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CORPORACION DE ASISTENCIA JUDICIAL

CENTRO JURIDICO Y SOCIAL MELIPILLA


VALDES 880
OF. CONTRAPARTE
CRZ/fga

EN LO PRINCIPAL: AUTORIZACIÓN PARA SALIR DEL PAÍS; PRIMER OTROSÍ:


ACOMPAÑA DOCUMENTOS; SEGUNDO OTROSÍ: EXHORTO; TERCER OTROSÍ:
BENEFICIO DE ASISTENCIA JUDICIAL; CUARTO OTROSÍ: SEÑALA FORMA DE
NOTIFICACIÓN; QUINTO OTROSÍ: PATROCINIO Y PODER.

JUZGADO DE FAMILIA DE MELIPILLA

SILVIA MACARENA ZÚÑIGA ZAMORANO, chilena, soltera, técnico en


gastronomía, cédula nacional de identidad N° 16.576.761-6, domiciliada en Oztolozas
155, Comuna de Melipilla, Región Metropolitana, a US., respetuosamente digo:

Que, en representación de mi hija ANTONELLA PAZ MORALES ZÚÑIGA,


chilena, cédula nacional de identidad N°23.990.546-3, de 6 años de edad, de mi
mismo domicilio, vengo en interponer demanda de autorización para salir del país de la
menor, en contra de su padre don VÍCTOR MIGUEL ALBERTO MORALES
PRADENAS, chileno, técnico eléctrico, cédula nacional de identidad N° 16.786.094-K,
domiciliado en calle 2 Nº 1092, Villa El Carmen, Malloco, Peñaflor (en adelante, el
“Demandado”), en virtud de los argumentos de hecho y de derecho que pasó a
exponer:

LOS HECHOS

Con ocasión de la relación sentimental y de convivencia que mantuve con el


demandado y que terminó en febrero de 2018, nace nuestra hija ANTONELLA PAZ
MORALES ZÚÑIGA, de actuales 6 años de edad.
La niña vive conmigo, aún no se regula judicialmente ni alimentos ni relación
directa y regular ya que el demandado no se presentó a las citaciones efectuadas por
centro de mediación.

Viajaré a Brasil con mi hija y mi actual pareja, en contexto de vacaciones de


verano, desde los días 12 a 19 de febrero del año 2019, los pasajes para dicho destino
ya fueron comprados así también fue pagada y reservada la estadía, ya que se trata de
un paquete de viaje con todo incluído a través de LATAM. La idea es relajarnos y
conocer ese país, tenemos pensado tomar tours y poder recorrer. La niña ya sabe de la
existencia de este viaje y esta entusiasmada con el mismo.

En un prinicipio, el padre y demandado de autos señaló que me otorgaría la


autorización notarial, sólo me pidió que fuera yo quien pagara los trámites, es más, me
confirmó que lo iba a hacer, por esta razón compré los pasajes. Sin embargo, pasados
los días cambió de opinión sin ningún fundamento, salvo el hecho de molestarse
porque le solicité dinero para algunos gastos de nuestra hija, como el colegio, ya que
no aporta para su subsistencia hasta el día de hoy.

El demandado se enojó, negándose a la autorización sin pensar en el bienestar


de Antonella. El viaje será beneficioso para mi hija, ya que le permitirá conocer otra
cultura, disfrutar sus vacaciones en hermoso lugares, compartir con otros niños,
conocer algo de un idioma distinto; además, ella misma ha manifestado que le gusta
ese idioma y que le interesaría aprender los bailes de Brasil, además de viajar en
avión, que tal como ella manifiesta sería “pasar por las nubes”.

Mi hija estará en todo momento a mi cargo durante el viaje. Hago presente que
me encuentro bien establecida en este país, con contrato indefinido de trabajo, con
buenas condiciones de habitación, por lo que no pretendo quedarme fuera del país con
la niña, es sólo un viaje de vacaciones el que harán.

EL DERECHO

Nuestro legislador ha entendido que el derecho-deber de cuidado personal de


los hijos debe ser radicado en quienes brindan mayores garantías en orden a asegurar
el interés superior de los menores, en concordancia con ello, el artículo 224 inciso
primero del Código Civil señala:

“Toca de consuno a los padres, o al padre o madre sobreviviente, el cuidado


personal de la crianza y educación de sus hijos”.

Luego, ante la eventualidad de que los padres vivan separados, como en este
caso particular sucede, el artículo 225 del Código Civil en su inciso tercero dispone:

“…A falta de acuerdo del inciso primero, los hijos continuaran bajo el
cuidado personal del padre o madre con quien estén conviviendo…”

La decisión respecto en quién debe radicarse el cuidado personal del


menor debe estar subordinada, sobre toda otra consideración, al interés superior de
éste, así lo prescribe la Convención sobre los Derechos del Niño y el artículo 242 del
Código Civil, que en su inciso segundo establece:

“En todo caso, para adoptar sus resoluciones el juez atenderá, como
consideración primordial, al interés superior del hijo, y tendrá debidamente en cuenta
sus opiniones, en función de su edad y madurez”.

El artículo 229 del Código Civil establece que:

“el padre o madre que no tenga el cuidado personal del hijo tendrá el derecho y
el deber de mantener con él una relación directa y regular, la que se ejercerá con la
frecuencia y libertad acordada directamente con quien lo tiene a su cuidado, según las
convenciones a que se refiere el inciso 1º del artículo 225 o , en su defecto, con las
que el juez estimare conveniente para el hijo.”

En el texto de la ley de menores N° 16.618, en su Artículo 49° establece:

“La salida de menores desde Chile deberá sujetarse a las normas que en este
artículo se señalan, sin perjuicio de lo dispuesto en la ley N° 18.703.
Si la tuición del hijo no ha sido confiada por el juez a alguno de sus padres ni a
un tercero, aquél no podrá salir sin la autorización de ambos padres, o de aquel que lo
hubiere reconocido, en su caso.
Confiada por el juez la tuición a uno de los padres o a un tercero, el hijo no
podrá salir sino con la autorización de aquél a quien se hubiere confiado.
Regulado el derecho a que se refiere el artículo 229 del Código Civil, por
sentencia judicial o por avenimiento aprobado por el tribunal, se requerirá también la
autorización del padre o madre a cuyo favor se estableció.
El permiso a que se refieren los incisos anteriores deberá prestarse por
escritura pública o por escritura privada autorizada por un Notario Público.
Dicho permiso no será necesario si el menor sale del país en compañía de la
persona o personas que deben prestarlo.
En caso de que no pudiere otorgarse o sin motivo plausible se negare la
autorización por uno de aquéllos que en virtud de este artículo debe prestarla, podrá
ser otorgada por el juez de letras de menores del lugar en que tenga su residencia el
menor. El juez, para autorizar la salida del menor en estos casos, tomará en
consideración el beneficio que le pudiere reportar y señalará el tiempo por el que
concede la autorización.
Expirado el plazo a que se refiere el inciso anterior sin que el menor,
injustificadamente, vuelva al país, podrá el juez decretar la suspensión de las
pensiones alimenticias que se hubieren decretado. En los demás casos para que un
menor se ausente del país requerirá la autorización del juzgado de letras de menores
de su residencia.”

art. 49 bis.
En la sentencia el juez podrá decretar que la autorización a que se refiere el
inciso sexto del artículo anterior habilita al padre o madre que la haya requerido y que
tenga al menor a su cuidado para salir del país con él distintas ocasiones dentro de los
dos años siguientes, siempre que se acredite que el otro progenitor ,
injustificadamente, ha dejado de cumplir el deber, regulado judicialmente o
convencionalmente, de mantener una relación directa y regular con su hijo. El plazo de
permanencia del menor de edad en el extranjero no podrá ser superior a quince días
en cada ocasión.
Artículo 19 N° 3 de la ley 14.908
“Si constare en el expediente que en contra del alimentante se hubiere
decretado dos veces alguno de los apremios señalados en los artículos 14 y 16,
procederá en su caso, ante el tribunal que corresponda y siempre a petición del titular
de la acción respectiva, lo siguiente:

3.Autorizar la salida del país de los hijos menores de edad sin necesidad del
consentimiento del alimentante, en cuyo caso procederá en conformidad a lo
dispuesto en el inciso sexto del artículo 49 de la ley Nº 16.618.”
No sólo la Normativa nacional reconoce este derecho para el niño, también los
instrumentos internacionales ratificados por Chile y que se encuentran vigentes según
el artículo 5º inciso segundo de la Constitución Política, proclaman su valor, así la
Convención sobre los Derechos del Niño Adoptada y abierta a la firma y ratificación por
la Asamblea General en su resolución 44/25, de 20 de noviembre de 1989 señala en su
artículo:

Artículo 3:
1. En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones
públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas
o los órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el
interés superior del niño.
2. Los Estados Partes se comprometen a asegurar al niño la protección y el
cuidado que sean necesarios para su bienestar, teniendo en cuenta los derechos y
deberes de sus padres, tutores u otras personas responsables de él ante la ley y, con
ese fin, tomarán todas las medidas legislativas y administrativas adecuadas...”

Artículo 7:
“1. El niño será inscrito inmediatamente después de su nacimiento y tendrá
derecho desde que nace a un nombre, a adquirir una nacionalidad y, en la medida de
lo posible, a conocer a sus padres y a ser cuidado por ellos...”

Artículo 9:
“1. Los Estados Partes velarán por que el niño no sea separado de sus padres
contra la voluntad de éstos, excepto cuando, a reserva de revisión judicial, las
autoridades competentes determinen, de conformidad con la ley y los procedimientos
aplicables, que tal separación es necesaria en el interés superior del niño. Tal
determinación puede ser necesaria en casos particulares, por ejemplo, en los casos en
que el niño sea objeto de maltrato o descuido por parte de sus padres o cuando éstos
viven separados y debe adoptarse una decisión acerca del lugar de residencia del niño.
2. En cualquier procedimiento entablado de conformidad con el párrafo 1 del
presente artículo, se ofrecerá a todas las partes interesadas la oportunidad de
participar en él y de dar a conocer sus opiniones.
3. Los Estados Partes respetarán el derecho del niño que esté separado de uno
o de ambos padres a mantener relaciones personales y contacto directo con ambos
padres de modo regular, salvo si ello es contrario al interés superior del niño...”

Artículo 10:
“1. De conformidad con la obligación que incumbe a los Estados Partes a tenor
de lo dispuesto en el párrafo 1 del artículo 9, toda solicitud hecha por un niño o por
sus padres para entrar en un Estado Parte o para salir de él a los efectos de la reunión
de la familia será atendida por los Estados Partes de manera positiva, humanitaria y
expeditiva. Los Estados Partes garantizarán, además, que la presentación de tal
petición no traerá consecuencias desfavorables para los peticionarios ni para sus
familiares.
2. El niño cuyos padres residan en Estados diferentes tendrá derecho a
mantener periódicamente, salvo en circunstancias excepcionales, relaciones personales
y contactos directos con ambos padres. Con tal fin, y de conformidad con la obligación
asumida por los Estados Partes en virtud del párrafo 1 del artículo 9, los Estados
Partes respetarán el derecho del niño y de sus padres a salir de cualquier país, incluido
el propio, y de entrar en su propio país. El derecho de salir de cualquier país estará
sujeto solamente a las restricciones estipuladas por ley y que sean necesarias para
proteger la seguridad nacional, el orden público, la salud o la moral públicas o los
derechos y libertades de otras personas y que estén en consonancia con los demás
derechos reconocidos por la presente Convención...”

POR TANTO;

En mérito de lo expuesto, normas citadas y, según lo dispuesto en los artículos


225 y siguientes del Código Civil; en el artículo 229 del mismo cuerpo legal; en los
artículos 3, 7, 9 y 10 de la Convención sobre los Derechos del Niño; en el artículo 49
de la Ley 16.618 de Menores; ley 18.703 y demás disposiciones legales vigentes y
aplicables.
PIDO A US., tener por interpuesta demanda de Autorización para la salida del País, en
contra de don VÍCTOR MIGUEL ALBERTO MORALES PRADENAS, ya
individualizado, acogerla a tramitación, y en definitiva autorizar a nuestra hija
ANTONELLA PAZ MORALES ZÚÑIGA, para ausentarse del país desde el día 12 de
febrero hasta el día 19 de febrero del año 2019, ambas fechas inclusive, por ser
beneficioso para el desarrollo y calidad de vida de mi hija ya individualizada, con
expresa condena en costas en caso de oposición.

PRIMER OTROSÍ: RUEGO A SS., tener por acompañado los siguientes documentos,
sin perjuicio de ser incorporados en la oportunidad procesal correspondiente:

1.- Certificado de nacimiento de mi hija Antonella Morales Zúñiga.


2.- Copia de reserva de avión de mi hija Antonella Morales Zúñiga.
3.- Certificado de alumno regular de mi hija Antonella morales Zúñiga.

SEGUNDO OTROSÍ: Pido a SS. En atención al domicilio del demandado que se


encuentra ubicado en la comuna de Peñaflor, se sirva exhortar al tribunal de Familia
de Peñaflor, a fin de que se proceda a notificar al demandado de la demanda de autos,
su proveído y toda resolución pertinente, facultando al tribunal exhortado para que
practique todas las diligencias necesarias para el adecuado cumplimiento de dicha
notificación.

TERCER OTROSÍ: Pido a US., tener presente que por estar patrocinada por la
Corporación de Asistencia Judicial, gozo del Beneficio de Asistencia Jurídica Gratuita,
según lo dispuesto en el artículo 600 del Código Orgánico de Tribunales, lo que
acreditaré oportunamente mediante el respectivo certificado.

CUARTO OTROSÍ: Pido a US., ordenar que las notificaciones que se dicten en el
presente juicio sean notificadas al correo electrónico crojascaj@gmail.com, de
conformidad a lo dispuesto en el artículo 23 de la Ley de Tribunales de Familia

QUINTO OTROSÍ: Solicito a US., Tener presente que vengo en designar como
abogado patrocinante y conferir poder con las más amplias facultades contenidas en
los incisos 1° y 2° del artículo 7 del Código de Procedimiento Civil, especialmente
desistimiento en cualquier instancia de la acción deducida; aceptar la demanda
contraria; absolver posiciones; renunciar los recursos o términos legales; transigir;
comprometer; aprobar convenios, excepto la de percibir, y diligencias procesales
pertinentes, a la abogada de la Corporación de Asistencia Judicial de Melipilla, doña
don CAROLINA ANDREA ROJAS ZÚÑIGA, cédula nacional de identidad Nº 14.498.896-
5, domiciliada en calle Valdés N° 880, comuna de Melipilla.

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