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Lacan, a partir del concepto de “automatismo mental” de Clérambault, va a subrayar el carácter anideico de los
fenómenos psicóticos, es decir, que son fenómenos no conformes a una sucesión de ideas. Todo ello frente a las
tesis habituales de la época que entendían las psicosis como un desarrollo, como un proceso, Lacan no cesó de
insistir nunca sobre la discontinuidad de la psicosis y en la noción de ruptura. De ahí se deriva la noción de
desencadenamiento, que es un aporte totalmente lacaniano. De la noción de automatismo mental se deriva el
“fenómeno elemental”, que es el equivalente en la psicosis del síntoma en la neurosis. ¿Qué es un fenómeno
elemental? Son las distintas modalidades de fenómenos automáticos que se imponen en el campo subjetivo del
sujeto como verdaderos cuerpos extraños. Clérambault reunió toda esta serie de fenómenos con el nombre de
síndrome de automatismo mental.
Es necesario que Freud introduzca la noción de Icc y que en un segundo tiempo Lacan destaque que en esta
noción Freudiana de Icc se puede reconocer la estructura y funcionamiento del lenguaje y sus elementos
significantes, para poder ubicar que algo puede ser de un carácter mecánico y automático y no necesariamente
de naturaleza orgánica. Para Lacan se trata de fenómenos que responden a la estructura del lenguaje, es decir
que se trata de significantes.
El delirio como reacción secundaria y Fenómeno elemental y delirio
Cleremabault toma una posición precisa en el sentido de sostener que estos fenómenos elementales son
iniciales en la psicosis y aun pueden subsistir durante mucho tiempo en situación de únicos fenómenos y que
solo tardíamente, de modo secundario, viene a agregárseles una formación delirante.
La psiquiatría habría tendido a ubicar el delirio como secundario, considerándolo la reacción de la personalidad
que intenta alguna forma de defensa, frente al surgimiento de fenómenos intrusivos: el delirio intenta dar
cuenta de los fenómenos elementales, proporcionar una explicación de estos fenómenos que surgen como algo
nuevo, heterogéneo y tendría la función de incorporar, explicar, justificar o por lo menos de algún modo de
hacer más soportable este tipo de fenómenos.
Según Lacan lo común es creer que el delirio es secundario y racional. Su posición consistirá en
sostener que es primario y tan mórbido como los síntomas primitivos.
Fenómeno elemental y estructura
Lacan termina de definir el fenómeno elemental por al estructura misma del significante cuando aparece a nivel
de lo manifiesto, de lo observable. De allí esa comparación con la nervadura de las hojas. Podemos no tener un
árbol, sino sólo una hoja, o simplemente un pedazo de hoja y sin embargo reconocer perfectamente a que
especie de árbol esa hoja pertenece. La estructura está en el nivel del fenómeno y no importa si en el conjunto
o en cualquiera de sus partes; donde hay algo de carácter esencial de la estructura que se reconoce en el nivel
de lo observable, a eso lo llamamos fenómeno elemental.
Lacan tomando dos términos del latín, Percipiens y Perceptum intenta trastocar la idea que tiene la
ciencia acerca de suponer que el sujeto que percibe es el que constituye la unidad de los objetos.
(Percipiens puede entenderse como el que percibe o percipiente, Perceptum como lo percibido)
Lacan dice que el sujeto no posee esa función de síntesis para unificar la realidad y que en realidad el sujeto es
función de lo percibido. Esta producido por efectos subjetivos y es lo percibido lo que produce esos efectos (lo
percibido tiene que ver con el lenguaje)
Ejemplo de esto es la alucinación que no encaja en este principio de la ciencia que dice que el sujeto activo
percibe a la realidad y la incorpora como conocimiento.
3 Paradojas de la palabra:
1-Cuando el otro habla hay cierta sugestión en el sujeto que se pone en juego.
2-Cuando un sujeto habla además se escucha como si escuchara a otro. Está dividido entre lo que dice y lo que
escucha que dice.
3-Alucinaciones que aunque salga de si mismos, el sujeto no puede apropiarse de ellas. Las voces que escucha
las registra como ajenas, para el psicótico el Otro le habla en él.
Ejemplo: Marrana
Lacan parte del hecho que el termino “marrana” es una alucinación verbal y que el vecino no lo ha pronunciado.
Hay entonces un encadenamiento significante, una cadena significante que se encuentra distribuida en su
atribución subjetiva, ya que la paciente se atribuye a si misma la primera parte de la cadena (vengo del
fiambrero), y la segunda (marrana) al vecino. Hay una ruptura que hace que una parte de esa cadena retorne
desde afuera como pronunciada por el vecino. “marrana” es un significante que irrumpe en lo real, como un
elemento de certeza, producto de la forclusion del significante NP.
Fenómenos de código: En los fenómenos de código el sujeto es informado por el Otro de las palabras-clave,
del código del Otro. Las voces que hacen uso de la lengua fundamental. Son palabras que no existen,
neologismos por su forma. Se comunica el significante mismo y no lo que significa.
Fenómenos de mensaje: Son mensajes interrumpidos, frases inconclusas que sólo cobran sentido en el
mensaje mismo. Es un mensaje que empieza armarse y no llega ninguna parte. Lacan los sitúa en el eje de las
relaciones entre el sujeto y el Otro. El mensaje del Otro se interrumpe en el S1 y queda a cargo del sujeto
aportar el S2 necesario para que pueda ser representado en el mensaje. Siguiendo la lógica de la cadena
significante, en la cual el S1 remite al S2, en las frases interrumpidas se ve que esta ausencia de S2, deja al
sujeto en suspenso porque no sabe dónde ubicarse. Lacan destacará que la frase se interrumpe en el punto
donde termina el grupo de palabras o shifters, que en el código, indican la posición del sujeto a partir del
mensaje mismo.
Ejemplos en Schereber: “Ahora me voy a...” --- “Ahora me voy a rendir a la evidencia de
que soy un idiota”. “Lo voy a...” --- “Lo voy a pensar bien”
Tanto en los fenómenos de código como en los de mensaje, se trata de una ruptura de la significación.