Francisco Soto Cristología Pbro. Abrahán G.

LAS TENTACIONES DE JESÚS

El tema del bautismo del Señor va ligado a las tentaciones que tuvo en el
desierto, pues el primer elemento que sobresale en este suceso es el descenso
del Espíritu Santo sobre Jesús, luego, la acción del Espíritu sobre Jesús como el
impulso que lo lleva al desierto para recoger toda la historia de la humanidad,
manifestándose Él mismo como verdadero hombre, y mantener esa relación
solidaria con los pecadores.

En un primer momento, se puede notar, según Benedicto XVI, una analogía

entre Jesús y Adán, es decir, mientras que Jesús se encuentra en el desierto entre
fieras salvajes y, al mismo tiempo, ángeles que le sirven, Adán se ubica en la
creación, en el Edén, en el paraíso rodeado de múltiples árboles frutales y vida
llena de resplandor y majestuosidad.

Ahora bien, regresando a las tentaciones, Mt y Lc narran tres tentaciones

de Jesús en el desierto, estos son, la necesidad siendo hombre, cuando éste
siente hambre y recibe el primer acercamiento con el diablo, luego, el apartarse de
Dios, y, por último, la apariencia moral.

En la primera tentación, Jesús siente hambre y el diablo le dice que

convierta las piedras en pan, pues es el Hijo de Dios y para el nada es imposible,
pero Jesús, con un buen discernimiento, responde que el hombre, cuando se
queda solo con lo inmediato, vive de pan, pero cuando tiene esperanza, sabe que
no solo de pan vive sino de toda palabra que nace de Dios, para eso, es necesario
un buen discernimiento y buscar a Dios solo en el corazón. Claro está que a rodo
esto, no solo es el diálogo entre dos seres, sino que este suceso es rodeado de
múltiples simbologías que ligan el AT con Jesús, es decir, el desierto, la
costumbre, el número 40, etc.
Francisco Soto Cristología Pbro. Abrahán G.

En la segunda tentación no solo es un diálogo común, es un diálogo

teológico que existe entre Jesús y el diablo, pues ambos conocen las Escrituras y
hablan con ella. El punto central es debatir sobre el tema haciendo una buena y
correcta interpretación, cosa que, hasta nuestros días, se da constantemente.
También, hay que decir que, en este sentido, existe un peligro en la utilización de
las S.E. pues se puede convertir en un instrumento del Anticristo.

En la tercera y última tentación, puede ayudar la siguiente pregunta, ¿a qué

tipo de reino se refiere Jesús? El diálogo que existe con el diablo es presentarle
los reinos del mundo y, con solo Jesús postrarse ante él, será gobierno del mundo,
sin embargo, la respuesta es distinta, “mi reino no es de este mundo”, respuesta
que sale también en el tribunal.

A modo de conclusión, deduzco que, en un primer momento, Jesús se

revela como verdaderamente hombre para experimentar y vivir toda la naturaleza
que le pertenece al hombre, ser tentado por satanás y la necesidad de
discernimiento ante las tribulaciones, luego, saber que, la venida de Jesús es para
revelar a Dios mismo, mostrar el camino que conduce al padre y la gloria de
Cristo.