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III JORNADAS DE FILOSOFÍA POLÍTICA: JUSTICIA, EQUIDAD E IGUALDAD, Mar del Plata, Argentina, 24-26 junio 2010

Consideraciones antropológicas (desde el homo viator) del vínculo entre el poder temporal y el poder espiritual en Tomás de Aquino
GUSTAVO CARLOS BITOCCHI

Consideraciones antropológicas (desde el homo viator) del vínculo


entre el poder temporal y el poder espiritual
en Tomás de Aquino
[origo regnis et officium regis]

Gustavo Carlos Bitocchi


LICENCIADO EN FILOSOFÍA

UNSTA, Universidad del Norte, “Santo Tomás de Aquino”, Buenos Aires


UA Universidad Austral, Pilar
UTN-FRBA, Universidad Tecnológica Nacional, Facultad Regional Buenos Aires
bitocchi@gmail.com

TERCERAS JORNADAS DE FILOSOFÍA POLÍTICA: JUSTICIA, EQUIDAD E


IGUALDAD
MAR DEL PLATA, 24 AL 26 DE JUNIO DE 2010

Sumario
1. El planteo
1.1. El primer tema: el origen del reino (origo regnis)
A. El primer argumento: la sociedad está constituida en razón del
impulso gregario;
B. El segundo argumento: los hombres se congregan en una sociedad
1.2. El segundo tema: las obligaciones del Rey (officium regis) y el homo viator.
2. El supuesto antropológico: el homo viator et comprehensoris
2.1. La perfección
2.2. Los dos fines del hombre
2.3. Los fines principales
2.4. La felicidad
2.5. La vinculación en sí
Conclusión complexiva

1. El planteo
El primer tema se refiere al origen del reino (origo regni); y el segundo tema
trata de las obligaciones del rey (officium regis): Ahora bien, existen dos intenciones
en Tomás, que comprenden simultáneamente a ambos temas: Por un lado, el
paso conceptual1 del vínculo (temporal-espiritual) entre ambos temas; y por el
otro, la definición de los deberes del rey (officium regis). Este planteo nos es

1
Cfr. Bertelloni, F. - Filosofía y teoría política, p.69.
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Consideraciones antropológicas (desde el homo viator) del vínculo entre el poder temporal y el poder espiritual en Tomás de Aquino
GUSTAVO CARLOS BITOCCHI

necesario para hacer las consideraciones antropológicas que están supuestas en el


vínculo poder temporal-poder espiritual en Tomás de Aquino.
1.1. El primer tema. El origo regnis es el tratamiento del dominium político
del gobernante sobre el gobernado. Hay acá dos argumentos.2
a. El primer argumento. Lo teórico: La sociedad está constituida en razón del
impulso gregario de los hombres en tanto seres racionales. Lo empírico: la experiencia
muestra que los hombres en sociedad intentan llegar a un fin por caminos
distintos3. Solución: el principio de economía, es decir, que es mejor que lo que se ordene a
un fin se dirija a él por el más corto4. Y para esto es necesario que exista un dominium5,
es decir, los hombres deben ser dirigidos por un gobierno para evitar los
problemas que muestra la experiencia6.
b. El segundo argumento: Lo teórico: En razón del impulso gregario, los
hombres, en tanto seres racionales, se congregan en una sociedad. Argumento que
supone, necesariamente, al anteriormente expresado en el primer tema. Lo
empírico: Los hombres que viven en sociedad no suelen privilegiar el bien de
todos, sino su propio bien. Solución: el principio de preservación de la unidad7. Así, evita,
que los hombres que viven en sociedad, busquen su propio bien en detrimento
del de los otros. Por tanto debe existir un gobernante8, un vínculo de subordinación
política que conduzca al bien común9. Esto, comienza a ser, parte de la temática que
nos preocupa e interesa: lo vinculante.
Ser personal, ser social y ser político10. Ambos argumentos suponen el paso de lo
social a lo político, pues lo primero tiene primacía ontológica respecto de lo
segundo: La sociabilidad es anterior a la politicidad del hombre. El hombre, en
primer lugar, se congrega con otros para satisfacer sus necesidades, es naturalmente
2
Cfr. Bertelloni, F.- Filosofía y teoría política, pp.69-70.
3
“Contingit autem diversimode homines ad finem intentum procedere, quod ipsa diversitas
humanorum studiorum et actionum declarat” DR, 449, 13-6. Citado de Bertelloni, F.- Filosofía
y teoría política: modelos causales.
4
DR 449, 3-6.
5
dominium o sub ordenarse al gobernante. Cfr. Bertelloni, F. – El tránsito de la sociedad a la
politicidad en la Summa Theologiae de Tomás de Aquino. Separata da Sociedad Civil-Entre Miragem e
Oportunidade, Abril 2003, p.264.
6
“In omnibus autem quae ad finem aliquem ordinatur, in quibus contingit sic et aliter
procedere, opus est aliquo dirigente, per quod directe debitum perveniantur ad finem” De
Regno 449, 3-6.
7
DR 450, 83-4.
8
“El príncipe, rey, o de cualquier forma que se le designe, no puede asegurar el bien común
del pueblo más que apoyándose sobre él. Por consiguiente, debe solicitar la colaboración de todas las
fuerzas sociales útiles al bien común, para dirigirlas y unirlas’. De aquí nace lo que el mismo santo
Tomás denominó ‘un régimen bien dosificado’, al que considera el mejor.” Touchard, J.-
Historia de las Ideas Políticas. Editorial Tecnos, Madrid, 1974, p.157. Lo resaltado es mío.
9
“…secumdum propria quidem differunt, secumdum commune autem uniuntur.” De Regno
450, 83-4.
10
Cfr. Bertelloni, F. – El tránsito de la sociedad a la politicidad. P.259 ss.

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sociable por su instinto gregario, sólo después y supuesto lo anterior, se somete


políticamente a un gobernante, es decir, se subordina al dominium del gobernante. Lo
político es un plus respecto de lo social11. El hombre-social se reúne o congrega
con otros para satisfacer necesidades, el hombre-político, en cambio, se sub
ordena (dominium) a otro (rex) para preservar la unidad e integridad12.
Podríamos agregar algo más, un plus sobre plus si se nos permite, vale decir,
entre lo social y lo político podemos establecer un hombre-parlante o parlamentario:
esta parlamentariedad se desprende de la racionalidad y de la gregareidad de lo
humano sin dejar de lado lo político. El lenguaje le permite comunicarse con los
otros, con los cuales se congrega, en vistas del bien común, y así concertar o
coordinar relaciones o acciones secundarias (los officia humana) que le permita
perfeccionarse mutuamente en interdependencia tras un fin. Tratando sobre la
sociabilidad en el hombre, Tomás de Aquino, indica que ésta se ve claramente en
el hecho de que le es propio al hombre hablar (único ser parlante según
Aristóteles) para comunicar ideas a los otros, ya que el hombre es el ser más
comunicativo que cualquier otro animal gregario que se conozca. La
comunicación de ideas entre los hombres súbditos del rey o gobernante (entre
hombres congregados), les permite colaborar secundariamente con éste de un
modo más eficaz, pues al comunicarse están perfeccionándose, y si se nos
permite, realizan acciones performativas13: En el mismo acto de comunicarse
están ejerciendo su subditeidad, y esto los pule en cuanto hombre-congregado en
vistas de coadyuvar la acción del rey.
1.2. El segundo tema. Se tiene que definir la función del gobernante
(officium regis), y ésta consiste en conducir lo gobernado a su fin debido14. El tema
puede introducirse cuestionándonos para qué se reúnen o congregan los hombres,
es decir, cuál es el fin del hombre congregado. Tomás se refiere doblemente: a.
No es razonable que los hombres solo se reúnan para vivir, por el sólo hecho de

11
“La política adviene sobre la sociedad como un momento lógicamente posterior a la vida
social, como un plus cualitativamente diferente de él.” Bertelloni, G. - Op. Cit. p.71
12
Podríamos denominar al hombre sobrenatural como hombre-bautizado u hombre renacido u hombre-
nuevo como contrapuesto a un hombre natural (no-cristiano): “A partir de siglo XIII, el hombre y el
cristiano empezaron a representar dos categorías del todo distintas. Lo que se aplicaba a uno no tenía
necesariamente que aplicarse al otro. El vacío dejado por el hombre renacido (el cristiano) se
llenó al despertar el hombre natural de un sueño de siglos.” Ullman, W.-Historia del Pensamiento
Político en la Edad Media. Editorial Ariel, Barcelona, 1992, p. 159.
13
Un enunciado (o proferencia) performativa (realizativa o ejecutante). Al emitir estos
enunciados, el hablante-súbdito no está meramente registrando un estado de cosas, ni
transmitiendo una información ni describiendo una acción: la está haciendo. Al enunciarlos no
describe ni constata una acción, la está haciendo: es (está siendo) súbdito, está ejerciendo su
condición de súbdito. Además cfr. con el párrafo 3 del cap. I del Libro I Sobre la monarquía -
Tomás de Aquino. Editorial Altaya, Barcelona, 1989. Traducción, estudio preliminares y notas:
Laureano Robles y Ángel Chueca.
14
“…gubernare est, id quod gubernatur convenienter ad debitum finem perducere” De Regno
465, 5-7.

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vivir: serían como animales; b. Tampoco es sensato que se reúnan sólo para adquirir
riquezas: sería un mero acuerdo entre hombres de negocio15. Estas dos afirmaciones
no responden a la naturaleza humana tal como la entiende Tomás. Por tanto,
afirma que, el fin de la vida congregada es la vida virtuosa16, en la que queda
subsumido todo otro fin menor a manera de sub-fines: el dinero, los bienes
materiales, la salud y el conocimiento (los officia humana17). O en otras palabras,
los hombres no son ni animales ni simples hombres de negocio, sino hombres
congregados y en camino (homo viator) a la felicidad, en este mundo, por medio de la
virtud18.
Este estado del hombre (status viatoris), como peregrino en la tierra,
pertenece a los fundamentos más importantes de la humana existencia cristiana.
Viator se refiere al hombre con la capacidad de encaminarse en este mundo en vistas del
otro, en cambio status viatoris, hace referencia el estado del hombre que está en camino, al
camino mismo que está realizando. El concepto que lo completa es el de status
comprehensoris, es decir, de aquel que ya ha llegado a su perfección última, a éste se le
llama homo-comprehensor19. “Estar en camino, ser viator, quiere decir caminar hacia la
felicidad; haber alcanzado, ser comprehensor, quiere decir poseer la felicidad”20. Este
estado de no plenitud del homo viator implica dos cosas: Primero, y negativamente
hablando, no ser pleno; y segundo y positivamente, estar encaminado. Este
caminar se da en el mundo (poder temporal) y finaliza con la muerte, a la que se
tiene que preparar en este mundo para alcanzar el otro (poder espiritual).
2. El supuesto antropológico de Tomás: el homo viator et comprehensoris
2.1. La perfección. El hombre no sólo es sino que pueda llegar a
perfeccionarse, tiene en sí un dinamismo intrínseco que le permite completarse y
plenificarse como ser personal: es un homo viator, un hombre en camino de
finalización. El hombre no está absolutamente terminado, al contrario, es un in
fieri viviente donde sus facultades pueden actualizarse permanentemente:
facultades vegetativas, sensitivas e intelectuales. Éstas últimas, la voluntad y el
entendimiento, buscan una plenitud que no se alcanza en este mundo pero que sí
se alcanza en un plano trascendente, es decir, en otro mundo. La voluntad, en su
búsqueda permanente de lo bueno no plenifica (al hombre todo) totalmente
hasta alcanzar lo Bueno en sí. Otro tanto ocurre con el entendimiento, éste
15
DR 466, 66-70.
16
“Videtur autem finis esse multitudinis congregatae vivere secumdum virtutem” De Regno
466 58
17
DR. 467,13.
18
“Videtur autem finis esse multitudinis congregatae vivere secumdum virtutem […] bona
autem vita est secundum virtutem, virtuosa igitur vita finis est congregationis humanae”. DR,
466, 58-64.
19
Comprehensor: La Iglesia la ha tomado de una Carta de San Pablo a los Filipenses:
“Hermanos, yo no creo haber logrado (comprehendisse) aún el fin”. Cfr. Pieper - Las virtudes
fundamentales. Editorial Rialp, Madrid, 1980, p.370
20
Pieper, J. – op.cit., p.370.

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busca lo verdadero en este mundo pero tampoco se plenifica absolutamente en


este mundo finito sino sólo cuando alcanza lo Verdadero en sí. Tomás debe
resolver esta ecuación antropológica: Lo Bueno en sí y lo Verdadero en sí no está en
este mundo sino en otro que es trascendente a éste: Un mundo a-temporal, es
decir, espiritual. Por eso, el hombre se perfecciona totalmente (o todo lo que
puede llegar a perfeccionarse como tal) en otro mundo, en un mundo no-
temporal21.
Consecuencias: hay dos mundos, uno referido a lo temporal y otro a lo
espiritual. De dónde se sigue que debe haber dos gobiernos, cada uno referido a
lo suyo.
2.2. Los dos fines del hombre. 1-Fin natural o temporal: El hombre se
perfecciona, en este mundo, llevando una vida virtuosa conforme a la razón22; 2-
Fin sobrenatural o espiritual. Usamos el término “sobrenatural”, aunque sabemos
que, semánticamente hablando, quizás establezca una posición vincular
dependiente, aún antes de resolverse el problema que se pretende plantear. Pues
bien, el fin espiritual es la plenificación intelectual total que consiste, para el
hombre cristiano, con la de ver cara a cara a Dios, es la visión beatífica, o si se
quiere, tener fruición o gozo ante su presencia (visio Dei, fruitio Dei), pero siempre
en el otro mundo y suponiendo un planteo cristiano y trascendente.
Bajo estos dos fines se subsumen todos los fines secundarios23 que el
hombre pueda llegar a tener (los officia humana). Todos ellos se subordinan, o se
ordenan bajo estos dos. Los sub-fines no se hallan arrojados dislocadamente en
la antropología de Tomás, por el contrario, guardan una relación intrínseca e
interdependiente entre ellos24. Hay, pues, una serie de sub-fines concatenados e
imbricados entre sí, y a la vez, sujetos a estos dos principales fines, porque, de
otra manera, no tendrían sentido de forma aislada.

21
Es una plenitud desde el sujeto, subjetiva. Cfr. Pieper, J. op.cit. p.370.
22
“La vida virtuosa del hombre, que constituye el ideal del orden ético natural, apunta a un fin
más alto, sobrenatural: la posesión eterna de Dios. De aquí que la sociedad política deba a su
vez insertarse en este orden de fines y admitir junto a él el poder espiritual de la Iglesia,
preeminente por la superior jerarquía de su misión. Pero el reconocimiento de este poder extraestatal
no conduce, sin embargo, en Santo Tomás, a una posición teocrática, sino a la idea de una potestad
indirecta de lo espiritual en lo temporal.” Truyol y Serra, A. -Historia de la Filosofía del Derecho. De los
origines a la baja Edad Media. Manuales de la Revista de Occidente, Madrid, 1962, p.243. Lo
resaltado me pertenece.
23
Dios interviene en el orden natural, al que en definitiva corresponde el Estado, actuando
mediante causas secundarias. Y las causas secundarias son, ante todo, las acciones humanas, y
a ellas debe atender una teoría del Estado.
24
“…Tomás no considera cada fin como término de una cadena causal diferente, […] sino
que propone una única serie causal que comienza en esta vida y se prolonga en la otra. La
pertenencia a ambos fines a la misma serie causal hace imposible desvincular un fin de
otro…” y se agrega “…obliga a privilegiar a un fin como más último que el otro…” Bertelloni,
F. - Op. Cit. P.72. Lo resaltado es mío.

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2.3. Fines principales. Las cosas se finalizan unas en otras, se terminan de


hacer interdependiendo una de otra: no hay cosa in-finalizada en la cosmovisión
de Tomás, por el contrario, hay un orden en el mundo: Esto supone que, una cosa
depende de otra necesariamente en cuanto a su finalidad: las cosas se sub ordenan entre
sí necesariamente.
Pues bien, dijimos que todos los sub-fines dependen de los fines
principales, nos resta establecer entre éstos cuál depende de cuál, pues nada está
planteado alógicamente. Basados, nuevamente, en la concepción antropológico-
metafísica del hombre según Tomás, podemos establecer que: el hombre se
perfecciona con ambos fines, el natural y el sobrenatural25, pero el primero es
parcial y el segundo es total, al menos en cuanto a capacidad satisfecha o
plenamente actualizada, no es que digamos que el hombre llega a ser como un
dios sino que el fin no-natural no perfecciona todo lo que una persona puede
perfeccionarse (y esto sólo ocurre en el otro mundo). Ahora, lo total es superior a
lo parcial, luego el fin espiritual es superior al temporal. Y si hay un gobierno
para cada perfección del hombre, es razonable que existan dos gobiernos, y uno
será superior al segundo, vale decir que: el gobierno espiritual prevalecerá sobre el
temporal. Notemos que prevalecer no es fagocitar.
La vinculación entre ambos gobiernos es de una relación de mutua
interdependencia, es una subordinación basada en esta desigualdad o asimetría en su
capacidad perfeccionante. El fin natural es un sub-fin respecto del fin espiritual,
o si se quiere, y ahora sí, respecto del fin sobre-natural (super-natural). El fin
natural se convierte en medio en cuanto se hace referencia al sobre-natural. Este
medio debe ser gobernado temporalmente en este mundo para prepararlo para el
otro: El hombre tiene un ultísimo fin y éste es ultra mundano26. Notemos que el
fin último natural y sobre-natural se refieren al hombre congregado, Tomás no
está hablando de un hombre aislado, por el contrario, habla de un hombre
congregado en camino de su perfección última (homo viator). Los fines se finalizan
entre sí armónicamente, es decir, sin que uno contradiga al otro: se
complementan, si bien uno es superior al otro. En esta postura subyace una
antropología no sólo natural sino sobrenatural, o en otras palabras, subyace la

25
“…el hombre debe procurar realizar, ya en esta vida, la vida virtuosa natural, pero al mismo
tiempo debe prepararse, también esta vida, para alcanzar su fin último sobrenatural en la otra.”
Bertelloni, F. Filosofía y teoría política, p.73. Lo resaltado es mío.
26
“Lo que así se presenta como fin puede ser querido como un medio para lograr otro bien, en cuyo caso es
precisamente ese otro bien lo que en resolución hace de fin de la correspondiente actividad.
No es que lo deseado como un medio no tenga ninguna índole de fin, sino que sólo la tiene de
una manera provisional y relativa: en función de algún bien que es deseado única y solamente por su propio
valor y que, por ende, no se subordina a ningún otro. A ese bien se le da el nombre de ‘fin último’”.
Millán Puelles, A.-Léxico Filosófico. Rialp, Madrid, 1984, p.323. Lo resaltado es mío.

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complementación armoniosa entre naturaleza y gracia27 y en última distancia


entre fe y razón28.
2.4. La felicidad. Tomás está preocupado por la felicidad del hombre, la
entiende como plenificación de sus facultades, como posesión de bienes
perfeccionantes, sobre todo racionales, encaminados, en última instancia, a la
salvación eterna29. Y la salvación la administra el poder espiritual. Vemos en Tomás
la necesidad de una serie causal final intrínseca vinculante que obliga a los sub-
fines una sub ordenación a su fin natural y éste al super natural. El tratamiento
de la felicidad conjuntamente con una teleología de los actos humanos es
consecuencia de la aparición de la Ethica de Aristóteles en el mundo medieval30.
Tomás de Aquino como teólogo cristiano sostiene que la felicidad
humana sólo es total (simpliciter) en la bienaventuranza eterna, de aquí que el que
gobierne, es decir, el rey, debe procurar a la comunidad socio-parlante-política
una vida en la que sea posible la búsqueda de ese fin eterno extra-temporal y
bienaventurado. El rey debe administrar, con su dominium, de modo tal que el
hombre cristiano tenga una buena vida que le proyecte eternamente, evitando
cualquier mal temporal. Además, un reino que no contenga los medios o bienes
materiales no logrará la virtud (el buen vivir virtuoso), porque sin ellos es
imposible su práctica. El reino ha de procurar la gratia vivendi, es decir, que los
hombres tengan cuanto les haga falta para vivir, y vivir bien (conforme al bien).
El reino debe garantizar al hombre (cristiano) la posibilidad de entrar a la vida
eterna y de ser feliz en este mundo.
2.5. La vinculación en sí. El sub-fin natural se sub ordena al super-
natural. El primero es fin para el hombre-natural y, a la vez, medio para el
hombre-cristiano o super-natural, medio para su salvación eterna. Queda claro
que hay dos gobiernos: temporal y espiritual, el primero administra los bienes
terrenos o temporales y el segundo los sacramentos para la salvación eterna. Hay una
simultánea coacción 31 sobre el hombre: Él transita dos caminos subsumidos en uno.

27
“los dos términos en oposición se presentaron como dos órdenes de cosas situados
jerárquicamente a distinto nivel, el natural y el sobrenatural. De ahí que, lejos de aparecer
como dos términos hostiles entre sí, naturaleza y gracia se presentaron como términos complementarios”.
Ullman, W.- Op. cit., p.174.
28
Las analogías y la aplicación del modelo a las nuevas teorías políticas. 1. Duo luminaria:
Federico II la expresó como el sol y la luna. 2. Duo gladii: Petrus Damiani, Bernardo de Claraval
e Inocencio IV la usaron. 3. Modelo organológico: alma y cuerpo. Así lo hizo, por ejemplo Juan de
Salisbury. Los conceptos ausentes hasta el S.XIII (o las palabras ausentes en realidad) fueron
completados por recursos sustitutos con el advenimiento de las nuevas visiones filosóficas.
29
Tomás de Aquino coincide con Aristóteles al sostener que la felicidad es el último fin o bien
supremo de la libre conducta humana: “…felicitas ets maximum omnim bonorum humanorum, quia
omnia alia ad ipsam ordinantur, sicut ad finem.” In Ethicorum I lectio 14, nota 172.
30
Cfr. Bertelloni, F.- La Causalidad Final Aristotélica en la Teoría Política Medieval, p.345.
31
Bertelloni, F.- Filosofía y teoría política, p.73.

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Este homo viator está en tránsito a un homo comprehensoris, y su camino es velado


por dos poderes que trabajan conjuntamente por su bien y salvación eterna.
Hay tres momentos en Tomás respecto a esta vinculación causal entre
estos dos poderes o potestades establecidas conforme a la antropología
establecida según la ontología asumida32:
1. De autonomía33: Cada poder es autónomo y soberano en su orden. Autonomía,
relativamente hablando, porque en la concepción de Tomás no podría existir una
autonomía absoluta, como ya establecimos más arriba, de fondo, siempre hay
una intrínseca dependencia de uno a otro. Absoluta autonomía y dependencia intrínseca
sería contradictorio en sus términos; 2. De intervención: El poder espiritual puede
intervenir en el temporal en aquellas cuestiones que implique lo espiritual; 3. De
implicación: Esta corresponde al de Regno y es la que nos interesa. Tomás nos
propondrá un modelo inclusivo, un paradigma de convivencia34.
El clásico tomista Etienne Gilson en su no menos clásica obra “La
Philosophie au Moyen Age”, citado por Touchard, sostiene al respecto como
tesis tomista una interpretación amplia de esta vinculación de poderes35.
Conclusión complexiva
Tanto del planteo de Tomás, como del antecedente histórico, podemos
concluir haciendo converger las distintas perspectivas incluyendo la noción
antropológico-ética de homo viator. El hombre tiene dos fines y se perfecciona
con ambos, simultáneamente, en búsqueda de la felicidad terrena y ultraterrena. De
donde el hombre está sujeto a dos poderes. De donde concluimos: 1. Se da
32
Seguimos esta división tripartita en Bertelloni, F. Op.cit. p.73. No es objeto de este trabajo
referirnos en detalles a las dos primeros momentos, solo queremos indicarlos para una mayor
comprensión.
33
“La autonomía de que en su esfera goza el orden natural no implica separación respecto del
sobrenatural, sino ordenación a éste, y, en primer término, integración del saber racional en la
sabiduría cristiana. Con ello la política eclesiástica del santo de Aquino responde de lleno a su
metafísica y su teoría de la relación entre la razón y la fe, basada en la armonía de ambas.”
Truyol y Serra, A. –Op.cit., p.244. Lo resaltado me pertenece.
34
“La síntesis de santo Tomás es menos absoluta. […] Si bien ‘tanto el poder espiritual como el
poder secular provienen del poder divino’, éste solo está sometido a aquél ‘en la medida en que Dios lo
ha sometido, es decir, para lo que se relaciona con la salvación del alma; y esto porque en estas materias
hay que obedecer antes al poder espiritual que al poder secular”. Touchard, J.-Op.cit., p.156.
Lo resaltado me pertenece.
35
“El alcance […] variará mucho, según que se limite la unión de los poderes del Papa al
dominio de los Estados Pontificios, o que se extienda a toda la tierra. Parece difícil conciliar la
interpretación restringida con la aserción de que el Papa ocupe la cumbre tanto del poder espiritual
como del poder secular. Si el lugar es el mismo en ambos casos, no puede tratarse en cada uno
de ellos más que uno sola cumbre. La interpretación más amplia es, por el contrario, la única que
concuerda con la tesis, sostenida por santo Tomás en el De Regimine Principum, de que todos los
reyes del pueblo cristiano deben estar sometidos al Soberano Pontífice ‘como al mismo
Nuestro Señor Jesucristo’”. Touchard, J.-Op.cit., p.156. Y cfr. Hubeñak, F.-Formación de la
Cultura Occidental. Ciudad Argentina, Editorial de Ciencia y Cultura, Buenos Aires, p.365

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entre ambos poderes una relación-vinculación intrínseca de dependencia donde


el poder espiritual prevalece sobre el poder temporal. A pesar de la preeminencia,
el poder temporal no queda anulado36 ni reducido sino que queda independiente37 y de
algún modo sujeto al espiritual pero sin superposiciones; 2. Se da una
interpretación amplia de la vinculación: El Papa no ocupa la cumbre tanto del poder
espiritual como del poder secular; 3. Si bien hay una única cadena causal, esto no
significa que cada una no guarde su soberanía propia. Esta cadena causal
comienza en esta vida (status viatoris) y termina en la otra (status comprehensoris).
Están vinculados los fines de un modo intrínseco y obliga a privilegiar (y no a
reducir y menos a anular); 4. Modelo38 de convivencia: la relación de poderes
constituye un modelo de convivencia entre los hombres-súbditos. El hombre,
aún en este mundo debe realizar la vida virtuosa, respecto del fin natural y debe
prepararse para el juicio final, en la otra. Este doble fin se ha convertido, con el
tiempo, en dos esferas: la pública y la privada; 5. Paradigma inclusivo: Si bien hay
una clara y relativa distinción de poderes, el espiritual incluye, de modo no invasivo,
al temporal, que además se le respeta su soberanía. La virtus principal del fin
último no excluye ni neutraliza39 la virtus de las causas finales secundarias, las supone
y las incluye prudentemente. Las causas finales son necesarias pero insuficientes.
Al hombre, en su camino, le es necesario la virtus de las causas segundas e
intermedias para alcanzar su status comprehensoris; 6. Simultaneidad de co-acción: En
esta vida, el hombre, tiene dos poderes dos dominios que armonizar sobre sí: el
temporal y el espiritual, y ambos, en él, con-viven en simultánea coacción
(“…simultáneamente gobernado…”; “…simultánea coacción…” y “…dos soberanías
simultáneas…”40). La performatividad del súbdito se da cuando inicia el camino de
su vida respetando ambos poderes a la vez.
El homo viator, al caminar el camino terrenal, le es necesario un poder
temporal para que vaya creciendo en perfecciones que sólo este poder puede
darle. Pero, a la vez, este homo viator necesita un poder sobrenatural que lo auxilie
en este camino. Ser súbdito y ser hijo de Dios no son términos excluyentes sino
incluyentes con soberanías propias. El hombre cristiano o viator camina hacia el

36
“…pero sin anularlo [ni] para reducir ambos poderes […] a un único poder, pero sin anular
la soberanía del poder temporal.”Bertelloni, F. - Filosofía y teoría política, p.74.
37
“También en el aspecto político ‘Santo Tomás ve en Dios el origen común de los dos
poderes y en cuanto que cada uno de ellos tiene un fin propio, son uno y otro independientes
entre sí en orden a la prosecución del respectivo fin”. Hubeñak, F.-Op. cit. p.365.
38
Bertelloni, F. - Filosofía y teoría política, pp.72-74.
39
“La virtud principal no neutraliza la virtud causal secundaria. Ambas son compatibles en
cuanto a la virtud causal propia de cada una, no se excluyen sino que se incluyen y ambas ejercen
simultáneamente su poder causal.” Bertelloni, F. - Filosofía y teoría política, p. 74
40
Hay un única causa final, un único poder pero esto “…no excluye la atribución de virtud
causal también a causas segundas e intermedias, en este caso, el poder temporal, al que Tomás
le reconoce causalidad suficiente para conducir al hombre a su fin intermedio”. Además:
“…simultáneamente gobernado…”, “…simultánea coacción…” y “…dos soberanías
simultáneas…”. Bertelloni, F.- Filosofía y teoría política, pp. 73-74.

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III JORNADAS DE FILOSOFÍA POLÍTICA: JUSTICIA, EQUIDAD E IGUALDAD, Mar del Plata, Argentina, 24-26 junio 2010
Consideraciones antropológicas (desde el homo viator) del vínculo entre el poder temporal y el poder espiritual en Tomás de Aquino
GUSTAVO CARLOS BITOCCHI

juicio final con ambos poderes coaccionando sobre sus actos en búsqueda de
una única salvación personal en un mundo trascendente.

BIBLIOGRAFÍA
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Internet].
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11. TOMÁS DE AQUINO, La monarquía, Altaya, Barcelona, 1989. Traducción, estudio
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