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CUI:20193604
DOCENTE
FACULTAD DE DERECHO
PERÚ, 2020
RESUMEN
ABSTRAC
“1.- El ingreso a las entidades del Sector Público se realiza a través de un concurso
público en estricto cumplimiento de las normas legales, reglamentarias y
complementarias vigentes, que regulan la contratación de personal, así como las
normas de ingreso de personal de cada Sector.”
Como sabemos que el dispositivo normativo sub examine se expidió en observancia del
artículo 135 de la Constitución Política de 1993, dado que el Congreso fue disuelto por el
presidente de la república el 30 de septiembre de 2019, por lo que, en ese interregno
parlamentario, el Poder Ejecutivo legislaba a través de decretos de urgencia. Tal escenario fue
propicio para caer en abusos al no existir un control de legalidad y constitucionalidad pleno; sin
embargo, la mayoría guardaba la ilusión de que el accionar del Gobierno de turno sea conforme a
derecho, pero, como ya veremos, eso no sucedió; de hecho, el nuevo Parlamento tenía en agenda
revisar el Decreto de Urgencia 016-2020 hasta que el Covid-19 ingresó a nuestras vidas.
Después de todos esto El Pleno del Congreso derogó, por mayoría, diversos artículos,
entre ellos el artículo 2, del Decreto de Urgencia 016-2020 que el Poder Ejecutivo promulgó
durante el interregno parlamentario con la finalidad de establecer medidas en materia de los
recursos humanos del sector público. Obtuvo, en primera votación, 107 votos a favor, siete en
contra y una abstención. Inmediatamente, fue exonerado de segunda votación por 109 votos a
favor, 7 en contra y 1 abstención.
Derogando así diversos artículos entre ellos el debido a la emisión del Decreto de
Urgencia N.° 016-2020 para casos relacionados al sector público, con independencia del régimen
laboral que se encuentre en discusión, ya no se encontrarían sujetos a criterios de interpretación o
integración normativa en contraposición de otros valores o axiomas que conforman nuestro
ordenamiento jurídico. Puesto que, tanto desde un aspecto convencional como constitucional,
resulta válido que una norma con rango de ley establezca textualmente la debida protección ante
el despido arbitrario o similar, siendo legítimo que se determine legalmente la indemnización.
Bajo dicho escenario resulta legítimo concluir que un trato diferenciado es convencional
y constitucionalmente válido para efectos de nuestro sistema jurídico, si se cuenta con razones
objetivas que permitan determinar diferencias en el caso en particular. Para el presente caso,
corresponde tener en cuenta el régimen laboral al que están sujetos los trabajadores del sector
público, considerando que en el espectro de dicho sector existe una amplia gama de regímenes
laborales que otorgan diversas condiciones y criterios objetivos diferenciadores sobre los
trabajadores del sector privado; por otro lado y aún más importante, resulta ser el sustento que
dio vida a esta iniciativa legislativa: regular adecuadamente el ingreso a la función pública,
basándose en estándares como: profesionalismo en el servicio civil, meritocracia, igualdad,
disciplina administrativa, gestión adecuada y equilibrio presupuestario, con la finalidad de que
las entidades públicas brinden un servicio eficaz y eficiente.
En ese sentido, tales principios podrían ceder únicamente ante aquellos supuestos en los
que los trabajadores del sector público pretendan, vía judicial, una reposición o reincorporación
laboral a plazo indeterminado; manteniéndose la normal aplicación de los referidos principios
con los trabajadores pertenecientes al sector privado y para los trabajadores del sector público en
los demás supuestos que difieran de los antes mencionados, pero sin dejar de reconocer una
debida protección ante el despido arbitrario o similar.
La experiencia de un gran porcentaje de empleados públicos, abarca dos cosas, la primera
que la situación laboral en Perú es compleja, y contar con un empleo de carrera administrativa es
una “bendición” una “suerte”, ya que garantiza estabilidad que muchos otros empleos no
garantizan, y la segunda es la contraparte, que resalta la inconformidad de los funcionarios de
carrera administrativa, en cuanto a:
• Bajos salarios
• Funciones teóricas diferentes a las reales
• Dificultad de ascenso
Este principio indica que, si desde un inicio se estableció el criterio del régimen más
favorable para el trabajador, esta debe entenderse como regla general al derecho del trabajo,
punto contrario a la jurisprudencia ya establecida por el Tribunal Constitucional respecto del
ingreso por mandato judicial a las entidades del sector público.
Mohamed Bedjanui “Por una carta mundial de trabajo humano y de la justicia social,
BIT, 75º Aniv., Ginebra, 1994, p.28