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Resumen Capitulo 6 (pág.

172 a 190)

Capacidades sensoriales tempranas


Al desarrollarse, el cerebro les permite a los lactantes recién nacidos hacer uso lo
suficientemente bien de sus sentidos, de lo que tocan, ven, huelen, saborean y escuchan;
sus sentidos se desarrollan de manera acelerada durante sus primeros meses de vida a
medida que se adaptan al mundo a su alrededor.

Tacto y dolor
El tacto parece ser el primer sentido en desarrollarse y, durante los primeros meses, es el
sistema sensorial más maduro. Cuando se acaricia la mejilla en el área cercana a la boca
de un recién nacido, responde tratando de encontrar el pezón, probablemente un
mecanismo de supervivencia evolucionado. Para la semana 32 de gestación, todas las
partes del cuerpo son sensibles al tacto y esta sensibilidad aumenta durante los primeros
cinco días de vida. En el pasado, los médicos que realizaban cirugías (como una
circuncisión) en bebés recién nacidos no solían utilizar anestesia debido a la creencia
errónea de que los neonatos no experimentaban dolor o lo sentían de forma muy breve.
Olfato y gusto
Los sentidos del olfato y del gusto también empiezan a desarrollarse dentro del vientre
materno. Los sabores y olores de los alimentos que consuma la madre encinta se pueden
transmitir al feto por medio del líquido amniótico. Después del nacimiento, una
transmisión similar se presenta mediante la leche materna. La preferencia por los olores
agradables parece que se aprende in utero y durante los primeros días después del
nacimiento, y los olores que se transmiten por medio de la leche materna contribuyen aún
más a este aprendizaje. Es posible que esta atracción al aroma de la leche materna sea
otro mecanismo de supervivencia evolucionado. En un estudio de bebés franceses de tres
y cuatro días de nacidos, tanto aquellos alimentados con leche materna como los
alimentados con fórmula mostraban una preferencia por el olor de la leche humana.
Ciertas preferencias gustativas parecen ser principalmente innatas. Los neonatos
prefieren los sabores dulces a los ácidos, amargos o salados.
Audición
La audición también es funcional antes del nacimiento; los fetos responden a los sonidos
y parecen aprender a reconocerlos. Desde una perspectiva evolutiva, el reconocimiento
temprano de voces e idiomas escuchados en el vientre pueden cimentar la relación con la
madre, que es esencial para la supervivencia inicial. Debido a que la audición es esencial
para el desarrollo del lenguaje, las deficiencias auditivas deben identificarse de inmediato.
La pérdida de la audición sucede en uno a tres de cada 1 000 nacimientos vivos y, de no
detectarse, puede conducir a demoras en el desarrollo
Vista
La vista es el sentido menos desarrollado al momento del nacimiento, tal vez por lo poco
que hay que ver dentro del útero. Desde la perspectiva evolutiva del desarrollo, los demás
sentidos se relacionan de manera más directa con la supervivencia del neonato. La
percepción visual y la capacidad para utilizar la información de este tipo —identificar a los
proveedores de cuidados, encontrar alimento y evitar peligros— adquiere mayor
importancia a medida que los lactantes se vuelven más alertas y activos. Los ojos de un
recién nacido son más pequeños que los de los adultos, las estructuras retinianas están
incompletas y el nervio óptico está subdesarrollado. Los ojos del neonato enfocan mejor
aproximadamente a los 30 cm de distancia que por lo general es la distancia a que se
encuentra la cara de una persona que sostiene a un neonato. Es posible que esta distancia
de enfoque haya evolucionado para promover la formación de vínculos entre madre y
lactante. Existe cierta evidencia de que la capacidad para reconocer caras —en especial la
cara del proveedor de cuidados puede ser un mecanismo innato de supervivencia. Los
lactantes parpadean ante olas de luces brillantes. Su visión periférica es muy estrecha;
aumenta a más del doble entre las dos y 10 semanas de edad.
Desarrollo motor
No es necesario enseñar a los bebés las habilidades motoras básicas como darse vuelta,
gatear y caminar. Sencillamente necesitan espacio para moverse y libertad para explorar
lo que pueden hacer. Cuando el sistema nervioso central, músculos y huesos están listos y
el ambiente les ofrece las oportunidades adecuadas de exploración y práctica, los bebés
no dejan de sorprender a los adultos a su alrededor con sus nuevas capacidades.
Hitos del desarrollo motor
El desarrollo motor se caracteriza por una serie de hitos: logros que se desarrollan de
manera sistemática, donde cada capacidad nueva que se domina prepara al bebé para
enfrentarse a la siguiente.
sistemas de acción Combinaciones cada vez más complejas de habilidades motoras que
permiten un rango más amplio o preciso de movimientos y un mayor control del
ambiente.
Denver Developmental Screening Test Prueba de detección aplicada a niños de un mes a
seis años de edad para determinar si tienen un desarrollo normal.
habilidades motoras gruesas Habilidades motoras que involucran a los grandes músculos.
habilidades motoras finas Habilidades que involucran músculos pequeños y coordinación
ojo-mano.
Control de la cabeza
Al momento del nacimiento, la mayoría de los lactantes pueden voltear la cabeza de un
lado a otro al tiempo que se encuentran acostados de espaldas. Al acostarlos boca abajo,
muchos pueden levantar la cabeza lo suficiente como para voltearla. Dentro de los
primeros dos o tres meses, levantan la cabeza cada vez más y más alto; en ocasiones hasta
el punto en que pierden el equilibrio y se ruedan de espaldas. Para los cuatro meses de
edad, casi todos los lactantes pueden sostener la cabeza erecta mientras se les detiene o
apoya en posición sentada.
Locomoción
Después de los tres meses de edad, un bebé promedio empieza a darse vuelta de manera
deliberada (más que de manera accidental, como antes); primero de estómago a espalda y
después a la inversa. El bebé se puede sentar sin apoyo para los seis meses de edad y
puede asumir una posición de sentado para los ocho y medio meses. Entre los seis y 10
meses de edad, la mayoría de los bebés empiezan a movilizarse por cuenta propia
arrastrándose o gateando. Este logro de la locomoción autónoma tiene impactantes
beneficios tanto cognitivos como psicosociales.
Desarrollo motor y percepción
La percepción sensorial permite que los lactantes aprendan acerca de sí mismos y de su
ambiente de modo que puedan realizar mejores juicios acerca de cómo manejarse dentro
del mismo. La experiencia motora, junto con una conciencia de su cuerpo cambiante,
define y modifica su comprensión perceptual acerca de lo que es probable que suceda si
se mueven de determinada manera. Esta conexión bidireccional entre percepción y
acción, mediada por el cerebro en desarrollo, les proporciona a los lactantes mucha
información útil acerca de sí mismos y de su mundo. Las actividades sensorial y motora
parecen estar bien coordinadas desde el nacimiento. Los lactantes de dos meses de edad
ya perciben que el tamaño y forma de un objeto son constantes, aunque se vea más
pequeño cuando se encuentra a cierta distancia. Los lactantes empiezan a tratar de
alcanzar objetos alrededor de los cuatro o cinco meses de edad para los cinco meses y
medio, pueden adaptar su alcance a objetos en movimiento o rotación.
guía visual Uso de los ojos para guiar los movimientos de las manos u otras partes del
cuerpo.
percepción de profundidad Capacidad para percibir los objetos y superficies en tres
dimensiones.
percepción háptica Capacidad para adquirir información acerca de las propiedades de los
objetos, como tamaño, peso y textura, por medio de su manejo.
precipicio visual Artefacto diseñado para dar la ilusión de profundidad y que se utiliza
para evaluar la percepción de ésta en los lactantes.
teoría ecológica de la percepción Teoría desarrollada por Eleanor y James Gibson que
describe a las capacidades motoras y perceptuales en desarrollo como partes
interdependientes de un sistema funcional que guía el comportamiento en diversos
contextos.
potencialidad (affordance) En la teoría ecológica de los Gibson acerca de la percepción, el
ajuste entre los atributos y capacidades físicas de una persona y las características del
ambiente.
Influencias culturales sobre el desarrollo motor
La teoría de los sistemas dinámicos también hace énfasis sobre el contexto en que sucede
el desarrollo. Así, aunque el desarrollo motor sigue una secuencia casi universal, su ritmo
corresponde a ciertos factores culturales. Cuando los niños están bien alimentados y
cuidados, y cuentan con la libertad física y la oportunidad para explorar sus alrededores,
es probable que su desarrollo motor sea normal. No obstante, lo que es normal dentro de
una cultura puede no serlo dentro de otra. Los bebés africanos tienden a ser más
adelantados que los bebés estadounidenses y europeos en sentarse, caminar y correr. Los
bebés asiáticos tienden a desarrollar estas habilidades de manera aún más lenta. Es
posible que estas diferencias se relacionen, en parte, con diferencias étnicas en el
temperamento o que reflejen las prácticas de crianza infantil de una cultura. Algunas
culturas alientan en forma activa el desarrollo temprano de las habilidades motoras.
Salud
La lactancia y la primera infancia son momentos peligrosos de la vida, aunque hoy en día
no lo son tanto como cuando Helen Keller contrajo su misteriosa enfermedad. ¿Cuántos
bebés mueren durante su primer año de vida y por qué? ¿Qué se puede hacer para evitar
lesiones o enfermedades infantiles peligrosas o debilitantes? ¿Cómo podemos garantizar
que lactantes e infantes vivan, crezcan y se desarrollen cómo deberían?
Mortalidad infantil
Se han alcanzado grandes avances en la protección de la vida de los neonatos, pero estos
avances no se encuentran distribuidos de manera equitativa. A nivel mundial, en el año
2000 murieron cerca de ocho millones de lactantes más de uno por cada 20 nacidos vivos
antes de su primer cumpleaños. De estas muertes, casi la mitad cerca de cuatro millones
sucedió durante el periodo neonatal, tres de cada cuatro muertes durante la primera
semana de vida y dos de cada tres muertes en África y el sureste de Asia. Las causas
principales de muerte neonatal a nivel mundial son parto pretérmino (28%), sepsis o
neumonía (26%) y asfixia al momento del nacimiento (23%). Muchas de estas muertes se
pueden prevenir y son el resultado de una combinación entre pobreza, mala salud y
nutrición maternas, infecciones y cuidados médicos deficientes.
tasa de mortalidad infantil Proporción de bebés que nacen vivos y que mueren en el lapso
del primer año.
síndrome de muerte infantil súbita (SMIS) Muerte repentina e inexplicable de un lactante
en apariencia sano.
Inmunización para una salud mejor Ciertas enfermedades infantiles, alguna vez familiares
y ocasionalmente fatales, como el sarampión, la pertusis (tos ferina) y la polio, ahora son
prevenibles en gran medida, gracias al desarrollo de vacunas que movilizan las defensas
naturales del cuerpo. Por desgracia, aún hay muchos niños que no están protegidos de
manera adecuada.
Maltrato: abuso y descuido, Aunque la mayoría de los padres son amorosos y cálidos,
algunos no pueden o no quieren cuidar adecuadamente de sus hijos y hay algunos que los
dañan de forma deliberada. El maltrato, sea perpetrado por los padres u otras personas,
es la puesta en peligro deliberada o evitable de un niño.
Maltrato: hechos y cifras El maltrato se presenta en diversas formas específicas y el
mismo niño puede ser víctima de más de un tipo. Estos tipos incluyen:
• Abuso físico. Lesiones al cuerpo por medio de golpes, palizas, patadas o quemaduras.
• Descuido. Fracaso en la satisfacción de las necesidades básicas del niño, tales como
comida, ropa, cuidado médico, protección y supervisión.
• Abuso sexual. Cualquier actividad sexual que implica a un niño y a una persona mayor.
• Maltrato emocional. Incluyendo rechazo, intimidación, aislamiento, explotación,
degradación, ridículo o no brindar apoyo emocional, amor y afecto.
Factores contribuyentes: una perspectiva ecológica Al igual que en la teoría bioecológica
de Bronfenbrenner, el abuso y el descuido reflejan la interacción entre diversas capas de
factores contribuyentes que involucran a la familia, la comunidad y la sociedad en pleno.
Ayuda para familias en problemas Las agencias estatales y locales de servicios de
protección a menores investigan reportes de maltrato. Una vez que se ha hecho la
determinación de que éste existe, deciden qué pasos, si es que alguno, se necesitan tomar
y se organizan los recursos comunitarios de ayuda. Es posible que el personal de la
agencia trate de ayudar a la familia a resolver sus problemas o que hagan arreglos para el
cuidado alternativo de niños que no pueden permanecer en casa de manera segura.
Efectos a largo plazo del maltrato Las consecuencias del abuso o descuido pueden
depender de la edad y estado del desarrollo del niño; del tipo, frecuencia, duración y
gravedad del maltrato; de la relación entre la víctima y el perpetrador, y de las
características personales del niño. Sin ayuda, es frecuente que los niños maltratados
crezcan con problemas graves, a un gran costo para ellos mismos y para la sociedad, y es
posible que continúen el ciclo de maltrato cuando tengan hijos propios. Se calcula que un
tercio de los adultos que fueron abusados y descuidados en su infancia victimizan a sus
propios hijos. Las consecuencias del maltrato pueden ser físicas, emocionales, cognitivas y
sociales; con frecuencia, estos tipos de consecuencias se interrelacionan. Un golpe a la
cabeza del niño puede ocasionar un daño cerebral que provoque demoras cognitivas y
problemas emocionales y sociales. De manera similar, el descuido grave o el hecho de que
los padres no demuestren afecto pueden tener efectos traumáticos sobre el cerebro en
desarrollo.

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