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Sección Tercera

LA POLITICIDAD HUMANA
9. “El hombre, animal político”.
10. La hipótesis contractualista.
11. El punto de vista antropológico y sociológico.
12. Las formas políticas en el devenir histórico.
13. Especies de formas políticas.
14. La forma política moderna: el Estado.

9. “EL HOMBRE, ANIMAL POLÍTICO” puede vivir fuera de la polis”, también debe
entenderse literalmente. No es por falta
Destacábamos, en un párrafo inicial, la de sociabilidad que las bestias y los dioses
dimensión social del hombre: “el hombre están excluidos de la polis, sino porque las
es sociable por naturaleza”. Los individuos asociaciones vigentes entre las unas y los
nunca vivieron solos, sino que siempre con- otros son bien distintas, por los caracteres
vivieron. No hay estados presociales. que respectivamente les atañen, de esta
Ahora bien, ¿puede sostenerse con igual, forma de vida tan única que es la polis:
certeza la naturaleza política del hombre? organización en que intervienen tanto
En otros términos, ¿puede vivir en sociedad la razón como la coacción, y que, por lo
sin organización política? ¿Existe una etapa primero, excluye a los entes inferiores, y
prepolítica? por lo segundo, a los que son superiores.
Estas interrogantes, a pesar de ser con- Para vivir fuera de la polis es necesario ser
temporáneas a los filósofos de la antigüedad, menos que un hombre (una bestia) o más
no tienen en nuestros días una respuesta que un hombre (un dios). Pero el ámbito
definitiva, y los planteamientos que en uno natural de la vida del hombre es la polis.
y otro sentido se formulan no están exentos Sólo en ella llega a ser el que en principio
de carga ideológica. y potencia es.2
Aristóteles es el primer expositor de la El planteamiento aristotélico ha contado
politicidad natural del hombre y su célebre en todas las épocas con entusiastas seguido-
sentencia “el hombre es un animal político” res (Polibio, San Agustín, Santo Tomás, los
(zoon politikon) tiene un alcance y proyección organicistas). En el presente, los estudiosos
no siempre bien comprendidos.1 de la política –al margen de las conclusio-
A Aristóteles no le faltaban en su idio- nes de los antropólogos– admiten que el
ma vocablos suficientes para expresar la hombre no sólo es sociable, sino político;
sociabilidad del hombre si su propósito que la convivencia en que se sustenta su
sólo hubiere sido ése. Pero, como aparece sociabilidad tiene que ser, necesariamente,
de manifiesto en su obra, para Aristóteles política. “Porque si los hombres conviven,
lo privativo del hombre no es el appetitus si los hombres están juntos, necesitan una
societatis, sino que su manera de convivir ordenación, una dirección, un gobierno.
con sus semejantes en esa forma de asocia- Y con esta necesidad aparece el principio
ción tan concreta que fue la polis. Es decir, político que informa la vida societaria. La
el hombre no puede vivir en sociedad sin convivencia social se politiza, porque de otra
forma de organización política.
Su otra sentencia –tan divulgada como 2
En este punto hemos seguido la nota introductora
la anterior–, “sólo una bestia o un dios de ANTONIO GÓMEZ ROBLEDO (Política, Universidad
Nacional Autónoma de México, 1963). Una versión
con mayor proyección a lo social que a lo político
1
Es frecuente encontrar en las traducciones de se halla en la introducción de Julián Marías, para su
la Política la locución animal social en lugar de animal traducción al clásico aristotélico (Instituto de Estudios
político. Políticos, Madrid, 1961).

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manera se disolvería, sería caos, anarquía, co. El “sentido común”, inherente a todo
desorden; simplificando la noción, diríamos, hombre, contribuye a que éste supere los
para hacer plenamente comprensible la conflictos de intereses que se originan en la
idea, que la convivencia social no puede vida social. Finalmente, la visión de Rousseau
prescindir de una jefatura, de una dirección, es francamente optimista: “El hombre es
de un rectorado. Con ello aparece ya la po- bueno por condición natural y solamente
liticidad; al erigir un mando, un gobierno, las circunstancias histórico-sociales inade-
la convivencia social se torna política; en cuadas a la exigencia de su naturaleza le
cuanto ese mando y ese gobierno tienen a han viciado”.
su cargo la regencia de los hombres y pro- La diferente concepción que tienen los
curan algún yunque, es común a la misma contractualistas del “estado naturaleza” explica
totalidad: fin público”.3 consecuentemente el carácter que atribuyen
al poder político emergido del “pacto social”.
Hobbes –el pesimista– postula por un go-
10. L A HIPÓTESIS CONTRACTUALISTA bierno autocrático; su doctrina sostiene con
energía máxima el principio de la monarquía
La posición opuesta a la corriente aris- absoluta. Su pensamiento se sintetiza en la
totélica está representada por la doctrina máxima: “Gobierno absoluto o caos”.
“contractualista” o del “pacto social”, que Locke –el ecléctico– sostiene que en el
tuvo precursores en la antigüedad entre “pacto” hay una reserva de derechos para
algunos sofistas y estoicos, pero que logra los particulares, de tal modo que solamente
su mejor expresión a partir del siglo XVII se delega en el poder político aquella parte
en las obras de Hobbes y Locke, para pro- de libertad que es indispensable ceder para
yectarse, más adelante, con Rousseau.4 salvaguardar el resto. La monarquía consti-
Al margen de las numerosas diferen- tucional constituye su fórmula política.
cias entre los autores citados, hay un punto La concepción idílica de Rousseau cie-
común a todos ellos: describen una etapa rra el cuadro contractualista: del estado de
prepolítica de la sociedad. naturaleza se pasa a la sociedad, como si los
En efecto, mientras la corriente aristotéli- hombres vivieran en el estado de naturale-
ca sostiene que el nacimiento de la sociedad za, a la erección de un poder que no es el
y la organización política son simultáneos, los de un hombre, que se impone a todos los
contractualistas afirman que habría existido demás con facultades soberanas derivadas
una etapa llamada “estado de naturaleza”, del pacto, sino que es el poder de la ley,
sin politicidad. Sólo posteriormente, por obra expresión de la “voluntad general”. ¿Cuál
de la voluntad y del acuerdo humano, se es su expresión política? Para algunos la
habría celebrado el “pacto” o “contrato so- democracia directa; para otros, el absolu-
cial”, en virtud del cual la convivencia social tismo democrático.
queda políticamente organizada. Un enfoque, obviamente diferente, pero
No todos los contractualistas conciben que tiene de común con el contractualismo
el “estado de naturaleza” en los mismos el hecho de concebir una etapa prepolítica,
términos. Para Hobbes, por ejemplo, el es- corresponde al marxismo. Así, para Marx y
tado de naturaleza, previo a la constitución Engels, la organización política sólo emerge
de la sociedad política, sería un estado de cuando la sociedad se escinde en clases.
lucha general, de “guerra de todos contra Expresa Engels que el Estado es un pro-
todos”. Locke, en cambio, no tiene una ducto de las sociedades económicamente
visión tan pesimista del estado prepolíti- evolucionadas, en las que la propiedad y
los privilegios están distribuidos en forma
3
desigual. Estas sociedades son complejas,
BIDABT CAMPOS, JORGE, Derecho Político, Editorial
Aguilar, Buenos Aires, 1967, p. 194. divididas en clases. La más elevada de ellas
4
Ver textos complementarios atinentes a párrafo es la clase rectora, y se designa clase superior
10 p. 45. en virtud de su posición social y política, que

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Sección Tercera: La politicidad humana

se basa en la propiedad y el control de los orden político y militar de la sociedad; sin


medios de producción: tierras, fábricas, etc. el Estado no puede mantenerse el orden
Aunque no gobiernan directamente sino a legal, ya que falla la unidad de voluntad
través de una institución social específica de la sociedad. “El Estado no sólo es con-
(el Estado), las clases rectoras conservan temporáneo del hombre, sino que corres-
su situación superior a todas las demás, y ponde al orden animal. Por su origen es
de manera indirecta unifican las diferentes más antiguo que el género humano, cuyo
formas de poder bajo su mando. desarrollo cabalmente sólo se hace posible
En consecuencia, para el marxismo el en él y por él”.7
Estado tiene un carácter de instrumento Otro investigador más reciente –el des-
de dominación de una clase por otra, en aparecido etnólogo austríaco Wilhelm Kop-
la sociedad burguesa o capitalista. En la pers– también expuso en forma inequívoca
sociedad socialista –etapa de la dictadura la doctrina de la universalidad del Esta-
del proletariado– el Estado, en cambio, sirve do y su gran antigüedad.8 Bonald resulta
al proletariado, la inmensa mayoría. Final- igualmente concluyente: “El Estado es una
mente, en la etapa comunista –sociedad sin realidad primitiva, el instrumento gracias al
clases– el Estado se extinguirá y al gobierno cual toda sociedad asegura su orden”.9
de las personas sucederá la administración Se ha estimado que estas tesis represen-
de las cosas.5 tan una reacción a una doctrina anterior,
según la cual en las sociedades primitivas
el sistema de parentesco u orden consan-
11. EL PUNTO DE VISTA ANTROPOLÓGICO Y guíneo de la sociedad ocupaba el lugar del
SOCIOLÓGICO Estado u orden político de la sociedad. Pero
aun en el presente esta tendencia tiene sus
Las explicaciones precedentes acerca de defensores. Para ellos el Estado no aparece
la aparición de la organización política tie- más que en las sociedades complejas a título
nen un marcado basamento lógico, racional de instrumento especializado de gobierno.
e ideológico, pero ¿cuál es la conclusión “La etnología nos enseña que las sociedades
que otras disciplinas, más empíricas, como humanas que se encuentran en los niveles
la antropología o sociología, dan sobre el inferiores del desarrollo cultural carecen
particular?6 por completo de una organización política.
En lo tocante a las investigaciones an- Por decirlo con palabras de Birket-Smith,
tropológicas y etnológicas, las conclusio- la sociedad es tan antigua como el hombre
nes distan de ser concordantes. En efecto, mismo, igual que el habla y la economía. El
existen dos bandos entre los antropólogos Estado, en cambio, es más reciente. Existen
que se dedican al estudio del origen y con- varios pueblos que viven en una feliz igno-
textura del Estado. Por una parte, el de los rancia de toda organización estatal”.10
que piensan que el Estado es el principio Hasta aquí la visión sinóptica de los
organizante de todas las sociedades. Según antropólogos. ¿Cuál es el enfoque de los
Eduard Meyer, el Estado es la unidad del sociólogos? En primer lugar, una especie
de declaración de principios: “descarta-
5
El tema se encuentra desarrollado principal-
7
mente en las siguientes obras: FEDERICO ENGELS, El Citado por LAWRENCE KRADER, La formación del
origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Estado; Estado, Editorial Labor, Barcelona, 1972, p. 30. Ver
Antidühring, del mismo autor, y El Estado y la Revo- además HERMANN HELLER, Teoría del Estado, Edito-
lución, de LENIN. rial Fondo de Cultura Económica, México, 1947,
6
Cierto es que FEDERICO ENGELS emplea las p. 145.
8
investigaciones del antropólogo MORGAN en apo- Citado por KRADER, ob. cit., p. 31.
9
yo de su teoría del Estado, pero es notorio que su Citado por GEORGES BELANDIER, Antropologia Po-
construcción no está exenta de carga ideológica, lítica, Editorial Península, Barcelona, 1969, p. 142.
10
empleando el vocablo en la acepción que le otorga LEÓN GRIMBERG, El Origen del Poder Político,
K. Mannheim. edición mimeografiada, Stgo., 1969.

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Manual de Derecho Político

mos, desde luego, de este estudio todas las fuerza para mantener el respeto de algunas
ideas a priori que consideran el origen del normas sociales”.13
Estado. Toda hipótesis metafísica relativa
al asunto deberá ser excluida, cuidadosa-
mente, de la ciencia social, para relegarla 12. L AS FORMAS POLÍTICAS EN EL
a su campo propio, que es la ética como DEVENIR HISTÓRICO
teoría de los fines últimos de la asociación
humana”.11 Las discrepancias entre racionalistas y
Ahora bien, al parecer los sociólogos, empiristas acerca del origen simultáneo
más que indagar sobre “el momento” en o sucesivo de la organización política, no
que aparece la organización política, pro- impiden captar una verdad que se impone
yectan su preocupación en orden a precisar con caracteres de evidencia: el hombre, para
las causas del fenómeno. Dos opiniones poder mantenerse en sociedad, para estar
–a nuestro entender representativas– así con su prójimo, requiere la organización
parecen demostrarlo. política. La politicidad de la convivencia
“Ha sido corriente hablar del origen humana es una necesidad, y tan necesi-
del Estado. Más exacto sería decir que, dad que representa un modo de ser del
en un momento determinado de la histo- hombre. Tal parece ser el real alcance de
ria, y como resultado de diversos factores, la sentencia aristotélica cuando se refería
surgieron los estados de las comunidades al hombre como zoon politikon.
o sociedades. Pero si sus historias son di- Aceptar esta premisa no conduce, obvia-
ferentes, su fundamento es similar. Los mente, a desconocer las diferencias entre las
estados se han desarrollado y han persis- organizaciones políticas que han emergido
tido porque las comunidades requieren en el devenir histórico. Identificar, pura y
organización. simplemente, la polis griega con el Estado
Si se convierten en comunidades orga- moderno –como suelen hacerlo algunos
nizadas, lo hacen con ciertos propósitos, autores– constituye un grave error. Los tiem-
para la agresión y la defensa, para el man- pos son otros, diferentes las condiciones,
tenimiento del sistema legal y el orden, diversas las cantidades y las calidades.
para conservar la norma común. Y puesto Ahora bien, ¿cuál o cuáles son los rasgos
que una comunidad organizada está mejor distintivos de estas organizaciones políti-
equipada para la lucha por la existencia que cas históricas, cualquiera que haya sido el
una comunidad no organizada, el aparato nombre que se les haya dado?
del Estado se hace universal y característico En primer lugar, la sociedad política
de las civilizaciones superiores”.12 ha de ser comprendida como un sistema
En el mismo sentido, anota Ely Chinoy: social institucionalizado, esto es, como una
“Las diferentes instituciones políticas han institución, lo que supone la convivencia
aparecido en contextos históricos muy di- de todos los elementos a que hiciéramos
versos y por muchas razones: las necesidades referencia en párrafos anteriores.
de la guerra y las campanas militares, los La segunda característica de las orga-
movimientos migratorios y las conquistas, el nizaciones políticas superiores, que viene
crecimiento y diversificación de la población, a representar, al mismo tiempo, su factor
a medida que los grupos y los individuos realmente cualificador, es la autarquía. Esta
dentro de la sociedad consideraron útil superioridad institucional atribuida a 1a
centralizar la autoridad, establecer métodos sociedad política fue ya enfatizada por
para la solución de las disputas y emplear la Aristóteles cuatro siglos antes de Cristo y
se proyecta al presente en forma casi in-
11
variable.
ANTONIO CASO, Sociología, Editorial Limusa,
México, 1964, p. 319.
12 13
J. RUMNEY, Spencer, Editorial Fondo de Cultura ELY CHINOY, La Sociedad, Editorial Fondo de
Económica, México, 1944, p. 130. Cultura Económica, México, 1966, p. 209.

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Sección Tercera: La politicidad humana

La autosuficiencia de la organización de estos tres fenómenos se habría producido


política engloba todos los órdenes de la en las realidades políticas orientales.15
vida social, pues la sociedad política puede, El primer antecedente de las sociedades
en todo momento, asumir la realización de políticas del presente debemos buscarlo
todas aquellas necesidades sociales que se en la polis griega, particularmente en la
hacen imprescindibles. ateniense del siglo V a. de C.
Esta idea de autarquía lleva además apa- La polis fue la última unidad político-so-
rejada una serie de implicancias que más cial del antiguo mundo griego. El vocablo
adelante pormenorizaremos: supremacía (se designó primeramente la fortaleza construida
considera la expresión superlativa de lo en lo alto de la montaña o la colina, y se
social); autonomía (monopolio legítimo de extendió después al conjunto de lo edifica-
la fuerza física para el mantenimiento del do al pie de ella. A tal centro de población
orden vigente); coherencia (desarrolla una vinieron a someterse e incorporarse después
fuerza de cohesión unificadora sobre una las aldeas circunvecinas. El vínculo original
pluralidad de agrupaciones menores). de quienes construyeron la polis debió de
Las organizaciones políticas que en di- ser tribal, de sangre o parentesco, referido
versas épocas presentan estos caracteres a un héroe ancestral; y, efectivamente, en
han recibido diferentes denominaciones: todas partes quedaron instituciones y usos
polis, civitas, imperium, estado. conformados con ese origen.
A estos tipos de organización política Se suele traducir la voz polis, como estado-
suele denominárselos con la expresión ge- ciudad, pero ello puede inducir a errores,
nérica “formas políticas”, comprensiva de por cuanto la polis no puede identificarse
los distintos sistemas políticos superiores con las entidades que hoy denominamos
que han tenido existencia histórica.14 estado y ciudad.
La polis no es sólo una ciudad –una parte
incorporada a una unidad más grande y
13. ESPECIES DE FORMAS POLÍTICAS superior–, sino al mismo tiempo una unidad
política soberana. Pero tampoco coincide
Las limitaciones propias de un Manual con la forma política que hoy denominamos
como éste impiden describir con un míni- estado, por cuanto, a diferencia de éste, la
mum de pulcritud la compleja evolución polis también es unidad religiosa.
de las diversas formas políticas a través de la Generalmente se mencionan las siguien-
historia. Aquí, por lo tanto, nos limitamos tes características de la polis:
a un rápido esbozo de lo que tradicional-
– Estrechez de dimensiones. Atenas, en los
mente se presenta como rasgos distintivos
días de su mayor expansión, llegó a tener
de las formas políticas más relevantes de la
una superficie de 2.650 kilómetros cuadra-
cultura occidental.
dos. De ello se derivan una fuerza y una
debilidad. La fuerza reside en la intensidad
de la vida social y política dentro de cada
13.1. La polis griega
ciudad; la debilidad, en el desmenuzamien-
to y el particularismo de aquellas ciudades
En el antiguo Oriente existieron formas
demasiado numerosas.
políticas de gran envergadura (imperios
chino, indio, persa, egipcio antiguo, israelí, – La polis es humanista. Aun cuando en un
etc.), pero sus instituciones poco o nada se principio la polis es un concepto territorial,
vinculan con las que actualmente conocemos. luego su nombre no evoca simplemente
La cultura occidental de hoy proviene de una fortaleza, un territorio y unas casas,
Grecia, Roma y el Cristianismo, y ninguno
15
Una característica común de las instituciones
14
Ver sobre el particular, MARIO JUSTO LÓPEZ, orientales se encuentra en la identificación total de
ob. cit., tomo I, p. 318. los poderes políticos con los religiosos.

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Manual de Derecho Político

sino unos hombres: unos ciudadanos. De educación es esencialmente educación del


ahí que para el griego sólo la vida de la polis ciudadano, modelada de acuerdo con los
responde a la definición del hombre; el ideales y los fines de la polis.
mundo bárbaro está compuesto de masas Para algunos autores entre la polis y el
inorgánicas. En cambio, vivir como ciuda- Estado moderno existen diferencias más
dano es idéntico a civilización. Es por eso bien cuantitativas que cualitativas.16
que para el griego llega a ser inconcebible
un hombre retirado de la vida pública, que
no tenga interés por los asuntos públicos. 13.2. De la civitas al imperio
El hombre es una parte inseparable de la
polis. El hombre está hecho para la polis y, La forma política romana no ofrece,
recíprocamente, la polis para el hombre. en un comienzo, diferencias muy marca-
das respecto a la griega. La civitas no es
– Naturaleza militar de la polis. Ya hemos fundamentalmente distinta a la polis. En
mencionado que en un principio la polis es un efecto, la civitas romana también es en sus
refugio, una fortaleza que debe su nacimiento orígenes una asociación religiosa en la que
a las necesidades de la defensa. No deja de el ius sacrorum forma parte del ius publicum.
ser significativo sobre este particular que las Seguidamente, también la civitas es la cosa
magistraturas implican en su origen man- común del ciudadano; es la res publica. En
dos militares y que la calidad de ciudadano tercer lugar, igualmente la idea de ciuda-
activo se adquiere el día en que se reciben danía está caracterizada por la necesidad
las armas y se presta el juramento. de que el individuo tenga participación
– Autarquía económica. El desenvolvimiento activa en el gobierno de la civitas; es el ius
económico de la polis es tan natural como sufragi y el ius honori.
su desenvolvimiento militar. No solamente Un factor diferenciador entre la civi-
ha de estar la colectividad dispuesta para tas romana y la polis griega es que un solo
la defensa, sino que ha de cuidar también órgano dentro de la civitas debe tener la
de alimentarse a sí misma: ha de ser, en la autoridad, lo que ellos llamaban el Imperium
o Maistas, y este solo órgano es el príncipe.
estrechez de su territorio, autárquica, no
El príncipe toma las riendas de la civitas y se
sólo en el sentido político, sino también en
justifica su poder por la lex regia, en virtud
el sentido económico de la palabra.
de la cual todos los poderes del pueblo han
– La polis es también unidad religiosa. Tres sido transmitidos al príncipe.
sociedades cohabitan en su seno: la de los Es la primera vez que en el mundo oc-
vivos, la de los muertos y la de los dioses. cidental la autoridad política se encuentra
Entre ellas encontramos a los seres inter- concentrada en manos de una persona.
medios: los héroes y los semidioses. Posteriormente toda concentración de
Prácticamente toda la vida helénica se poder, toda centralización política que se
hallaba penetrada de religión hasta un ex- realice, ha de efectuarse sobre los moldes
tremo que resulta difícil imaginar, a menos romanos. Se encuentra aquí la base de la
que exista una profunda compenetración centralización que es la fundamentación
del mundo griego. del Estado contemporáneo.17
Cada uno de los actos de aquella vida, y
muy especialmente cada uno de los actos 16
En tal sentido, ERNEST BARKER, Greek political
públicos, posee carácter ritual. theory: Plato and his predecessors, Oxford, Londres,
1952. En sentido contrario, GEORGE SABINE, Historia
– La polis es centro de educación ciudada- de las Teorías Políticas, Editorial Fondo de Cultura
na. En la mentalidad griega clásica no hay Económica, México, 1945, p. 15.
17
oposición ni prácticamente una distinción En este punto hemos seguido a GEORG JELLINEK,
Teoría General del Estado, Editorial Albatros, Buenos
entre el ideal individual y el ideal colecti- Aires, 1964, pp. 234 y ss. Además: ANTONIO CARRO
vo de la polis, entre el “hombre bueno” y MARTÍNEZ, Derecho Político, Editorial Universidad de
el buen cuidadano. En esa perspectiva, la Madrid, 1959, pp. 47 y ss.

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Sección Tercera: La politicidad humana

Otra diferencia, de no menos importancia, son el resultado de situaciones concretas y


entre las formas políticas que comparamos, no de un sistema de filosofía política. Por
reside en la clara distinción que se hace en ejemplo, el hecho concreto que hizo posible
la civitas entre derecho público y derecho la expansión territorial romana y la cimenta-
privado.18 ción del Imperio fue el ejército profesional.
Cierto es que en Roma se va a pasar por Conquistada Italia, Roma se encontró en
diversos sistemas: del “régimen mixto”, es- posesión de un territorio tan considerable
tablecido en la época de la República –cuyo que no era ya posible licenciar las tropas y
equilibrio y estabilidad son admirados hasta permitirles que volvieran periódicamente a
nuestros días–, pasará más tarde a una forma laborar sus campos. La única solución era la
política que desbordó el ámbito territorial creación de una milicia regular. Esta nueva
de la civitas originaria: el Imperio.19 tropa era ajena en gran medida a la cons-
Roma puso en práctica una idea política titución republicana y prefería seguir a su
típicamente oriental. “Fue el genio jurídico general, a quien miraba como un caudillo,
de los ciudadanos romanos –con sus con- en vez de las instrucciones de un Senado
ceptos de imperium y provincia, potestas y lejano. Así sucedió que los nuevos hombres
maistas– el que dio al Imperio la armazón influyentes vinieron a ser los generales, en
y la estructura de sus instituciones. Pero las especial aquellos que conquistaban la ciega
ideas sobre las que éste descansaba habían confianza de sus legiones y que estaban, por
germinado en el Oriente. Toda sociedad ello, en condiciones de desafiar la autori-
permanente tiene que descansar sobre un dad senatorial.21 Surgió así el cesarismo,
cuerpo de creencias y sobre la voluntad social definido por Barker como “una especie
que tal cuerpo de creencias origina. Fue en de autocracia, respaldada por un ejército,
el Oriente donde los hombres habían apren- la cual descansa virtualmente sobre alguna
dido a creer en una sola sociedad universal forma de plebiscito, y realmente –por lo
y en el gobierno de tal sociedad por un rey menos, mientras tiene éxito– en una base
que era ‘como un dios entre los hombres’ y de simpatía popular”.22
que, efectivamente, era un verdadero dios; Cierto es que la estabilidad y coherencia
y fue en esto, en el sentimiento de lealtad del Imperio no se mantenían sólo por la
hacia la persona de tal monarca, e incluso coerción; contribuía a ello, por una parte, la
en la ‘adoración’, donde encontró su ex- eficiente administración; por otra, la divini-
presión el anhelo social correspondiente. zación del emperador, única solución para
Si imperium era una palabra latina, la idea unificar la abigarrada mezcla de pueblos,
de un imperio y la idea de un emperador razas y lenguas sometidos a Roma.
no era de origen latino”.20 Generalmente se admite que el Dere-
Coinciden, en efecto, los historiadores cho Político debe a Roma dos conceptos
en que las instituciones políticas romanas de gran importancia que tendrán singular
relevancia en la formación de los Estados
18
Al lado del derecho público, al lado de la modernos: el concepto de soberanía y el de
participación activa del ciudadano en las tareas de imperium.
gobierno, existe una esfera privada en la que los Respecto al primero de los conceptos
individuos son soberanos. –el de soberanía– su noción emerge de la
19
El imperium es una de las ideas políticas más relación existente entre la Roma imperial
esenciales en Roma. Es la autoridad soberana de
un Estado. Desaparecida la monarquia, el imperium
21
queda, y para entonces a manos de la asamblea po- SALVADOR GINER, Historia del Pensamiento Social
pular, aunque es ejercido predominantemente por Editorial Ariel, Barcelona, 1966, p. 73.
22
el Senado. Después de la República esta facultad Así definido, el cesarismo es idéntico al bona-
pasa en parte al emperador y tiende a través de los partismo. Pero hay entre ellos una diferencia funda-
tiempos a identificarse con él. mental. El bonapartismo mostró un carácter personal
20
ERNEST BARKER, El concepto de Imperio, en el y transitorio, como un resplandor de gloria fugitiva; el
Legado de Roma, Editorial Pegaso, Madrid, s/f, 3ª cesarismo en cambio se convirtió en una institución
edición, p. 61. permanente (BARKER, ob. cit., p. 79).

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Manual de Derecho Político

y los pueblos conquistados. En efecto, aun En la organización política germana


cuando éstos gozaban de cierta libertad, la no hay un poder centralizado, sino un
autoridad del poder imperial quedaba de poder dividido en muchas esferas: Imperio,
manifiesto de diversas formas: los pueblos Papada, señores feudales, corporaciones,
administrados no podían hacer la guerra ciudades.24
entre vecinos, Roma imponía el arbitraje; Como anota Carro, “el dualismo prepon-
debían proporcionar contingentes militares, derante se da entre el poder temporal y el
pagar tributos y otra serie de prestaciones poder espiritual. Este último, organizado
que accedían en beneficio del Imperio. con las clásicas técnicas romanas, ofrecía
“El poder de Roma o, más exactamente una técnica organizativa muy superior a la
quizás, el del emperador, se presenta como que ofrecían los pueblos germanos. Por
aquel por encima del cual no existe nada más. La ello le resulta fácil al Papado mantener
autoridad del emperador aparecía como la una preeminencia sobre las endebles or-
instancia última, como la autoridad suprema, ganizaciones políticas de los germanos; es
y el término del bajo latín superanitas traduce así como la ‘civitas Dei’ se impuso sobre la
esta cualidad de un poder sobre el que no ‘civitas’ diabólica a través de un proceso
existe ninguna presión. De ahí hemos extraído histórico de sobra conocido.
nosotros el término soberanía”.23 En la baja Edad Media se aprecia cómo,
En cuanto al concepto de imperium –al poco a poco, el poder temporal se va inde-
cual ya nos hemos referido– cabe puntua-
pendizando y va abriéndose camino hacia
lizar que los autores encuentran en él la
el Estado del Renacimiento”.25
raíz del poder político moderno.
Otra característica de este período en
la que coinciden los historiadores atañe
13.3. La civitas cristiana a la escasa o ninguna participación del
pueblo en la vida política. “Esto no sólo
Las formas políticas similares a Roma puede decirse de los territorios alemanes
desaparecen en la Edad Media. Los intentos en los que aún no ha llegado a adquirir
de reconstrucción –uno de Carlomagno vida la idea del Estado y sólo existen restos
y otro de los normandos– sólo tienen ca- ruinosos de la subordinación del indivi-
rácter episódico. El concepto de unidad duo al imperio, sino incluso allí donde
política con base territorial permanece los estamentos se sienten nación política,
generalmente ausente durante este largo lo cual implica precisamente la exclusión
período histórico. El concepto de poder de la mayor parte de los gobernados de la
político centralizado es reemplazado por vida pública”.26
el de las poliarquías feudales. No obstante las notables diferencias cua-
Originariamente el nomadismo de los litativas que se pueden observar entre la
pueblos germánicos motiva que el único forma política de la Edad Media y el Estado
vínculo propiamente político existente fuera moderno, se reconocen ciertos aportes del
el vínculo personal: la fidelidad. Las leyes feudalismo:
no eran territoriales, sino estrictamente – El desarrollo de un poderoso indivi-
personales. Cuando se hacen sedentarios dualismo de naturaleza aristocrática que,
los pueblos germanos crean un vínculo in- generalizado, aparecerá más tarde como
tensísimo con el territorio sobre el cual se una de las raíces de la libertad.
han asentado, pero el régimen político que
en esta segunda fase adoptan es extraordi-
24
nariamente descentralizado. Sobre los factores que originan el feudalismo,
ver Historia de las Formas Políticas, de OTTO HINTZE,
Editorial Revista de Occidente, Madrid, 1968, pp. 35
23
ANDRÉ HAURIOU, Derecho Constitucional e Ins- y ss.
25
tituciones Políticas, Editorial Ariel, Barcelona, 1971, Ob. cit., p. 49.
26
p. 51. JELLINEK, ob. cit., p. 242.

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Sección Tercera: La politicidad humana

– El desarrollo de los lazos de hombre nominación correspondiente, se expandió


a hombre y la idea de que la sociedad re- dominante por toda Europa”.29
posa, en gran parte, sobre el intercambio Queda claro, entonces, que a partir del
de servicios. período indicado la palabra Estado pasa
– La exaltación –con la caballería– de a tener un significado “moderno”, ya que
los sentimientos del honor y de la fidelidad, sirve para designar una noción también
que se traspondrán a continuación en la “moderna” de forma política. No se trata
lealtad frente al príncipe y, más tarde aun, entonces –como pretenden algunos auto-
en el civismo moderno. res– de hacer depender de la existencia o
– Por último, la perspectiva de igualdad inexistencia de un vocablo el reconocimiento
entre los hombres, necesaria para equilibrar de la esencia del Estado. Ello implicaría volver
el sentimiento de la jerarquía social, se en- al nominalismo, con lo que encerraríamos
cuentra en la Edad Media, época de la fe la realidad en vocablos herméticos.30
ardiente, en la igualdad ante Dios.27 ¿Qué características tiene esta nueva
forma política, esta nueva institucionali-
zación de las relaciones? “Lo propio de la
14. L A FORMA POLÍTICA MODERNA: edad moderna, en materia política, reside
EL ESTADO en la instauración de la unidad política,
es decir, del Estado propiamente dicho.
Entre los estudiosos de la Teoría del Es- Simultáneamente se esfuma el dualismo
tado prevalece en la actualidad la opinión entre el poder espiritual y el poder tem-
de que sólo a partir del Renacimiento se poral y entre el príncipe y los estamentos
comienza a estructurar la forma de organi- del vecino. La ‘forma política’ naciente –el
zación política que habría de denominar- Estado– se diferencia de las anteriores por
se Estado. Fue, precisamente, en una de la naturaleza de sus ‘elementos’. Es a la vez
las Repúblicas italianas del Renacimiento, Estado-nación, por su especial composición
Florencia, donde vivió Nicolás Maquiave- geodemográfica (territorio y población), y
lo, cuyo libro más divulgado introduce el Estado soberano (absolutista), por el carác-
vocablo “lo Stato’’ para la designación del ter que reviste el poder”.31
status político. Efectivamente, frente a las poliarquías
En efecto, Maquiavelo comienza El medievales, en las cuales no se advertía
Príncipe: “Todos los Estados, todas las do- un centro único de poder, una sola auto-
minaciones que tuvieron y tienen autoridad ridad suprema, provista del máximo de las
sobre los hombres, fueron y son repúblicas facultades de mando y dirección, el Esta-
o principados”, con lo que da la genérica do emerge como instrumento de control
designación técnica de Estado a toda rele- político fuertemente centralizado y con
vante y permanente organización de poder la aspiración de constituirse en una uni-
político.28 dad absoluta, a cerrarse como un núcleo
“Durante el curso de los siglos XVI y social totalmente autónomo. “El Estado
XVII la nueva acepción que se le da a la moderno ha nacido como una unidad de
palabra ‘Stato’ y que designa justamente asociación, organizada conforme a una
una nueva estructura concreta histórica, es constitución, gracias a haber dominado
receptada en las lenguas española, francesa, el doble dualismo que forma rey y pueblo
alemana e inglesa. Estado en español, État
en francés, Staat en alemán, State en inglés,
muestran que la concepción de un poder 29
ARTURO SAMPAY, La crisis del Derecho Liberal-Bur-
político monístico, su activa realización y la gués, Editorial Losada, Buenos Aires, 1942, p. 158.
30
Sobre el particular puede verse la crítica de DE
LOS RÍOS, FERNANDO a la posición formalista jurídi-
27
ANDRÉ HAURIOU, ob. cit., p. 63. ca de Stammler en ¿Adónde va el Estado?, Editorial
28
MAQUIAVELO, El Príncipe, en Obras, Editorial Sudamericana, 1951, p. 208.
31
Vergara, Barcelona, 1961, p. 95. MARIO JUSTO LÓPEZ, ob. cit., tomo I, p. 320.

41
Manual de Derecho Político

y el poder espiritual y temporal. En cada También opera, en el mismo sentido, la


Estado particular, como no podía por me- transformación que produce en todos los
nos, ha tenido lugar este fenómeno de una dispositivos militares el descubrimiento y
manera peculiar, si bien bajo el influjo, en aplicación de la pólvora y la invención de
parte, de relaciones políticas universales… las armas de fuego. Con la modificación
La idea de la unidad es la conclusión de de la técnica guerrera, que se trasmutó
una gran evolución histórica. El Estado en el empleo creciente de cañones y ar-
moderno tiene como punto final lo que mas manuales de fuego, se hizo necesaria
para el antiguo era el punto de partida. la creación de un ejército permanente y
Como el segundo, atribúyese también a él, adiestrado debido a lo cual los soldados
y aun en mayor medida, el derecho y el quedaban económicamente pendientes
poder para dominar de un modo efectivo de sus pagas. “Con esto, el príncipe se
todos los aspectos de la vida de la comu- libra de la tornadiza fidelidad de sus va-
nidad. Es verdad que pone limitaciones sallos, ganando el Estado el manejo único
de grande importancia a su acción; pero de las fuerzas armadas, al mismo tiempo
sólo lo son las que él mismo se ha puesto que hiere de muerte el preponderante
en vista del conocimiento que tiene de su papel político y militar de los caballeros.
problema. Por el contrario, no reconoce Lo costoso de la nueva técnica guerrera
a ninguno de sus miembros un derecho exigió la creación central de los medios
extraestatista que pueda ofrecerle una li- militares, que a su vez apuró una reorga-
mitación absoluta; si existiere, equivaldría nización de la hacienda pública. Recién,
esto a una reaparición de aquel dualismo con esta forma de gobierno financiero,
que fue vencido después de una lucha de se pudo sustituir al ejército vasallo, de
siglos”.32 servicio internamente e inseguro, por
Las causas que van a originar tan fun- una organización militar continuada y
damentales cambios en la concepción de rígida, cuya dirección está concentrada
la forma política, son por cierto complejas en el gobierno del Estado”.34
y muy difíciles de cualificar. Sin embargo, La administración feudal resultaba inade-
cuada para atender los requerimientos de
es posible decantar algunas de mayor re-
una sociedad y de una economía cada vez
levancia.
más complejas. La burocratización del Estado
Desde luego, la influencia de los des-
se hace inevitable: “el instrumento más
cubrimientos geográficos y los progresos
eficaz para lograr la independización de la
técnicos del Renacimiento. Nuevas condicio-
unidad de poder del Estado fue la jerarquía
nes técnicas generales imponen un cambio de autoridades, ordenada de modo regular,
también en la técnica de organización del según competencias claramente delimitadas
control social. Algunos descubrimientos que y en la que funcionarios especializados,
en principio parecen totalmente ajenos a la nombrados por el superior y económica-
relación política, resultan, no obstante, de mente dependientes, consagran su actividad
singular incidencia para el nacimiento de de modo continuo y principal a la función
la nueva institucionalización de la relación pública que les incumbe, cooperando así a
del poder. El descubrimiento de la brújula, la formación consciente de la unidad del
por ejemplo, permitió la navegación de poder estatal. Mediante la burocracia se
altura, cuya consecuencia fue concentrar elimina la mediatización feudal del poder
el poder político, creando formaciones más del Estado y se hace posible establecer el
voluminosas y más fuertes alrededor de vínculo de súbdito con carácter general y
los puntos donde el tráfico marítimo se unitario. Los apoyos burocráticos dan a la
cumplía.33 moderna construcción del Estado sus netos

32
JELLINEK, ob. cit., pp. 242-244.
33 34
FRANCISCO AYALA, ob. cit., pp. 198 y ss. SAMPAY, ob. cit., p. 158.

42
Sección Tercera: La politicidad humana

contornos y condicionan el carácter relati- sión del poder por el pueblo que aparece
vamente estático de su estructura”.35 ya en la Edad Media. La soberanía es ante
Ejército permanente y burocracia tu- todo histórica: soberanía del príncipe con
vieron por premisas la regularidad del go- tendencia al absolutismo, el cual se asocia
bierno financiero del Estado, que exige un fácilmente con la validez exclusiva absoluta
sistema de impuestos reglados y entradas del poder estatal, pero que solamente apa-
predeterminadas. rece en países donde el territorio estatal ha
Los titulares del poder político en la sido creado de nuevo mediante la política
Edad Media desconocían completamente monárquica centralizadora”.36
los presupuestos financieros, pues nunca Admitir que los Estados modernos apare-
existió una separación entre el erario y el cen en el Renacimiento como monarquías
patrimonio de los príncipes. absolutas no implica, por cierto, pensar
La concreción del Estado como eficiente que éstas surgen de la noche a la mañana,
unidad política, militar y económica sólo brotando en el vacío, sino que más bien se
pudo adquirir realidad cuando se corporizó constituyen por una especie de desarrollo
también como unidad de decisión. En el y crecimiento que ha venido verificándose
continente europeo, ello fue obra de la desde siglos atrás en las monarquías medie-
monarquía absoluta. vales, cuyas instituciones prefiguran en algún
“Históricamente, el Estado soberano modo lo que será el Estado moderno.37
es, ante todo, un Estado autoritario, cuyo
poder está basado en un Derecho propio,
en contraposición a la teoría de la transmi- 36
OTTO HINTZE, ob. cit., p. 303.
37
Sobre la aparición de las monarquías abso-
35
HERMANN HELLER, Teoría del Estado, Editorial lutas modernas, ver OTTO HINTZE, ob. cit., pp. 293
Fondo de Cultura Económica, México, 6ª edición, y ss.; AVALA, ob. cit., pp. 201 y ss.; SAMPAY, ob. cit.,
1908, pp. 147-148. pp. 162 y ss.

TEXTOS COMPLEMENTARIOS

I. CONCEPCIONES SOBRE EL gregario, es evidente. La naturaleza –según


ORIGEN DE LA SOCIEDAD POLÍTICA hemos dicho– no hace nada en vano; ahora
bien, el hombre es entre los animales el único
A. HIPÓTESIS NATURALISTA que tiene palabra. La voz es señal de pena y de
placer, y por esto se encuentra en los demás
Textos atinentes a párrafo 9: animales (cuya naturaleza ha llegado hasta el
punto de tener sensaciones de pena y de placer
ARISTÓTELES.38 y comunicarlas entre sí). Pero la palabra está
para hacer patente lo provechoso y lo nocivo,
Política
lo mismo que lo justo y lo injusto, y lo propio
Universidad Nacional Autónoma de México,
del hombre con respecto a los demás animales
1963, Libro I, Sec. 1ª
es que él sólo tiene la percepción de lo bueno y
de lo malo, de lo justo y de lo injusto y de otras
EL HOMBRE, ANIMAL POLÍTICO
cualidades semejantes, y la participación común
El porqué sea el hombre un animal políti- en estas percepciones es lo que constituye la
co, más aún que las abejas y todo otro animal familia y la polis.
La polis es asimismo, por naturaleza, ante-
38
(384-322 a. de C.). Filósofo griego, discípulo rior a la familia y a cada uno de nosotros. El
de Platón y preceptor de Alejandro Magno. Funda- todo, en efecto, es necesariamente anterior a
dor del Liceo. la parte. Destruido el todo corporal, no habrá

43
Manual de Derecho Político

ni pie ni mano a no ser en sentido equívoco, útiles o nocivas, como la oveja conoce al lobo
como cuando se habla de una mano de piedra; naturalmente por enemigo; y otros animales,
algo semejante será la mano de un cuerpo en por natural industria, conocen algunas hierbas
corrupción. Todas las cosas se definen por su obra medicinales y otras cosas necesarias a su vida;
y su potencia operativa, de modo que cuando mas el hombre, de las que lo son para vivir, sólo
éstas no son ya lo que eran, no deben las mismas tiene conocimiento en común, como quien por
cosas decirse tales, a no ser que queramos hablar la razón puede de los principios universales
en sentido equívoco. Es pues manifiesto que venir en conocimiento de las cosas que son
la polis es por naturaleza anterior al individuo, necesarias para la vida humana. No es, pues,
pues si el individuo no puede de por sí bastarse posible que un hombre solo alcance por su
a sí mismo, deberá estar con el todo político en razón todas las cosas de esta manera; y así es
la misma relación que las otras partes lo están necesario vivir entre los muchos, para que unos
con su respectivo todo. El que sea incapaz de a otros ayuden y se ocupen unos en inventar
entrar en esta participación común, o que a unas cosas, y otros en otras.
causa de su propia suficiencia no necesite de Esto también se prueba evidentísimamente
ella, no es más parte de la polis, sino que es una por serles propio a los hombres el hablar, con lo
bestia o un dios. cual pueden explicar sus conceptos totalmente
En todos los hombres hay pues por natura- y otros animales declaran sus pasiones sólo en
leza una tendencia a formar asociaciones de común, como el perro, en ladrar, la ira, y otros
esta especie; y con todo, el primer fundador de por diversos modos. Así que un hombre es más
ciudades fue causa de los mayores bienes. Pues comunicativo para otro, que los animales que
así como el hombre, cuando llega a su perfec- andan y viven juntos, como las gallinas, las hor-
ción, es el mejor de los animales, asi también migas y las abejas; y considerándolo, Salomón,
es el peor de todos cuando está divorciado de dice en el Eclesiástico: “Mejor es estar dos que
la ley y la justicia, uno, porque gozan del socorro de la corres-
pondiente compañía”.
Pues siendo natural al hombre el vivir en
SANTO TOMÁS DE AQUINO39 compañía de muchos, necesario es que haya
Del gobierno de los príncipes entre ellos quien rija esta muchedumbre; porque
Editorial Losada, B. Aires, 1964 donde hubiese muchos, si cada uno procurase
para sí solo lo que estuviese bien, la muche-
EL HOMBRE SOCIAL Y POLÍTICO dumbre se desuniría en diferentes partes, si no
hubiese alguno que tratase de lo que pertenece
Pero es propio del hombre el ser animal al bien común; así como el cuerpo del hombre
social y político, que vive entre la muchedum- y de cualquier animal vendría a deshacerse si
bre, más que todos los otros animales: lo cual no hubiese en él alguna virtud regitiva, que
declaran las necesidades que naturalmente tiene. acudiese al bien común de todos los miembros;
Porque a ellos la naturaleza les preparó el man- y así dijo Salomón: “Donde no hay Gobernador,
tenimiento, el vestido de sus pelos, la defensa el pueblo se disipará”… Así que en cualquiera
de sus dientes, cuernos y uñas, o a lo menos la muchedumbre conviene que haya quien go-
velocidad para huir, y el hombre, empero, no
bierne (Libro Primero, Capítulo 1º).
recibió de la naturaleza ninguna de estas cosas,
Y además de todo lo dicho, hay otra razón
mas en su lugar fuele dada la razón, para que
para mostrar que es necesario el vivir los hombres
mediante ella, con el trabajo de sus manos, lo
juntos, y es el apetito que tienen de comunicar
pudiese buscar todo; a lo cual un hombre solo
sus obras a otros, de manera que a este apetito
no basta, porque de por sí no puede pasar la
le sería molesto hacer ninguna cosa de virtud
vida suficientemente; y así, decimos, le es natural
sin la compañía de otros hombres. De don-
vivir en compañía de muchos.
de es que dice Tulio en el libro de la amistad
Además de esto, los otros animales tienen
natural industria para todas las cosas que les son que la naturaleza ninguna cosa solitaria ama;
porque según pienso, es cierto lo que oí a los
pasados, que solía decir Archita Tarentino: Que
39
A Santo Tomás de Aquino (12271274) se lo si alguno subiese al cielo, y viese la naturaleza
considera el representante más significativo de la del mundo y la hermosura de las estrellas, si
escolástica. Fue canonizado en 1323 y proclamado fuese sin amigos y compañeros, no le sería suave
Doctor de la Iglesia por Pío V en 1567. aquella admiración. Y las mismas riquezas no

44
Sección Tercera: La politicidad humana

resplandecen si no se esparcen entre muchos, distribución igual de una cosa, que el hecho de
como dice Boecio. De manera que parece que que cada hombre esté satisfecho con la porción
el hombre tiene necesidad de vivir entre mu- que le corresponde.
chos, considerando así por la parte del cuerpo De esta igualdad en cuanto a la capacidad
sensitiva, como de parte de la naturaleza racio- se deriva la igualdad de esperanza respecto a la
nal. Por lo cual naturalmente es necesaria la consecución de nuestros fines. Esta es la causa
fundación de las ciudades… Y aunque los que de que si dos hombres desean la misma cosa, y
primero las fundaron, según dice la Escritura, en modo alguno pueden disfrutarla ambos, se
fueron hombres malos, como Caín, fratricida, vuelven enemigos, y en el camino que conduce
y Nembret, opresor de los hombres, el cual al fin (que es, principalmente, su propia conser-
edificó a Babilonia, y Asur, que edificó a Níni- vación, y a veces su delectación tan sólo) tratan
ve; con todo eso se movieron a ello por estas de aniquilarse o sojuzgarse uno a otro.
comodidades de los hombres encaminándole a Dada esta situación de desconfianza mutua,
la utilidad de su dominio, que para conservarla ningún procedimiento tan razonable existe para
era necesario que los hombres viviesen juntos que un hombre se proteja a sí mismo, como la
(Libro Cuarto, Capítulo 39). anticipación, es decir, el dominar por medio de
la fuerza o por la astucia a todos los hombres
que pueda, durante el tiempo preciso, hasta que
B. HIPÓTESIS CONTRACTUALISTA ningún otro poder sea capaz de amenazarle.
Además, los hombres no experimentan pla-
Textos atinentes a párrafo 10 cer ninguno (sino, por el contrario, un gran
desagrado) reuniéndose, cuando no existe un
THOMAS HOBBES40 poder capaz de imponerse a todos ellos. En
Leviathan efecto, cada hombre considera que su compa-
ñero debe valorarlo del mismo modo que él se
DE LA CONDICIÓN NATURAL DEL GÉNERO valora a sí mismo. Y en presencia de todos los
HUMANO
signos de desprecio o subestimación, procu-
ra naturalmente, en la medida en que puede
La naturaleza ha hecho a los hombres tan atreverse a ello (lo que entre quienes no reco-
iguales en las facultades del cuerpo y del espíritu nocen ningún poder común que los sujete, es
que, si bien un hombre es a veces, evidentemente, suficiente para hacer que se destruyan uno a
más fuerte de cuerpo o más sagaz de entendimien- otro), arrancar una mayor estimación de sus
to que otro, cuando se considera en conjunto, contendientes, infligiéndoles algún daño, y de
la diferencia entre hombre y hombre no es tan los demás por el ejemplo.
importante que uno puede reclamar, a base de Así hallamos en la naturaleza del hombre
ella, para sí mismo, un beneficio cualquiera al tres causas principales de discordia: primera,
que otro no pueda aspirar como él. En efecto, la competencia; segunda, la desconfianza; ter-
por lo que respecta a la fuerza corporal, el más cera, la gloria.
débil tiene bastante fuerza para matar al más La primera causa impulsa a los hombres a
fuerte, ya sea mediante secretas maquinaciones atacarse para lograr un beneficio; la segunda,
o confederándose con otro que se halle en el para lograr seguridad; la tercera, para ganar
mismo peligro que él se encuentra, reputación…
En lo que a facultades mentales yo encuentro Con todo ello es manifiesto que durante el
aún una igualdad más grande entre los hombres tiempo en que los hombres viven sin un poder que
que en lo referente a la fuerza… No hay, en los atemorice a todos, se hallan en la condición
efecto y de ordinario, un signo más claro de o estado que se denomina guerra: una guerra
tal que es la de todos contra todos. Porque la
GUERRA no consiste solamente en batallar, en
40
(1588-1679) Filósofo inglés. Las continuas el acto de luchar, sino que se da durante el pe-
luchas políticas y religiosas que convulsionaron a riodo de tiempo en que la voluntad de luchar
Inglaterra durante el siglo XVII como consecuencia
de las rivalidades existentes entre el Parlamento y la
se manifiesta de modo suficiente.
Corona, llevaron a concebir un sistema de gobierno Por consiguiente, todo aquello que es con-
absoluto. Los fragmentos transcritos han sido tomados sustancial a un tiempo de guerra, durante el
de su obra. “LEVIATHAN”, Editorial Universitaria de cual cada hombre es enemigo de los demás,
Puerto Rico, 1968. es natural también en el tiempo en que los

45
Manual de Derecho Político

hombres viven sin otra seguridad que la que mo que se dan sus sensaciones y pasiones. Son
su propia fuerza y su propia invención pueden aquéllas cualidades que se refieren al hombre
proporcionarles. En toda situación semejante en sociedad, no en estado solitario. Es natural
no existe oportunidad para la industria, ya que también que en dicha condición no existan
su fruto es incierto; por consiguiente, no hay propiedad ni dominio, ni distinción entre tuyo
cultivo de la tierra, ni navegación, ni uso de y mío; sólo pertenece a cada uno lo que pueda
artículos que puedan ser importados por mar, tomar, y sólo en tanto que pueda conservarlo.
ni construcciones confortables, ni fuerza, ni Todo ello puede afirmarse de esa miserable
conocimientos de la faz de la tierra, ni cómputo condición en que el hombre se encuentra por
del tiempo, ni artes ni letras, ni sociedad; y lo obra de la simple naturaleza, si bien tiene una
que es peor de todo, existe continuo temor y cierta posibilidad de superar ese estado, en parte
peligro de muerte violenta; y la vida del hombre es por sus pasiones, en parte por su razón.
solitaria, pobre, tosca, embrutecida y breve. Las pasiones que inclinan a los hombres
Acaso puede pensarse que nunca existió a la paz son el temor a la muerte, el deseo
un tiempo o condiciones en que se diera una de las cosas que son necesarias para una vida
guerra semejante, y en efecto, yo creo que nunca confortable, y la esperanza de obtenerlas por
ocurrió generalmente así, en el mundo entero, medio del trabajo. La razón sugiere adecuadas
pero existen varios lugares donde viven ahora normas de paz, a las cuales pueden llegar los
de ese modo. Los pueblos salvajes en varias co- hombres por mutuo consenso (Primera parte.
marcas de América, si se exceptúa el régimen de Capítulo XIII).
pequeñas familias cuya concordia depende de
la concupiscencia natural, carecen de gobierno
en absoluto, y viven actualmente en ese estado L A GENERACIÓN DE UN ESTADO
bestial a que me he referido. De cualquier modo El único camino para erigir semejante poder
que sea, puede percibirse cuál será el género común, capaz de defenderlos contra la invasión
de vida cuando no exista un poder común que de los extranjeros y contra las injurias ajenas,
temer, pues el régimen de vida de los hombres asegurándoles de tal suerte que por su propia
que antes vivían bajo un gobierno pacífico, suele actividad y por los frutos de la tierra puedan
degenerar en una guerra civil. nutrirse a sí mismos y vivir satisfechos, es con-
Ahora bien, aunque nunca existió un tiempo ferir todo su poder y fortaleza a un hombre o
en que los hombres particulares se hallaran en a una asamblea de hombres, todos los cuales,
una situación de guerra de uno contra otro, por pluralidad de votos, puedan reducir sus
en todas las épocas, los reyes y personas reves- voluntades a una voluntad. Esto equivale a decir:
tidas con autoridad soberana, celosos de su elegir un hombre o una asamblea de hombres
independencia, se hallan en estado de con- que represente su personalidad; y que cada
tinua enemistad, en la situación y postura de uno considere como propio y se reconozca a
tos gladiadores, con las armas asestadas y los sí mismo como autor de cualquiera cosa que
ojos fijos uno en otro. Es decir, con sus fuer- haga o promueva quien representa su persona,
tes guarniciones y cañones en guardia en las en aquellas cosas que conciernen a la paz y a la
fronteras de sus reinos, con espías entre sus seguridad comunes; que, además, sometan sus
vecinos, todo lo cual implica una actitud de voluntades cada uno a la voluntad de aquél, y
guerra. Pero como a la vez defienden también sus juicios a su juicio. Esto es algo más que con-
la industria de sus súbditos, no resulta de esto sentimiento o concordia; es una unidad real de
aquella miseria que acompaña a la libertad de todo ello en una misma persona, instituida por
los hombres particulares. pacto de cada hombre con los demás, en forma
En esta guerra de todos contra todos, se da tal como si cada uno dijera a todos: autorizo y
una consecuencia: que nada puede ser injusto. transfiero a este hombre o asamblea de hombres
Las nociones de derecho e ilegalidad, justicia mi derecho de gobernarme a mí mismo, con
e injusticia están fuera de lugar. Donde no hay la condición de que vosotros transferiréis a él
poder común, la ley no existe; donde no hay vuestro derecho, y autorizaréis todos sus actos
ley, no hay justicia. En la guerra, la fuerza y el de la misma manera. Hecho esto la multitud
fraude son las dos virtudes cardinales. Justicia así unida en una persona se denomina ESTA-
e injusticia no son facultades ni del cuerpo ni DO, en latín CIVITAS. Esta es la generación de
del espíritu. Si lo fueran, podrán darse en un aquél gran LEVIATHAN, o más bien hablando
hombre que estuviera solo en el mundo, lo mis- con más reverencia, de aquel dios mortal, al

46
Sección Tercera: La politicidad humana

cual debemos, bajo el Dios inmortal, nuestra encima de los demás, y que le haya conferido
paz y nuestra defensa. Porque en virtud de esta mediante un nombramiento evidente y claro,
autoridad que se le confiere por cada hombre el derecho indiscutible al poder y a la soberanía
particular, el Estado posee y utiliza tanto poder y (Capítulo II).
fortaleza, que por el terror que inspira es capaz Siendo, según he dicho ya, los hombres li-
de conformar las voluntades de todos ellos para bres, iguales e independientes por naturaleza,
la paz en su propio país, y para la mutua ayuda ninguno de ellos puede ser arrancado de esa
contra sus enemigos, en el extranjero. situación y sometido al poder político de otros
Y en ello consiste la esencia del Estado, que sin que medie su propio consentimiento. Este
podemos definir así: una persona de cuyos ac- se otorga mediante convenio hecho con otros
tos se constituye en autora una gran multitud hombres de juntarse e integrarse en una comu-
mediante pactos recíprocos de sus miembros nidad destinada a permitirles una vida cómo-
con el fin de que esa persona pueda emplear da, segura y pacífica de unos con otros, en el
la fuerza y los medios de todos como lo juzgue disfrute tranquilo de sus bienes propios, y una
conveniente para asegurar la paz y la defensa salvaguardia mayor contra cualquiera que no
común. El titular de esta persona se denomina pertenezca a esa comunidad. Esto puede llevarlo
SOBERANO y se dice que tiene poder soberano; a cabo cualquier cantidad de hombres, porque
cada uno de los que lo rodean es SÚBDITO suyo… no perjudica a la libertad de los demás, que
(Segunda parte. Del Estado, Capítulo XVII). siguen estando como lo estaban hasta entonces,
en la libertad del estado de naturaleza. Una vez
que un determinado número ha consentido
JOHN LOCKE41 en constituir una comunidad o gobierno, que-
Ensayo sobre el gobierno civil dan desde ese mismo momento conjuntados
Editorial Aguilar, Madrid, 1985 y forman un solo cuerpo político, dentro del
cual la mayoría tiene el derecho de regir y de
EL ORIGEN DEL PODER POLÍTICO obligar a todos.
En efecto, una vez que, gracias al consenti-
Para comprender bien en qué consiste el miento de cada individuo, ha constituido cier-
poder político y para remontarnos a su verdadera to número de hombres una comunidad, han
fuente, será forzoso que consideremos cuál es formado, por ese hecho, un cuerpo con dicha
el estado en que se encuentran naturalmente comunidad, con poder para actuar como un
los hombres, a saber: un estado de completa solo cuerpo, lo que se consigue por la voluntad
libertad para ordenar sus actos y para disponer
y la decisión de la mayoría. De otra forma es
de propiedades y de sus personas como mejor les
imposible actuar y formar verdaderamente un
parezca, dentro de los límites de la ley natural,
solo cuerpo, una sola comunidad, que es a lo
sin necesidad de pedir permiso y sin depender
que cada individuo ha dado su consentimiento
de la voluntad de otra persona.
al ingresar en la misma. El cuerpo se mueve
Es también un estado de igualdad, dentro
hacia donde lo impulsa la fuerza mayor, y esa
del que todo poder y toda jurisdicción son re-
fuerza es el consentimiento de la mayoría; por
cíprocos, en el que nadie tiene más que otro,
esa razón quedan todos obligados por la reso-
puesto que no hay cosa más evidente que el
lución a que llegue la mayoría. Por eso vemos
que seres de la misma especie y de idéntico
rango, nacidos para participar sin distinción de que en las asambleas investidas por las leyes
todas las ventajas de la naturaleza y para servirse positivas para poder actuar, pero sin que esas
de las mismas facultades, sean también iguales leyes positivas hayan establecido un número
entre ellos, sin subordinación ni sentimiento, fijo para que puedan hacerlo, la resolución de
a menos que el Señor y Dueño de todos ellos la mayoría es aceptada por la resolución de la
haya colocado, por medio de una clara mani- totalidad de sus miembros, y por la ley natural
festación de su voluntad, a uno de ellos por y de la razón, se da por supuesto que obliga
por llevar dentro de sí el poder de la totalidad
(Capitulo VIII).
41
(1632-1704). Filósofo y médico inglés. Partidario
Por consiguiente, debe darse por supuesto
del régimen parlamentario. Es considerado el padre que quienes, saliendo del estado de naturaleza
del liberalismo político. Los fragmentos transcritos se constituyen en comunidad, entregan todo
han sido tomados de su obra Ensayo sobre el gobierno el poder necesario para las finalidades de esa
civil, Editorial Aguilar, Madrid, 1955. integración en sociedad a la mayoría de aquélla,

47
Manual de Derecho Político

a no ser que, de una manera expresa, acuerden obedezca, sin embargo, más que a sí mismo
que deba estar en un número de personas su- y permanezca tan libre como antes”. Tal es el
perior al que forma la simple mayoría. Y se da problema fundamental, cuya solución da el
por supuesto que esto lo realizan por el simple Contrato Social.
hecho de unirse dentro de una sociedad políti- Las cláusulas de este contrato están de tal
ca, no requiriéndose otro pacto que ése entre modo determinadas por la naturaleza del acto
los individuos que se unen o que integran una que la menor modificación las haría vanas y de
comunidad. Tenemos, pues, que lo que inicia nulo efecto; de suerte que, aunque no hayan
y realmente constituye una sociedad política sido acaso nunca formalmente enunciadas, son
cualquiera, no es otra cosa que el consenti- en todas partes las mismas, en todas partes tá-
miento de un número cualquiera de hombres citamente admitidas y reconocidas; hasta que
libres capaces de formar mayoría para unirse, violado el pacto social, cada uno vuelve a sus
integrarse dentro de semejante sociedad. Y eso, primeros derechos y recupera su libertad na-
y solamente eso, es lo que dio o podría dar tural, perdiendo la libertad convencional por
principio a un gobierno legítimo. la que renunció a aquélla.
Estas cláusulas, bien entendidas, se reducen
todas a una sola: la enajenación de cada asociado
JUAN JACOBO ROUSSEAU42 con todos sus derechos a toda la comunidad.
El contrato social Pues, en primer lugar, dándose cada uno todo
Editorial Aguilar, Madrid, 1969, Libro I, entero, la condición es igual, para todos, y sien-
capítulo VI do igual para todos, ninguno tiene interés en
hacerla onerosa para los demás.
“ORIGEN DEL CONTRATO SOCIAL” Por otra parte, dándose cada uno sin reser-
vas, la unión es todo lo perfecta que puede ser
Supongo a los hombres llegados a un pun- y ningún asociado tiene ya nada que reclamar.
to en que los obstáculos que se oponen a su Pues si les quedaran algunos derechos a los
conservación en el estado natural vencen con particulares, como no habría ningún superior
su resistencia a las fuerzas que cada individuo común que pudiera fallar entre ellos y el público,
puede emplear para mantenerse en ese esta- siendo cada cual su propio juez, pretendería
do. Entonces, ese estado primitivo no puede en seguida serlo en todo, subsistiría el estado
ya subsistir, el género humano perecería si no de naturaleza y la asociación llegaría a ser ne-
cambiase su manera de ser. cesariamente tiránica o inútil.
Ahora bien, como los hombres no pueden En fin, como dándose cada uno a todos no
engendrar nuevas fuerzas, sino solamente aunar se da a nadie, y como no hay un solo asociado
y dirigir las que existen, no les queda otro me- sobre el cual no se adquiera el mismo derecho
dio, para subsistir, que formar por agregación que a él se le cede sobre uno mismo, se gana
una suma de fuerzas que puedan superar la el equivalente de todo lo que se pierde, y más
resistencia, ponerlas en juego mediante un solo fuerza para conservar lo que se tiene.
móvil y hacerlas actuar de consuno. De suerte que si se separa del pacto social,
Esta suma de fuerzas no puede nacer más lo que no forma parte de su esencia, resultará
que del concurso de varios; pero como la fuerza que se reduce a los términos siguientes: Cada
y la libertad de cada hombre son los primeros
uno de nosotros pone en común su persona y
instrumentos de su conservación, ¿cómo lo com-
todo su poder bajo la suprema dirección de la
prometerán sin perjudicarse y sin descuidar
voluntad general; y recibimos en cuerpo a cada
las atenciones que se debe a sí mismo? Esta
miembro como parte indivisible del todo.
dificultad aplicada a mi tema puede enunciarse
En el mismo instante, en lugar de la per-
en estos términos:
sona particular de cada contratante, este acto
“Encontrar una forma de asociación que
de asociación produce un cuerpo moral y co-
defienda y proteja con toda la fuerza común
a la persona y los bienes de cada asociado, y lectivo compuesto de tantos miembros como
por lo cual, uniéndose cada uno a todos, no votos tiene la asamblea, el cual recibe de este
mismo acto su unidad, su yo común, su vida y
su voluntad. Esta persona pública que se forma
42
(1712-1778). Filósofo y escritor suizo-francés así, por la unión de todas las demás, tomaba
nacido en Ginebra. Se considera que sus doctrinas in- en otro tiempo el nombre de Ciudad, y toma
fluyeron en el proceso de la Revolución francesa. ahora el de República o el de cuerpo político,

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Sección Tercera: La politicidad humana

al cual llaman sus miembros Estado cuando se amplía su extensión. Tienden igualmente a
es pasivo. Soberano cuando es activo. Poder localizar un “rellano” a partir del cual lo político
cuando lo comparan con otros de su misma se manifiesta nítidamente. L. Mair lo recuerda:
especie. Por lo que se refiere a los asociados, “Algunos antropólogos tendrían por seguro
toman colectivamente el nombre de Pueblo, y que la esfera de lo político empieza allí donde
se llaman en particular Ciudadanos como par- acaba la del parentesco”. O bien la dificultad se
ticipantes en la autoridad soberana, y Súbditos aborda de frente, y el conocimiento del hecho
como sometidos a las leyes del Estado. Pero político se busca a partir de las sociedades donde
estos términos suelen confundirse y tomarse es menos aparente, es decir, en las sociedades
uno por otro; basta saber distinguirlos cuando llamadas “segmentarias”. Así, M. G. Smith dedica
son empleados en su sentido preciso. un largo artículo a las sociedades de linaje que
considera en un triple aspecto: en tanto que
sistema con características formales, en tanto
C. HIPÓTESIS ANTROPOLÓGICA que modo de relación distinto del parentesco, y
mayormente en tanto que estructura de conte-
nido político. Llega a considerar la vida política
Texto atinente a párrafo 11
como un aspecto de toda vida social, no como
el producto de unidades o de estructuras espe-
GEORGE BALANDIER cíficas, y a negar la pertinencia de la distinción
Antropología política rígida establecida entre “sociedades con Estado”
Editorial Península, Barcelona, 1969, y “sociedades sin Estado”. Pero también esta
pp. 171 y ss. interpretación es imputada, entre otros, por D.
Easton, en su artículo sobre los problemas de
L A ASOCIACIÓN VOLUNTARIA Y LA la antropología política: el análisis teórico de
DOMINACIÓN Smith es –a juicio suyo– de un nivel tan eleva-
Ciertos antropólogos, antiguos y modernos, do que no permite aprehender mediante qué
se sitúan igualmente entre los que impugnan rasgos los sistemas políticos se parecen, por la
la universalidad de los fenómenos políticos. mera razón de que descuida el examen de lo
Uno de los “fundadores”, W. C. Mac-Leod, que los hace diferenciarse. De modo que la
enjuicia a unos pueblos que considera –como incertidumbre sigue siendo total.
los Yurok de California– desprovistos de una
organización política y viviendo en un estado
de anarquía (The Origin and History of Politics, D. HIPÓTESIS MARXISTA
1931). B. Malinowski admite que los grupos
Texto atinente a párrafos 10-11
políticos están ausentes “entre los Vedda y los
nativos australianos” y B. Redfield subraya que las
instituciones políticas pueden faltar totalmente FEDERICO ENGELS
en el caso de las sociedades “más primitivas”. “El origen de la familia, la propiedad
Y el propio Radcliffe-Brown, en su estudio de privada y el Estado” en Obras escogidas
los Andaman (The Andaman Islanders, 1922), de Marx y Engels
reconoce que esos insulares no disponen de Editorial Progreso, Moscú, 1969, pp. 621 y ss.
ningún “Gobierno organizado”.
De hecho, la verificación negativa tiene raras EL ESTADO Y LAS CLASES SOCIALES
veces un valor absoluto; en la mayoría de los Así, pues, el Estado no es de ningún modo
casos no expresa sino la ausencia de instituciones un poder impuesto desde fuera a la sociedad;
políticas comparables a las que rigen el Estado tampoco es “la realidad de la idea moral”, “ni la
moderno. Dado este implícito etnocentrismo, imagen y la realidad de la razón”, como afirma
no puede ser satisfactoria. De ahí los intentos Hegel. Es más bien un producto de la sociedad
por romper una dicotomía demasiado simplista, cuando llega a un grado de desarrollo determi-
oponiendo las sociedades tribales a las socieda- nado; es la confesión de que esa sociedad se ha
des con un Gobierno claramente constituido enredado en una irremediable contradicción
y racional. Esas tentativas suelen operar por consigo misma y está dividida por antagonis-
diferentes vías. Pueden caracterizar el dominio mos irreconciliables, que es impotente para
político menos por sus modos de organización conjurar. Pero a fin de que estos antagonismos,
que por las funciones cumplidas; en ese caso estas clases con intereses económicos en pugna,

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Manual de Derecho Político

no se devoren a sí mismas y no consuman a la América, pero se fortalece a medida que los


sociedad en una lucha estéril, se hace necesario antagonismos de clase se exacerban dentro del
un poder situado aparentemente por encima de Estado y a medida que se hacen más grandes y
la sociedad y llamado a amortiguar el choque, más poblados los Estados colindantes. Y si no,
a mantenerlo en los límites del “orden”. Y ese examínese nuestra Europa actual, donde la lu-
poder, nacido de la sociedad, pero que se pone cha de las clases y la rivalidad en las conquistas
por encima de ella y se divorcia de ella más y han hecho crecer tanto la fuerza pública, que
más es el Estado. amenaza con devorar a la sociedad entera y
Frente a la antigua organización gentilicia, aun al Estado mismo.
el Estado se caracteriza en primer lugar por la Para sostener en pie esa fuerza pública, se
agrupación de sus súbditos según divisiones necesitan contribuciones por parte de los ciu-
territoriales. Las antiguas asociaciones gentili- dadanos del Estado: los impuestos. La sociedad
cias, constituidas y sostenidas por vínculos de gentilicia nunca tuvo idea de ellos, pero nosotros
sangre, habían llegado a ser, según lo hemos los conocemos bastante bien. Con los progresos
visto, insuficientes en gran parte, porque supo- de la civilización incluso los impuestos llegan a
nían la unión de los asociados con un territorio ser pocos; el Estado libra letras sobre el futuro,
determinado, lo cual había dejado de suceder contrata empréstitos, contrae deudas de Estado.
desde largo tiempo. El territorio no se había También de esto puede hablarnos, por propia
movido, pero los hombres sí. Se tomó como experiencia, la vieja Europa.
punto de partida la división territorial, y se dejó Dueños de la fuerza pública y del derecho
a los ciudadanos ejercer sus derechos y sus de- de recaudar los impuestos, los funcionarios,
beres sociales donde se hubiesen establecido, como órganos de la sociedad, aparecen ahora
independientemente de la gens y de la tribu. situados por encima de ésta. El respeto que se
Esta organización de los súbditos del Estado tributaba libre y voluntariamente a los órganos
conforme al territorio es común a todos los de la constitución gentilicia ya no les basta,
Estados. Por eso nos parece natural; pero en incluso si pudieran ganarlo; vehículos de un
anteriores capítulos hemos visto cuán porfiadas poder que se ha hecho extraño a la sociedad,
y largas luchas fueron menester antes de que en necesitan hacerse respetar por medio de las
Atenas y en Roma pudiera sustituir a la antigua leyes de excepción, merced a las cuales gozan
organización gentilicia. de una aureola y de una inviolabilidad particu-
El segundo rasgo característico es la insti- lares. El más despreciable polizonte del Estado
tución de una fuerza pública, que ya no es el civilizado tiene más “autoridad” que todos los
pueblo armado. Esta fuerza pública especial órganos del poder de la sociedad gentilicia
hácese necesaria porque desde la división de reunidos; pero el príncipe más poderoso, el
la sociedad en clases es ya imposible una orga- más grande hombre público o guerrero de la
nización armada espontánea de la población. civilización, puede envidiar al más modesto
Los esclavos también formaban parte de la jefe gentil el respeto espontáneo y universal
población; los 90.000 ciudadanos de Atenas que se le profesaba. El uno se movía dentro de
sólo constituían una clase privilegiada, frente la sociedad; el otro se ve forzado a pretender
a los 365.000 esclavos. El ejército popular de representar algo que está fuera y por encima
la democracia ateniense era una fuerza públi- de ella.
ca aristocrática contra los esclavos, a quienes Como el Estado nació de la necesidad de
mantenía sumisos; mas, para tener a raya a los refrenar los antagonismos de clase, y como, al
ciudadanos, se hizo necesaria también una mismo tiempo, nació en medio del conflicto
policía, como hemos dicho anteriormente. de esas clases, es, por regla general, el Estado
Esta fuerza pública existe en todo Estado; y de la clase más poderosa, de la clase econó-
no está formada sólo por hombres armados, micamente dominante, que, con ayuda de él,
sino también por aditamentos materiales, las se convierte también en la clase políticamente
cárceles y las instituciones coercitivas de todo dominante, adquiriendo con ello nuevos me-
género, que la sociedad gentilicia no conocía. dios para la represión y la explotación de la
Puede ser muy poco importante o hasta casi clase oprimida. Así, el Estado antiguo era, ante
nula, en las sociedades donde aún no se han todo, el Estado de los esclavistas para tener
desarrollado los antagonismos de clase y en sometidos a los esclavos; el Estado feudal era
territorios lejanos, como sucedió en ciertos el órgano de que se valía la nobleza para tener
lugares y épocas en los Estados Unidos de sujetos a los campesinos siervos, y el moderno

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Sección Tercera: La politicidad humana

Estado representativo es el instrumento de de antigüedades, junto a la rueca y al hacha


que se sirve el capital para explotar el trabajo de bronce.
asalariado. Sin embargo, por excepción, hay
períodos en que las clases en lucha están tan
equilibradas que el poder del Estado, como II. EL ORIGEN DEL TÉRMINO
mediador aparente, adquiere cierta indepen- ESTADO
dencia momentánea respecto a una y otra. En
este caso se halla la monarquía absoluta de Texto atinente a párrafo 14: La forma
los siglos XVII y XVIII, que mantenía a nivel política moderna: el Estado
la balanza entre la nobleza y el estado llano;
y en este caso estuvieron el bonapartismo del
primer Imperio francés, y sobre todo el del ALESSANDRO PASSERIN D’ENTREVES
segundo, valiéndose de los proletarios contra la La noción del estado
clase media, y de ésta contra aquéllos. La más Editorial Euramérica, Madrid, 1970,
reciente producción de esta especie, donde pp. 52-54
opresores y oprimidos aparecen igualmente
ridículos, es el nuevo imperio alemán de la L A PALABRA ESTADO
nación bismarckiana; aquí se contrapesa a ca- Es legítimo concluir que no hay ninguna
pitalistas y trabajadores unos con otros, y se exageración en atribuir a Maquiavelo el mérito
les extrae el jugo sin distinción en provecho de haber introducido por primera vez el tér-
de los junkers prusianos de provincias venidos mino “Estado”, en su acepción moderna, en el
a menos. léxico político del mundo civilizado; primero,
Además, en la mayor parte de los Estados en el italiano, y de modo más lento y no sin re-
históricos los derechos concedidos a los ciuda- sistencia en las otras lenguas europeas. En esta
danos se gradúan con arreglo a su fortuna, y paulatina difusión, la palabra “Estado” entra en
con ello se declara expresamente que el Estado competencia con otras expresiones utilizadas
es un organismo para proteger a la clase que hasta entonces y que habían sido derivadas del
posee contra la desposeída. Así sucedía ya en latín. Así, el francés Bodino, que tiene una im-
Atenas y en Roma, donde la clasificación era por portancia capital en el desarrollo de la moderna
la cuantía de los bienes de fortuna. Lo mismo teoría del Estado, intitula su obra De la République
sucede en el Estado feudal de la Edad Media, (1876), y con este término designa al Estado,
donde el poder político se distribuyó según la conservando en él la palabra état, pese a algunas
propiedad territorial. Y así lo observamos en el opiniones contrarias a esta tesis, el significado
censo electoral de los Estados representativos tradicional de condición o situación (état d’une
modernos. république, l’état de la France). Algo parecido
… Por tanto, el Estado no ha existido eterna- ocurre con los escritores ingleses de ese mismo
mente. Ha habido sociedades que se las arreglan periodo, los cuales para designar al Estado si
sin él, que no tuvieron la menor noción del de Estado en sentido moderno puede hablarse
Estado ni de su poder. Al llegar a cierta fase en la Inglaterra de aquella época utilizan la
del desarrollo económico, que estaba ligada palabra commonwealth, que etimológicamente
necesariamente a la división de la sociedad en reproduce con toda exactitud el término lati-
clases, esta división hizo del Estado una nece- no respublica. Únicamente en Hobbes hallamos
sidad. Ahora nos aproximamos con rapidez (Leviatán, 1651, Introducción) expresamente
a una fase de desarrollo de la producción en establecida la identidad civitas = commonwealth
que la existencia de estas clases no sólo deja = State; después de él, con Pufendorf y con
de ser una necesidad, sino que se convierte en Barbeyrac, traductor de éste, las palabras status
un obstáculo directo para la producción. Las = État entran definitivamente en el lenguaje
clases desaparecerán de un modo tan inevitable político corriente. Por su parte, Montesquieu
como surgieron en su día. Con la desaparición (Esprit des Lois, 1748, lib. II) consagraba con su
de las clases desaparecerá inevitablemente el autoridad el uso de la palabra república, ya ini-
Estado. La sociedad, reorganizando de un ciado por Maquiavelo, para designar una forma
modo nuevo la producción sobre la “base de particular de Estado, el “Estado popular”, como
una asociación libre de productores iguales, antítesis de la monarquía o principado.
enviará toda la máquina del Estado al lugar Es significativo el hecho de que en Inglaterra
que entonces le ha de corresponder: al museo el nombre de república o commonwealth fue el

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Manual de Derecho Político

adoptado oficialmente después de la caída de dable que también en la lengua inglesa la


la monarquía (1649), razón por la cual la pala- palabra “Estado” –introducida originaria-
bra cayó en profundo descrédito a partir de la mente, en tiempo de Isabel I, por directa
Restauración, aunque no tanto que impidiera influencia italiana– tiene hoy plena carta
a Locke (Segundo Tratado sobre el gobierno civil, de ciudadanía.
1690, 133) seguir utilizándola por no acertar
a encontrar como confiesa explícitamente
Es preciso ahora, antes de terminar el
otra mejor para designar la noción de civitas, capítulo, dar respuesta a la pregunta que al
es decir, de una “comunidad independiente” principio nos hacíamos, a saber, si es lícito
o Estado. En tiempos ya próximos a nosotros utilizar la palabra “Estado” en locuciones
aquella palabra fue adoptada, como es sabido, corrientes como “la concepción o la doctrina
para designar lo que fue el Imperio británico y del Estado”, referidas a la Antigüedad o al
hoy es una libre confederación de pueblos, la Medievo, es decir, a épocas en que tal término
British Commonwealth of Nations. era en absoluto ignorado. Desde luego, si con
En general, los países anglosajones no el empleo de la palabra moderna se velaran
acogieron la palabra “Estado” con tanta las diferencias sustanciales que existen entre
facilidad como los del continente europeo. las estructuras políticas de aquellas épocas
Las razones de ello son complejas y no po- y las de la nuestra, hablar de “Estado” para
demos detenernos aquí en el examen de referirnos a la polis griega, a la res romana
las mismas, que no sería sino un análisis del o a la communitas perfecta medieval, seria
diverso desarrollo que el concepto (jurídico) condenable como un abuso lingüístico. Pero
de la personalidad del Estado ha tenido no hay tal abuso –o, por lo menos, está muy
en los diferentes países occidentales. Baste atenuado– cuando el término “Estado” se
recordar que los ingleses, para mencionar utiliza como una fórmula abreviada –casi
al Estado, prefieren con frecuencia recurrir podría decirse estenográfica– para designar
a perífrasis o circunloquios, como cuando lo que hay de común en todas esas experien-
identifican –identificación que, por cierto, cias políticas y en las realidades que en las
quedó consagrada por una especial disposi- mismas se reflejan; lo cual no exime, claro
ción legislativa– el “servicio de la Corona” o está, de la necesidad de examinar diferencias
“de su Majestad” con el “servicio del Estado”, y coincidencias, las cuales –unas y otras– se
refiriendo al “gobierno” o a los funcionarios manifestarán en distinto grado según los
individuales muchas atribuciones y funcio- diferentes puntos de vista desde los que se
nes que nosotros solemos referir al Estado. acometa el problema del Estado. Es, sobre
Igualmente incierto es el uso del término todo, en el plano jurídico donde, a nuestro
“Estado” al otro lado del Atlántico, donde juicio, se irá haciendo cada vez más compleja
con tal nombre se designan los cincuenta la noción de Estado con el paso de los siglos,
Estados que hoy componen la Federación y nuevos elementos, como el concepto de
norteamericana, en tanto que lo que para soberanía o el de la personalidad del Estado,
nosotros sería el Estado “verdadero”, es contribuirán a diferenciar palmariamente el
decir, el Estado federal, recibe el nombre Estado moderno y las experiencias políticas
de Federal Government. Pese a todo, es indu- anteriores.

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