UPN 081

LDG. Laura Patricia Guerra Chávez

19 de October de y

Introducción

Conforme avanza la tecnología y el ser humano se encuentras cada vez mas sumergido en
un mundo capitalista y consumista, el nivel de stress laboral excede nuestra capacidad de
mantener la cordura y la estabilidad emocional. En la educación el panorama no es
diferente menos a sabiendas que trabajamos con seres humanos con problemas, sociales,
económicos, psicológicos, espirituales, emocionales, fisiológicos etc. que el síndrome de
Burnout y la apatía de la sociedad hacia los docentes cada día es mas evidente. Entre
todos los denominadores de una buena pedagogía entra la inteligencia emocional; en este
escrito veremos como distintos factores como la personalidad, la cultura, la empatía, la
conducta, el comportamiento, las actitudes, la motivación y los valores, influyen en el estado
de animo del docente y su desempeño dentro del aula.

La influencia de la personalidad y el estado de animo en el desempeño docente a nivel superior.

Indudablemente el estado de animo del docente influye de manera significativa en el

desarrollo del alumnado, queramos o no aislar este hecho; el rendimiento académico en
nuestras aulas y la comunicación interpersonal entre docente y alumno a nivel superior
depende decisivamente de que factores de personalidad y estados de animo pueden llegar
a ser causantes de un desempeño docente deficiente o eficaz dentro del aula.

Los seres humanos establecen relaciones con los demás por medio de
interacciones, entendidas como procesos sociales. Al margen de quién o qué inicie
el proceso de interacción, el resultado es siempre la modificación de los estados de
los participantes quienes por el recurso a la comunicación se afectan mutuamente…
(Garcia, 2007, parr. 4)

Docentes con rasgos de personalidad positivas tienden a llevar un ambiente mas

prospero dentro de sus aulas; mientras que docentes con rasgos de personalidad negativa
generan un entorno de apatía y desinterés dentro del aula. Recientemente realice un
interrogatorio a un grupo de alumnos a nivel superior, con la premisa: ¿Qué rasgos de
personalidad y estados de animo negativos observan en el docente que les desagrada y del
cual no perciben un buen aprendizaje y qué rasgos de personalidad y estados de animo
positivos observan en el docente que mas les es de su agrado y del cual perciben un buen

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aprendizaje?. Con la finalidad de sacar una serie de palabras cable que me ayudaran a
establecer atributos y/o factores de personalidad positivos y negativos del docente según la
percepción directa del alumno. Los factores y/o rasgos de un “docente deficiente” fueron los
siguientes: desinterés, indiferencia, indecisión, inmadurez, egoísmo, ignorancia,
intimidación, conformidad, favoritismo, inestabilidad; persona cuadrada, enfadosa, orgullosa,
volátil, impaciente, floja, intensa, estresada, grosera, voluble, estricta, inmaduro,
confianzuda y barco. Los factores y rasgos de un “docente eficaz” fueron los siguientes:
Liderazgo, creatividad, pasión, dinamismo, entusiasmo, paciencia, interés, empatía,
inteligencia, objetividad, dedicación, visión; persona atenta, alegre, no autoritaria,
comprensiva, dedicada, tranquila, relajada, culta, apacible, sin prejuicios e interesante. Se
puede distinguir claramente que alumno instintivamente asocia y percibe a un buen docente
con factores de personalidad y estados de animo positivos, así como asocia y percibe a un
mal docente con factores de personalidad y estados de animo negativos, reforzando la
indiscutible influencia que tienen tanto la personalidad como el estado de animo del docente
en la imagen, el ambiente y la comunicación que este propicia en el aula y emite hacia el
alumno.

…La educación es ante todo un viaje interior, cuyas etapas corresponden a las
de la maduración constante de la personalidad. En el caso de una experiencia
profesional positiva, la educación, como medio para alcanzar esa realización, es,
pues, a la vez un proceso extremadamente individualizado y una estructuración
social interactiva. (Delors, 1996, p. 102)

Los alumnos universitarios, busca modelos a seguir en sus docentes, pues estos son
la fuente directa de lo que va ser su futura y nueva identidad como seres profesionales, es
natural que se sientan mas atraídos por docentes que generen un entorno positivo y
agradable que lo inspiren y motiven a ser un mejor ser humano a docentes que le
transmitan apatía e inciten a una desvalorización de su profesión.

Es por este motivo que decimos que si los profesores no son portadores de
determinadas cualidades, es imposible que las estimulen en sus alumnos. Los
adolescentes, especialmente, necesitan de la concreción de un modelo de persona
que para ellos signifique un paradigma del tipo profesional que quieren ser, es por
eso que los procesos de identificación con el docente como modelo personal y
profesional son especialmente importantes para los alumnos ingresantes de
cualquier carrera y Universidad.(Garbarini, 2011, p.1)

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 Por ende el docente debe exigirse a si mimo una serie de lineamientos que le
otorguen las herramientas necesarias para despeñar su labor de la forma sana y eficaz. Si
bien la negación de su estado de animo suena imposible e inhumano, la moderación de tal
es algo que se puede lograr con mayor facilidad.

La formación emocional del docente no incide únicamente en paliar el malestar

afectivo del profesorado, asimismo adquiere un gran valor por su posible contribución
sobre los alumnos y su aprendizaje. La formación de la inteligencia emocional se
estructuraría en tres ámbitos: conocimiento emocional propio y ajeno, autorregulación
emocional y expresión emocional. (Guerrero y Gutiérrez, 2009, p. 206)

Tomando en cuenta que el profesionalismo no deja de ser menos importante para el

docente que la vocación, la docencia sigue siendo una labor, una fuente de ingreso y el
docente se debe a si mismo, a sus alumnos y a la sociedad, capacitación, atención y
medidas de salud mental, física y espiritual, para ejercitar y fortalecer su inteligencia
emocional crear un entorno de eficacia, contar con una motivación intrínseca y propiciar
conductas positivas en el alumno dentro y fuera del aula.

Conclusión

Una buena educación no se debe centrar solamente en el uso correcto de estrategias,

en la buena planificación de clases, en la asistencia puntal del docente, en un buen
resultado de la evaluación docente, en docentes de excelencia académica, y demás
elementos de didáctica y organización, sino que deben tomarse a cuenta y reforzarse en
todo ámbito educativo, la salud emocional, mental, física y espiritual de los docentes. Pues
mientras el mundo se enfría con aparatos y maquinas, la humanidad cada vez mas necesita
de empatía, comprensión, amor e inteligencia emocional, y que mejor forma de empezar
que por medio del aula influenciando a nuestros alumnos a generar espacios de aprendizaje
fructíferos y libres de factores o estados de animo negativos.

Referencias

Delors , J. (1996). La Educación Encierra un Tesoro. España: UNESCO.

Garbarini, M, (2011). La personalidad del docente. Su influencia en el alumnado. Extracto

de: Las características personales del docente y su relación con el rendimiento

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 académico y el aprendizaje significativo de sus alumnos. (pp. 1-3) Investigación de
grado. Universidad Abierta Interamericana.

Garcia, M.R. (2007). Interacción y comunicación en entornos educativos: Reflexiones

teóricas, conceptuales y metodológicas. Revista da Associação Nacional dos
Programas de Pós-Graduação em Comunicação, Recuperado de:
www.compos.com.br/e-compos

Guerrero A. B. y Gutiérrez A.R.C. (2009). Influencia de la competencia emocional docente

en la formación de procesos motivaciones e identitarios en estudiantes de educación
secundaria. Una aproximación desde la memoria autobiográfica del alumnado.
Revista de Investigación educativa, Vol. 27, (pp. 203-222). España: Universidad de
Sevilla.

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