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Mantenimiento del Sistema de

Enfriamiento en Motores Diesel

Mantenimiento del Sistema de Enfriamiento en Los


Motores Diesel Pesados

Los motores diésel han sido diseñados para ofrecer un alto


rendimiento en término de potencia, economía y durabilidad; características que lo han convertido en la
opción preferida de los fabricantes de vehículos pesados, maquinaria y equipo industrial para satisfacer la
demanda de sus exigentes usuarios. Estos motores han sido diseñados y fabricados utilizando lo más
avanzado de la tecnología para ofrecer estas características de rendimiento por muchos años en los
cuales operan por miles de horas aún funcionando bajo condiciones severas de operación.

Los fabricantes de motores diésel han aumentado las temperaturas de operación del motor con el fin de
mejorar la eficiencia del mismo y de prolongar la durabilidad de los componentes internos. Estos cambios
en las condiciones de operación del motor van de la mano de cambios en las características de diseño y
funcionabilidad del sistema de enfriamiento, el cual debe ser más eficiente y funcionar a la perfección bajo
cualquier condición. De tal manera que la verificación periódica del funcionamiento del mismo y el
cumplimiento de las recomendaciones de mantenimiento son particularmente importantes. El
sobrecalentamiento, el enfriamiento excesivo, las picaduras, la erosión por cavitación, las culatas rajadas,
el atascamiento de pistones, y el taponamiento del radiador son síntomas típicos de fallas del sistema de
enfriamiento.

Sin embargo, es común que algunos


usuarios y mecánicos obvien las
recomendaciones de los fabricantes de
estos motores en cuanto al
mantenimiento y operación correctos, lo
que ocasiona que se presenten
problemas que disminuyen la vida útil del
motor, en algunas ocasiones en forma
drástica. En boletines anteriores sobre
el análisis de fallas en los motores diésel
hemos mencionado la alta incidencia de
causas de que se relacionan a la
operación inadecuada del motor, tanto
en lo que se refiere a funcionamiento fuera de los parámetros normales como a excesos en la exigencia
del motor; además del alto porcentaje, cercano al 34% de los casos en donde la falta de mantenimiento
de los diferentes sistemas del motor ocasiona daños prematuros y severos al motor

En la mayor parte de los casos, la falta de información, el desconocimiento de las recomendaciones del
fabricante y las malas praxis (costumbres y mitos); son las que generalmente ocasionan gastos
cuantiosos en el mediano y largo plazo, ocasionando al usuario grandes pérdidas en la inversión realizada
para una reparación del motor. Los usuarios tratan de economizar en el mantenimiento sin medir el
impacto en el largo plazo.
Y precisamente dentro de los problemas de mantenimiento nos encontramos que los relacionados al
Sistema de Enfriamiento son los más comunes y los que causan el deterioro de los componentes
afectando el rendimiento y durabilidad del motor. La poca frecuencia de verificación del correcto
funcionamiento de todos los componentes del sistema de refrigeración, la eliminación del termostato para
tratar de minimizar un problema de alta temperatura, y la no utilización de un aditivo adecuado para el
sistema de refrigeración; son algunas de las prácticas comunes de los usuarios de motores diésel que
ocasionan estos gastos cuantiosos.
El sistema de enfriamiento del motor es el encargado de transferir el calor generado por la combustión y
la fricción hacia el medio ambiente y de esta manera mantener controlada la temperatura de operación del
motor. El refrigerante circula por los pasajes del motor llamados camisas de refrigerante o de agua y
debe absorber el calor de las superficies calientes del motor y trasladarlo al radiador, en donde se
transfiere a la atmósfera. El sistema de enfriamiento también ayuda a mantener la temperatura correcta
del motor, de la transmisión y del sistema hidráulico mediante el uso de enfriadores de aceite.
Este sistema está compuesto por una serie de dispositivos, entre los que podemos mencionar: Radiador,
Depósito de reserva, Bomba de Agua, Mangueras, Ductos, Termostato, Tapón, Ventilador, Sensores de
Temperatura, Enfriadores auxiliares, Líquido Refrigerante, etc.

Siendo un sistema tan complejo e importante dentro del funcionamiento del motor, se hace indispensable
darle el mantenimiento adecuado y realizar verificaciones periódicas del estado de cada uno de sus
componentes y del funcionamiento. Esto es más crítico en los motores diésel pesados de fabricación
más reciente ya que estos generan potencias elevadas, son más eficientes en cuanto al rendimiento y
durabilidad; además de que utilizan nuevos sistemas de enfriamiento en los cuales la norma es operar a
temperaturas más elevadas pero con más eficiencia en la transferencia de temperatura.

Mantenimiento del Sistema de Refrigeración

El mantenimiento del sistema de refrigeración de los


motores diésel pesados requiere además de la
verificación de funcionamiento de sus componentes; la
limpieza periódica del sistema y la utilización de una
mezcla adecuada en la composición del líquido
refrigerante que permita transferir adecuadamente la
temperatura generada por la combustión y que brinde
protección a todos los elementos del sistema. La mayor
parte de los fabricantes de equipo original recomiendan
generalmente para sus motores con camisas
reemplazables (camisas húmedas), utilizar una mezcla
en una proporción de 50/50 de agua destilada y un
anticongelante que cumpla las especificaciones para
estos motores. Adicionalmente se debe agregar aditivos
suplementarios para el control de la acidez con un
promedio de 3 a 6 % de acondicionador para prevenir la corrosión. Esta proporción puede variar cuando
las condiciones climáticas lo ameriten.

Los anticongelantes (anti-freeze) que forman parte de la mezcla recomendada para ser utilizada en el
sistema de enfriamiento son indispensables para el óptimo funcionamiento del sistema debido a sus
características. Estos ofrecen las siguientes ventajas: aumenta la temperatura de ebullición; disminuye la
temperatura congelamiento; protege contra corrosión; lubrica la bomba de agua y otros sellos. Uno de los
errores más comunes es creer que la única cualidad del anticongelante es evitar el congelamiento del
líquido refrigerante y no tomar en cuenta sus otras ventajas. Por ello es que se recomienda utilizarse aun
cuando el motor no funcione a temperaturas bajo cero. La integridad y limpieza del sistema de
refrigeración, la temperatura y la presión de operación, son factores primordiales para prolongar la
duración de las camisas y del motor en general. No se recomienda utilizar aditivos selladores ni aceites
solubles en el sistema de enfriamiento ya que estos pueden obstruir los filtros; taponear el radiador y los
enfriadores; dañar los termostatos, mangueras y sellos; y corroer el latón y el cobre.

A continuación enumeramos detalles acerca de los principales componentes del sistema de refrigeración:
su función, características, recomendaciones de verificación y mantenimiento.
Bomba de agua: La bomba de agua provee circulación continua del refrigerante cada vez que el motor
gira y por ende está expuesta a problemas relacionados al sellado, principalmente cuando su sello se
daña, ocasionando fugas del líquido hacia el exterior. Entre las causas principales de daños en los sellos
de la bomba se encuentran: falta de lubricación, contaminantes abrasivos en el sistema por falta de
control de la oxidación o por mala filtración; y movimiento excesivo del eje por daño en los
rodamientos. A su vez, este daño en los rodamientos es provocado en gran parte por el ajuste excesivo
de las correas de tensión. Hay que tomar en cuenta que la bomba de agua, tanto su carcasa, y en
algunos casos su turbina (propela) son de hierro fundido por lo que están expuestas a la oxidación y
cavitación.

Radiador: Es el elemento que utilizan los motores refrigerados por líquido para realizar el intercambio de
calor entre el líquido refrigerante y la atmósfera. Está formado por dos depósitos unidos por un panel de
pequeños conductos. El agua caliente entra al radiador por un depósito y tiene que pasar al otro depósito
a través de los pequeños conductos del panel a los que cede el calor porque están más fríos. El aire de la
marcha atraviesa el panel por la parte exterior de los conductos y recoge el calor de éstos, volviendo a
bajar su temperatura.
Podemos encontrar diferentes materiales para la fabricación de los radiadores: cobre, aluminio, materiales
plásticos para fabricar los depósitos. Los radiadores utilizados en los circuitos de lubricación para enfriar
el aceite se basan en el mismo principio. En cuanto a su mantenimiento es importante utilizar los aditivos
correctos y realizar limpiezas periódicas a este elemento y todo el sistema de refrigeración para
mantenerlos operando eficientemente.

Ventilador: El ventilador introduce a la fuerza el aire alrededor de los tubos del radiador para transferir el
calor hacia afuera del refrigerante y bajar a temperatura. Los ventiladores se impulsan con polea desde el
cigüeñal. Algunos de ellos están colocados sobre dispositivos que desconectan su accionar permanente
con la finalidad de disminuir la pérdida de potencia del motor. Sensores de temperatura determinan su
conexión en forma automática únicamente en rangos predefinidos de temperatura.

Tapa del Radiador: Esta mantiene la correcta presión interna así como el volumen del refrigerante en el
sistema de enfriamiento. Además controla el flujo del refrigerante entre el radiador y el tanque de
recuperación. Tomando en cuenta estas importantes funciones dentro de la operación del sistema de
enfriamiento, debemos darle especial importancia a la verificación de funcionamiento del mismo ya que
una falla en la válvula de alivio podría provocar por un lado sobrepresión del sistema que dañaría las
mangueras y el radiador; o por el contrario, en caso de fallar la válvula de presión es sistema sufriría una
despresurización que ocasionaría fugas del líquido refrigerante.

Se recomienda verificar la condición de la tapa del radiador en forma periódica o cuando se presente un
problema de sobrecalentamiento en el motor del vehículo. La tapa del radiador tiene una capacidad en
presión determinada por lo que no se debe utilizar siempre la tapa con la presión recomendada para no
poner en riesgo la vida del motor.

Enfriadores de Aceite: La función de los enfriadores de aceite es mantener la temperatura del motor, la
transmisión y el aceite hidráulico. Hay dos tipos básicos: de aceite a refrigerante y de aceite a aire.

Termostato: Es el encargado de controlar la temperatura del motor a partir del direccionamiento del flujo
del líquido refrigerante a los conductos y galerías del motor, enfriador y radiador. Este funciona mediante
la expansión y contracción de una válvula que sella o permite el paso del flujo dependiendo de la
temperatura y de la graduación especificada. En su mayor parte contienen parafina encapsulada que se
expande al aumentar la temperatura, esta a su vez empuja un disco que permite el paso del fluido.
Cuando el fluido baja su temperatura un resorte regresa el disco a su posición inicial cerrando el paso.
Cuando el motor está frío, el termostato permite circular el refrigerante sólo por el motor, desviándolo del
radiador (para ayudar a mantener caliente el motor). Cuando el motor está a la temperatura de operación
adecuada, el termostato se abre para permitir que el refrigerante fluya a través del radiador (de este modo
se efectúa el enfriamiento). El termostato se abre y se cierra continuamente, a medida que cambia la
temperatura.

Estas características le permiten ayudar al motor a calentar más rápida y uniformemente durante el
arranque en frío; y a mantener rangos de temperatura adecuados durante la operación normal evitando
cambios bruscos que podrían dañar componentes vitales como culatas de cilindro, pistones, anillos y
cojinetes.

Siendo un componente metálico muy preciso en su funcionamiento, diseño y construcción, también está
expuesto a problemas de mal funcionamiento por oxidación y/o falta de lubricación por lo que se debe de
tomar en cuenta las características y limpieza del líquido refrigerante para evitar problemas relacionados
el termostato.

Es común observar como algunos mecánicos y usuarios eliminan el termostato para disminuir la
temperatura de operación del motor en casos que se presenten problemas de alta temperatura sin
percatarse de los graves problemas de operar el motor en rangos bajos. Dentro de estas consecuencias
podemos mencionar: aumento de la cavitación de camisas de cilindro, generación de ácidos sulfúricos y
deterioro y/o daño severo a pistones y culatas por cambios bruscos de temperatura.

Problemas relacionados con el mal mantenimiento del sistema de refrigeración

Por ser este sistema vital para el buen funcionamiento del motor, la ausencia o el incorrecto
mantenimiento del sistema de refrigeración puede generar una serie de problemas tanto en el corto como
en el mediano plazo entre los cuales podemos resaltar el sobrecalentamiento, las fugas de líquido
refrigerante, y el deterioro de componentes vitales como el termostato, la bomba de agua y principalmente
los componentes de cilindro. Tanto los fabricantes de motores como de repuestos han dedicado muchos
años y esfuerzo al análisis de fallas relacionados al mal mantenimiento y principalmente al deterioro de
las camisas de cilindro por causa del fenómeno conocido como cavitación, que deteriora la superficie
exterior que está en contacto con el refrigerante durante la operación.

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