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“Las clases virtuales no las entiendo para nada. A veces me da hasta pereza, siento
rabia porque son pesadas y me esta pasando que no hago algunos trabajos porque no
entiendo los temas”. Son las palabras de Juan Santiago Gómez Rivas, un joven llanero
oriundo de catumare, Meta, quien esta en ultimo año de secundaria a la espera de su
grado para vincularse a la Armada Nacional.
“en la finca no hay luz todo el tiempo, no hay conectividad y casi todo lo del
colegio me toca hacerlo por celular, cuando hay plata para recargarlo. Los profesores me
dejan unas cartillas en el colegio y tengo y tengo y tengo que caminar para ir a recogerlas,
el problema es que me piden que haga los trabajos, les tome foto y se los mande por
correo, entonces no entiendo, da lo mismo si finalmente no tengo internet”.
Cuenta que de vez en cuando tiene acceso a un computador, que comparte con
sus hermanos, pero que no siempre tiene internet para recibir clases: “si no hay señal
pues no entro a la clase. A veces le he dicho a mi mama que quiero repetir el año
presencialmente porque no me siento bien preparado, pero mi mama me dice que no y
que tengo que graduarme como sea”.
No es ajena la situación para el Gobierno actual que tiene como meta conectar al
70% de los hogares colombianos, lo que implica por lo menos 1.700 zonas rurales con
conexión a internet, e inició con las primeras 500 zonas que deberán estar listas en los
próximos 60 días. Proyecto a cargo del Ministerio de las Tecnologías de la Información y
las Comunicaciones.
Esa misma cartera ha indicado que el gobierno de Iván Duque proyecta durante los
próximos 10 años, y con una inversión de 2.1 billones de pesos, lograr conectar 10 mil
escuelas y centros poblados del país.
Los proyectos a futuro son buenos, según la líder estudiantil Pedraza, pero es
necesario detenerse en el hoy de los estudiantes. “La cátedra de colegios y universidades
no está adaptada a la formación en línea, ciertas carreras necesitan obligatoriamente de
práctica en campo, porque no se reemplaza la práctica con simuladores en áreas como
medicina, fotografía, artes, ingenierías, entre otras, y son procesos que hoy están
detenidos”.
Adicionalmente indica que no todos los docentes tienen formación adecuada para
enseñar virtualmente y sus temáticas no están adaptadas a un sistema de educación en
línea, esto genera que se cometan muchos errores en el proceso y que terminen
afectando directamente al estudiante, dejando la calidad educativa a un lado y hasta
generando problemas y discusiones entre docentes y estudiantes.
Su queja continúa al señalar que hay mucha presión por parte de las autoridades
de educación en el país porque se entreguen resultados sobre la cantidad de estudiantes
en formación, pero “no se tuvo en cuenta que la pandemia cogió al sistema educativo con
los ‘pantalones abajo’ y que muchos docentes llevamos toda una vida enseñando
presencialmente, por eso me atrevo a decir que hoy en día la calidad en la educación no
es la misma”.
Deserción estudiantil
Para las 63 universidades públicas del país, el Gobierno destinó recursos por
97.500 millones de pesos con el propósito de evitar la deserción de estudiantes, que
según una proyección de la Universidad Nacional será de entre el 30% y el 50% para el
segundo semestre de 2020 en centros de formación profesional públicos y privados.
Las razones, según Jennifer Pedraza, se basan en que ese rubro representa tan solo
el 12% de lo que se necesita para garantizar ‘Matrícula cero’ para estudiantes el próximo
semestre académico. En segundo lugar, la situación económica de los hogares está
obligando a muchos jóvenes a migrar al mundo laboral informal. Y por último, la cátedra
virtual ha resultado insuficiente y poco efectiva para la formación profesional, generando
desinterés en los estudiantes por continuar bajo este método”.
La decisión fue avalada y apoyada por padres de familia, asegura Carolina Piñeros,
de Red Papaz, quien deja en el tintero la necesidad de un nuevo modelo educativo para el
país, en el que se tengan en cuenta las habilidades particulares de los jóvenes para
enfocar su aprendizaje que se generen métodos de educación diferentes al actual.