Está en la página 1de 3

Hidalgo Martínez, Yuriko Alhelí

313301539
Historia del Arte Teatral 7

Reporte: La Profesión de la Señora Warren

En esta ocasión nos encontramos con una muy particular historia escrita por George
Bernard Shaw, donde no sólo se tocan temas controversiales (incluso para nuestros
días), sino que también hallamos en ella, de una forma muy explícita que remite a la
reflexión, la figura de la mujer emancipada inmersa en un realismo crudo y
confrontativo.

En “La profesión de la Señora Warren” es posible encontrar varios elementos que,


en la literatura dramática del siglo XIX, fueron principalmente resaltados por Ibsen, y
no me refiero sólo a los tópicos abordados, sino también a los elementos dramáticos
y demás estructuras. Pese a que el realismo, en términos generales, es parcial y
objetivo en cuanto a los temas que se abordan en dicho movimiento, es complicado
tomar una postura (incluso neutral) con respecto al tema de la prostitución. No
obstante, me parece que Bernard Shaw lo aborda de una impecable forma, pues no
sólo se le deben créditos por el hecho de tocar un tema tan difícil de tratar, sino que
se le debe reconocer la construcción de una trama tan compleja, pero también tan
redonda. Para comprobar esto es preciso recordar que, pese a las propuestas que
recibía Vivie, mismas que no sólo implicaban matrimonio, sino también la promesa
de estabilidad económica y una cuantiosa herencia, ella no dudó tanto en cumplir
sus propios sueños profesionales y laborales. Claro, el golpe final que la llevó a
aferrarse a sus objetivos fue la noticia del oficio de su madre y el hecho de que no
se haya librado de él después de tanto tiempo. Creo que con este final tan
contundente, pero a la vez tan tangible y comprensible, se podría poner en duda si
la obra cumple o no con el tipo de estructura que Ibsen propone, donde no hay un
sentimental final feliz, pues no termina en un suceso particularmente festivo o por el
que se deba recurrir a una explícita celebración. Los últimos momentos de esta
historia nos muestran cómo la decepción embarga a Vivie, cómo muchas de las
personas que creía conocer resultan ser completamente distintas a la concepción
que ella tenía y cómo es orillada a avanzar sola en su vida, sin embargo, es ahí
donde se ilustra su autonomía, el valor de su voluntad y el impacto que puede tener
en la sociedad una mujer emancipada y libre (pero consciente) de su propia
herencia.

Otro aspecto que me ha parecido muy interesante, aunque un poco doloroso, es el


hecho de que Vivie se tiene que enfrentar a situaciones que en el pasado habrían
pasado completamente desapercibidas, o que habrían sido consideradas
completamente normales. Con esto me refiero al interés que Frank tenía sobre el
dinero de Vivie. Después de varios siglos se pone a discusión, de forma muy clara,
que una persona se involucre “sentimentalmente” con otra sólo por el interés
económico. No es que no haya sido importante o escandaloso en otras épocas, sin
embargo, la estabilidad económica que se ofrecía podía ser un factor importante
para que ciertos eventos se llevaran a cabo. Además, de acuerdo con las diversas
descripciones expuestas en esta obra, Frank y Vivie no llevan poco tiempo de
conocerse, al contrario, han convivido un tiempo considerable, por el que no resulta
tan extraño que planeen estar juntos el resto de sus vidas.

El personaje de Frank me ha parecido crucial en esta historia, pues, además del


más obvio, que es el de la señora Warren, Frank es un sujeto en el que se reflejan
muchas de las debilidades y atrevimientos que puede tener una persona con una
situación económica complicada, pero también con una responsabilidad dudosa con
respecto a sus bienes materiales y emocionales. Muestra gran rebeldía y poco
interés por el daño que le puede hacer a las personas, sólo va tras lo que le ayude a
mejorar su economía. Con estas características se cumple un importante punto del
realismo, mismo que afirma que se elimina lo ideal, que se retratan las
problemáticas contemporáneas, los modos de vida y la indiferencia moral. Esto
pone en perspectiva las acciones de los personajes, y permite que se abran los
panoramas en cuanto a su complejidad humana y las posibilidades de reacción.

Finalmente, me remontaré una vez más a las acotaciones marcadas en esta obra.
Las acotaciones de esta obra están tremendamente detalladas, tanto, que me fue
difícil no remitirme a lo cinematográfico, pues con tantas instrucciones, no podía
pensar que todo lo mencionado se acomodara en un escenario teatral. Por otro
lado, es importante mencionar que no todas las aclaraciones realizadas son
referentes a los movimientos o a los objetos encontrados en escena; muchas de las
didascalias marcadas son notas acerca del estado de ánimo de los personajes, sus
reacciones y el sentido que le dan a las respuestas que dan. Es interesante que se
marquen este tipo de elementos, pues, tanto para los lectores como para los
creativos, es más fácil generar mentalmente los escenarios y situaciones, ya que
resulta más sencillo ligarlos con el mundo real.

También podría gustarte