (Repentina y sospechosamente alerta.) ¿Qué? ¿Qué dijiste?
B (Un hecho.) Dije, bueno, quise decir, puesto que ella sólo viene de parte del
abogado, no tiene por qué comportarse como un ser humano; no tiene por qué
ayudar en nada; no tiene…
A (A C contenta.) ¿Vienes de parte de Henry?
C No; Harry murió; Harry murió hace años.
A (Otra vez lágrimas.) ¿Harry está muerto? ¿Cuándo murió Harry?
C (Sube la voz.) ¡Hace treinta años!
A (Pausa breve; corta las lágrimas.) Bueno, yo ya lo sabía. ¿Para qué estás hablando
de Harry?
C Usted preguntó si venía de parte de Harry; preguntó…
A Yo no haría una cosa tan estúpida.
B (Divertida, a C ..)) Y así es siempre.
A (Aclarando para el mundo.) Harry solía ser mi abogado, pero eso fue hace años.
Harryy se murió -¿qué? ¿ha
Harr ¿hace
ce treint
treintaa años?; Har
Harry
ry se murió. Ahor
Ahoraa su hijo es el
abogado. Yo voy a verlo; bueno, él viene a verme; algunas veces yo voy a verlo.
C Sí; usted va. Y sí, él viene.
A ¿Por qué estás aquí?
C (Suspira.) Algunas cosas se han… traspapelado; no se han hecho. Algunas cosas…
A (Pánico.) ¡¿Alguien se está robando cosas?!
C No no no no. Le mandamos papeles para firmarlos y usted no los firma; le
llamamos y usted no nos regresa la llamada; le mandamos cheques para firmar y
usted no los firma; cosas como ésas.
A No sé de qué me estás hablando.
C Bueno…
A ¡Nada de eso es cierto! ¡Esás mintiendo! ¡Comunícame con Harry!
C Harry está…
B (A A.) ¿Perdón? ¿El montón de “luego-los-reviso?” 
A (Ahora suspicaz, sospechando de B.) ¡¿Qué?!
B (Calmada. )¿El
)¿El montón de “luego-los-reviso?” 
A No sé de qué me estás hablando.
9
 

Tres mujeres altas 10 Edward Albee

C (A B.) ¿Papeles? ¿Cheques?


B (Amplia.) Un montón de cosas.
A (Con dureza.) No hay nada.
C (A B.) ¿Qué hay guardado? ¿Qué cosas?
B (A  A  pacientemente.) Tienes un cajón lleno; las cuentas que llegan y las ves, y
algunas las mandas y se pagan,y otras dices que no puedes acordarte así es que no
las mandas, y…
A (Retadora.) ¿Por qué debo pagar la cuenta de algo que nunca ordené?
B (Cierra los ojos un momento.) Y te mandan tus cheques ¿para firmarlos? ¿Para
pagar cuentas? ¿Y algunos los firmas porque te acuerdas para qué eran, pero otros
-algunos de los cheques- no te acuerdas…?
A ¡¿Qué yo qué?!
B (Sonríe con tolerancia.) … no te acuerdas para qué eran así es que no los firmas y
los metes al cajón.
A ¿Y?
B (Se encoge de hombros.) Estas cosa se acumulan.
C Ya veo; ya veo.
A Todo el mundo está listo para robarme a diestra y siniestra. No estoy hecha de
dinero, sabes.
B (Ríe) Sí, sí lo estás. (A C ..)) ¿No es cierto?
C (Sonríe) Más o menos.
A (Conspiración.) Te roba
robarí
rían
an a didies
estr
traa y sini
sinies
estr
traa si no pu
pusi
sier
eras
as at
aten
enci
ción
ón:: la
servidumbre, las tiendas, los mercados, esa pequeña judía que fabrica mis pieles -
¿cómo se llama?
llama? Es linta gene. Todos
Todos te despluman
despluman si les das la espald
espalda.
a. ¡Todos
ellos!
C Le hemos pedido: deje que todas sus cuentas las envíen a nosotros directamenteM
nosotros sabremos qué hacer; deje que yo le traiga sus cheques cada mes; yo me
quedaré aquí mientras los firma. Lo que usted quiera.
A (Sonrisa de superioridad, pero con dudas.) ¿Ninguno de ustedes piensa que yo
puedo manejar mis propios asuntos? Lo he hecho por… Cuando él estuvo muy
enfermo lo hice todo; hice todas las cuentas; hice todos los cheques; lo hice todo.
C (Gentil.) Pero ahora no tiene que hacerlo.
A (Orgullosa.) No tetenía
nía que
que hacer
hacerlo
lo ent
enton
onces
ces:: qu
querería
ía ha
hace
cerl
rlo.
o. Quer
Quería
ía qu
quee to
todo
do
marchara bien; y lo quiero ahora, ¡todavía!
C Bueno, por supuesto que lo quiere.
A (Dándolo
(Dánd olo por termi
terminado;
nado; super
superior.)
ior.) Así es que entonces yo me encargaré de mis
propios asuntos, gracias.
C (Derrotada, se encoge de hombros.) Bueno; claro que sí.
B Y yo observaré como pretendes que te encargas.
A Y yo te observo a ti, a cada uno de ustedes. Yo amaba a los caballos.
B Es tan sólo la gene la que no te gusta.
A (Sin compromiso.) ¿Ah? ¿Es eso? Montábamos
Montábamos silla tejan
tejana,
a, también. Fue cuando él
casi se muere; la primera vez que estuve a su lado mientras se moría. Tenía una
infección en la sangre. Estaba cazando, todos estaban cazando, y el arma se
disparó y le dio a él en el brazo, en el hombro. (Se toca el suyo; advierte el 
 paralelo; sonríe tristemente.)
tristemente .) ¡Dios mío! (Pausa.) Le dispararon en el hombro, y no
le sacaron toda la bala, y se infectó y su brazo se hinchó como un globo y lo sajaron
y reventó había pus por todos lados…
C ¡Basta!
A (Fría.) ¿Por qué? ¿A ti que más te da? ( C C   se estremece.) …. Y lo drenaron y no
había medicinas entonces…
10
 

Tres mujeres altas 11 Edward Albee

B Quieres decir que no había antibióticos.


A ¿Qué?
B No había antibióticos.
A Sí, y no se curaba y se ponía peor, y todo el mundo decía que se iba a morir, ¡pero
yo no permitiría! Dije: ¡No! ¡Él no va a morir! Le dije eso a los doctores, y se lo dije
a él, también, y él dijo que estaba bien, que trataría, si yo dormía con él, si no lo
dejaba solo en la noche, si me quedaba junto a él, y lo hice y olía ttan
an espantoso -la
pus, lo podrido, el…
C ¡No! ¡Por favor!
A … y meallá
fuimos dijeron llévalo
–fuimos al desierto,
a Arizona- y sehornea su brazo
sentó bajo el solbajo el sol candente,
calcinante todo el día,asísuesbrazo
que
exudando y apestando, y partiéndose y… y en seis meses se esfumó y el brazo se
adelgazó y no había más pus y él se salvó; claro, le quedaron las cicatrices, todas
las cicatrices, y yo aprendí a montar en silla tejana.
B Vaya, vaya.
A Y fue en las afueras de Phoenix
Phoenix -en Camelback
Camelback Mounta
Mountain-;
in-; nos gusta
gustababa montar y
adentrarnos en el desierto. Y la estrella de cine estaba ahí, la que se casó con el
 jovencito que llevaba las riendas del estudio; ella tenía los ojos de de distinto color.
C (Pausa fugaz.) ¿Ella tenía qué?
A Tenía ojos de distinto color: un ojo era azul, o algo, y el otro era verde, creo.
C (A B.) ¿De quién habla? ( B se encoge de hombros.)
A Ah, era una gran estrella; era diminuta y tenía la cabeza grande. Creo que ella
también bebía.
B Tú crees que todos beben. ¿Merle Oberon?
A ¡No; claro que no! ¡Tú sabes!
B (Disfrutándolo un poco.) ¿Hace cuánto fue eso? ¿Claire Trevor?
A Ay… cuando yo estuve ahí; cuando estuvimos ahí. ¡Era diminuta! ¡Tenía dos ojos!
B ¿En los treinta?
A Probablemente. Tenía un hijo; cocinó un huevo en la banqueta; hacía tanto calor. Él
me lo dijo.
C (Perdida.) ¿El… hijo… de ella… le dijo?
A ¡No! ¡El nuestro! Él también era un niño pequeño; jugaba con todos los otros niños:
los gemelos que mascaban chicle; ésa es.
B Eso debió ser antes de la guerra.
C ¡¿Cuál de todas?!
B La Civil.
A (Triunfal.) ¡Thalberg! Ése es con el que se casó. Arnold Thalberg; era un judío
chaparro y realmente astuto.
B (A C  irónica.) Todos los judíos astutos son chaparros. ¿Te has dado cuenta? (A  A.)
Irving; Irving Thalberg.
C (Fría.) Soy demócrata; me doy cuenta de muchas cosas.
B La mayoría lo somos; la mayormayoría
ía nos damos cuenta
cuenta.. Aun así, su maner
maneraa de habla
hablarr
es fascinante,
fascinante, o no -espan
-espantosa,
tosa, per
pero
o fascinant
fascinante.
e. Ella no quiere decir nada
nada con eso
-o si alguna vez quiso, ahora ya no. Así le sale.
A (Jovial.) Norma Shearer.
B ¡Por supuesto!
C ¿Quién?
A (Ríe.) ¿Y a ustedes qué les pasa?
C (Explicando.) Somos demócratas.
A ¿Qué?
11
 

Tres mujeres altas 12 Edward Albee

C Bueno, eso pasa, tú preguntaste.


A ¡No seas fresca!
B ¡Dios mío! No había oído eso en mucho tiempo. (Imita.) “¡No seas fresca!” 
A Mi madre me decía eso todo el tiempo. ¡No seas fresca! A mi herma
hermana
na y a mí. Nos
hacía comer todo lo que nos ponía delante, y lavar los platos; nos enseñó el
significado de ser mujer. Era estricta pero justa. No, ése era nuestro padre: no,
eran los dos. (Quejido de niñita.) Están muertos; hermanita, están muertos!
C Un judío chaparro y astuto.
B Por lo menos no dijo ¡judas!
A (Vuelve a sus recuerdos.) Nos enseñó a enviar notitas de agradecimiento, y llevar
regalitos cuando íbamos de visita, y nos hacía lavar nuestras prendas todas las
noches antes de acostarnos.
acostarnos. Algunas veces mi herma
hermana
na no lo hacía y yo tenía que
lavar las de ella, también. Logró hacer de nosotras señoritas decentes.
C ¿Ir a la iglesia dos veces al día? ¿Y rezar mucho?
A ¿Qué? Ah, sí, íbamos a la iglesia pero no hablábamos mucho de eso. Lo veíamos
natural, supongo. (A B.) ¿Cuánto robaste?
B (Sin responder a la provocación.) ¿Cuándo?
A Cuando haya sido.
B (Arrastra las palabras.) Bueno, esperé a que te durmieras…
A Nunca duermo…
B … hasta que pretendieras estar dormida, y luego fui al armario de la plata y bajé
todas
por el las charolas de plata grandes, y me las metí bajo la falda, y salí bamboleando
pasillo…
A Búrlate si quieres. (Risitas repentinas.) ¡Seguro que te veías chistosa!
B (Jugando.) Bueno, supongo.
A Bamboléandote así; probablemente tintineabas también.
B Sí, estoy segura que sí. Talán, talán.
A (Ulula) ¡Talán, talán! (Advierte que C no se divierte; dura.) Tú no crees que nada es
chistoso ¿O sí?
C Ah, sí; sólo estoy tratando de decidir qué creo que sea en realidad lo más hilarante:
cuentas sin pagar, antisemitismo, senilidad o…
B Óyeme, óyeme. Juega en tu propia liga, ¿sí?
C (Molesta.) ¡Bueno! ¡Lo siento!
A (Mira fijamente a C .) Tendré que hablar con Harry sobre ti.
B (Ibid.) Harry está muerto; Harry ha estado muerto por años.
A (Cada vez más absorta en sí misma) Lo sé; igual que todos. Ya no tengo amigos; la
mayoría están muertos, y los que no están muertos se están muriendo, y los que
no se están muriendo se mudaron y yo ya no los veo.
B (Consolando) Bu Buen
eno,
o, ¿q
¿qué
ué impo
import
rta?
a? No qu
quie
iere
ress a mu
much
chos
os de ello
elloss de to
toda
dass
maneras.
A (Está de acuerdo para no entrar en complicaciones.) Es verdad. Pero se supone que
debes
deb es quere
quererlo
rlos,
s, y ten
tenerl
erlos
os cerca.
cerca. ¿No es un con
contra
trato?
to? Aceptas
Aceptas a las per
person
sonas
as
como amigos, inviertes tiempo en ello, te esfuerzas, y no importa si ya no los
quieres -¿quién quiere a quien ahora?-, has invertido todo ese tiempo, y qué
derecho tienen ellos de… de…
C (Incrédula.) ¡¿De morir?!
A ¡¿Qué?!
C ¿Qué derecho tienen de morirse?
A ¡No! De no ser lo que eran.
C Quiere decir, ¿qué derecho tienen de cambiar?
12
 

Tres mujeres altas 13 Edward Albee

B (Gentilmente.) Déjala en paz.


A ¡No! ¡Ningún derecho! ¡Cuentas con ellos! Y ellos cambian. ¡Los Bradley! ¡Los
Phipps! Se mueren, se van. Y la familia muere; la familia se va. ¡Nadie debería
hacer esto! ¡Mira a mi hermana!
B ¿Qué le miro?
A Mi hermana era una borracha. (Poco amigable.) Era más astuta que yo… no; más
brillante, dos años más joven.
C (Sonríe.) O cinco, o siete.
A ¡¿Qué?!
C Nada.
A Siempre
Siem pre tuv
tuvo
o mejore
mejoress cal
califi
ificac
cacione
iones,
s, tuv
tuvo
o más prepreten
tendie
dientes
ntes –cu
–cuand
ando
o éra
éramos
mos
 jovencitas, después ya no; se le fueron barcos por los que muchas se hubieran
arrojado al mar.
C (Examinando sus uñas.) Yo jamás que arrojaba al mar por ningún barco.
B (Seca.) Bueno, tal vez deberías intentarlo.
in tentarlo. Arrojaría; no arrojaba.
A Nos vinimos a la ciudad juntas, cuando ella terminó la escuela, y teníamos un
departamento chiquitito, y nuestra madre y nuestro padre vinieron a verlo, para
estar seguros de que era adecuado, que no estaba en un lugar peligroso, supongo.
Estaba amueblado, pero a él no le gustó, así que nos dio algunos de sus muebles,
algunos de los que guardaban en la cochera. Él hacía los muebles más hermosos:
era arquitecto. Salíamos todo el tiempo –buscando trabajo, algún trabajo aceptable
para una señorita-, nos hacíamos acompañar por la noche. Éramos de la misma
talla, así es que
una pequeña nos podíamos
mensualidad, perointercambiar ropa; eso
una muy pequeña, ahorraba
nada que nosdinero.
pudieraTeníamos
echar a
perder. Ella era un poco más baja, pero no mucho. Llevábamos una lista para que
los niños –los muchachos, los hombres- que nos sacaban –salíamos con ellos juntas
muchas veces-, Que ellos no supieran que cada una estaba usando la ropa de la
otra. ¿Eso es lo que quiero decir?
B Sí; eso creo; muy probablemente.
C No te duermas.
A  “No, no, yo me puse eso en el parque; ¿no te acuerdas? Mejor ponte las perlas.” 
Hacíamos una lista juntas. Teníamos pies grandes. (Un silencio.)
B (Sobre el non sequitur.) ¡¿Qué?!
C Tenían pies grandes.
A Teníamos pies grandes. Todavía los tengo… Me imagino. (A B.) Todavía tengo pies
grandes?
B Sí; sí, todavía.
A Bueno, yo ya no sé. Creo que ella y yo nos caíamos bien. Nos confiábamos muchas
cosas, y nos divertíamos juntas, y… Mamá nos hacía escribir dos veces por semana
–o llamar,
llamar, des
después.
pués. Tr
Tratamo
atamoss de envi
enviar
ar cartas
cartas junta
juntass -una ca
carta
rta conj
conjunta-
unta- pero
ella nos hacía mandar dos: una carta por cada una de nosotras. Tenían que ser
noticiosas, y largas, y ella las mandaba de regreso con cosas como “Eso no es
verdad”,
verda d”, o “No abrevi
abrevies”,
es”, o “Tu hermana dijo
dijo la misma cosa”
cosa”,, si no le gustaban. O
la ortografía. Mi hermana era mala en ortografía. Ella bebía.
C (Incrédula.) ¿Su mamá?
A ¡¿Qué?! No, claro que no. ¡Mi hermana!
B Claro.
C ¿Ya desde entonces?
A ¿Desde cuándo?
C Cuando… cuando llegaron apenas a la ciudad.
A ¡No, claro que
que no! Después. B Bueno,
ueno, cuando salíamos tomábamos
tomábamos champaña -antes
de ir a las tascas ilegales. Tomábamos champaña y mordisqueábamos cáscaras de
13
 

Tres mujeres altas 14 Edward Albee

naranja endulzadas. Él me trae esas cáscaras, algunas veces, cuando viene. O


flores: frisias, cuando están en temporada. Es lo menos que puede hacer. ¡Y lo
sabe!
C (A B , un aparte.) ¿Quién? ¿De quién habla?
B (Absorta con A.) Shhhhhhhh. Su hijo.
A Salíamos juntas, pero ninguna se metía con los novios de la otra. Ella era un
primor, a mí me gustaban… hombres más salvajes, yo supongo.
C Tsk, tsk, tsk.
B (A C . divertida.) ¿Por qué? ¿A ti no?
A Nunca nos gustaron los mismos niños… hombres. Yo creo que no le gustaban
mucho los hombres. Bueno, yo sé que no; no le gustaba el sexo, en todo caso.
Tuvimos que obligarla a casarse, cuando tenía casi cuarenta; tuvimos que encontrar
a alguien para ella. No creo que ella lo amara: él era un (despectiva) irlandés.
C (Sacude la cabeza) A veces no lo creo.
B (Incisiva, mientras  A trata de acomodarse en la silla.) ¿Por qué no? ¿Irlandés,
negro, judío? Te lo dije: no significa nada. Es la forma en que lo aprendió.
C De esos padres estrictos pero justos. ( B se encoge de hombros.)
A (Ha oído.)
oído.) Te
Teng
ngo
o am
amig
igos
os ju
judí
díos
os,, y teteng
ngoo am
amig
igos
os irla
irland
ndes
eses,
es, y teteng
ngo
o am
amigigos
os
sudamericanos; los tuve. No puertorriqueños, nada de eso, sino venezolanos, y
cubanos. Ah, nos encantaba ir a La Habana.
C (A B , más o menos.) Otro mundo, ¿eh?
B Ajá.
A Nunca he tratado
tratado con gente de color -buen
-bueno,o, servidum
servidumbre,
bre, sí. En Pinehurst tení
tenían
an
servidumbre de color y solíamos visitarlos de vez en cuando. Sabían cuál era su
lugar; eran amables, y bien portados; nada como esos negros subiditos, los de la
ciudad.
C (Consternada.) ¡Santo Dios!
A Él se la pasa diciéndome que no puedo decir estas cosas. No sé a qué cosas se
refiere. Una vez dijo que ya no vendría a verme si yo decía esas cosas. No sé a qué
cosas se refiere. ¿Qué quiso decir?
B No te preocupers. Tu hermana se casó con un italiano.
A (Confundida.) Se ca casó
só…
… ¿q¿qué
ué?? AhAh,, es
eso
o fue
fue desp
despué
ués.
s. Siem
Siemprpree estu
estuve
ve aler
alerta
ta
buscando al hombre adecuado.
C ¿Y ella no?
A No; ella siempre pensó que todo le iba a caer del cielo. Y así fue, muy seguido. Yo
tuve que trabajar por todo; nada se cruzó en mi camino. Yo era alta y guapa; ella
era alta y bonita, alta pero más baja, no tan alta como yo… era. (Solloza.) ¡Me
encogí! ¡No soy alta! ¡Yo era alta! ¡¿Por qué me encogí?!
B (A  A  paciente.) Eso pasa con el tiempo: nos encogemos. Además, nos pasa cada
día: somos más altas en la mañana de lo que somos en la noche.
A (Todavía sollozando.) ¡¿Cómo?!
B La espina dorsal se comprime según pasa el día.
A (Solloza aun más.) Yo ya no la tengo. Yo tuve una espina dorsal; ¡ya no la tengo!
C (A B , sotto voce) ¿Qué quiere decir?
B Quiere decir osteoporosis.
A (A C 
 , fea, sollozando hasta moquear) ¿Todavía no te ataca? ¡Ya verás!
B … la espina te colapsa; te puedes fracturar caminando, volteando… lo que sea.
A (Sollozando otra vez.) ¡Yo siempre fui alta! ¡Me encogí!
C Lo sé. ( B sonríe.)
A (Deja de sollozar.) Él era chaparro. Muchos de mis pretendientes eran altos, pero él
14
 

Tres mujeres altas 15 Edward Albee

era chaparro.
C (Sotto voce a B.) ¿De quién habla?
B (Sotto voce, también.) Su esposo, creo.
C Ah, eso fue hace mucho tiempo.
A Ah,, conoc
Ah conocíí ta
tant
ntos
os muc
mucha
hach
chos
os al
alto
tos,
s, ta
tan
n bu
bueno
enoss ba
baililar
arine
ines.
s. Mi her
herma
mana
na y yo
bailábamos toda la noche con todos los muchachos altos. Algunos de ellos eran
muchac
muc hachos
hos de la fará
farándu
ndula
la -eran
-eran jotos
jotos-- pero algu
algunos
nos de ellos
ellos eran norm
normale
ales.
s.
Bailábamos toda la noche; y algunas veces yo me escapaba.
B (Sonriendo.) ¡Ah, pilla!
A Yo era la salvaje. Mi hermana me decía: ¡¿Cómo puedes hacer eso?!, y yo me reía y
decía: ¡Ay, bueno! Me gustaba pasarla bien, pero tenía los ojos bien abiertos. (Un
cambio de tono hacia lo amargo.) Si yo no mantengo los ojos bien abiertos
¿entonces quién? Siempre he tenido que andar muy viva, con eso de que ellos
es
está
tán
n me
mero
rode
dean
ando
do,, ro
roba
band
ndo o y … didisi
simu
mula
land
ndo.o. Si yo no tuvtuvie
iera
ra los
los oj
ojos
os bien
bien
abiertos,
abier tos, no tendr
tendríamos
íamos nada. ¡Su hermana! ¿Ése con el que se casó? ¡El primero primero!!
El regordetito… ¿era dentista? ¿Qué iba a saber él del manejo de una oficina? ¿Qué
sabía él de dinero? ¡Lo suficiente para robar! Lo suficiente como para forrar sus
propios bolsillos. ¡Y por supuesto que el viejo se hacía de la vista gorda porque
-cómo
-có mo se llama,
llama, el denti
dentista
sta-- estaba
estaba casado
casado con su precio
preciosa
sa hija! ¡Ay
¡Ay,, ésa
ésa!! ¡Se
quej
qu ejab
abaa to
todo
do el sa
sant
nto
o dídíaa pa
para
ra co
cons
nseg
egui
uirr lo qu
quee qu
quer
ería
ía sin
sin escr
escrúp
úpul
ulos
os;; lo
manipulaba a su antojo! Yo tenía que estar un paso delante de todos ellos. Les di su
merecido.
B (Orgullosa de ella.) ¿Lo hiciste?
A (Confundida.) ¡¿Qué!?
B ¿Les diste su merecido?
A (Pánico) ¡¿A quiénes?! ¡¿De quiénes estás hablando?!
B De esos a los que les diste su merecido.
A ¿Cómo voy yo a saberlo? No sé de qué me estás hablando! ¡¿Darle su merecido a
quién?!
B Yo no sé.
C (Para ayudar.) Ésos que te estaban robando a diestra y siniestra.
B (A A.) Sí; ésos.
A (Sombría.) Todos me están robando, por todos lados. Todo el mundo roba. Todo el
mundo roba algo.
B (Sin comentario.) ¿Incluso yo? ¿Yo robo?
A (Risa nerviosa) No lo sé sé.. ¿Cóm
¿Cómo o vo
voyy a sabe
saberlrlo?
o? Él dice
dice que deb
deber
ería
ía tne
tnerr má
máss
dinero.
B (A C .)
.) ¿Y que tu oficina no…?
C Nos encargamos de lo que entra. Hay más de una persona que maneja su dinero. Si
alguien quisiera… tendría muchas oportunidades.
A Mi hermana me envidiaba después que me casé. Nunca le fue bien. Yo siempre tuve
los ojos bien abiertos.
C Se gasta todos sus ingresos, por lo que veo.
A Bueno, ¿por qué no? Son míos.
C Bueno, nada más no se queje. Si quiere aumentar su capital, tiene que…
A Yo no me quejo; yo nunca me quejo. Te tengo a ti, y la tengo a ella, (señala a B.) y
tengo al chofer, y tengo este lugar, y tengo que verme bonita, y algunas veces
tengo a las enfermer
enfermeras
as -aunqu
-aunquee sean negra
negras.s. ¿Por qué son siesiempre
mpre neg
negras?,
ras?, y
tengo todas esas cosas… tengo a la cocinera, tengo al…
C Lo sé; lo sé.
A Todos ellos roban; cada uno de ellos.
15
 

Tres mujeres altas 16 Edward Albee

B (Después de una pausa, un suspiro.) Ah, bueno.


A Mi hermana no tenía los ojos bien abiertos; no como yo. Yo me casé con él. Él era
chaparro;
chapa rro; tenía un solo ojo; el otro era de vidrio; una pelota de golf lo golpeó allí;
se lo sacaron; tenía uno de vidrio.
C ¿Cuál ojo?
B (A C 
 , reprendiendo) ¡Ay, por favor!
C (Divertida.) No, quiero saber. (A A.) ¿Cuál ojo? ¿Cuál ojo era de vidrio?
A ¿Cuál ojo era…? Bueno, yo no … (Empieza a sollozar) ¡No me acuerdo! ¡No sé qué
ojo era el de vidrio! (Lágrima suelta.) Yo … no puedo… recordar… ¡Yo… no puedo…
recordar!
B (Va hacia A para consolarla.) Ya, ya; ya, ya.
A ¡No puedo recordar! (Veneno repentino) ¡Quítame las manos de encima! ¡Cómo te
atreves!
B (Retrocediendo.) Perdón; perdón.
A (A B , otra vez llorosa.) ¿Por qué no puedo recordar nada?
B Yo creo que lo recuerdas todo; sólo que no lo tienes en la mente todo el tiempo.
A (Callándose.) ¿Sí? ¿Es eso?
B ¡Por supuesto!
A ¿Me acuerdo de todo?
B En algún lugar de tu mente.
A (Ríe) ¡Santo Cielo! (A C ..)) ¡Yo me acuerdo de todo!
C Santo Cielo. Eso debe ser una carga.
B Portate bien.
C ¿No está la salvación en olvidar? ¿Leteo, y todo eso?
A ¿Quién?
B Nadie.
C Leteo.
A Yo no lo conozco. Bueno, tal vez sí, es sólo que no me suena el nombre ahora. (A
B.) ¿Así es?

B Así es.
A Yo amaba a mi marido. (Tonta, sonríe recordando.)
B Apuesto a que sí.
A Me daba cosas bonitas, me daba joyas.
B Así de bonitas.
A ¡Dios mío, me decía, eres tan grande, tan alta, me costarás una fortuna! No puedo
darte cositas. Y no podía. Me gustaban más las perlas y los diamantes sobre todo.
C ¡No me diga!
B (Divertida.) ¡Ay, shhh!
A Tenía mis perlas, y tenía algunos brazaletes, y él quería que tuviera otro –encontró
uno sin decirme. Usábamos brazaletes anchos en ese entonces, de diamantes
anchos. (Demuestra; seis centímetros o algo así.) Planos y anchos, las piedras en
diseños muy… ¿qué? ¿Muy qué?
B Ornamentados.
A Sí, ornamentados… y anchos. Habíamos salido –nunca lo olvidaré, nunca olvidaré
esto- habíamos ido a una fiesta y había
habíamos
mos bebido champa
champaña,
ña, y estábamos ¿¿qué?,
qué?,
¿borrachos?
¿borr achos? Un poco supong
supongo.
o. Y llegmos
llegmos a casa y estábamos a punto de meternos
a la cama. Teníamos una recámara grande, con vestidores separados, y –ya sabes,
baños separados- y nos estábamos desvistiendo; nos preparábamos para ir a la
cama. Estaba
Estaba fren
frente
te a mi tocador
tocador,, y me había quitado
quitado la ropa -mis zap
zapatos,
atos, mi
16
 

Tres mujeres altas 17 Edward Albee

vestido, y mi ropa interior- y estaba ahí sentada frente a mi tocador (de veras le
divierte decir esto; risas, risitas, etc.),
etc.) , y estaba… bueno, estaba desnuda; no tenía
ni un pañuelo, excepto que tenía todas mis joyas. No que había quitado mis joyas.
B ¡Qué maravilla!
A ¡Sí!
¡Sí! Así
Así es
esta
taba
ba,, co
comp
mple
leta
tame
mentntee de
desn
snud
udaa con
con mi
miss pe
perl
rlas
as -m
-mii coll
collar
ar-- y mi
miss
brazaletes, mis brazaletes de diamantes… dos, no; ¡tres! ¡Tres! Y entonces entra él,
desnudo como u unn go
gorrión
rrión -era chistoso cuando quería- estábamos desnudos muy
seguido, al principio, muy al principio. Todo eso terminó. (Pausa.) ¿Dónde voy?
B ¿En tu historia?
A
¿Qué?
B En tu historia. ¿Dónde vas en tu historia?
A Sí; claro.
C Estás desnuda en tu tocador, y él entra, y él está desnudo, también.
A … como un gorrión: ¡sí! ¡ay, no debería contar esto!
B ¡Sí! ¡Sí deberías!
C ¡Sí!
A ¿Sí? Ah… bueno, ahí estaba yo, y tenía mi polvera grande y me estaba polveando, y
estaba poniendo atención a eso. Sabía que él estaba ahí, pero no estaba poniéndole
atención. Tengo algo para ti, dijo, tengo algo para ti. Y yo estaba sentada, y levanté
los ojos y miré en el espejo y… ¡no! ¡No puedo contar esto!
B yC (Escolares tontuelas.) Sí, sí, cuenta, cuenta. ¡Cuéntanos! ¡Sí! ¡Cuéntanos! (Esto ad 
libitum)
A Y miré y ahí estaba él, y su… su pito estaba bien parado, y… y de ahí colgaba un
nuevo brazalete.
C (Asombro.) ¡Dios mío! ( B sonríe)
A Y estaba colgado de su pito, y se acercó y era el brazalete más hermoso que yo
hubieraa visto; era de diamant
hubier diamantes;
es; y era ancho, tan ancho y… Pensé que te gustaría
esto, dijo. Ay, santo cielo, es tan hermos
hermoso, o, dije. ¿Lo quieres? Dijo, ¡sí, sí! Dije, ¡ay
santo cielo, sí! (El humor cambia un poco hacia lo negro.) Y se acercó, y su pito
tocó mi hombro -él era chaparro, y yo era alta, o aalgo.lgo. ¿Lo quieres? Dijo, y me p picó
icó
con él, con su pito y me di la vuelta, y tenía un pitito. Ay, no debería decir eso; es
terrible decir eso, pero así era. Tenía un… ya sabes… pequeño, y de ahí colgaba el
brazalete,
braz alete, y se acercó más, a mi cara
cara,, y ¿lo wquieres
wquieres?? Pensé que te gustaría
gustaría.. Y yo
dije, ¡No! ¡No puedo hacer eso! ¡Tú sabes que no puedo hacerlo! Y no podía; nunca
pude hacerlo, y dije, ¡No! ¡No puedo hacer eso! Y se quedó ahí parado por… bueno,
no sé… y su pito se… bueno, empezó a ablandarse, y el brazalete resbaló, y cayó en
mis piernas. Estaba desnuda; cayó muy dentro de mis piernas. Quédatelo, dijo, y
se dio vuelta y salió de mi vatidor. (Largo silencio; finalmente solloza, concluyente.)
B (Finalmente.) Está bien. (Va a consolar a A.)
C (Amable.) La salvaje.
B (Todavía consolando.) Está bien; está bien.
A (Niñita.) Llévame a la cama; llévame a la cama.
B Seguro. (A C ..)) Ayúdame. (La ayudan a levantarse del sillón y a llegar a la cama
durante lo siguiente.)
A (Grita.) ¡Mi brazo! ¡Mi brazo!
C (Aterrada.) ¡Lo siento!
A ¡Cama! ¡Quiero ir a la cama!
B Ya está bien; ya casi llegamos. (En la cama.) Bueno. Aquí estamos.
A (Cual bebé.) ¡Quiero ir a la cama! (Le duele.) ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!
B Ya, está bien. ( 
 A está ahora sobre la cama, bajo las cobijas, medio sentada.) Ahí 
está. ¿Cómoda?
17
 

Tres mujeres altas 18 Edward Albee

C (A B.) Lo siento; no era mi intención.


B (A C .)
.) Está bien. (A A.) ¿Comoda?
A (Vocecita.) Sí. Gracias.
B (Mientras avanza a proscenio.) De nada.
C No soy buena para… todo eso.
B Ya aprenderás.
C No puedo planearlo.
B (Consolando.) Bueno, velo de esta manera: si vives lo suficiente, no vas a tener
que planearlo; vas a aprender. Gracias.
C Gracias.
B Y puesto
puesto que es el pasa
pasado
do lejano
lejano lo que se sup
supone
one que reco
recorda
rdamos
mos mej
mejor
or -si
llegamos al futuro- vas a recordar que no fuiste capaz de planear.
C Como dije: gracias.
B (Pausa; suspira) Ajá.
C (Pausa.) ¿Qué pasa ahora?
B (Ojos cerrados.) Dime tú.
C Tú eres la que trabaja aquí.
B (Sonríe; los ojos todavía cerrados.) Como dije: dime tú.
A (Apoyada; los ojos se abren y se cierran de cuando en cuando, mirada divagante;
en el límite de la conciencia.) Las cosas que somos capaces de hacer, y las cosas

que no. Lo
recuerdo yo?que recordamos
Recuerdo haber
ser alta. hecho,
Recuerdo quey primero
lo que no
meestamos seguros.
hacía infeliz, ser la¿Qué
más
alta de mi clase, más alta que los niños. Recuerdo y viene y va. Creo que todos me
están robando. Sé que lo hacen, pero no puedo probarlo. Creo que sé algo, y luego
no puedo acordarme de lo que sé. (Llora un poco.) Él nunca viene a verme.
B (Suavemente.) Sí, sí viene.
A Cuando tiene que venir; de vez en cuando.
B Más que la mayoría; es un buen hijo.
A (Dura.) Bueno, yo no estoy tan segura. (Más suave.) Me trae cosas; me trae flores
–orquídeas, frisias, ¿esas violetas grandes…?
B Africanas.
A Sí. Me trae ésas, y me trae chocolates -chocolates rellenos de cásca
cáscara
ra de nara
naranja,
nja,
ese chocolate oscuro que me gusta: él hace eso. Pero él no me ama.
B Ay, vamos!
A ¡No me ama Ama a sus… ama a sus muchachos, esos muchachos que tiene. ¡Tú no
lo sabes! Él no me ama y no sé si lo amo. ¡No me acuerdo!
B Él te ama.
A No me acuerdo; no me acuerdo de lo que no me acuerdo. (De pronto se alerta
burlándose de sí misma.) ¡Qué curioso es eso de veras!
B (Amable.) Claro que es curioso.
A (Otra vez divagando.) Hay tantas cosas por hacer; aguantar; luchar por todo; él no
lo hacía; yo tenía que hacerlo todo; decirle lo guapo que era, limpiar su sangre.
Todo recayó sobre mí: mi hermana era como era, escondía sus botellas entre sus
cosas, de noche, donde creía que yo no las iba a encontrar, cuando venía a
quedarse
queda rse por un tiemp
tiempo
o conmig
conmigo;o; hasta caers
caerse…
e… hasta caerse como se caía mamá
cuando vino a quedarse, a vivir con nosotros; él dijo que ella podía venir; ¿adónde
más podía haber ido? ¿Siquiera nos camíamos bien? ¿Al final? Al final ya no, no
cuando ella me odiaba. Estaba indefensa, ella… gritaba: ¡te odio! Apestaba; su
cuarto apestaba; te odio, me gritaba. Creo que todos me odiaban, porque yo era
fuerte, porque tenía que serlo. Mi hermana me odiaba; mamá me odiaba; todos los
demás, ellos me odiaban; él se fue de casa; se escapó. Porque yo era fuerte. Era
18
 

Tres mujeres altas 19 Edward Albee

alta y era fuerte. Alguien tenía que serlo. Si yo no lo era, entones… (Silencio;  A
quieta,, ojos abiertos
quieta abiertos;; ¿se ha estremecido
estremecido un poco antes de su silencio?) (Después
de un instante B y  C  se miran una a la otra. B se levanta, va hacia la cama, se
inclina, mira a A. toma su pulso.)
C (Se asoma después de un rato.) ¿Está… ay, Dios mío, está muerta?
B (Después de un rato.) No. Está viva. Creo que tuvo una embolía.
C ¡Ay, dios mío!
B Más vale que llames a su hijo. Yo voy a llamar al doctor
doctor.. ( C
C   se levanta, sale por la
derecha
der echa,, mir
mirand
ando
o a  A mientr
mientras
as sale; B aca
acaric
ricia
ia la cab
cabeza
eza de  A , sale por la
izquierda. A sola; quieta; silencio.)

SEGUNDO ACTO
 A está sobre la cama (De hecho, una máscara al molde de la actriz que representa a  A;
exactamente el mismo vestuario que usó  A en el Primer Acto. Debemos creer que el 
maniquí es A –una mascarilla de oxígeno sobre nariz y boca ayuda a la ilusión.) Cuando
aparece  A , lleva puesto un adorable vestido color lavanda. Un silencio,
sile ncio, B y  C  entran, por 
el lado opuesto
opuesto a sus sal
salidas
idas al final
final del Primer
Primer Acto. El
Ellas
las -y  A , cuando entre- están
vestidas de manera distinta a como estaban al final del Primer Acto, excepto que el 
maniquí de A viste como A al final del Primer Acto. C se sienta. B va a la cma, mira a “ A”.
B (En general.) No hay cambio.
C (Anhelante.) ¿No?
B Así es esto.
C (Se estremece.) ¿Sí?
B (Sombría.) Dan ganas de llegar a ahí. (No hay respuesta de C .)
.) ¿No?
C (Dura.) No quiero hablar de eso; no quiero pensar en eso. Déjame en paz.
B (Aguda.) Vale la pena pensar en ello, aun a tu edad.
C ¡Déjame en paz!
B (Paseando, tocando cosas.) Tiene que ser de alguna forma… embolia, cáncer o,
como dice la dama, “estrellarse contra una montaña con un jet”. ¿No? (No hay 
respuesta.) O… bajar de la banqueta para toparse contra una pared que pasa a 90
kilómetros por hora…
C ¡Basta!
B O… aún peor, piensa en esto… estás sola en casa durante la noche, los sirvientes se
han retirado,
ventana, él ellos,
entran está fuera,
con susenpiesecitos
el club, estás sentada
de gato y todo,sola en casa, fuerzan
te encuentran, la
sentada
allá arriba en el cuarto de estar…
C ¡Dije que basta!
B (Sonríe.) … me encuentran sentada allá arriba en el salón de estar, revisando las
invitaciones, o lo que sea… cuentas; vienen detrás de mí, me cortan la garganta,
mientras pienso, Ay, Dios mío, me están cortando la garganta, si acaso, si hay
tiempo para eso.
C (Gruñido animal de protesta.) ¡Arghhhhhhh!
B (Tranquila.) Ya casi
casi ac
acab
abo.
o. O loloss oi
oigo
go…
… los
los oyes da
dars
rsee la vuelt
vuelta,
a, los mir
miras
as -
¿Cuántos? ¿Dos? ¿Tres?-, te quiebras, comienzas a griar, así es que tienen que
cortarte la garganta, mi garganta, aunque puede que ellos no lo hayan planeado
así. Toda esa sangre en el tapete chino. Vaya, vaya.

C (Pausa; curiosa.) ¿Tapete chino?


B (Muy natur
natural.)
al.) Sí
Sí,, beig
beige,
e, con br
broca
ocado
do ro
rosa
sa to
todo
do alre
alrede
dedo
dorr de las
las or
orililla
las.
s. Lo
conseguimos en una subasta.
C No lo sabía.

19
 

Tres mujeres altas 20 Edward Albee

B (Sorpresa moment
(Sorpresa momentánea.)
ánea.) No
No;; cl
clar
aro
o que
que no lo;
lo; no lo sabí
sabías
as.. Lo te
tend
ndrá
rás,
s, sin
sin
embargo; el tapete, quiero decir. Es evidente que nadie te corta la garganta, o la
mía, para el caso. (Lo considera.) Puede que sea mejor.
C (Lamento, indefensa.) Tienes cosas que decirme, supongo.
B Ah, por supuesto que sí. Pero fíjate, tampoco yo lo sé todo, o tal vez sí. (Hace un
besto hacia “A” ..))
C (La mira también.) Haré un testamento, conseguiré algún tipo de papel que les
permita dejarme morir si llego a ese estado.
B No hay ningún papel… no existían entonces, traté. No puedes salirte con la tuya en
este mundo. (  A entra durante el diálogo siguiente, de la izquierda.)
C Tiene que haber algún papel. ¿Te sales con la tuya en todo y luego no puedes al
final? ¡Tiene que haberlo!
A ¿Tiene que haber qué? (Es enteramente racional durante este acto; B y C  no están
sorprendidas de verla.)
C Un testamento en vida.
A (Observando a A.) Iba a hacerlo, pero luego se me olvidó, o se me fue de la mente,
o algo pasó. Él me insistía, ¡haz uno! Ël hizo el suyo, según dice. Quise hacerlo; ya
no hay mucho que hacer al respecto. ¿Hay algún cambio?
B No, estamos… así como estábamos, no hay cambio.
A Me pregunto por cuanto tiempo seguirá esto. Espero que sea rápido. A cómo-se-
llama le tomó seis años, ni un movimiento, ni un parpadeo, vivía conectada,
respiraban por ella, orinaban por ella.
B ¿La conozco?
A No; eso fue después de tus épocas, por decirlo de alguna manera.
B Ajá.
A Había mucho dinero de por medio mucho. Los niños -¡ja, cincuenta años el más
 joven- los “niños” no se ponían de acuerdo. Querían ver el testamento primero, el
abogado no se los enseñaba, se dividieron en dos bandos: ¡mátenla! ¡ayúdenla a
seguir! Nada bonito.
C (De veras fuera de sí misma.) ¡Basta! ¡Basta!
A (A una niña traviesa) Ya… madura.
B (Sonríe.) Madurará; está madurando.
A Bueno; sí, por supuesto. Y tú también.
C (Rabia) ¡Yo no me convertiré en … eso! (señala a “A”  )…
A (“Ya estuvo bien”) ¡Ay, por favor!
B (¡Ay, por favor!) Ya estuvo bien.
C No está bien.
B (Sonríe) ¿Qué planeas hacer al respecto?
A (Entretenida.) Sí; eso me interesa.
C (A A; señalando a B ) Ni me transformaré en esto.
B (Un alarido.) ¡Ja!
C (Al público, a menos que se indique lo contrario; avanza a procenio.  A y  B se
relajan, comentan de cuando en cuando, interaccionan entre ellas, etc.) No lo haré.
Sé que no lo haré, eso es lo que quiero decir. ¿Esa… (señala a “A” 
 )… cosa de ahí?
Nunca seré como eso.eso. ( B grita incorforme; A sacude la cabeza, risitas.) Nadie
aguantaría estar así. Tengo veintiséis años; soy buena; mi madre fue estricta pero
 justa,
mejor todavía lo es: me
para nosotras. ama; nos
Tenemos unama
lindoa departamentito,
mí y a mi hermana, y quiere loy mejor
mi hermana mejor
yo, de la
y en lo
noche salimos con nuestros pretendientes, y yo sí que ando muy viva buscando a…
¿a quien, “el hombre de mis sueños”? Y también mi hermana, yo supongo. No creo
haber estado enamorada, pero me han amado; unos cuantos, pero no eran lo que
20
 

Tres mujeres altas 21 Edward Albee

yo esperaba.
B (Lamento; a sí misma.) Nunca lo son.
A (Ronroneando.) Jmmmmmmmm.
C Mamá nos enseñó cómo sería el adecua
adecuado.
do. Nos divert
divertimos
imos con los otros, bailando,
saliendo tarde, viendo el amanecer algunas veces. Las cosas se tornan un tanto…
comprometedoras de cuando encuando, y eso también es divertido, aunque mi
herm
he rman
anaa no pi
piens
ensaa ig
igua
uall que
que yo.
yo. Nos
Nos inv
involu
olucr
cram
amos,
os, pe
pero
ro nu
nunca
nca lleg
llegan
an a ser
ser
relaciones muy… serias. Estoy alerta, y tenemos trabajo. Somos maniquíes: ¡la
tienda más elegante de la ciudad!
B ¡No quiero que se sepa eso!
A (A B; regaño amable) Ah, basta: fue divertido.
C Vamo
Va moss a tr trab
abaj
ajar
ar y no
noss po
pone
nemo
moss un
unas
as pren
prenda
dass ad
ador
orab
able
les,
s, y cami
camina
namo
moss
elegan
elegantem
temente
ente por la tie
tienda
nda,, (imita) ent
entre
re las
las da
dama
mass qu
quee est
están
án comp
comprarand
ndo,
o,
algunas
algun as veces con sus hombres, algun
algunas
as veces no, y nos deten
detenemos,
emos, y ellas tocan
nuestros vestidos –la seda, la tela- y nos hacen preguntas, y luego pasamos con
otro grupo, a otra sección. Giramos, nos… deslizamos. (Lo hace; B la imita;  A ,
también, pero sentada. A A y B ) ¡Lo hacemos!
B Ah, lo sé.
A Sí, lo sabemos; que si lo sabemos.
C (Al público otra vez) No las miren; no… las escuchen. (   A y  B ríen un poco.) Nos
ponemos
ponem os nuestras hermosas batas de noche, y nos paseamos, y sabem sabemos
os que hay
gen
entte vié iénd
ndon
onos
os,, es
estu
tudi
dián
ándo
dono
nos,
s, y sosonr
nreí
eím
mos,
os, y… bue ueno
no,, su
supo
pong
ngoo ququee
coque
coqueteamos
sean. teamos un po poco
co con los hombr
hombres
es que nos coque
coquetean
tean -los mar
maridos,
idos, o lo que
B (A A; de pronto en burla) ¡¿Coquetear?! ¡¿Tú?!
A ¡¿Yo?! ¡¿Coquetear?!
B (Se desliza, gira.) ¡Juiiiii!
A (Aplaude con una mano, con su rodilla, probablemente.) ¡Bravo! ¡Bravo!
B (Gira) ¡Juiiiiiii!
C ¡Basta! ¡Fuera de mi vida!
B ¡Ay! ¡Corazón!
A (A C .)
.) Ya…
B Ah, sí; un poco de cálculo; un poco de maquinación.
C (Al público) No las escuchen. ¿Maquinación? ¿De qué están hablando?
B (Jovial.) No te apures.
C (Al público.) ¡Ellas no me conocen!
B (Mirando a A; burlándose.  )) ¡Noooooooooo!
C ¡Acuérdense de mí!
A (Ibid.) ¡Nooooo! ( C C  se tapa las orejas, cierra los ojos.) Ay, está bien, corazón;
continúa. ( C 
C no puede oír; más alto.) ¡Dije que continuaras!

B (Alto) ¡Dice que continúe! En serio.


C Soy una … buena … chica.
B (A A ) Bueno, sí; supongo que sí.
A Y nada tonta.
C Soy una buena chica. Sé cómo atraer a los hombres. Soy alta; soy atractiva; yo sé
cómo hacerlo. Mi hermana se joroba y hunde su pecho; yo me yergo alta; los
pechos afuera, la barbilla arriba, las manos… así. Camino entre los pasillos y ellos
saben que viene alguen, que hay alguien ahí. Pero, soy una buena chica. No soy
virgen, pero soy una buena chica. El chico que me tomó era un buen chico. ( C C   no
oye necesariamente –o, al menos, no advierte- los apartes siguientes.)
21
 

Tres mujeres altas 22 Edward Albee

B Ah, sí que lo era.


A ¿Sí? ¿Lo era?
B Acuérdate.
A (Ríe.) Bueno, sucedió hace tanto tiempo.
B Pero sí te acuerda.
A Ah sí, lo recuerdo. Él era…
C … dulce y guapo; no, no guapo: hermoso. ¡Él era hermoso!
A (A B.) Lo era; sí.
B (A A y a sí misma..) Sí.
C ¡Tiene el cabello negro carbón y ojos violetas y qué sonrisa!
A ¡Ah!
B ¡Sí!
C Su cuerpo era… bueno, era delgado, pero duro, todo cartílago y músculo; me dijo
quee prac
qu practi
tica
caba
ba es
esgr
grim
ima,
a, y er eraa papart
rtee de
dell pe
pers
rsona
onal, l, el de
dell me
megágáfo
fono
no.. Cu
Cuan
ando
do
bailá
ba ilába
bamomoss y yo lo ag agar
arra
raba
ba,, só
sólo
lo sen
sentí
tíaa cart
cartílílag
agoo y múmúsc
scul
ulo.
o. Salí
Salíam
amos
os mumuyy
seguido; me gustaba; no le dije a mamá, pero me gustaba bastante. Me gusta,
hermanita, dije; de veras me gusta. ¿Le dijiste a mamá! No, y no lo hagas tú; me
gusta bastante, pero no sé. ¿Él ha…?, tú sabes. No, dije, no lo ha hecho. Pero luego
lo hizo
hizo.. Est
Estáb
ábam
amos
os ba
baililan
ando
do tatann cecerc
rca,
a, totodo
dos… s… ap apre
reta
tadi
dito
tos,
s, y… estestáb
ábam
amosos
apre
ap reta
tadi
dito
tos,
s, y yo popodí
díaa se
sent
ntir
ir que
que él estestab
abaa du duro
ro,, ese
ese múmúsc
sculo
ulo y cart
cartíla
ílago
go,,
presionando contra mí mientras bailábamos. Teníamos la misma altura y me miró a
los ojos mientras bailábamo
bailábamos, s, despacio, y sentí la presión contra mí y lo tensó y lo
sentí moverse contra mí.
B (Soñadora) ¿Qué es eso?, dije.
A Jmmmmmmmmm
C ¿Qué es eso?, dije. Lo sabía, pero, qué es eso, dije, y él sonrió, y sus ojos brillaron,
y. “Soy yo enamorado de ti”, dijo. Tienes una manera interesante de mostrarlo,
dije. Apropiada, dijo, y sentí el músculo moverse otra vez, y… bueno, sabía que ya
era tiempo
tiempo;; sabía que esta
estababa list
listaa y sabía
sabía que lo des deseab
eabaa -lo que sea que eso
significara- que lo deseaba a él, que deseaba eso.
B (Recordando; de acuerdo) Sí; ah, sí.
A Jmmmmmmmmm
C Recuerda, no la entregues, dijo mamá; no la entregues como si nada.
B (Recordando) No te respetarán por eso y te darás a conocer como una chica fácil.
¿Entonces con quién te casarás?
A (A B.) ¿Eso es lo que dijo? No puedo acordarme.
B (Rie.) Si puedes.
C No te respetarán
respetarán por eso y te darás
darás a conocer como una chica fácil. ¿Entonces
¿Entonces con
quién te casarás? Pero él lo arimó a mí, lo puso exactamente en donde quería
ponerlo –teníamos la misma altura- y era tan hermoso, y sus ojos brillaron, y me
sonr
sonrió
ió y mo
movi
vió
ó sus cacade
dera
rass mient
mientra
rass ba
baililáb
ábam
amos,
os, ta
tan
n lent
lentam
ament
ente,
e, mi
mient
entra
rass
bailábamos, y respiraba en mi cuello y dijo. Tú no quieres que me avergüence aquí 
mismo en la pista, ¿o sí?
B (Recordando) No, no: claro que no.
C Yo dije, no, no; claro que no. Vamos a mi casa, dijo, y me oí a mí misma diciend
diciendo,
o,
(incrédula) ¿no soy esa clase de chica? Quiero decir, tan pronto como lo dije me
sonrojé; era tan … estúpido, tan … esperado. Sí, lo eres, dijo, tú eres esa clase de
chica.
B Y lo era, y Dios mío, fue maravilloso.
A ¡Dolió! (Refleciona; a B ) ¿No es cierto?
B (Responde.) Ay… bueno, un poco.
22
 

Tres mujeres altas 23 Edward Albee

C Eres esa clase de chica, y supongo que lo era. Lo hicimos mucho. (Tímida) Sé que
es trillado decir que tu primera vez es la mejor, pero él fue maravilloso, y sé que
ahora sólo teno veintiséis años y ha habido otros cuantos; imagino que me casaré,
y seré muy feliz.
B (Refunfuña) Bueno…
A Ya hablaremos de lo feliz.
C Yo sé que seré muy feliz, pero ¿alguna vez dejaré de pensar en él? Era grande y
maciso y sabía lo que yo quería, lo que yo necesitaba, y si bien no podía hacer… ya
saben: lo que él quería… simplemente no podía: yo no puedo.
B (Se estira.) No; nunca pude.
A (Algo soñadora.) Me pregunto por qué.
C (Muy agitada; molesta.) ¡Traté! Quería hacerlo… pero me ahogué, y… (murmullo.)
vomité. Simplemente… no pude.
A (A C 
 ) No te apures por eso; no te apures por lo que no puede evitarse.
B Y… todos los caminos llevan a Roma.
A (Reflexiona al respecto.) ¿Por qué?
B ¿Jm?
A ¿Por qué hay tantos caminos para llegar a Roma?
B (Reflexiona al respecto.) ¿Por qué no?
A ¡¿Quién los necesita?! ¿No basta con un camino?
C (Al público; quieta, simple) Sólo quiero que sepan que soy una buena chica, que fui
una buena chica.
B (A C 
 ) Lo conoces en dos años.  
C (Ensimismada.) ¿Qué? ¿Quién?
B (Suave.) Tu marido. Tenemos qué, ¿veintiséis? Lo conocemos en dos años.
C (Se da cuenta) ¿El hombre de mis sueños?
B Bueno, un hombre con quien soñarás.
A Por un largo, largo tiempo.
C ¿Cómo el chico del que estaba…?
A Bueno, sí, él fue maravilloso, pero luego la vida sigue.
B (A A ) ¿Qué tan largo?
A ¿Jm?
B ¿Qué tan largo?
A Bastante largo. (A B ) Tienes… ¿cuántos?
B Cincuenta y dos.
A (Calculando.) Me caso cuando tengo veintiocho; tienes sesenta y seis cuando él
muere. (Sonríe a C ..)) Lo tenemos por un buen rato.
B (Musitando) Otros catorce años.
A Sí, pero los últimos seis no son muy divertidos.
C Esos son casi cuarenta años con un hombre.
B (A C ; risitas) Bueno, más o menos; más o menos un h ombr
ombre.
e. (A  A ) ¿No? ¿No son
muy divertidos?
A No mucho.
C ¿Cómo es? ¿Ya lo conocí?
B ¿El hombre tuerto? ¿El pequeño, el pequeño hombre tuerto?
A (Risitas.) Ay, de veras.
C (Confundida.) ¿Qué?
B El que conocimos en la fiesta, mi hermana y yo. Mi hermana anda con él, pero yo lo
23
 

Tres mujeres altas 24 Edward Albee

veo mirarme sobre su hombro.


A (Recuerda con placer.) ¡Sí!
B A mi hermana no le importa mucho, no creo.
C ¿Más o menos? ¿Qué es este más o menos?
A ¿Jm?
B (Un poco molesta) ¿Discúlpame?
C Dije casi cuarenta años con un hombre, y tú dijiste, más o menos; más o menos un
hombre.
B

C
¡Ah!Por
¡Sí! Bueno, ¿qué esperabas?
supuesto: ¡sí! ¿Monogamia o algo por el estilo!
B (A A ) ¿Te acuerdas de la monogamia? 
A (Pretende reflexionar sobre ella.) No. (Nuevo tono a B ) Tú puedes hablar sobre la
monogamia, si quieres; los pros y los contras, si quieres. A mí no me metas en eso.
B (En general, luego a  A ) La infidelidad es una cuestión de temple, ¿no es eso lo que
dicen? Además de mal gusto, enfermedades, confusión acerca de donde vives,
tener que mentir todo el tiempo -¡y recordar las mentiras! Dios, ¿te acuerdas de las
mentiras?
A Jmmmm. Bueno, no es para tanto, no fueron tantas.
B Excepto por el mozo, ¿eh?
A ¡Caray! El mozo.
C ¿Por qué me caso con él?
B ¿Quién, el mozo? (   A y B ríen.)

C ¡El hombre tuerto! ¡Me caso con el tuerto!


B Sí, con él.
C ¡¿Por qué!?
B (A C  ) ¿Por qué me caso con él? (A A ) ¿Por qué me casé con él?
A (A B ) ¿Y por qué yo?
B Jmmmmmmmmmm.
C ¡Díganme!
B Porque me hace reír. Porque es chaparro y se ve chistoso –más o menos como un
pingüino.
A (¿Ha pensado esto antes?) ¡Sí! Se parece mucho a un pingüino.
B (Generosa) Bueno… especialmente con su pechera y su moño.
C (Un poco de pánico.) ¡¿Por qué me casaría con él si voy a engañarlo?
A (Sonríe.) ¡¿Por qué te casarías con él si va a engañarte?
C ¡No lo sé!
B Cálmate; adáptate; ponte cómoda. Los hombres engañan; los hombres engañan
mucho.
muc ho. Nos
Nosotr
otras
as engaña
engañamos
mos men
menos,
os, y engaña
engañamos
mos por
porque
que est
estamo
amoss sola
solas;
s; los
hombres engañan porque son hombres.
A No. Nosotras engañamos porque estamos aburridas algunas veces. Engañamos en
vengan
ven ganza;
za; eng
engaña
añamos
mos por
porque
que no conocem
conocemosos nad
nadaa mej
mejor;
or; eng
engaña
añamos
mos por
porque
que
somos putas. Nosotrras engañamos por muchas razones. Los hombres engañan
sólo por una razón; como dices, porque son hombres.
C ¡Háblenme de él!
A ¿No prefieres sorprendete?
C ¡No!
B Lo has visto, o… él te ha visto a ti. No creo que lo hayas conocido. Él es lo que se
dice un galanazo
galanazo -al menos en mis tiempos, no en los tuyos. Es rico -o su papadre
dre es
rico- y se está divorciando de su segunda esposa; ella es sencillamente mala; la
24
 

Tres mujeres altas 25 Edward Albee

primera bebía, todavía bebe.


A Ésa se muere finalmente –ochenta, o algo; encurtida; en conserva.
C (Tímida otra vez) ¿Cómo es él?
B (Expansiva) Bueno… es chaparro, y tiene un ojo, y es un gran bailarín –excepto que
continuamente anda chocando, el ojo, tú sabes- ¡y canta como un sueño! Un
adorable tenor; ¡y es simpático! ¡Dios, es simpático!
A (Anhelante) Sí; sí, lo era.
B (Satisfecha.) ¡Y le gustan las mujeres altas!
A (Anhelante) Sí; sí, le gustaban.
C (Incierta.) ¿Yo lo he visto?
B Me dice -creo recordar- me dice que nos vio a mí ya mi hermana antes de de salir con
ella, que yo era más alta, y –perdón por el chiste- que me había echado un ojo
encima. (A A.) ¿No te dijo eso, que nos había echado un ojo encima?
A No puedo acordarme. Andaba con esa comedianta que hacía los “splits”, la de dos
metros y medio.
B Bueno, tú le pusiste las garras encima, quieres decir?
C (Reflexionando.) ¿Por qué me gustó él? ¿Lo gracioso es suficiente? ¿Tener buena
voz, bailar es suficiente?
B No te olvides de lo tuerto.
A Ay, él era amable; nos
no s agradaba bastante.
C ¿Agradaba? Agradaba bastante.
B (Mirada directa a C ..)) ¡Ay, basta! Tienes veintiséis años, no eres una nena; ahí está
el futuro esperando que…
A … y él es rico, o va a serlo: familia rica.
C No puedo creerlo.
A (Mordaz.) Nuestro padre muere.
B (Sobre su padre.) Lo amaba.
C ¡No! ¡No muere!
B Todos morimos.
A (A sí misma.) Excepto yo, quizás.
B (A C .)
.) Excepto nosotras.
C ¡Lo amo!
B Bueno, eso debería
ella me ama; ¿cómo bastar para mantener
puedo morir y dejarla? andando al viejo corazón: Santo cielo,
C ¿Es… rápido?
A (Pensativa.) No me acuerdo.
B No está mal; paro cardíaco, fluído en los pulmones, dificultad para respirar; ¡Ay,
Dios, el terror en los ojos! ( C 
C  comienza a sollozar; B lo advierte.) Eso hicimos, sí.
Lloramos cuando papá murió. Lloré; mi hermana lloró; mamá salió a la terraza y
ahí lloró.
A (Perdida.) No me acuerdo.
C ¿Qué le pasa a má?
B Ella aguanta; se queda sola por casi veinte años, y luego se muda con nosotros. (A
 A.) ¿Cómo nos va con eso?

A (Neutral.) ¿Qué? Se convierte en una enemiga. Muere cuando tiene ochenta y


cuatro años –diecisiete años de eso, de quedarse arriba en su cuarto, en la casa
grande, con nosotros. La colitis, los cigarros, los seis o siete pekineses que pasaron
por ahí. Dejé de quererla.
C ¡Yo no podría!
25
 

Tres mujeres altas 26 Edward Albee

A (Se encoge de hombros.) Se convierte en una enemiga.


B (Interesada, pero no mucho.) ¿Cómo?
A (Suspira.) Llega a tenerme rencor; empieza a resentir hacerse vieja, hacerse …
inútil –los ojos, la espina, la mente. Empieza a resentir que yo tenga -que nosotros
tengamos- tanto, y que yo esté siendo generosa –que nosotros estemos siendo
generosos. Brinca por todo; se pone del lado de mi hermana; me critica.
B (Algo de pasmo) Ella no era así.
C ¡No! ¡No podría serlo!
A No me importa. Olviden que se los dije. Ella nunca se mudó con nosotros; todavía
está viva allá en el campo, en la misma casa; tiene ciento treinta y siete años
ahora, hornea su comida, corre tres veces a la semana.
B Está bien; está bien.
A (A B.) Hay algo más. ¿Lo quieres oír? ( B mueve la cabeza hacia C .) .) Por supuesto
que tú no. ( C 
C niega conla cabeza.) No, por supuesto que no. En fin, te casas con él.

C (Le queda claro.) Me caso.


A Sí; él es gracioso, y el lindo.
B Canta…
A Baila…
B … y es rico, o va a serlo….
A … y le encantan las mujeres altas.
B Y de repente tú te das cuenta que te encantan los hombres chaparros.
A Pingüinos. ( 
 A y B sueltan risitas.)

B (Todavía
(Toda vía a C ..)) Y todo marcha
marcha bien. S Su
u mamá no me qui quiere
ere -no te qui
quiere-
ere- par
paraa
nada, pero el viejo sí.
A ¡Seguro que sí! Eres alta; apuesto a que eres candente.
B (A C .)
.) Te lo ganas. (A  A.) ¿Sabes? Creo que era un viejo rabo verde tras nuestros
huesitos.
A Sí; yo creo que sí.
B Y, caramba que sí quería un nieto.
A Ah, eso lo hizo feliz.
C (Asombro) ¿Tengo niños?
B (No muy amable.) Tenemos uno; tenemos un niño.
A (Igual) Sí, lo tenemos. Tengo un hijo. (Él aparece en el arco de la derecha, se
queda inmóvil, mira fijamete a “A” recostada en la cama.)
B (Viéndolo con desprecio.) Vaya, qué fabuloso verte otra vez. (Repentina y rabiosa,
le espeta en la cara.) Fuera de mi casa. (Él no reacciona.)
C (Levantándose) ¡Basta! (Se mueve hacia Él.) ¿Es… es él?
B ¡Dije, fuera de mi casa!
A (A B.) De veras, cállate. (A C ..)) Déjalo en paz; ha venido a verme. (Él va hacia “A”   ,
se sienta a la derecha de ella, ya sea en la cama o en una silla, toma su brazo
derecho;
derec ho; sacude los hombros, pone su frent frentee sobre el braz
brazo
o de ella, o al revés, se
queda quieto. No reacciona a nada de lo que se habla acerca de él hasta que se
indique.) Eso es; cumple con tu deber.
C Él es… santo cielo. Qué lindo; qué guapo; que tan…
B ¡No dirías eso si supieras!
A Shhhhhhh.
B (A A.) ¡No lo haría (A Él.) Cerdito de…
A Shhhh, Shhhh. No quiero pensar en eso. Regresó; nunca me amó, nunca nos amó,
pero regresó. Déjalo en paz.
26
 

Tres mujeres altas 27 Edward Albee

C Es tan joven.
A Sí… bueno. Asi se veía cuando se marchó, agarró su vida y una maleta y se fue. (A
B.) ¿No?

B (A espaldas de Él; menos veneno, pero mezclado con dolor.) Llevab Llevabasas puesto ese
abrigo el día que te fuiste. ¡Creí haberte dicho que te cortaras el pelo!
A Sí, sí, es cierto; llevaba puesto ese abrigo. Me voy, dijo, y se llevó una maleta.
(Pausa.) Y su vida.
C (Azorada.) ¿Se fue de mi lado? ¿Por qué?
B (Agria.) Tal vez cambiaste; dicen que cambiaste; yo no lo he notado. (A  A.)
¿Vuelve? ¿Vuelve a mí -a mí? ¿Lo dejo?
A Seguro.
Segur o. Nos da un paro cardía
cardíaco;
co; se lo dicen; él vuelve
vuelve.. ¿Veintitanto
¿Veintitantoss años? Eso sí 
que es un rencor de de muchos años -por ambosambos lados
lados.. No volvió cuan
cuandodo murió su
padre.
B (Destructiva) ¡Claro que no!
A Pero vino a mí. Me levantan y me dicen que él va a venir a verme; dicen que me va
a llamar. Llama. Oigo su voz y lo recuerdo todo, pero soy cortés. Bueno, qué tal,
digo. Qué tal tú, dice. Nada de “Esto no debería haber pasado”. Nada de “Te
extr
ex trañ
añé”
é”,, ni si
siqu
quier
ieraa esa me
ment
ntir
irit
ita.
a. Mi herm
herman
anaa está
está en casa
casa;; está
está tira
tirada
da de
borracha, allá arriba, inconsciente; y ni siquiera era mentira. Pensé en pasar a
verte.. Sí, ven. Y viene; y nos miramos el uno al otro y los dos nos afer
verte aferramos
ramos a lo
mismo de siempre, lo mismo desde el día enq ue se fue. “Te ves bien”, dice; y, “Tú
también”, digo. Y no hay disculpas, no hay recriminaciones, no hay lágrimas, no
hay abrazos; labios secos sobre mis mejillas secas; sí, eso. ¿Y nunca lo discutimos?
¿Nunca nos metemos en el por qué? ¿Nunca vemos más allá de donde estamos?
Somos extraños; tenemos curiosidad el uno acerca del otro; pero hasta ahí.
B Yo nunca lo voy a perdonar.
A (Anhelante,
(Anhel ante, trist
triste.)
e.) No; nunca lo hago. Pero jugamos yendo a lugares formales.
Nunca… recordamos el pasado. Al fin, me permite hablar de su infancia. Pero él
nunca tiene nada que decir al respecto: no parece tener que decir acerca de casi
nada que tenga que ver con nosotros, conmigo!
B (Dientes apretados.) ¡Nunca!
A (A B.) O contigo. (A C ; y triste sonrisa.) O de ti.
C ¿Nosotras lo… nosotras lo echamos? ¿Cambié tanto?
B (Rabia.) ¡¡Él se fue!! ¡¡Agarró sus monitos y se fue!! Y yo no quiero volver a verlo
nunca más. (A Él.) ¡¡Vete!! (Enojada, humillada, lágrimas.)
A (Muy calmada; triste sonrisa.) Bueno, sí quieres, ¿entiendes? Si quieres volver a
verla. Espera veinnte años. Quédate sola excepto por la hermana inconsciente en el
piso de arriba, y la cubierta del piano con las fotos en los marcos de plata, y el
mayordomo, y… quédate bien sola; tú quieres volver a verlo, pero las condiciones
so
son
n mu muyy du
dura
ras.
s. Nu
Nuncncaa lo pe
pers
rson
onam
amos
os.. Lo de
deja
jamo
moss ve
veni
nir,
r, pe
pero
ro nun
nunca
ca lo
perdonamos (A Él) ¡Apuesto a que tú no sabes de eso… ¿o sí?
C (A  A.  )) ¿Cómo cambiamos? (A Él.) ¿Cómo cambié? (Él acaricia el rostro de “A” 
 , se
estremece un poco.)
B No te apures. Él nunca fue parte de nosotras.
C (Con rabia.) ¡No lo creo!…
B (Furiosa.) ¡Deja eso en paz!
C ¡No! ¡¿Cómo cambié?! ¡¿Qué me pasó?!
A (Suspira.) Ay Dios.
C (Obcecada) ¿Cómo cambié?
B (Sarcasmo,
(Sarc asmo, al públic
público.)
o.) Quiere saber a… cómo cambió. Quiere saber cómo ella se
transformó en mí. Después querrá saber cómo yo me transformé en ella. (Señala a
 A.) No; yo voy a querer saber eso; quizás yo quiera saber eso.

27
 

Tres mujeres altas 28 Edward Albee

A ¡Ja!
B Quizás. (A C .).) ¿Quieres saber cómo cambié?
C (Muy sola) No lo sé. ¿Quiero?
B ¿De veintiséis a cincuenta y dos? ¿Duplícalo? ¿Duplica a tu placer, duplica tu
diversión? Prueba esto. Mídetelo a ver cómo te queda. Ellos te mienten. Vas
creciendo y ellos se desviven para andarse con rodeos, para calificar, para… para
evadir, para evitar -para mentir. Nunca digas digas cómo son las cosas en verd verdad
ad –cómo
van a ser- si logra
lograss que una media verdad
verdad se cuele poporr ahí. Nunca habhables
les de las
alternativas a los “prospectos agradables”, nunca hables de “lo que les espera”.
¡Dios, si lo hicieran las calles estarían inmundas con cadáveres adolescentes! Quizás
es mejor que no lo hagan.
A (Leve ridículo) ¿Ellos? ¿Ellos?
B Padres, maestros, todos los demás. Ustedes nos mienten. Ustedes no nos dicen que
las cosas cambian –que el Príncipe Encantador tiene la moral de una rata de
alcantarilla, que se supone que debes vivir con eso… y que te debe gustar, o dar la
apariencia
apar iencia de que te gusta. ¡Verlo perseguir a la recamarera
recamarera enlos vestidor
vestidores,
es, a la
cocinera en la bodega de raíces, y Dios sabe qué pasa en el club exclusivo para
hombres! Probablemente clavan putas en las mesas de billar para fácil acceso.
Nadie de cuenta de esto.
A (Cálmate) Pobre, pobrecita.
C ¿La bodega de raíces?
B (Las calla.) Cht. No me sorprende que un día volvamos de montar, con el caballo
to
todo
do su
suda
dado
do,, bubufa
fand
ndo,
o, y que
que él to
tome
me laslas rien
rienda
das,
s, el mo
mozozo,, y no
noss ayayud
udee a
desmontar, el mozo lo hace, con su mano nos toca por detrás del muslo, y lo
notamos, y él nota que lo notamos, y recordamos que lo hemos visto antes, muy en
especial aquel día que él andaba con el pecho al desnudo, cargando la paja, esos
brazos, ese culo. Y no me sorprende que sonriamos de esa manera que él entiende
tan rápido, y no me sorprende que él nos guíe hasta un establo más lejano -¡a
coger en la paja, por dios!- y nos tiramos, y lo hacemos por venganza y por
autocompas
autoc ompasión,
ión, hasta que notamos
notamos que se transforma
transforma en placer por sí mismo
mismo,, por
nosotras mismas, ya estamos empapadas y él nos monta como lo hemos visto en
las pornos
pornos y de hecho
hecho grita
gritamos
mos,, y luegonos
luegonos acosta
acostamos
mos ahí sobsobre
re la paja -qu -quee
probablemente tiene mierda- refrescándonos, y él nos dice que nos ha deseado
mucho, que le gustan las mujeres robustas, pero no se atrevía, y ¿lo van a despedir
ahora? Y yo digo, No, no, claro que no, n o, y por un mes más no lo hago, pero luego sí;
sí hago que lo despidan, porque es peligroso no hacerlo, porque es un buen trato el
que tengo con el pingüino, un trato a largo plazo a pesar de las porquerías con que
sale, y más vale que tengas la nariznariz limpia -o maquillada, al fin y al ca cabo-
bo- para las
batallas reales -para las otras mujerzuelas del pingüino, las reales-, la madre a la
 “simplemente no le gustas” por ninguna buena razón excepto que su hija te odia, te
teme y te odia -te envidia
envidia y por eso te odia- ¡ca¡cabronci
broncita
ta estúpid
estúpidaa y quejumbro
quejumbrosa! sa!
Simplemente no le gustas -tal vez en p parte
arte porque siente que
que el viejo te tra
traee ganas
y, ad
adem
emás
ás,, ni
ning
nguna
una chi
chica
ca es bast
bastan
antete pa
para
ra el ping
pingüin
üino,
o, no su pingpingúin
úino;
o; las
las
primeras dos no lo fueron y ésta tampoco va a serlo. Trata de ganarte el lado bueno
de toda la desgraciada familia, defender a tu marido cuando él no lo hace por sí 
mismo, atenta a toda la intriga; empieza a preocuparte de veras por tu hermana
que de veras
veras ha dejad
dejadoo de pre
preocu
ocupar
parsese por sí mis
misma
ma -po-porr todo-
todo-;; obser
observava a tu
propia madre empezar a cambiar aún más de lo que notas que tú misma has
cambiado; ¡¿y luego tratar de criar eso?! (Señala a Él) ¡¿Eso?! -consig -consigue
ue que lo
echen de todas las escuelas que encuentra, incluso de una o dos a las que no lo
hemos mandado, siente cómo te odia, ¡¿agárralo haciendo eso con la sobrina de tu
marido
recibi
rec yocon
ibiend
endo desu -¿c
sobrino
ómo en
-¿cómo leslallama
misma
n, semana?!
llaman, amigos
amigos mayEmpieza
mayore s?…a dici
ores?… leeréndole
lasole
diciénd cartas
cómoquepued
estáe
puede
pasarse de listo contigo, cómo sobrevivir con su horrible familia; dile que le vas a
volar los sesos con el pinche cenicero de cristal si no para de recibir cartas, si no
para de decir cualquier cosa; si no para… si tan sólo… no… para. Y él te mira con
28
 

Tres mujeres altas 29 Edward Albee

desprecio, y dice muy quedo que puede mandarte a prisión por abrir su correo. No
mientras seas menor, le digo; espera nada más, le digo, espera nada más; haré
que te echen de esta casa antes de que puedas decir pío. ¿Tú me vas a correr?,
dice, quedo, sonriendo; ¿a mí también me vas a correr? ¿Así como lo corriste a él?
¡Es bueno para la cama, o no! Claro que tú no sabes nada de camas, dice. Se
levanta,
levanta, se detie
detiene
ne junto a mí, toca mi pelo. Creí ver algo de paja, dice; perdón.
perdón. Y
sale caminando del solario, fuera de la casa, fuera de nuestras vidas. No dice adiós
a ninguno de los dos. Le dice adiós a mamá, arriba; se despide del pekinés,
también, me imagino. Empaca una maleta, y se va. (A Él; rabia) ¡¡Fuera de mi
casa!!… (Pausa a C ..)) ¿Acaso entendiste un poquito lo que es cambiar? ¿Ya sabes lo
que querías saber?
C (Pausa; suavemente.) Sí. Gracias. (Silencio.)
A (Curiosa.) ¿Quieres un poco más?
C No, gracias.
B No lo creo.
A Sí, sí quieres; quieres más.
C (Tratando de mantenerse amable.) Dije que no gracias.
A Aquí eso no vale. (Señala a B.) Cómo tú llegaste a ella es una cosa; como llegaste a
mí es otra.
otra. ¿Cómo dices tú… a esa cosa de aahí?
hí? (Señala a “A” .)
.)
C Lo siento mucho.
A Bueno… quizás.
B Sí, yo misma tengo algunas dudas sobre ese trecho.
A ¡Tú!
B ¡Sí; bueno. No soy tan mala. Ha habido mierda, pero ha habido buenos tiempos
también. Algunos de los mejores.
A (Extrañamente brillante.) Por supuesto; siempre hay buenos tiempos como cuando
nos rompimos la espalda. (A C ..)) Te rompes la espalda.
B (Ríe un poco.) Sí; sí que te la rompes.
C (Asustada de esto.) ¿Sí?
B ¡Crak!
A (Sonríe.) Bueno, no exactamente. ¡Crack! ¡De veras!
B Debería saberlo; fue tan sólo hace diez años, y…
A Montando,
Montan do, sí; salta
saltando.
ndo. Nunc
Nuncaa nos gustó salt
saltar
ar -cont od
odos
os y cada uno, brut
brutos
os o
histéricos; pero eran cazadores ese día, para entretener a unos malditos tontos. Un
enérgico olor a hojas quemadas en el aire, olor a hoguera, apenas amanecía; rocío
en el suelo, un amanecer todo verde y amarillo. No nos gustó nuestra montura, ¿o
sí! (Esto último a B.)
B No.
A No, no me gustó ella; era una histérica y una bruta.
C ¿Cuándo aprendí a montar? Quiero decir de veras montar.
B Viene con el matrimonio.
A Sí, no le tenía confianza; la había montado al principio de ese otoño; era estúpida y
pendenciera, respingaba ante el movimiento de una sombra. (A C .) .) Le dije a él,
 “Anda tú, yo me voy a quedar; anda tú” 
B Sí.
A Pero se veía tan herido que dije. “Ah, está bien”, y allá vamos, por el bosque, el
verde,
caballo!el¿No
dorado,
podíalaver
niebla que en
la cerca llegaba… ¡hasta
la niebla? ¿Selas rodillas!
acercó muy¡Vaca estúpida,
rápido y luego no
se
atemorizó así nada más? ¡Salimos volando!
B ¡Salimos volando!
C ¡Ay, no!
29
 

Tres mujeres altas 30 Edward Albee

A (A B.) Pude haberme roto el cuello, supongo. Suertuda.


B Bueno, sí, habría que tomar eso en cuenta.
A (A B.) Jamás volvimos a montar un cazador, ¿o sí?
B Nah.
A ¡Maldito yeso, pesaba una tonelada! ¿Y sabes en qué pensaba más?
B (Recordando.) Con quién lo está haciendo; a quién tiene arrinconada en qué rincón,
qué pasillo, a quién le está metiendo su verguita.
A Que puede que nos deje, que puede que decida conseguir una que no esté rota.
C

A
(Asombro)
(A C .) ¡¿Qué clase de hombre es este?!
.) Hombre-hombre.
B (A C .)
.) Hombre-hombre.
C ¿Cómo que fueron tiempos felices? ¿Buenos tiempos, dijiste?
B (A C .)
.) Ah, bueno, probamos que éramos humanas. (A A.) ¿No?
A (A B.) Por supuesto. (A C ..)) Éramo
Éramoss falib
falibles.
les. Una vez
vez que ca
caes
es -así te levante
levantess o
no- una vez que caes, y lo ven, saben que pueden empujarte. Así estés hecha de
loza y te hagas añicos, o seas de bronce y resuenes al volcarte, no tiene la menor
importancia; es el pedestal lo que importa.
B (A C .)
.) Para traducir…
C Gracias.
A (Dulce sonrisa.) Gracias.

B Para tradmuy
traducir…
y están ucir…agradecidos
puedes ir p
por
or ahí arreglando
contigo ar-de
reglando el mundo,
mala gana, pero parchándolo
agradecidos-,todo
agradecidos-, pero-auna
todos-
vez
que tú misma caes, prueba que no eres así tan superior a ellos como ellos creían,
luego te dejarán seguir haciendo todo por ellos, arreglando el mundo, etcétera,
pero ya no te odiarán tanto… porque no eres perfecta.
A (Muy brillante.) Y entonces todo está mejor. Agradable y mejor. ¿No lo convierte
eso en buenos tiempos? Él no te deja por otra coas; es dulce y te da un gran anillo
de diamantes, y ya no tienes que volver a subire a un cazador nunca más. ¿No lo
convierte eso en un tiempo feliz?
C ¿Me dejan dispararle al caballo?
B (Ríe.) ¡¿Discúlpame?!
A (¡Ups!) ¡Juuuu! ¡Nunca se me ocurrió! (   A y B ríen juntas.)

C (Firmeza.) Nunca me convertiré en ustedes –en ninguna de ustedes.


B (Mira a C 
 ) ¡Ay, basta! (A A ) ¿Y el gran anillo, el diamante grande? ¿Ya no lo usas?
A (De pronto sobria.) Perdido.
B (Sobria también.) ¿Ah?
A Lo vendí.
B ¿Ah?
A (Un poco amarg
amarga.)
a.) He vendido todo. Bueno, no todo… pero la mayoría. ¿El dinero
ya no rinde tanto hoy día? ¡El dinero no rinde nada! No tengo dinero. Tengo dinero,
pero me lo como… cada año; cada año hay menos.
B Deberíamos recortar gastos; deberíamos…
A No me hables a mí de recortarse! ¡Es todo pasta! ¡Es falso! ¿toda la joyería metida
en la bóbeda, en el banco? ¡Toda es falsa!
C ¿Por qué está ahí? ¿Por qué te… por qué nos tomamos la molestia?
A (Menosprecio.) ¡Ju!
B (A C 
 , luego a  A ) ¿Por qué la sacamos y la usamos? ¿Por qué la falsa se ve tan bien
como la real, hasta se siente igual, y nadie tiene por qué saberlo? (Específicamente
a A )
 )¿No?
¿No?

30
 

Tres mujeres altas 31 Edward Albee

C ¿Apariencias?
A ¿Apariencias? ¿Eso que aparenta ser?
C Quiero decir, ¿a quién tratamos de impresionar?
A A nosotras. Ya aprenderás. Guardé el diamante grande. Cuando lo compramos
-cuando él me lo trajo-, dijo…
B Esta es una piedra perfecta; nunca he visto una mejor. Si alguna vez quieres
vender esto, tráemela de vuelta, te daré más de lo que tú pagaste por ella. Me dio
palmaditas en la mano. Pat-pat.
A Pat-pa
Pat-pat.
t. Y así es que la llevé de vuel
vuelta
ta -de
-despu
spués
és de que él mur
murió,
ió, des
despué
puéss del
cáncer y todo, despu
después
és de todo eso. Ellos la miraron; dijeron que estaba bastante
bastante
defectuosa, o estaba nublada… o algo.
B ¡Hijos de puta!
A Me ofrecieron la tercera parte de lo que él pagó por ella, y el dólar no valía ni la
mitad de lo que valía antes.
C (A A )
 )¿No
¿No los demandaste? (A B ) Quiero decir, ¿qué podemos hacer? No podemos sólo…
A (Aceptación.) ¿Qué puedes hacer? No hay nada que puedas hacer. Sigues adelante;
te… comes a ti misma. Las personas hambrientas absorben sus propios cuerpos. El
dinero
diner o sigue ahí -las inver
inversiones
siones sig
siguen
uen ahí, except
excepto
o que son menos cada año;
año; se
absorbe a sí mismo. Lo que no tienes es todo aquello que habías planeado tener,
¿los extras?
B (A A ) El diamante grande, ¿eh?
A El diamante grande… y la mayoría de lo demás. Bueno, ¿qué importa? Es puro brillo…
C (Protesta.) ¡No! ¡Es más que eso! Es prueba tangible… de que somos valiosas!…
(avergonzada.) … de que nos aprecian.
A (Se encoge de hombros.) Bueno, se fue; todo el brillo se fue.
B (Lamento.) Sí. (Agita la mano) Adios.
C ¿Hay otras sorpresas?
B (Risa crujiente.) Ay, sí; muchas.
A Ay, querida; tú nada más espera. (De reojo hacia la cama.) Ella esconde el dinero.
Lo que sea que obtiene por la joyería lo guarda en efectivo, y gasta un poco cada
vez que no alcanza
alcanza con lo de costumbr
costumbre.
e. Hay mucho; no puede gastarlo
gastarlo tod
todo
o -sin
que la gente sepa lo que está haciendo, quiero decir. Lo esconde, pero llega un
momento en que no puede recordar dónde lo escondió, y no puede enconatrarlo…
nunca. Y no puede decirle a nadie. (Silencio.)
B (Un poco tímida.) ¿Es malo el cáncer?
A ¿Cuándo es bueno?
C ¿Qué tan malo?
A (Burlándose.) ¡Cuént
¡Cuéntenme;
enme; cuénten
cuéntenme!
me! (A C   ) ¡Muy terr
terrible!
ible! (A B; tono más
suave.) Seis años; te lo dije, le toma seis años a partir de cuando se entera
-cuand
-cu andoo le dic
dicen
en que lo tiene- ha
hasta
sta que se nos va. Prós
Próstat
tataa -se extien
extiende
de a la
vejiga, se extiende al hueso, se extiende al cerebro, y al hígado, por supuesto; todo
llega al hígado –algo sabían los antiguos. Está bien al principio –excepto por la
depresión, y el miedo –está bien al principio, pero luego viene el dolor, lentamente,
creciendo, y luego el día en que grita en el baño, y yo corro dentro; espero verlo
ahí tirado, pero no, esá parado frente al escusado, y su cara está llena de horror y
apunta a la taza, y y o veo, y está todo rosado ahí dentro, es que ahora le sale
sangre con la orina. Y es cuesta abajo desde ahí; lo rosado se transforma en rojo, y
luego hay sangre en la cama, en la noche, mientras yo estoy recostada con él,
agarrándolo; y luego hay… ¡no! ¿Por qué seguir con eso?! (A C ; fea.) ¡Es terrible! ¡Y
no hay nada que puedas hacer para prepararte! ¡No me caes bien; te llo o mereces!
C (Tan suavemente) Gracias.
A (Callada, descarta el comentario.) De nada.
31
 

Tres mujeres altas 32 Edward Albee

C Tú tampoco me caes bien.


B (Pausa) Y así es siempre. (Un silencio.  A se mueve hacia la cama, se sienta ahí del 
lado opuesto a Él.)
A (Habla directamente a Él; ahora puede escucharla, puede responder.) Tuve una
premonición. Sé que dices que no hay tal cosa, pero yo tuve una. Fue que moría.
(Él levanta la mano.) ¡Ay, deja eso! ¿No crees que voy a morir? ¡Apenas si puedes
espera
esp erar!
r! ¡Tú nad
nadaa más esper
espera!a! Morí
Morí,, lo ves, y cuand
cuando o lo hic
hicee -cu
-cuand
andoo moría-
moría-
estabaa tan sola… no había nadi
estab nadiee ahí en el cuarto
cuarto conmigo -el cuarto del hosp hospital:
ital:
¡volví a ese horrible hospital. (Repentinamente llorosa.) ¡¿Por qué no me sacaste de
ahí?! ¿Por qué me dejaste en ese…? (Él trata de tocarla para consolarla.) ¡¡No te
atrevas a tocarme!! Ahí estaba yo, y estaba en un coma, detro y fuera, dentro y
fuera. Algunas veces me despertaba y me pregunata ¿quién era yo, y dónde
estaba, y quiénes son todas esas personas mirándome? Algunas veces no me
despertaba… no del todo, y medio trataba, y luego no. Tú me trajiste flores, trajiste
frisias. Sabes que me encantan las frisias; por eso me las traes, ¡porque me
encantan! ¡¿Por qué lo haces?! Me odias; ¡¿Por qué lo haces?! ¡¿Qué quieres?! Tú
quie
qu iere
ress algo
algo.. Bueno
Bueno,, nada
nada más
más es espe
pera
ra.. Ya rereci
cibi
birá
ráss lo ququee me
mere
rece
ces.
s. En mi
premonición sabía que estaba muerta, y no parecía importar nada, y estaba tan
sola. ¡No había nadie ahí conmigo y estaba muerta! ¡Nadie! Solo el chofer y la
sirvienta. Así pasó una hora, y estaba muerta, y luego tú entraste, y tenías tus
flores, tus frisias. Entraste al cuarto, y ellos estaban ahí, y yo estaba muerta, y te
para
pa rast
stee en la pupuer
erta
ta de
dell cu
cuar
arto
to,, y su
supi
pist
stee de inme
inmedi diat
ato,
o, y te dedetu
tuvi
vist
stee y…
¡pensaste! (Detestando.) ¡Te observé mientras pensabas! Y tu cara no cambió.
(Anhelante.) ¿Por qué nunca cambió tu cara? Y ahí estabas, y pensaste, y te
decidiste,
besaste la yfrente…
caminaste
¡porhacia
ellos!la¡Estaban
cama, y ahí
me ytocaste
estabanla observando
mano, y te agachaste, y me
y tú me besaste
por ellos! (Más suave.) Y luego te levantaste, todavía sosteniendo mi mano, como
si… ¿qué? ¿No sabías qué hacer con ella? Me sostuviste la mano, y mi mano ya no
estaba tibia, ¿o sí? Mi mano estaba fría. ¿o no? (Pausa.) ¿O no? (Él la mira una vez 
más, se estremece, solloza, mira de nuevo a “A” . A se aleja de la cama.)
B (Suavemente.) Y seguimos adelante.
C (A A; despacio, con mucho énfasis, pero sin enojo.) Yo… no… me… convertiré en ti.
No lo haré. Yo … yo te niego.
A (Levemente divertida.) ¿Ah? ¿Sí? ¿Tú me niegas? ¿Ah? ¿Sí? ¿Tú me niegas! (A
todos.) ¿Sí? ¿Todos ustedes me niegan? (A C   ) ¿Me niegas
niegas?? (A B ) Supongo que tú
también. ( B baja la vista) Sí, claro. (A Él) Y, por supuesto, tú me niegas. (Él la
mira. A todos.) Bueno, está bien: yo también los niego; los niego a todos. (A C   ) Te
niego a ti, (A B ) te niego a ti, (A Él) Y, por supuesto, te niego a ti. (A todos.) Estoy
aquí, y los niego a todos ustedes; niego a cada uno de ustedes.
C ¿Así debe ser? ¿Qué pasó con los tiempos felices… los momentos más felices? Yo no
les he vivido todavía, o sí? ¿Todo acabado a los veintiseis? No puedo imaginar eso.
Pasé por alguno, claro, por algunos de los que probablemente serán los momentos
más felices aun cuando llegue al punto en que pueda empezar a pensar en mirar
hacia atrás sin sentirme boba, ¡aunque Dios sabe cuándo será eso! –no sentirme
boba- si acaso. La confirmación, por ejemplo, ese momento maravilloso; el vestido
blanco que hizo mamá, mi hermana toda celosa y excitada, brincando de un lado a
otro y poniéndose de mal humor al mismo tiempo. Pero aun ahora, ven, estoy
recordando, y lo que estoy recordando no tiene que ver con lo que sentí, sino sin o con lo
que recurdo. Dicen que no puedes recordar el dolor. Bueno, quizás tampoco puedas
record
rec ordar
ar el place
placerr -de la mism
mismaa maner
manera,
a, quiero
quiero decir, de la manera en que no
puedes recordar el dolor. Tal vez todo lo que puedes recordar es la memoria de
ello… recordar que lo recuerdas. Yo sé que mis mejores tiempos -¿cómo es? ¿más
felices?- no han pasado todavía. Están por venir. ¿O no? ¿Por favor? Y… y cualquier
mal que venga, cualquier pérdida que venga, ¿no estará todo equilibrado? ¿Por
favor? No soy una tonta, pero hay mucha felicidad en el camino. ¡¿O no la hay?! ¿Y
no está siempre delante? ¿No tengo razón? ¿No la tengo? Quiero decir… ¿a todo lo
largo del camino? ¿No? ¿Por favor?
32
 

Tres mujeres altas 33 Edward Albee

B (Avanza a proscenio hasta donde no está C  -ya sea a la derecha o izquierda-,


dejando libre el centro para  A más tarde. Sacude la cabeza hacia C   , sin ser 
grosera.) Boba, niña boba; nena boba. ¿El tiempo más feliz? Ahora, ahora… por
mucho. Éste debe ser el tiempo más feliz: la mitad de ser adulta ha concluído, lo
que resta está por delante de mí. Suficientemente vieja para ser un poco sabia,
superando el ser realmente tonta… (Un aparte a C .) .) Sin ofender.
C (Mirando de frente: sonrisa tensa.) No hay tal.
B Haber pasado por suficiente mierda como para tener una idea de la mierda que está
por delante, pero muy lejos de sentarme a jugar con ella. Éste tiene que ser el
tiempo más feliz –en teoría, al fin y al cabo. Las cosas se van a mordiscos, claro; tu
deber es estar conciente de eso, también. La madera puede estar podrida bajo tus
pies -aunque conserves tus piernas bien rectas- y estarás hasta el culo de aserrín
y bien podrida antes de que te des cuenta, antes de que puedas decir, “Éste es el
tiempo más feliz”. Bueno, a mí me basta saber que así es la vida, así es la muerte.
Quiero decir, estas cosas pasan,
pasan, pero lo que más mmee gusta de estar donde estoy -y
cincuenta es un pico, en el sentido de montaña.
C (Un aparte.) Cincuenta y dos.
B Sí, lo sé, gracias. Lo que más me gusta de estar donde estoy es que hay mucho por
lo que no tengo que pasar
pasar nunca más
más,, y eso no significa cerr
cerrar
ar nada -para mmí,
í, en
todo caso. Eso abre horizontes enteros –de decadencia, de desuso, peculiares,
¡pero realmetne
realmetne interesant
interesantes!
es! Estar aquí para
parada
da justo en el medio tiene que ser el
tiempo más feliz. Quiero decir, es el único momento en que tienes una vista de
trescientos sesenta grados –ver en todas direcciónes. ¡Guau! ¡Qué vista!
A (Sacude
más feliz ladecabeza; suelta risitas ¿El
todos? ¿Realmente? a Bmomento
y  C .) Sonmásambas
feliz?tan infantiles
(Ahora ¿El momento
al público.) Llegar
al fina
finall de todo
todo,, cr
creo
eo yo
yo,, cuand
cuandoo ta
tant
ntas
as ola
olass prov
provoc
ocan
an qu
quee las
las má
máss gran
grande
dess
desgracias se hundan, dejando espacio para respirar, tiempo para concentrarse en
la mayor desgracia de todas –ese bendito instante- el final de todo. Pasar por todo
ello y salir… no salir más allá de ello, por supuesto, sino algo así como a… un lado.
Nada de ese sinsentido de llegar a “la otra orilla”: sino llegar al punto en que
puedes pensar sobre ti en tercera persona sin estar loca. Me he despertado en la
mañan, y he pensado, “Bueno; ahora ella se está levantando, y ahora ella va a ver
qué le sirve
sirve -los oj
ojos,
os, por ejejemplo”
emplo”-- ¿Puede
¿Puede ver? ¿P ¿Puede!
uede! B Bueno,
ueno, bie
bien,
n, supon
supongo;
go;
tanto mejor. Ahora ella va a probar todas las otras cosas –las articulaciones, la la
cavidad bucal, y ahora va a tner que hacer pipí. ¿Qué es lo que hará, ir por el
andador? ¿Arrastrarse de sillón en sillón, de muro en muro? ¿Va a llamar a alguien
-quien
-qui en sea… la más mínima idea de que podría no haber nadie por ahí, de que ella
no está emitiendo sonido alguno, de que tal vez no está viva –es decir, acaso
alguien
algui en se ha dado cuenta? Yo puedo pensar sobre mí en esa forma forma,, lo que quiere
decir, supongo, que ésa es la forma en que estoy viviendo -fuera de mí, a un lado.
¿Es eso lo que quieren decir con aquello? ¿Esto ¿Estoyy fuera de mí? No lo creo. Creo que
se refieren a otro tipo de placer. Es muy distinto saber que te vas a morir, a saber
que te vas a morir. Lo segundo es mejor; se aleja de lo teórico. Estoy divagando,
¿verdad?
B (Gentil; la cara de frente.) Un poco.
A (A  B.) Bueno, hacemos eso a los noventa, o lo que sea que se supone que tengo.
Quiero
Quier o decir, ¡esta niña pide paz! (Al público otra vez.) Alguna Algunass veces, cuando me
diespierto
diesp ierto y empie
empiezozo a ppensar
ensar aacerca
cerca ddee mí así
así -como ssii estuv
estuviera
iera mmirand
irando-
o- de
veras siento que estoy muerta, pero que sigo adelante al mismo tiempo, y me
pregunto
preg unto si pued
puedee ella habla
hablarr y temo y… y luego me pregunto
pregunto cuál murmurióió -yo, o
aquélla en la que pienso. Es un asunto bastante confuso. Estoy divagando. (Un
gesto para detener a B.) ¡Sí, lo sé! (Al público.) Estaba hablando acerca de… qué;
llegar al final de esto, sí. Entonces. Ahí está.. Ustedes preguntaron, al fin y al cabo.
Ése es el momento más feliz. (A mira a C  y a B , extiende las manos, toma de
ellas.) Cu Cuan
ando
do totodo
do esestá
tá he
hech
cho.
o. Cu
Cuan
andodo nonoss de
dete
tene
nemo
mos.
s. Cu
Cuan
ando
do popode
demo
moss
detenernos.
33
 

Tres mujeres altas 34 Edward Albee

Tres mujeres altas se estrenó en 1994 en el teatro V


Vineyard
ineyard de Nueva
Nueva York bajo la dirección
dirección de Edw
Edward
ard Albee.

34

También podría gustarte