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Allí radica la importancia del estudio de esta área de la ciencia de la administración. Tanto
empresas manufactureras como de servicios necesitan imperiosamente un modelo de
producción o generación de valor a través del manejo de sus recursos y restricciones para
lograr resultados rentables en su accionar.
Administrar la Producción implica gestionar, organizar, dirigir y usar de manera óptima los
recursos operativos en pos de uno objetivo o resultado tangible o intangible. Habrá
Productividad en la medida en que se haga más con menos, esto es, en la medida en que
se logren más beneficios con menos recursos .Siendo este último, el pilar de todas las
operaciones .Esa definición de Productividad en este nuevo contexto, también requiere de
un análisis evolutivo. A diecisiete años de comenzado un nuevo siglo, la productividad “no
puede considerarse solo como la máxima cantidad de rendimiento con el nivel de “Toda
Organización tiene una función de operaciones en la que los insumos se transforman en
productos o servicios por medio de procesos.
Los insumos incluyen los recursos humanos, el capital, materiales y servicios adquiridos
como tierra y energía” En las empresas manufactureras, esa función de operaciones es
bastante evidente. Se puede ver la creación de un bien tangible como el resultado de la
Administración de las Operaciones. En aquellas empresas que no creen bienes tangibles,
la función de producción y las Operaciones pueden ser menos evidentes, pero existe de
todas formas.
Las actividades industriales incluyen todos los procesos y técnicas que transforman las
materias primas en productos elaborados. Aunque a lo largo de la historia siempre ha
existido la fabricación de útiles, solo se tiende a considerar como actividades industriales
a aquellas destinadas a alcanzar una producción masiva
La industria como tal surgió en uno de los procesos históricos más relevantes de la
historia de la humanidad: la revolución industrial, en el último cuarto del siglo XVIII.
Aparecieron las fábricas, cuya producción se caracterizaba por tres elementos:
El uso de máquinas, que consumen gran cantidad de energía. Las industrias poco
tecnificadas, como por ejemplo la textil y la del cuero, siguen empleando métodos de
producción casi artesanales y mucha mano de obra.
La especialización de la mano de obra. Se implanta la división del trabajo, que se
reparte en tareas pequeñas, y cada trabajador se especializa en una, por lo que no realiza
el producto completo.
La inversión de gran cantidad de capital para sufragar los salarios, los costes de
mantenimiento y las inversiones en investigación.