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!)!•; Í.A N O C i l ' l ) \I)

S.\.\ ÜK.NiTü
M ú s i c a de
JoséM' PALAZUELOS.
Germán Mac-Kay, primer actor
americano
El negro Schicoba Ay gue gui
TAS una gran colección de El públi 0 0 a p l a u d í a .
la que van la muestra en aplaudía á r a b i a r ; pero
esas i í u st raciones : ' 'La cuando el alboroto creció
j;uardia nacional", p o l k a
inili'.ar. ¡Qué polkita esta!
LA^ MILLAS BKL PLATA en el gallinero (vulgo ca
zuela), produciéndose aque-
•Con sus redobles de tam- %ui imm.hmí llas interjecciones inconte-
nibles de; ¡Qué picaro ne
bor. Sus toques de corut'- «•í»*ll'l KXTO i*\n.\ .%lll*,%
í a . . . Sus p:iraditas y . . . gro!. . . ¡ Qué atrevido!. . .
" E l 25 de mayo de ,18:;5 ¡ M i r a ! . . . fué cuando Mac-
«n Corr l e n t e s ' ' , marcha l\.i\-. i.'-in u<in,lia íigura Cí^
tamlñén militar, dedicada ruálid:! y largui VLi(dia C(»-
•A\ glorioso C;)innud;inie di' i::o jjá!)ilo de vela, Ui« ex
la Legión, teiii.iUe cor^mi 1 petó, cantando:
•don Juan Bautista Charlo- •'Yo soy \\n negritt), niñas.
ne (con su retrato) . . . Que le gusta fandanguear,
Y á la que le h.tg;) un pi
Y allá iban también val-
ses, mazurkas con ''Sonri-
s a s " , " S u s p i r o s " , "Ori- Bien pronto está colora."
llas del P l a t a " en que no Los aphuisos se rt'dobl-i
se olvidaban los mom;-ntos ron e n t o n c e s con t a l e s
agradables en que Fulani- nuu'.-5tras de at)ro!>ación >•
ta ó Menganita la bailó ó tanto entusiasmo que Mac-
la cantó. . . La carátula del vals brillante «Las orillas del riata)> Kay no se vio jamás ova-
Thomson, el compositor cionado de tal mantra en
Thomson, estuvo mucho tiempo en vo- l:is obras eai que verdaderamente ttu
ga por sus bailables, como Ponsjuan Inijaba con talento, con inspiración.
y otros.. . i-on conocimiento profundo del arte
dramático! . . . #
Los gustos cambiaban y de las
manzas y arias operísticas se pasó Bien, pufs; pero todo lo que llevo
tos tangos I hablado ó escrito, no quiere decir que
La música negra tuvo su gran oxito en mis tiempos dejara de haber taní
ÍJOS almacenes del ramo atestaban sus bien amadores d? ia mtísica por seguir
vidrieras con piezas del género: ' 'Í>I la moda, por más que la música b s
n e g r a " , del malogrado compositor Wi entrara á esos amadores por un oído
íruel Ro.ias; " E l himno d» los n e g r o s " y les saliera por e! otro, como podrín
del mismo; " A y gue g u i " , de la so entrarles el zumbido de un tábano ó
piedad de San Benito (negros por lo li ní:itraea de una chicharra. Lo quf
t a n t o ) : " E l negro Scliicoba", del cé no obstaba para que se ''hicieran
Icbre José M. Palazuelos. . . v e r ' ' aplaudiendo ó d^^saprobando, --•
Este negro se popularizó de una ma según la mona ó el cerdo,—con el más
ñera hárhnra cuando el actor americano perfecto convencimiento aparente de In
Oermán Mac-Kay llegó á representarlo iliie hacían. Recuerdo ahora aquelli;^
«n (.1 escenario del teatro Argentino tertulias en lo de misia Nicostrata,—
(que ya no existe). alia por el barrio del Parque. Todos
1 IMivon que fué ocurrencia la suya! bis sábados, infaltablemente, lloviera ó
Nada menos que un artista de sus cam- no lloviera, empezaba la reunión con
panillas en el género serio; el creador una lotería de cartones, en la que el
de ' 'H:in'lot" en el idioma de Cer- loco Denavente " e t i n t a b a " cada dispa-
vantes; el terrible ' ' G l o c e s t e r " de los i'a'e ! . . .
" H i j o s de E d u a r d o " , el " A n d r é s " Después unas vueltitas al son de un
lie ' 'La Carcajada''. el inter e sa n t e Ployid chillón, " r a s c a d o " por alguno
"Don D i e g o " d ' '"La fl ir di un d í a " de afición.
ilisfra-arsc <lp negro esc;iberi>. vidicu'i. Y dt'spués: — ¡Fulanita, cant!> algo!
zándose á sí mismo c(tn morisquetas de — No se haga de rogar, Fulanita. —
mandinga y con piruetas de payaso. ; Qué ronca ! — ¡Usted nunca está ron-
(-;totando con voz de caña rajada, aque- ca!—Y sobre todo, qué importa :»la he-
llo d e : n-os de disimular.-—Sí, mi hijita,—la
' 'Yo soy \in negrito, niñas, decía e n t o n e s misia Nicostrata en úl-
*^'e iinso siempre por acá. 1 ima insttincia,—canta cualcjuier cosi-
"^ ' ndo plumeros, schicohas ta; una romanza. . . una ópera. , .
Y nadie quiei-e comprar. —•; Sí, sí. que cante una ópera 1
Será porque soy tan negro Y" Fulanita cantaba aquello de: —
Que pasa de rigular ' Cuando salí de la H a b a n a . . . "
Y todTí JUis n i ñ i s juyen Mac-Kay, en el papel de negro
<íue parecen Hsuetás." Schicoba Uafael BARREDA.

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