La

Los abrazos son reconfortantes, siempre todo el mundo dice que los abrazos sanan el alma y es
cierto, nos da un nivel de relajación y seguridad que
tranquiliza nuestra alma, lo que no todos dicen son sus
beneficios integrales como la estimulación de la producción
de dopamina y serotonina que son hormonas que influyen
en que tengamos un estado de ánimo elevado y
pensamiento positivo; La liberación de estas hormonas
junto con la oxitocina ayudan también a fortalecer el
sistema inmune.

Los abrazos también ayudan a relajar los músculos que

se encuentren tensionados en el día, por esto concluyo
que la abrazoterapia envía estímulos al sistema nervioso
que ayudan a generar calma, seguridad, confianza y
alegría.

También debemos recordar los que somos creyentes, que

Jesús en muchos de sus actos menciona la importancia
de los abrazos, diciendo que si nos abrazamos estamos
dando muestras de amor, y EL esta presente en esto, los
abrazos también reflejan el afecto hacia esa persona y ahí es donde nosotros sentimos a dios en los
verdaderos actos de amor. Jesús también deja claro la importancia de abrazar a los niños, que
actualmente se reconoce que los niños cuando son abrazados frecuentemente se convierten en
adultos con menos estrés y trasmiten esto a sus allegados.
Ejemplos de la abrazoterapia en la medicina:

En el caso de los partos humanizados, que se

encargan que los padres y el recién nacido creen
el vinculo desde el momento del nacimiento, en
este acto el doctor coloca al recién nacido en el
pecho de la madre y el contacto piel con piel al abrazarlo crea un vínculo entre ellos que se suma al
abrazo paterno creando el lazo de amor familiar.

Otro ejemplo es en el caso de los pacientes con

enfermedades terminales o llevando tratamiento de
aquellas enfermedades duras como el Cáncer o el VIH,
los abrazos son importantes para ayudar a inyectarles
confianza de si poder lograrlo o simplemente
tranquilidad que, aunque no puedan ganar la batalla no
están solos, porque lo que más afecta a estos pacientes es
el miedo a la soledad y a la muerte, un abrazo no va a curarlos, pero si puede ayudarlos a enfrentar
el proceso.