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Q U IN T A PA R TE

SISTEM A M U SC U LO - ESQ U ELETIC O


SISTEM A E N D O C R IN O
SIST E M A H E M A T O P O Y E T IC O Y L IN F A T IC O

Dr. Wilson Peñafiel


-6 6 3 -
CAPITULO 1 0 0 '\ V dolor que puede aparecer en reposo o que
puede hacerse más ostensible cuando es
i
presionada o ejercitada en su m ovim iento
SISTEMA MUSCULO-ESQUELETICO? en' form a pasiva o en form a activa. Sin
embargo, es necesario proceder con cuidado
La sem iotecnia del sistem a m ú s c u lo - en la interp retació n de algunos signos posi­
esquelético com prende fundam entalm ente la tivos. Por ejem plo, en la denom inada bursi­
exploración de las articulaciones. Para esto, tis prerrotuliana aguda, (bolsa de los capuchi­
se requiere la aplicación de dos m étodos nos) (1), la m ovilización de la rodilla al
exploratorios: la inspección y la palpación m áxim o de su extensión provoca dolor, de­
más la realización de ciertas m aniobras espe­ m ostrando cierto m argen de m ovilidad pasi­
ciales basadas en la disposición anatóm ica de va indolora, con sensibilidad exquisita en de­
la articulación exam inada. term inada zona. En cam bio en un proceso
a rtrítico agudo de carácter inflam atorio,
Vamos a considerar los principales
la movilización pasiva provoca d olor en todo
síntom as y signos. Los dividirem os en gene­
el m argen del m ovim iento y las zonas de
rales y específicos. El C uadro 100-1, expresa
sensibilidad son difusas (1).
los síntom as y signos generales.
En la exploración de ru tin a del siste­
m a articular, la movilización y la com pre­
CUADRO No. 100-1 sión sim ultáneas constituyen pruebas útiles
para d etectar inflam ación articular. Así, el
SINTOMAS Y SIGNOS G ENERALES i signo más precoz en la artritis rcumatoidea*.
1 .- D oíor. suele ser el dolor producido en una articu­
lación m eíacarpofalángica de la m ano y que
2 .- Calor. generalm ente es sim étrica (1, 2, 3). En las
3 .- R u b o r. artro p atías degenerativas (osteoartrosis) pue­
4 .- den descubrirse áreas sensibles localizadas\
E d em a.
en relación con los ligamentos y otras estruc­
5 .- D efo rm ació n . tu ra que rodean la articulación (2 , 4).
6 .- Im potencia funcional.
El dolor de la articulación enferm a es
la que lleva a la im potencia funcional de la
m isma. Es característico com o en la fiebre
1— DO LO R.— A parte de lo consignado reum ática, en donde el proceso agudo ataca
en el C uadro 3-2 que trata del sín to m a dolor preferentem ente a grandes articulaciones y
in general, es necesario hacer las siguientes que tiene el carácter m igratorio, la incapaci­
consideraciones, que lo contiene el Cua­ dad funcional de las diferentes articulaciones
dro 100-2 tom adas, llevan a un verdadero estado de
CONSIDERACIONES AL CU A D RO 100-2 postración.
El dolor articular constituye el síntom a 2 .— CALOR.— Interrogarem os al paciente
más llam ativo dentro de los procesos inflam a­ si la piel de la articulación o articulaciones
torios articulares denom inados tam bién ar­ enferm as están calientes.
trítico s. 3 . - RUBOR.— Del mismo m odo, pregun­
Una articulación inflamada provoca tarem os si la piel de las articulaciones afee-
-6 6 4 -

CUADRO No. 100-2 <


«
DOLOR A RTICU LA R
I
Q ué interrogar Cóm o interrogar
I
1.1: D olor articu lar espontáneo. 1.1: C uando está en reposo le duelen i
las coyunturas?
1.2:
i
D olor articu lar co n el movim ien­ 1.2: C uando le mueve la coyuntura,
to activo. el d o lo r aum enta? •
1.3: D olor articu lar con la presión 1.3: C uando se presiona la coyuntura t
enferm a el dolor se hace más in ­
tenso? Señale el sitio que más le
duele.
1.4: D olor articu lar co n los m ovi­ 1.4: Qué le pasa al dolor cuando yo le (
m ientos pasivos. muevo la coyuntura? (el médico
m oviliza suavem ente la articu­
lación).
!
1.5: D olor m o n o a rticu la r o poliarticu- 1.5: Cuáles articulaciones le duelen? é
lar.
1.6: C arácter m ig rato rio del dolor 1.6: Siem pre le duelen las mismas
articular. articulaciones?
1.7: D o lo r articu lar sim étrico.- 1.7: Le duelen las mismas articulacio­
nes en am bos lados? .
«

*!
En los procesos inflam atorios a g u d o r^ j
tadas se h a n enrojecido.
sean m ono-articulares o poli-articulares, e L ^
4 .— EDEM A.— A l edem a lo podem os con­
edem a es siem pre caliente; en cambio e i ^ .
siderar co m o u n sín to m a y com o un signo.
los procesos que han pasado a la c r o n o ^ l
C om o sín to m a nos rem itim os al Cuadro 3-1,
cidad o p o r lesiones degenerativas, el e d e m ^ ^
correspondiente al in te rro g a to rio aplicable a
es frío . El carácter renitente de la tu m e f a c - ^
cualquier sín to m a y com o signo al Cuadro
ción habla siem pre a favor de la presencié® !
100-3.
de derram e intraarticular. £ jj
CO NSIDERACIONES AL CUADRO 100-3
El edem a articular denom inado tam ­ 5 .— y 6 .— DEFORM ACION A R T I C U L A R
bién tum efacción articular, puede asentar en E IM POTENCIA F U N C IO N A L .- El Cua­
cualquiera de las estructuras de la articulación dro 100-4 señala el qué y cóm o interrogar.
com o: 1) T ejido sub cu tán eo periarticular; CONSIDERACIONES AL CUADRO 100-<
2) Cápsula y m em brana sinovia!; 3) C artíla­ La deform ación articular se observ^
go articu lar; 4 ) T ejido óseo; 5) Com bina­ en grandes tum efacciones articulares como
ción de estos elem entos. p o r ejem plo en la artritis de la fiebre reu!
CUADRO No. 100-3

EDEM A ARTICULAR

Q ué exam inar Cóm o exam inar

1 .- Edem a articular caliente ' 1 .- P alpando con el dorso de los de­


dos la piel de la articulación en­
ferm a.

2 .- E dem a articu lar frío ' 2 .- Idem .

3 .- Edem a p o r derram e sinovial 3 .- Palpando la articulación afectada


que dá la sensación de palpar una
pelota de agua.

CUADRO No. 100-4

ANAMNESIS DE LA DEFORM ACION E IM POTENCIA FUNCIONAL

Qué interrogar: Cóm o interrogar:

1 .- D eform ación articular 1 .- Ha observado que su articulación


ha cam biado de form a?

2 .- Im potencia funcional:
2.1: Rigidez articular. 2.1: Ha observado qué sus articulacio­
nes am anecen rígidas o tiesas?
2.2: M ovim iento articular pasivo. 2.2: Puede m over su articulación en­
ferma, con ayuda?
2.3: M ovim iento articular activo. 2.3: Puede m over la articulación en­
ferm a, sin ayuda?
2.4: Crujidos articulares 2.4: Al realizar los m ovim ientos ar­
ticulares ha oído ruidos?

p á t i c a , artritis reum atoidea, etc.; en trauma- La im potencia funcional, com o su


^ s m o s que han p ro ducido luxaciones o frac- n om bre lo indica, es la dism inución o desapa­
^ í r a s , en grandes derram es intraarticulares rición de los m ovim ientos de determ inada
i r o s o s (hidrartrosis), de sangre (heinartrosis) articulación.
^ d e pus (piartrosis). La Fig. 100-1 demues- Se investiga solicitando al paciente que
*J r a una deform ación de rodilla por artritis. m ueva la articulación o articulaciones afecta-
- 6 6 6 -

F ig . 1 0 0 -1 E je m p lo d e d e f o r m a c ió n a r tic u la r
p o r a r t r iti s d e ro d illa .
das, sea en form a pasiva (con ayuda) o en
form a activa (sin ayuda). En los procesos
inflam atorios agudos, el dolor que siente el
paciente al tra ta r de movilizar su articulación
F ie . 1 0 0 -2 E je m p lo d e a n q u ilo s is d e c a d e ra .
es lo que determ ina la im potencia funcional.
La m ovilidad articular pasiva está res­
tringida en casi todas las afecciones inflam a­
torias o degenerativas; tam bién lo encontra­
m os en los traum atism os articulares con
lesiones de los diferentes elem entos an ató ­
micos que dañan la arquitectura articular
(m usculares, ligam entosas, capsular, óseos,
etc.). Los ejem plos más frecuentes son los
esguinces, luxaciones y fracturas que serán F ig . 1 0 0 -3 T é c n ic a p a lp a to r ia p a r a i n v e s t ig a c i
descritos al hab lar de los síndrom es articu­ c ru jid o a r tic u la r d e ro d illa .

lares. La m ovilidad pasiva está abolida en ca­


con granulaciones finas (1, 2, 3). En las
sos de fusión ósea, com o sucede en la anqui-
teoartrosis, la crepitación es más ruda. EL
losis Fig. 1 0 0 -2 .
ruido crepitante puede tam bién tener s ™
La m ovilidad articular activa dism inui­ origen en las vainas tendinosas (4). m
da significa siem pre un m enor grado de lesión
aunque en la anquilosis, esta m ovilidad tam ­ m
bién está abolida.
m
El crujido articular, es un signo im por­ BIBLIOGRAFIA
m
tante de artro p a tía , que puede ser escuchado
1 .— B il k a P . J . : S ig n o s f í s i c o s d e l a A r t r i t i s R e J j
y tam bién palpado ejercitando el m ovim ien­
m a to id e . C lín ic a d e N o r te a m é r ic a ;M a y o ^
to pasiyo de la articulación, colocando una 1 9 6 8 , p. 4 9 3 —5 0 2 . %
de las m anos sobre la articulación, tal com o 2 .— C h r i s t i a n C h . L .: A rtritis R e u m a to id e A
lo dem uestra la Fig. 100-3 En la artritis e n f e r m e d a d a r t i c u l a r d e g e n e r a t i v a . D e T ra *
reum atoidea , se puede percibir una crepita­ t a d o d e M e d ic in a I n t e r n a d e C é c il—L o e
B e e s o n M c D e r m o t t ; 1 4 e d i c i ó n , T o m o I, P a r v
ción suave y fina, que indica que las superfi­ t e V I , C a p . 8 7 y 9 8 , p . 1 7 0 —1 9 2 . E d i t o r ^
cies móviles ya no son de cartílago liso, sino I n t e r a m e r i c a n a , M é x ic o 1 9 7 8 .
3.— S t e v e n s M .B ., T o w n e s A .S .: A r t r i t i s R e u m a -
to id e y A r tr o p a t ía D e g e n e ra tiv a . D e T r a ta ­
d o d e M e d ic in a I n t e r n a d e H a r v e y A .M .,
J o h n s , O w e n s, R o s s; 19 e d ic ió n . S e c c ió n 1 4 ,
C a p s . 1 1 6 y 1 2 1 , p . 1 2 1 5 —1 2 6 7 . E d ito ria l
I n t e r a m e r i c a n a , M é x ic o , 1 9 7 8 .

i.— W e r n e r M .: A r tr o s is . D e C o m p e n d io d e
R e u m a t o l o g i a . P á g . 2 1 4 —2 3 9 . B a r c e l o n a ,
1965.

-i
CAPITULO 101
1
COLUMNAWERTEBRAL/

Conviene realizar un estudio en conjun­


to de la colum na vertebral y luego p or seg­ F ig . 1 0 1 -1 C u r v a tu r a s n o r m a le s d e la c o lu m ­
n a . S u je t o d e p e r f il.
m entos.

L - COLUMNA VERTEBRAL EN CON­


JUNTO.
Se estudiará:
1: A lteraciones en la forma.
1.2 A lteraciones de la movilidad.
1.3 A lteraciones en la estructura.
. 1: ALTERACIONES EN LA FORM A.- En el F ig . 1 0 1 -2 X if o s is y l o r d o s i s p a t o l ó g i c a s .

sujeto adulto norm al, la colum na cervical y


a lum bar presentan una lordosis fisiológica,
en cam bio la colum na dorsal y el sacro
resentan una cifosis tam bién fisiológica,
Fig. 101-1 .
La form a de la colum na vertebral cam-
)ia constantem ente según la posición que el
ujeto adopte o el m ovim iento que ejecute.
Cuando la alteración de la colum na vertebral
es perm anente y no es posible corregirla por
p a voluntad, se dice que la alteración es F ig . 1 0 1 -3 E s c o l io s is d e c o l u m n a .

^patológica (4). Estas desviaciones patoló­ Cifosis y lordosis patológicas.— Fig.


gicas pueden ser observadas en el plano sa- 101-2 Se localiza en la. región dorsal y lum ­
Rgital, dando lugar a las cifosis patológicas y bar respectivam ente e indica lesión, a nivel
|¡k>fdosis patológicas, Fig. 101-2 , y en el pla­ de los cuerpos vertebrales o discos interver-
no fro n tal dando lugar a la escoliosis, Fig. teb rales,y a que al dism inuir su consistencia,
Í101-3 . perm ite que se aplaste bajo el peso del cuer-
— 008 —

po, y com o el arco p o sterio r de las vértebras


no se aplastan, la colum na, al ceder en su
parte anterior, se incurva hacia adelante (4).
Com o ejem plos podem os citar a la
tuberculosis vertebral o Mal de P o tt, o ste o -r/
mielitis, cáncer óseo, fracturas, lesiones d e l\^ y
disco intervertebral, etc.
Es im p o rtan te indicar que com o fenó­
m eno com pensatorio, se produce en estos ca­ F ig . 1 0 1 -4 L o rd o s is lu m b a r c o m p e n s a to r ia d e ]
x ifo s is d o rs a l.
sos u n a exageración de la lordosis lum bar
Fig. 101-4 ,c o n el ob jeto de restablecer el
equilibrio.

Escoliosis.— E n condiciones no rm ales,.


y observando al paciente desde atrás, la co­
lum na es casi recta y situada totalm en te en el
plano m edio sagital del cuerpo, con excep­
ción de una leve curva de concavidad iz­
q u ierd a en la región dorsal, com o resultado
del desigual desarrollo m uscular de la cintura
escapular y del m iem bro superior derecho.
E n los zurdos la concavidad es hacia la dere­
cha. E sta rectitu d de la colum na se puede F ig . 1 0 1 -5 E s c o l io s is c o m p e n s a d o r a p o r d e 5
s ig u a ld a d d e m ie m b r o s in f e r io r e s .!
alterar p o r las siguientes causas:
La dism inución de la movilidad de hfi
1 Desigualdad de longitud de los m iem ­ colum na puede deberse a lesiones o proceso!
bros inferiores; en este caso, la pelvis se incli­ inflam atorios que afectan a to d o s y cac
n a hacia el lado más c o rto , para conservar el uno de los elem entos anatóm icos. Así sej
^ equilibrio, produciéndose escoliosis com pen­ encuentran lim itaciones en procesos artríti*
s a d o ra . Fig. 101-5 . eos com o la espondilitis anquilopoyética, en
2 .— M alform aciones congénitas (escoliosis lesiones degenerativas de la colum na comc
congènita). la espondiloartrosis, en luxaciones o frac^j
turas de vértebras y en la hernia de los diseoí
3 .— Parálisis de los m úsculos de los canales
intervertebrales, entre otros padecim ientos.
vertebrales, com o en la poliom ielitis. I.3 : ALTERACIONES DE LA ESTRUCTURA^
4 .— E n retracciones de un hem itorax p or DE LA COLUMNA VERTEBRAL.- Sólo SOI*
procesos pleuro-pulm onares graves. Esta visibles a los Rayos X, de tal m anera que se
tam bién es una escolisis com pensadora. rán estudiadas en la parte correspondiente ^
exámenes com plem entarios.
I I . - COLUMNA V ERTEBRA L POR SEG­
1.2 : ALTERACIONES DE LA MOVILIDAD.- Se
MENTOS:
investiga haciendo realizar m ovim ientos de:
flexión, extensión, inclinación lateral y ro ta­ Se debe realizar con el paciente de pie
ción, tal com o indican las figuras 101-7A, o sentado, con el dorso erguido. El Cuadro j
101-7B, 101-7C, y 101-7D. 101-1 analiza el qué y cóm o exam inar.
- 669 -

F ig . 1 0 1 -7 M o v im ie n to s d e c o lu m n a d o rso -
lu m b a r : A ) F le x ió n ; B) E x te n ­
s ió n ; C ) F le x ió n la te ra l; D ) R o ta ­
c ió n .
-6 7 0 -

CUADRO No. 101-1


EXPLORACION DE COLUMNA V ERTEBRA L PO R SEGMENTOS
Q ué exam inar: C óm o exam inar:

1 . - « C o lu m n a cervical:
1.1: M ovim iento de flexión 4 5 ° 1.1: H aciendo que el paciente incline
la cabeza hacia abajo. Fig.
101-10A.
1.2: M ovim iento de extensión 4 5 ° 1.2: H aciendo que el paciente ex tien ­
da la cabeza hacia atrás Fig. 101-10B
1.3: M ovim iento de flexión lateral 4 5 ° 1.3: H aciendo que el paciente incline
la cabeza hacia un lado, tratan d o
de pegar la oreja hacia el ho m b ro .
Fig. 1 0 M 0 C .
1.4: M ovim iento de rotación 6 0 ° 1.4: H aciendo que el paciente gire su
cabeza h acíala derecha o izquier­
da. Fig. 101-1OD.

2 .- C olum na d o iso ju rn b a r;
2.1: M ovim iento de flexión. 2.1: El paciente de pie y m anteniendo
sus rodillas rectas, se le invita a
que in te n te to car los dedos de
sus pies, con sus manos. Fig.
101-7 A.
2.2: M ovim iento de extensión. 2.2: Con el paciente de pie, se le invita
a que se incline hacia atrás apo­
yándose en la m ano del explora­
dor. Fig. 101-7B.
2.3: M ovim iento de flexión lateral. 2.3: -El paciente de pie, desliza su m a­
n o (izquierda o derecha) hacia
abajo, siguiendo p or la superficie
de la respectiva pierna. Fig.
101-7C.
2.4: M ovim iento de rotación. 2.4: Con el paciente sentado en un
tab u re te se solicita que rote la ca­
beza y los hom bros hacia un lado
prim ero y luego hacia el o tro,
hasta alcanzar el m áxim o m ovi—
m iento. Fig. 101-7D.
p
-6 7 1 -
9
CONSIDERACIONES AL CUADRO 101-1
La colum na cervical, en condiciones
norm ales, presenta una curvatura hacia ade­
lante o Iordótica, que en condiciones p ato ­
lógicas, puede aplanarse. En la exploración
de la colum na cervical, es im portante que el
paciente realice una serie de movim ientos
tales com o: flexión hacia adelante, flexión
lateral, extensión y rotación. Los m ovim ien­
tos de flexión generalm ente alcanzan un
m áxim o de 4 5 ° , en cambio que el m ovim ien­
to de rotación llega hasta los 6 0 °, com o in­
dican las figuras No. 101-10. Los m o v i­
m ientos de flexión se realizan entre el occi­
pucio y la prim era vértebra cervical, en cam ­
bio, el m ovim iento de rotación se realiza
en tre la le ra , y 2da. vértebras cervicales.

Los procesos inflam atorios o degenera- ^


tivos que afectan a las estructuras del raquis
cervical, producen necesariam ente lim itación
o anulación de los distintos movim ientos.
Son frecuentes las espondilitis o degenera­
ción* de los discos irítervertebrales y las
espondiloartrosis o degeneración de las ar- r
ticulaciones intervertebrales. O tro padecí- L
m iento que dism inuye la función del raquis
es la espondilitis anquilosante o anquilopoyé-
tica, debido a la esclerosis de la superficie de
los cuerpos vertebrales y a la calcificación del
aparato ligam entoso.

La colum na dorso-lum bar, se la explo­


ra en unidad. F uncionalm ente existe una va­
riación im portante: m ientras los m ovim ien­
tos de flexión y extensión los realiza la co­
lum na lum bar, los m ovim ientos de rota­
ción, se efectúan en la colum na dorsal.
En los m ovim ientos de flexión hacia
adelante, la am plitud se juzga observan­
do con cuidado los m ovim ientos de la
región lum bar cuando invitamos al paciente a
F ig . 1 0 1 -1 0 M o v im ie n to s d e c o lu m n a c e rv ic a l:
A) F le x ió n ; B) E x te n s ió n ; que to q u e con sus dedos de las m anos los
C ) F le x ió n la te r a l; D ) R o ta c ió n . pies, m anteniendo derechas las rodillas. Los
-6 7 2 -
m ovim ientos de flexión lateral tienen espe­
cial utilidad para distinguir entre una lesión
de disco intervertebral y una espondilitis
anquilosante, pues en esta últim a la lim ita­
ción es más severa (1).
E n el exam en de la colum na dorso-
lum bar, existen otras lesiones que pueden
ser observadas a sim ple vista, com o p or ejem ­
plo el aum ento de la xifosis en la o ste o p o ro -
sis senil que produce deform ación y acuña-
m iento de las vértebras. Cuando la destruc­
ción está localizada en uno o dos cuerpos
vertebrales da com o resultado una angulación
brusca hacia adelante com o se observa en la
tuberculosis vertebral, denom inada Mal de
P o tt.
La escoliosis o desviación lateral de la F ig . 1 0 1 -1 1 P u n to s d o lo ro s o s v e rte b ra le s :

columna., Fig. 101-3, es la m ás grave de las A ) A p ó f is is e s p in o s a s .


lesiones debido a que los cuerpos vertebrales B ) E s p a c io s in te r e s p in o s o s .
giran u n o sobre o tro y com o la m ayor p arte C ) C a n a le s v e r t e b r a l e s .
de las vértebras susceptibles de rotación son
dorsales y están unidas a las costillas, éstas
H o w e ll E s c o l io s is . D e T ra ta d o de <
tam bién se desplazan hacia adelante en u n la­ M e d i c i n a I n t e r n a d e C é c il— L o e b , B e e s o n ,
do y hacia atrás en el lado opuesto. (2) M c D e m i o t t , 1 4 e d i c i ó n , T o m o I, F a r t e X I , {
S e c c i ó n 3 , C a p . 4 9 8 , p . 9 6 7 —9 6 8 . E d i t o r i a l
El aum ento de la lordosis lum bar se ob­ .1) I n t e r a m e r i c a n a , M é x ic o , 1 9 7 8 . |
serva en la esjiflndilolistesis, que significa un 3 — M c K h a n n G .M .: E n f e rm e d a d e s d e la m é d u la ,
deslizam iento de la colum na lum bar sobre el e s p in a l. D e T r a ta d o d e M e d ic in a I n te r n a d e
H a r v e y A .M ., J o h n s , O w e n s , R o s s ., S e c c i ó n ■
sacro (4). 1 5 , C a p . 1 3 8 , p. 1 3 9 2 . E d ito ria l In te ra m e ­
r i c a n a , M é x ic o , 1 9 7 8 . j
O tras anom alías com o la sacralización
de la qu in ta lum bar, la espina b ifíd a, serán 4 .— P a d i l l a T . y C o s s i o P .: S e m i o l o g í a d e c o l u m ­

descritas en la parte correspondiente a exá­


n a v e rte b ra l. C ap. X V , p . 2 5 7 —2 5 8 . L ib re ­ i
r ía “ E l A te n e o ” , B u e n o s A ire s , 1 9 5 6 .
m enes com plem entarios (R ayos X). <
PUNTOS DOLOROSOS VERTEBRALES: i
Se busca con el paciente en decúbito
i
pro n o : 1) Presionando sobre las apófisis es­
pinosas (A ); 2) Presionando sobre los es­ <
CAPITULO 102
pacios interespinosos (B); 3) Presionando i
sobre los canales vertebrales (CX ^ig- 1 0 1 - 1 1 ).
i
EXAMEN DE MIEMBRO SUPERIOR
BIBLIOGRAFIA i
1 .— G o fto n J .P .: D ia g n ó s tic o d ife re n c ia l e n tr e 1 . - ARTICULACION DEL H O M B R O .-1
E s p o n d ilitis A n q u ilo s a n te y A r tr it is R e u m a -
to id e . C lín ic a s d e N o r te a m é r ic a , M ayo,
Fig. 102-1 . El Cuadro 102-1, contiene el |
1 9 6 8 . p . 5 1 7 —5 2 6 . qué exam inar y cóm o hacerlo.
1
CUADRO No. 102-1
1
w
EXAMEN FISIC O DE LA A R 'riCULACION D EL HOMBRO
>
> Qué E xam inar C óm o Exam inar

1.1: M ovim iento de abd u cció n 1.1: H aciendo que el paciente eleve su
1 (gleno-hum eral 9 0 o—T o tal: 18 0 ° brazo lateralm ente hasta el nivel
1¥ del h o m bro (9 0 °) o hasta llegar
a contactar con la cab eza(180°).
> Fig. 102-2A.
$ 1.2: M ovim iento de aducción: 5 0 ° 1.2: H aciendo que el paciente lleve el
í brazo p o r delante del tórax.
Fig. 102-2B.
í
) 1.3: M ovim iento de flexión. 1.3: H aciendo que el paciente balancee
(gleno-hum eral 9 0 o—T o tal: 180° su brazo hacia adelante com o du­
rante la m archa: a nivel del hom ­
i bro (9 0 ° ), a nivel de la cabeza
(1 8 0 °) Fig. 102-2C.
>
> 1.4: M ovim iento de extensión: 6 5 ° 1.4: H aciendo que el paciente balancee
L su brazo hacia atrás, com o en la
i m archa. Fig. 102-2D.

1.5: M ovim iento de ro tació n interna: 1.5: Se invita al paciente a que con el
\ 90° pulgar “ se rasque la espalda” ,
) m idiendo la altu ra m áxim a que
pueda hacerlo. Fig. 102-2E.
)
) 1.6: M ovim iento de ro tació n externa: 1.6: Con la articulación del codo en
60° flexión a 9 0 °, llevar el antebrazo
1
hacia afuera. Fig. 102-2F.
1

\.

'CONSIDERACIONES AL CUADRO 102-1 para la articulación del h o m b ro propiam ente


1 Iniciaremos el estudio del m iem bro su- dicha o glenohum eral, los elem entos articu-
i perior, con el exam en del hom bro. Las ar- ^ares son difícilm ente palpables,
ticulaciones que intervienen en los m o v im ie n ^ , Para exam inar la m ovilidad glenohume-
jto s del hom bro, son las siguientes: esterno- ral pura, es necesario fijar la escápula con una
clavicular, acrom ioclavicular, escapulotoráci- m ano puesta sobre la clavícula y la espina de
ca y glénohumeral. Las dos prim eras son fá- la escápula, tal com o m uestra la Fig. 102-3.
cilm ente accesibles a la palpación; en cambio, Los m ovim ientos así se definen com o gleno-
-6 7 4 -
clavícula hum erales o del hom bro to ta l y se observan
acrdrnion principalm ente en los m ovim ientos de ab­
ducción y de flexión. Se debe tom ar com o
posición de com ienzo o cero aquella en que
el brazo cuelga ju n to al cuerpo con la palma
de la m ano hacia adelante.
Los_ procesos dolorosos del hom bro,
son atribuidos generalm ente a padecimientos
"'in fla m ato rio s agudos de origen reum ático co­
m o p o r ejemplo la artritis reum atoidea, la fie­
bre reum ática, el lupus eritem atoso etc. o a
procesos crónicos degenerativos. En otras
ocasiones son procesos inflam atorios locali­
zados no artrítico s prim arios, tales com o las
humero '^ e n d in itis , bursitis, capsulitis, etc.
F ig . 1 0 2 -1 E s q u e m a d e a rtic u la c ió n d e l h o m -
bro.

Fig. 1 0 2 -2 M o v im ie n to s d e l h o m b r o : A ) A b ­
d u c c ió n ; B) A d u c c ió n ; C ) F le x ió n ;
D ) E x te n s ió n ; E ) R o ta c ió n I n te r ­
n a ; F ) R o ta c ió n e x te m a .
-6 7 5

rig . 1 0 2 -3 M o v im ie n to a rtic u la c ió n g le n o —
h u m e ra l p u ra .

A sí p or ejem plo, en la tendinitis del


tpraespinoso (4, 5), afección bastante fre-
íente, es típ ic a la aparición del dolor en el
Rrcio m edio (de 6 0 ° a 120°) de la abducción
hiva, que desaparece si el brazo está en ro- F ig . 1 0 2 -5 E s q u e m a a rtic u la c ió n d e l c o d o .
:ión externa com pleta.
La luxación del hom bro es otra de las CONSIDERACIONES AL CUADRO 102-2
[siones frecuentes. E n estos casos, la cabeza En la articulación del codo, se debe
ll húm ero n o guarda relación co n la cavidad exam inar los m ovim ientos de flexión, exten­
pnoidea y no puede palparse p o r debajo dé sión, pronación y supinación. Para estos úl­
punta del acrornión. En la luxación ante­ tim os m ovim ientos es necesario hacer la ex­
ar, que es la más frecuente, el brazo se ploración con el codo flexionado para evitar
pn tiene en rotación externa, con el codo que el m ovim iento se efectúe en el hom bro.
ejado del cuerpo; el paciente n o puede to-
En los procesos inflam atorios agudos
rse la oreja opuesta con la m ano del lado
(artritis) están dificultados todos los movi­
H ^ c t a d o . En las luxaciones posteriores, es
m ientos; en los procesos degenerativos (artro-
^ ^ « •a c te rís tic o que el brazo esté en rotación
sis), se observa que los m ovim ientos de flexión
¡ ^ m erna y no pueda colocarse en rotación
y extensión están más com prom etidos que la
l^ f c e r n a .
supinación y pronación (5).
n a » . Por últim o, es necesario recordar que
j£rtos dolores del h om bro, pueden ser dolo- En los derrames articulares, el codo se
referidos o reflejos, explicados por el me-ea. coloca en flexión m ediana con una pequeña
ismo de los reflejos viscerosensitivos ya pronación;se observan las prom inencias de la
diados en otro capítulo. cavidad sinovial a los lados del olécranon, es­
pecialm ente cuando se observa p o r la parte
En los dolores del hom bro derecho,
posterior.
que pensar en padecim ientos dependien- ,
La deform idad del codo generalm ente
de hígado, vesícula, pleura y d ia fra g m a ;0
es debido a fractura. El epicóndilo del húm e­
os del hom bro izquierdo en padecimien-
ro es el sitio de origen del grupo de m úscu­
o sde: pleura, diafragm a y corazón.
los extensores del antebrazo. C uando hay
ARTICULACION DEL CODO - Fig. tensión constante de estos m úsculos, la zona
P # - 5 . El Cuadro 102-2, explica el qué se to m a dolorosa y se produce “ epicondili-
jjjf£pmo exam inar. tis” o “ codo del tenista” .
CUADRO No. 102-2

EXAMEN FISICO DE LA ARTICULACION DEL CODO

Qué E xam inar Cóm o Exam inar

1.1: M ovim iento de flexión: 150° 1.1: Colocando el m iem bro superior
en posición horizontal y lateral,
se invita al paciente a doblar el
antebrazo sobre el brazo. Fig.
102-6A.

1.2: Movim iento de extensión: 150° J .2: El paciente realiza el m ovim iento
contrario hasta alcanzar la posi­
ción inicial. Fig. 102-6B.

1.3: M ovim iento de pronación: 9 0 ° 1.3: Con el brazo en flexión y con la


palma de la m ano hacia arriba, se
invita al paciente a que gire su
brazo de tal m odo que la palma
de su m ano mire hacia abajo.
Fig. 102-6C.

1.4: M ovim iento de supinación: 9 0 ° 1,4: El paciente tiene que realizar el


m ovim iento contrario, es decir,
la palm a de la m ano debe volver
a m irar hacia arriba. Fig. 102-óD.

F ig . 1 0 2 -6 M o v i m i e n t o s d e l c o d o : A ) F le x i ó n ;
B) E x t e n s ió n ; C ) P r o n a c ió n ; D ) S u ­
p in a c ió n .
- 677-
L a articulación del codo m uchas veces M E T A C A R PI A N OS.
® s asiento de nodulos reum atoideos y de to ­
ctos gotos'os, que se los descubre si se desliza
^ 1 pulgar por el olécranon y el borde proxi-
mal subcutáneo del cubito.
ARTICULACION DE LA M U Ñ E C A .-
f e g . 102-9. El C uadro 102-3 explica el qué y
fccómo exam inar.
CONSIDERACIONES AL CUADRO 102-3
?
Es im portante señalar que la articu ­
la c ió n radiocubital inferior n o form a p arte de
^la articulación de la m uñeca ya que está se­
parada de ella p o r un fibrocartílago triangu­
l a r (4). Los m ovim ientos de la articulación
Me la m uñeca p ropiam ente dicha son: ex ten ­
s ió n o dorsiflexión, flexión palmar, abduc- F ig . 1 0 2 -9 E s q u e m a a r t ic u l a c ió n d e la m u ñ e c a

CUADRO No. 102-3

EXAM EN FISIC O DE LA ARTICULACION DE L A MUÑECA

Q ué exam inar Cóm o exam inar

1.1: E xtensión (dorsiflexión, 70o ) 1 . 1 : Con la articulación del codo


fiexionada en 9 0 ° , se solicita que
realice un m ovim iento de dorsi­
flexión de la m ano sobre el an­
tebrazo. Fig. 102.-10A .

1.2: Flexión (flex ió n palm ar, 7 0 ° ) 1 .2 : De la posición an terio r, se solici­


ta al paciente que realice flexión
palm ar. Fig. 102-10B .

1.3: Desviación radial 2 0 ° (abducción) 1.3: Con la articulación del codo


fiexionada y con la palm a de la
m ano hacia abajo al mismo nivel
del antebrazo, se solicita al pa­
ciente que realice un m ovim iento
de separación hacia afuera. Fig.
102-10C.

1.4: Desviación cubital 20° (aducción) 1.4: En la m ism a posición inicial


anterior se solicita al paciente
que realice un m ovim iento de
acercam iento de su m ano hacia
el cuerpo. Fig. 102-10D
bro superior, no solo por las lesiones i n t r í n s ^
cas que pueden presentar, sino p orque parti^J[
F ig . 1 0 2 -1 0 M o v im ie n to s de la m u ñ e c a : A ) E x ­
te n s ió n ; B ) F le x ió n ; C ) A b d u c ­ cipa en una amplia gama de estados patoló-^.
c ió n ; D ) A d u c ió n . gicos a distancia y generales. ^
ción o desviación radial y aducción o desvia­
Debe exam inarse su form a, tam año, po-^!
ción cubital.
sición, m ovim ientos, fuerza y sensibilidad.
Esta articulación ?•.: ve afectada con
La form a y el tam año varía de a c u e rd o ^
m ucha frecuencia en la artritis reum atoidea
al tip o constitucional, así es ancha, g r u e s a ^
y m uy raram ente en la osteoartrosis (5 ). Los
con dedos co rto s en el brevilineo y a la rg a d a *
estados dolorosos localizados que es necesa­
delgada en el longilineo.
rio excluir antes de pensar en una artritis,
son las fracturas que producen clásicas defor­ Existen procesos patológicos en l o ^ l
maciones, com o p or ejemplo la fractura de cuales las características m orfológicas de l a ^ |
Colles (4) o fractura transversal del e x tre m o /;
m anos son m u y significativas; así p o r e j e m p l ^
distal del radio. en Ia acrom egalia (6) las m anos son g ran d es®
_ , con arm azón óseo, dedos y uñas h ip e rtro fia ji
Es difícil diagnosticar p o r exploración , ^ ™
,. f, , , . , dos Fig. 102-14. CS> ^
y aun por radiografías las fracturas y luxacio- ° 4j
nes de los huesos del carpo. Las fracturas j . En ocasiones los dedos alcanzan el mis-
anteriores del sem ilunar, por ejemplo, produ- m o tam año denom inándose * m an o en t r i ^
cen invariablem ente dolor y lim itación del dente . Las m anos del niño m ongólico ( 6 ) ^ |
m ovim iento de la m uñeca; el paciente no ' )son generalm ente gordas, fofas, co n dedos
puede efectuar extensión activa y pasiva de cortos, el dedo m eñique es curvilíneo h a c i ^
los dedos m edio y anular. Las fracturas del adentro con una segunda falange ru d im c n ta -0
escofoides se diagnostican por palpación en la na.
tabaquera anatóm ica en el lado radial de la Pueden aparecer defectos congénitos^
muñeca. especialm ente en dedos con la polidactilla
F ig . 1 0 2 -1 6 D edos en “ h u so ” d e la A r tr itis
R e u m a to id e .

(dedos supernum erarios), la sindactilia (d e­


dos fusionados), la aracnodactilia fdedos muyV^
largos y delgados) que p o r lo general c o in c i-,,
den con otros defectos congénitos c o m o (j
m alform aciones cardíacas, aneurismas aórti­
cos, luxaciones del cristalino, nistagm o, etc.
Posición.— La parálisis de los músculos de la
m ano o su atrofia ya sea por lesiones centra­
les, m edulares o periféricas o tam bién por
lesiones musculares de la mano, provocan
deform aciones y la m ano adquiere ciertas
posiciones características, que aq u í solo las
nom brarem os porque serán m ejor estudiadas
en el capítulo correspondiente del sistema
nervioso: la m ano de m ono o de sim io, la
m ano en garra cubital, la m ano de predicador,
la m ano caída, la m ano en pinza, la m ano de
partero, etc. etc.
M ovim ientos: Al hablar de m ovim ientos nos
referim os a aquellos que realizan los dedos de
las m anos, que fundam entalm ente son de
flexión y extensión. Son los procesos infla­
m atorios de las pequeñas articulaciones, o
procesos artríticos los que dism inuyen o
anulan su movilidad.
Cuando se buscan signos de artritis en
una m ano, los dos tiem pos más útiles son la
inspección visual cuidadosa de los dedos ex­
tendidos para descubrir el ligero “ ahusamien-
to ” Fig. 102-16, que produce la artritis
reum atoide en las articulaciones interfalan-
gicas proxim ales, y la exploración de cada una
de las pequeñas articulaciones, observando si
produce alguna m olestia su m ovilización pa­
siva, m ientras están som etidas a presión, tal
com o lo dem uestra la Fig. 102-Í7.
La artritis reum atoidea (1 , 3, 5) en s u s ¿ /
prim eras etapas p ro d u ce típicam ente dedos
fusiform es, Fig. 102-16, con afectación de la
articulación interfalángica. Más adelante, la
tum efacción pastosa de la m uñeca y de las.
articulaciones m etacarpofalángicas, con atro ­ F ig . 1 0 2 -1 7 M o v im ie n to s p a s iv o s e n la A r tr itis
fia de los músculos intrínsecos, ofrecen una R e u m a to id e .

apariencia m uy característica. Fig. 102-18. C o rte s ía d e l P ro f. D r. R a ú l V e g a S .

C on el progreso de la enferm edad, apa­


recen deform idades m ayores, debidas a la des­
trucción articular y a la disfunción de los ten­
dones que conducen a la desviación cubital
de los dedos, a m enudo co n subluxación de
articulaciones proxim ales; los dedos se defor­
m an en ojal o en cuello de cisne Fig. 102-19
Lesiones de origen traum ático como
las fracturas de los m etacarpianos son fácil­ F ig . 1 0 2 -1 8 A tr o f ia m ú s c u lo in te r ó s e o s e n la
m ente detectables p o r la deform idad que A .R .
producen en el dorso de la m áno y la pal­ ¡ C o rte s ía d e l P r o f . D r. R a ú l V e g a S .

pación sum am ente dolorosa. Las fracturas


de la base del prim er m etacarpiano y el cue­
llo del quinto, suelen producirse por golpes
de puño. (4).
Una deform ación de los dedos de las
m anos m uy característica es la producida por
los denom inados nodulos de H eberden (1, 3)
Fig. 102-21 que no son sino degeneraciones
del cartílago articular con proliferación pe-
rióstica, situadas sim étricam ente en la cara F ig . 1 0 2 -1 9 M a n o s d e A .R . c o n le s io n e s a v a n ­
zad as.
dorsal del extrem o distal de las falanges m e­
C o rte s ía d e l P ro f. D r. R a ú l V ega S.
dias y que se observan con frecuencia en m u­
jeres ancianas. Cuando estos nodulos asien­
ta n entre la prim era y segunda falange, reci­
ben el nom bre de nodulos de Bouchard \V
(3) Fig. 102-22 .
Otras form aciones nodulares constitu­
y en los to fo s (7) (depósitos de sales de ura- {/.
to s) propios de la artritis gotosa y los nodulos
-de .O sler, características de la endocarditis F ig . 1 0 2 -2 1 N o d u lo s d e H e b e rd e n .
w
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n a d e C é c il— L o e b , B e e s o n —M c D e r m o t t , 1 4
C o r te s ía d e l P r o f . D r. R a ú l V eg a S . e d ic ió n , T o m o I, P a rte V I, C ap s. 9 8 y 1 0 0 ,
p . 1 8 8 — 1 9 4 . E d ito ria l In te ra m e ric a n a , M éx.
^ b a c te r ia n a subaguda (1). 1978.

• Finalm ente señalarem os los dedos en 4 .— M a j o r , D e lp M .H ., M a n n i n g R . T . : D o rso y


|0 p a lillo de tam b o r o dedos liipocráticos que e x tre m id a d e s . P ro p e d é u tic a M é d ic a , 8 v a .
e d ic ió n . C a p . 1 4 , p . 3 0 0 —3 0 2 . E d ito ria l
^ t i e n e n una im p o rta n te y variada significa- I n te r a m e r i c a n a , M é x ic o , 1 9 7 7 .
; ción clínica.
5 .— M o lí W e m e r . : A r t r i t i s R e u m a t o i d e . A r t r o -
Son dedos con la extrem idad distal s is . D e c o m p e n d i o d e R e u m a t o l o g í a , P a r t e
E s p e c i a l , p . 1 2 5 — 1 6 2 ; 2 1 4 —2 3 9 . E d ito ria l
• e n s a n c h a d a , Fig. 102-23, debido a una T o ra y , B a rc e lo n a , 1 9 6 5 .
^ h ip e r tr o f ia de las partes blandas, incluyendo
6 .— P a d i l l a T ., C o s s i o P . : S e m i o l o g í a G e n e r a ! ,
í la uña que aparece convexa.,con apariencia 7 m a , e d i c i ó n , C a p . X V I , p . 2 6 8 —2 8 3 . E d i ­
• d e “ vidrio de reloj” . Se ignora su-‘patogenia to r i a l E l A te n e o , B u e n o s A ire s 190".
¡J^ x acta, pero lo que si es evidente que se pro- 7 — Y/:>.rren E .W ., T h o m G .W .: G o ta . D e T r a t a ­
^ d u c e dilatación capilar y éstasis sanguíneo, d o d e M e d ic in a I n te r n a d e H a r r is o n T .R .,
3 e ra . e d ic ió n , S e c c ió n 3, C a p . 9 2 , p . 7 5 0 —
^ p o r lo que generalm ente se presentan fríos y 7 6 4 . P r e n s a M é d ic a M e x i c a n a , 1 9 6 9 .
® cian ó tico s (6).
£ Los dedos hipocráticos invitan a pen­
c a r en m uchas enferm edades, entre las que
podem os anotar las siguientes: afecciones CAPITULO 103 !
(^pulm onares: enfisem a pulm onar obstructivo
^ c r ó n ic o , Ca. pulm onar, bronquiectasias, es-
clero-enfisem a pu lm o n ar; padecim ientos car- EXAMEN DE MIEMBRO INFERIOR
™ díacos; defectos congénitos, atresia de la pul-
^ m o n a r , endocarditis bacteriana subaguda, etc. ARTICULACION DE LA C A D E R A .-
Fig. 103-1 . El C uadro 103-1, indica el que
• y cóm o exam inar.

CONSIDERACIONES AL CUADRO 103-1


La exploración cuidadosa de la articu­
lación de la cadera es uno de los requisitos
! m ás im p o rtan tes en la investigación del sis­
tem a lo c o m o to r y que con frecuencia se
F ig . 1 0 2 -2 3 D e d o s h ip o c r á tic o s . descuida. M uchas veces es debido a las
682 -
ILIACO o SACRO circunstancias inadecuadas en las cuales se -
realiza el exam en. El paciente debe s e ^
exam inado solam ente con su ropa, in te r io r ^
La observación de la m archa siem pre da d a -¿
tos im portantes y mientras el paciente está
de pie, se debe observar la altura relativafí
de las dos espinas ilíacas an tero su p erio res^
Fig. 103-3A ; haciendo que apoye prim ero
una pierna y luego la otra. N o rm alm en te ^
la pelvis bascula hacia arriba en el lado que^j
no soporta el p eso , Fig. 103-3B ; (4, 5)
El apoyo del peso sobre una articulación™
enferm a puede pro d u cir el efecto opuesto. £
.Ya en la m esa de exámenes, que d e^ |

CUADRO No. 103-1

EXAMEN FISICO DE LA ARTICULACION DE LA CADERA

Q ué exam ninar Cóm o exam inar

1.1: M ovim iento de flexión 115° 1.1: Con el paciente en decúbito su­
pine', se lleva la rodilla en flexión
hacia el abdom en. Fig. 103-2A.

1.2: M ovim iento de extensión 3 0 ° 1.2: Con el paciente en decúbito ven­


tral se le invita a que levante su
pierna. Fig. 103-2B.

1.3: M ovim iento de abducción 5 0 ° 1.3: Con el paciente en decúbito su­


p ino se lleva la pierna hacia
afuera. Fig. 103-2C.

1.4: M ovim iento de aducción 4 5 ° 1.4: Con el paciente en la m ism a po­


sición anterior, realiza el m ovi­
m iento contrario, es decir, llevan­
do la pierna hacia adentro, en
sentido medial, p or delante del
m iem bro opuesto. Fig. 103-2D.

1.5: Rotación: Interna: 45° 1.5: Paciente en decúbito supino con


Externa: 45° las piernas en flexión de 9 0 ° , y
con la ayuda del explorador, rea­
liza m ovim ientos de rotación in ­
te rn a y rotación externa.
Fig. 103-2E y Fig. 103-2F.
- 683 -

F ig . 1 0 3 -2 M o v im ie n to s de la ca d e ra :
A ) F le x ió n ; B ) E x te n s ió n ; C ) A b ­
d u c c ió n ; . D ) A d u c c ió n ; E ) R o ta ­
c ió n I n te rn a ; F ) R o ta c ió n e x te rn a

paso indicarem os debe ser fírm e, se deben


to m a r las medidas de longitud de los m iem ­
bros inferiores. La longitud verdadera se mi­
de desde la espina ilíaca antero-superior
hasta el m eléolo ex tern o , Fig. 103-4 . Las
diferencias de longitudes verdaderas de las
piernas indican con frecuencia trastornos
patológicos de la articulación coxofem oral
del lado más corto. Diferencias de 0.6 cm o
m enos, se consideran norm ales (4). Las
causas más frecuentes de acortam iento son
1 0 3 -3 A l t u r a r e l a t i v a d e la s e s p i n a i i í a - las siguientes: parálisis residual p o r polio-
cas a n te ro -s u p e n o re s : A ) S u je to m ielitis, hem iplejía espástica, fracturas mal
a p o y a n d o a m b o s p ie s ; B) S u je to - ’ r J r
a p o y a n d o u n p ie . consolidadas, etc.
P L IE G O : 2 0
- 684-
Los m ovim ientos de la articulación
coxofem oral son: flexión, extensión, abduc­
ción, aducción, rotación in tern a y rotación
externa. Para investigar el m ovim iento de
flexión Fig. 103-2A, se coloca al paciente en
decúbito supino, se lleva la rodilla en flexión
hacia el abdom en; la rodilla debe colocarse F ig . 1 0 3 -4 M e d i c i ó n d e l a l o n g i t u d d e m ie n
b r o s in f e r i o r e s .
en flexión para evitar el estiram iento del
ciático. En estas circunstancias se procede m uslos para colocarlos en abducción, siend<W
a m edir el arco del m ovim iento coxofem o­ la lim itación de este m ovim iento uno de l o *
ral, m anteniendo fija la pelvis; norm alm ente signos m ás constantes de la luxación c o n ^ í
va de 11 5 ° a 12 0 ° (2). El m ovim iento gènita de la cadera.
de extensión, en cam bio se explora con el Las fracturas de las articulaciones c o x o ^ f
paciente en decúbito ventral, invitando a que fem orales son frecuentes en los ancianos«*
levante en form a alterna sus piernas; n or­ . N C uando h ay desplazam iento, la pierna se c c h !
m alm ente llega a 3 0 ° (2). Fig. 103-2B . loca en rotación ex tern a y h ay a c o r ta m ie n t^
Las luxaciones posteriores de la ca d er^ J
Uno de los defectos congénitos m uy
son frecuentes en los accidentes autom ovilís^j
frecuentes que alteran los m ovim ientos délas
Opticos; el m uslo se coloca en rotación interna™
articulaciones de la cadera, es la luxación
en aducción y algo en flexión y siempre co i^f
congénita de cadera.
aco rtam ien to que debe m edirse.
Es más frecuente en niñas. Para exa­ F inalm ente direm os que los p ro c e s o ^
m inar esta deform idad, se coloca a la niña inflam atorios agudos y crónicos, así comd®
en docúbito supino y se observa en prim er "])los procesos degenerativos de cadera, p r o d u ^
lugar los pliegues cutáneos en la ingle y ca­ cen incapacidad funcional de la misma. En­
ra interna de los muslos. Después, sostenien­ tre los prim eros citarem os a la fiebre reum á®
do juntas las piernas, se flexionan los muslos tica, la artritis reum atoidea, y entre los s e 0
en ángulo de 9 0 °, observándose nuevam ente gundos a la osteoartrosis. m
los pliegues cutáneos en glúteos y muslos. 2 . - ARTICULACION DE LA R O D IL L f.-^
E n ambos casos la asim etría en los surcos d e ^ Fig. 103-8 El C uadro 103-2 explica el q u ^
la piel indican luxación unilateral de cadera. y cóm o exam inar.
En las luxaciones bilaterales,
las arrugas son asim étricas en am bos lados i
y hay ensancham iento del perineo. La ma­
i
niobra siguiente consiste en flexionar muslos
y rodillas en ángulo de 9 0 ° y hacer presión
hacia abajo contra la mesa de exploración
«
i
E n la luxación unilateral, la
cadera afectada queda situada más abajo, el
%
muslo parece más corto y las rodillas no i
están al mismo nivel; al hacer la tracción de
la pierna hacia adelante, puede oirse un chas­
quido cuando la cabeza del fem ur salta el i
borde posterior del acetabulum (signo de I
O rtolani) (4). Por últim o debe separarse los
i
-6 8 5 -

CUADRO No. 103-2

EXAMEN FISICO DE LA ARTICU LACIO N DE LA RODILLA

Qué exam inar Cóm o exam inar

2 .1 : M ovim iento de flexión 135° 2.1: Con el paciente en decúbito su­


pino se ordena que levante el
m iem bro inferior y luego se in­
vita a que flexione la rodilla,
tratan d o de pegar la pantorrilla
al muslo. Fig. 103-9A.

2 .2: M ovim iento de extensión 10 o 2.2: Con el m iem bro inferior en la


m ism a posición inicial anterior,
con ayuda del exam inador se rea­
liza u n m ovim iento de hiperex-
tensión de la rodilla. Fig. 102-9B

2 .3 : D etección de derram e sinovial 2 .3 : La m ano izquierda fuerza la sali­


da de la bolsa suprarotuliana,
m ientras que con el pulgar, índi­
ce y dedo medio de la m ano de­
recha, em puja enérgicam ente la
rótula hacia abajo, notándose un
ligero golpe con sensación reni­
tente. Fig. 103-9C.

2 .4: E xploración de la ¿inestabilidad 2.4: El paciente en decúbito dorsal,


de la rodilla. con la rodilla flexionada en 9 0 °
la m ano derecha del explorador
realiza m ovim ientos de tracción
y presión sobre la rodilla obser­
vándose laxitud antero-posterior.
Fig. 103-9D y 103-9E.

2.5: M aniobra p ara exam inar lesiones 2 .5: Con la pierna previam ente flexio­
de m eniscos. nada, se realiza m aniobras de ex­
tensión y rotación externa de la
rodilla, lo que produce intenso
dolor y escape del m enisco roto.
Fig. 103-9F.
-6 8 6 -

F ig . 1 0 3 -9 M o v im ie n to s de la ro d illa :
A ) F le x ió n ; B ) E x te n s ió n ; C ) D e­
te c c ió n d e d e r r a m e s in o v ia l; D ) y
E) E x p lo r a c ió n d e la in e s ta b ilid a d
m
d e l a r o d i l l a ; F ) y G ) M a n io b r a s
m
p a r a e x a m i n a r l e s i ó n d e m e n is c o s .
*
CONSIDERACIONES AL CUADRO 103-2 cia de la articulación, especialm ente de la c a ^ j
P o r su situación superficial, la articu­ vidad sinovial, con su prolongación supraro
lación de la rodilla se presta a una. explora­ tüliana, de la línea del espacio articular p r in ^
ción m ucho más precisa que la de la cadera. cipal y de los ligam entos. Fig. 103-8 .
Es necesario u n buen conocim iento de los En cierto sentido, en esta articulación|
puntos anatóm icos superficiales de referen- hay dos com partim ientos: la articulación
-6 8 7 -
^ principal y la fém oro-rotuliana. La explora­
c i ó n física puede revelar que uno de los dos
0 com partim ientos sufre con m ayor intensidad
• u n proceso patológico determ inado. Las
lesiones fém oro-rotulianas pueden producir
P d o lo r agudo durante la extensión activa de la
£ rodilla, que aum enta de intensidad si se
ejerce presión sobre la rótula durante el mo-
" v im ie n to . Fig. 103-10A . T am bién se pue-
0 d e provocar dolor y crepitación fémoro-
^ ro tu lia n a haciendo deslizar la ró tu la de un
^ l a d o a o tro sobre los cóndilos fem orales.
| Fig. 103-10B .
£ La exploración com pleta de la articu­
l a c i ó n de la rodilla im plica el exam en de to ­
das sus caras, incluso la posterior, ta n to en
A posición de pie com o en decúbito. La ins-
p p e c c ió n , com parando siempre con la rodilla
'o p u e s ta , revelará la presencia de cualquier
" h in c h a z ó n , que puede ser debida a la disten-
^ sión de la articulación por derram e, en cuyo
« c a s o se aprecia una tum efacción en form a
*^de herradura, que desde la bolsa suprarotulia-
p n a se extiende hacia abajo a am bos lados de
^ l a rótula, ocupando las depresiones a uno y a F ig . 1 0 3 -1 0 L e sio n e s fe m o ro -ro tu la a n a s : A ) E -
o tro lado del ligam ento rotuliano. Es m ejor je r c ie n d o p r e s ió n s o b r e la r ó tu l a ;
B ) D e s liz a n d o la r ó t u l a d e u n la d o
» re c u rrir a m aniobras palpatorias p ara identifi­
a o tro .
c a r la naturaleza de la hinchazón. En la
f t a rtro p a tía inflam atoria puede h ab er tu m e­
en los adolescentes. Se denom ina E nferm e­
f a c c i ó n edem atosa de la sinovial con presen­
dad de Osgood S chlatter o epifisitis tibial t
c i a de líq u id o o sin él. Para establecer con
anterior (1).
^ e x a c titu d la presencia o n o del derram e
> sinovial se procede a la m aniobra explicada Las deform aciones de las rodillas en
» e n el C uadro 103-2 y graficada en la genuvarum (piernas en paréntesis) Fig. 103-13
^ F i g . 103-9C. o de genu valgum (piernas en X), Fig. 103-14,
D ado que la rótula se palpa fácilm ente, son fácilm ente observables a la inspección de
» n o es difícil advertir fracturas con desplaza- las rodillas en extensión com pleta. Las defor­
g p n ie n to . Las luxaciones de la rótula se diag­ m idades unilaterales, pueden d epender de
nostican fácilm ente p o r la posición anorm al lesiones epifisarias.
™ del hueso y el gran dolor que presenta a la La rodilla es asiento frecu en te de le­
palpación. siones debidas a actividades deportivas. Co­
StulianoEl ensitioel tubérculo
de la inserción del tendón ro­
an terio r de la tibia,
rno los cartílagos semilunares o meniscos
están unidos a la capsula articu lar a lo largo
'c o n frecuencia presenta dolor y tum efacción de la línea articular, el dolor a la palpación
-6 8 8 -

3 . - ARTICULACION . D EL TOBILLO Y /
PIE y Fig. i 03-15.
La articulación del tobillo, igual que la
articulación de la m uñeca, es una articulación
com puesta y dá lugar a amplios m ovim ientos;
sin em bargo, se considera que los m ovim ien­
tos del tobillo solo ocurren en u n solo plano,
es decir, en flexión y extensión, y a que los
m ovim ientos de rotación interna y externa
F ig . 1 0 3 -1 3 R o d ilU * « n M n u - v & r u m .
del pie ocurren en las articulaciones subas-
tragalinas (3, 4). Fig. 103-16D y 103-16E .
El m ovim iento de flexión o flexión
plantar es de 5 0 ° y se investiga con la rodilla
en flexión; la posición cero es aquella en la
cual la planta del pie form a ángulo recto con
la p ierna, Fig. 103-16A . Se inyita al pacien­
te a llevar la p u n ta de los dedos hacia abajo,
tal com o lo dem uestra la Fig. 103-16B.
El m ovim iento de extensión o dorsi-
flexión, es de 2 0 ° y se lo efectúa invitando al
paciente a que lleve la p u n ta de los dedos
hacia arriba. Fig. 103-16C .
F ig 1 0 3 -1 4 R o d i l l a s e n g e n u - v a l g u .n .
La lim itación de la flexión del pie de­
a lo largo de esta lín e a sugiere lesión cíe m e­
pende casi siem pre de contracturas o dismi-
nisco, tal com o lo dem uestra la Fig. 103-9G.
La incapacidad para colocar en extensión y
flexión com pletas la rodilla y la m aniobra de
ro tació n ex tem a y ex te n sió n , Fig. 103-9F ,
son signos inequívocos de lesión de menisco,
(4).
L a inestabilidad o aum ento anorm al
del arco de m ovim iento de la rodilla indica
desgarre de alguno de los ligam entos (4).
La exploración de la inestabilidad de la rodi­
lla se realiza ta l com o se indica en el numeral
2.4 del C uadro 103-2 y com o se grafica en
la Fig. 103-9D y 103-9E.
D irem os finalm ente que estas pruebas
de lax itu d siem pre deben realizarse como
ru tin a; la desviación lateral de la rodilla es­
tá lim itada p o r los ligam entos laterales y el
deslizam iento an tero-posterior p or los cruza­ F ig . 1 0 3 -1 5 E s q u e m a d e a r tic u la c ió n d e l to b i­
dos. ll o y p ie .
- 689
P o l u c i ó n de longitud del ten d ó n de Aquiles
1 * 3 ,4 ).
¡P ^ La pérdida de los m ovim ientos de la
^ a r tic u la c ió n subastragalina, aparece en las
^ ^ f racturas del calcáneo con destrucción de las
P ü u p e rfic ie s articulares (2).
1j|j» Los tum ores pequeños y duros en el
| j ^ o r s o del pie y del tobillo suelen ser ganglio-
r n e s semejantes a los que aparecen en la articu-
P í a c i ó n de la muñeca.
Los esguinces de tobillo son lesiones
^ ¿ re c u e n te s que producen tum efacción local
equim osis. Las luxaciones y las fracturas,
P ® on lesiones más graves que originan grandes
^ d e fo rm a c io n e s del tobillo. D eben sospechar­
l e de fracturas sin desplazam iento del tobillo
™ n caso de haber dolor local a la palpación
^ ^ e las estructuras óseas; dado que los extre-
jgjTios distales de la tibia y del peroné son
S u b c u tá n e o s , la exploración física perm ite el
d ia g n ó s tic o exacto en la m ayor p arte de los
F ig . 1 0 3 -1 6 M o v im ie n to s d e la a r t ic u la c ió n d el
g ra s o s . Las fracturas del calcáneo p roducen
to b illo : A) P o s ic ió n c e ro ;
acortam iento y ensancham iento del taló n B ) F le x ió n p la n ta r; C ) E x te n s ió n
% 4 ). o d o rs ifle x ió n ; D ) R o ta c ió n i n t e r ­
n a ; E ) R o ta c ió n e x te rn a .
En el examen del pie, en prim er térm i­
c o observaremos las deform aciones que pue­
den ocurrir p o r causas óseas, ligamentosas o
^m usculares, ya sean congénitas o adquiridas

J ^ ie zam bo congènito clásico.— l¿ /
¿ j u e se caracteriza por: aducción de la por­
c i ó n anterior del pie, rotación interna o in­
F ig . 1 0 3 -2 1 P ie e q u i n o F ig . 1 0 3 -2 2
m e rsió n del pie, acortam iento del ten d ó n de
P ie v a r u s
¿A quiles y rotación in tern a de la tibia.
JP ie equino.— Fig. 103-21, se apoya sobre ^
p u n ta del pie con el ta ló n levantado.
^ i e varus.— Fig. 1 0 3 -2 2 , con apoyo sobre la O
^ a r t e externa de la plan ta del pie, cuya pun­
gía está dirigida hacia adentro.
e vaigus.— Fig. 103-23 , con apoyo sobre I!
F ig . 1 0 3 -2 4 Pie p la n o
*Ta parte interna de la planta del pie, cuya
» u n t a se dirige hacia afuera. F ig . 1 0 3 -2 3 Pie valgus
-6 9 0 -
La desaparición del arco o concavidad CONSIDERACIONES AL CUADRO 104-1
in tern a del pie, que hace que toda la planta
a p o y e .. al - suelo, se denom ina pie.- plano U na vez que hem os term inado
(Fig. 103-24). R esulta del achatam iento del exploración de las articulaciones ta n to deT’f
arco longitudinal del pie, p or el peso del m iem bro superior com o del inferior, p a s a r P S
cuerpo; cuando se acentúa se hace doloroso, mos a realizar el examen físico de los d i í Q |
pudiendo provocar dolores en las piernas, rentes grupos musculares de los m ie m b r o ^ g
muslos y cintura, por cansancio m uscular. valiéndonos siempre de la inspección y p a H |
F inalm ente diremos que la prom inen­ pación com binadas. (H
cia de la cabeza del 1er m etatarsiano que se (f Indicarem os de una m anera general,
denom ina vulgarm ente ju a n ete .que se com-v~'? que debe observarse y lo que debe e x p lo r a r ^ *
plica generalm ente p o r defectos de calzado en los diferentes grupos musculares:
y que posteriorm ente puede desarrollar una
1.— L a dism inución de la m asa m uscular’
buisitis crónica.
h ip o tro fia puede guardar relación con la fal^fH
de uso o ser el resultado de e n fe rm e d ^ j«
neurom uscular, com o en el caso de la p o l i ^ j
BIBLIOGRAFIA m ielitis, n eu ro p atías periféricas, lesiones
1 .— B a m e s H .V .í M e d ic in a d e a d o le s c e n te s .
la m édula espinal etc. (1, 2). Esta
D e T r a ta d o d e M e d ic in a I n te r n a d e H a rv e y , p o tro fia m uscular, puede ser tam bién co
J o h n s , O w e n 3 , R o s s, 1 9 e d ic ió n , S e c c ió n 1 9 , secuencia de enferm edad prim aria de I
C a p . 1 6 2 , p . 1 5 4 9 —1 5 6 5 . E d i t o r i a l I n t e r a -
ru e ric a n sL , M é x i c o , 1 9 7 8 .
m úsculos, com o ocurre en las distrofi;
m usculares y en la m io to n ía. La p
2 .— C u r r e y H .L .F .: E x a m e n C lín ic o d e l S is te m a
L o c o m o to r. D e R e u n i a t o l o g í a d e M ic h a e l pación del músculo brinda noción ad¡
M a s ó n y H . L .F . C u r r e y , A p é n d i c e A , p . 3 0 5 — cuada del to n o y del grado de atrofi^fcj
3 2 8 . E d i to r ia l L a b o r , B a r c e lo n a , 1 9 7 4 .
Fig. 104-2;se puede tam bién proceder a m f lg j
3 .— M a t h e G ., R i c h e t G .: S e m i o l o g í a d e la s
dir la circunferencia de la pantorrilla, m u s l^ ^
a r t i c u l a c i o n e s . D e S e m i o l o g í a M é d ic a y P r o ­
p e d é u tic a C lín ic a , P a rte X II, C ap . III, antebrazo, brazo, etc. y com pararlas con
p . 1 1 0 4 —1 1 2 8 . E d i to r ia l JIM S , B a rc e lo n a , m edidas del m iem bro contralateral.Fig. lO 4 -0 ¡
1968.

4 .— P e ltie r L .F .: D o rso y e x tre m id a d e s. De 2 .— E xisten pruebas m usculares que v a lí®


P r o p e d é u t i c a M é d ic a d e M a jo r , D e l p , M a-
ran la fuerza y función de los m úsculos; s u «
n n i n g , 8 v a . e d i c i ó n . C a p . 1 4 , p . 3 0 8 —3 2 0 .
E d i t o r i a l I n t e r a m e r i c a n a , M é x ic o , 1 9 7 7 . len calificarse en escala de 0 a 5 (1, 2). D g ^
finitivam ente es el electrom iogram a el e x ^
m en q u e brinda datos diagnósticos más e x a ® |
‘ os. *
3 .— C uando un m úsculo h a experim entac
desprendim iento de su inserción, la contra?
CAPITULO 104 ción produce m asa m uscular anorm al.
U n ejem plo frecuente sucede en £ |
EXAMEN DE LOS MUSCULOS bíceps, p o r desgarro de la porción larga d ^ jj
m úsculo en la corredera bicipital.
E l C uadro 104-1, expone el qué y cóm o 4 .— Los desgarros m usculares, además
exam inar. dolor, h ip e rto n ía e im potencia f u n c io n e ^

é
ì\
- 6 9 1! -

CUADRO No. 104-1

EXAMEN FISICO DE LOS MUSCULOS

Qué examinar Cómo examinar

1.— Forma y tamaño 1.— Inspección

2.— Volumen 2.— Por inspección y también midien­


do con cinta métrica. Fig. 104-1.

3.— Tono 3.— Tomando al músculo con los de­


dos índice y pulgar y ejerciendo
cierta presión. Fig. 104-2.

4.— Fuerza 4 — Utilizando el dinamómetro. Se


invita a que el paciente ejerza
presión con su mano, observando
los grados de recorrido de la agu­
ja. Es ideal para músculos de
mano y antebrazo. Fig. 104-3.
Se puede utilizar tensiómetro.
5.— Sensibilidad
5.— Ejerciendo presión sobre el
músculo examinado. Fig. 104-4.

!'ig. 1 0 4 -1 M e d ic ió n d e l v o lu m e n m u sc u la r . F ig . 1 0 4 -2 In v e s tig a c ió n d e l t o n o m u sc u la r .

íg. 1 0 4 -3 In v e s tig a c ió n d e la fu e r z a m us cu - F ig . 1 0 4 -4 In v e s tig a c ió n de la se n s ib ilid a d


lar, u tiliz a n d o d in a m ó m e tr o . m u scu la r.
- 692 -
producen tumoración cuyo tamaño y consis­
tencia se modifican al entrar el músculo en CUADRO No. 105-1 J
acción. Estando el músculo inactivo, el tu ­
m or es blando y depresible. Estos tumores EXAMENES COMPLEMENTARIOS S
por ruptura muscular, se denominan también PADECIMIENTOS REUMATICOS t
pseudohemias (1 ,2 ).
1 .- Sangre: i

BIBLIOGRAFIA 1.1: Velocidad de eritrose dimentación |


(VES)
1 .— M a th e G-, R ic h e t G .: S e m io lo g ía d e l m ú s c u ­
1.2: Factor Reumatoideo (F.R.) o L
l o e str ia d o . D e S e m io lo g ía M é d ic a y P r o p e ­
d é u tic a C lín ic a , 1 era. e d ic ió n . P a rte X II, Cap. Prueba de Látex.
I, p. 1 0 3 5 —1 0 4 7 . E d ito r ia l JIM S, B ar ce lo n a ,
1968.
1.3: Antiestreptolisinas (ASTO). '
2 .— P e ltie r L .F .: E x a m e n d e l o s m ú s c u lo s. D e 1.4: Proteina C. Reactiva (P.C.R.). ®
P r o p e d é u tic a C lín ic a de M ajor, D e lp , Ma-
nnirtg, 8 va . e d ic ió n , Cap. 1 4 , p . 2 9 2 . E d ito ­ 1.5: Anticerupos antinucleares (A.A.N,)
rial In te r a m e r ic a n a M é x ic o , 1 9 7 7 .

1.6: Células L.E.


CAPITULO 105 1.7: Complemento sérico.
1.8: Enzimas: Transaminasa Glutá-
mica Oxalacética(T.G.O.), Trans-
EXAMENES COMPLEMENTARIOS
aminasa Glutámica Pirúvica
(T.G.P.); Deshidrogenasa Lácti­
Aparte de los exámenes considerados
ca (DHL); Creatin—fosfoquinasa
de rutina, en los enfermos" del sistema
(CPK); Aldolasa, etc.
músculo-esquelético, son útiles los siguientes
exámenes complementarios y que se sinteti­ 2 .- Rayos X.
zan en el Cuadro 105-1.
CONSIDERACIONES AL CUADRO 105-1 3 .- Estudio del líquido sinovial.

1.— SANGRE.- 1.1: La velocidad de eritro- 4 .- Electromiografía (EMG).


sedimentación (VES) (2, 4), es uno de los
más sensibles para descubrir la existencia 5 .- Biopsia muscular.
de reacciones inflamatorias agudas. Es el
resultado de una alteración cuantitativa y
cualitativa de las proteínas plasmáticas. Los Reumatoide, un “ factor” que se le denomi­
valores normales varían de 0 a 10 mm. en el nó “ reumatoideo” , que era capaz de reaccio­
varón y de 0 a 20 mm. en la mujer, para nar con determinados antígenos. Posterior­
la primera hora (Wintrobe). Junto con la mente se comprobó que el F.R. es una
P.C.R. elevada, constituyen un test de labo­ antiglobina, capaz de combinarse con las
ratorio útil para el estudio de los procesos inmunoglobulinas humanas. Se trata, pues,
artríticos. de una reacción antígeno-anticuerpo, quej
1.2: Factor Reumatoide (F.R.) (1). Hace aunque no es exclusiva de la Artritis Reu­
más de cuarenta años fue descubierto en el matoide, su presencia tiene alta significación
suero de los pacientes afectos de Artritis diagnóstica. En nuestro medio, se emplea
-6 9 3 -
ILéa denominada Prueba de Látex y su positivi-
m dad se la expresa por cruces ( + -J-4-)-
1 ^ . 3 : Antiestreptolisinas (ASTO) (2, 3). La
emostración de un alto nivel de anticuerpos
^ntiestreptocócicos o un aum ento significati­
vo de ellos, constituye una prueba de infec­
ción por estreptococo beta hem olítico, pre­
cedente o en curso. Tiene importancia en el
iagnóstico de la Fiebre Reumática y en otros
adecimientos reumáticos ,a los que se aduce
na etiología infecciosa. Sus valores norma-
es se consideran hasta 166 U Tood. F ig . 1 0 5 -1 C é lu la s L .E .

JL4: Proteina C. Reactiva (P.C.R.) (4). Es


una Beta Globulina “ anómala” que tiene su homogéneos grandes y redondos que se colo­
rigen en zonas de inflamación y también en rean selectivamente con el rojo púrpura.
a glándula hepática. Su presencia en el 1.7: Complemento sérico (4). El sistema
suero del paciente es un índice muy sensible del complemento (C), sistema humoral que
Pde inflamación aguda. En el reumatismo ar­ contiene por lo menos 9 sustancias proteíni-
tic u la r agudo, el P.C.R. sirve para valorar el cas (C’l a C’9) y que es activado por com ­
• agrado de actividad de la enfermedad en su plejos antígeno-anticuerpo, guarda relación
“ fase aguda y su desaparición anuncia la tanto con el mecanismo inmune como cor1,
inente disminución de los signos f í- mecanismos .inflamatorios. Los valores da!
^ s ic o s de inflamación que sigue al tratamiento complemento sérico tiene importancia en pa­
? antiinflamatorio. Su positividad, se expresa cientes con lupus erítematosos sistèmico
¡j^en cruces ( + 4- ). activo, en los cuales se ha observado que
cursan con hipocomplementemia. Las deter­
.5 : Anticuerpos antinucleares (A.A.N.) (3)
minaciones seriadas de valores de comple­
La presencia de anticuerpos antinucleares es
E característico del Lupus Eritematoso Sisté-
t^ m ic o y de otras enfermedades autoinmunes.
m ento total .(CH50) o componentes del mis­
mo (C4 y C3) son útiles para el tratam iento
y pronóstico de pacientes con LES.
( I e i test de los anticuerpos fluorescentes
antinucleares es el más empleado, y permite 1.8: Enzimas séricas (2 , 3). Se encuentran
^ observar estos anticuerpos incluso cuando los
preparados de células L.E., son negativos.
determinaciones altas de enzimas en dis­
trofias musculares de tipo genético como la
distrofia de Duchenne, distrofia de Becker,
(jP l.6 : Células L.E. (3, 4). Las células L.E.
la fascio-escápulo-humeral, la muscular mio-
ífe fueron descritos por primera vez en 1948 y
tónica, etc.
son el resultado de un proceso inmunitario
™ en el cual intervienen antígenos nucleares. 2 .— RAYOS X .- En los padecimientos del
¡j£p Se observan en el 6 0 °/o — 8 0 °/o de los casos sistema músculo-esquelético el estudio radio­
de lupus eritematoso sistèmico, pero este da- lógico es quizá el más im portante de todos,
^ y t o no implica necesariamente el diagnóstico es el que en muchas ocasiones por sí solo es­
Ü0 detesta entidad. Las típicas Células L.E. tablece el diagnóstico. Por ejemplo, en el
Fig. 105-1, son leucocitos polimorfonuclea- síndrome traumático, es la placa radiológica
^ res que contienen elementos de inclusión la que establece en forma definitiva si se tra-
-6 9 4 -
ta de un esguince, luxación o fractura. En lo
referente a los síndromes clínicos, las artritis
o procesos inflamatorios agudos y las artro-
sis o procesos degenerativos crónicos, pro­
ducen lesiones osteo-articulares m uy carac­
terísticos y perfectamente identificables a
los rayos X.
En la Artritis Reumatoide, por ejem­
plo, las lesiones radiológicas de manos o pies
son muy características y siguiendo su evolu­
ción, se describen las siguientes: 1) Edema
de tejidos blandos, periarticular; 2) Osteo­
porosis regional de comienzo yuxtaarticular;
3) Disminución del espacio articular inter­
óseo; 4) Pérdida de la línea articular y
subluxaciones y 5) Erosión ósea. Fig. 105-2
Tratándose de la columna vertebral,
existen lesiones frecuentes y características
como: la espondiloartrosis, la espondilitis
anquilopoyética, la sacrutización de la V F i* . 1 0 5 -2 L e s io n e s r a d io ló g ic a s e n la A r tr itis
vértebra lumbar, la espira, bifid;-, • R.&ojTT'Btoide: A ) E d e m a d e te jid o s
LLa.ad.. s, ptiriarticulax; B ) O s t e o -
3 .- LIQUIDO SINOVIAL.— Ei estudio del p o s o s is y u x ía a r tic u la r ; C ) D ism i­
líquido sinovial es un examen complementa­ n u c ió n d e l e s p a c io a rtic u la r in­
t e r ó s e o ; D ) P ér d id a d e la l í n e a ar­
rio útil, especialmente cuando la enfermedad tic u la r y s u b lu x a c io n e s ; E ) E ro­
articular no ha sido diagnosticada. General­ sión. ósea-
mente es la articulación de la rodilla la más C o rtesía , d e l P r o f. D r. R a ú l V e g a S.

afectada y la que más se presta para la reali­


zación de la artrocentesis. Al enviar la mues­ BIBLIOGRAFIA
tra al laboratorio, se solicitará estudio bacte-
teriológjco, citológico y químico.
1 .— C o h e n A .S ., C o m e r fo r d F .R .: D a t o s d e La­
b o r a to r io y d ia g n ó stic o de la A r tr itis R e u ­
m a t o id e . C lín ic a s d e N o r t e a m è rica . M a y o ,
4 - ELECTROMIOGRAFIA. (E.M .G .).- El 1 9 6 8 . p. 5 3 9 .
electromiograma es el trazo de la actividad 2 .— C o n n R .B .: V a lo r e s N o r m a le s d e L a b o r a to ­
electrica del músculo. Tiene su máxima utili­ r io . E s c u e la de M e d ic in a J o h n s H o p k in s,
dad en los padecimientos musculares y ner­ B a ltim o r e . A p é n d ic e d e T r a ta d o d e M ed ic i­
n a In te r n a d e H a r v e y , J o h n s O w e n s, R o s s, 19
viosos ya mencionados a propósito del estu­
e d ic ió n , p . 1 6 0 3 —1 6 1 2 . E d ito r ia l In te r a m e ­
dios de las enzimas. Se utilizan electrodos r ica n a , 1 9 6 8 .
de agujas insertos en los músculos que se es­ 3 .— M o li W .: E x á m e n e s d e L a b o r a to r io . De
tudian. En las miopatías primarias, muchas C o m p e n d io d e R e u m a to lo g ia , P a rte E sp e ­
veces se disminuye la amplitud y duración c ia l p. 1 3 6 —1 4 1 . E d ito r ia l T o r a y , B a rc elo n a ,
1965.
de los potenciales de acción muscular y au­
4 .— O litz k y I.: L o s A n á lisis d e L a b o r a to r io e n
menta la complejidad de la forma de sus
la A r tr o p a tía s . R e s se g n a X L I X , N o . 1,
ondas. 1 9 7 2 ., p . 5 9 —6 7 .
I^JIN D R O M ES ARTICULARES

CUADRO No. 106-1

1 .- Síndrome traumático:

1.1 Esguince.
1.2 Luxación.
1.3 Fractura.

2 .- Síndrom e inflamatorio: Artritis.


F ig . 1 0 6 -1 E s g u in c e d e t o b ü l o .

3 .- Síndrom e degenerativo: Artrosis.

SINDROME TRAUMATICO

Exámenes complementarios:
Rx: Edema de partes blandas
(Fig. 106-1)
Signos:
— Calor
— Tumefacción
— Equimosis
-6 9 6 -

Síntomas:
— Dolor ( ++ )
— Impotencia funcional Exámenes complementarios:
Rx: Edema de partes blandas
y alteración en la posi­
ción de superficies ar­
ticulares. (Fig. 106-2).
Signos:
— Calor
— Gran tumefacción
— Equimosis

Síntomas:
- Dolor (+ + + )
— Impotencia funcional

Exámenes complementarios:
Rx: Edema de partes blandas
y solución de continui­
S ignos: dad ósea. (Fig. 106-3).

— Calor
— G ran d efo rm ació n
— E quim osis
-697
■SINDROME INFLAMATORIO: ARTRITIS

»
I SINDROME DEGENERATIVO: OSTEOARTROSIS
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