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la 

educación en la Edad Media. La principal característica de la enseñanza


medieval fue la gran influencia que ejerció sobre ella la iglesia. Uno de los
hechos más importantes que sucedieron en la Edad Media, en cuanto a la
educación se refiere, fue la creación de las primeras universidades. En esta
época nacen grandes personajes trascendentales para la educación, como
Tomas de Aquino, entre otros. Es un tiempo donde renace la cultura que se
creía perdida, pero que sobrevivió gracias a los escritos clásicos que se
conservaron, lo que originó a su vez el comienzo del renacimiento para buscar
los viejos valores de la Antigüedad Clásica. Ahora la idea era que el que el
Hombre era el centro de todas las cosas y lo que se buscaba era la relación de
éste con Dios.
Aunque las niñas no estaban excluidas del sistema escolar medieval la
educación estaba prácticamente dirigida a los varones. El enseñar a las
mujeres a leer y escribir era un tema que creaba mucha polémica. No obstante,
a la escuela de Carlomagno asistían algunas mujeres nobles, además de sus
hijas. Pero como la educación estaba tan ligada a la iglesia, esta institución
contribuyó a limitar aún más las oportunidades educativas a las mujeres.

La educación en la Edad Media


Los principales lugares de estudios fueron las escuelas monacales y las
palatinas. Las primeras estaban situadas en los monasterios y en ellas se
preparaban a los alumnos para la vida religiosa. Normalmente constaban de
dos escuelas, la interior, que era únicamente para los futuros monjes, y la
exterior, que preparaba a los futuros sacerdotes. El intercambio de ideas entre
ambas ayudó a consolidar la enseñanza monacal como un lugar de expansión
científica. Por otro lado, las escuelas palatinas también eran dirigidas por
eclesiásticos, pero los estudiantes no tenían por qué ser sacerdotes.

Los niños de la realeza eran educados por profesores de la iglesia y la corte


real, según el protocolo de la corte. Esto consistía en aprender a leer, a
escribir, a luchar y a montar a caballo. Pero su educación empezaba por
aprender a comportarse como miembros de la casa real. Por otro lado, los
nobles eran educados por nodrizas y sirvientas. Estas eran supervisadas por
una directora con buena educación. Su cometido era convertirse en valiosos
caballeros. Cuando los hijos de la aristocracia cumplían los 7 años, se
contrataba a un tutor para seguir con la educación del niño en casa, o bien se
enviaba a éste a casa de otro noble superior para que el aprendizaje del niño

tuviera más nivel.

Los estudios eran prácticamente los mismos en las distintas escuelas. Estos
constaban de gramática, retórica y el cuadrivium. Más tarde se unirán la
dialéctica y la lógica. En las escuelas normalmente había tres niveles: en el de
la iniciación se aprendía a leer, escribir, conocimientos básicos de latín y textos
bíblicos; en el estudio de artes al cuadrivium se añadía el trivium, gramática,
retórica y dialéctica; y en el nivel superior se aprendían las escrituras con
comentarios de orden gramatical, histórico y teológico.

Todas estas materias eran enseñadas por medio de la escolástica, es decir,


por la comprensión de la fe cristiana a través de la filosofía, para intentar lograr
un acuerdo entre fe y razón. Tomás de Aquino fue el máximo representante de
la teología dominica y de la escolástica en general. Pero, además de Tomás de
Aquino hubo otros personajes ilustres que contribuyeron a la mejora de la
educación en esta época. Por ejemplo, Carlomagno, quien se preocupó por las
carencias de la educación de entonces y comenzó a hacer mejoras en ella. Él
fundó una escuela palatina abierta para todos los niños nobles, y obligó a la
Iglesia a acoger en sus escuelas a cualquier varón capaz de aprender.

Otros datos a tener en cuenta sobre la educación en la Edad Media pueden


ser, por ejemplo:

El uso del latín como lengua para la enseñanza, ya que era el idioma oficial de
la Iglesia en este tiempo; que la orden benedictina será la auténtica cuna de la
cultura europea; que la educación del pueblo llano en la Edad Media era casi
nula; que el primer tratado de educación que se conserva data del siglo IX,
llamado “Manual para mi hijo”, escrito por Dhuoda; que el obispo Teodulfo de
Orleans mandó construir una escuela en todos los pueblos pertenecientes a su
diócesis, lo que se extendió a toda la Europa del siglo VII; o que ya en el 803
Carlomagno ordena a todos los padres a que lleven a la escuela a sus hijos.

Entre el XI y el XII los obispos mandan a los curas párrocos fundar escuelas
para la educación gratuita. A la vez, muchos señores feudales también
fundaron escuelas en sus dominios. Además, también había escuelas
dependientes de los monasterios. En estas últimas sólo se preparaba a futuros
monjes, mientras que las escuelas catedralicias van logrando cada vez más
nivel hasta desembocar en el nacimiento de las universidades.

Los motivos del nacimiento de las universidades son diversos. Podemos


destacar el cruce de ideas de múltiples culturas, como la latina, la cristiana, la
judía y la árabe. Esto llevará a un renacimiento cultural de concepciones e
ideas, surgiendo con ello las primeras universidades a últimos del XII y
principios del XII. Otro motivo puede ser la necesidad de crear un gremio para
cuidar los intereses de maestros y alumnos. Todo esto hace que las
universidades se expandan y se creen cabeceras entre ellas, las cuales
mandarán sobre las de su alrededor.

Los primeros estudios: la escuela monástica


Los primeros estudios, más elementales,
seguían en los monasterios o abadías, allí
acudían los niños de los alrededores. Eran
gratuitas y proporcionaban una educación
muy básica y fundamentalmente oral. Los
niños más pobres aprendían a través de la
repetición conceptos básicos de la religión
y las principales oraciones. Nunca iban a
tener acceso a los libros, así que no se les
enseñaba ni a leer ni a escribir. Tampoco
iban a necesitar esas destrezas en su
trabajo. Lo que necesitaran para
desempeñar su trabajo lo aprendían fuera
en el campo o en la ciudad.
Dentro de estas escuelas estaban también los alumnos que iban a seguir una
vida monástica. Eran los hijos segundos de las familias nobles y algunos niños
pobres que mostraban especiales aptitudes para aprender. Estos alumnos sí
aprendían a leer y a escribir en latín, la lengua de la cultura y de la Iglesia,
puesto que su trabajo estaría muy vinculado a los libros escritos en esa lengua. 
Estudiaban libros con una selección de autores clásicos, Padres de la Iglesia, la
Biblia, etc. realizada con los libros que se encontraban en la biblioteca del
monasterio.

Los estudios superiores: la escuela episcopal o catedralicia

Se realizaban en escuelas que dependían de las catedrales y con el tiempo este


tipo de escuelas desplazó a las escuelas de los monasterios. A los estudios
catedralicios acudían tres tipos de estudiantes:

 Los estudiantes de familias pobres: eran elegidos porque mostraban


especiales aptitudes para estudiar. Disfrutaban de una especie de beca: la
enseñanza era para ellos gratuita, recibían comida, ropa y alojamiento
mientras estudiaban. Sus vidas estaban orientadas a formar parte de la
Iglesia.
 Los estudiantes de familias ricas y nobles: tenían que pagar a sus
maestros, residían en la ciudad con las mismas comodidades que en sus
casas.
 Los estudiantes mayores: eran hombres instruidos que querían seguir
aprendiendo e iban a las escuelas donde se impartían las materias de su
interés.
De estas escuelas surgirán las Universidades en el siglo XII. Las primeras en
Europa serán la de Bolonia y la de París y, en España, el Studium Generale de
Palencia.

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