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CONCEPTOS DE PSICOPATOLOGÍA

------------------------------------- TEMA 1 -------------------------------------


CONCEPTUALIZACIÓN DE LA PSICOPATOLOGÍA COMO CIENCIA BÁSICA
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CRITERIOS PARA LA DEFINICIÓN DEL TRASTORNO MENTAL Y/O DEL COMPORTAMIENTO

1. Malestar o sufrimiento subjetivo.


2. Pérdida de libertad y de autonomía.
3. Falta parcial o total de adaptación al entorno.
4. Violación de normas sociales o morales.

CONCEPTOS BÁSICOS DE LA PSICOPATOLOGÍA GENERAL

- Signo (señal): manifestación o indicador objetivo de un proceso o estado patológico


observado por el clínico más que descrito por el paciente.
- Síntoma (suceder): toda manifestación subjetiva de un estado patológico, que es
percibido por el individuo y descrito por él mismo más que observado por el clínico.
- Síndrome: acoplamiento de síntomas. Combinación típica de signos y síntomas que
aparece en forma de cuadro o estructura, que no ha de ser causal.
- Trastornos: diagnóstico que implica una delimitación clínica del síndrome, establece
unos criterios de exclusión y unas consecuencias determinadas que implican
significación clínica.
- Etiopatogenia: origen y mecanismos causales de las enfermedades o trastornos.
- Síndromes neuróticos: trastornos neuróticos, secundarios a situaciones estresantes y
somatomorfos.
o Alto nivel de neuroticismo.
o Causas de mecanismos psicológicos y ambientales modulados por lo biológico.
o Disociación: alteración del funcionamiento integrado de la consciencia,
memoria y percepción del ambiente, pudiendo presentarse de modo repentino
o gradual, y ser transitorio o crónico.
- Síndromes psicóticos: grupo de trastornos.
o Afectación y deterioro de las funciones mentales.
o Causas biológicas moduladas por el ambiente.
o Trastornos cualitativos, separación del mundo real.
 Causas orgánicas o exógenas (afectación cerebral).
 Funcionales o endógenas (de origen desconocido).
- Síndromes caracteriales y trastornos de la personalidad: patrones de conducta
inadaptada que afecta a la personalidad, rechazando la sociedad y sus normas o
viceversa.
o Causas: herencia más ambiente.
o Patogénicas: crear una y otra vez situaciones que replican sus fallos.
A. Síntomas categoriales/dimensionales: hecho de poder percibir con claridad la
ausencia o presencia de determinados síntomas, o si se trata de ubicar su posición
entre dos polos de un gradiente.

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B. Síntomas primarios o secundarios: señalan el significado de incomprensibilidad o
comprensibilidad de los síntomas.
o Patognomónico: todo signo o síntoma específico de una enfermedad o
trastorno cuya sola presencia basta para hace run diagnóstico positivo.
C. Egosintónico o egodistónico: síntomas percibidos y reconocidos por el paciente como
propios, o percibidos como ajenos y extraños a uno mismo.
D. Orgánico o funcional: alteración más o menos definida y localizada de la estructura de
un órgano y aquellos que evolucionan sin mostrar dicha alteración estructural.

EXPLORACIÓN PSICOPATOLÓGICA

- Anamnesis: recogida de datos a través de preguntas más directas sobre el estado


actual, antecedentes personales y familiares y exploración psicopatológica.

------------------------------------- TEMA 2 -------------------------------------


PSICOPATOLOGÍA DE LA CONSCIENCIA
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CONSCIENCIA COMO AROUSAL, CONOCIMIENTO, ATENCIÓN Y ORIENTACIÓN

- Consciencia: saber perceptor acerca de algo, referida a algo que se puede apercibir o
de lo que puedo percatarme y, por tanto, conocer. Se divide en tres sectores:
 1. Vigilancia o estado de alerta (arousal): proceso cambiante y variable que
experimenta continuas oscilaciones durante las 24 horas del día.
 2. Claridad de consciencia: grado de vigilancia.
 3. Consciencia de sí mismo (autoconsciencia, yo, sí mismo. Dimensiones pag.
83): certeza del individuo despierto y lúcido acerca de sí mismo. Virtud de la
cual nos sabemos y conocemos a nosotros mismos como seres vivos. Permite
la introspección.
- Atención: focalización activa o pasiva de la consciencia hacia algo que se experimenta y
supone una condición indispensable para la diferenciación del percibir y del pensar,
ejerciendo una función muy importante en la adaptación del individuo a su entorno.
- Orientación: capacidad para precisar los datos sobre nuestra situación real en el
ambiente y sobre nosotros mismos.
 Alopsíquica: respecto al tiempo y al espacio.
 Autopsíquica: respecto a uno mismo.

 NIVELES DE CONSCIENCIA

TRASTORNOS DEL NIVEL DE ALERTA (AROUSAL) Y DE LA CLARIDAD DE CONSCIENCIA


Pérdida de lucidez que conlleva la incapacidad para:

1. Elegir y elevar un contenido psíquico determinado y elevarlo al primer plano de


consciencia.
2. Conservar dicho contenido frente a estímulos perturbadores que provienen tanto del
exterior como de la propia actividad mental.
3. Modelar el contenido seleccionado, hasta cierto punto de acuerdo con lo dictado por la
propia voluntad, y prescindir de él o cambiarlo voluntariamente.

Tres tipos de alteraciones:

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1. TRASTORNOS DEL AROUSAL:
a. Hipervigilancia: desorden de la actividad, con exceso del nivel de alerta
secundario e hiperactivación de los sistemas neurofisiológicos que modulan la
vigilia y la atención. Otorga una sensación subjetiva de claridad mental y una
percepción más viva y emocionalmente más intensa. Aparición:
i. Metanfetaminas.
ii. Fase de manía del trastorno bipolar (psicosis maníaco-depresiva).
iii. Período inicial de algunas esquizofrenias.
b. Obnubilación (hipovigilancia): disminución del nivel de vigilancia y de la
claridad de la consciencia. Lentitud general de la actividad mental y de la
conducta con somnolencia, falta de espontaneidad, apatía, desorientación y
pérdida de atención. Puede evolucionar a estados de sopor (letargia) o
comatosos, o mantenerse en estadios propios de la embriaguez alcohólica.
c. Estupor (hipovigilancia): grado extremo de obnubilación. Ausencia de
respuesta al entorno. Inmovilidad (acinesia) y silencioso, mutismo. Cuando el
paciente puede hacer movimientos oculares de seguimiento o cambia
bruscamente de patrón motor la causa es orgánica. Al contrario, los
movimientos de oposición de los párpados y los ojos a la instrucción o
valoración del clínico suelen conectarse con el estupor no orgánico.
d. Coma: ausencia total de respuesta a estímulos externos o internos. Coma vigil
(estado parasómnico de consciencia) paciente despierto, mudo e inmóvil, no
reaccionando a estímulos, pero conservando las funciones vegetativas
elementales. La muerte cerebral (30 min de EEG plano) es el último estadio del
coma. Causado principalmente por lesiones graves, traumatismos
craneoencefálicos o accidentes vasculares cerebrales.

CAUSAS DE LOS TRASTORNOS DE HIPOVIGILANCIA SON:

- Traumatismos craneales (conmoción, contusión o compresión cerebral).


- Hipertensión endocraneal (tumor o hemorragia intracraneal).
- Isquemias (trastornos del riego cerebral).
- Hipoxias (disminución del aporte de oxígeno al cerebro).
- Crisis epilépticas (pérdida aguda y completa de consciencia y convulsiones).
- Inflamaciones graves del cerebro y de las meninges.
- Lesiones cerebrales de tóxicos exógenos (hipnóticos, barbitúricos, alcohol, etc.)
2. TRASTORNOS CONFUSIONALES.
Se compone de dos elementos:
1. Obnubilación
2. Actividad desordenada, fantástica o limitada de la consciencia.
a. Delírium (onirismo o delirio onírico): visiones referidas a objetos, personas,
animales e incluso escenas complejas, actuando como si existieran y
respondiendo según su contenido con pánico, cólera y a veces euforia (delírium
hiperactivo). Puede evolucionar rápidamente a la curación o hacia la muerte.
Una vez resuelto el paciente conserva algunos recuerdos fragmentarios de lo
ocurrido (amnesia lagunar) durante un mes. La postración del enfermo y la tasa
elevada de urea en sangre son signos de mal pronóstico.

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i. Delírium trémens (delirio con temblores): cuadro agudo característico
del alcoholismo crónico, producido por la abstinencia brusca de alcohol
o la ingesta de ciertos fármacos. Puede dar lugar a:
 Microzoopsias: visión alucinatoria de pequeños animales.
 Liliputienses: visión alucinatoria de figuras diminutas de
personas.
 Labilidad emocional: estado emocional de mezcla de ansiedad
y euforia con cólera.
 Temblor distal abundante y taquicardia.
 Hiperhidrosis: transpiración abundante.
 Hipersensibilidad sensorial.
 Trastornos del ritmo sueño-vigilia.
 Empeoramiento nocturno.
b. Estado crepuscular: estado confusional parcial, que consiste en un
estrechamiento del campo de la consciencia, con disminución de respuestas a
estímulos externos y pensamiento enturbiado en grado variable en el que el
paciente enfoca su atención exclusivamente hacia determinadas vivencias
interiores al tiempo que disminuye la atención prestada al entorno. Debido a
los síntomas pueden darse:
o Fugas (poriomanía, dromomanía o dromofilia): desplazamientos fuera
de su casa, que pueden durar horas o días y de los que no recuerda
nada.
o Fuga ictal (epiléptico): acto en cortocircuito con menor organización
de la conducta que en casos extremos lleva a una huida violenta o
raptus.
o Tipos clínicos de los casos epilépticos:
 Petit mal: propio de las crisis de ausencia. Descarga
generalizada, bilateral y sincrónica.
 Psicótico: manifiesta ideas delirantes y alucinaciones.
 Confusional: notable desorden de la actividad mental y
desorientación.
 Posparoxístico: estado de obnubilación con impulsividad,
conducta agresiva y desordenada.
Dos tipos de estados crepusculares en pacientes con trastornos de disociación:
i. Estados crepusculares que reproducen el trauma psíquico o que llegan
a formar parte de un trastorno tan complejo como del de la
personalidad múltiple.
ii. Estados crepusculares psicógenos, muy semejantes a los epilépticos.
3. TRASTORNOS DE LA CONSCIENCIA DE SÍ MISMO: PSICOPATOLOGÍA DEL YO
Estas alteraciones suponen un modo de vivenciar el propio yo (física/mental) en
transformación, es decir, un yo distinto del que conocemos, sufriendo perturbaciones
más o menos importantes en los rasgos funcionales del yo, unidad, identidad, actividad
y delimitación del yo con el mundo exterior.
A. Trastornos de la identidad del yo: tres formas de presentación:

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a. Desorientación autopsíquica: que una persona tengo un concepto erróneo o
una ausencia de reconocimiento sobre quién es, sus cualidades y su propia
historia.
i. Desorientación apática: falta de interés por uno mismo (pacientes
graves o esquizofrénicos residuales con falta de habilidades sociales).
ii. Desorientación amnésica: en situaciones de pérdida de memoria.
iii. Desorientación alucinatoria: en casos con alucinaciones, típicos de los
estados de alcoholismo.
iv. Desorientación delirante: trastornos delirantes del pensamiento,
donde se dan ideas falsas, pese a la lucidez del paciente.
v. Desorientación confusional/por obnubilación: en estados de
confusión de conciencia (delírium) y estados de obnubilación.0
b. Que no se sienta siempre idéntica a sí misma: pérdida de la continuidad de la
propia identidad, típica de la despersonalización, sentimiento de aparecerse
uno a sí mismo como extraño, desvitalizado o irreal, extrañándose del entorno
también a veces (desrealización). Características del síndrome:
i. Sentimiento de irrealidad.
ii. Sentimiento de automatización.
iii. Tendencia al papel de espectador.
iv. Alteraciones emocionales: pérdida de subjetividad emocional
manteniendo la expresividad.
v. Alteración de la imagen corporal.
vi. Alteraciones de la vivencia del tiempo.
vii. Dificultados cognitivas.
viii. Conexión con déjà vu, heautoscopia o autoscopia (experiencia en la
que el individuo, mientras cree estar despierto, ve su propio cuerpo
desde una perspectiva fuera de su cuerpo); crisis de angustia y
pródromos (síntomas iniciales de una enfermedad) de las psicosis.
ix. En etapas más avanzadas puede aparecer: escisión o desdoblamiento
de la personalidad y enajenación (desaparición de la sensación de ser
el mismo de antes) total, finalmente suelen dar lugar a la
personificación (identificación con otra entidad, persona o animal).
c. Que sienta la pérdida de la unidad de su propio yo, sintiendo la existencia de
varias entidades distintas en ella misma: presente en estados de
desdoblamiento de la personalidad con disociación de la consciencia como en
la personalidad múltiple o alternante, presentación de en el mismo individuo
de dos o más personalidades con o sin conexión entre ellas.
B. Trastornos del gobierno del yo: sensación de no poder dirigir libremente nuestros
deseos, pensamientos y actos, implicando una amplia serie de fenómenos que en
ocasiones constituyen estados patológicos muy complejos, donde se ven
comprometidas la actividad y la delimitación del yo respecto al mundo externo.
- El déficit de la actividad del yo (síntoma nuclear de la esquizofrenia) se
caracteriza por la imposición de vivencias y sentimientos ajenos.
- Capacidad de delimitación entre el yo y el mundo: desaparece en algunos
trastornos mentales graves.

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o Fusión: del yo con los objetos.
o Retirada: del yo respecto a los objetos, e.g. autismo.
4. TRASTORNOS DE LA ATENCIÓN
Pueden ser causados por condiciones anormales y disfunciones en tres áreas de la
conducta del individuo: la consciencia, la afectividad y la psicomotricidad, estando o no
mediadas dichas disfunciones por un daño o afectación cerebral. Se dividen según su
expresión clínica en:
A. Hipoprosexia y aprosexia: grados ligero e intenso del déficit de la atención, siendo
el individuo incapaz de enfocar, fijar y mantener concentrada la atención hacia un
objeto. Atención lábil (inconstante), con sentimiento de fatigabilidad atencional y
apatía. E.g. hemianosognosia (no atender a uno de los dos hemicuerpos) o
anosodiaforia (indiferencia a dicha parte del cuerpo).
B. Pseudoaprosexia: falsa distraibilidad, déficit aparente de la atención, siendo en
realidad el paciente capaz de fijar su atención en determinados objetos de su
interés.
La hipoaprosexia y la pseudoaprosexia pueden entenderse también como inatención,
debido a la escasa capacidad para movilizar la atención o cambiar el foco frente a
estímulos externos.
C. Hiperprosexia: exacerbación de la atención, tratándose de focalizaciones intensas,
exageradas y transitorias en el transcurso de los estados anormales de consciencia
designados como hipervigilancia, o en los estados maníacos de los trastornos
bipolares o psicosis maníaco-depresiva. Es distraibilidad, cambios bruscos o
sincopados de la atención, que se desplaza de un objeto a otro de forma
constante.
5. TRASTORNOS DE LA ORIENTACIÓN EN EL TIEMPO Y EL ESPACIO
A. Desorientación alopsíquica: dificultades para precisar los datos respecto a nuestra
situación en el tiempo y el espacio.
a. Desorientación temporal: pérdida de la noción de la fecha o del día de la
semana.
i. Tiempo cronológico: tiempo físico medido.
ii. Tiempo vivido: experiencia de cada uno acerca del paso del tiempo.
b. Desorientación espacial: referido a cuatro tipos dimensiones:
i. Espacio personal: sector del espacio que nos pertenece como si
fuera nuestro propio yo psicológico y corporal.
ii. Espacio activo: sensación de resistencia que la realidad exterior
opone a la acción del individuo.
iii. Espacio vital: sector del mundo en el que uno ejerce su vida y se
asienta en los elementos afectivos de la personalidad.
iv. Espacio social: mundo compartido con los demás.
c. Doble orientación u orientación alopsíquica delirante: orientación
simultánea o de forma alternativa hacia elementos correctos e incorrectos
del tiempo y del espacio.
i. Falsa orientación o desorientación confabulada: manejo de
coordenadas de tiempo y espacio de invención propias, ignorando
las correctas. Elaboran una falsificación involuntaria de los propios
recuerdos por fallos de memoria.

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------------------------------------- TEMA 3 -------------------------------------
PSICOPATOLOGÍA DE LA PERCEPCIÓN Y DE LA IMAGINACIÓN
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PERCEPCIÓN E IMAGINACIÓN COMO PROCESOS COGNITIVOS FUNCIONALES Y SUS
CONDICIONANTES

La percepción o sensopercepción es el acto que pone en relación nuestra consciencia con el


mundo exterior, donde el sujeto asume una participación activa. Consiste en la certeza de
realidad, es decir, que lo que se percibe está ahí.

La imaginación es el acto de representar los objetos que ya se han percibido con anterioridad.
No supone una exacta reproducción de la realidad (imaginación creadora).

La representación se caracteriza porque lo que se imagina tiene un diseño indeterminado,


incompleto y con detalles aislados, falta de fidelidad sensorial, inconstancia de la forma,
dependencia de la voluntad, carácter de subjetividad y manifestación en el espacio subjetivo (la
propia mente). Hay dos tipos de representaciones:

1. Fantásticas: representaciones inventadas. Comportan una recreación, referida


estrictamente a la percepción y no a la sensación primaria vivida en la percepción.
Recreada en virtud de asociar los datos sensoriales con imágenes Mnésticas
distintas de las que integraron en su día la correspondiente percepción primaria.
2. Mnésticas: actualizan una percepción vivida anteriormente. La percepción
actualizada no es idéntica a la percepción vivida, pero sí muy semejante a ella,
experimentándola como real, con la evidencia de que constituye algo ya vivido
anteriormente.

Consciencia de objeto y juicio de realidad: espejismos: ver un oasis corpóreamente


(consciencia de objeto), engaño de los sentidos (juicio de realidad negativo).

LAS PSEUDOPERCEPCIONES: ILUSIONES Y ALUCINACIONES

Los trastornos perceptivos más importantes son los errores de fidelidad perceptiva o
parapercepciones. Estas se dividen en dos:

A. Ilusiones: deformaciones de los objetos percibidos. Realmente se percibe algo,


pero se le da un significado diferente del que tiene, debido a un cambio en la
configuración de los objetos. Se distinguen cuatro tipos según su causa:
a. Defectos patológicos de los órganos sensoriales: si estos no funcionan
correctamente se producen errores perceptivos.
b. Problemas de la atención: frecuentes debido a la relajación del proceso
atencional o por estados de cansancio.
c. Oníricas (trastornos de la consciencia): propias de los estados enturbiados de
la consciencia que tienen un carácter productivo (manifestación de trastornos
perceptivos y delirios).

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d. Modificaciones del humor y de las emociones (catatímicas): determinadas por
sentimientos internos. Se deforman objetos o situaciones por influencia de los
sentimientos.
e. * Fantásticas o pareidolias: producidas por un acto de autoinducción
voluntaria cuando una persona deja vía libre a su imaginación, dando
estructura formal a algo que no lo tiene, que es vago y difuso.
B. Alucinaciones: percepciones sin objeto. Invención de un objeto inexistente, ya que
no se fundamenta en estímulo alguno. Hay que tener en cuenta que:
1. No todas las experiencias alucinatorias son percepciones.
2. Que la exigencia de que no exista una excitación sensorial real como pretexto
de la alucinación no es siempre comprobable.

Tipos de alucinaciones:

- Alucinaciones hipnagógicas: percepción de ciertas imágenes en momentos de


transición de la vigilia al sueño debido a cambios en el nivel de alerta de la
consciencia.
- Alucinaciones hipnopómpicas: en momentos de transición del sueño a la vigilia.
- Alucinaciones funcionales: percibir dos estímulos diferentes simultáneamente
sin fusionarlos.
- Alucinaciones escénicas: percepción de actividad de varios personajes en el
medio externo al paciente.

Clasificación de las experiencias alucinatorias en tres tipos:

A. Alucinación psicosensorial (o alucinación verdadera): se percibe con gran


fidelidad, por un canal sensorial concreto (si es en su interior se llama
alucinación cenestésica), vivenciándolo como real y siendo la conducta
congruente con la vivencia. Su origen puede ser neurológico o funcional.
B. Alucinación psíquica o pseudoalucinación (alucinación falsa): se percibe
vagamente, siendo captado dentro de su mente, vivenciándolo como real (sin
sentido de absurdo) y siendo la conducta congruente con la vivencia. Su origen
es siempre funcional (imaginativo).
C. Alucinosis (o alucinación criticada): se percibe con gran fidelidad, por un canal
sensorial concreto (especialmente vista y oído), cuya conducta puede llegar a
ser congruente, no estando al mismo tiempo convencido de la realidad de lo
percibido (entendiéndolo como algo irreal y absurdo). Su origen es siempre
neurológico.

Otra clasificación:

A. Según su complejidad: simples o complejas.


B. Según el canal sensorial:
a. Alucinaciones acústicas: experimentadas como ruidos o sonidos
(acoasmas) o murmullos, voces, palabras, frases sueltas (fonemas de
Wernicke) o diálogos (complejas). Cuando las voces dan órdenes o
inculcan ideas para poner en práctica se conoce como fonemas

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imperativos o impositivos. En la alucinación bilateral antagonista los
fonemas son diferentes en un oído y otro.
b. Alucinaciones visuales: están las simples (fotomas o fotopsias) y las
complejas, además existen las visiones extrañas (aura), la autoscopia
(o heautoscopia o alucinación especular) en la que uno se ve a sí
mismo desde fuera y la alucinación en blanco (se dan durante el sueño
o al despertarse, siendo sensaciones del tipo de movimientos muy
rápidos apreciadas sobre todo en las manos, boca y cara).
c. Alucinaciones gustativas y olfativas: suelen asociarse a estados de
sugestión. En el delirio de Cotard suelen llegar a oler su propia
putrefacción ya que creen que están muertos. El delirio ósmico es un
delirio de base olfativa.
d. Alucinaciones táctiles: sensaciones en la piel o sensaciones de
contacto. Estas suelen ser hápticas, hígricas (humedad) y de contacto.
e. Alucinaciones somáticas o cenestésicas: referidas a la sensibilidad
general del organismo interno y de las vísceras, producidas por
entidades distintas del individuo que las sufre.
f. Alucinaciones k/c-inestésicas (o vestibulares, musculares o motrices):
sensaciones de motricidad del cuerpo.
i. Miembro fantasma: falsa experiencia perceptiva de un
miembro amputado o en parapléjicos.

Otros tipos de experiencia fronterizos con las alucinaciones también consisten en


fenómenos de transición entre la percepción y la representación, de carácter
imaginario más subjetivo, inestable y modificable por la voluntad. Por ejemplo:

a. Imágenes eidéticas, parásitas, consecutivas y mnésicas.


b. Cognición corpórea: sensación de una presencia en el espacio cercano.

ANOMALÍAS DE LA PERCEPCIÓN

A. Fallos perceptivos psicógenos: en cualquier modalidad sensorial: amaurosis (ceguera),


hipoacusia (sorderas), anosmias (falta de olfato), ageusias (falta del gusto) y
parestesia, hipoestesia o hiperestesia psicológicas (trastornos de la sensibilidad).
B. Lesión o ausencia de un órgano sensorial, del nervio aferente o de las áreas
circunscritas del cerebro: agnosias como trastornos del reconocimiento o agnosias
asociativas.
a. Agnosias ópticas:
i. Agnosia de orientación óptico-espacial: incapacidad de orientarse en
su entorno habitual u trayecto ya conocido (agnosia topográfica).
ii. Agnosia relativa a objetos y personas: no reconocer rasgos de
personas, objetos o animales familiares. Prosopagnosia: caras
familiares. Prosopanomia: las reconoce pero no las denomina.
iii. Agnosia para los colores: agnosia cromática.
iv. Agnosia para los signos gráficos: alexia agnósica.

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b. Agnosia acústicas: ausencia de reconocimiento para el significado de la palabra
aunque el sonido se perciba (agnosia auditiva pura), de los ruidos, de la música
(amusia).
c. Agnosias táctiles o estereoagnosias: incapacidad para reconocer los objetos
mediante el tacto. Puede fracasar el reconocimiento del tamaño y forma
(amorfognosia) o la densidad, peso y temperatura (ahilognosia).
d. Agnosias somáticas o somatognosias: errores de reconocimiento del cuerpo.
Autopatognosia: incapacidad para reconocer partes del cuerpo propio o de
otros. Agnosia digital: no poder distinguir entre sí los propios dedos al tacto.
Agnosia lateral o agnosia derecha-izquierda: está afectada la diferenciación
entre ambos lados del cuerpo.

Se deben distinguir de la anosognosia, negación a aceptar un fallo funcional en el


propio cuerpo, y de la asomatognosia, que consiste en la vivencia de desaparición
o transformación del propio cuerpo o de alguna de sus partes.

C. Según la intensidad de la percepción:


a. Hipoestesias: vivencias perceptivas menos vivas y nítidas que en un estado de
normalidad, por ejemplo en el caso de la anestesia en guante (pérdida de
sensibilidad desde los dedos hasta medio antebrazo o el codo).
b. Hiperestesias: al contrario, más vivas y nítidas, por ejemplo en el caso de los
aquejados de ansiedad comentan que los ruidos, las voces, las luces, etc. Les
resultan molestos por percibirlos amplificados.
D. Según la familiaridad de la percepción:
a. Extrañabilidad perceptiva: consiste en que se perciban las cosas muy
distanciadas de nosotros, alterándose el modo de percibir la relación con las
cosas.
b. Entrañabilidad perceptiva: sentimiento opuesto. Se percibe la realidad como
más cercana, más conocida.
E. Según la cualidad y la integración de la percepción:
a. Según la cualidad perceptiva:
i. Dismorfopsias: percepción alterada de las formas de los objetos, por
ejemplo la plagiopsia (ver objetos anormalmente alargados u
oblicuos), la displatiopsia (con mayor anchura) o la kinetopsia (con
movimiento). El grado extremo es la metamorfopsia (la
transformación acaba siendo total) y la autometamorfopsia (referido
al propio cuerpo).
ii. Dismegalopsias: caracterizadas por la desfiguración de la imagen
percibida en cuanto al tamaño (macropsias o micropsias).
b. Según la integración perceptiva:
i. Sinestesia: evocación de un estímulo no presente (subjetivo) al percibir
uno real (objetivo), sin que exista ninguna relación entre ambos, e.g.
“ver olores”. Se diferencia de la contaminación perceptiva, ya que en
esta última se perciben a la vez dos estímulos objetivos diferentes
entre sí que se ponen en relación por la imaginación del individuo.

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ii. Escisión perceptiva: desintegración del objeto percibido en los
elementos que lo integran, bien sólo respecto al color (metacromía), o
respecto a la forma en su conjunto (morfolisis).

------------------------------------- TEMA 4 -------------------------------------


PSICOPATOLOGÍA DEL PENSAMIENTO Y DEL LENGUAJE
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PENSAMIENTO, INTELIGENCIA Y LENGUAJE

La noesis (del griego: pensar) conduce a la construcción de conceptos, juicios y conclusiones,


cosa que puede ocurrir espontánea y automáticamente.

- Modo de pensamiento realista: aquel que parte de unas directrices básicas.


- Modo de pensamiento fantástico o mágico: modo de pensar ilógico e irreal, cuyos
contenidos tratan sobre hazañas del sujeto en las que se realizan los propios deseos.

TRASTORNOS DE LA EGOIMPLICACIÓN Y DEL CONTROL DEL PENSAMIENTO

Los pacientes pueden experimentar tanto una disonancia como una consonancia o afinidad
entre lo que uno piensa y las vivencias de pertenencia (egoimplicación), control (gobierno) y
certeza (juicio de realidad) respecto a lo que se piensa.

Según el grado de sensación de identificación o desidentificación del paciente:

A. Aceptación de los pensamientos como propios, pero rechazándolos y combatiéndolos


por ser absurdos y molestos.
B. Reconocimiento de los pensamientos como no pertenecientes a uno mismo, sino
impuestos y controlados desde fuera, aceptándolos como ciertos a pesar de ser falsos,
erróneos y patológicos.

Fenómenos obsesivos son representaciones e ideas (obsesiones) o impulsos e incluso


imágenes que persisten en la mente sin motivo y no se dejan suprimir por los influjos de la
voluntad. Existe así egoimplicación, pero carencia de control. Existen dos tipos:

1. Ideas obsesivas formales (autóctonas o parásitas): abundan en la vida normal como


productos del automatismo mental, experimentadas sólo como inmotivadas (intrusas),
produciendo un sentimiento de displacer mínimo.
2. Ideas obsesivas: aparecen en el trastorno obsesivo-compulsivo, y están compuestas
de ideas (obsesiones) y compulsiones (actos estereotipados cuyo fin es disminuir la
ansiedad que produce la idea obsesiva). Son vivenciadas como inmotivadas (intrusas),
absurdas y extrañas al yo (insólitas y egodistónicas), aunque propias
(autoprocedentes), sin que el sujeto pueda desligarse de ellas por comportar esto una
amenaza terriblemente angustiosa (la duda obsesiva como elemento central y motor
de la recurrencia del fenómeno).

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Fobias: temores exagerados, irracionales e incontrolables a determinados estímulos o
situaciones que normalmente no causan esa desproporcionada respuesta de temor en la
mayoría de las personas de la misma cultura.

Delirios (del latín: salirse del surco/camino): conjunto de ideas delirantes, es decir, creencia
autorreferencial anómala, en virtud de sus notas de sobrecarga afectiva, firmeza o tenacidad y
absurdidad.

a. Delirio de persecución: cuando la constancia en el contenido de estas ideas da


coherencia y continuidad a un discurso (tema).
b. Ideas delirantes polimorfas: incapacidad de transmitir una constancia temática entre
una variedad de ideas.

Ideas delirantes (idea delirante primaria, o creencias patológicas): resultan para el observador
totalmente incomprensible y suponen la aparición en la vida del paciente de algo nuevo y
distinto, produciéndose una alteración profunda y global de la personalidad.

Ideas deliroides (idea delirante secundaria, o creencias anormales): pueden ser comprensibles
para los demás (que no compartidas), son secundarias a determinadas situaciones personales,
moduladas por factores afectivos, pueden ser transitorias y no implican una transformación
global y profunda de la personalidad.

Cuatro clases de creencias anómalas:

1. Creencia o juicio deliroide (no psicótico): estructura anormal de pensamiento, pero


con relación de sentido con la personalidad previa del sujeto, conservación de la
continuidad biográfica y psicológicamente comprensible. Las más frecuentes son las de
autorreferencia, inseguridad, inferioridad, las catatímicas o las de contenidos
persecutorios, litigantes y celotípicos.
2. Creencia o juicio deliroide psicótico: temática psicótica y rotura parcial o total de la
continuidad biográfica. Subdividido en tres modalidades:
a. Juicios deliroides catatímicos: asociación de afectividad muy intensa con una
consistencia del pensamiento racional demasiado escasa.
b. Juicios deliroides explicativos: explicaciones adjudicadas por el enfermo a sus
fenómenos psicopatológicos, especialmente las alucinaciones y las vivencias
delirantes.
c. Juicios deliroides residuales: juicios de realidad positivos sobre un fenómeno
psicopatológico ya extinguido (típico del delírium).
3. Creencia o juicio delirante asociado a un trastorno afectivo grave: (estado de ánimo
depresivo) con rotura parcial de la continuidad biográfica. Constituyen la depresión
mayor con síntomas psicóticos. Ocurrencias que se vivencian impregnadas de tristeza
vital. Se dividen en tres tipos:
a. Sentimiento de culpa y preocupaciones por la salud del alma y la condenación.
b. Delirio hipocondríaco y las preocupaciones exageradas por la salud del cuerpo
o la mente.
c. Delirio de ruina o pobreza y las preocupaciones por los medios económicos de
subsistencia.

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* Delirio nihilista o delirio de Cotard: negación del paciente de su propia existencia y la
del mundo exterior, afirmando la propia muerte y la desaparición de todo lo que nos
rodea.

4. Creencia delirante psicótica o delirio: vivencias delirantes, caracterizadas por una


estructura psicopatológica, sin relación de sentido con la personalidad previa del
sujeto, rotura total de la continuidad biográfica y psicológicamente incomprensible.
Cuatro modalidades básicas:
a. Humor o temple delirante (o esquizoforia): estado de ánimo (a menudo
amenazador) en el que se da una angustia siniestra y llena de perplejidad,
acompañada de presentimientos vagos y sospechas oscuras, o de vivencias de
vaga significación, o de vivencias más definidas.
b. Percepción delirante: resultado de adjudicar a una percepción real un
significado insensato y absurdo, al menos sin motivo comprensible racional ni
emocional y generalmente relacionado con el propio sujeto.
c. Recuerdo delirante: percepción delirante de un fenómeno real, en este caso
un recuerdo que, de pronto, adquiere un significado nuevo. Es distinto del
recuerdo del delirio.
d. Inspiración, representación (Jaspers) u ocurrencia (Schneider) delirante: lo
más parecido a lo que se conoce como “corazonada” o “pálpito”, donde se
experimenta inspiración pasivamente, manifestando una estructura patológica
intermedia entre la ocurrencia y la percepción. Es un saber repentino o
inconmovible, casi siempre absurdo e insensato.
i. Imposición o intervención del pensamiento: comunicación de que las
ideas que tiene en su cabeza no son suyas, sino que alguien o algo se
las ha metido dentro.
ii. Robo del pensamiento: referencia a que sus ideas son robadas y que,
por lo tanto, no puede pensar, hasta el punto de quedar bloqueado y
no poder mantener el discurso.
iii. Lectura del pensamiento: las ideas son leídas de mi mente.
iv. Difusión del pensamiento: todo el mundo está enterado.

Hay dos modalidades propias de los delirios esquizofrénicos:

1. Delirio de sosias (o de Capgras): falso reconocimiento delirante. Reconocer que tal


persona y su supuesto sosias son iguales, resistiendo aceptar que tengan la misma
identidad. Hay varios clases de falsos reconocimientos de personas (síndromes de
identificación errónea):
a. Síndrome de Capgras: no reconocer características psicológicas de una
persona conocida.
b. Síndrome de Frégoli: adscripción a una persona desconocida de una falsa
identidad, consistente en la de una persona conocida (reconocer a una
persona desconocida por sus cualidades psíquicas).
c. El síndrome de intermetamorfosis: cuando el perseguidor (normalmente
familiar) y un desconocido comparten similitudes físicas y psicológicas.

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d. El síndrome de los dobles subjetivos: cuando la falsa identidad adjudicada
a la otra persona es la del doble del propio sujeto enfermo.
2. Delirio heautoscópico (o delirio del doble): consiste en reconocer a personas
desconocidas como conocidas, es decir, como su doble. Este doble es de uno mismo,
en cuanto producto de un falso reconocimiento, representa una modalidad marginal
de heautoscopia que tiene una raigambre delirante. Hay tres modalidades:
a. Despersonalización heautoscópica: experiencia de extrañamiento referida al
yo corporal, dando lugar a la duplicidad de la persona sensible. El doble
sensible puede ser investido de los atributos físicos o de los atributos
psíquicos.
b. Delirio heautoscópico: fenómeno de presentación rara, donde se da temple
delirante entre lo terrorífico y lo angustioso, sospechas o presentimientos de
que algo va a ocurrir, vivencias de significación vaga e inspiraciones delirantes.
c. Alucinación heautoscópica: las dos primeras modalidades son
pseudoalucinaciones.

En pacientes maníacos que sufren el trastorno bipolar se presenta típicamente el delirio de


grandeza (megalomanía), el cual puede acabar en delirio de perjuicio, cuando preocupa que a
uno le arrebaten la grandeza.

Un fenómeno infrecuente son los delirios compartidos, que pueden ser impuestos
(transmitidos a otro paciente que no puede defenderse), comunicados (tras resistencia
duradera cede al sistema delirante), inducidos (enriquecimiento del delirio en un paciente ya
delirante) y simultáneos (compartir el sistema delirante al mismo tiempo, siendo uno el
verdadero psicótico).

TRASTORNOS FORMALES DEL PENSAMIENTO Y SUS CORRELATOS EN EL LENGUAJE

Pensamiento acelerado o taquipsiquia: gran aceleración del proceso de pensar. Típica de la


fase maníaca del trastorno bipolar, que cursa con un ritmo muy acelerado que cambia a
menudo de tendencia determinante (pensamiento saltígrado) sin aparente justificación.
Acompañado de:

a. Taquifemia, verborrea, logorrea o presión del habla: expresión verbal muy abundante,
rápida e incoercible.
b. Fuga de ideas (o pensamiento ideofugal): desviación o fuga de la tendencia
determinante.

Pensamiento lentificado o bradipsiquia (pensamiento inhibido): ritmo productivo descendido


y notable empobrecimiento de las asociaciones y de los contenidos (pobreza del contenido del
habla). Acompañado de:

- Bradifemia: expresión verbal escasa y a menudo producida con mucha lentitud.

Pensamiento perseverante: consiste en la reiteración de un mismo juicio o discurso


(característico de la demencia senil).

Pensamiento prolijo: caracterizado únicamente por la sobreabundancia de datos innecesarios


y accesorios, debido a la incapacidad de síntesis, o también, la incapacidad de distinguir lo
esencial de lo contingente.

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Pensamiento interrumpido o bloqueado: supone la ruptura de la continuidad del discurso a
causa de interrupciones súbitas de las asociaciones, deteniéndose el paciente en la mitad de
una frase sin poder retomar después la idea directriz al perder el hilo de la conversación.

Pensamiento pobre o lacónico (alogia): importante limitación de la cantidad de ideas que el


paciente produce, de modo que las respuestas son breves y muy poco elaboradas, sin entrar en
detalles, siendo lo contrario del pensamiento prolijo.

Pensamiento paralógico: consiste en el uso de palabras poco convencionales o en la


denominación de palabras conocidas con nuevos significados al tiempo que se mezclan hechos
heterogéneos o ideas distintas entre sí.

Pensamiento ilógico (ilogicalidad): relacionado con la paralogia en el sentido de la


particularidad con la que el paciente relaciona las premisas para llegar a una conclusión.

Pensamiento disgregado, descarrilado o descarrilamiento: pérdida de la idea directriz del


discurso, de manera que el paciente no es capaz de subordinar unas ideas a otras de forma
ordenada y comprensible. Se expresan frases correctas pero sin comprensibilidad global del
discurso, al no existir relación de sentido entre ellas.

Pensamiento incoherente: pérdida de la idea directriz junto con la ausencia de conexión


significativa lógicas entre las diferentes palabras de la frase. Denominada ensalada de palabras
en su caso extremo y habla telegráfica en su forma leve. Su expresión verbal es la esquizofasia.

Pensamiento tangencial o tangencialidad: responder a una pregunta de manera que la


respuesta puede estar relacionada con la pregunta de modo distante o no estar relacionada en
absoluto con ella y resultar, así, irrelevante. La expresión verbal se produce como
pararrespuestas (respuesta que se desvía de la pregunta y se convierte en inexacta).

Pensamiento autístico: estado de incomunicación psicopatológica por excelencia y privativa de


los pacientes esquizofrénicos con síntomas autistas y de los niños que padecen el síndrome de
autismo infantil precoz.

* Reificación: proceso de transformación de lo abstracto en cosas reales y concretas

TRASTORNOS DEL RITMO Y DEL SIGNIFICADO DEL LENGUAJE

Verbigeración, catalogía o iteración verbal: repetición desordenada de palabras o frases con


tendencia a invadir todo el discurso.

- Palilalia: cuando la repetición se limita a la última palabra de la frase.


- Logoclonía: cuando la reiteración verbal se limita a una sílaba en medio o al final de
una palabra.

Ecolalia: forma de verbigeración que se expresa mediante la repetición de palabras o frases


que han sido pronunciadas en presencia del individuo y que este reproduce con exactitud.
Puede ser inmediata o demorada y es un fenómeno típico del autismo infantil y la catatonía.

Tartamudez o disfemia: alteración en el ritmo de la locución al repetir las sílabas al principio de


la palabra o al bloquear el discurso en su inicio, acompañado de humor irritable dificultado las
situaciones ansiógenas (que provocan ansiedad).

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Mutismo: suspensión de las funciones del lenguaje sin que estén afectadas las capacidades
instrumentales.

Afonías: causadas por daños en las cuerdas vocales que provocan disturbios en el tono y en el
timbre de la voz; se puede observar en pacientes histriónicos y esquizofrénicos.

Disfonías: trastornos de la emisión de la palabra producidos por malformaciones o lesiones de


los órganos de la fonación. Se consideran la voz infantiloide en la histeria, la voz apagada en los
depresivos, monótona en los esquizofrénicos de larga duración, susurrante en los catatónicos y
de falsete o máscara en algunas alteraciones de la personalidad.

Disartrias: articulación defectuosa de las palabras determinada por alteraciones de las


neuronas correspondientes a las vías motoras que coparticipan en el lenguaje: la piramidal, la
extrapiramidal y la cerebelosa.

Dislalias: dificultades para la pronunciación de ciertos fonemas. Muchas son de evolución o


fisiológicas.

Dislexia: confusión (lectora, gráfica o fonatoria) de una consonante por otra y por la inversión
de sílabas o palabras (escritura en espejo), de manera que el individuo es incapaz de reconocer
y reproducir las palabras y su significado.

Afasias: ausencia de la capacidad para emplear el lenguaje a causa de lesiones cerebrales


localizadas en uno de los hemisferios cerebrales. Se distinguen varios tipos:

a. Afasia motora: incapacidad de hablar aunque se entienda el lenguaje.


b. Afasia sensorial: incapacidad de comprender el significado de las palabras o el uso de
objetos, pero siendo fluente.
c. Afasia nominal: imposibilidad para encontrar el nombre correcto de los objetos. La
disnomia es la dificultad para hallar el término o nombre de las cosas.
d. Afasia sintáctica: incapacidad para disponer las palabras en secuencias correctas.

Clásicamente se han distinguido tres más:

a. Afasia de Wernicke: olvidos en el empleo del vocabulario, designación incorrecta de


los objetos, sordera verbal o nula comprensión del lenguaje hablado, alexia (ceguera
verbal) o nula comprensión del lenguaje escrito, agrafia (dificultad para escribir),
acalculia (dificultad para efectuar operaciones matemáticas) y apraxia (dificultad para
efectuar correctamente los gestos).
b. Afasia de Broca: gran dificultad para articular el lenguaje, por lo que el paciente
permanece mudo o sólo pronuncia sonidos inarticulados. La comprensión del habla
puede estar poco afectada, pero la escritura espontánea resulta imposible,
conservando la capacidad para copiar textos.
c. Afasia global: hemiplejía severa con pérdida de la comprensión y de la expresión del
lenguaje.

Alexia (ceguera verbal): incapacidad para comprender el lenguaje escrito. Tres tipos distintos:

a. Alexia pura.
b. Alexia con agnosia de los objetos, los colores y algunos elementos espaciales.

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c. Alexia con agrafia: incapacidad de escribir.

Neologismos: consisten en la formación originaria de nuevas palabras, a veces por fusión de


otras palabras que resultan ininteligibles, que sólo puede comprender el que las pronuncia y
que no existen en el vocabulario del idioma nativo del paciente.

Asintaxia (o fragmentación lenguaje o agramatismo): simplificación del lenguaje al suprimir


ciertas partículas y elementos gramaticales que son necesarios para el encadenamiento de las
frases, como los pronombres personales y las conjunciones

Glosolia: uso de un lenguaje extraño inventado por el paciente, en el que asocia neologismos
con asintaxia, resultando así totalmente incomprensible para el que escucha a no ser que el
paciente le facilite las claves para su traducción.

------------------------------------- TEMA 5 -------------------------------------


PSICOPATOLOGÍA DE LA MEMORIA
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EL PROCESO DE LA MEMORIA: ENTRE EL RECUERDO Y EL OLVIDO

La memoria es el caudal de los recuerdos, y está condicionada y autorregulada por tres


funciones: la capacidad de fijación, la de conservación y la de evocación.

Los trastornos de la memoria se pueden clasificar de dos formas:

1. La diferencia entre amnesias, hipermnesias y dismnesias.


2. La distinción de los trastornos de la rememoración, los de la evocación y los del
reconocimiento.

LAS AMNESIAS

Consisten en un déficit de memoria que puede afectar a los procesos de fijación, de


conservación y de evocación, cuyo grado menor o más leve se llama hipomnesia.

- La amnesia anterógrada (o de fijación): supone una pérdida de la memoria reciente. Se


pierden los recuerdos relativos a hechos que ocurren tras la acción del factor que causó
la amnesia, generalmente síndromes orgánico-cerebrales, demencias, síndrome de
Korsakoff o estados de obnubilación.
- La amnesia retrógrada (o de conservación): ocasiona una pérdida de los recuerdos ya
grabados que ocurrieron con anterioridad a la acción del factor que causó la amnesia, y
puede manifestarse de tres formas:
o Global o masiva: se pueden llegar a perder los recuerdos de todo el pasado
del individuo, siendo lo más frecuente la pérdida del pasado reciente,
provocada por traumatismos craneoencefálicos.
o Lagunar: supone la pérdida de recuerdos limitada a un espacio de tiempo
concreto, generalmente breve, de minutos a varios días. Causado por déficits
de consciencia como crisis epilépticas o traumatismo craneales con pérdida
de consciencia.

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o Selectiva: pérdida de recuerdos acerca de un tema concreto que ha resultado
significativo en el pasado del individuo.
- Amnesia psicógena (o disociativa): olvido de información sutil e importante, pero a la
vez traumática para la persona, sin que intervengan agentes que pudieran causar daños
cerebrales. Tratándose de un problema de evocación, ya sea localizado o generalizado,
generalmente debido a situaciones de shock o episodios de disociación de la
consciencia.
- Amnesia de evocación: se representa por un caso prototípico llamado afasia amnéstica
(anomia y disnomia), que se caracteriza por un empobrecimiento del lenguaje, sobre
todo para el uso de los sustantivos, y una incapacidad para nombrar objetos conocidos,
entre otros síntomas. En epilepsias con afectación del lóbulo temporal y Alzheimer.
o Dismnesia: forma de alteración menor de la memoria (no amnesia), cotidiana,
consistente en una dificultad en el recuerdo.
- Pseudoamnesias: sensaciones subjetivas de pérdida de memoria que no se
comprueban objetivamente. Suelen estar condicionadas por una excesiva
concentración de la atención en la vivencia de la angustia vital y sus equivalentes
(pseudoaprosexia). Por ejemplo el síndrome de Ganser también llamado psicosis
carcelaria.

LAS HIPERMNESIAS

Pseudohipermnesia: evocación insistente de recuerdos. Su motivación procede de un


sentimiento de amenaza generalizado, para lo que acumula todos los detalles del pasado que
utiliza para dar solidez a sus argumentos y además fortalecer la sensación de realidad de sus
creencias (sobre todo en paranoicos). Se refiere a recuerdos detallados ligados a ciertos
acontecimientos.

Criptomnesia: recordar muy vivamente y con gran minuciosidad los recuerdos de una época de
la vida, conservándose la orientación en el momento presente. Se da especialmente en el curso
de estados crepusculares histéricos, epilépticos o hipnóticos y en algunas descompensaciones
maníacas del trastorno bipolar, además de en situaciones de gran riesgo vital y estados
preagónicos (fenómeno del libro de la vida o memoria panorámica).

Ecmnesia: consiste en una evocación de los recuerdos perdiendo la orientación en el presente,


creyendo el individuo estar en el pasado, incluidos flashbacks. Se da en intoxicaciones, períodos
de desintoxicación o contextos de estrés postraumático, estando muy ligado a la patología de
la percepción (alucinación) y del pensamiento (delirio).

- Delirio ecmnéstico: sensación de revivir algún recuerdo auténtico como si constituyera


una situación presente en un contexto mental delirante o alucinatorio.
- Inspiración delirante mnéstica: experimentación de vivencias delirantes
esquizofrénicas como hechos pretéritos, cuyo saber no parte de ningún estímulo
concreto.
- Percepción delirante mnéstica: experimentación de vivencias delirantes
esquizofrénicas como hechos pretéritos, cuyo saber parte de una percepción antigua
de un estímulo actualizada con un nuevo significado.
- Alomnesia (ilusión del recuerdo): invención total de un recuerdo y deformación de éste
adjudicándole un nuevo significado.

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LAS PARAMNESIAS

Mezcla de recuerdos deficitarios o errores graves de la rememoración de los mismos.

- Falsos reconocimientos: identificación errónea que hacen algunos pacientes de


personas conocidas cuando es la primera vez que las ve, o bien a la identificación de un
objeto como igual a otro que había visto antes, cuando en realidad se trata del mismo
objeto (reduplicación o paramnesia reduplicativa).
- Confabulaciones: recuerdos engañosos o falsificaciones del recuerdo que aparecen en
un estado de lucidez de consciencia asociados a una amnesia orgánica y que el paciente
no mantiene durante mucho tiempo.
o Confabulaciones de relleno: sirven para completar los espacios amnésticos
en una memoria muy defectuosa, típicos del síndrome de Korsakoff y el
psicosíndrome orgánico.
o Confabulaciones espontáneas: son fantásticas, de gran productividad
imaginativa y exageradas. Fase aguda del síndrome de Korsakoff.
o Confabulaciones provocadas (o forzadas): se observan en el síndrome de
Korsakoff, en el Alzheimer e incluso en personas normales tras ser sometidas
a una prolongada tarea, soliendo ser verosímiles y transitorias.
- Mentira patológica: se distingue porque el propio autor de la mentira cree finalmente
en ella.
o Seudología fantástica: elaboración de invenciones muy complicadas y
fantásticas para conquistar la estimación de los demás, donde el sujeto se
identifica con ellas y como dispone de una gran distinción en sus modales y
gestos, engaña con facilidad a otras personas. Típico de personalidades
necesitadas de estimación o histriónicas, poseyendo además un pensamiento
fantástico exuberante y un porte y ademanes muy distinguidos.

------------------------------------- TEMA 6 -------------------------------------


PSICOPATOLOGÍA DE LA INTELIGENCIA Y DEL JUICIO
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CONCEPTO DE INTELIGENCIA

Proceso intelectivo resultado del funcionalismo del sistema nervioso central como un todo del
que se desgranan dos categorías de conocimiento:

- Aprendizaje mecánico o memorístico: se produce con independencia de ideas y de


conceptos, aprendiendo contenidos sin llegar a entenderlos parcial o totalmente.
- Aprendizaje racional y comprensivo: proceso auténticamente intelectivo, siempre
condicionado por factores personales y ambientales, interviniendo además factores
instrumentales (actividad sensorial, memoria, fluidez verbal, asociación de ideas, la
resistencia a la fatiga...) y promotores o moduladores (sentimientos, voluntad y
atención).

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Juicio: facultad de la inteligencia que permite a los individuos la capacidad para distinguir lo
verdadero de lo falso, y en un plano moral, el bien del mal. Además de ser una capacidad para
ejercer la crítica o conjunto de opiniones formadas tanto hacia sí mismo como hacia el entorno.
Hay tres grandes alteraciones de esta:

1. LOS DÉFICITS INTELECTUALES

Retraso mental, deficiencia intelectual, subnormalidad u oligofrenia: funcionamiento


intelectual general inferior al promedio que se originan en el período del desarrollo asociadas a
disfunciones de la conducta adaptativa o capacidad de independencia personal y
responsabilidad social esperadas según la edad y el grupo cultural a que pertenezca. Diez
grupos generales:

a. Infección: prenatal o posnatal, como la rubéola, la meningitis, etc.


b. Agentes tóxicos: como el abuso de alcohol, los envenenamientos específicos, etc.
c. Traumatismos cerebrales: prenatales, perinatales o posnatales, como las irradiaciones,
tentativas de aborto, accidentes vasculares, etc.
d. Trastornos metabólicos: errores innatos del metabolismo de los aminoácidos, lípidos,
hidratos de carbono, etc.
e. Neoformaciones: facomatosis o neoplasias intracraneales específicas.
f. Alteraciones cromosómicas: las autosomopatías, las gonosomopatías o las formas
mixtas.
g. Causas prenatales desconocidas: anencefalia, craneoestenosis, microcefalia, etc.
h. Causas desconocidas con signos neurológicos: leucodistrofias, esclerosis espinal, etc.
i. Causas desconocidas sin signos neurológicos: que supongan un déficit asociado a
ambientes desfavorables o padecimiento de trastornos mentales mayores.
j. Con más de una causa probable.

Además de la consanguinidad, la edad materna, y los factores sociales.

Los déficits de inteligencia suelen coincidiré en una serie de rasgos psicopatológicos


acompañantes:

a. Inmadurez afectiva: dependencia de terceros y de las conductas egocéntricas.


b. Impulsividad: ausencia de autocontrol para las necesidades personales y la expresión
emocional.
c. Sugestibilidad: aceptación pasiva e ingenua de las sugerencias de los demás a causa de
la carencia de iniciativa y de voluntad.
d. Mitomanía: uso prioritario de la imaginación, con invención de historias y situaciones
falsas.
e. Inadaptación social: presencia de reacciones de fuga e incluso conductas delictivas.

La asociación del déficit intelectual junto con otro trastorno se le denomina psicopatología dual.

2. LOS DETERIOROS INTELECTUALES

Pérdidas de la inteligencia ya constituida, propios de las edades avanzadas de la vida,


suponiendo una afectación de las funciones integrativas superiores, así como una incapacidad
para afrontar situaciones nuevas y para distinguir lo esencial de lo accesorio.

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Sinónimo de demencia o psicosíndrome orgánico, aunque no hay que confundir una demencia
senil con un deterioro fisiológico.

Desde la perspectiva psicopatológica además de los procesos progresivos de desestructuración


de la inteligencia y la personalidad se observa:

a. Pensamiento vago y confuso.


b. Prevalencia de lo accesorio e inadecuado.
c. Tendencia a elaborar generalizaciones erróneas a partir de datos no esenciales.
d. Disminución de la memoria de fijación, que suele ser uno de los primeros síntomas.
e. La presencia de confabulaciones para suplir los fallos y lagunas de memoria.

3. LAS INHIBICIONES INTELECTUALES (O BLOQUEOS)

Todos los trastornos con expresión de déficit o perdida de la capacidad intelectual de carácter
funcional y generalmente reversibles, donde no interviene un factor físico o biológico causante
del daño cerebral.

Denominadas pseudodeficiencias y pseudodeterioros intelectuales, al estar frente a una falsa


o aparente alteración de la capacidad de razonamiento y de juicio. Según el momento evolutivo
en el que aparecen son precoces o tardías.

A. Inhibiciones precoces: se observan en pleno desarrollo, y pueden estar causadas por:


a. Privación de relaciones humanas.
b. Ambientes nocivos y poco estimulantes abundantes en conflictos emocionales,
situaciones de soledad y carencia de modelos educativos.
c. Defectos instrumentales sensoriales, como la ceguera o la sordera, que pueden
generar cronopatía (lentificación del desarrollo intelectual).
B. Inhibiciones tardías: se observan a finales de la adolescencia o principios de la edad
adulta, pueden estar causadas por:
a. Trastornos emocionales y afectivos graves (síndromes por ansiedad o
depresivos).
b. Trastornos de la personalidad.
c. Padecimiento de psicosis esquizofrénicas, donde la vida relacional está
prácticamente anulada.
d. Situaciones de aislamiento, también llamadas institucionalismos,
características de larguísimos internamientos en hospitales psiquiátricos.

------------------------------------- TEMA 7 -------------------------------------


PSICOPATOLOGÍA DE LA AFECTIVIDAD
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LA NATURALEZA DE LOS AFECTOS Y DE LAS EMOCIONES

Conjunto de la vida de los sentimientos del ser humano con arreglo a sus características de
personalidad, intensidad, expresividad y duración en el tiempo.

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Afectos: experiencias emocionales o sentimentales asociadas a un estado mental, es decir,
patrones de comportamiento observables que son la expresión de sentimientos o emociones,
experimentados subjetivamente, como la tristeza o la alegría.

Estos se basan en cuatro aspectos básicos:

a. Experiencia personal: vivencia sólo accesible al propio individuo e intransferible a los


demás para su comprensión.
b. Influencia: que tienen los afectos sobre el resto de la personalidad de los individuos,
incluyendo los aspectos puramente somáticos y sobre sus relaciones sociales, ya que
los afectos son un modo privilegiado de comunicación no verbal.
c. Cualidad: la dinamicidad de los afectos, ya que nunca permanecen estáticos, sino que
están sometidos a pequeños cambios expresándose en un gradiente entre dos polos
extremos.
d. Representación mental: los estímulos no tienen por qué siempre reales o estar
presentes, pudiendo ser estos imaginarios o simbólicos, como ocurre en la crisis de
ansiedad.

En el lenguaje común designamos el amplio conjunto de experiencias afectivas como


sentimientos, sinónimo de emoción. Respecto a estos, existe una interacción entre unos
sentimientos y otros, y toda experiencia sentimental se concreta en un determinado estado de
ánimo (o humor).

Los sentimientos pueden clasificarse en tres tipos:

A. Sentimientos corporales localizados (sensoriales de Scheler): aparecen siempre en un


sector concreto del organismo, constituyendo la sensibilidad propioceptiva, véase,
hambre, sed, dolor, etc.
B. Sentimientos corporales generales (vitales de Scheler): traducen la calidad del estado
de ánimo y de la actividad de la persona, determinando nuestro modo de encontrarnos
y siendo experimentados de un modo difuso en el conjunto de la corporalidad, es decir,
sensaciones de aplanamiento o potencialidad, que se experimentan de modo
agradable o desagradable.
C. Sentimientos psíquicos (igual denominación en Scheler): se expresan en el plano
psicológico o mental, pudiendo estar:
a. Estructurados: sentimientos dirigidos que aparecen como reacción a
impresiones y noticias exteriores, siendo sentimientos motivados, donde
participa el yo activo, aunque sea de indirectamente, mediante la elaboración
de motivos, por ejemplo la tristeza motivada o reactiva.
b. Poco estructurados: intuiciones o presentimientos acerca de nosotros mismos
o de nuestro entorno, dando lugar a suspicacia, desconfianza, recelo e incluso
humor delirante. Estos también pueden experimentarse con tonalidad
agradable o desagradable, teniendo una proyección importantísima en las
vivencias relativas a la propia valía o autoestima.

Existen dos tipos de afectos o vivencias afectivas, las emociones y los estados de ánimo y se
diferencian en:

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a. Las emociones son afectos de instauración brusca, mientras que los estados de ánimo
surgen de forma más lenta y con arreglo a ritmos o ciclos.
b. Las emociones se manifiestan por cortejo psicosomático agudo compuesto por
cambios vegetativos y endocrinos, mientras que los estados de ánimo apenas se
acompañan de modificaciones somáticas.
c. Las emociones constituyen una respuesta transitoria a un estímulo, mientras que los
estados de ánimo constituyen una disposición a manifestarse afectivamente de forma
duradera.

Pasiones: afectos muy similares a las emociones pero que se pueden distinguir de ellas por
tener una duración algo más prolongada en el tiempo y sobre todo, por producir una
deformación de las ideas del sujeto sobre ciertas cuestiones o problemas, donde el individuo
sobrevalora las ideas (ideas cargadas de afectividad) y juicios acordes con el significado de la
pasión y suprime los datos contrapuestos a ella. Pueden transformarse en ideas deliroides.

En el amplio abanico de las vivencias afectivas existen cuatro nucleares:

a. Ansiedad: su función consiste en activar el organismo para movilizarlo ante peligros o


amenazas (ansiedad facilitadora), con perspectiva de incertidumbre hacia el futuro.
b. Tristeza: se manifiesta reactivamente ante situaciones de pérdida y/o aflicción, con
posible perspectiva negativa de futuro.
c. Euforia: se activa ante determinadas situaciones que suponen una vivencia de ganancia
personal con posible perspectiva satisfactoria de futuro.
d. Enfado: impresión de desagrado o molestia ante algo que no es como el sujeto
esperaba y estimula a buscar un cambio o reparación en el presente (o a mantener el
estado de disgusto hasta que desaparece la intensidad de la emoción).

LA ANSIEDAD PATOLÓGICA

Síntoma más frecuente de la clínica psicológica que supone un sentimiento de incomodidad


personal, asociado a un temor indefinido, una aceleración mental y neurovegetativa y una
actividad motora aumentada, experimentando la persona un estado de tensión que la afecta
tanto a nivel psíquico como corporal o conductual.

Aunque está vinculada al sentimiento de miedo, no son lo mismo:

a. El miedo es un movimiento psíquico propio de toda reacción normal ante una situación
de peligro; la ansiedad es un sentimiento vital patológico.
b. El miedo es un sentimiento motivado; la ansiedad, un sentimiento inmotivado o
autónomo.
c. El miedo se acompaña siempre de un contenido: la situación de peligro, el objeto
amenazador; la ansiedad no se acompaña de ningún objeto concreto, siendo ésta la
diferencia fundamental.

Aprensión: componente de expectativa o anticipación ansiosa cuya orientación vivencial es


hacia el futuro e implica percepción de impredecebilidad y/o incontrolabilidad en el presente.

Pánico: miedo no concretado en algo determinado, sino en todo, viniendo el peligro de todas
partes.

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La transición de la ansiedad en una fobia bien definida puede tomarse como una
transformación de la ansiedad en miedo, obedeciendo a un mecanismo defensivo del yo, ya
que la ansiedad condensada en un objeto externo (fobia) es menos mortificante que la
ansiedad libre y abstracta (diferencia entre ansiedad situacional y flotante, respectivamente).

La ansiedad puede manifestarse como síndrome en covariación con una amplia gama de
síntomas y signos: en forma de crisis de ansiedad (o ataques de pánico) o como estado
permanente de ansiedad generalizada.

El afecto negativo es una propensión a experimentar o reaccionar con emociones negativas


ante situaciones de estrés, fundamentada en la expectativa ansiosa y dando lugar a la evitación
o bien favoreciendo una tendencia más duradera a la preocupación.

La ansiedad suele acompañar a un variado conjunto de enfermedades físicas, dada su función


prínceps como activadora ante la presencia de un peligro real o imaginario, desde el
hipertiroidismo hasta situaciones especiales como la ingesta o supresión brusca de ciertos
fármacos.

Angustia/ansiedad: la cara de la misma moneda; sentimiento profundo de la amenaza de una


muerte inminente o de volverse loco.

Adopta frecuentemente dos formas:

1. Vértigo: sensación no sistematizada de inestabilidad o falta de equilibrio, vivencia


distinta de la del vértigo laberíntico o sistemático, en el que se impone la sensación de
desplazamiento o giro de todos los objetos en una dirección determinada, siendo en el
caso propio de la ansiedad llamado vértigo agorafóbico.
2. Astenia o fatiga vital: caracterizada por la falta de impulso para las actividades
psíquicas y físicas. Se vive en el plano corporal como una laxitud general, y en el
psíquico como una incapacidad de concentración y una reducción de la productividad
del pensamiento. Suele ir mejorando a lo largo del día, al contrario que con el
agotamiento.

Esquema modular multidimensional:

- Alteración cognitiva: del aburrimiento a la astenia.


- Alteración emocional: de la anhedonia (incapacidad para experimentar placer) al
aplanamiento (pérdida de expresión de emociones).
- Alteración volitiva: de la apatía (pérdida de interés) a la abulia (pérdida de iniciativa).
- Alteración motriz: continuo entre el enlentecimiento psicomotor y la acinesia
(inmovilidad).

LA TRISTEZA PATOLÓGICA

Sentimiento exagerado de pena y aflicción (afecto alterado depresivo como síntoma nuclear de
la depresión). Donde se manifiesta la tríada cognitiva negativa (desesperanza): percepción
negativa de sí mismo, del mundo y del futuro.

Pérdida de interés por las actividades cotidianas, ya sean de trabajo o de diversión, aislándose
del entorno, rompiendo la comunicación social y mostrándose anímicamente aplanado ante el
agravamiento del estado, con escasa reactividad emocional y facilidad para llorar. La
autoestima

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es muy baja, se reprocha continuamente y puede desear la muerte o el suicidio en los casos
más graves.

Tristeza vital: disgusto por la vida y por seguir viviendo. Es el síntoma nuclear y primario de la
depresión mayor, siendo su composición muy compleja. Con malestares localizados en el plano
corporal, como opresión precordial, epigástrica o cervical, especialmente una gran pesadez
física. En el plano psíquico su vivencia se acompaña de una sensación de falta de sentimientos o
anestesia afectiva, y anulación de los intereses personales, excepto: preocupaciones por la
salud del cuerpo, la salud del alma y la subsistencia económica.

Síndrome depresivo: componente de la depresión mayor, o endógena (trastorno depresivo


mayor) en la que la tristeza patológica se presenta de manera inmotivada, incluso en
contradicción con las favorables circunstancias personales del paciente. Sus síntomas son los
mismos que los de la depresión menor (o reactiva), solo que más acentuados y con mayor
riesgo de conducta suicida. Además, se diferencian en que la tristeza reactiva se origina por un
motivo, refiriéndose estrictamente a este y evolucionando al compás del mismo.

Sentimiento de desvitalización: sensación de pérdida de la energía vital que sufren los


depresivos, en los que se incluye:

- Anhedonia: incapacidad para experimentar sentimientos de placer.


- Acedia (sentimiento de falta de sentimientos): cualidad rara o distinta del humor o
acinesia afectiva que supone la sensación de vacío interior en cuanto a las emociones,
la incapacidad para sentir cualquier tipo de emoción y una falta de reacción o
reactividad del humor.

LA EUFORIA PATOLÓGICA

Sentimiento exagerado de optimismo y capacidad energética, asociado a un talante general de


omnipotencia y de elevada autoestima, siendo el síntoma nuclear de los síndromes maníacos
del trastorno bipolar o maníaco-depresivo, observándose también en formas menores del
trastorno bipolar (síndrome de hipomanía, o episodio hipomaníaco) y ocasionalmente en
cuadros esquizofrénicos. Diferenciar de:

Euforia insípida: expresada por un talante pueril e ingenuo, acompañada de pensamiento


vacío, errores de la memoria, confusión relativa de la consciencia y conducta desorganizada,
característica de algunos síndromes orgánico-cerebrales frontales, conocida como moría.

La euforia patológica se traduce en exaltación vital, debido al humor expansivo, con intensa
reactividad emocional, atención dispersa e hiperactividad motora. El curso del pensamiento es
acelerado e incluso ideofugal, así como el discurso que puede llegar a ser logorreico. Con
tendencia a la hilaridad (estado permanente de alegría y felicidad), su umbral para las
frustraciones es muy bajo, cayendo en momentos explosivos de ánimo irritable o colérico y
agresivo, con la necesidad de hacer cosas.

No se trata de un sentimiento de alegría; conduce a un empobrecimiento existencial, donde se


estrecha el horizonte de la vida psíquica propia, se suprime la comunicación y el diálogo con los
demás y se produce una entrega eufórica a la orgía o una entrega iracunda a la lucha abierta
contra el prójimo.

25
EL ENFADO PATOLÓGICO Y LA DISFORIA

El concepto de disforia (irritación) es refiere literalmente a un estado emocional caracterizado


por el malhumor o irritabilidad, lo que viene a ser enfadado o cabreado. En tonalidades
afectivas va desde la irritabilidad hasta la amargura, el pesimismo e incluso la ira.

Puede estar relacionada con ciertas dificultades de la vida cotidiana, el síndrome disfórico
premenstrual, el padecimiento de trastornos graves de la personalidad, la ingestión de ciertas
drogas, algunas enfermedades cerebrales, la epilepsia, las deficiencias mentales y las
esquizofrenias.

Suele observarse su asociación como síntoma relevante a:

a. Humor depresivo: disforia no reactiva.


b. Humor ansioso: disforia reactiva.

El enfado patológico (ira o cólera) es la base del síndrome disfórico. Que puede traducirse en
ataques de ira, similares a los ataques de pánico, ya que comparten algunos síntomas
(sudoración, taquicardia, acaloramiento). Tienden a ser crisis repetitivas y probablemente
compartan una vulnerabilidad común.

La ira tiene lugar cuando la identidad del sujeto resulta amenazada y no pueden realizarse otras
acciones, tratándose de una defensa o esfuerzo por restituir el malestar ocasionado por el
ataque al sistema de creencias.

- En la ansiedad se experimenta la amenaza.


- En la depresión se experimenta la pérdida.
- En la ira se experimenta la transgresión.

El estado de excitación fortalece la percepción de amenaza, dando lugar a un estado de


hostilidad que es la racionalización de la amenaza percibida, pudiendo también dar lugar a una
reacción delirante como manera patológica de autoafirmarse y restaurar la autoestima.

LA TIMIDEZ

Actitud afectiva que se refleja en la dinámica social por la inhibición del sujeto para desarrollar
adecuada y suficientemente una conducta de relaciones interhumanas y sobre todo para
comunicarse con los demás, donde la tendencia la retirada total o el aislamiento psíquico.

Las raíces y la esencia de la timidez tienen una índole afectiva, estando montada sobre un
estado de ánimo o un sentimiento persistente de tonalidad displacentera o desagradable, cuyo
contenido puede ser la tristeza, culpa o inferioridad, teniendo en cualquier caso una estructura
psíquica impregnada de vergüenza. Los tipos de timidez más frecuentes son:

A. Timidez en las fases tristes.


B. Timidez de los que se sienten culpables (real o no, neurótica o depresiva).
C. Timidez de los que se sienten inferiores (sentimiento autovalorativo negativo).

La timidez suele acompañarse de abundante producción de fantasías y ensueños, donde


compensa su sentimiento de inferioridad. Los tipos de compensaciones son:

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a. Primero grado: dirigida a suprimir o minimizar el defecto real o imaginario y sus
consecuencias.
b. Segundo grado: afán de sobresalir en una esfera distinta.
c. Tercer grado (supercompensaciones): se dirigen directamente al sentimiento de
inferioridad, donde queda oculto ante los demás y ante el propio sujeto.

Estos experimentan sentimientos del valor propio auténticos e inauténticos, consistiendo en


que el último se acompaña de hipersensibilidad afectiva (hiperestesia) y susceptibilidad, lo que
hace de estos sujetos muy vulnerables. Finalmente, si los sentimientos de inferioridad son
reprimidos pueden traducirse en comportamientos rebeldes, tercos y obstinados, con
manifestaciones de hostilidad y envidia hacia otras personas.

La timidez puede ser generada por factores disposicionales y educacionales (disposición


depresiva, aislamiento, sobreprotección, etc.), y puede a su vez generar fobias sociales, al rubor
(eritrofobia o ereutofobia) y a la impotencia sexual, fases depresivas y conductas adictivas.

En definitiva, un misántropo (ser que se retira de la sociedad para vivir sumido en sí mismo).

LA HIPOCONDRÍA

Repetidas y exageradas quejas sobre presuntas alteraciones corporales difusas y localizadas


que nunca se demuestran como ciertas en las exploraciones, y que involucran supuestas
enfermedades en las que tienen en común el significado de muerte, degeneración y postración.
Se acumula especialmente entre enfermos del estado de ánimo como los enfermos
psicosomáticos, los neuróticos y los depresivos.

En las depresiones la hipocondría se manifiesta de diversas formas:

a. Depresión hipocondríaca típica: la preocupación por la corporalidad adopta un fuerte


sentimiento de angustia.
b. Depresión hipocondríaca enmascarada: descrita como depresión sin depresión.
c. Depresión hipocondríaca atípica: suele acompañarse de contenidos paranoides de
perjuicio.
d. Depresión hipocondríaca encronizada: las depresiones hipocondríacas se encronizan
con especial facilidad y muchas depresiones al encronizarse se complican con actitudes
hipocondríacas.

Depresión encronizada: nombre que se le da a la depresión cuando tiende a prolongarse


durante años.

En las personas neuróticas la hipocondría (síntoma) es un modo de racionalizar la ansiedad,


sobre todo cuando existen síntomas somáticos, que es, por otra parte, la pauta.

El neurótico hipocondríaco (trastorno) se caracteriza por una actitud anormal frente a las
sensaciones corporales propias, las cuales carecen en este momento de una infraestructura
vital morbosa.

La preocupación hipocondríaca cuando pasa a convertirse en una creencia, en una convicción


(a veces con bajo insight) se ha venido a denominar de ansiedad sobre la salud.

27
LA SOMATIZACIÓN

Traslado al plano corporal de los conflictos del paciente. La somatización como síndrome
abarcaría tres modalidades:

1. Síndrome de Briquet (o somatización): el centramiento es en el síntoma, en la


enfermedad, y se demandan cuidados (no sólo médicos) la manifestación es una
pléyade de síntomas en los que abunda el dolor, síntomas variados a lo largo de la
historia del paciente, incluyendo la presentación de conversiones (actual trastorno de
somatización o histeria clásica).
2. Hipocondría: centramiento acerca del significado de la enfermedad, estando más
preocupado del diagnóstico que del tratamiento y siendo habitualmente pacientes que
descuidan su salud.
3. Dismorfofobia: centramiento sobre el aspecto corporal, siendo la comprobación sobre
las partes del cuerpo que aluden a la identidad del paciente con la que está
disconforme; la relación con el médico es para que intervenga, modifique su anatomía
y obtener así conformidad con una identidad que trata de alcanzar (el actual trastorno
dismórfico corporal).

Las somatizaciones son una muestra de las dificultades para la comunicación verbal
(alexitimia), una incongruencia de las respuestas afectivas (y habitual conexión con las
manifestaciones depresivas) y una deficiente comprensión de las señales corporales.

OTROS TRASTORNOS DE LA AFECTIVIDAD

Ambivalencia afectiva: presentación simultánea de sentimientos contradictorios con respecto


a un mismo objeto o situación. Se observa frecuentemente en los pacientes obsesivos, en los
esquizofrénicos y en algunos maníaco-depresivos.

Paratimia, discordancia o inadecuación afectiva: supone una falta de ajuste de las emociones
al contenido actual de sus vivencias. Es un síntoma frecuente en los síndromes orgánico-
cerebrales como en las esquizofrenias residuales que han dejado un defecto en la
personalidad.

Rigidez, restricción afectiva o afecto constreñido: pérdida de la capacidad para modular y


cambiar las emociones. Lo que refiere el paciente es que los sentimientos están como
bloqueados, de manera que no puede aplicarlos adecuadamente a una situación y según su
propia voluntad. Se observa en cuadros orgánico-cerebrales, en estados de manía y en ciertos
pacientes depresivos y esquizofrénicos, pudiendo establecerse una cierta progresión en la
gravedad desde la restricción afectiva o el embotamiento hasta el aplanamiento afectivo.

Labilidad afectiva: las emociones y los estados de ánimo cambian constantemente estén o no
influidos por estímulos externos, tratándose de una distraibilidad afectiva. Síntoma
característico de las deficiencias mentales, personalidades inmaduras, de estados de ansiedad
intensa y de enfermos con lesiones cerebrales.

Incontinencia afectiva: falta de control sobre las emociones, surgiendo éstas de modo
exagerado y brusco ante pequeños estímulos sin que se las pueda controlar. Se observa en
demencias seniles.

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Indiferencia o frialdad afectiva: carencia o pérdida de capacidad para producción de
respuestas emocionales, no manifestando sentimientos hacia los demás, siendo incapaces de
sentir afecto, característica de las personalidades psicopáticas o antisociales, ciertos
esquizofrénicos, alcohólicos con afectación cerebral y adictos a la heroína.

Afecto aplanado: ausencia total o parcial de signos de expresión emocional, observándose en


pacientes psicóticos, esquizofrénicos y depresivos graves.

Embotamiento afectivo: dificultad para ser consciente de las emociones.

Alexitimia: dificultad para identificar, expresar con palabras los sentimientos y diferenciarlos de
las sensaciones corporales. Se observa en pacientes con enfermedades psicosomáticas, los
caracterizados por la somatización, la disociación y en las depresiones graves.

Aprosodia: dificultad para expresar el lenguaje con tonalidad emocional. Característica de los
enfermos que presentan lesiones en el hemisferio derecho del cerebro, asiento neural del
lenguaje emocional. Típico de la enfermedad de Parkinson.

------------------------------------- TEMA 8 -------------------------------------


PSICOPATOLOGÍA DE LA CONDUCTA MOTORA
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LA MÍMICA Y LA MOTÓRICA COMO SIGNOS DE LA COMUNICACIÓN NO VERBAL

La psicomotricidad refleja la actuación del hombre en interacción con experiencias afectivas y


cognitivas. Esta incluye dos elementos:

1. Tono muscular: cuya evolución se produce a lo largo de la vida, siendo en los primeros
meses cuando adquiere mayor relevancia.
2. Armonía cinética: permite el encadenamiento de cada uno de los momentos gestuales
o motores en el tiempo y el espacio.

La relación entre la psicomotricidad y la psicopatología incluye dos dimensiones fundamentales:

1. La expresividad o comunicabilidad: que está configurada por factores psicosociales y


se transmite a través de ciertos gestos, como cambios posturales, frotar la cara,
arquear las cejas, etc.
2. La configuración estructural del movimiento: compuesta por factores
neurofisiológicos que se transmiten a través de signos, como la agitación psicomotriz o
los temblores de miembros.

Desde el punto de vista psicopatológico, los trastornos de la psicomotricidad corresponden a


anomalías en una dimensión u otra, o en su interrelación. Así los cambios se dividen en
distintos niveles:

a. Primer nivel: los cambios de la expresividad guardan predominantemente relación con


sucesos personales o relacionales, de tal manera que la expresión puede ser modelada
por la interacción entre el emisor y el receptor de un mensaje, sin llegar a estar
necesariamente alterada la estructuralidad.

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b. Segundo nivel: (estructuralidad) producen a su vez dos efectos:
i. Cambios excesivamente acusados de la expresividad, que generalmente
implica una pérdida del equilibrio expresión-contexto.
ii. Aparición de patrones motores más primitivos y autónomos.

La evaluación de las alteraciones psicomotoras deberá recoger datos de tres aspectos:

1. La expresión facial que en la entrevista clínica es el elemento por el que se transmiten


diferentes dimensiones vivenciales (afectividad, empatía, seguridad, etc.).
2. Las características del habla, que ofrecen por sí mismas información general acerca del
estado psicomotor (volumen, ritmo, velocidad del habla espontánea, etc.).
3. La motórica general, que comprende la evaluación de una amplia gama de
movimientos, tanto espontáneos como ejecutados tras órdenes y que incluyen
posturas, hábitos, etc.

TRASTORNOS DE LA MÍMICA

Hipermimias: consisten en la expresión exagerada o exaltada de la mímica, pudiendo ser


generalizadas o localizadas.

a. Las generalizadas se caracterizan por dos signos: la participación de todos los músculos
faciales y la mirada inquieta y distraída del paciente. Se puede observar desde actividad
expansiva de los pacientes maníacos hasta las actitudes de pánico en los estados
oníricos.
b. Las localizadas expresan una intensa focalización afectiva hacia una vivencia muy
concreta como la crispación de los rasgos faciales acompañada de una mirada que
traduce la experiencia dramática de una crisis de ansiedad.

Hipomimias: se caracterizan por la escasez de gestos, siendo el grado extremo la amimia o


completa inmovilidad gestual (pobreza mímica). La mirada suele estar fija y denota una
expresión vacía, pudiendo expresar vivencias de sufrimiento, dolor e inhibición en la depresión;
perplejidad en los estados confusionales y de negativismo y oposicionismo con rechazo de
contacto en la esquizofrenia.

Dismimias: contradicción entre la expresión facial y gestual y las vivencias afectivas. Pueden
distinguirse de dos formas:

a. Paramimias (o mímicas discordantes): disonancia entre la expresión verbal y la facial


que se observa especialmente en la esquizofrenia (típicamente sonrisas o risas
inmotivadas y extrañas).
b. Mimias reflejas o ficticias: reproducen guiños o movimientos de la boca del observador
(ecomimia) en forma de espejo. Se observa en el retraso mental, trastornos
histriónicos, simuladores y en esquizofrénicos en menor medida.

TRASTORNOS DE LA MOTÓRICA

A. Agitación psicomotriz o hipercinesia: hiperactividad motora expresada por una


avalancha de gestos, movimientos y conductas realizados de modo rápido y sin ningún
objeto determinado, acompañado de hiperactividad mental, pensamiento ideofugal y

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atención lábil, confusión de consciencia y estado de ánimo ansioso, eufórico o colérico.
Esta agitación puede obedecer a tres tipos de causas:
a. Factores exógenos: situaciones de tensión extrema vividas en la realidad o
imaginarias, intoxicaciones por fármacos o drogas.
b. Orgánico-cerebrales: como en los cuadros de delírium, durante las crisis
comiciales (convulsiones), o como consecuencia de ciertos accidentes
vasculares cerebrales o traumatismos craneoencefálicos.
c. Factores endógenos (eretismo): relacionados con los trastornos psicóticos
como en ciertos tipos de esquizofrenia (especialmente catatónica), fases
maníacas del trastorno bipolar y en estados demenciales, debido a pérdida
progresiva de juicio crítico y comprensión de la situación, así como de las
propias dificultades práxicas del cuadro.
Inquietud psicomotriz: formas menores de agitación en las que el paciente
conserva un mayor grado de control sobre la motórica, manifestándose en los
estados de ansiedad y en ciertas depresiones.
B. Retardo psicomotriz, lentitud psicomotora o hipocinesia (término más preciso que el
de inhibición psicomotriz): se caracteriza por la presencia de una disminución notable
de los movimientos generales, soliendo acompañar a diversas patologías mentales, y
manifestándose en diversos grados de intensidad, desde la hipocinesia hasta la acinesia
total en pacientes estuporosos, autistas, parkinsonianos y en diferentes enfermedades
que dan lugar al llamado mutismo acinético.
Estupor catatónico: síndrome psicomotor de actividad motora muy lenta que puede
llegar a la inmovilidad en la que el paciente interrumpe el contacto con su entorno.
Catalepsia: signo motor que se refiere a la conservación de una postura o una actitud
inmóvil con la musculatura rígida. Ejemplo de obediencia automática (cumplimiento
exagerado de cualquier orden del evaluador), denominada flexibilidad cérea, pues se
moldea la posición de un miembro notando una ligera resistencia inicial.
El opuesto de la obediencia automática es el negativismo como actitud de oposición
ante cualquier movimiento que se le ordena al individuo y que puede ser pasiva (sin
movimientos) o activa (haciendo lo contrario de lo que se le pide). El paciente puede
negarse a moverse, comer, defecar o beber (retraimiento).
También pueden darse fenómenos en eco como la ecolalia (repetición de las palabras
del examinador) y la ecopraxia (repetición de los movimientos del examinador).
En ocasiones se observa obstrucción (interrupción brusca de un movimiento) o la
ambitendencia (movimientos que dan la impresión de indecisión porque el paciente no
puede concretar un acto). Otras manifestaciones son mutismo, muecas, estereotipias,
verbigeraciones y gritos.
C. Tics: movimientos musculares locales, rápidos y espasmódicos del mismo grupo
muscular que se manifiestan de forma frecuente, involuntaria, inesperada, repetitiva y
a intervalos irregulares y que se inician frecuentemente en la infancia.
Pueden aparecer como vía de escape emocional ante situaciones estrés, como síntoma
acompañante de otras patologías o síntoma de conversión somática en situaciones
postraumáticas.
D. Estereotipias: repetición continuada e innecesaria de movimientos o gestos que son
organizados y generalmente complejos. Se manifiestan especialmente en la mímica

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facial, pero también pueden observarse en otras zonas del cuerpo, como las manos o el
tronco en el balanceo rítmico. Los rituales de los pacientes obsesivos son actos
estereotipados. Se distinguen dos tipos según su complejidad:
a. Simples: acompañan a los trastornos orgánicos cerebrales de evolución
demencial que suponen patrones motores arcaicos y con función estimular,
como frotar o rascar.
b. Complejas: asociadas al retraso mental, el autismo y otros trastornos
psicóticos funcionales o endógenos como la esquizofrenia, manifestándose
como movimientos aparatosos de manos y brazos, como mesarse los cabellos.
E. Manierismos: movimiento que aumentan la expresividad de los gestos y la mímica,
como las sonrisas inmotivadas o las posturas forzadas y excesivamente afectadas de
ciertos pacientes esquizofrénicos.
F. Temblores: movimientos musculares oscilatorios, involuntarios, rítmicos y rápidos que
se manifiestan normalmente en la cabeza, cara, legua y extremidades, especialmente
manos. Pueden ser de tres tipos:
a. Intencionales: sacudidas que aparecen durante los movimientos voluntarios.
Por ejemplo en la ataxia (pérdida de la coordinación del movimiento muscular
voluntario). Un tipo es el balbismo (oscilación rápida en la barbilla que aparece
en algunos disfémicos en el esfuerzo por la articulación del habla.
b. Posturales: muy similares a los anteriores, consisten en sacudidas que
aparecen al iniciar o efectuar algún movimiento, más claramente cuando se
tiene una postura forzada.
c. De reposos: movimientos de corto recorrido con oscilaciones finas y rápidas de
las partes afectadas, generalmente acompañadas de rigidez muscular y
ausencia (acinesia) o disminución (hipocinesia) de movimientos. Suele
desaparecer o atenuarse con el control voluntario (también llamados
temblores parkinsonianos).
G. Convulsiones: movimientos musculares en forma de contracciones violentas e
incontrolables de la musculatura voluntaria que se manifiestan en uno o varios grupos
musculares o bien de forma generalizada en todo el cuerpo. Por ejemplo, la crisis
convulsiva de la epilepsia conocida como grand mal, que se desarrolla en tres fases:
a. Fase tónica: contracción brusca con instauración de apnea (suspensión de la
respiración) y pérdida de consciencia. Al cabo de dos segundos aparece una
fase de contracción de los músculos de la cabeza y extremidades, durante 5 ó
10 segundos.
b. Fase convulsiva (o clónica): se mantiene la apnea y se inician los movimientos
convulsivos involuntarios, rítmicos y regulares que empiezan en los brazos,
piernas y musculatura periocular y rápidamente se generalizan al resto del
cuerpo durante 20 ó 30 segundos.
c. Fase de recuperación: el paciente empieza a recuperar el ritmo respiratorio y
como consecuencia de la hipotonía generalizada se produce un vaciado vesical
urinario. Esta última fase puede durar unos 20 ó 30 minutos.
Diferenciar de las crisis de conversión histérica en cuyos movimientos convulsivos no se
incluye apnea, ni ritmo o regularidad en las convulsiones, no se producen mordeduras,

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incontinencia urinaria y nunca se producen en soledad (desencadenadas por vivencias
afectivas traumáticas).
H. Manifestaciones extrapiramidales: dos conceptos muy cercanos pero distintos:
a. La distonía: es una contracción y postura sostenida.
b. La discinesia: se refiere a movimientos repetitivos e involuntarios de la lengua,
boca y cara, pero considerados habitualmente en la discinesia tardía como
movimientos distónicos. Hay dos tipos:
i. Discinesia aguda: series de contracciones (espasmos) y movimientos
anormales de los músculos de las extremidades superiores, cuello y
espalda, que permanecen contraídos durante 30 segundos,
apareciendo de nuevo minuto y medio después.
ii. Discinesia tardía: consiste en una serie de movimientos involuntarios y
raros de la lengua, la boca y la cara, con movimientos coreoatetósicos
(involuntarios lentos, continuos y de contorsión) en manos. Comienzo
insidioso.
Acatisia: estado de sobreabundancia de movimientos con deambulación e
incapacidad para descansar, pararse y con movimientos involuntarios en las
piernas. Los pacientes describen una necesidad subjetiva de moverse para
hallar alivio (distinta de la agitación psicótica).
I. Apraxias: dificultad para llevar a cabo actividades propositivas que exijan secuenciar y
coordinar una serie de movimientos (como escribir, abrocharse los botones, vestirse…).
Dificultad para realizar actividades que requieran cierto nivel de complejidad
psicomotora (en niños dispraxia evolutiva). Es indicador de deterioro cortical.
J. Conversión: desde el punto de vista sintomático como manifestación en la que el
paciente exhibe una alteración motora (aunque también sensorial) con un supuesto
simbolismo o manera de transmitir su malestar y necesidad de ayuda. Ejemplos de los
llamados síntomas pseudoneurológicos son la parálisis de algún miembro, lentitud
exagerada en los movimientos, síndrome atasia-abasia (marcha descoordinada, débil y
con tendencia a caídas), etc. No son histriónicos, ya que puede demostrarse una causa
orgánica.

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