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Las leyes generales .de la Educación Física tienen en el entrenamiento deportivo una forma
especial y singular de manifestación. Esto se fundamenta al analizar las características y la
esencia de los principios generales de la Educación Física con los rasgos característicos del
proceso del Entrenamiento Deportivo.
-Principio Sensoperceptual.
-Principio de la Conciencia y la Actividad.
-Principio de la Accesibilidad e Individualización.
-Principio de la Sistematización.
Barrios y Ranzola (1995), a partir de las definiciones hechas por Matveiev y Nolkov (1997),
conceptualizan estos principios de la manera siguiente;
PRINCIPIO SENSOPERCEPTUAL.
Este principio exige que .se asegure la relación consciente del atleta y su participación activa
en el entrenamiento. Los intereses, las motivaciones y aspiraciones del deportista juegan un
papel primordial en la elección del deporte, por eso se recomienda ofrecer diferentes
modalidades deportivas que, independientemente de la aptitud del atleta, puedan desarrollar
la disposición al rendimiento en mejores condiciones.
También busca la participación activa, creadora y democrática de los alumnos, además de
formar hombres solidarios y cooperativos, desarrollar la inteligencia, crear en la sesión de
entrenamiento un ambiente de vida, alegría y confianza, que a pesar de las dificultades
lógicas del proceso pedagógico, estimule la seguridad personal para alcanzar los elevados
logros deportivos.
Asimismo, que los participantes puedan comprender el camino escogido para llegar al
modelo representado en el deporte, factor regulador de su conducta y motivaciones.
Este principio requiere asignarle al deportista aquellas tareas que pueda asimilar en el
momento adecuado, determinando el grado óptimo de dificultad, para lo cual el entrenador
debe tener en cuenta las características individuales de sus atletas tales como: edad, sexo,
nivel de habilidades, hábitos y destrezas adquiridos, años de experiencia deportiva, así
como el grado de complejidad del ejercicio, desarrollo de la preparación física del atleta,
entre otros. La fuerza motriz del desarrollo, es la contradicción entre las posibilidades del
individuo y las exigencias del medio.
Las pruebas de aptitud física, morfofuncionales, etc., determinan el nivel individual de los
parámetros medidos, que representan un diagnóstico para el entrenador, lo cual le permite
orientar el entrenamiento en función de la metodología en el orden técnico-táctico o de la
preparación física. La aplicación de cargas en el atleta debe contemplar su carácter externo
e interno, es decir, la carga física y la carga biológica, elementos determinantes para
permitir la accesibilidad y la individualización, es decir, propiciar el óptimo grado de
dificultad, que provoque el desarrollo, mejore la capacidad de trabajo, pero que también lleve
implícito un esfuerzo, un desafío, que origine entrega, dedicación, pensar en la solución,
explorar, indagar. Resolver el problema significa valorar las posibilidades individuales,
alegría, disfrute del éxito, optimismo y una disposición al rendimiento superior.
PRINCIPIO DE LA SISTEMATIZACIÓN.
Para solucionar esta labor, hay que organizar el proceso de forma que:
Asegure la ejecución reiterada por espacio de un tiempo prolongado.
En determinadas etapas la ejecución sea en condiciones estándar y variable.
Se cumpla la secuencia de enseñanza.
De acuerdo a las tesis desarrolladas por Matveiev (1977), Harre (1973), Ozolín (1983), y
Weineck (1988), existen siete principios fundamentales o básicos aplicados al entrenamiento
deportivo. Ellos son:
Orientación hacia logros deportivos superiores.
Aumento progresivo y máximo de las cargas.
Continuidad del proceso de entrenamiento.
Cambios ondulatorios de las cargas de entrenamiento.
Carácter cíclico del proceso de entrenamiento.
Unidad de la preparación general y especial.
Principio de la alternancia y sucesión racional de las cargas.
Los resultados deportivos son importantes, claro está, no por lo que representan en sí, sino
como índices concretos del desarrollo de las capacidades y del rendimiento. En muchas
ocasiones se utilizan diversas competiciones como métodos evaluativos del desarrollo de las
capacidades y a su vez como escalones para la competición principal donde se evaluará el
rendimiento alcanzado. Se lleva a la práctica la orientación para conseguir índices más
elevados por medio de la correspondiente estructuración del entrenamiento deportivo, del
empleo de los medios y métodos más eficientes y de una especialización profunda, durante
todo el año y durante muchos años, en el deporte elegido.
La Malerialización práctica de este principio presupone:
ESPECIALIZACIÓN
PROFUNDA
El tercer aspecto, donde se debe hacer énfasis, es en las peculiaridades del sistema de
trabajo alterno de las cargas y el descanso en el entrenamiento deportivo. La cuestión
consiste en que el deportista no realiza todos los entrenamientos en condiciones de pleno
restablecimiento y de "súper restablecimiento" de la capacidad de trabajo. Periódicamente
se permite la suma del efecto de unos cuantos entrenamientos en una situación de falta
parcial de restablecimiento. En este sentido, se le plantean al organismo exigencias muy
grandes para obtener, en consecuencia, un aumento de la capacidad de trabajo durante el
régimen de descanso, por lo que tal régimen de las cargas de entrenamiento puede
considerarse racional en ciertas condiciones.
Para la aplicación de cargas continuas con una falta parcial de restablecimiento, se deben
tener en cuenta las siguientes condiciones:
Descanso suficientemente compensador.
Elevado nivel de entrenamiento previo del deportista.
Cuidadoso control médico y pedagógico.
Períodos o etapas en los cuales se encuentra la preparación del deportista
Para el atleta es muy importante conservar no sólo lo que ha logrado como resultado del
entrenamiento, sino que constantemente debe perfeccionar lo obtenido, dominar nuevos
hábitos y adquirir nuevas capacidades, que son necesarias para los futuros logros
deportivos.
La esencia de este principio indica que cuando se aplica una carga grande, posteriormente
es necesario bajar el nivel de la carga. Esto se fundamenta fisiológicamente, en el hecho
que mientras mayor sea la carga, mayores serán los cambios que se produzcan, y por ende
mayor el tiempo necesario para la recuperación de la capacidad de trabajo y de adaptación a
dicha carga.
En relación con este principio, existen tres tipos de ondas: pequeñas, medias y grandes, que
caracterizan la tendencia general de la dinámica de las cargas en los diferentes ciclos del
entrenamiento.
Este principio tiene vinculación con el principio de los cambios progresivos de la carga.
Microciclo.
Tipos de Microciclos.
Mesociclos.
Lo constituyen la unión de las repeticiones de los microciclos. Los mesociclos son etapas de
los macrociclos en las cuales se da cumplimiento a las tareas de la preparación del
deportista. Se pueden identificar con las etapas del entrenamiento. Por tal motivo tienen un
tiempo de 3 a 8 semanas.
Tipos de Mesociclos.
a) Mesociclo Entrante: Esta estructura inicia el período preparatorio del macrociclo. El nivel
de las cargas es más bajo en comparación con los principales, aunque el volumen de las
cargas puede ser elevado. Predominan los ejercicios de preparación general. Se utilizan en
las diferentes etapas del entrenamiento, pudiendo ser de preparación general o especial. Su
objetivo es proporcionarle a los atletas las capacidades necesarias para soportar el trabajo
especifico posterior, por lo que las cargas van dirigidas al desarrollo de la potencia y
capacidad máxima aeróbica.
b) Mesociclo Básico Desarrollador: juega un papel muy importante cuando el atleta pasa a
un mayor nivel de capacidad de trabajo, observándose un aumento considerable de las
cargas de entrenamiento acumuladas en la transición por meses anteriores. Este tipo de
mesociclo se alterna con mesociclos de carácter estabilizador. Se utilizan fundamentalmente
microciclos ordinarios y de recuperación. Tienen como objetivo aumentar las capacidades
funcionales de los principales sistemas orgánicos que intervienen en la disciplina deportiva.
c) Mesociclo Básico Estabilizador: se combina con el anterior e interrumpe temporalmente
el crecimiento de las cargas en los niveles que se han alcanzado, posibilitando la adaptación
a las exigencias de las cargas de entrenamiento aplicadas en el mesociclo desanollador. Se
utilizan fundamentalmente microciclos de choque y recuperación.
d) Mesociclo Preparatorio de Control: es el que se aplica entre los mesos Básicos y de
Competición. El entrenamiento se combina con series de competencias de control,
cumpliendo tareas de la preparación para la competencia fundamental. Debe constituir tarea
fundamental del trabajo en este meso, eliminar o corregir deficiencias técnico-tácticas, para
lo cual se utiliza un gran número de ejercicios competitivos. Deben combinarse los
microciclos ordinarios-cornpetición-aproximación y recuperación.
e) Mesociclo Precompetitivo: se aplica en la preparación inmediata para la competencia
principal. El entrenamiento se hace modelado, con la mayor aproximación posible a la
competencia (acciones técnico-tácticas, horarios, condiciones climáticas, de altura,
alimentación, etc.) para asegurar la adaptación de los atletas a la competencia. Igualmente,
se le dedica un tiempo importante a la preparación táctica y psicológica. Deben combinarse
los microciclos de aproximación y competición.
f) Mesociclo Competitivo: es el mesociclo principal y en él, se combinan los microciclos
que dan respuesta inmediata a la competencia, aproximación-competitivo-recuperación.
Macrociclo.
No obstante, son muchas las formas que existen de estructurar el entrenamiento deportivo
en la actualidad, algunas tienden a perfeccionar el sistema de Matveiev, otras procuran
romper con él. Forteza (1999), expone de forma clara las críticas más significativas y las
variadas fórmulas para la planificación del entrenamiento actual. La Estructura Pendular, la
Estructura en Bloques y las Campanas Estructurales de Forteza, las cuales consideramos
de particular significación para la conducción del entrenamiento en el deporte élite, debido a
la dinámica competitiva de los atletas de corte internacional y en el Deporte de Alto
Rendimiento Nacional, en aquellas disciplinas que su clasificación anual para el ranking es
por válidas (hasta 4-5 en la macroestructura anual). Sin embarco, Forteza reconoce que
dichas formas novedosas de estructuración del entrenamiento, tienen su base en la
estructura cíclica definida por Matveiev y recomienda para el deporte menor y juvenil como
forma efectiva la periodización de dicho autor, aún cuando está desarrollando una
investigación internacional para comprobar la factibilidad de la estructuración del
entrenamiento en diferentes poblaciones deportivas a través de las campanas estructurales.
Barrios (1998), a partir de investigaciones de Platonov y otros autores, define que sí está
demostrado que existen cargas de entrenamiento y cargas de competencia, entonces
también existen ejercicios de preparación física competitiva, y ella se convierte en un hecho
real para la preparación del deportista, en la planificación del entrenamiento deportivo. Los
rasgos distintivos del entrenamiento, los torneos y campeonatos, son apreciables, siendo la
competencia un estímulo que origina los mayores esfuerzos, que en muchos casos se hace
imposible dosificar, pero hay que acondicionar, adaptar para cuando sucedan esos
instantes. El estrés competitivo es determinante en la conducta del deportista e incide en la
aptitud y disposición en aras de obtener la victoria, que de no estar entrenado
correctamente, puede derivar en saltos negativos.
Las capacidades de trabajo general y especial no pueden ser excluidas del entrenamiento
sin perjudicar la preparación del deportista; ni se pueden sustituir una por otra. Por tanto,
cuando hablamos acerca de los principios que determinan la formación del entrenamiento
deportivo, es necesario orientarse tanto en la dirección especial, como en la dirección
multilateral para que no se contraponga una con otra.
Uno de los objetivos fundamentales del descanso activo es eliminar la fatiga física y psíquica
acumulada por la práctica sistemática de los entrenamientos y la participación competitiva,
así como preparar a los deportistas para los entrenamientos posteriores. El descanso activo
es una etapa de alivio dentro de la continuidad del entrenamiento deportivo.
Para este fin, uno de los medios fundamentales es la preparación general que asegure la
consolidación de las reestructuraciones funcionales y morfológicas alcanzadas, perfeccione
parcialmente algunas capacidades motoras y contribuya al restablecimiento de las
posibilidades de adaptación. La preparación física general contribuye a un desarrollo
proporcional de todos los sistemas del organismo, creando la posibilidad para el
perfeccionamiento más completo de los mecanismos de adaptación.
En este sentido es preciso entender que las cargas de entrenamiento, según su dirección,
(desarrollo de la fuerza, de la resistencia aeróbica o anaeróbica, coordinación, etc.), afectan
de modo diferente al organismo, y que el tiempo de recuperación varia según el tipo y nivel
de afectación. Por ejemplo, un entrenamiento dirigido al desarrollo de la resistencia aeróbica,
generaría, particularmente, un agotamiento de las reservas de glucógeno muscular y
hepático (Weineck, 1988), lo que ameritaría cierto tiempo de reposo (72h aproximadamente,
según Platonov, 1988) para restituir los sustratos energéticos gastados y la capacidad de
trabajo aeróbica. Sin embargo, si en vez de dar reposo, se aplica una carga dirigida al
desarrollo de la fuerza, donde el sistema energético fundamentalmente es el de los
compuestos fosforados (ATP-PC), el atleta tendrá más capacidad para soportar esta carga
que si se tratara de una repetición de la aeróbica.
Este fenómeno fisiológico obliga a organizar las cargas de entrenamiento de manera tal que
los sistemas energéticos estimulados durante el entrenamiento tengan el tiempo necesario
para restituir sus reservas y capacidades.
Igualmente, para sacarle provecho a las sesiones de entrenamiento donde hay que
desarrollar varios objetivos, las cargas deben estar estructuradas de una forma racional, que
respete las características de los sistemas funcionales a estimular.
"Al principio de la unidad de entrenamiento se sitúan los ejercicios cuya eficacia requiere un
estado psicológico reposado. Este es el caso de los ejercicios de coordinación, de velocidad,
de fuerza explosiva o de fuerza máxima. A continuación vienen los ejercicios cuya eficacia
se basa en la recuperación incompleta, como por ejemplo los ejercicios de resistencia
general-resistencia fuerza. Para terminar, se realizan los ejercicios que favorecen el
desarrollo de la resistencia general".