Reflexiones de la modernidad entorno a Nicolás Casullo

Nicolás Casullo, filósofo y escritor latinoamericano: nacido en Argentina el año 1944; fue
expulsado de su país en 1974 por pertenecer al Movimiento Peronista. También fue
conocido por escribir y ser censurado por la Dictadura de Onganía.

Casullo, en su texto “La Modernidad como Autorreflexión” (1999), destaca cuatro

enfoques para comprender la historia entorno a las sociedades modernas, los cuales son los
siguientes: Económico: se deben ocupar variables productivas, inversoras, variables de
clases e industriales, etc; el enfoque Histórico-político el cual propone una historia política
que incluya proyectos de gobierno, estilos gobernantes, gobernabilidad de las sociedad, etc;
Apunta luego a un enfoque filosófico, planteándose interrogantes sobre la identidad de este
moderno sujeto, sobre el cuestionamiento del conocimiento, los valores y la verdad, lo que
finalmente encausa un enfoque artístico, desde una biografía del arte, visto desde sus
escuelas, obras artísticas, maneras de encarar la expresión, en los últimos dos siglos y
medio.

Desde estos mismo tratará de relacionarlos y fijarlos para realizar un recorrido de la

historia moderna. De cualquier manera, es difícil de explicar ésta nueva forma de
comprensión de nuestras sociedades ya que no son todas idénticas, lo cual significa que no
todas pasarán por el mismo proceso.

Sin embargo, hay un sólo factor que se puede advertir a un nivel más general y englobante,
esto porque las prácticas del dogmatismo religioso han sido desplazadas por las nuevas
formas de pensar y razonar del hombre, debido a que en los últimos siglos el pensamiento
religioso ha ido en desmedro y profundo desacuerdo con las nuevas formas de pensar que
cuestionan lo establecido –la mayoría de las sociedades pasa por este proceso de
desacralización-.
Es en este desarrollo de la modernización, que la persona se responsabiliza de sí mismo y
decide pensar por cuenta propia, y que con esto busca cuestionar la autoridad e incluso
impugnar lo “legal” o lo “incuestionable” que puede llegar a ser una Iglesia, un Estado o
bien una corriente ideológica.

Incuestionablemente el proceso de la modernidad, dice ser algo que trae consigo “lo
nuevo”, algo desconocido y eso resulta ser la autonomía de la sociedad y su desligamiento a
los pensamientos antiguos, que si bien era lo fundado por el hombre, el ser humano decide
ser autodidacta influenciado por el Ilustrismo. Podemos afirmar esto desde la perspectiva
de Kant, cuando dice que: “La ilustración es la salida del hombre de su autoculpable
minoría de edad. La minoría de edad significa la incapacidad de servirse de su propio
entendimiento, sin la guía de otro”1, lo cual significa una clara referencia a que el hombre
al hacerse cargo de sus propias responsabilidades, pasa a un estado de adultez.

Es correcto afirmar entonces, que el hombre deja atrás este estado de minoría de edad, no
tan sólo con “hacerse cargo de sus compromisos”, si no también es la propia persona quién
debe habituarse a concebir sus propias ideas, a interpretar la comunicación que se le entrega
de varias formas para poder obtener una conclusión más amplía y no una limitada visión de
los conocimientos, como lo es, por ejemplo, el pensamiento religioso, que esboza un plan
dios sin preguntas que formularse y la vida eterna como final inminente. Lo que sin dudas
es cuestionado por la modernidad y seguidamente por la Ilustración.

La Ilustración, también conlleva el protagonismo del autor, del escritor independiente, que
comienza a escribir sobre ideas de libertad, justicia, de empoderamiento. Estas
revolucionarias ideas se dispersan y logran llegar a todas las disciplinas del pensamiento
occidental, lo que provocará alarmas en las altas esferas del poder, como también por
ejemplo provocará la “necesidad revolucionaria” de los caudillos de la Revolución
Francesa, consecuencia de ésta serían las Revoluciones de América Latina, tiempo más
tarde.

Lo anterior habla de una profunda necesidad de los pueblos oprimidos de generar cambios,
de querer liberarse, algo casi biológico, algo intrínseco en la mentalidad y sentimientos de
las personas. Lo que plantea algo similar es el Pensamiento Romántico, que elaborara una

1Kant, I. ¿Qué es la Ilustración?. En: Filosofía de la Historia. Ed, Nova.

percepción de adoración hacia lo nacional, la patria, la tierra natal, siendo así entonces, el
Ilustrismo un importante proyecto dentro de la modernidad y en conjunto con el
pensamiento romántico formaran una estructura de lo moderno indispensable en el
desarrollo de la historia Europea y Americana, que se plasmaran en las ya mencionadas
revoluciones de ambos continentes y seguirá presente hasta nuestros días.

Respecto a la otra mirada de lo moderno, Casullo (1999) plantea la cuestión de la

subjetividad como “el lugar donde el sujeto realiza intercambios simbólicos” (Casullo,
1999:20) poniendo como ejemplo la reciprocidad de su cátedra, con el lector de esta misma,
Para luego transitar por una experimentación de metamorfosis de nuestra subjetividad
ajustada a lo temporal-espacial (que va actuando según la época en la que se desarrolla), y
que aún está en proceso de concretar su definición, la que va desembocando en una
subjetividad moderna, que la metrópolis adopta como definitoria. Lo anterior quiere decir
que la subjetividad se adhiere a la metrópolis y esta contiene en sí misma una diversidad de
épocas ejecutándose al mismo tiempo con sus museos, McDonald’s, fábricas,
computadoras, etc. Asimismo esta subjetiva metrópolis, incluye un sinfín de varios
problemas como habitantes que la pueblan, y es, entonces, desde estás problemáticas que
nacen las expresiones más reveladoras del arte, manifestante de un aporte que le hace la
historia de la estética al estudio de la modernidad (Casullo, 1999:22), claramente
expresados a través de los sentimientos tal y como lo conciben los artistas.

Visiblemente la modernidad es una particular condición de la historia (Casullo, 1999:10),

porque es la consecuencia de siglos y que de una sucesión de acontecimientos que nos
permite realizar una comprensión de lo vivido, nos permite reflexionar sobre los procesos
que han convergido en esta era. Así, de la misma manera tener una amplia visión de lo
acontecido, ayudándose claramente con esta nueva mirada de absorción de nuevos
pensamientos, sugiriendo al moderno ser racional responsabilizarse de su propio destino y
con ello también convirtiéndolo en protagonista de su propia historia.