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El sujeto del Inconsciente. El inconsciente freudiano y el nuestro - Seminario 11.


1.
Lacan introduce en los conceptos freudianos principales: el inconsciente, la repetición, la
transferencia, y la pulsión. Inicia con el concepto de inconsciente

2. El inconsciente está estructurado como un lenguaje – Función de la causa


Lacan reconceptualiza el Inconsciente y toma los aportes de la Antropología estructural de Levi
Strauss, la lingüística de Saussure y se sirve de Kant para establecer lo que llamará “la Causa
del icc”.

a) Función clasificatoria primaria – Antropología estructural: Antes de toda experiencia,


hay algo que precede al sujeto y delimita un campo. Es la función totémica y
representa el origen de la Ley y la Cultura. La naturaleza ofrece soportes en dualidad,
estos organizan de manera inaugural las relaciones humanas, las estructuran y las
modelan. Algo precede al sujeto antes de que se estructure su yo y se reconozca como
tal.
b) Cadena significante – Lingüística: cuyo modelo es el juego combinatorio que opera
espontáneamente de manera presubjetiva. Esta estructura le da su estatus al
inconsciente.
c) Función de la causa – Kant: discierne la hiancia que desde siempre presenta la función
de la causa a toda aprehensión conceptual. En ese ensayo se dice que es un concepto,
imposible de comprender mediante la razón, en la medida que la regla de la razón es
siempre algún equivalente, y que en la función de la causa siempre queda
esencialmente cierta hiancia. Kant la inscribe en el cuadro de las relaciones, entre el
uno y la comunidad racionalizada.

La causa

La causa se distingue de lo que hay de determinante en una cadena, o de la ley. Cada vez que
se habla de causa hay algo anticonceptual e indefinido. Solo hay causa de lo que cojea.

En ese punto se sitúa el inconsciente freudiano, entre la causa y lo que ella afecta, donde está
lo que cojea. El inconsciente nos muestra la hiancia por donde la neurosis empalma con un
real.

Relación con la Neurosis: si se tapa la hiancia la neurosis no se cura, pero se hace distinta, en el
inconsciente queda una cicatriz. Freud parte de la Etiología de las neurosis y encuentra en la
hiancia de la causa algo del orden de lo “No realizado”.

El inconsciente se manifiesta primero como algo que está a la espera, no nacido, no realizado,
no tiene que ver con lo real o lo irreal.

3.

Lacan introduce en el dominio de la causa la ley del significante, en el lugar donde esta hiancia
se produce.

El inconsciente de Freud no es el inconsciente romántico que alberga una voluntad oscura.

Freud opone la revelación de que, a nivel icc, hay algo homólogo en todos sus puntos con lo
que sucede a nivel del sujeto: eso habla y funciona de manera tan elaborada como lo
consciente. Freud se refiere a los juegos del significante.
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En las elaboraciones del inconsciente impresiona su aspecto de tropiezo. Tropiezo, falla,


fisura. Allí busca Freud el inconsciente. Allí una cosa distinta exige su realización, una cosa que
se figura como intencional, pero con una extraña temporalidad. Lo que se produce en esta
hiancia se presenta como un hallazgo sorpresa, aquello que rebasa al sujeto, que es
invalorable y que es re hallazgo y siempre puede perderse, de esta forma instaura la
dimensión de la pérdida.

1.La discontinuidad: tiene carácter inaugural. Es la forma esencial en que se nos el inconsciente
como fenómeno. En esta algo se manifiesta como vacilación. No pertenece a un uno cerrado, a
la condición de unidad. El uno que la experiencia inconsciente introduce es el uno de la ranura,
de la ruptura.

2. El uno: No es el no-concepto, sino el concepto de la falta. La ruptura es lo que hace surgir la


ausencia. Igual que el grito, que no se perfila sobre el silencio, sino más bien que lo hace surgir
como silencio.

3.El inconsciente se sitúa en la dimensión de una sincronía, en plano del sujeto de la


enunciación.

4. En el discurso todo lo que se explaya en el inconsciente se difunde, se ramifica, en torno a un


punto central. Se trata siempre del sujeto en tanto que indeterminado, ningún significante lo
representa totalmente, siempre está entre dos.

(EJEMPLO: Signorelli)

5. El inconsciente se manifiesta siempre como lo que vacila en un corte del sujeto, de donde
vuelve a surgir un hallazgo, que Freud asimila al deseo, deseo que situaremos provisionalmente
en la metonimia del discurso.

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