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PROFETAS
C.- A mediados del siglo octavo aparecen los profetas clásicos o escritores.
a.- Ya no son profetas reformadores, sino revolucionarios:
Su palabra pide un cambio radical: las instituciones vigentes
tienen que desaparecer para dar lugar a unas nuevas.
Llamado urgente a la conversión para poder sobrevivir al
desastre que se anuncia.
b.- Por eso, sus palabras revisten el mayor interés (no sus acciones)
y se conservan.
3.- Profetas que actuaron en el reino del Norte en tiempos de Jeroboam II (786-746) y en
el periodo de anarquía que siguió a su muerte.
3.1.- Amós
A.- Periodo difícil
Desde afuera la amenaza asiria que se va acercando a Israel
Dentro: desintegración social y sincretismo religioso.
B.- Amós
Denuncia la injusticia social como consecuencia de la ruptura de la
alianza.
Esa injusticia está conduciendo a un desastre que se perfila con el
avance de los asirios.
3.2.- Profetas del reino del sur en la segunda parte del siglo VIII aC.
A.- Is 1-39: bajo la amenaza asiria
a.- Periodo de actividad: entre el 740 y el 700
B.- Miqueas
a.- Contemporáneo de Oseas e Isaías, le correspondió actuar poco antes
de la caída de Samaria en el 721 y durante los reinados de Ajaz y Ezequías
durante la crisis tremenda efecto de la invasión asiria.
b.- Miqueas debió ser uno de los campesinos que buscaron refugio en
Jerusalén ante el avance de los asirios, pero fueron rechazados y
maltratados.
B.- Vocación
Se suele fechar en el 626 aC.
En ese año Nabopolasar se declaró independiente en Babilonia y comenzó
un nuevo imperio.
El declive de Asiria es total, eso generó el optimismo aprovechado por
Josías para independizarse y realizar una profunda reforma religiosa.
C.- En el 612 cayó Nínive la capital asiria, con lo que Judá lograba la
independencia, pero el entusiasmo duró poco:
Los egipcios salieron en ayuda de los asirios
El faraón egipcio enfrentó a Josías cuando atravesaba el territorio judío,
con el resultado de que Josías murió, y Judá pasó a dominio de Egipto.
c.- Jeremías fue perseguido por los dirigentes políticos y religiosos, por el
pueblo, por sus mismos familiares, por los falsos profetas (cfr Confesiones
de Jeremías)
B.- Su libro:
Muy complicado por los múltiples elementos que lo componen.
Numerosas acciones simbólicas
Primeros elementos de la apocalíptica
C.- Mensaje
Desde el exilio dirige una fuerte denuncia y un llamado a la conversión a
los de Judá.
Su misión fue acompañar a los deportados que iban llegando al exilio.
Su mensaje pretende levantar el ánimo y alentar la esperanza, por eso,
traza un proyecto de restauración de la comunidad judía en Palestina: Ez
40-48
Ese proyecto es el que llevarán los repatriados para ponerlo en práctica: un
proyecto sacerdotal.
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C.- Apocalipsis:
Daniel: es la obra más importante
Elementos de Ezequiel 37-39
Apocalipsis de Isaías 24-28
Zacarías 9-14
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1.5.- Finalmente, a partir del siglo octavo, aparecen unos personajes que, no
contentos con interpelar al pueblo en estilo directo (son revolucionarios que exigen
un cambio total, pues todas las estructuras de Israel están viciadas), como si Dios
hablara directamente por su boca, ponen además por escrito algunos de los
oráculos que acaban de pronunciar.
3.2.- Los profetas fueron la fuerza vital más decisiva, aunque no siempre la más
influyente, del pueblo de Israel, juntamente con los sacerdotes y los sabios:
Por eso, no podemos reconstruir la historia del pueblo israelita marginando
la visión profética de esa historia, si la marginamos, nos quedamos con un
enumerado de acontecimientos, la mayoría de las veces, sin sentido.
Fueron los profetas los que descubrieron que Yahveh tiene su propio plan
que va desarrollando en la historia.
Fueron los profetas de Israel los que supieron dar vida, sentido y
trascendencia a los acontecimientos de cada día, los que revelaron en los
acontecimientos de la historia profana la mano divina que iba
transformándola en historia de salvación.
Los primeros datos, que podemos considerar históricos, se remontan al
tiempo de David, aunque, de manera anticipada se hable de Moisés y de
María, de Débora y Barak como profetas.
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b.- La palabra
En Israel la palabra había sido creativa desde el principio: Dios
dijo…y fue hecho…es una palabra que realiza lo que dice.
A través de Moisés las “palabras” se convierten en mandamientos:
desde ese momento, espíritu y palabra, profetismo y legislación, no
serán sino una misma realidad con distintos matices.
Cuando falte el espíritu sobreabundará hasta el agobio la
legislación; cuando llegue el profeta, sobreabundará el Espíritu y
toda la legislación se resumirá en el amor.
Las palabras de sus profetas, aceptadas o rechazadas, serán
siempre para su pueblo Palabra de Dios.
La palabra de los profetas quedó identificada con la fórmula “así
habla Yahveh”, “palabra de Yahveh…”
C.- Los profetas utilizaron todos los medios de expresión a su alcance para
enfrentarse con las realidades de su tiempo que iban por los caminos de la
Alianza (Dios)
Fue siempre desde la fidelidad a la alianza (fidelidad a Dios) desde
donde enjuiciaron cualquier realidad humana, nacional e
internacional, política o social, individual o colectiva.
Como nada es ajeno a la voluntad de Yahveh, por eso, nada escapa
a la acción del profeta
Su meta era la vida de sus contemporáneos a cualquier nivel y
siempre como expresión de fidelidad o infidelidad a la Alianza.
5.- Resumiendo
5.1.- Los grandes profetas estaban encuadrados en una institución
El comienzo de su ministerio estaba determinado por una experiencia
espiritual, que presenta rasgos bastante uniformes, como se puede ver
por los relatos de Is 6; Jer 1 y Ez 1-3
Y eran reconocidos por una “institución” importante de Judá al lado de
los sacerdotes y los sabios (Jer 18:18)
Isaías habla de discípulos en el sentido estricto de la palabra (Is 8:16),
en Jeremías encontramos a Baruc: esto quiere decir que los profetas
formaban verdaderas escuelas.
5.3.- La predicación profética ha dado lugar a uno de los bloques literarios más
ricos del AT.
No siempre resulta fácil saber hasta dónde llega la actividad literaria del
maestro y dónde empieza la de los discípulos.
Toda esa actividad está contenida en los libros proféticos de nuestras
Biblias.
6.2.- De los profetas anteriores al siglo VIII, que constituyen el llamado profetismo
preclásico, la Biblia (especialmente los libros de Samuel y Reyes) ha conservado
ciertos relatos, unos sueltos y otros agrupados en ciclos. El conjunto de datos nos
permite diferenciar tres modelos proféticos:
A- Profetas individuales, vinculados a la corte y muy cercanos al rey
(incluso pertenecientes a su servicio).
Es el caso de Natán (2 Sam 7:12; 1 R 1); Gad (1 Sam 22:5; 2 Sam
24:11); o Miqueas ben Yimlá (1 R 22),
Que solo intervienen en asuntos relacionados con la política y las
intrigas de palacio.
D.- Entre los profetas post-exílicos solo son identificables Ageo y Zacarías
(autor de Zac 1-8), cuya actuación se mueve dentro de un horizonte
limitado: la restauración del templo.
E.- El Tercer Isaías (Is 56-66), Malaquías y el Segundo Zacarías (Zac 9-14)
Son colecciones de oráculos de tono cultual, apologético y
apocalíptico, detrás de los cuales no se descubre ninguna
personalidad histórica concreta.
No se sabe si Abdías y Joel son escritos proféticos o más bien
textos litúrgicos.
Jonás no es una profecía, sino una parábola de carácter didáctico y
de autor desconocido.
Baruc es una selección de fragmentos de distintas procedencias,
reunidos por un autor-redactor, que poco o nada tiene de profeta
. Finalmente, Daniel entra de lleno en el género apocalíptico.