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Grupo Área Urgencias, Emergencias & Desastres/Simulación/e-Salud

Jr. Emmanuel Hidalgo-Orozco


Sebastián Calle Díaz
ECS – UPB
2018

INSTRUMENTACIÓN UROLÓGICA

INTRODUCCION
El sistema urinario se puede dividir para fines prácticos en un tracto superior y
uno inferior, los cuales a su vez tienen subdivisiones (Tabla 1).

Tabla 1. División del Tracto Urinario.


Tracto Urinario Superior -­­ Riñón
-­­ Cálices renales
-­­ Uréteres
-­­ Unión ureterovesical
Tracto Urinario Inferior -­­ Vejiga
­­ Tracto de salida (Trigono vesical, esfínter liso,
uretra proximal, esfínter externo)
-­­ Uretra (Hasta meato ureteral)

El tracto urinario superior, es el encargado de diversas funciones; entre ellas se


encuentran la eritropoyesis, homeostasis del calcio, regulación de la presión
arterial, control del equilibrio acido-base; así como también la formación, dilución o
concentración de la orina, además de la conducción de esta hacia la vejiga.

Entre tanto, el tracto urinario inferior, posee tres objetivos: proteger la función
renal, servir como una ruta de evacuación y modificar el patrón de excreción renal,
de una producción: continua, inconsciente e involuntaria de orina; a una excreción
intermitente, consciente, voluntaria y socialmente aceptada.

Bajo diversas circunstancias (Ver indicaciones, adelante) es necesario la


instrumentación de la vía urinaria, mediante la introducción de una sonda a través
del meato urinario hasta la vejiga.

Es de gran importancia que el médico tenga un excelente dominio sobre


derivación urinaria, debido a que es el clínico quien debe ordenar el paso de la
sonda, pasar la sonda en caso de falla del personal de enfermería y manejar las
complicaciones relacionadas con el paso de la sonda. Adicionalmente debe definir
que tipo de sonda es el indicado, el calibre de la sonda, el tiempo de uso, entre
otros.
SONDAJE VESICAL

En la práctica clínica el medico se enfrenta a situaciones en las que se debe


intervenir las vías urinarias mediante la utilización de catéteres, pero en múltiples
ocasiones se usan sin la indicación adecuada, se continúan más de lo necesario o
la elección del tipo de sonda para los pacientes no es la apropiada; por este motivo
en esta situación, el clínico se debe hacer tres preguntas básicas: ¿Qué indicación
tiene? ¿Quién es el paciente? y ¿Cuál es la sonda que necesito?

INDICACIÓN
Los catéteres urinarios están indicados en las siguientes situaciones clínicas: (1, 2)
- Medición de la producción de orina.
- Recolección de muestras de orina.
- Manejo de la retención urinaria.
- Introducción de medios de contraste para estudios radiológicos.
- Manejo de la hematuria asociada a los coágulos.
- Manejo de pacientes inmovilizados.
- Manejo de pacientes con vejiga neurogénica.
- Manejo de heridas abiertas localizadas en las regiones sacro o perineal en
pacientes con incontinencia.
- Terapia farmacológica intravesical.
- Mayor comodidad del paciente para el cuidado al final de la vida.
- Manejo de pacientes con incontinencia urinaria después del fracaso de la
terapia conservadora, conductual, farmacológica y quirúrgica.

PACIENTE
Para la cateterización de la vía urinaria se debe tener encanta que se enfrentan a
dos tipos de pacientes, sexo masculino o de sexo femenino; lo cual trae
implicaciones anatómicas a considerar al momento de pasar la sonda (Tabla 2)

Tabla 2. Diferencias anatómicas entre la uretra femenina y masculina.

Característica Uretra Femenina Uretra Masculina


Longitud 3cm 20-25 cm

Disposición Recta Dos curvaturas: una en el ángulo


penoescrotal, otra a nivel
bulboureteral.
Obstáculos Ninguno Esfínter periureteral y la próstata.

La única contraindicación absoluta para la colocación de un catéter uretral es la


presencia de una lesión uretral, que típicamente se asocia con un traumatismo
pélvico. La presencia de sangre en el meato o hematuria macroscópica asociada
con trauma se debe evaluar primero con uretrograma retrógrada. (3)
Las contraindicaciones relativas para el cateterismo uretral incluyen estenosis
uretral, cirugía reciente del tracto urinario (es decir, uretra, vejiga) y la presencia de
un esfínter artificial. Para estos problemas, se debe consultar a un urólogo o
uroginecólogo para realizar la cateterización.
TIPOS DE SONDA
Las sondas son tubos de consistencia variable (rígidos, semirrígidos, blandos)
dependiendo del material (látex, plástico, silicona, plástico o teflón,) (4) y una
conformación interna que puede ser de una o varias vías; las sondas de una sola
vía son generalmente rígidas; cuando tienen dos vías, una de éstas corresponde
al balón que sirve para fijar la sonda (estas se denominan sondas de auto-
retención), y la otra, es la vía de drenaje y en las sondas de tres vías, la tercera se
utiliza para irrigar la vejiga de forma continua.

El tipo de sonda se escogerá de acuerdo al propósito, así como según sea la


duración prevista de la cateterización, así como la elección del calibre dependerá
del tipo de paciente. (Tabla 3)

Indicaciones Tipo de catéter


Indeterminada Intermitente Suprapúbico Tipo
Condón
Retención urinaria SI SI SI NO
Monitorización de la producción de SI SI SI NO
orina por hora en pacientes
críticamente enfermos
Control diario de la producción de SI NO NO SI
orina para el control de líquidos o
prueba de diagnóstico
Monitoreo intra y postoperatorio:
Pacientes que se someten a SI NO SI NO
una duración prolongada de la
cirugía
Pacientes que requieren SI NO SI NO
infusiones de gran volumen o
diuréticos
Pacientes que requieren SI NO SI NO
monitorización intraoperatoria de
la salida urinaria
Pacientes con incontinencia SI NO SI SI
urinaria
Cirugía post-próstata, vejiga o SI SI SI NO
ginecológica *
Hematuria con coágulos SI NO NO
Inmovilización prolongada SI SI SI SI
Incontinencia urinaria en pacientes SI SI NO SI
que no reciben terapia conductual
y farmacológica y compresas para
la incontinencia
Neurogénica vejiga / pacientes de SI SI SI SI
la médula espinal
Ayuda en la curación de heridas SI SI SI SI
abiertas del sacro o perineales en
pacientes con incontinencia
Mejore la comodidad para el SI SI SI SI
cuidado al final de la vida
Tabla tomada de: Gould CV, Umscheid CA, Agarwal RK, et al. Guideline for the prevention of catheter-associated urinary tract infections
2008. Department of Health and Human Services. Centers for Disease Control and Prevention.
Meddings J, Saint S, Fowler KE, et al. The Ann Arbor Criteria for Appropriate Urinary Catheter Use in Hospitalized Medical Patients:
Results Obtained by Using the RAND/UCLA Appropriateness Method. Ann Intern Med 2015; 162:S1.
Se debe tener en cuanta al realizar una cateterización del trato urinaria el riesgo
de infección, en un metanalisis en el que se comparó la cateterización uretral
permanente, el tubo suprapúbico y el cateterismo intermitente, si la duración del
cateterismo era ≤5 días, era similar el riesgo de infección. Sin embargo, si la
duración del cateterismo fue> 5 días, el cateterismo intermitente y el tubo
suprapúbico se asociaron con una disminución significativa del riesgo de infección
del tracto urinario en comparación con el cateterismo uretral permanente. (5).

a. Sonda intermitente: consiste en la retirada del catéter inmediatamente


después de la descompresión de la vejiga (generalmente utilizada para
evacuar vejiga), también puede usarse para instilar medios de contraste,
aplicación de medicamentos como quimioterapéuticos o medición de residuo
post-miccional y según la indicación, con re-cateterización de forma
programada, generalmente cada 6-8 horas, como en el caso del cateterismo
intermitente limpio. Para este tipo de sondaje generalmente se usan sondas
Nelaton o Tiemann, (Ver Fig 1 y Fig 2)

Fig 1. Sonda Nelaton.

Fig 2. Sonda Tiemann.


b. Sonda permanente de corta duración: Son los más utilizados en el ámbito
hospitalario para el drenaje vesical a corto plazo (es decir, <3 semanas).

c. Sonda permanente de larga duración: De igual características que la


anterior pero con una duración mayor a 3 semanas. Sin embargo se
recomienda realizar el cambio de la sonda cada 15-20 días para evitar
contaminación y disminuir riesgo de complicaciones.

d. Sonda tipo condón es un modo efectivo de recolectar orina en hombres


que no tienen evidencia de retención urinaria u obstrucción urinaria. Un
catéter de condón no facilita el drenaje de la vejiga; solo recoge orina. Son
ampliamente utilizados en instalaciones de cuidado crónico.

Generalmente para estos dos tipos de sonda (b y c) requieren un mecanismo de auto-


retención; es por esto que la Foley (Fig 3) es la más frecuentemente usada.

Fig 3. Partes de la sonda Foley: 1) Vía para inflar balón; 2) Vía del pabellón; 3)
Pabellón o embudo colector; 4) Balón de auto-retención y 5) Punta.

Otro aspecto que debemos tener el cuanta es el calibre de la sonda, este está
determinado por el diámetro externo y es medido en French (Fr); un French
equivale a 0,33mm ( Fr / 3 = diámetro en milímetros). Como se mencionó anterior
mente la elección del calibre dependerá del paciente, una forma rápida de
escoger el diámetro es basándose en el sexo y la edad del paciente (Tabla 3)

Tabla 4. Diámetros para sondaje según sexo y edad


Hombres Mujeres
Niños Adultos Niñas Adultos
1-5 años: 5-8 Fr 14-22 Fr 1-5 años: 5 Fr 14-24 Fr
> 5 años: Edad en Fr >5 años: (Edad +4) en Fr
El diámetro de las sondas está determinado por una carta de colores
estandarizada internacionalmente como se muestra en la Tabla 4 y Fig 4.

Tabla 5. Estandarización de los diámetros.

French Color Carta


24 Azul
22 Morada
20 Amarillo
18 Roja
16 Naranja
14 Verde
12 Blanca
8 Negra

F
r
e
n
c
h

2
4

Fig. 4. Sondas Foley de 2 vías en látex

Los catéteres más grandes, de 20 a 24 F, se utilizan por lo general para proporcionar


un orificio adecuado en el drenaje de hematuria o coágulos.

Se encuentran disponibles longitudes de catéter cortas (21 cm) y más largas (40 a 45
cm). Los catéteres más cortos pueden ser más apropiados para las mujeres.

Hay dos volúmenes de balón disponibles, 5 ml y 20 a 30 ml. Para la mayoría de los


pacientes, un balón de 5 ml es adecuado. Un volumen de balón más grande puede
ser deseable en algunos pacientes posoperatorios o en mujeres con musculatura
pélvica débil si se produce una fuga de orina (6)

EQUIPO
1. Guantes limpios y estériles.
2. Solución salina normal o agua estéril (5 – 10 mL).
3. Solución antiséptica.
4. Gasas estériles.
5. Lubricante y anestésico local (Xylocaina® Jalea).
6. Sonda según indicación del procedimiento (Folley®, Nelaton®, tres vías).
7. Sistema para drenaje urinario (Cystoflo®).
8. Esparadrapo.
9. Cubeta para recolección de líquidos “Riñonera”.
10. Jeringa desechable de 10 mL.
11. Frasco para recolección de muestra, en caso de ser necesario.

PROCEDIMIENTO
1. Revisión de la historia clínica.
2. Valoración clínica del paciente.
3. Explicación del procedimiento al paciente; permitirle expresar sus dudas y
preservar su intimidad.
4. Solicitud y preparación de los materiales requeridos.
5. Lavado de manos y colocación de guantes limpios.
6. Lavado de los genitales externos del paciente: en los hombres, retraer el prepucio y
limpiar el surco bálano-prepucial y, si es mujer, incluir el interior de los labios mayores
y menores.
7. Cambio de guantes y colocación del campo estéril.
8. Comprobación del buen funcionamiento del balón del catéter: inyectar 10 mL de aire
y esperar algunos segundos. A continuación, retirar el aire.
9. Colocar el paciente en posición de decúbito supino, si es hombre, y en posición
ginecológica, si es mujer.
10. Li
mpiar con solución antiséptica los genitales externos y el meato uretral.
11. Lu
bricar la uretra con Xylocaina® o lubricante urológico, en forma abundante y esperar
unos minutos para que el anestésico haga efecto. En el hombre, se recomienda
colocar en el meato uretral el cono aplicador que viene incluido con el tubo de
Xylocaina® y administrar el lubricante.
12. In
serción de la sonda:
a. En la mujer, limpiar el meato con una gasa seca e introducir la sonda bien
lubricada con suavidad, pidiéndole a la paciente que realice inspiraciones profundas y
prolongadas, a la vez que empuja hacia abajo con los músculos de la pelvis para
facilitar la inserción. Si se encuentra resistencia, angular ligeramente la sonda hacia la
sínfisis púbica. Si después de introducir de 8 a 10 cm. de longitud de la sonda no hay
retorno de orina y la paciente no está deshidratada o no ha tenido una micción
reciente, es probable que la sonda se haya introducido por error en la vagina, en cuyo
caso, se debe repetir el procedimiento previo cambio de guantes y, para evitar repetir
el error, mantener insertada la primera sonda.
b. En el paciente hombre, coger el pene en un ángulo de 90º con respecto al
abdomen y retraer completamente el prepucio; aplicar una suave tracción hacia arriba
para alinear la uretra. Pedirle al paciente que haga esfuerzo para orinar, lo que relaja
los esfínteres y permite una inserción más suave. Introducir 20 cm. de longitud de la
sonda, aproximadamente, hasta alcanzar la vejiga y comprobar que sale orina. Si el
paso de la sonda ofrece resistencia, aumentar progresivamente la tracción a la vez
que se intenta introducir la sonda, siempre sin utilizar la fuerza; esta maniobra puede
permitir avanzar la sonda más allá de los pliegues de la uretra. Si no cede la
resistencia, cambiar el ángulo del pene hacia abajo a la vez que se introduce la sonda
con movimientos cortos de rotación hasta conseguir que fluya la orina.

13. Llenado del balón con agua o SSN, según indicaciones del fabricante, y una vez
que haya flujo de orina.
14. Recolección de muestra de orina, si es necesario.
15. Conexión de la sonda al sistema recolector (Cystoflo®).
16. Fijación de la sonda: en el hombre, de preferencia se debe fijar en ángulo de 45° a
la cresta iliaca y en la mujer, fijar a la cara interna del muslo. Sin embargo, la
recomendación general es fijarla de manera que permita el libre movimiento sin que
haya tensión de la sonda.
17. Registro del procedimiento y sus complicaciones en la historia clínica.

RECOMENDACIONES
No olvide que el paso de una sonda no es cuestión de fuerza, la clave está en el ritmo
“sin prisa, pero sin pausa”, manteniendo una presión constante.
Sonda pasada, sonda dejada, especialmente si presento alguna dificultad.
Inflar un balón no duele, si duele es porque se encuentra aun en uretra y no en vejiga.
Mantener el sistema de drenaje cerrado y evitar contaminación por desconexiones
frecuentes.
Evitar elevar la bolsa recolectora por encima del nivel de la vejiga del paciente.
Impedir que la orina se acumule en el tubo manteniendo el flujo libre de la misma,
siempre en dirección descendente.
Vigilar torsión o enrollamiento de la sonda.
La bolsa para recolección (Cystoflo®) debe ser drenada periódicamente evitando el
contacto de su extremo distal con recipientes o superficies.
Valorar los indicadores de infección urinaria (aumento de la temperatura,escalofríos,
dolor suprapúbico, orina turbia o mal oliente, hematuria).
Valorar la aparición de infección uretral (secreción alrededor de la sonda) y en caso de
que ésta exista, tomar una muestra para cultivo.

COMPLICACIONES
La estrategia más eficaz para reducir las complicaciones asociadas a la
instrumentación de las vías urinarias, es evitar el sondaje innecesario. Cuando se
requiere de cateterización vesical, la educación adecuada del paciente, así como la
formación del personal del hospital, y de los cuidadores es fundamental para evitar
complicaciones relacionadas con la colocación, para asegurar el cuidado adecuado, y
para reconocer y tratar oportunamente las complicaciones con rapidez cuando se
produzcan.
La complicación más común es la infección del tracto urinario asociada al catéter. En
los hombres, la infección urinaria puede provocar epididimitis u orquitis. Otras
complicaciones raras de catéteres incluyen la obstrucción de las vías urinarias a partir
de fragmentos de balón retenido, fístula vesical, perforación de la vejiga, o la
formación de cálculos de vejiga.

La inserción traumática de sondas uretrales puede crear una falsa vía, que si se
infecta puede llevar a un absceso periuretral. Esta complicación es más frecuente en
los pacientes con estenosis de uretra anterior y puede resultar en una infección
significativa de los tejidos blandos.

Finalmente se puede presentar una sonda vesical retenida, en cuyo caso se pueden
intentar diferentes estrategias:

Cortar la válvula para inflar el balón, generalmente funciona si el problema es proximal


en la válvula y no en el balón.
Pasar un catéter o guía a través de esta vía para tratar de desobstruirla o reventándola
en la vejiga.
Sobrellenar el balón.
BIBLIOGRAFIA

- Schaeffer AJ. Placement and management of urinary bladder catheters


[Internet].Philadelphia: UpToDate; 2018 [fecha de acceso 11 de marzo de
2018]. Disponible en:
http://www.uptodate.com.consultaremota.upb.edu.co/contents/placement-and-
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- Gaviria F. Instrumentación urológica. En Uribe Arcila JF, Flórez Silva F.
Fundamentos de Cirugía – Urología. Medellín 2014; CIB. 4d.

-Escobar Mora LA. Manejo de Sonda Nasogastrica y Vesical.

-Mejía Zapata D. Curso de procedimientos en Medicina Cateterismo Vesical.


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