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La actualidad de la criminología: la criminal y la victimólogia.

3.1 La política criminal: noción y fin de la política criminal.

• Tal como lo plantea Alberto Binder, la política criminal es una forma de violencia estatal organizada.

• Desde la perspectiva de Díez Ripollés, es una especie de las políticas públicas.

• Para Alessandro Baratta, desde un enfoque crítico, la política criminal se ocupa de la prevención y
reacción del delito, y hace frente a las consecuencias.

• Para Daniel Escobar, es una respuesta frente a comportamientos desviados. Estas definiciones
plantean de manera amplia que la política criminal se ocupa de comportamientos socialmente
reprochables, a través de un amplio catálogo de medidas sociales, jurídicas, culturales, entre otras, las
cuales deben ser lo más variadas posible. Sin embargo, en la práctica vemos que, como lo ha resaltado la
literatura, la noción de política criminal se asocia fundamentalmente al del funcionamiento del sistema
penal, por lo cual existe una coincidencia con la política penal, en sus tres niveles: criminalización
primaria, esto es construcción y definición de las normas y estrategias penales; criminalización
secundaria, es decir, los procesos de investigación y judicialización; y criminalización terciaria, que se
concentra fundamentalmente en la ejecución de las sanciones penales, ya sea en centros penitenciarios.
Por otra parte, si bien es claro que la política criminal es una especie de la política pública, se deriva una
dificultad para definirla como tal por la estructura del Estado y los sistemas jurídicos y políticos. Es
necesario resaltar que las tradiciones más apegadas al ámbito penal de la política criminal se han
desarrollado en el campo de la dogmática penal, propios de un sistema jurídico continental de derecho
escrito. Por su parte la política pública proviene de una tradición anglosajona, desde la cual las
respuestas a los problemas sociales se dan a través de decisiones políticas con otras visiones jurídicas y
de estructura institucional. Sin embargo, el esfuerzo consiste en tratar de acerca esas tradiciones y
comprender que el objeto de la política criminal se definiría desde una perspectiva institucional en la
criminalización primaria, pero que también estaría en continua construcción a partir de cómo los
distintos actores u operadores ponen en acción esa política.

3.2 Política y derecho en general; política criminal y criminología.

La criminología va a dar datos acerca de la criminalidad a la política criminal (que es el conjunto de


medidas elaboradas para reprimir y prevenir la criminalidad), la cual se va a expresar en el Sistema
Penal, o sea el derecho penal material, el procesal penal, y el derecho penitenciario o de ejecución de
penas, puesto que El discurso político criminal lo va a dar no el legislador, sinó el Ejecutivo que va influir
en la legislación penal con su decisión meramente política, puesto que la norma jurídica es una decisión
meramente política. Así, Detrás del sistema penal, van a estar las ideologías preponderantes del
Ejecutivo. y, ¿qué significa esto?, significa la respuesta al problema de hoy en día, porque a lo expuesto
tenemos que agregar que si bien la decisión política va a influir en el contenido de la norma penal
(además procesal y penitenciaria o de ejecución), cada sector del sistema va a tener su propio discurso
que va a contrariar al discurso del otro. Lo que provocará una inestabilidad al

interior del sistema penal. Esto más los nulos conocimientos del Ejecutivo acerca de cómo combatir la
criminalidad, tienen como resultado lo que no acabamos de ver cada día: la superpoblación carcelaria, la
criminalización de todo aquello que el ejecutivo vea conveniente criminalizar para hacerse más popular,
la contradicción entre la prevención general (sociedad y derecho penal material) y la prevención
especial, lo que ocasiona que el Sistema Penal No funcione. Así, vemos lo que busca la “Ciencia
Totalizadora del Derecho Penal”, que es acoger en una misma las metas o instrumentos de las ciencias
del Derecho Penal, tomando en cuenta la criminología y la política Criminal, atravesando el Derecho
Penal Material, el derecho procesal penal incluso el derecho penitenciario. Como lo acabamos de ver y
en mi opinión pareciera un discurso atractivo, pero solo nos queda buscar un punto, en el cual por lo
menos el sistema no se anule así mismo, más intente seguir una línea que apunte en el cumplimiento de
su misión.

3.3 Influencia de la estadística y la criminología en realización de la política criminal.

La Estadística Criminal ha sido, desde Lombroso, un auxiliar eficaz de las ciencias penales, sobre todo de
la Criminología que acude a ella, en sus investigaciones de campo, en procura de establecer la compleja
etiología de la criminalidad y su dinámica. Según Oswaldo Tieghi, la estadística criminal es la disciplina
que estudia la expresión cuantitativa del delito en la vida social, tiene por objeto especial los fenómenos
de la criminalidad. "Consiste en un conjunto de datos numéricos, reunidos en los informes oficiales de
los organismos a quienes están encomendados, la aprehensión, prevención y tratamiento de los
infractores de la Ley Penal". La estadística Criminal permite "estudiar el movimiento general de la
criminalidad, sus ritmos y variaciones, sus relaciones, con las condiciones personales (edad, sexo), las
condiciones geográficas y sociales (económicas, culturales y política). Y generalmente de distinguen tres
tipos de estadísticas criminales: las policiales, judiciales y penitenciarias. La estadística como disciplina
auxiliar del Derecho Penal ya fue usada a fines del siglo XIX para "conocer las relaciones de causalidad
existentes entre determinadas condiciones personales, determinados fenómenos físicos y sociales y la
criminalidad; pone de relieve sus causas, y muestra su aumento y disminución y sus formas de
aparición". Sin embargo, a criterio de autores como Goppinger, el uso del método estadístico y su
consiguiente abuso conduce al gran peligro de que "sólo sea observado y clasificado lo que es relevante
en el sentido preestablecido y que por consiguiente se llegue en el fondo a la comprobación de un
reflejo del cuestionario". La estadística criminal es uno de los fundamentos de la política criminal;
proporciona datos y conocimientos al Derecho Penal, las que permiten, con mayor precisión, fijar o
tomar medidas de política criminal o prevenciones preventivas.

3.4 Modelo del Ministerio Público Dominicano y la posibilidad de implementar una política

criminal.

La actitud epistemológica del analista político criminal, que en nuestro país es el Ministerio Público, no
es la de un asceta ajeno a las ineludibles relaciones políticas y, por lo tanto, inmaculado de posturas
ideológicas. Lo que no puede hacer, en el plano normativo, es ignorar estas tensiones que debe afrontar
con el catálogo axiológico contenido en la Constitución dominicana que traza pautas para limitar lo que
el Estado puede o no hacer y así distinguir entre los reclamos legítimos de los no legítimos. En el plano
descriptivo debe tener la capacidad de descifrar los discursos sobre el delito y la pena, para despojarlos
de los elementos moralizantes e ideológicos, y así acercarse a una definición del delito en términos de la
afectación que determinadas conductas pueden tener sobre derechos e intereses protegidos. La
importancia del desarrollo y de la implementación de la política criminal es que ella debe definir el papel
que jugará el Ministerio Público a todo lo largo del Sistema de Justicia Penal.
3.5 Victimología: Estudios de la victimología: dudas hallazgos.

Acuñado por el psiquiatra Fredric Wertham, este término hace referencia a la disciplina científica
derivada de la criminología que estudia a las víctimas de la delincuencia en las diversas fases de
victimización. La creación de esta disciplina ha permitido tanto el estudio como el tratamiento de
víctimas y familiares de todo tipo de delitos, que la criminología tradicional ignoraba para centrarse en la
figura del delincuente. Se trata de una disciplina científica relativamente joven, hallándose sus inicios
científicos en los años treinta. Dicha disciplina tiene numerosas variantes que han ido focalizando su
atención en diferentes aspectos y teniendo diversas interpretaciones de la realidad. Sin embargo, todas
las teorías y perspectivas habidas tienen en común su objetivo de estudio. Se puede decir que, de algún
modo, la victimología centra su atención precisamente en las personas que se encuentran en una mayor
situación de vulnerabilidad y que, por consiguiente, son las primeras que necesitan que se estudie el
tipo de experiencias por las que pasan, sus fuentes de malestar y las posibles soluciones. El principal
objeto de estudio de esta disciplina es la víctima y sus características, así como su relación con el
delincuente y su rol dentro de la situación delictiva. Concretamente se analiza el conjunto de factores
que provocan que la persona se convierta en víctima, tanto si la situación ha sido provocada por una
segunda persona o se debe a la propia actuación o azar (como un accidente laboral por ejemplo), la
relación de los hechos con la ley vigente y la posible reparación de daños y la relación entre los aspectos
que pueden provocar que una persona sea víctima y la ocurrencia del crimen.

3.6 Los precursores.

La historia de la Victimología, a lo largo de los siglos es tan intensa y apasionante que puede producir
asombro a quien la conozca, ya que va unida a la propia evolución de la humanidad; en el año 1949 el
psiquiatra y criminólogo Estadounidense Fredrick Whertham, en su obra “The show of violence” utilizó
por primera vez el vocablo “victimología”, entendiendo como tal, la ciencia que estudiaba la sociología
de la víctima.

La Victimología se definió en el I Simposio Internacional celebrado en Jerusalén (1973) como “El estudio
científico de las víctimas”, y según diversos expertos como “La disciplina que tiene por objeto el estudio
de la víctima de un delito”.

Los precursores de la victimología como ciencia en el siglo XX

Es importante destacar la labor realizada por Benjamin Mendelsohn, Criminólogo de origen rumano,
nacionalizado israelí, que entendía que la Victimología era una ciencia paralela a la Criminología. Según
Mendelsohn la Victimología era como el reverso, el negativo, de la Criminología porque esta se ocupa
del delincuente y la primera de la víctima. Este autor dio un ámbito muy amplio a la Victimología
llegando a distinguir una Victimología general y una Victimología penal, ocupándose solo esta última de
las víctimas del delito.

Es necesario recordar también al Criminólogo alemán Hans Von Hentig, exiliado en EEUU en los años 30
del pasado siglo, considerado junto a Benjamin Mendelsohn como los precursores de la moderna
Victimología; Hans Von Hentig, entre otras muchas cosas, decía que cada víctima tiene su autor, porque
muchas veces aquella “fabrica a su propio victimario”. Por ejemplo, el inmigrante que se encuentra
desprotegido en una sociedad extraña, esta inferioridad social aumenta la posibilidad de transformarse
en víctimas ya que son más propensos.
La victima y el derecho Internacional. En 1985 la Asamblea General de las Naciones Unidas, adoptó la
declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las víctimas de delitos y del abuso del
poder, estableciendo los derechos de las víctimas en los procedimientos de justicia penal, incluidos el
derecho al acceso a la justicia, el derecho a ser tratado co normas mínimas de respeto y dignidad, el
derecho a la protección y la asistencia y el derecho a la reparación. Esta declaración ha servido como
base para establecer los derechos jurídicos de las víctimas bajo el derecho internacional.

3.7 Topología y la clasificación de las victimas

Como ciencia que estudia a las víctimas de infracciones penales, numerosos autores han realizado
diversas clasificaciones sobre tipologías de víctimas.

Una de ellas es la de Jiménez de Asúa, quien divide a las víctimas en:

1. Víctima determinada Se considera como tal aquella que es escogida voluntariamente por el
criminal, no siendo su elección producto del azar. Un ejemplo serían los crímenes pasionales,
venganzas o crímenes llevados a cabo por familiares o allegados.
2. 2. Víctima indiferente Escogida al azar. El crimen podría realizarse con cualquier otra persona
sin que ello produjera ningún cambio en el criminal. Un ejemplo de ello podrían ser el fraude o
los timos, como los trileros. También se observa en algunos actos criminales llevados a cabo por
psicópatas y asesinos en serie.
3. 3. Víctima resistente Aquella víctima que es capaz de presentar resistencia y defenderse, o que
es atacada a causa de o a sabiendas de que el sujeto iba a defenderse
4. 4. Víctima coadyuvante No siempre que se da una situación en que un sujeto es víctima de un
crimen éste es un sujeto sin vinculación con el hecho criminal. De este modo, existen víctimas
que participan de forma activa en el delito, si bien es posible que actúe bajo coacción.

3.8 Derechos humanos de las victimas

Al abordar el tema de los derechos humanos de las víctimas del delito surge como necesario punto de
referencia el abandono al que han estado sometidas por parte del excluyente sistema penal moderno.
Nadie quiere identificarse con los perdedores del drama criminal, pues además de sufrir el impacto del
delito, deben enfrentar la indiferencia e insensibilidad del sistema legal y soportar la falta de solidaridad
de la propia comunidad. El derecho penal, como sostiene A. García-Pablos, parece hallarse sesgado y
unilateralmente dirigido a la persona del infractor, relegando a la víctima a una posición marginal: al
ámbito de la prevención social y del derecho civil sustantivo y procesal. El sistema legal, por ejemplo,
define con toda precisión el estatus del inculpado, sin que dicho garantismo a favor del presunto
responsable tenga como lógico correlato una preocupación semejante por los derechos de las víctimas .
El Estado preocupado en perseguir y castigar al delincuente por la vulneración al ordenamiento jurídico
ha despersonalizado el conflicto subyacente al delito, apropiándose de él, ha excluido a las víctimas
incrementando el daño producido por el delito, despojando de la dimensión humana y pluralista al
sistema penal.

3.9 Victimología y la legislación penal (el papel de las víctimas en el proceso penal).

Tras el tradicional abandono u olvido de la víctima, surgen autores que reclaman centrar el foco de
estudio en la víctima. De esta manera, autores como VON HENTING, MENDELSOHN, o ELLENBERGER
comienzan a analizar el papel de la víctima dentro del fenómeno criminal. Así VON HENTING en su libro
“El criminal y su víctima” no trata a la víctima como un mero objeto material sobre el que recae la acción
delictiva, sino que le otorga un papel activo en el que puede consentir o provocar la acción delictiva que
finalmente recaerá sobre ella. Por lo que se centra en esa interacción, que tiene el delincuente con la
víctima, cuando hasta ese momento, los estudios solo examinaban al delincuente, y las causas que
podían llevarle a cometer el hecho delictivo, dejando de lado que en ocasiones la causante del delito era
la propia víctima3 . Otros autores como MENDELSOHN, que es considerado por muchos como el padre
de la Victimología, en su obra “Victimología” de 1956 es donde acuña esta terminología, que da nombre
a esta disciplina, realizando una clasificación de las distintas víctimas en el hecho delictivo, donde
encontramos a la víctima que es provocadora de la comisión del delito, siendo su actuación tan
determinante, que sin ella no se hubiera producido la conducta delictiva. El estudio del fenómeno
criminal únicamente centrado en el delincuente era incompleto, y estas primeras aportaciones tienen la
importancia de que se vuelva a dirigir la mirada hacia la víctima, como sujeto implicado en determinados
casos de manera decisiva en la acción penal.

Estos primeros estudios provocan el nacimiento de la Victimología, como rama de la Criminología, que
estudia el fenómeno criminal desde la perspectiva de la víctima, siendo por ello el objeto del estudio
principal la víctima y su intervención en el fenómeno criminal. Es cierto, que algunos autores han
reclamado la autonomía de la Victimología como ciencia que estudia a la víctima en general, en
cualquier contexto como puede ser una guerra o una catástrofe natural, siendo la víctima del delito
propiamente de la Criminología.

3.10 Victimas en el delito de sangre, en los delitos sexuales, en la estafa.

Efectivamente, los efectos traumáticos que en las víctimas suelen dejar las a g resiones sexuales pueden
verse agravados por otros factores como son los que se derivan del proceso e investigación legal que
sucede a la denuncia de los hechos. Con lo que si cada vez son más las mujeres que deciden pre s e n t a
r una denuncia formal como primer paso para acabar con una situación de ocultación y sufrimiento,
muchas de ellas paralizan los procesos, o no llegan a iniciar los, ante la presión y el trato deficiente y
poco sensibilizado que algunas instituciones ejercen sobre la víctima.

Esta segunda situación traumática se puede producir en varios momentos: cuando la víctima acude a la
comisaría para denunciar los hechos (acogida de la policía, relato de lo sucedido, traslado al hospital,
etc.), en el hospital (acogida del personal sanitario y re c o n o c i m i e n t o del médico-forense), a lo
largo de toda la investigación policial ( ruedas de re c onocimiento, inspección ocular del lugar de los
hechos, etc.) en el p roceso de i n s t rucción (declaraciones ante el juez i n s t ru c t o r, magistrados, afro
n t a m i e n t o del lenguaje y formalismo judicial, careos con el presunto agresor, pago de los costes
económicos derivados de la asistencia letrada privada, etc.), en el j u i c i o oral, si es que llega a
producirse, (en el que la víctima ha de enfrentarse cara a cara con el agresor, y soportar la estrategia
defensiva de su abogado defensor) y tras los resultados de la sentencia ( n o s i e m p re favorable para
la víctima por falta de pruebas u otros motivos).

En consecuencia, la víctima sufre los perjuicios derivados de un delito ( v i c t imización primaria) y los
derivados de su relación con el sistema legal-penal (victimización secundaria). Esta segunda
victimización puede llegar a ser tan grave o más que la primera, pues la actualización de la experiencia
criminal y el enfrentamiento con el agresor pueden generar sentimientos de impotencia, culpabilidad,
vergüenza y humillación; d e p resión; sensación de estar reviviendo experiencias ya superadas; temor a
que el suceso se vuelva a repetir, etc. Además la víctima puede ver seriamente perjudicada su situación
laboral, económica y social.

3.11 Modelos de atención de víctimas.

Un nuevo modelo de intervención para la atención integral en salud a la violencia intrafamiliar y contra
la mujer fue presentado durante el cierre del proyecto “Impulsando el ejercicio de los derechos sexuales
y los derechos reproductivos en República Dominicana”.

Este modelo de atención fue dado a conocer por el Ministerio de Salud Pública, a través de su Oficina de
Equidad y Desarrollo, en coordinación con el Centro de Estudios de Género de la Universidad Intec (CEG-
Intec) y con el apoyo del Ministerio de la Mujer.

Está impulsado a partir de una experiencia participativa de investigación y acción enfocada en mejorar la
calidad de la atención a las personas en situación de violencia organizado en el Hospital Doctor Luis
Eduardo Aybar

Este modelo de atención se desarrolló durante los años 2012-2013 en tres momentos: 1) un análisis de
la situación de atención, con un estudio de conocimientos, actitudes y prácticas del personal de salud
frente a la violencia basada en género; 2) un proceso de sensibilización y capacitación al personal del
hospital sobre género, violencia, derechos sexuales y derechos reproductivos, y 3) la elaboración de un
modelo de intervención que permita enfrentar y atender de una manera efectiva este problema social
en un centro de atención de tercer nivel como el Hospital Doctor Luis Eduardo Aybar.

Esta iniciativa ha sido desarrollada a partir de las normas nacionales de atención integral en salud a la
violencia intrafamiliar y contra las mujeres, y el protocolo correspondiente proponiendo una atención de
carácter integral con acciones sobre la dimensión psicológica, emocional, social, legal y física del
problema de la violencia, explicó un comunicado.

3.12 Ley sobre protección y auxilio a las víctimas

Si bien es cierto que el Estado ha dado los pasos para mejorar las condiciones de las víctimas, testigos y
sujetos de riesgo, no menos cierto es que nos falta mucho por recorrer. La Constitución dominicana en
su artículo 169, párrafo primero, establece que el Ministerio Público “dispondrá la protección de
víctimas y testigos”. También en el artículo 177 indica que el Estado tiene que crear programas de
asistencia legal gratuita para las víctimas de escasos recursos.

En adición, la ley Orgánica del Ministerio Público (133-11), en su artículo 52 numeral 2, también habla de
la protección a las víctimas y testigos.

“Corresponde al director General de Persecución del Ministerio Público: Coordinar el sistema de


protección de víctimas, testigos u otros sujetos en riesgo en los procesos penales”, indica la norma.

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