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o 1 (1922)
1. — «Por.»
(Foinv, 4 e); Por llorar tú mucho por tus fijos no los podrás
nungua cobrar por ende (Crón. Gral., 442 ¿y a).
3) Suprimiendoel artículo se consigue la ilimitación cuan-
titativa: Por amistiet ne d'ami ne d'amie... N'en vuelt torner
(Alex., 33 c); Nin por sol nin por pluuia non fuya a cubierto
(Berc., Silos, 22 d); Nin por uoces, quel daban, non recudie
María (Ibíd., Duel., 112 b); Por oro nin por plata non podrie
escapar (Cid, 310); Mas por cosas que le dije, nunca pude saber
nin entender ninguna cosa de su facienda (Cifar, 76,4; edic. Mi-
chelant). Pero el procedimiento ordinario, generalizado desde
muy pronto, consiste en agregar una frase relativa con sub-
juntivo hipotético-concesivo: Ne per onors quí lui fussent
tramises N'en vuelt torner (Alex., 33 d); Ef después, por
lluuia que faga non puede nacer (J. Manuel, Luc., 92.2); Por
tuerto que le ficiesen nunqua auía en si quejumbre (Berc.,
S. Zidef., 323 0).
4) La evolución llega a su términocuando la antigua pre-
posición por no aparece apoyada en un sustantivo, sino en
inmediata unión con un adjetivo, tipo: por grande que sea, en
el que se insistirá más adelante.
En las siguientes observaciones se estudian las particula-
ridades de esta evolución en castellano (de cronología, influen-
cias favorables y contrarias, circunstancias distintas del fran-
cés, etc), para presentarla como resultado de un largo pro-
ceso analógico de' mayor fuerza interna y autónoma de lo
que Tobler había podido pensar ante la misma evolución: en
francés.
puesta con otro motivo por el Sr. Menéndez Pidal: «El re-
dactor de los primeros capítulos [de la Cróm. Gral] podía
pertenecer a una generación mucho más vieja que la de sus
continuadores coetáneos y podía provenir de una región dia-
lectal arcaizante.» (La Crónica General, en Estudios literarios,
pág. I91.)
Se sabe además que la perduración de arcaísmos es más
natural tratándose de conjunciones o expresiones equivalen-
tes; así lo ha hecho observar el Sr. Meillet: «Mais du parler
familier... elles passent a la langue savante, qui en développe
lusage et que les conserve souvent assez longtemps, alors méme
qu'elles ont disparu de la langue parlée.» (Le renouvellement
des conjonctions, en Ling. gen. et ling. htist., pág. 174.)
Ciertos pormenores vienen en ayudadela explicación pro-
puesta. La Crónica General presenta sus escasos ejemplos de
giros con por claramente concesivos en sus últimos capítulos;
ahora bien, algunos indicios inducen a ver en estos últimos
capítulos señales de una mano más moderna; así, por ejem-
plo, la partícula concesiva comoquier(a) se usa predominante-
mente con subjuntivo hasta los capítulos con que se comienza
el reinado de Fernando l!l; a partir de aquí, el modo ordina-
rio con comoquiera es el indicativo. Y seguramente nose trata
de un cambio fortuito o motivado, verbigracia, por preferencias
distintas de redactores diferentes, sino de un cambio general
que señalaba una nueva época en la vida de comoquiera; don
Juan Manuel construye normalmente comoguiera con indica-
tivo, reservando el subjuntivo para aunque (una exposición
más detenida de estos hechos intento dar en un estudio gene-
ral, que preparo, sobre la expresión concesiva española); la
misma oposición puede observarse, por ejemplo, entre los
Libros del saber de Astronomía (subjuntivo) y el Arcipreste de
Hita (indicativo). |
Y es precisamente en los últimos capítulos de la Crónica,
con rasgos más modernos, donde aparece el ejemplo citado:
«por onrrados que sean». Con la explicación señalada puede
aclararse el que de un silencio de casi medio siglo se pase a
un franco y general empleo desde principios del siglo xrv :