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ANÁLISIS CONDUCTUAL

Definición o generalidades de la terapia

El análisis conductual aplicado es la utilización de los principios de la psicología


del aprendizaje, fundamentalmente del aprendizaje operante, a la modificación de
comportamientos humanos de importancia. Los analistas del comportamiento se
centran en la relación observable entre el comportamiento y el entorno. Evaluando
las relaciones entre un comportamiento determinado y el entorno, los métodos de
análisis de conducta pueden ayudar a cambiar el comportamiento. Está
estrechamente relacionado con los campos de la modificación de conducta y de
la ingeniería del comportamiento.

Objetivo de la terapia

En general consiste en sustituir conductas inadecuadas por otras funcionalmente


equivalentes pero más deseables.

Para ello es necesario llevar a cabo en primer lugar el análisis funcional de la


conducta, es decir, determinar las contingencias entre la respuesta, la motivación
para ejecutarla, los estímulos que la anteceden y las consecuencias que la
mantienen.

Proceso de la terapia

El análisis funcional es una herramienta básica en Psicología con la que se indaga


el pasado y las condiciones ambientales y sociales para tratar de entender cómo
surgió un trastorno. Para realizar el análisis funcional de la conducta se plantean
dos tipos de hipótesis.

Hipótesis de origen: se denominan así a las que se centran en cómo se originó el


comportamiento problemático, teniendo en cuenta los elementos presentes en el
momento que surgió el conflicto.

Hipótesis de mantenimiento: para averiguar por qué la actuación persiste hasta el


presente y qué elementos la han reforzado.
Técnicas que utiliza

El análisis conductual aplicado, como sucede con el condicionamiento operante en


general, se basa en gran medida en el concepto del refuerzo, que se define como
el fortalecimiento de una respuesta determinada a causa de que su ejecución
comporta consecuencias positivas (o, dicho de forma más correcta, apetitivas)
para quien la lleva a cabo.

En este marco son fundamentales tanto la retirada de reforzadores contingentes a


conductas no deseadas, a lo cual se denomina “extinción”, como la aplicación de
reforzadores nuevos tras la realización de los comportamientos que se pretende
consolidar. Es preferible que el reforzamiento sea inmediato, pero más allá de esto
lo mejor es individualizarlo.

Caso clínico que ejemplifique la terapia

 1.- DATOS DE FILIACIÓN:


1. NOMBRES: Jimena
2. EDAD: 15 años
3. ESCOLARIDAD: Tercero Básico
4. VIVE CON: Padres y Hermanos
5. Referido por: Voluntad Propia

2.- MOTIVO DE CONSULTA La estudiante se acercó a la atención psicológica por


su voluntad propia manifestando de sus malestares en la cual comento que se
siente culpable de la muerte de su sobrino y que nadie se lo había comentado y
además que mantiene un dolor inmenso por él.
3.- HISTORIA FAMILIAR - HISTORIA PERSONAL Gimena proviene de un hogar
estable está conformado por 4 hermanos (3 hermanos mayores de edad y ella de
15 años, fue un embarazo deseado de parto normal, su desarrollo fue normal, ya
que fue un niña muy querida por sus abuelos y sus padres. Gimena a lo largo de
su vida se ha dedicado de ser una buena hija y aplicada en sus estudios desea ser
una profesional y obtener mejores notas de las clases porque quiere que se
sientan orgullosos de ella. Actualmente presenta con sus malestares que ella es
culpable de la muerte de su sobrino y que no pudo hacer nada para que él
sobreviviera.
4.- IMPRESIÓN DIGNOSTICA SEGÚN EL DSM-V Basándose en los
antecedentes del paciente y pruebas psicológicas realizadas, se podría sugerir
que el paciente de 15 años presenta problemas de duelo o de una crisis.
Trastorno de adaptación: se trata de estados de malestar subjetivo y de
alteraciones emocionales que habitualmente interfieren con el funcionamiento y
actividad sociales, que aparecen en el periodo de adaptación a un cambio
biográfico significativo o a un acontecimiento vital estresante. El agente estresante
puede haber afectado la integridad de la trama social del individuo (experiencias,
separación y duelo) o el amplio sistema de soportes y valores sociales
(emigración, condición de refugiado) o puede haber representado una transición
mayor en el desarrollo o crisis (inicio de la etapa escolar, maternidad o paternidad,
fallo en alcanzar una meta personal preciada y jubilación).
5.- PLAN TERAPEUTICO ESTRATEGIAS
Análisis Conductual. La reestructuración cognitiva y de pensamientos deberá ser
realizada en 5 sesiones. El paciente debe controlar el duelo o la crisis que le está
presentando actualmente por medio de técnicas de relajación.
El paciente identificara la situación malestar Intra-psíquica que afecta su conducta.
Se deben trabajar los pensamientos irracionales que afectan en su vida personal,
ideas irracionales, se deben modificar los pensamientos negativos a positivos.
Debemos enseñarle a que afronte sus miedos y temores paso a paso.
6.- RECOMENDACIONES ADICIONALES
Terapia Familiar: para el proceso del paciente se recomienda acompañamiento
psicológico por tiempo prolongado con 2 sesiones por semana con duración de 45
minutos cada una.
Realizar terapias de relajación: para que logre una visión positiva de su vida y sus
relaciones en entorno familiar y social.
Psicoterapia analítica funcional
Definición o generalidades de la terapia

Psicoterapia Analítico-Funcional (PAF) forma parte del movimiento


denominado Análisis de la Conducta Clínica, así como de la tercera generación de
la terapia de conducta. Su mayor aportación a la terapia de conducta tradicional
consiste en el uso de la relación terapéutica como una manera de promover el
cambio en la conducta del paciente.

Hace que la propia relación entre el cliente y su terapeuta sea un proceso de


cambio. Esto se consigue a través de un análisis individualizado de los problemas
del paciente, especialmente los que ocurren durante la propia terapia, y la
aplicación de intervenciones en vivo dentro de las sesiones de tratamiento. Esta
forma de actuar supone para la terapia de conducta una nueva manera de enfocar
el proceso de tratamiento.

Objetivo de la Terapia
Observar las conductas clínicamente relevantes.
Esta primera guía prescribe la detección de las tres categorías de
comportamientos: tipo 1, 2 y 3 que son relevantes al problema del paciente. Es
labor del terapeuta la realización de un análisis funcional de tales
comportamientos en el sentido de establecer las contingencias que los controlan,
teniendo siempre en cuenta que tales contingencias serán controladas por él
mismo y a su vez su conducta de detectar contingencias será moldeada por la
conducta del paciente.

Favorecer la aparición de Conductas Clínicamente Relevantes


Es éste un nuevo aspecto que requiere de la creatividad del terapeuta. Pueden
realizarse dos consideraciones. En primer lugar, exponer al paciente a situaciones
funcionalmente equivalentes a las que se dan en su vida diaria (por ejemplo, con
la intención de observar su respuesta, comunicarle a un paciente con escasa
asertividad que debido a un imprevisto que no fue posible comentar con
anterioridad el coste de cada sesión va a incrementarse en una cantidad
considerable, ó habrá de reducirse la periodicidad de las sesiones).

Reforzar las Conductas Clínicamente Relevantes

El refuerzo de las CCR2 no se puede hacer de forma indiscriminada. Es necesario


un análisis exhaustivo previo de las condiciones que controlan las CCR. Se
distinguen dos formas en las que el terapeuta puede reforzar la conducta del
cliente: directa e indirecta.

Atender a los efectos potencialmente reforzantes de la conducta del


terapeuta sobre las Conductas Clínicamente Relevantes del paciente.

Esta recomendación es básica al ser la aplicación de los refuerzos dependiente


del modo en que se establezca la relación terapéutica. En el contexto de otros
tratamientos basados en la comunicación se ha propuesto dedicar sesiones,
previas al tratamiento, a convertir al terapeuta en un reforzador generalizado. 

Fomentar descripciones de sus Conductas Clínicamente Relevantes


ajustadas a las contingencias reales.

El terapeuta puede entrenar en el paciente el desarrollo de repertorios que le


permitan poner en relación sus CCR con las circunstancias que los producen y
mantienen, lo cual puede ser una excelente forma de control y aceptación de su
propio comportamiento pudiendo conocer sus emociones como asociadas a
ciertos eventos y no como sucesos caóticos que tienen que padecer.

Proceso de la Terapia

La PAF valora enormemente las oportunidades de aprendizaje in-vivo, es decir, la


aparición real de los problemas del paciente en su interacción con el terapeuta. El
paciente está buscando tratamiento para problemas de la vida diaria, y al hacerlo
actúa del mismo modo disfuncional en el contexto clínico, por tanto el terapeuta
debe estar atento para detectar las conductas clínicamente relevantes. Podemos
distinguir tres tipos de conductas clínicamente relevantes dentro de la terapia.

 Las conductas relevantes tipo 1 (CCR1) son aquellas conductas


relacionadas con el problema que el cliente presenta en la sesión y cuya
frecuencia debe ser reducida a lo largo de la terapia

 Las conductas clínicamente relevantes tipo 2 (CCR2) son las conductas


que ocurren en la sesión y que suponen una mejoría en relación al problema por
el que se acude a consulta.

 Las conductas clínicamente relevantes tipo 3 (CCR3) son las


interpretaciones del cliente sobre su propio comportamiento. Junto a estas
también se incluyen descripciones de la equivalencia funcional que indican
semejanzas entre lo que ocurre en la sesión y su vida diaria.
La PAF emplea varias estrategias terapéuticas. Las tres principales son:
Estar atento a la aparición de CCR, b) provocar CCR y c) reforzar CCR2.

Técnicas que Utiliza

Durante la psicoterapia analítica funcional, la actuación del terapeuta es de gran


importancia y un pilar básico para el buen funcionamiento terapéutico.

En este tipo de terapia el profesional ha de atender a las conductas clínicamente


relevantes que se produzcan durante la sesión, así como trabajar por construir con
el paciente una relación terapéutica positiva que permita en primer lugar que se
expresen las conductas problema e incluso provocarlas deliberadamente en
consulta. 

Ha de ser capaz de ver a través del análisis de las conductas y expresiones qué
es lo que refuerza las conductas des adaptativas y la función que estas tienen
para el paciente, así como qué conductas resultan positivas para producir una
mejora. Asimismo ha de motivar y favorecer que aparezcan conductas que
produzcan una mejoría en dichas conductas, de una forma natural. 
Por último, resulta fundamental generar en el paciente la capacidad de analizar su
propia conducta y visualizar la equivalencia entre sus conductas dentro y fuera de
terapia.

Caso clínico que ejemplifique la terapia

María Mujer de 26 años, estudiante universitaria. Presenta trastornos


emocionales, y problemas de relación con los demás. Diagnosticada como
“trastorno límite de personalidad” por un psiquiatra que la vio anteriormente.

Fue tratada durante más de dos años a través de Activación Conductual, también
se usaron metáforas y ejercicios de ACT.

1. Sintomatología

 Crisis esporádicas (agresividad, autolesiones, llanto, irritabilidad,


pensamientos auto-despreciativos, tristeza, insultos a los demás, a veces
agresividad contra objetos) cuando está sola y siempre desencadenadas
por pensamientos recurrentes sobre su pasado.
 Bajos resultados en los estudios. Le quedan asignaturas de varios cursos.
Aprueba 1 ó 2 asignaturas por curso.
 No tiene trabajo.
 No es independiente, aún vive con su madre.
 Ha tenido múltiples parejas, con problemas y con una duración breve.
 Cuando tiene conflictos con otras personas tiene conductas extrañas,
aislamiento y brotes de agresividad verbal y violencia.
 Tiene pensamientos auto-despreciativos, y pensamientos continuos sobre
su historia, que revive continuamente y le hacen sentir mal. Esos
pensamientos se inician por cualquier detalle después de media hora
pensando en esos recuerdos se pone irritable, furiosa, llora, y agrede a
personas y a objetos.
 Abusa del teléfono e Internet.
 Se da atracones esporádicos de comida.

2. Datos importantes que remarcar


Es una persona con padres separados, tiene una posible historia de maltrato de
su madre, y una mala relación con sus padres ya que tiene grandes conflictos con
la madre.

Vivió una temporada con el padre, mantiene que no le hacía mucho caso, su
historia laboral es muy problemática y decide irse de varios trabajos por problemas
con los compañeros porque, según ella, abusan, critican, menosprecian,
continuamente.

Tiene una historia de varios tratamientos con psiquiatras y psicólogos, Ingreso en


una unidad de tratamientos, posterior a varios episodios agresivos y auto lesivos
en casa con su madre.

Recibe tratamiento farmacológico desde entonces (antidepresivos, somníferos,


antipsicóticos), viene a consulta tras crisis auto lesivo y agresivo.

Tipo de terapia utilizada.

Se realizara para iniciar terapias para obtener los datos de filiación y conocer de
mejor manera la situación de la paciente y con esto poder determinar y definir los
tratamientos que deben ser utilizados para esta terapia en especial.

Luego de esto es necesario conocer el origen de los episodios de violencia que se


desatan contra la madre de la paciente, esto nos ayudara a determinar el rumbo
de la terapia que debemos utilizar ya que debemos lograr que esa relación sea
mejorarla si es necesario o determinar si es conveniente insistir en esta relación
familiar con esto daremos por concluidas las primeras sesiones. Luego de esto
debemos buscar la manera en que la paciente llegue a analizar los problemas que
durante este tiempo ha vivido con su familia es necesario poder realizar una
terapia con el padre de la paciente ya que según dice su historial vivió una época
con el padre que aunque no le obedecía del todo nunca presento conductas
violentas durante su periodo viviendo con él.

Para finalizar la terapia se deben realizar terapias de relajación que nos ayudaran
a poder tener un mejor control sobre los problemas vividos con la paciente sus
cambios de humor y de esta forma lograr una manera de poder controlar los
impulsos violentos que presenta contra sus padres y las personas que la rodean,
es necesario también un reforzamiento conductual y de relajación para poder
enfrentar los problemas laborales que le afectan y le han acarreado problemas
durante su periodo laboral.

Terapia contextual o de aceptación y compromiso


Definición o generalidades de la terapia
Las terapias contextuales o de tercera generación brindan una nueva perspectiva
sobre lo que entendemos sobre trastornos psicológicos y su tratamiento. Aunque
algunos autores señalen que estas terapias son descendencia directa del
conductismo radical de Skinner, aun aceptando la idea como válida, seríamos
demasiado simplistas si redujéramos los postulados de las hijas -terapias de
tercera generación- a los del “padre” -Skinner-. La teoría de los marcos
relacionales (TMR) es uno de los principales puntos en común de todas estas
terapias. Esta teoría parte de los preceptos teóricos de análisis funcional de la
conducta (AFC) enfocada en el lenguaje y la cognición.Otro de sus puntos en
común sería no considerar a los eventos privados y desagradables como
fenómenos a eliminar, ya que conlleva una alta evitación experiencial, con el
precio que impone esta dinámica. La importancia de los valores de la persona
como eje que guíe la intervención terapia varía de una terapia a otra.

Objetivo de la terapia

Eliminar la rigidez psicológica para lo que emplea algunos procedimientos básicos


como la aceptación, estar en el presente, el desarrollo y el compromiso con los
valores propios, el descubrimiento del yo como contexto y la desactivación del
pensamiento.  Se puede decir que la terapia es un procedimiento para incrementar
conductas que hagan probable el contacto con las contingencias ambientales
reforzantes. Estas conductas producirán cambios en los pensamientos, el humor y
la calidad de vida. Se trata de activa a la persona en la medida de sus
posibilidades actuales y de acuerdo con sus intereses y valores.

Proceso de la terapia
Las terapias contextuales o terapias de tercera generación suponen una ruptura
respecto las terapias cognitivas o de segunda generación. Se centran en aceptar y
cambiar la relación que tenemos con nuestros eventos internos (pensamientos,
emociones).

Proponen que el fin no sea suprimir aquellos pensamientos negativos que nos
resulten desagradables, pues aparecen de forma automática y el coste
experiencial es muy alto. La aceptación de los pensamientos y sentamientos
negativos como algo normal en nuestra vida es uno de los objetivos de estas
terapias, algo que les chocará a los pacientes en un primer momento.

Técnicas que utiliza

La ACT se presenta como una alternativa a la psicología tradicional y es un


modelo de psicoterapia que está respaldado científicamente y que utiliza distintas
técnicas:
 paradojas,
 ejercicios experimentales,
 metáforas,
 trabajo con valores personales
 La técnica de la desesperanza creativa de la terapia de aceptación y
compromiso, es un procedimiento adecuado para hacer ver al paciente que
los métodos que está aplicando no son eficaces y que tiene que abrir su
mente a otras alternativas, se trata de hacerle comprender que los intentos
de control no son la solución, sino el problema.

Caso clínico que ejemplifique la terapia

Identificación del paciente

María es una niña de 13 años de edad adoptada en Nepal y llega a Guatemala a


la edad de 11 meses. Tiene un hermano, también adoptado, de 6 años y ambos
padres de 40 años. El nivel sociocultural de la familia es medio-alto y los padres
muestran una relación positiva entre ellos, siendo una familia bien organizada y
unida.
Motivo de consulta
Los padres acuden a consulta derivados por su pediatra por los problemas de
ansiedad de separación y de conducta especialmente durante el último año Estas
dificultades interfieren negativamente en la dinámica familiar, asimismo presenta
problemas de lenguaje.

Historia del problema


Al mes de nacer María ingresa en una institución donde convivía junto con otros
30 niños. A los 9 meses, estuvo con una familia de acogida hasta el momento de
la adopción. Los padres indican que no parecía haber establecido vínculo con una
figura de referencia, ni en el orfanato ni con la familia de acogida. Al llegar a
Guatemala, la exploración médica realizada refleja un buen estado de salud. No
ha sufrido enfermedades relevantes.

Durante su crecimiento, el desarrollo motor fue lento, anduvo a los 18 meses,


actualmente, es ágil tanto en la motricidad fina como en la gruesa. Respecto a los
hábitos de autonomía, fueron adquiridos con normalidad (esfínteres, alimentación,
sueño y vestido). En el área de la comunicación y el lenguaje, en el momento de la
adopción los padres no apreciaban problemas en la comprensión y, a nivel
expresivo, producía vocalizaciones y su evolución fue lenta. Actualmente continúa
con retraso y recibe estimulación en su centro escolar. A lo largo del proceso de
adaptación a la familia presentó problemas de conducta, y actualmente, continúa
manifestándolos, aunque en menor medida: es retadora, se frustra con facilidad y
utiliza el silencio como forma de llamar la atención. A nivel social, la describen
como una niña tímida, retraída, miedosa, meticulosa y ordenada. Los cambios le
cuestan, mostrándose poco flexible. Además, informan de la dificultad para
separarse de la madre limitando la vida social de la niña y de la familia. Ante estas
situaciones la madre se angustia y la atiende y coge en brazos porque atribuye
que su hija "se siente poco querida" tiene "falta de afecto" y "tiene miedo de que la
abandonen".

Fue escolarizada en guardería a los 17 meses con problemas de adaptación,


estableciendo con su profesora un vínculo especial, no separándose de ella
mientras permanecía en la escuela. Con el inicio de Educación Infantil también, a
los 2,9 años, también tardó en adaptarse, llorando de forma persistente durante
los dos primeros meses. Se mostraba inhibida y rehusaba hablar con los
profesores y los niños. Los profesores también atribuían que estos
comportamientos eran debidos a "la necesidad de afecto de la niña".

Tratamiento
La intervención para disminuir la ansiedad por separación, los problemas de
conducta y favorecer el establecimiento del vínculo se llevó a cabo con terapia de
aceptación y compromiso iniciaremos con los padres y de esta forma podremos
conocer las situaciones negativas que están viviendo en la familia, de esta forma
será más fácil trabajar con ellos, es necesario tratar de reforzar la relación con una
figura con quien establecer vínculos afectivos y familiares de esta forma será as
fácil poder trabajar con la niña y poder determinar el curso correcto de su terapia,
se debe trabajar la ansiedad con técnicas de aceptación y de relajación esto nos
ayudara a crear un ambiente correcto para poder trabajar con la niña y poder darle
el seguimiento correcto a su terapia una vez creado el vínculo y mejorado los
ataques de ansiedad para poder tener un control sobre las emociones y
setimentos de nuestra paciente

Terapia de conducta dialéctica


Definición o generalidades de la terapia

La terapia dialéctico conductual (TDC) (Linehan, 1993a, 1993b) es un tratamiento


psicológico desarrollado específicamente para abordar el Trastorno Límite de
Personalidad, especialmente los síntomas de impulsividad e inestabilidad que se
materializan en actos suicidas y parasuicidas. La TDC pertenece a la llamada
tercera generación de terapias psicológicas que, haciendo énfasis en el contexto y
la función, incorporan a los planteamientos conductuales y cognitivos clásicos
conceptos como la atención plena, los valores, o la aceptación. (Hayes, Villate,
Levin y Hildebrandt, 2011).

La TDC tiene una filosofía integradora, combinando elementos cognitivo


conductuales con aproximaciones de aceptación del sufrimiento basadas en
filosofías zen y budistas. El tratamiento original de la TDC, tal como fue
desarrollado por la Dra. Marsha Linehan (1993a, 1993b) y su grupo de
investigación en la Universidad de Washington (EEUU) consiste en un paquete
que incluye psicoterapia individual, entrenamiento en habilidades, atención
telefónica de las crisis y reuniones periódicas de supervisión.

Objetivo de la terapia

Desde la perspectiva de la TDC la disfunción principal de los pacientes límite es la


incapacidad para regular el afecto, incapacidad de la que se derivan la mayor
parte de los síntomas característicos del TLP. En concreto, la TDC actúa sobre
cuatro grupos sintomáticos habitualmente presentes en estos pacientes: confusión
acerca del yo, impulsividad, caos interpersonal e inestabilidad emocional. El
objetivo ayudar al paciente a poner en marcha conductas funcionales y adaptadas,
incluso cuando está experimentando emociones muy intensas. (Lynch, Chapman,
Rosenthal, Kuo y Linehan, 2006). El tratamiento, que tendría al menos dos años
de duración, culminaría cuando el paciente fuera capaz de construir "una vida que
merezca la pena vivir" Las técnicas empleadas incluyen procedimientos de
exposición, moldeamiento, aprendizaje por modelos, rol playing, instrucciones y
autoinstrucciones, refuerzos y feedback y se trabaja fundamentalmente validando
la experiencia emocional del paciente, con una perspectiva no enjuiciadora

Proceso de la terapia

Los pacientes límite tienen un gran número de conductas disfuncionales, muchas


veces peligrosas que, además, suponen un obstáculo importante cuando se
manifiestan en la terapia. En la TDC, por tanto, los objetivos principales se
encaminan a mantener al paciente a salvo y asegurar su implicación en el
tratamiento. Estos objetivos son, por orden de importancia (Linehan 1993a):

1. Reducir las conductas que atentan contra la vida del paciente: intentos de
suicidio, pensamientos suicidas y autoagresiones.

2. Reducir conductas que interfieren gravemente en el tratamiento: no acudir a


terapia, llegar tarde, acudir intoxicado, alejarse de las personas que proporcionan
ayuda, no realizar las tareas terapéuticas o recurrir a la hospitalización como única
forma de manejar una crisis.

3. Reducir conductas que interfieren de forma seria en la calidad de vida: uso de


sustancias, trastornos de alimentación, absentismo laboral o escolar, descuido de
enfermedades, no utilización de la red social de apoyo.

4. Incrementar las estrategias de afrontamiento destinadas a la regulación


emocional: puesta en marcha de habilidades de conciencia, de relación
interpersonal, de manejo emocional y de tolerancia al malestar.

Para determinar el foco de una terapia individual, se comienza evaluando la


presencia o ausencia de estas conductas "objetivo" en la semana previa, y
analizando los estímulos internos o externos que preceden y siguen a esas
conductas objetivo. Descubrir las variables asociadas con esta conducta
disfuncional determina a su vez qué conductas adaptativas alternativas deben ser
integradas en el repertorio del paciente. Una vez se obtiene el repertorio de estas
conductas, se comienza trabajando con aquéllas que resultan un problema tanto
dentro de la sesión como fuera, como una forma de tratar los problemas en el
presente. Así, el terapeuta dialéctico conductual puede analizar las reacciones
emocionales exageradas del paciente basándose en las que éste exhibe en
consulta.

Técnicas que utiliza

1. La dialéctica: el terapeuta TDC constantemente busca el equilibrio entre


tensiones, la síntesis de los opuestos (por ejemplo: aceptación vs. cambio, énfasis
en los déficit vs énfasis en las fortalezas). Se busca, precisamente, que el paciente
abandone el pensamiento dicotómico, aceptando que la realidad compleja y con
múltiples contradicciones, y que el cambio es el estado natural.

2. La validación: es uno de los pilares fundamentales del tratamiento. El terapeuta


se esforzará en transmitir a los pacientes que sus respuestas tienen sentido en su
contexto. La validación se transmite mostrando un interés genuino por el paciente
y manifestando interés y reflexión sobre lo que cuenta.

3. El énfasis en la solución de problemas: como complemento de la validación y


aceptación, el terapeuta considerara todos los síntomas, incluso aquellos graves
como las agresiones y los intentos de suicidio, como un problema a resolver.

4. La comunicación empática e irreverente: la TDC combina una actitud realista,


irreverente y paradójica frente a las conductas disfuncionales, por ejemplo las para
suicidas, con una notable calidez, flexibilidad, atención cercana y autor revelación
estratégica por parte del terapeuta.

Caso clínico que ejemplifique la terapia

Mujer de 30 años. La cuarta de 6 hermanos. Soltera, reside con sus padres, 4


hermanos, 1 sobrino y la abuela materna. Inactiva laboralmente. Percibe una
pensión de la seguridad social.

Antecedentes personales: Desde su primera infancia presenta problemas de


relación con los demás; sólo hablaba (con monosílabos) con personas de su
entorno familiar; en el colegio nulas relaciones con los compañeros. Presentaba
conductas de evitación de las relaciones sociales "cuando entraba alguien de
fuera a mi casa me escondía debajo de la cama". Mantenía pensamientos de ser
mala y querer morirse. Escaso rendimiento escolar.

A los 8 años pasaba largos ratos mirando al sol "porque quería quedarme ciega
para no ver a la gente porque me daban miedo".
A los 11 años pensamientos de ahorcarse con fuertes deseos de muerte. Se veía
distinta a las demás y pensaba que no era de este mundo, que era
"extraterrestre".

A los 13 años sufrió varios meses amenorrea estando convencida de estar


embarazada de su padre, pues coincidió con el último embarazo de la madre
quien le explicó que cuando una está embarazada no tiene la regla y que el bebé
era de su marido, aplicándose para ella misma ambas explicaciones.

Abandona los estudios con 16 años comenzando a trabajar en una carpintería


donde permanece un año y en la que sufre abuso sexual por parte del jefe, hecho
que nunca denunció ni confesó a los padres. Ante este hecho reaccionó huyendo
del domicilio familiar durante 12 dias. Fue encontrada por la policia en Sevilla,
apareciendo mutista y asustada. El verdadero motivo no llegó a ser conocido por
la policia ni por la familia.

Posteriormente trabajó durante otro año y medio en otra carpintería que abandonó
por sugerirle los encargados que necesitaba atención psiquiátrica por presentar
conductas de evitación, aislamiento y mutismo.

Historia de la enfermedad: La paciente consulta por primera vez en agosto de


1989, a los 17 años, tras sobreingesta medicamentosa con intención autolítica.
Según la familia sufre intentos de suicidio desde los 14 años lo que ha motivado
frecuentes consultas en Urgencias. Fue diagnosticada de T. Límite de la
personalidad y Fobia social. Presentaba conductas de evitación y escape ante
relaciones sociales, incapacidad de mirar a los ojos, convencimiento de que los
demás se rien de ella porque es "mala". Consumo excesivo de alcohol, frecuentes
conductas impulsivas auto y heteroagresivas, ánimo bajo, gran ansiedad.
Homosexualidad egodistónica. Temporadas de anorexia restrictiva y otras con
episodios bulímicos con vómitos autoprovocados.

A lo largo de la historia de su enfermedad ha tenido 4 ingresos al hospital con


tiempos de ingreso largos (3-4 meses). Las hospitalizaciones han sido causadas
por intentos de suicidio mediante intoxicación medicamentosa y etílica,
pensamientos obsesivos de "soy mala, me quiero morir" asociados a conductas
autolesivas y conductas heteroagresivas con aparente descontrol de impulsos.

Ultimo ingreso en Unidad de Agudos desde Octubre del 99 hasta su traslado a la


Comunidad Terapéutica en Febrero de 2000, durante éste realizó varios intentos
de autolisis y presentaba pensamientos recurrentes de ser mala, deseos de
muerte, tristeza, anorexia, intenso retraimiento social, importante agitación
psicomotríz y acatisia en bipedestación y sentada. Desbordamiento familiar.

Terapia

Una de las cuestiones a decidir en la valoración inicial de los pacientes con


trastorno de personalidad limite, es el marco o contexto de tratamiento; propone
tres niveles de cuidados con indicaciones específicas: hospitalización parcial,
hospitalización breve y hospitalización prolongada. Las indicaciones para esta
última incluyen: riesgo de suicidio y conductas autodestructivas severas, presencia
de un trastorno de eje I resistente y que supone un riesgo potencial para la vida
(trastorno alimentario o trastorno del ánimo), presencia de abuso de sustancia
resistente al tratamiento ambulatorio o de hospitalización parcial, continuo riesgo
de agresiones a terceros, y síntomas con la gravedad suficiente como para
interferir en su funcionamiento laboral, familiar y que no responden a otro marco
de tratamiento.

Maxwell Jones definió en 1962 "una comunidad terapéutica distinguiéndola de


otros centros de tratamiento por la forma en que el total de los recursos de la
institución, tanto equipo como pacientes, se abocan autoconscientemente a la
tarea de llevar adelante el tratamiento".

Aunque no existe un modelo claro de comunidad terapéutica, Clark (6) establece


ciertas características que se han observado en la mayoría de ellas:
1-Libertad para comunicarse: esfuerzo constante para abrir canales de
comunicación y liberar los bloqueos.

2-Análisis de todos los sucesos en la comunidad terapéutica en función de la


dinámica individual e interpersonal.

3-Provisión de experiencias de aprendizaje.

4-Achatamiento de la pirámide de autoridad. La comunicación abierta elimina


muchos de los estratos jerárquicos que dificultan el trabajo en otro tipo de
unidades.

5-Examen de rol. El examen de lo que se hace, el por qué y cómo afecta a otros,
lleva a una continua evaluación y modificación de la manera de trabajar. Esto
puede conllevar cierto desdibujamiento de roles.

6-Reunión de comunidad. Es el lugar fundamental de debate de todos los


procesos antes comentados. Es la característica fundamental de la comunidad
terapéutica.

Creemos que unidades de este tipo pueden ofrecer un tratamiento adecuado a


personas con este tipo de trastornos por varios motivos:

-Proveer un ambiente de contención tan necesario, teniendo en cuenta que el


Trastorno Límite de la Personalidad tiene una incidencia de suicidio del 9%,
comparable con el riesgo de suicidio en la Esquizofrenia (7).

-La oportunidad de un tratamiento combinado, multiprofesional y de larga


duración; cómo mínimo un año de tratamiento parece necesario en estos cuadros
(4) (7).

Si pensamos en la cuestión costo-beneficio de este tipo de intervenciones, no


podemos olvidar que este tipo de pacientes hacen un gasto excesivo de recursos
de urgencias y de hospitalizaciones en unidades de agudos.
Para finalizar, comentar que nuestra paciente continúa, tras dos años, en la
comunidad terapéutica y su evolución sigue siendo positiva aunque irregular. Su
sintomatología continuamente cambiante y con reagudizaciones frecuentes, y los
interminables conflictos que provoca en la comunidad, supone un continuo reto
para todos nosotros.

Terapia integral de pareja


Definición o generalidades de la terapia

La Terapia Integral de Pareja (TIP), también llamada Terapia Integral Conductual


de Pareja (TICP), fue desarrollada por Jacobson y Christensen (1998), y supone
una evolución de la terapia de pareja tradicional. Concretamente, estos autores la
bautizaron como Terapia Conductual Integrativa de Pareja. Jacobson y
Christensen observaron que las terapias tradicionales de pareja, centradas en
promover un cambio en los miembros de la pareja, producían resultados
terapéuticos positivos sólo en un 50% de las parejas. Estas terapias tradicionales
utilizaban estrategias de intercambio conductual positivo y un entrenamiento en
resolución de problemas y de comunicación. Los autores apostaron por un modelo
nuevo de terapia de pareja, la Terapia Integral de Pareja, que además de incluir
todo lo anterior, introducía un elemento nuevo: la aceptación emocional del otro.

Objetivo de la terapia

Este tipo de terapia se basa en la idea de que las diferencias entre los miembros
de la pareja no tienen por qué ser obstáculos en la relación. Estas diferencias,
además, no tienen por qué ser intolerables. Por otro lado, aceptar al otro será un
paso importante durante la terapia, que se conseguirá cuando la persona deje de
luchar por cambiar a la otra persona o por conseguir que sea como ella desea.
La Terapia Integral de Pareja, además, considera importante visualizar los
conflictos de la relación como posibilidades para fomentar la intimidad entre la
pareja. Como uno de los elementos centrales de la Terapia Integral de Pareja
encontramos los reforzadores naturales de la pareja, es decir, aquellas cosas o
aspectos de la propia relación que producen bienestar y placer en la pareja.

Dichos reforzadores se pueden encontrar en el día a día de la pareja, en su


contexto y en su comunicación, y favorecen la empatía entre los miembros de la
pareja, aumentando el bienestar dentro de la relación. Por su parte, la empatía
también es otro de los elementos centrales de la Terapia Integral de Pareja, y es
utilizada como herramienta de aceptación y de cambio.

Proceso de la terapia

En primer lugar el terapeuta intenta generar y compartir una “formulación”, es


decir, una explicación de por qué la pareja ha llegado a la situación actual,
basándose en la evaluación de múltiples dimensiones durante las primeras
entrevistas. La formulación tiene como finalidad proveer una idea organizadora de
la situación de la pareja. Una formulación en IBCT tiene tres componentes:

El tema: El tema representa funciones comunes en una amplia gama de


conductas problemáticas en una pareja; es decir, el tema resume cuál es el eje del
conflicto en esa pareja. Por ejemplo, algunos temas que organizan los conflictos
en una pareja son “cercanía-distancia”, en donde el foco de conflicto reside en que
uno de los miembros busca cercanía y el otro busca autonomía, o bien “control-
responsabilidad”, o “artista vs científico”, “convencionalidad-no convencionalidad”,
entre varios otros.

El terapeuta intenta generar y compartir una “formulación”, es decir, una


explicación de por qué la pareja ha llegado a la situación actual

El segundo punto de la formulación es la polarización. Ésta se refiere a cómo los


intentos de lidiar con las diferencias que surgen a partir del tema llevan a que las
posiciones se extremen y las diferencias se exacerben. Por ejemplo, frente a un
tema de cercanía-distancia, el proceso de polarización podría ser que uno de los
miembros se acerca buscando cercanía, el otro se aleja buscando distancia, que a
su vez genera que el otro miembro busque cercanía, etc.

El último punto que se incluye en la formulación es la trampa mutua: se denomina


así al resultado del proceso de polarización, y se refiere a la experiencia privada
de cada uno de los miembros de la pareja de sentirse atascado y
desesperanzado, una experiencia que puede describirse aproximadamente así:
“He hecho todo lo que pude pensar para cambiar a esta persona. Y aun así,
cuanto más lo intento, peor se ponen las cosas. Pero no sé qué otra cosa hacer.
Si me rindo, la relación está condenada a ser de una manera que no quiero.

Técnicas que utiliza

Evaluar la línea de vida de la pareja.


Conociendo la evolución de la relación podremos identificar sus vulnerabilidades y
fortalezas así como la dinámica de las interacciones de pareja.   Esta información
nos permitirá aplicar las técnicas para terapia de pareja adecuadas al caso
concreto.
Hablar con mi pareja de la relación.
Es saludable hablar con tu pareja en momentos tranquilos de las cosas que van
bien (para reforzarlas) y las dificultades (para buscar soluciones).  Además, de
esta forma seremos conscientes de que el mantenimiento de una pareja saludable
requiere atención y esfuerzo.
Aprender a hacer críticas y escuchar en una discusión.
Es fundamental transmitir lo que no nos gusta de forma adecuada y sin gritar ni
faltarse al respeto. Una de las técnicas para terapia de pareja más enseñadas es
cómo realizar una buena crítica que os ayude a alcanzar acuerdos.
Elegir bien el momento de hablar con la pareja.
Es importante que no estemos ansiosos ni activados, en esos estados escuchar al
otro y llegar a acuerdos no es posible.
Aprender a ponerse en el lugar de la pareja: ejercicio de empatía.
Nos permite poner en contexto su forma de actuar, entender las necesidades de la
pareja y facilita llegar a acuerdos y puntos intermedios. Este aprendizaje no es
exclusivo de las técnicas para terapia de pareja, resulta útil para todas las
relaciones con otros.
Aprender a parar de discutir.
Si el momento que elegimos para resolver el problema no es el adecuado y se
desencadena una discusión, es importante detectar la escalada de la ira para
frenarlo. En un primer momento puede ser necesario salir de la situación tanto
física como mentalmente, siempre habiendo llegado a este acuerdo previamente
con la pareja.
Caso clínico que ejemplifique la terapia

PROCESO TERAPÉUTICO 
Motivo de consulta
La pareja refiere llevarse muy bien, pero en ocasiones discuten por cosas
insignificantes o por situaciones ajenas a su relación. No quieren que esto llegue a
salir de su control, por lo que quieren aprender a comunicarse mejor y a resolver
de forma sana sus diferencias.
Problemas referidos por la pareja
El problema que afecta directamente a la pareja, es que hay ocasiones en que
alguno de los dos se siente molesto y no saben cómo expresarlo de forma asertiva
y actúa impulsivamente ante algún comentario de su pareja. Suelen ser hostiles y
poco tolerantes ante el otro. Esta situación no siempre está presente, sin embargo
no quieren que esta condición crezca y/o salga del control y pueda terminar con su
relación.
La pareja refiere que por el momento se están organizando para restablecer su
relación, viven en casa de la madre de M. A., lo cual es muy benéfico para todos,
por cuestiones laborales. La madre de M. A. acepta muy bien a L. y le da consejos
en cuanto a sus estudios y trabajo. L. decidió dejar a su familia de origen ya que
existen muchos problemas tanto en relación, como económicos. Ella ha sido
violentada emocionalmente por su madre y una de sus hermanas; considera que
por parte de su familia de origen no recibe apoyo de ninguna forma, sintiéndose
cobijada y entendida por la familia de M. A.
M. A. se dedica laboralmente a la empresa de su madre (imprenta), además de
ser estudiante del cuarto semestre de la licenciatura, L. apoya laboralmente en
esta empresa, además de haber iniciado estudios como estilista, siendo sus
planes poner su propia empresa que le proporcione los recursos suficientes para
continuar sus estudios para Chef.
Refieren no tener hijos y en este momento no los desean aun.
Problemas observados por el equipo terapéutico
A pesar de ser una pareja muy joven, se observan comprometidos y maduros, lo
que les da recursos para avanzar tanto en forma individual como en pareja. El
equipo considera que L. ha elegido no sólo una pareja, sino también una familia
que le proporciona los elementos para crecer y desarrollarse en todos los
aspectos. Durante la entrevista  M. A. refiere no tener más hermanos o hermanas,
por lo que es muy probable que entre la madre de M. A. y L. se ha creado un gran
vínculo afectivo, lo que beneficia a la pareja, en este momento de su vida.
Cambio mínimo esperado durante el contrato
Que la pareja aprenda a comunicarse asertivamente y sin violencia
Que cada uno identifique su participación en el desarrollo de la situación que están
viviendo
Que identifiquen y retroalimenten las cualidades positivas de cada uno para
fortalecer su relación
Métodos y técnicas
Terapia breve con enfoque sistémico, en donde se hizo uso de técnicas con
enfoque integrativo, tanto de forma individual como en pareja. Algunos ejercicios
se trabajaron durante las sesiones y otros fueron actividades en casa.
Logros terapéuticos
Durante el proceso de las 8 sesiones la pareja:
Aprendió a comunicarse asertivamente
Cada uno identifico sus conductas que incrementaban la mutua violencia
emocional
Logró hacer un manejo asertivo de sus emociones
Su relación se fortaleció considerablemente
Al final del proceso terapéutico consideraron necesario tomar terapia de forma
individual.
Observaciones del terapeuta
El trabajo terapéutico con esta pareja fue relativamente sencillo, favorecido por los
recursos personales de cada uno, junto con el compromiso y deseo de estar con
su pareja.
Aspectos a considerar
Es relevante considerar varios aspectos para la efectividad  en este proceso:
La juventud de cada uno de la pareja
El grado de escolaridad
El plan de vida de cada uno y como pareja
El contexto socio-familiar
La frescura y sencillez como abordaron su situación, el autoconcepto y deseo de
trascendencia.

Terapia cognitiva basada en mindfulness


Definición o generalidades de la terapia

Existen distintos programas de Mindfulness. Uno de ellos es el MBCT de


Zindel Segal, Mark Williams y John Teasdale, que fue originalmente
desarrollado como un programa de tratamiento para el estrés emocional
y la ansiedad, y como un programa de prevención de recaídas en
pacientes con depresión.

El programa combina la meditación Mindfulness con la adquisición de


habilidades prácticas que caracterizan a la terapia cognitiva, como la
interrupción de patrones de pensamiento que conducen a estados
depresivos o ansiosos.
Objetivo de la terapia
La autocompasión es uno de los pilares básicos del Mindfulness, e implica ser
cálido y compasivo hacia uno mismo. Hace referencia a la aceptación de la
manera de ser y de los pensamientos y las emociones que surgen de nosotros
mismo sin juzgarlos ni criticarlos.

El Mindfulness es útil en el contexto actual porque te reeduca. Vivimos inmersos


en una cultura y una sociedad en la que triunfan los valores capitalistas y de
consumo: el dinero o la imagen tienen más valor que los propios seres humanos.
En este entorno, todo tiene un precio, ya sea la dignidad, el amor propio, el orgullo
o el honor, todo se convierte en mercancía, incluso las relaciones interpersonales.
El Mindfulness ayuda a encontrarse de nuevo con uno mismo, lejos de la
influencia y la presión de esta sociedad que perjudica seriamente el equilibrio
emocional.
Proceso de la terapia

Son varios los estudios que se han llevado a cabo para probar la efectividad de
este tratamiento. Los resultados muestran que la gran mayoría de personas que
utilizan este programa mejoran su calidad de vida y experimentan menos
depresión, ansiedad y estrés emocional.

Para beneficiarse de los beneficios de este tratamiento, se recomienda la práctica


diaria de meditación al menos durante ocho semanas. La Terapia Cognitiva
Basada en Mindfulness incluye el scanner corporal, estiramientos Mindfulness,
algunos ejercicios de yoga, respiración Mindfulness y otros ejercicios prácticos de
Atención plena.

Técnicas que utiliza

1. Atención al momento presente: Centrarse en el momento presente en lugar de


estar pendiente del pasado (rumiaciones) o del futuro (expectativas, deseos y
temores). Existen opiniones divergentes entre si la atención se debe dirigir a los
procesos internos o a los eventos de la vida diaria. Sin embargo es posible
compatibilizar estos planteamientos divergentes. Mientras se medita, se puede atender
los propios procesos internos y, en la vida cotidiana, centrarse en la tarea que se está
realizando.

2. Apertura a la experiencia: Capacidad de observar la experiencia sin interponer el


filtro de las propias creencias. En otras palabras observar la experiencia como si fuera
la primera vez, cualidad que en el Zen se denomina "mente de principiante". También
implica apertura a la experiencia negativa y observar lo que ocurre con curiosidad.

3. Aceptación: Se puede definir aceptación como, experimentar los eventos


plenamente y sin defensas, tal y como son. También como el no oponer resistencia al
fluir de la vida (8). Las personas incurren en conductas desadaptativas en un intento
de evitar experiencias displacenteras. En la medida en que puedan aceptar que esas
experiencias son ocasionales y limitadas en el tiempo, no necesitaran recurrir a tales
conductas.

4. Dejar pasar: Consiste en desprenderse, desapegarse de algo a lo que nos


aferrábamos. Una de las características de nuestro yo es procurar atesorar cosas,
relaciones, poder, dinero. Se cree erróneamente, que cuanto más posea, cuanto más
se controle, cuanto más se consiga, más feliz se será. El afán de aferrarse choca con
una característica básica de la realidad que es la temporalidad de las cosas. Nada en el
mundo material es estable durante mucho tiempo, todo persiste un cierto tiempo y
luego desaparece.

5. Intención: Es lo que cada persona persigue cuando practica mindfulness. Esto


podría sonar contradictorio con una de las actitudes del mindfulness que es el no
esforzarse por conseguir ningún propósito. Cuando se está meditando no se debe
tratar de conseguir ningún propósito inmediato, simplemente hay que participar con
conciencia plena de lo que se está haciendo. Sin embargo también hay que tener un
propósito, un objetivo personal para movernos hacia ese propósito

Caso clínico que ejemplifique la terapia

El caso clínico descrito se refiere a una mujer de 51 años, que actualmente


convive con su marido y su hija pequeña. La paciente presenta síntomas
recurrentes de depresión; ánimo triste, desmotivación y una reducción de
actividades que antes le resultaban placenteras, así como abuso de alcohol. Tras
dos ingresos por intentos de suicidio, comienza un tratamiento en psiquiatría,
donde es diagnosticada de abuso de alcohol y Trastorno Mixto de Ansiedad y
Depresión. Tras mejorar gracias a la medicación es dada de alta. Recae unos
meses después de dejar la medicación, momento en el que es derivada a
psicología, donde comienza un tratamiento a partir de la Terapia de Aceptación y
Compromiso complementado con técnicas de Mindfulness. Las técnicas de
evaluación empleadas fueron la entrevista clínica, el análisis funcional y el
Cuestionario de Malestar y Acciones Valiosas. Los objetivos del tratamiento fueron
la disminución de las conductas problema, que se refieren a un intento de control
de las emociones negativas, incrementar la aceptación y el distanciamiento de
dichas emociones, así como el establecimiento de un compromiso por parte de la
paciente con sus valores. Se trabajó la discriminación de las emociones a partir de
técnicas de exposición y mindfulness, el distanciamiento mediante técnicas de
difusión y se emplearon diferentes metáforas para la clarificación de valores y
mostrar el problema del control emocional.
Tratamiento
El tratamiento se compuso de 8 sesiones de 40 minutos; las 4 primeras con una
frecuencia semanal y las 4 últimas con una frecuencia quincenal. Los registros
semanales muestran un incremento de actividades placenteras dirigidas a valores
y una disminución del intento persistente por controlar los eventos privados
negativos, incrementándose la aceptación de los mismos.

Terapia de activación conductual


Definición o generalidades de la terapia

La Activación Conductual (AC) es una nueva terapia para la depresión


desarrollada sobre bases contextuales y funcionales. La AC sostiene que el
contexto explica más eficientemente la depresión y es también el lugar más
adecuado para llevar a cabo una terapia eficaz que los supuestos factores
internos, fueran éstos neurobiológicos (típicamente ‘desequilibrios químicos’) o
psicológicos (por ejemplo, ‘esquemas cognitivos’). Asimismo, la AC sostiene que
las conductas que caracterizan a las personas deprimidas juegan un papel
significativo en la depresión, en vez de ser meramente síntomas de un cuadro.

Objetivo de la terapia

Concebida la depresión en esta perspectiva, la AC trata de reponer a la persona


cara a la vida, poniéndola en contacto con las condiciones que pudieran reordenar
el dis-order o trastorno dado. Trata de ‘poner a funcionar’ o, como sugiere su
propio nombre, ‘activar’ a la persona a pesar de estar (todavía) deprimida, como
paso para dejar de estarlo. Más técnicamente, se puede decir que la AC es un
procedimiento que enfatiza los intentos sistemáticos en incrementar conductas
que hagan probable el contacto con las contingencias ambientales reforzantes y
produzcan, a su vez, cambios en los pensamientos, el humor y la calidad de vida.
Naturalmente, se trata de ‘activar’ a la persona en la medida de sus posibilidades
actuales y de acuerdo con sus intereses y valores.

Proceso de la terapia

El programa de la TCBAP consiste en un grupo de intervención que tiene una


duración de ocho semanas. Durante ese tiempo hay un curso semanal que dura
dos horas, y a partir de la quinta semana se imparte una clase de un día entero,
sin embargo, la práctica se hace fuera de clases ya que el participante hace
meditaciones guiadas y trata de aplicar el Mindfulness en su vida cotidiana.

La prioridad de la TCBAP es que las personas aprendan a poner atención o


concentrarse en cada momento de su vida sin emitir juicios. A través del
Minfulness, las personas pueden reconocer que aferrarse a algunos sentimientos
daña su salud mental. Cabe mencionar que Fulton y otros autores pensaron que el
Mindfulness puede ser usado durante sesiones de terapia.

La TCBAP está diseñada específicamente para aquellos con riesgo de recaer en


depresión. Durante este programa, los pacientes aprenden habilidades de gestión
mental relacionadas con la conciencia metacognitiva, a aceptar pensamientos
negativos y a responder correctamente a estímulos. Asimismo, aprenden a
descentrar los pensamientos y sentimientos negativos para que la mente pase de
pensamientos automáticos a un procesamiento emocional consciente. La TCBAP
puede ser una alternativa del tratamiento antidepresivo de mantenimiento, aunque
puede que no sea tan eficaz

Técnicas que utiliza

Caso clínico que ejemplifique la terapia

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