Elena Stapich · Mila Cañón

Compiladoras

Para tejer el nido-

Poéticas de autor en la
literatura argentina para niños

comunicarte
 Nuevos héroes y heroínas
en la literatura para niños y jóvenes·

Lidia Blanco

Miradas sobre la infancia

La palabra infancia encierra secretos, voces de niños y niñas

que no saben en verdad si pertenecen a esa categoría biológi-
ca, o tal vez a otra, no definida por los especialistas. Niños y
niñas que no conocen que son personas con derechos, y que
deben disfrutar de la libertad del juego, de la risa, de la mesa
bien tendida. Y que necesitan afecto, contención y cuidados
por parte del mundo adulto. Infancia. Esta palabra puede .Ua-
marnos a engaño cuando decimos LIJ, es decir Literatura para
Niños y Jóvenes, y en ese texto no sabemos a quién nombra-
mos. Qµé niños, qué jóvenes, qué contexto cultural, qué lectu-
ras, qué promesa de futuro. Infancia . Infancias. Desde el lugar
de estas diversas infancias, miro la literatura dirigida a ellos.
El concepto de infancia permaneció negado durante mu -
chos siglos y, para llegar a las actuales representaciones de la
palabra, largo es el camino recorrido por pedagogos, psicoa-

153
PARA TEJER EL NIDO - -- - ---- - - - - - -
nalistas, escritores, :filósofos, militantes. El investigador Phi-
lippe Aries plantea en su obra El niño y la vida familiar bajo ·
el Antiguo Régimen algunas observaciones sobre la historia del ·
concepto. La infancia era concebida como una institución de ·
aprendizaje: era el momento de la vida para aprender la re- _·
ligión de la familia, las tareas laborales propias del grupo de
pertenencia, la cultura por géneros, el lugar de ciertos hábitos
como el casamiento o la maternidad.
La infancia se fue convirtiendo en objeto de estudio
cada vez más atrapante durante el siglo xx. El primer nom-
bre significativo que encontramos es el de Walter Benjamín
(1892- r940). Su obra ha perdurado y está presente en multi-
tud de producciones referidas al campo ético y estético. Leer
a \,Valter Benjamín es una experiencia intelectual y emocional ·
que contribuye a repensar el presente y volver a revisar el pa- · ._-.- ''-1"'''
sado. Uno de sus legados intelectuales es justamente su visión
de la infancia. Llevado por esta pasión, saber qué es un niño,
cómo piensa, cómo siente, se convirtió en coleccionista de li-
bros y juguetes antiguos. Y esta actividad le permitió viajar al
mundo de las hadas, de los libros infantiles de otros tiempos, a
construir hipótesis sobre estos objetos -libros y juguetes- que
eran indudables símbolos de construcciones culturales de la
infancia.
La utopía redentora de Benjamín alcanza a los niños, a los
de ayer y a los de ahora, porque es una utopía sin cumplir en
la sociedad capitalista de hoy. Su representación de infancia se
expresa en una avanzada defensa de la libertad del niño, de los
derechos de la infancia, cuando estos derechos no eran pensa-
dos por el mundo adulto, o al menos no eran supuestos jurídi-
cos como en la actualidad.
154
---- --- -- -- - - -- --- --- S,APIC!i v CAÑÓN I COMP.
La infancia es para Benjamín una "tierra de desembarco"
en la que los adultos intentan ubicar su ideario, su proyecto
propio, su mirada hacia el porvenir, sin respetar el presente del
niño. El adulto actúa de esta forma como un colonizador que
implanta su cultura al colonizado, en este caso, a la infancia
considerada como proyección de la propia ideología del adulto.
En su artículo "Panorama del libro infantil" expresa algunas
ideas sobre la forma de leer de los niños:
No es que las cosas emerjan de las páginas, al ser
contempladas por el niño, sino que éste mismo en-
tra en ellas, como celaje que se nutre del policromo
esplendor de ese mundo pictórico. Ante su libro ilu-
minado, practica el arte de los taoístas consumados;
vence el engaño del plano, y, por entre tejidos de
.-,-.:,
-'- color y bastidores abigarrados, sale a un escenario
donde vive el cuento de hadas.
El centro de su pensamiento es la valorización del juego, como
espacio de placer y de cumplimiento de deseos muy íntimos.
He aquí una "receta" que parece surgida de un consultorio pe-
diátrico contemporáneo :
Porque el juego, y ninguna otra cosa, es la partera de
todo hábito. Comer, dormir, vestirse, lavarse, tienen
que inculcarse al pequeño en forma de juego, con
versitos que marcan el ritmo. El hábito entra en la
vida como juego; en él, aún en sus formas más rígi-
das, perdura una pizca de juego hasta el final. For-
mas irreconocibles, petrificadas, de nuestra primera
dicha, de nuestro primer horror, eso son los hábitos.
Aun el más árido de los pedantes juega, sin saber-
155
PARA TEJER EL NI.00 - ------------------.
lo, en forma pueril no infantil; tanto más juega allí
donde se muestra más pedante. Pero no recordará
sus juegos. Sólo para él permanecerá muda una obra
como ésta. Un poeta moderno díce que para cada
hombre existe una imagen cuya contemplación le
hace olvidarse del mundo entero: ¿cuántos no la en-
contrarán en una vieja caja de juguetes?
El reconocimiento por parte de las organizaciones
mentales de los derechos de niños y niñas y de la u...,,,._,_,,.u,u.1:.:
de su protección, es algo reciente. El primer documento ~v,:;.cu ,:,.·," ···' ·
internacional que abordó este tema fue la Declaración de
Derechos del Niño, Ginebra, 1924,Liga de las Naciones
das. Pasaron muchos años hasta llegar a la actual
acordada por las Naciones Unidas, el 20 de noviembre de
La actual Convención reconoce una amplia gama de de-:
rechos civiles, políticos, culturales, económicos y sociales a
sector de la sociedad comprendido entre el nacimiento y los
dieciocho años de edad. Sabemos que esa Convención no . ..,,,...
cumple en todos los términos acordados, y que existen abisma~
les diferencias entre las clases sociales, y como consecuencia, .
entre los niños y niñas que nacen y crecen en un medio o en·
otro. Niños que van a instituciones de enseñanza privadas o ·
públicas, y niños que se ven obligados a trabajar desde tempra.:.
na edad, y no concurren a establecimientos de enseñanza.
¿Y qué tiene que ver la LIJ con todo lo anterior? En prin- · ...,,,...,,w ,.,.,.
cipio, IBBY (International Board on Books for Young People), ·
organización no lucrativa que fue fundada en Zurich, Suiza,.
en 1953,establece ciertos principios políticos y éticos que pro- '·
mueven el compromiso de escritores, ilustradores, especialistas,·
156
: STAPlCH y CA ÑÓN i COMP .
promotores, editores, con la cuestión de la infancia y sus nece-
sidades.
En su declaración inicial, IBBY se propone lo siguiente:
Promover el entendimiento internacional a través de
los libros para niños y jóvenes. Los libros amplían el co-
nocimiento que los niños tienen de otros países, valores y
tradiciones. De esta manera, contribuyen al desarrollo de
buenas relaciones entre las naciones y también a la paz en-
tre ellas.
Favorecer la publicación y la distribución de libros de
calidad para niños y jóvenes, especialmente en los países
en desarrollo.
Apoyar y formar a quienes trabajan con niños yjóvenes y
con la literatura para niños .
,·.'···''":1''1'' Estimular la investigación y el trabajo académico en el
campo de la literatura para niños.
Entre sus principios, IBBY afirma ser una institución solida-
ria con los principios de la Convención Internacional de los
Derechos del Niño y destaca que uno de sus enunciados más
importantes es el derecho del niño a una educación general y
al acceso directo a la información. Estos enunciados pueden
ser una convocatoria para todos los que participamos de este
espacio cultural, autores, editores, mediadores, tenemos una
responsabilidad histórica: definirnos y formar parte activa de
este momento de la historia, no aislarnos en la tarea cotidiana,
157
PARA T.EJER EL NIDO -- - ---- ------- ·---
fortalecer las instituciones que tienen en su meta la
ción de una sociedad que albergue a todos los niños y niñas
excepción.
La mirada sobre la infancia se amplió con las
nes de la psicoanalista Frans:oise Dolto (1922-1984).Su
La causade losniños, editado en Francia en 1985,acompañó
sus fundamentaciones el camino hacia la Convención ya
donada.
Si el hambre, la guerra, la explotación de la mano
de obra, la prostitución, los tráficos de toda clase
alcanzan a los hombres más venerables, la infancia
es la que menos se libra de esos flagelos. Se hacen
encuestas, se invocan los derechos humanos, se in-
augura el "año de la infancia": buenas obras, bellos
discursos, todo el mundo suelta su lagrimita y su
óbolo, se denuncia a los verdugos de los niños, a los
Minotauros de este siglo, ogros tecnócratas ...
La frontera entre los niños protegidos y los des-
heredados, entre los mimados y los aplastados, es
arbitraria y equívoca. Y esto impide percibir las re-
acciones de defensa de la sociedad. Busquemos el
denominador común de la infancia: ningún niño,
esté bien alimentado o carezca de vivienda adecua-
da, esté escolarizado, sea el pequeño campeón o el
pequeño esclavo,ninguno es tratado como una per -
sona. (3)
Dolto señala que lo habitual es destacar la inmadurez del niño,
antes que su potencialidad, su capacidad creadora, su genio na-
158
-- - -- ·•.·•:•::.,. __ ________ ___ _ _ _ __ S' rAPICH Y C AílÓN I COMP .
rural. El niño es visto como el futuro hombre al que hay que
formar y armar para que sea productivo.
También en Francia encontramos la palabra fuerte y certera
del gran ensayista Marc Soria no. Su visión sobre los niños, los
jóvenes y los libros, ha impactado de manera singular en los
especialistas del área . Su libro La literatura infantil para niños
y jóvenes fue publicado por primera vez en Francia en 1975y
luego constantemente actualizado en torno a diferen tes temas
relacionados con la literatura y la infancia. Graciela Montes
tomó la tarea de traducir y ampliar este libro con notas propias
acerca de la literatura infantil en nuestro país y en América
Latina . La edición castellana se la debemos a Colihue en r995.
El siguiente fragmento nos recuerda que los Derechos de la
Infancia no se respetan en el mundo contemporáneo:
Por cierto, el niño tiene sus deberes con respec-
to a sus padres, sus hermanos, sus compañeros, sus
maestros y la sociedad, en general, pero, al igual que
el Tercer Estado en vísperas de la Revolución Fran -
cesa, también tiene sus derechos que a menud o re-
sultan silenciados o violados.
Tiene derecho a te ner una familia, un techo, ali-
mentación suficiente. Tiene derecho a recibir infor-
mación y educación, no importa cuál sea el color de
su piel. Tiene derecho a que se respete su cuerpo y
su integridad física y tiene derecho, por fin, a una
formación y una capacitación acorde con sus aptitu-
des y sus gustos, que Je permitan en el futuro encon-
trar trabajo.
159
PARA TI::JJ::R EL NIDO - - ------ - - -- --- ---...;_•
Nuevos héroes en la literatura para niños
Estas nuevas miradas sobre la infancia y la adolescencia
ron el juego a una literatura diferente, más amplia, menos
ralizante . El siglo xx valorizó en Europa la obra literaria
Lewis Caroll, Mark Twain , y permitió el nacimiento de la
literaria de Michael Ende, Gianni Rodari, Roald Dahl,
Farías, Christine Nostlinger. Los personajes de estos a.u. , v1,¡;:s ,:-.::.::-:..::.
tienen modalidades propias , y van construyendo una galería ,..
nuevos héroes, como Alicia, Bastián, Matilda, Gretchen.
¿A qué llamamos héroe o heroína? Es un concepto IOlJª-:
do en los grandes mitos en los que un héroedebía asumir
tarea, atravesar dificultades, hasta encontrar una solución a
problema individual o colectivo. Todos recordamos a
enfrentando a Goliat, la lucha entre el Bien y el Mal, que va..:.
ría en los diferentes contextos culturales que nos va dejando :
la historia de la humanidad. Pensar en los niños y niñas como
protagonistas que defienden en el texto ficcional una idea, un
lugar en el mundo, un camino para salir adelante, es mirar a
infancia desde otra perspectiva, la de considerarlos personas,
sujetos sociales que tienen ideas, propósitos, y seguramente, su
propio camino de crecimiento hasta lograr la plenitud de sus
deseos, de sus proyectos.
Los héroes infantiles pueden ser muy pequeños, como el·.
personaje de ¿No duermes Osito?, cuento de Martín Wadell, ;
con ilustraciones de Bárbara Firth, Editorial Kokinos (r988).
Es sin duda una obra emblemática que nos da muestras de es- .
tos cambios en la década del 80. La anécdota es sencilla, un
Oso, un Osito que no se puede dormir, un abrazo contenedor
que resuelve el temor a la noche, común en la mayoría de los
160
.:·
- ---- --- - --- -- --- STAPJCH y CAÑÓN i COMP.
niños pequeños y tal vez, no tan pequeños. Pero si nos dete -
nemos a pensar, descubriremos algunos conceptos que vale la
pena que el docente que transmite el texto tenga en cuenta.
El Oso es un adulto que protege a un ser frágil. El texto dice
"Oso" y no "Osa", como suele ocurrir en los textos para el nivel
inicial. Pero lo más estimulante es la conducta del Oso Peque-
ño, que no acepta dormirse, juega y reclama, y es atendido en
su necesidad por Oso Grande, el adulto. El pequeño oso es un
11.:::
ser autónomo, provisto de energía para enfrentar con su recla-
•. ..... .,., .,. '.
mo al proyecto del Oso Grande, que era leer un libro.
/T\@ J]J{: Y pueden ser algo menos pequeños, aunque no tanto como
ocurre en el cuento de José Saramago La flor más grande del
mundo (Alfaguara, 2oor). El niño es tratado como alguien po-
tente, como reclama Dolto. El tema coloca en la infancia una
: problemática que pareciera pertenecer al mundo adulto: salvar
al mundo de su decadencia. U na flor decae, languidece, y las
imágenes muestran en sus pétalos dibujos de mapas, una es-
pecie de geografía impresa en ella. Un niño sale de su hogar
para salvar a la flor, que necesita agua para volver a vivir. Y al
agua de.be obtenerla el niño de la historia recorriendo difíci-
les caminos. Se convierte en un héroe cuando logra salvar a la
flor, que ahora todos sabemos que es el mundo , nuevo mundo
desabastecido de amor, de solidaridad, de héroes que quieran
salvarlo. Esta historia nos remite al tema que nos ocupa: algu -
nos libros alteran y comprometen al lector al desafío del cre-
cimiento, del rol protagónico, y a salvarse, valga la palabra, a sí
mismo de la inercia y el distanciamiento de los problemas que
afectan a la humanidad.
161
PARA TEJER k'.L NIPO ----- ------ ------ - .-
Baja el niño la montaña,/ Atraviesa el mundo todo,/ Llega
al gran río Nilo, /En el hueco de las manos recoge,/ cuanta
agua le cabía.
Vuelve a atravesar el mundo / Por la pendiente se arrastra, .
/ Tres gotas que llegaron , / Se las bebió la flor sedienta . / ·.
Veinte veces de aquí allí,/ Cien mil viajes a la Luna,/ La :
sangre en los pies descalzos / Pero la flor erguida / Ya daba . ·
perfume al aire / Y como si fuese un roble / Ponía sombra ·
en el suelo. (5)
Héroes y heroínas en la LIJ Argentina
Este proceso de intensa producción literaria en Europa
cambios en la representación del sujeto social, del lugar de
mujer, del niño, de la escuela- se desgranó en Argentina
posterioridad a la dictadura militar, que había
como barrera de contención de todo lo nuevo, especialmente
lo nuevo reivindicaba la libertad o cuestionaba de alguna ma~
nera el sistema económico; el capitalismo no podía ser mostra..:
do en toda su crueldad. Los niños pobres, la desocupación,
analfabetismo, los adolescentes amontonados en instituciones .
que no los cuidaban y que promovían en ellos formas demen .::
dales de la violencia, las formas sociales de protesta, el cues-
tionamiento de la violencia familiar, todo estuvo prohibido
nuestro país en el período 1976-1983.
Con el retorno de la democracia, las voces se liberaron,
fue naciendo una literatura potente que hoy ocupa un lugar al-· ....,.,.,:·.• '·'•'·
tamente significativo en el campo cultural y dentro del espacio :
escolar. Algunas de esas obras merecen ser mencionadas como ··
testimonio de este cambio que se fue acelerando a medida que
162
---------------- - STAP ICH Y CAÑÓN I COMP .
se afirmaba una identidad nacional, un proyecto. Estoy hacien -
do clara referencia y elogio al Proyecto Político que se desarro-
lla en Argentina desde 2003.
Gradela Montes: escribir sin fronteras
Para traer entre nosotros a esta gran mujer, brillante inte -
lectual, genial escritora, evoco una conferencia suya de 2001
porque me parece un buen comienzo para ingresar en el pen-
samiento de Graciela Montes y su pasión por un mundo dife-
rente, sin cárceles para la expresión y para el desarrollo pleno
de las identidades, de niños, jóvenes y adultos.
Estamos viviendo un tiempo raro y de muchas ma-
neras nuevo, en el que el mundo -esto que nos ro-
dea v, nos contiene- se nos muestra de a ratos como
prisión, de a ratos como desierto, de a ratos como
kermesse. A veces tenemos la sensación de estar
irremisiblemente "adentro'', atrapados en el interior
de algo que, mal que bien -más mal que bien para al
menos los dos tercios del planeta- nos determina y
rige con leyes de hierro nuestra vida. Otras veces la
sensación es más bien la de estar "afuera", la de no
pertenecer a nada. Nos sentirnos solos y demasiado
sueltos, ya que "eso" que al parecer nos contiene nos
resulta ajeno, no pensable y por completo desprovis-
i to de refugios. Para escapar de estas dos sensacio-
nes de tinte dramático - la de sumisión a un poder
opresivo y la de anonimato e indiferencia- conta-
mos con la kermesse. Ahí la sensación es la de estar
asistiendo a un espectáculo siempre fugaz, y más o
163
PARA TEJeR EI.. Nroo --- - ------ --- --- --
menos colorido, mezcla de shopping,reality show y
maxikiosco, donde nuestra misión -más allá de so-
brevivir- es entretenernos.
La literatura es una de sus más sensibles obsesiones. La infan-:::.
cia no es una obsesión menor. Ha demostrado en sus ensayos •
y en todas sus creac iones literarias, que la infancia ocupa en su :
escala de valores, un lugar jerárquico: primero la infancia y sus
necesidades. Ella eligió asumirse como adulto responsable de
la infancia. En su conferencia "La infancia y los responsables"~
presentada en París en r998, se expresa en estos términos:
Por cada niño golpeado o hambriento, por cada
nifio muerto o herido en la guerra, por cada niño
que enferma por falta de agua potable, por cada niño
analfabeto, por cada niño abandonado en las calles,
o frente a una pantalla, por cada niño angustiado o
perdido, somos responsables los adultos. Todos los
adultos. Responsables individual y socialmente. Y
globalmente, habría que agregar ahora, dados los
tiempos que corren.
Esta expresión contiene definiciones políticas que de alguna
manera señalan a las instituciones, todas las instituciones rela-
cionadas con los niños y los jóvenes: la familia, la escuela, los
centros de difusión cultural, los escritores, ilustradores, las edi-
toriales, las asociaciones de Literatura Infantil, el IBBY. Ha sido
tal vez un exceso, ha salido de los bordes de lo políticamente
correcto, ha olvidado que las ediciones son negocios, que pue-
den o no favorecer a la infancia. Lo cierto es que no se logró su
elección por el Jurado del IBBY en las diferentes ocasiones en
164
--- --- ·- - -- - - - --- -- STAPICH v CA1'1ÓN I COMP.
que se la nominó desde Argentina por gestión de ALIJA, para
ocupar ese lugar. Hablar de la miseria, de la explotación, es una
cosa. Pero afirmar que todos nos tenemos que hacer cargo de
los niños hambrientos, es otra cosa. Y en este lugar que eligió
como profesional de la escritura, está su mayor gloria, y tam -
bién su mayor dolor: pocos la acompañaron en su campaña a
favor de los Derechos de Infancia.
Su obra nos remite siempre a conflictos en los que los más
débiles deben enfrentar al más fuerte. Pequeños como Federi -
co que se hace pis, y nadie lo castiga; Feder ico que dice "no";
y es respetado; Federico que no quiere prestar sus juguetes, y
ningún adulto piensa que es un mal chico. Una visión recon-
fortante de la infancia.
Y la vemos tomando el timón de la responsabilidad ante
la infancia en el texto publicado por el Sindicato de Docentes
CE TERA, en acuerdo con UNICEF, en el año 2000:
Hay niños a los que se los obliga a trabajar como
adultos, mucho más allá de sus fuerzas y en condicio-
nes muchas veces peligrosas. Niños y niñas que tra-
bajan en hornos de ladrillos, en fábricas de vidrio, en
fábricas textiles, en las zafras, y las vendimias, en la
recolección de desechos, en el servicio doméstico, en
la calle vendiendo productos o pidiendo limosna o
en su propia casa, haciéndose cargo de los hermanos .
Un niño que trabaja no tiene su opo rtunidad. Lo
que tiene es una carga inmensa. Como el trabajo le
devora el tiempo y la energía, difícilmente pueda ir
a la escuela. Y menos aun tendrá la ocasión de jugar.
165
 PARA T&J&R EL NIDO ----- -- -- -- - - - - --
Poner a trabajar a un niño es llenarle de piedras el
camino y no dejarlo crecer bien.
Entre los libros más emblemáticos de su visión, se
Tengo un monstruo en el bolsillo (1999), y en él conocemos
Inés, que debe enfrentar la dura realidad de la '"'~"'-u•
en un acto escolar evocando el 25 de Mayo. La maestra la des~
plaza de un papel en la actuación, y elige a Verónica, que ·
lucir ropas más impactantes que Inesita, que proviene de un
hogar más humilde.
Nos cuenta Inés, en la novela:
Es una verdadera lástima, pero últimamente los grandes
me están fallando. No se dan cuenta. Casi nunca se dan
cuenta.
- ¡Qyé maravilla, Verónica! -dijo la señorita Bety: Sería
una pena no aprovechar todo esto. Mi alma rodaba por en-
tre las patas de los bancos.
-Inés (Inés soy yo, por si no lo adivinan), ¿qué te parece
si Verónica hace de Gerónima y vos buscás otro papel o te
.
inventas, algo ....¡)
Inés afirma luego que odia a esa maestra, porque le ha quitado
el lugar para dárselo a otra, por el lucimiento de las prendas.
¿Un hecho aislado? Tal vez ya no ocurra, pero tal vez sí. Y es
claramente maltrato en la institución escolar.
166
- - --------------- - STAPICH Y CAÑÓ N I COMP.
Graciela Cabal ... ¿son felices los niños?
Así nos interrogaba otra grande de la LIJ argentina. Atenta al
mundo de la infancia, nos brindó personajes surgidos de la vida
misma, y les dio vuelo literario en la ficción. Niños juguetones
y desordenados, como Tomasito; niñas que logran su mascota
tan deseada, como Julieta; Jacinto, el duende; Toby, un niño
diferente. Intensamente irónica y tierna a la vez, armó verda-
. cleros retratos familiares en los que por lo general los adultos
quedan "mal parados", y son los pequeños los que resultan más
brillantes en sus ideas, en sus creaciones .
Escuchemos su voz ...
Yo no escribía para chicos, hasta que en la edito-
rial en que yo trabajaba me pidieron que hiciera un
cuento infantil. Escribí Jacinto, un cuento que la di-
rectora de la colección no quería aceptar porque te-
nía un lenguaje muy atípico, muy coloquial. Pero el
dueño de la editorial dijo: sí, que este cuento salga.
Y tuvo mucho éxito. Era la época del proceso y en
algunas provincias del interior lo prohibieron . Es un
cuento sobre el nacimiento de un hermanito pero
dijeron que daba una imagen deformada de la fami-
lia, los chicos eran más inteligentes que los padres
y había una cosa de desorden familiar. Pero el libro
se siguió editando en Buenos Aires. Después escri-
bí Tomasito pero ese no se animaron a publicarlo.
Era un bebé que hablaba desde adentro de la panza.
Años después lo publiqué en otra editorial y ahora
Tomasito es una serie. Ya va por el cuarto Tomasito.
(Entrevista de 2001)
167
 PARA TE JER Et, NJOO --- ---- ---- ----- --
En el Nivel Inicial, uno de los libros más queridos por los
ños es Miedo (1998), editado por Sudamericana. Es la historia ·
de un niño que tiene miedo y no es atendido por los
que lo rodean, y debe soportar burlas justamente por su .... ..,__.,J
· La solución no proviene de sus padres, sino de la ~a.-iua.JLlu,1u; .
un perro, que se convierte en su compañero. Es por cierto
lugar que tomó· Cabal, del lado de los personajes, clel lado
la infancia, asumiendo una cierta forma de protección desde
literatura.
Dice Cabal:
-Yo estoy del lado de los niños. Eso es claro. El
niño, en general, hace alianzas con los abuelos, con
los viejos, porque los dos están en los extremos, en
una instancia que no es el trabajo, la compulsividad
de ser efectivos o exitosos, están marginados cada
uno en su extremo. Entonces se unen, como hacen
los marginados. Y en el medio q~edan los padres
que siempre están como en otra cosa, como que no
entienden.
Jugar,jugar,jugar...
La literatura para la primera infancia retomó la idea de que los
personajes de los cuentos infantiles tenían que jugar, armar su
fantasía dentro del relato tal como la pueden armar los niños
en temprana edad. Pero no una fantasía vacía de contenido,
todo lo contrario. Una fantasía cargada de sutiles referencias
a la realidad y la posibilidad de modificarla. Niños jugando, el
juego como centro de la narración.
168
- ---------------- S,APJCH v CAÑÓN I COMP.
En el cuento Así, así, asá (2010), de Laura D evetach, la fa-
mosa Tía Sidonia camina mirando sus nuevas sandalias, y en
· esa marcha se van sumando personajes que creen estar buscan-
.·. do algo nuevo y misterioso. El juego se convierte así en el lugar
de encuentro del autor y el lector a la vez que se propone una
manera de soltarse y andar tras un objetivo divertido, lejos de
los habituales objetos buscados en tantos libros infantiles. La
obra literaria de Laura Devetach acomodó muy bien el lugar
de la infancia con identidades que se instalaron en el lugar del
patio de juegos.
María Elena \IValsh abrió la puerta para salir del estereoti-
po, encontrar en la ficción y el disparate una nueva visión de
la vida y del sentido lúdico de las acciones humanas. Historia
de una princesa,su papá y elpríncipe Kinoto Fukasuka;Manueli-
ta; Cuentoposde Gulubú, son ya clásicos que permanecerán en
la salitas del Jardín, en el arenero, o bajo un árbol donde una
maestra los vuelva a recrear.
Gustavo Roldán, el querido escritor que se ha marchado
a otros mundos, a convivir con Don Sapo, con el Tatú, con el
colibrí, con su retablo de personajes que hablan como los ni-
ños, y, especialmente, piensan como los niños. Ese sapo que a
veces es un adulto y otras un niño travieso, que dice alguna que
otra mentira para afirmar su poder en el grupo. Cuentos para
pensar, para reír, como los que encontramos en Sapo en Buenos
Aires (20n), con ese sabor irónico que un chaqueño como él
podía poner en palabras, en historias.
169
PAi.¼ TEJER EL NlOO - --- - -- - -- - - -- - ------...:._
Historias que construyen la memoria en niños y jóvenes ·
Entre los primeros textos que ubican la ficción en el tema
la dictadura militar, se encuentra Los pájaros mudos, 1ni:mictcf ,!/i
en la antología Un desierto lleno de gente, de Esteban
tino, que editó Sudamericana en el año 2002. La historia
los adolescentes violentamente capturados por un grupo
tareas y conducidos a un centro clandestino, llevaba al
inevitablemente a recordar el fatal destino de los "'" ·uuJc:u .ilt:~,<:.
asesinados por defender el boleto estudiantil. Es un retorno ·
La noche de los lápices, un diálogo con aquel episodio. Pero ·.
el texto literario el escritor trabaja estas identidades, la pasión
por la justicia, el atreverse; es decir, una mirada sobre esta eta--;
pa de la vida muy diferente a la que se mostró como única en
los medios masivos, y que se asentó en la representación de la .
adolescencia de muchos docentes argentinos: banales, sexuali..:
zados en extremo, drogadictos, egoístas, y sin intereses por el
estudio . Gastón Albiolea y Lucía Nievas no responden a ese
posible modelo basado en la desvalorización. Son héroes de su
historia de amor y de su historia de combate .
El año de la vaca, de Márgara Averbach es una novela del
año 2003, de Editorial Sudamericana, dentro de su colección
La pluma del gato, que buscaba un adolescente pensado, como
en el libro anterior, por Canela, que dirigía entonces la colec-
ción.
La novela abre ante el lector las ventanas de la memoria
histórica que constituye hoy uno de los grandes temas de los
organismos de Derechos Humanos. Durante la dictadura mi-
litar instalada en Argentina en el período 1976-1983,muchos
niños nacidos en los centros clandestinos de cautiverio fueron
170
-- - - -- ---- - - --- -- S-rAl'lCH Y CA ÑÓN I COMP.
robados y posteriormente entregados a otras familias que lue-
go se adjudicaron una paternidad falsa. La historia narrada por
Márgara Averbach coloca en las voces de un grupo de ado-
lescentes la reconstrucción de la verdadera identidad de una
adolescente que ha crecido en un hogar ilegítimo y los pasos
que recorre hasta descubrir su verdadero origen.
Un breve texto introductorio a modo de dedicatoria permi -
te al lector saber de antemano que la ficción parte de un hecho
verdadero y esto otorga a la historia la fuerza de lo real, trans-
formado en acontecimiento estético, en un producto artístico
de profundo humanismo. Éste es el enunciado:
A las Abuelas de Plaza de Mayo, que conocen la
historia.
A Mónica, María Cristina, Diana, Perla, Miriam,
Lea, que se sentaron a conversar en bares, en patios,
en bancos de plaza hasta que me devolvieron, de a
poco, con paciencia infinita, la conciencia del poder
que hay en la charla.
El discurso más conmovedor es sin duda el de Nadia, la niña
a
robada su familia, cuando finalmente sabe que ella es en ver-
dad, Celeste:
La foto era como yo tres veces. Cuatro. Yo en el hombre
alto, un hombre con mi piel, con mi pelo rojo. Yo en la
mujer, en esa cara repetida, la mía, mi cara calcada y agran-
dada. Yo, en el bebé. Porque no dudé ni un momento: yo
había sido alguna vez esa cosita abrigada y envuelta. Y la
cuarta, yo afuera de la foto, mirándome tres veces. Me pa-
reció que me moría. Me faltaba el aire. En cierto modo
'·
171
PARA TEJER EL NIDO-- -- - - ---------- --
sigo así. Se me está pasando pero muy despacio. Lo que . :-..
menos se me pasa es la rabia por lo que me robaron. L_a ....· , ,
sentí ese día y ahí está, todas las mañanas. Ni siquiera sé si ,:.:;::h{'
quiero que se vaya. . ·•\\\NY
/<
El mar y la serpiente, dePa
ula Bombara, fueeditadaet :lJ!,
por
Grupo Norma en el año 2005. Podríamos decir que la nov~~·.<jJ{
la avanza un paso más en el tratamiento del tema: aparece~//\
nombres y alusiones claras a la Triple "N.',que había asesinado •. ·
al padre de la autora en r974.
La novela se inicia indudablemente en la tapa, de . rrido que se va cumpliendo en el campo jurídico, político, so-
diseño, en la que aparece un primer plano de una niña peque-
ña con un libro abierto, sumamente concentrada en el objetivo·
de desenmarañar su significado. En el fondo, una biblioteca, y
allí el título de esta novela para jóvenes: El mar y la serpiente.
Se trata tal vez de un rompecabezas, un mapa semántico para ·.
descifrar, y ese es el desafío del texto. Como la niña de la tapa,
el lector abrirá este libro y allí la encontrará con sus frágiles
frases infantiles anunciando su historia y proponiéndonos ese
trabajo, armar su historia .
A modo de desenlace aparece una carta, ese trabajo de re-:
dacción que una profesora le pide porque es 24 de marzo, fe-
cha clave en la historia de la Argentina. La escritura vuelve a
resignificar la totalidad de la novela, que es finalmente eso, la
historia de una escritura que se autopr oduce y se va cargando
de sentido página a página hasta llegar a la verdad sospechada
que ahora es enunciado histórico:
Hoy nos faltan 30.000 personas con nombre y apellido.
30 .000 es un montón de gente.
172
-- -- -- -- -- - --- - -- STAPICH v CAÑÓN I CoM P.
La novela de Paula Bombara tiene un campo de recepción muy
amplio entre los jóvenes que hoy se inter esan por encontrar en
la literatura testimonios de aquello que fue velado, ocultado.
Las voces que la autora logró construir, son eficaces porque
apelan a lo más hondo de la con dición humana y no intentan
traspasar la conciencia del Otro. Una virtud en el texto para
ser recuperada es -exactamente- el respeto por el receptor y la
primacía de lo afectivo y lo ético por encima de las controver-
sias racionales de los hechos históricos.
Piedra,papel o tijera, de Inés Garland, es parte de este reco-
cial y cultural. Nuevos juicios a represore s permiten que hasta
los más alejados de la temática se inquieten y traten de saber
más. Un momento oportuno para un texto como éste. Una de-
cisión editorial inteligente. Editada por Alfaguara, dentro de la
Serie Roja, fue destacada por la Asociación de Literatura In -
fantil y Juvenil Argentina en el mismo año de su edición : 2009.
La novela confronta dos sectores de la sociedad argentina:
una clase media alta por una parte , una clase social formada
por desocupados y excluidos del sistema productivo, margina -
dos, pero no entregados, por otra. Lo s héroes de esta historia
son adolescentes que deben atravesar la etapa de la dictadura
militar y sus consecuencias, ubicados en lugares sociales bien
diferentes. Alma pertenece a una familia con un nivel econó-
mico alto y con una cultura bien definida: desprecia a los más
humildes y los considera en una escala humana con pocas po-
sibilidades de crecimiento intelectual. Su familia ocupa una
casa de fin de semana en el Tigre y eso le permite conocer a
Marito, a Carmen, a la abuela Ángela, otro mundo, otra cultu -
ra, en la que encuentra más afecto que en su cómoda casa de
173
PARA 1' EJER EL NlOO - - ---------------~ --
la ciudad. La novela va desencadenando acontecimientos
conocemos de la mano de Alma, narradora de toda la
que atraviesa un largo período hasta llegar a nuestros días.
El día que conocí a Carmen y a Marito, el jardín de la
isla había amanecido inundado. Los árboles parecían flotar . ·
muy derechos y las casas de los vecinos, al otro lado del río, ··
eran como animales acuáticos, inmóviles sobre sus largas ·
patas. Salí a la galería en punta s de pie para no despertar a ·.
mis padres. Qy.ería ir a jugar al jardín antes de que vieran
la creciente, porque a la única que le gustaban las crecien-
tes era a mí. ..
Antes no había tenido necesidad de mentirles a mis pa-
dres, pero a partir de entonces entendí que no podía pre-
tender que apoyaran mi relación con Marito y mi vida se
fragmentó: empecé a vivir en compartimientos aislados.
Por un lado tenía el colegio y las actividades que tenían
que ver con los estudios, por el otro mis fines de semana
con Marito, y por otro, también distinto, mis encuentros
con él en la ciudad.
La relación amorosa entre Marito y Alma es una relación pro-
hibida, su iniciación sexual también, ya que ella concurre a una
escuela religiosa y el sexo fuera del matrimonio es considerado
pecado grave. Alma viola todos los acuerdos de clase, todas las
consignas religiosas, se inicia en otra realidad, comprende lo
que nunca le explicaron: la pobreza es la consecuencia de un
sistema económico. Ella es libre de elegir a qué mundo quiere
pertenecer. Y elige. Y la novela es eso, la posibilidad de elegir,
de pasar de un lugar a otro, de decidir sin el consentimiento
174
: - ------ --- - -- - -- STA PICH v CAi, óN I C OMP.
de la familia, de encontrar otra familia que no es la originaria .
Alma elige a doña Ángela, a Marito, a Carmen. Elige después
comprometerse en buscar y buscar. Buscar a un niño robado en
la dictadura.
La recuperación de voces ancestrales
Los habitantes de América, denominados equívocamente "in-
dios", avasallados por la conquista, han tenido poco escenario y
reclaman justamente ir a la escuela, conquistar lectores. Azul la
cordillera,de María Cristina Ramos, fue inicialmente editad o
por Editorial Sudamericana (1991),luego descatalogado, y vol-
vió triunfal en una nueva edición del Grupo Norma (2006). A
través de una narrativa poética, íntima, desfilan personajes de
la tierra del Neuquén, pobrezas, sueños, reclamos, porque esa
tierra era mapuche y ahora es del huinca ...
Es de mapuches este sitio. Todos los nombres de luga-
res son mapuches, porque estuvimos primero . El huinca
no descansó hasta adueñarse. Aunque algunos hermanos
también se perdieron. Porque los huincas los vencían y le
daban el fruto del olvido.
La abuela mía supo contar. De cuando estuvo cautiva en
una estancia lejos de la cordillera. Nosotros, para salvar,
peregrinamos mucho tiempo. Y ahora estamos aquí. Y yo
lo siento. No me olvido que soy dueña. Soy dueña y estoy
arrinconada.
Cuando mi papá me dio su abrazo, yo sentí el olor de mi
casa. Y me acordé de la espuma del jabón que yo le sé pre-
parar en el tazón de afeitarse. Entré con el maestro al al-
175
PARA TEJER EL NIDO - ------- --- -- --- -----c
bergue y conocí a los otros maestros. Había olor a mate
cocido y todos los chicos estaban en el comedor.
-Éste es Benito -dijo el maestro-. (r2)
Con el mismo tono poético, María Cristina Ramos se
en la realidad de la pobreza del pueblo mapuche y nos .... ,JLa .:.
con voz de niña en la novela Mientras duermen laspiedras,
tada por Edelvives en el 2009. Voces de niños pobres, de
que deben trabajar en lugar de ir a la escuela. Niños de a-Pr,ti>' -:io::-.
pobre y buenaza.
Un día llegaron unos hombres vestidos de azul y con esca- •
leras. Miraron el aire del lugar, los árboles, las casas. Saca- . ·
ron los cables que nos traían la luz y no dijeron nada.
Los del comedor nos avisaron que era porque se trataba
de una instalación clandestina. Yo me asusté, porque sabía
que lo clandestino era algo escondido y que no estaba bien
hacer. Pero no alcanzaba a entender por qué no podíamos
tener luz, siendo la luz algo tan bueno, sobre todo por las
noches.
Sí, la pobreza nos vuelve tristes, dice la canción, "y uno no
piensa más que en morir". Es cierto. Pero huir y refugiarse en .
paraísos de aislamiento, no creo que nos haga más felices a los
que podemos comer todos los días, y venir acá, a escucharnos,
a reflexionar. Es posible hacer mucha belleza, la poesía está ·
hecha de trozos del alma, puede llorar y nadie protesta. Por ·
eso María Cristina Ramos pudo hacer poesía con la pobreza
de los mapuches, con sus reclamos, y no escribió lin panfleto.
Escribió literatura. Una literatura que defiende ciertos valores,
176
. ------ --- ---- --- - $1'APJCH y CAÑÓN I COMP .
justamente los que algunos latinoamericanos estamos defen-
diendo con uñas y dientes.
Hacia una literatura sin adjetivos
Pero hay otra María, cordobesa ella. María Teresa Andruetto
que recibió en 2012 el Premio Hans Christian Andersen, otor -
gado por un jurado internacional del IBBY . De su mano de
poeta sutil, intensa , rica en la creación de imágenes como aires
mañaneros, como solcitos, como ternuras del corazón, vienen
sus textos desde hace ya bastante tiempo.
De su cuantiosa obra, vamos a evocar tres relatos en los que
la infancia se viste de lujo.
La durmiente, cuento editado por Alfaguara en 20 10, juega
con la Bella Durmiente, que en esta versión no se despierta con
el beso de un príncipe sino con una revolución. El texto reco-
rre diversas escenas en las que la Princesa observa la pobreza y
se conmueve, y esto, claro, no estaba en Perrault, que trabajaba
para la corte y pertenecía a la Iglesia Católica. Esta princesa se
conmueve frente a los campesinos, los artesanos, los mendigos,
los hambreados. En algún momento, para no ver, decide dor -
mir. El texto dibuja un guiño crítico hacia el poder ciego ante
las necesidades de los integrantes de la comunidad que gobier-
na. Un Poder que no se hace cargo, tema actual, presente en el
discurso social cotidiano. La estructura tradicional se renueva
a favor de otra cultura, otra infancia. Una infancia que puede
comprender, pensar, cuestionar al adulto, y también revisar el
lugar del Poder, es una infancia con Derechos.
La niña, el corazón y la casa:Tina y Pedro, una niña y un
niño. Son hermanos. Han sido separados por razones que nin-
177
PAR/\. TEJER EL NIDO - - - ------- ~- -- --
guno de ellos puede comprender, pero que en el mundo -~ •._.i .,v.:<,,
aparecen como un cuidado hacia Tina, porque su hermano ·
diferente. Tina vive con su padre y su abuela Herminia,
vive en otra casa con su madre.
¿Y por qué tu mamá tiene que quedarse a cuidar a tu her -
mano?
Porque está enfermo.
¿Enfermo de qué?
Nació con los ojos estirados, dice T ina y se estira los ojos
con los dedos para mostrarle a su amiga, tiene los ojos
como chinos y necesita que lo cuiden mucho, mucho, por-
que no puede hacer solo todas las cosas, por eso yo no pue-
do vivir con mi mamá ¿entendés?
El texto no dice nada más sobre la condición del niño, no hace ·.
falta. Cada lector comprenderá que no se trata de una enfer- ·
medad, sino de una diferencia que vuelve a Pedro más <lepen- .
diente de un adulto . Sin embargo puede jugar, amar, compren-: : ·,,·.'.',:c:•:,::-.
der, necesitar a Tina, como cualquier otro niño. La decisión de
los padres de criarlos en hogares diferentes se presenta como
un acto cruel y discriminador. Y son el amor y el juego, en-
samblados en la ingenuidad y la ternura, los que logran el final
feliz, que mientras leemos vamos esperando.
Los hermanos se han largado a jugar, hacia el fondo del
patio, tan entusiasmados que ni siquiera se acercan ya a
pedir algo. En lo que va de la tarde, han armado una casa
con ramas de ligustro y en la casa tienen los muebles de
madera que llevó Tina, las pequeñas réplicas hechas por
178
---..:_ - ----- -- - -- ---- -- STAPICli Y CAÑÓN I COMP .
los enfermos del Asilo, y vasos, platos y una panera de
plástico que sacaron de la cocina. Estaban jugando al papá
y a la mamá, tienen dos hijos, y van a todas partes juntos ,
tomados del brazo, cada uno con un muñeco en el brazo
que le queda libre. (r6)
El país de Juan nos habla de un país, de ese otro país que no
aparece en los canales de televisión privados ... Este país, nues-
. tro país ... que no siempre es mostrado, porque la miseria da
i vergüenza, decía mi abuela.
· Allá van los cartoneros, en la poesía de María Teresa An-
druetto, y entonces los vemos , los vemos porque la literatura
puede ser una vidriera que limpie las nubes que tejen los due-
ños del dinero ...
Villa Cartón está donde está desde que el mundo es mun-
do. Nadie sabe quién le dio ese nombre, ni tampoco cuán-
do, pero hace mucho que se pusieron las primeras chapas
1
"'·'·'· y los primeros cartones y alguien colocó piedras y ladrillos
sobre los techos para que no se volaran. A Villa Cartón
van a parar los que llegan desde el norte a buscar trabajo
en la ciudad. Y a ese sitio llegaron Juan y sus padres.
Y se hicieron cartoneros, como todos los que viven en la
Villa, porque allí, hasta los niños más pequeños separan los
cartones sanos de los rotos, los mojados de los secos.
Y los venden.
Pero a la vida de Juan, llega Anarina ...
179
'PARA TEJER EL NIOO - --- - ---- - -- ---- - -- ---- ----- - -- --- --- - STAP!Cli. v CAi-ÍÓN I COMP.

En Villa Cartón,Juan conoció a Anarina. Supo que tenía · Tengo una petaquita / para ir guardando / las penas y las
el pelo muy largo y muy negro, como el cielo del norte en penitas / que me van dando.
las noches sin luna. Y los sueños de un país de Juanes y Anarinas.

Crecen, luchan, construyen, se organizan para defender sus de- ..

rechos, su derecho a vivir y a trabajar, y a comer ... Pero .. . lle-·
gan Los Hombres Violentos, dice el texto.
Llegaron y los persiguieron/ Olfatearon como perros en
las escuelas / En los sindicatos y en las fábricas.
Los años de la dictadura militar, el cierre de fábricas, el desem- ·.
pleo, y la prisión. Pero el destino de Juan era volver a su lugar ·
de origen, a fundar otra vez la vida. Juan y Anarina logran su
sueño. El desenlace los sorprende esperando al hijo y cantando
la vieja canción ...
Tengo una petaquita/ para ir guardando/ las penas y las
penitas / que me van dando.
El texto de María Teresa huele a vida, a canto, a fundación, a
vamosapoder. Nosotros, acá reunidos, tenemos algo para cons-
truir, algo para hacer renacer, porque los chicos y los jóvenes se
merecen docentes esperanzados, y transgresores, para ir, para
ir.. . contra el viento de la mentira y la sombra del fracaso. La
literatura puede ser un arma poderosa contra la mala onda, en
principio . Y un arma filosa contra los que no quieren poner el
hombro. Y un arma bella, para los que andamos de sueño en
sueño, poniendo color en las aulas, y en la mirada de los pibes
argentinos .
Lista de referencias
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RAMOS,M.C. (200 9) Mientras duermenlaspiedras. Buenos Aires:
Edelvives. Lo grande por lo pequeño: cuestiones de la crítica
SARAMAGO,J. (2001) La flor másgrande del mundo. Buenos Aires:
Alfaguara. Mila Cañón

La rayuela se juega con una piedrita que hay que empujar

con la pun ta del zapato. Ingredientes: una acera, una piedrita,
un zapato y un bello dibujo con tiza, preferentem ente de colores.
En lo alto está el Cielo, abajo está laTierra, [ ... ] un día se aprende
a salir de la Tierr a y remontar la piedrita, hasta entrar en el Cielo.
Lo malo es que justamente a esa altura, se acaba de golpe la infancia
y se cae en las novelas [ ... ] Y porque se ha salido de la infancia
se olvida que para llegar al Cielo se necesitan, como ingredientes,
una piedrita y la punta de un zapato.

Rayuela.Julio Cortázar

El atisbo de una crítica posible

* Conferencia Plan Nacional de Lectura, Sindicato de Luz y Fuerza de

Córdoba, 30 de mayo de 2012. Una versión anterior se publicó
en la revista NovedadesEducativas N° 240/z41, Enero 2ou, con
el título "Nuevas representaci ones de infancia en los libros para
niños y adolescentes".
Pensar la crítica literaria implica de inmediato un acto de lec-
tura, un posicionamiento que, si bien instala al especialista en
un lugar, por otra parte, selecciona, otorga valor, ofrece miradas
y por qué no, legitima. Leer entre líneaslos textos escritos para
la infancia ·supone un trabajo que a estas alturas ya no preten-

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