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Lacan
Lacan nos presenta dos caras del inconsciente, por un lado, el imprevisible, que
aparece a través de la sorpresa que caracteriza la irrupción del lapsus, del chiste o
del acto fallido, es el inconsciente freudiano, el de la vía significante, responde a la
hipótesis de: “el inconsciente está estructurado como un lenguaje”, retornando a
la concepción original de Freud, O sea expresa que el inconsciente no puede
representar objetos reales en el lenguaje de modo absoluto, lo inconsciente remite
a lo no-dicho por el lenguaje. Las leyes del inconsciente son equiparables a las
leyes del lenguaje, concluimos entonces con que el inconsciente está estructurado
como un lenguaje debido a que obedece a las mismas leyes. Dichas leyes son la
metáfora como la condensación y la metonimia como el desplazamiento.
¿Cuál sería la posición ideal del analista en análisis? La posición ideal seria hacer
de semblante de objeto a (del analizante). Ya que si el analista puede hacer de
semblante, posibilita que aparezca el sujeto del inconsciente.
¿Cuáles son las funciones del analista? Sostener el discurso del paciente. El
analista no debe responder a la demanda originaria (no del decirle lo que quiere
que le digan), se posiciona en hacer semblante del objeto a. No encarna al gran
Otro, ni al obj a. Al hacer de semblante de obj a, invita al sujeto a que hable, a
que aparezca el sujeto deseante. El analizante figura en el analista diferentes
cosas. El Obj a es el obj perdido, su efecto es causar a un sujeto deseante. Es la
falta, produce vacío.
Dice Lacan: “En cuanto hay, en algún lugar, el sujeto que se supone saber, hay
transferencia” (1964, p. 240). Ciertamente, que se supone, porque de cierto, no
sabe nada. Este SUJETO SUPUESTO SABER va ser la condición para que se
establezca la transferencia, y poner al analista en un lugar del saber. Y es
justamente el mismo lugar que ubicaba a sus padres en su primera infancia. El sss
es un concepto que al insturarse permite que el analizante hable de otra manera,
tiene que ver con esa invitación que se hace al paciente de decir todo en
desorden, sin retener nada, sin ser detenido ni por la decencia ni por el displacer.
Transferencia:
Para Lacan la pulsión es una fuerza constante, siempre activa que se satisface
pero que nunca se descarga, creando así un montaje para poder satisfacerla,
creando una situación ilusoria de que se necesita objeto, ya que se piensa que hay
un objeto que satisfaga la pulsión. Para lacan la pulsión se satisface en el
recorrido, es un objeto que presenta a la nada, ya que no hay un objeto que
satisfaga completamente a la pulsión. Es el representante psiquico de la
sexualidad.
Pero hay más adelante en el desarrollo teórico de Lacan otra, por la cual su
función es desaparecer en tanto sujeto del inconsciente, ya que el único sujeto que
se admite en la experiencia psicoanalítica es el sujeto del inconsciente del
paciente.
El autor explica la constitución subjetiva como una estructura dinámica organizada
en tres registros: lo Real, lo Imaginario y lo Simbólico. Para Lacan lo real es lo
imposible, es aquello que no se puede expresar como lenguaje, lo que no se puede
decir y no se puede representar, porque al representarlo se pierde la esencia de
éste, es decir, del objeto mismo.
Lo Imaginario. Tiene que ver con la imagen, con su poder cautivante, la belleza
de las imágenes esconde que son huecas; la imagen tiene una doble función
consistente en obturar y denunciar ese hueco, la segunda función solo se descubre
desde otro registro (ya que el hueco queda desconocido porque hay imagen)
Lo que habitualmente llamamos realidad no es lo real, sino que es efecto del orden
significante y de las cristalizaciones que impone lo imaginario.