Introducción

Endoscopia del aparato urogenital.

Generalidades y técnicas en
enfermedades más frecuentes
CONTENIDO
1. Objetivos

2. Introducción

3. Anatomía endoscópica del sistema urinario

Riñones
Uréteres
Vejiga de la orina
Uretra masculina
Uretra femenina
4. Bibliografía
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Objetivos
La endoscopia del sistema urinario es un procedimiento
diagnóstico complementario cada vez más utilizado en
la clínica de pequeños animales para el diagnóstico de
patologías de las vías urinarias. Este tema tiene como
objetivo hacer una introducción a la endoscopia del
sistema urinario en pequeños animales y hacer una
breve descripción de su anatomía.

Introducción
La endoscopia urinaria es una técnica diagnóstica
complementaria que permite una visualización directa
de la luz de todas las partes que conforman el sistema
urinario. Actualmente, con el avance tecnológico, es
posible incluso la exploración de la pelvis renal en perros
de tamaño mediano o grande, así como la recogida Figura 1.2. Masa vesical. Fuente: DL Casas
de muestras para su estudio laboratorial (bien se
histopatología o cultivo microbiológico). Por otra parte,
tiene también una función terapéutica en la corrección
mínimamente invasiva de uréteres intramurales, litotricia
intracorpórea e implantación de stent. Las siguientes
imágenes muestran los procedimientos diagnósticos y
terapéuticos en endoscopia urogenital (Figura 1.1-1.5).

Figura 1.3. Resección de pólipo con asa de polipectomía. Fuente: F.M.

Gomariz

Figura 1.1. Cálculos uretrales. Fuente: DL. Casas

Figura 1.4. Litotricia láser. Uretra perro. Fuente: Vetmi

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En los casos en los que haya infección urinaria es

importante que el paciente se encuentre en tratamiento
antibioterápico antes de realizar el examen endoscópico.

En la mayoría de las ocasiones, estos pacientes

presentan insuficiencia renal y pueden estar en malas
condiciones físicas, por lo que siempre es aconsejable
que los pacientes sean hospitalizados y estabilizados
antes del procedimiento.

Anatomía endoscópica del

Figura 1.5. UGELAB. Uréter ectópico. Fuente: Vetmi
Las indicaciones de la exploración endoscópica de
las vías urinarias son en todos aquellos procesos que
cursen con estranguria, disuria, polaquiuria, hematuria o
piuria, asociadas o no, a otros signos complementarios
que puedan indicar la presencia de enfermedad renal
o urinaria (como fiebre, vómitos, etc.). La hematuria es
una de las indicaciones más frecuentes para realizar
la endoscopia del examen endoscópico, al permitir la
observación de la apertura de los uréteres a la vejiga,
determinando si el sangrado es de vías urinarias
superiores o inferiores o si es uni o bilateral.
Las principales contraindicaciones o limitaciones de
la realización de la endoscopia urinaria en la clínica de
pequeños animales son las siguientes:
sistema urinario
Riñones
En el riñón normal del perro y el gato, la pelvis renal, que
es el sistema colector de orina, es una cavidad estrecha,
plana y con un número variable de proyecciones huecas
plegadas en forma de “U”, que pueden ser de 9 a 17, sin
presencia de cálices. En su interior, en la parte central,
donde se origina el uréter, se sitúa externamente el hilio
renal, formado por la arteria y la vena renal.
En presencia de obstrucción uretral se produce una
imposibilidad de drenar correctamente la orina,
provocando pielectasia y dando lugar a una distensión de
la pelvis renal, que se visualiza como una única cavidad.
La nefroscopia, es el procedimiento de mínima invasión
por el que se accede a la pelvis renal, bien a través de
una pequeña incisión en el parénquima renal usando un
endoscopio rígido o flexible de pequeño calibre, o con
un acceso desde uretra con endoscopio normalmente
rígido (únicamente posible en pacientes de mediano o
gran tamaño) (Figura 2).

• Tamaño del paciente: en pacientes muy pequeños, y

si son machos, puede no ser posible su realización.
• Falta de instrumentación: se necesita tener una
gama adecuada de cistoscopios rígidos y flexibles
para poder realizar todos procedimiento, lo cual
requiere una gran inversión económica que no
todos los centros pueden asumir.
• Falta de experiencia del endoscopista: es preciso
que el clínico tenga una adecuada curva de
aprendizaje en endoscopia.
• Anestesia general: para la realización del examen
de endoscopia urinaria es necesario que el
paciente se encuentre anestesiado, esto puede ser
una limitación o puede estar contraindicado si el
paciente se encuentra en un estado hemodinámico
inestable.
Es necesario que los pacientes que van a ser sometidos Figura 2. Nefrolitotomía. Fuente: Vetmi
a un examen de endoscopia urinario, además de un
análisis sanguíneo, tengan un análisis de orina completo,
así como de cultivo de orina. En el caso de pacientes con
neoplasia o hematuria intensa debería también realizarse
un recuento de plaquetas, coagulograma y tiempos de
coagulación.
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Uréteres
Los uréteres son conductos, un poco aplanados, de
naturaleza fibromuscular que transportan la orina desde
la pelvis renal a la vejiga de la orina. Su longitud media
suele ser de unos 12-16 cm, siendo el uréter derecho un
poco más largo que el izquierdo. Teniendo una mayor
longitud en el perro macho que en la hembra.

En el uréter se distinguen dos porciones:

• Una abdominal con un trayecto caudoventral en el

espacio retroperitoneal, limitado dorsalmente por la
musculatura sublumbar.
• Y una porción pelviana, que en el macho se
incorpora al pliegue genital y en la hembra discurre
por el ligamento ancho del útero hasta el ligamento
lateral, y termina insertándose en la pared dorsal del
cuerpo de la vejiga de la orina, cerca de su cuello.
La ureteroscopia solamente puede ser realizada en
pacientes de tamaño mediano o grande, aunque con
los avances de tecnología se comercializan cada
vez endoscopios flexibles de más pequeño tamaño,
permitiendo el examen de uréteres de pacientes de
menor tamaño, aunque su valor económico suele
ser más alto que los endoscopios flexibles de mayor
diámetro. Durante la ureteroscopia, en un paciente sano
el lumen ureteral se visualiza como una estructura tubular
estrecha y alargada, con pliegues bastante evidentes en
su mucosa.
Figura 3. Cistoscopia (puede observarse la desembocadura del uréter
en el trígono). Fuente: DL Casas
Las indicaciones de la cistoscopia incluyen infecciones
urinarias crónicas o recurrentes, hematuria, disuria,
estranguria, polaquiuria, traumatismo, cálculos,
incontinencia, hallazgos anómalos en el sedimento
urinario o en estudio radiográfico o ecográfico.
Uretra masculina
En perros y gatos machos, la uretra presenta una porción
pelviana y una peneana, o también llamada esponjosa,
que están separadas por el itsmo urteral. La porción
pelviana se divide en dos partes, una preprostática,
localizada entre la vejiga y la próstata, que suele ser una
estructura corta en el perro y más larga en el gato.

La uretroscopia puede ser realizada con endoscopia

Vejiga de la orina
La vejiga de lo orina es una estructura cavitaria
musculomembranosa en la que se almacena la orina. Su
forma es piriforme y su tamaño puede variar en función
de su grado de distensión. En la vejiga se diferencian tres
partes: un vértice craneal, un cuerpo al que dorsalmente
llegan los uréteres y un cuello caudal que se continúa
con la uretra.
La vejiga de la orina es la estructura del sistema
urinario que más se ha estudiado vía endoscópica,
describiéndose la primera cistoscopia como herramienta
diagnóstica y como tratamiento mínimamente invasivo
del sistema urogenital. En la hembra se realizó en 1930.
Y las primeras cistoscopias transuretarles en perros
machos y su uso clínico en gatos no se informó hasta
1986.
La cistoscopia puede ser realizada con endoscopia
rígida (normalmente en perras y gatas) o flexible (en el
caso de los perros). Durante la cistoscopia, tras pasar
el cuello se puede visualizar la pared de la vejiga con
multitud de pliegues cuando la vejiga está vacía y que
desaparecen cuando está llena. En la zona próxima al
cuello dorsalmente se localizan los orificios de salida
de los uréteres, denominados trígono vesical. En el gato,
a diferencia del perro, esta zona se caracteriza por no
presentar los pliegues característicos de la pared de la
vejiga (Figura 3).
rígida o flexible y normalmente se realiza junto con
el examen de la vejiga de la orina (uretrocitoscopia).
Esta técnica permite visualizar la pared de la uretra
peneana, que, estando el pene flácido, su mucosa se
encuentra plegada longitudinalmente, por lo que su luz
se observa obliterada. El primer obstáculo que presenta
el endoscopista a este nivel es el paso a través del hueso
peneano, al tener que pasar el endoscopio a través del
surco ventral, encontrándose limitada su expansión.
Tras pasar esta zona, el trayecto es recto hasta llegar
al istmo uretral donde se debe hacer un giro de más de
90 º, observándose una disminución de la luz uretral,
debido a la curvatura que hace la uretra a nivel del
arco isquiático. La uretra pelviana presenta un trayecto
recto y una mucosa con un número variable de pliegues
longitudinales, entre los que destaca la cresta uretral, que
se localiza dorsalmente y sobresale ligeramente hacia la
luz uretral. En la uretra prostática su mucosa presenta
numerosos conductos pequeño prostáticos llamados
senos prostáticos (Figura 4).

Figura 4. Uretra prostática. Fuente: DL Casas
Uretra femenina
La uretra de las hembras de canidos y félidos tiene una
estructura similar a la uretra masculina, pero con menor
longitud. Se visualiza por endoscopia como una mucosa
aglandular, que se encuentra de forma normal plegada,
pero que se distiende fácilmente y de forma considerable
al administrar aíre o agua a presión.
Para acceder con el endoscopio a la uretra, bien
sea rígida o flexible, se ha de localizar en la vagina el
tubérculo uretral, que es una elevación de la mucosa
vaginal con forma de cresta localizada en el suelo del
vestíbulo vaginal. Normalmente se sitúa a unos 5 cm
cranealmente a la comisura ventral de la vulva y en un
ángulo de 90 º con respecto a la misma (Figura 5).
Figura 5. Uretra en la perra. Fuente: DL Casas
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En la gata, la anatomía de acceso a la uretra con el
endoscopio es ligeramente diferente, ya que en el vestíbulo
vaginal se observan dos aberturas, una dorsalmente, que
es el orificio vaginal redondeado, y otra ventralmente,
que es el orificio externo de la uretra y que tiene una
morfología longitudinal. Otra diferencia con la perra es
que la uretra de la gata des más estrecha, delgada y un
poco más alargada, precisando un endoscopio de menor
tamaño, así como una manipulación y maniobra mucho
más cuidadosa para no dañar la pared de la uretra.
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