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Planteamiento del

problema
Un planteamiento de un problema
tiene una función específica:
proporcionar la visión, la motivación
y el enfoque a un equipo de
solución de problemas
Todos los productos y servicios que
están en el mercado y se venden es
porque:
• Resuelven un problema.
• Dan solución a una necesidad.
• Satisfacen una pasión.

Por lo tanto, lo primero que tienes que hacer es enamorarte del problema.
Piensa en lo que han hecho otras empresas: eBay hizo más sencillo comprar y
vender por Internet, Google facilitó las búsquedas de información
online. ¿Qué puedes hacer tú que mejore lo que ya existe o que sea
totalmente nuevo?
• Aunque el planteamiento del problema es una breve declaración, él
deberá contener información vital sobre el problema en cuestión.

• Comienza con una lluvia de ideas. Anota las respuestas a las cinco W
(por sus siglas en ingles) quién, qué, dónde, cuándo y por qué. Por
ejemplo, contesta a quienes afecta el problema, cuál es el problema
en realidad, dónde está ocurriendo el problema, cuándo se produce el
problema y por qué es esencial resolverlo.

• Los planteamientos de los problemas sólo tienen que ser de tres a seis
oraciones de largo
Concreta el problema que resuelve tu idea
Para concretar el problema tus clientes serán la piedra angular en la que
apoyar toda la estructura de tu idea de negocio. Sigue los siguientes pasos
para definirlo:
1.- Hazte preguntas
Tendrás que empezar haciéndote preguntas como las siguientes:
¿Qué problemas tienen tus potenciales clientes?
¿Por qué?
¿Cómo actúan frente a esos problemas?
¿Cuál es el origen de los problemas?
Analiza las respuestas y saca conclusiones. Es probable que en el momento en
que cotejes con los clientes las soluciones que has encontrado cambien tus
conclusiones.
Analiza qué tipo de problema estás tratando de solucionar
En general, existen los siguientes tipos de problemas que puedes
solucionar con un negocio:
Problema oculto. Tus potenciales clientes tienen un problema, pero no son
conscientes de ello.
Problema “pasivo”. Los clientes tienen un problema, pero no les preocupa
la solución.
Problema “activo”. Tienen un problema y han buscado una solución sin
éxito.
Problema urgente. El cliente tiene un problema urgente y busca una
solución rápida porque la que tiene no le sirve.
Enamórate del problema y no de la solución
Como emprendedor tenderás a centrarte en desarrollar y conocer a
fondo tu producto y puedes pasar horas hablando de lo maravilloso
que es, pero olvidas que te debes enamorar del problema y, por
tanto, conocer a fondo al cliente que lo tiene. No cometas el error
de poner el foco en la solución.
Define la solución que tu idea aporta
Seguro que has escuchado hablar de Airbnb. Es una empresa que pone en
contacto a propietarios de casas que necesitan un ingreso extra (problema) y a
turistas que buscan alojamiento temporal y no quieren ir a un hotel (problema).
Airbnb da la solución: pone en contacto a propietarios y turistas.
Todos salen beneficiados: Airbnb cobra por su servicio, el propietario cobra por el
alquiler y el turista paga lo que considera oportuno y se aloja en la casa que
quiere.
Esa es la base de cualquier negocio: una idea que aporta una solución a un
problema que tiene la gente.
¿Cómo puedo definir la solución que aporta mi idea? De la siguiente
manera:
Empieza a jugar: gamestorming Olvídate de sentarte horas frente
al ordenador pensando y empieza a jugar. Tus herramientas
serán: rotuladores de colores, post it (fundamentales) y una pizarra
o un papel grande. Escribe todo lo que se te ocurra, haz juegos,
relaciona conceptos y no dejes nada en el tintero.
Sal a la calle a preguntar El juego de buscar las soluciones que tu producto proporciona es
efectivo, pero de nada sirve si no le preguntas a la gente que va a utilizar el producto. Para
ello puedes hacer lo siguiente:
Ofrece pruebas gratuitas. Elabora un producto mínimo viable de lo que quieres vender. La
idea es no gastar mucho dinero y ofrecérselo a tus potenciales clientes.
Haz entrevistas personales y toma el pulso al mercado. Elabora un cuestionario corto y
sencillo con preguntas clave como: ¿comprarías este producto o servicio?, ¿qué
cambiarías?, ¿qué precio pagarías? Es aconsejable hacer unas 100 entrevistas a
potenciales interesados para obtener una buena muestra.
Elabora una encuesta online. Además de todo lo anterior, puedes elaborar una pequeña
encuesta online en redes sociales o por correo electrónico, para conocer la opinión de la
gente. Recuerda: preguntas cortas, sencillas y muy concisas, 5 o 6 preguntas serán
suficientes.

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