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Los círculos de aprendizaje participativo son reuniones convocadas por un grupo reducido
de personas (generalmente entre 6 y 8) que voluntariamente deciden trabajar juntos para
lograr un determinado objetivo o solucionar un problema de aprendizaje. Las reuniones
pueden ser presenciales o virtuales. Si se opta por las últimas, se recomienda que las
mismas sean sincrónicas.
¿Cómo se organizan?
Uno o más participantes que poseen una motivación en particular respecto a un tema
relacionado con la enseñanza o el aprendizaje deciden convocar a otros colegas
interesados en la misma temática para explorarla en profundidad. Para ello diseñan un
proyecto a llevar a cabo en forma colaborativa a lo largo de un lapso prudencial
(preferentemente durante un semestre como mínimo).
Stewart y Prebble identifican la siguiente secuencia para desarrollar un círculo de
aprendizaje participativo:
Selección de un tema de común, interés para explorar conjuntamente.
Charla informal y compartida de anécdotas personales relacionadas al tema.
Lectura y discusión de artículos, capítulos de libros o materiales proporcionados por
los organizadores del grupo.
Planificación de clases y observación mutua de la implementación del plan.
Discusión de lo relevado durante la observación.
Acuerdo sobre conclusiones y registro de lo discutido y aprendido.
Compartida con la comunidad