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Perspectivas
Podemos buscar la respuesta a esta pregunta por dos caminos, dos perspectivas, dos métodos distintos: objetividad y
subjetividad
Ahora describimos cada uno
Objetiva:
Mirada ontológica: que es el hombre.
Mirar al hombre exteriormente.
Mirarnos a nosotros desde afuera
Que el hombre, o nosotros, sea nuestro objeto de estudio. Que miramos, analizamos, juzgamos.
Nos aporta la respuesta a quién somos desde una mirada exterior.
Es la mirada que se adoptó tradicionalmente para hacer antropología
Ejemplos:
Algunos ejemplos de miradas objetivas sobre el hombre que nos dicen algo de quienes somos.
Aristóteles:
Somos un animal racional.
Boecio:
Personas, es decir, una sustancia individual (sustancia primera) de naturaleza racional (lo propio de la persona)
Tomás:
Tres principios:
1. individuación (materia)
2. especificación (forma)
3. Individualización (espíritu creado e infundido). Es lo que nos hace ser únicos e irrepetibles. Lo irreductible.
Persona:
conjunto de relaciones, con el mundo y conmigo mismo.
Teilhard:
Fruto del proceso de personificación del universo. Es decir, todo fue desarrollándose para que surja el hombre.
Según ellos, somos todo esto. Pero, acá no se agota todo lo que somos, y lo otro lo podemos conocer mediante la subjetividad.
Subjetiva:
Que cada uno mire su interior.
Tomando conciencia de nosotros mismos, de nuestro mundo interior: que sabemos, sentimos, pensamientos, recuerdos,
libertad, etc.
Cada vez que decimos yo, experimentamos nuestra subjetividad.
Solo podemos llegar nosotros mismos; exteriormente nadie puede hacerlo, solo podemos conocer las de los demás si nos las
revelan.
Aquí descubrimos nuestra profundidad, nuestro misterio, que no puede ser encerrado en conceptos o definiciones.
Esta capacidad de la conciencia es lo irreductible de nosotros, lo que nos distingue entre nosotros.
Antinomia
Ambas miradas son complementarias: las dos nos aportan lo suyo, y necesitamos de las dos para aproximarnos más a la
respuesta de quién soy yo.
Esto es lo que pasó en la historia de la antropología: primero, objetivismo, y luego apareció el subjetivismo.
Pero puede aparecer un problema si nos quedamos en un extremo o en otro, con una sola perspectiva
Objetivismo:
Si nos quedamos solo con la mirada objetiva, caemos en el objetivismo
Reduccionismo: nos falta la dimensión subjetiva, miramos solo lo que se ve exteriormente, pero nos olvidamos de todo el
mundo interior de nosotros mismo, que objetivamente nunca se puede alcanzar
Al sacar la dimensión subjetiva, lo que nos hace propiamente personas, nos volvemos objetos.
Subjetivismo:
Por otro lado, si nos quedamos solo en lo subjetivo, corremos el riesgo de encerrarnos en nosotros mismos, nos desconectamos
del mundo.
Podemos caer en idealismo: solo ideas.
Se rompe
Por revelar la experiencia
Experiencia
La experiencia es lo que justamente rompe esta antinomia porque se ve objetivamente las experiencias subjetivas que los otros
nos revelan
En la búsqueda de la verdad sobre nosotros mismos, partimos de la experiencia tanto nuestra como de los demás sobre
nosotros.
Escuchando a los otros y compartiendo mis experiencias voy acercándome a la respuesta de quién soy.