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El régimen de flujo laminar se caracteriza por líneas de corriente suaves y movimiento sumamente
ordenado; mientras que el turbulento, se caracteriza por fluctuaciones (fluctuación: variación de
intensidad) de velocidad y movimiento desordenado. La transición de flujo laminar a turbulento no ocurre
repentinamente; más bien, sucede sobre cierta región en la que el flujo fluctúa (movimiento en ondas)
entre flujos laminar y turbulento antes de volverse totalmente turbulento. La mayoría de los flujos que se
encuentran en la práctica son turbulentos. El flujo laminar se encuentra cuando los fluidos muy viscosos,
como los aceites, fluyen en pequeñas tuberías o pasajes estrechos.
Es posible verificar la existencia de dichos regímenes de flujo laminar, transicional y turbulento
cuando se inyectan algunas líneas de colorante en el flujo en una tubería de vidrio, como hizo Reynolds.
Él observó que las líneas de colorante formaban una línea recta y suave a bajas velocidades cuando el
flujo era laminar (es posible verlas un poco borrosas debido a la difusión molecular), tenían estallidos
de fluctuaciones en el régimen transicional, y zigzagueaban rápida y aleatoriamente cuando el flujo
se volvía totalmente turbulento. Dichos zigzagueos y la dispersión del colorante son indicadores de las
fluctuaciones en el flujo principal y la rápida mezcla de las partículas de fluido de capas adyacentes.
La intensa mezcla del fluido en el flujo turbulento como resultado de las rápidas fluctuaciones
mejora la transferencia de cantidad de movimiento entre las partículas del fluido, lo que aumenta la fuerza
de fricción sobre la superficie y por tanto la potencia de bombeo necesaria. El factor de fricción alcanza
un máximo cuando el flujo se vuelve totalmente turbulento.
Hoja N°:1
2) Número de Reynolds
• RÉGIMEN o MOVIMIENTO LAMINAR:
En general se da en corrientes con pequeñas velocidades y en canalizaciones de dimensiones
pequeñas. Se produce con mayor facilidad en líquidos viscosos. Es un movimiento ordenado donde las
condiciones hidráulicas permanecen invariables. Las pérdidas de energía son función de la viscosidad.
• RÉGIMEN o MOVIMIENTO TURBULENTO:
Se producen en corrientes con velocidades relativamente grandes y las canalizaciones en general no
son pequeñas. Es un movimiento desordenado donde los filetes líquidos modifican su posición en forma
continua. Las pérdidas de energía se deben principalmente a los choques de la masa líquida en movimiento,
producto de la inercia de la masa.
Para determinar en qué tipo de régimen se encuentra una corriente, y debido que para determinarlo
por observación visual se debe utilizar la observación con microscopio, se utiliza el número de
Reynolds.
= densidad ⇒ unidades [Kg]/[m]3
= viscosidad dinámica o absoluta ⇒ unidades [Kg] / [m] . [seg.]
L = dimensión característica de la corriente: RH ; ⇒ unidad [m]
U = velocidad media ⇒ unidades [m] / [seg.]
L3 = Masa proporcional de la corriente
L3 . U2 ∝ fuerzas de inercia ⇒ mov. inestable o turbulento
Con unidades ([M]. [L]2) / [T]
L2 . U ∝ fuerzas de viscosidad ⇒ mov. laminar
Con unidades ([M]. [L]2) / [T]2
𝜌. 𝐿3 . 𝑈2 𝜌. 𝐿. 𝑈
𝑅𝑒 = =
. 𝐿2 . 𝑈
Sabemos que la viscosidad cinemática es = ⇒
𝑈. 𝐿
𝑅𝑒 = [𝑁ú𝑚𝑒𝑟𝑜 𝑑𝑒 𝑅𝑒𝑦𝑛𝑜𝑙𝑑𝑠]
4∗𝜔
𝐷ℎ = [𝐷𝑖á𝑚𝑒𝑡𝑟𝑜 ℎ𝑖𝑑𝑟á𝑢𝑙𝑖𝑐𝑜]
𝑝
Hoja N°:2
Re para tuberías de sección circular en escurrimientos a presión
3) La capa límite
La introducción de un cuerpo a la variación más o menos brusca de la forma de los contornos en una
corriente origina la modificación de ésta en las vecindades de la superficie del cuerpo. Esa zona modificada
es lo que se denomina “capa limite”. La modificación consiste en una disminución de la velocidad de la
corriente, de modo que, en realidad, la disminución de la velocidad caracteriza la capa limite. A veces
sucede el fenómeno a la inversa, pues se trata de un cuerpo que se mueve en un fluido en reposo,
originándose la modificación del reposo en corriente, en la vecindad del cuerpo. Se comunica el
movimiento del cuerpo al fluido vecino. El fluido cercano a la superficie del cuerpo es arrastrado por la
traslación de éste (barcos, aviones, en el aire alrededor de un chorro, etc.).
En un cuerpo en reposo introducido en una corriente la velocidad nula en la superficie misma, crece
hacia el interior de la corriente hasta adquirir a poca distancia la velocidad de la corriente: la zona, cercana
al cuerpo de velocidad menor y creciente hacia el interior es la capa límite. En el caso de un cuerpo que
se traslada en un fluido en reposo, pegado a la superficie del cuerpo, el fluido adquiere la velocidad de él,
disminuyendo hacia el interior del fluido rápidamente, para quedar en reposo a poca distancia del cuerpo
móvil. Toda la capa de fluido cercana al cuerpo que adquiere velocidad es la capa limite. En este caso se
ha verificado la capa límite partiendo de la velocidad del cuerpo, en la superficie de él, disminuyendo
rápidamente hasta cero. Para producirse en ambos casos, es necesario que haya una modificación en el
fluido en las vecindades de su contorno.
Como el movimiento es relativo, para todo el estudio de la capa limite nos bastará considerar la
introducción de una pared inmóvil o el cambio de la forma de la pared en una corriente fluida. El fluido
inmóvil con un cuerpo móvil es lo que encontramos en los buques y en los aviones.
Una mejor explicación del concepto de capa límite se consigue al suponer la existencia de un flujo
uniforme horizontal, de velocidad constante V0, al cual se interpone un cuerpo agudo (Fig. 2).
El campo de velocidades del flujo se adapta a la forma del cuerpo y modifica su carácter de
uniformidad. Además, las fuerzas viscosas que retardan el movimiento del fluido en una capa muy delgada
(de espesor cero) en el punto en el que la corriente toca al cuerpo, se manifiestan sobre una capa de espesor
creciente al transmitir progresivamente el efecto de filete en filete. La región de la capa límite presenta las
siguientes características:
Hoja N°:3
a) La velocidad del fluido, en el punto de contacto con la frontera, vale cero.
b) El gradiente transversal de velocidades y, por lo mismo, el esfuerzo cortante, tiene valores
máximos en la frontera, disminuye a medida que el punto se aleja de esta.
c) Fuera de la capa límite, el gradiente de velocidad es prácticamente cero, porque también lo es el
esfuerzo cortante y los efectos viscosos.
La capa límite laminar de la Fig.3 actúa, por sí misma, como un disturbio; de tal modo que a una
distancia xc, desde el principio de la pared, se torna turbulenta con un comportamiento distinto.
Cuando la capa límite laminar se adelgaza hasta alcanzar un espesor muy pequeño, adquiere el
nombre de subcapa laminar. La turbulencia originada en la capa límite es posible debido al efecto de
alguna irregularidad sobre la superficie de la pared, produciendo el disturbio que se transmite hacia afuera.
A partir de xc el espesor de la capa límite turbulenta crece más rápidamente que en caso laminar. (Fig.3)
Respecto a la velocidad, se observa que el efecto de fricción se presenta en la capa límite por la
modificación de su distribución, según la línea ABC, variando su velocidad de cero –en la pared– al valor
medio V0. Las fuerzas de viscosidad son importantes dentro de la capa límite; fuera de ésta, la distribución
de velocidades es prácticamente uniforme y las fuerzas de viscosidad son despreciables.
En el punto A donde se inicia la perturbación el flujo próximo a la placa es enteramente laminar y
se desarrolla una capa limite laminar a lo largo de la superficie de la pared, siguiendo la línea AB. La capa
limite laminar AB se produce siempre que el sólido sea poco rugoso. La distribución transversal de
velocidades es aproximadamente parabólica y, a partir de B, el flujo se torna turbulento, desarrollándose
una capa turbulenta limitada por la pared y la línea BC.
Si la superficie de la pared es relativamente lisa, en la proximidad de ella se forma una película
delgada, dentro de la cual el flujo se conserva más o menos laminar, la cual se conoce como subcapa
laminar.
Si la pared es rugosa la capa limite turbulenta se puede establecer muy cerca del punto en el que el
flujo hace su primer contacto con la placa, sin existir el tramo inicial de flujo laminar. Si la rugosidad
absoluta es menor que una cierta fracción del espesor de la subcapa laminar; adherida a la pared del
conducto, las irregularidades de la superficie son tan pequeñas que quedan cubiertas por la subcapa
laminar. En esas condiciones la rugosidad no tiene efecto sobre la zona exterior y se dice que la superficie
de la pared se comporta como hidráulicamente lisa o simplemente lisa (Fig. B.4a); sin embargo, puede ser
ondulada si el perfil medio de la superficie sigue una curva regular (Fig. B4b). Si las rugosidades son muy
grandes, extienden su efecto más allá de la subcapa laminar y producen disturbios en el flujo; entonces se
dice que la superficie es hidráulicamente rugosa o simplemente rugosa (Fig. B.4c).
Hoja N°:4
Fíg.4 – Espesor de la subcapa laminar comparado con la rugosidad absoluta.
Hoja N°:5
M.P.U:
Sección: 𝜔
Vel media: U
Pendiente: i
Dist. Entre secciones: 𝑙
Perímetro mojado: χ
Radio hidráulico: RH
Hoja N°:6
𝑦
𝜏= . γ. j
2
𝐹 𝑑𝑢
Según Newton: 𝜏𝑣 = 𝜔 = −𝜂. 𝑑𝑦 [𝑇𝑒𝑛𝑠𝑖ó𝑛 𝑑𝑒 𝑣𝑖𝑠𝑐𝑜𝑠𝑖𝑑𝑎𝑑]
El gradiente negativo indica que a mayor valor de y menor u.
𝑦 𝑑𝑢 γ. j 𝑦
𝜏 = 𝜏𝑣 → . γ. j = −𝜂. ∴ −𝑑𝑢 = . . 𝑑𝑦
2 𝑑𝑦 𝜂 2
Velocidad:
𝑜 𝑅 𝑅
γ. j γ. j
∫ 𝑑𝑢 = ∫ . 𝑦. 𝑑𝑦 = . ∫ 𝑦. 𝑑𝑦 →
𝑢 𝑦 2. 𝜂 2. 𝜂 𝑦
Ley de distribución de
𝛄. 𝐣 velocidades en movimiento
𝒖= . [𝑹𝟐 − 𝒚𝟐 ] →
𝟒. 𝜼 laminar.
(Ec. Parábola)
𝛄. 𝐣 𝟐
∀y = 0 → U = 𝑈𝑚á𝑥 = . 𝑹 → 𝑉𝑒𝑙𝑜𝑐𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑚á𝑥𝑖𝑚𝑎
𝟒. 𝜼
Caudal:
𝜔 𝑅 𝑅
γ. j
𝑄 = ∫ 𝑢. 𝑑𝜔 = ∫ 𝑢. 2𝜋. 𝑦. 𝑑𝑦 = ∫ ( . [𝑅 2 − 𝑦 2 ]) . 2𝜋. 𝑦. 𝑑𝑦
𝑜 0 0 4. 𝜂
γ. j. 2π 𝑅 2 2
γ. j. 2π 𝑅 2
𝑄= ∫ (𝑅 − 𝑦 ). 𝑦. 𝑑𝑦 = ∫ (𝑅 . 𝑦 − 𝑦 3 ). 𝑑𝑦
4. 𝜂 0 4. 𝜂 0
𝑅
π. γ. j. 𝑅2 . 𝑦 2 𝑅4
𝑄= .( − )
2. 𝜂 2 4 0
4 4
π. γ. j. 𝑅 𝑅 π. γ. j. 𝑅4
𝑄= .( − ) = .( ) →
2. 𝜂 2 4 2. 𝜂 4
𝛑. 𝛄. 𝐣 𝟒
𝑸= 𝑹 → Ecuación de Hagen-Poisbuille
𝟖. 𝜼
Hoja N°:7
Velocidad Media:
π. γ. j. 𝑅4
𝑄 8. 𝜂 γ. j 2
𝑈= = 2
= 𝑅
𝜔 𝜋. 𝑅 8. 𝜂
γ. j 2 γ. j 𝐷 2 γ. j 2 32. 𝜂. 𝑈
𝑈= 𝑅 = ( ) = 𝐷 →𝑗=
8. 𝜂 8. 𝜂 2 32. 𝜂 γ. 𝐷 2
𝛾 = 𝜌. 𝑔 además de multiplicar y dividir por U:
32. 𝜂 𝑈 𝑈
𝑗= . . =
𝜌. 𝑔 𝐷. 𝐷 𝑈
32. ϒ 𝑈2 ϒ 1 32 𝑈2 1
𝑗= . ∧[ = ] →𝑗= . .
𝑔 𝐷. 𝐷. 𝑈 𝐷. 𝑈 𝑅𝑒 𝑔 𝑅𝑒 𝐷
Si expresamos las pérdidas de carga en función de la altura de velocidad, por analogía con el Bernoulli:
J= energía disipada por la corriente por unidad de peso y longitud.
𝑈2
𝑗. [𝐿] = 𝜆.
2𝑔
Donde [L]
RH → Corrientes abiertas
D → Conductos circulares
λ: factor de resistencia
𝑈2 𝑈2 32 𝑈2 1
𝜆. = 𝑗. 𝐷 → 𝜆. = . . .𝐷 →
2𝑔 2𝑔 𝑔 𝑅𝑒 𝐷
64
𝑅𝑒 = ó 𝑅𝑒. 𝜆 = 64
𝜆
Ecuación fundamental del movimiento laminar.
En el movimiento laminar el factor de resistencia es inversamente proporcional al número de Reynolds.
5) Movimiento turbulento
La experiencia de Reynolds, en que un filete coloreado seguía una línea recta si las velocidades de
una corriente de un tubo pequeño, eran pequeñas, y que aumentando la velocidad, en forma apreciable,
finalmente, se producía la coloración de toda la corriente del tubo, demuestra dos cosas: la existencia del
movimiento turbulento y la característica de éste: mezcla transversal de la corriente, es decir, velocidades
transversales, velocidades en el plano de la sección normal, que permitan ejecutar esa mezcla. La velocidad
instantánea en un punto cualquiera de la corriente turbulenta tiene, en un sistema ortogonal de
coordenadas, en que dos ejes estén en el plano de la sección normal y el otro en la dirección y sentido de
la corriente, siempre una componente positiva, aunque variable en este último eje y componentes, que
pueden ser positivas, negativas o nulas en los otros dos ejes. Este hecho queda de manifiesto en la
pulsación de la corriente, es decir, en la variación de la magnitud de la velocidad, acusada en aparatos
adecuados.
El estado natural del flujo de líquidos en ríos, canales y casi siempre en los conductos cerrados es
un movimiento turbulento donde el fluido continuamente se mezcla de una manera caótica. La turbulencia
puede generarse por el paso del líquido sobre una superficie de frontera, o bien por el flujo de capas de
fluidos a distintas velocidades una por encima de la otra.
Hoja N°:8
Esto implicaría que existen 2 tipos de turbulencia una generada por efecto viscoso debido a las paredes o
turbulencia de pared y otra que se genera por el movimiento de capas a diferentes velocidades o
turbulencia libre (en ausencia de pared).
Definir la rugosidad de las paredes de una canalización es difícil, aun en los casos en que ella es
uniforme a lo largo de toda una corriente, y aun cuando se eliminen otras cosas de incertidumbre, como
sucede en tuberías circulares de diámetro constante. En canales excavados el asunto es sencillamente otro,
es una cuestión que solo se puede tomar globalmente, pues no se trata de deformaciones simétricas a lo
largo, sino de irregularidades imposibles de pretender poner en ecuación. Resumiendo, el problema “la
rugosidad, siendo debida a las irregularidades de la superficie interior del tubo, se puede decir que
depende de la altura media de estas irregularidades y de la variación de la altura efectiva alrededor
de la altura media. Además:
1. De la distribución geométrica de las irregularidades.
2. De la distancia entre dos irregularidades vecinas.
3. De la forma de las irregularidades.
Hoja N°:9
Las asperezas de altura 𝜀 muy juntas
(Fíg.9.a) equivalen a una pared continua, pues las
líneas de corriente no se alteran en su vecindad;
las ranuras se llenan de fluido inmóvil. Si entre
dientes de asperezas la distancia es comparable a
su altura (Fíg.9.b), en la ranura se sitúa un vórtice
fijo y la línea de corriente cercana a la cabeza de
la aspereza solamente se encorva algo, acusando
si bien una mayor perturbación que en caso 1, sin Fíg.9
embargo, no una gran perturbación. En el caso de
distancia mayores la perturbación aumenta siendo la distancia de 10𝜀 la que produce la mayor perturbación
en las líneas de corriente (Fíg.9.c).
Si dos paredes cuyas deformaciones tienen la
misma altura, pero muy diferente forma (Fig.10). La
pared “ondulada” dio coeficientes de frotamiento de
“pared lisa”, mientras la “rugosa” dio de “áspera”.
Fig.10
La teoría de la turbulencia da resultados positivos en las
canalizaciones circulares cerradas (caños construidos por procesos industriales). Para canales se deben
utilizar resultados experimentales globales.
Experimentalmente se ha determinado que la “tensión tangencial en las paredes” es:
𝑈2 𝑈2
𝜏0 = 𝛾. 𝑓. = 𝜌. 𝑓. [1]
2. 𝑔 2
Donde f es un coeficiente de frotamiento sin dimensiones. Este coeficiente es función de la forma y
magnitud de la corriente y de la aspereza de la pared.
λ es el coeficiente de resistencia para el movimiento laminar.
𝜏0 = 𝑅𝐻 . 𝛾. 𝑗 [2]
[2] es la ecuación obtenida para el movimiento laminar.
𝑈2
𝛾. 𝑓. = 𝑅𝐻 . 𝛾. 𝑗 [3]
2. 𝑔
Siendo en conductor circulares el radio hidráulico es:
𝐷 4𝑓 𝑈2
𝑅𝐻 = →𝑗= . [4]
4 𝐷 2𝑔
Siendo qué:
𝜆 𝑈2
𝑗= . [5]
𝐷 2𝑔
Por lo que si igualamos [4] con [5] podemos decir que el coeficiente de resistente para el movimiento
turbulento vale:
𝜆 = 4. 𝑓 [6]
Hoja N°:10
𝜏0 𝑈2 𝑈2
= 𝑓. =𝜆 = 𝑅𝐻 . 𝛾. 𝑔
𝜌 2 8
𝜏0 𝜆 𝑚
𝑢=√ = 𝑈√ = √𝑅𝐻 . 𝛾. 𝑔 = [ ] 𝑉𝑒𝑙𝑜𝑐𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑑𝑒 𝑓𝑟𝑜𝑡𝑎𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜 (𝑃𝑟𝑎𝑛𝑑𝑡𝑙)
𝜌 8 𝑠
En canales se utiliza la expresión de Chezy, que se obtiene a partir del ultimo miembro expresado en la
velocidad de frotamiento de Prandtl:
𝑈 = 𝐶 √𝑅𝐻 . 𝑗
Donde C es el coeficiente de Chezy
Por lo que podemos escribir que:
𝑈2 𝑓 𝑈2 𝜆 𝑈2
𝑗= 2 = . = .
𝐶 . 𝑅𝐻 𝑅𝐻 2. 𝑔 𝑅𝐻 8. 𝑔
De donde podemos decir que:
2𝑔 8𝑔
𝑓 = 2 𝑦𝜆 = 2
𝐶 𝐶
El análisis experimental revela que para cañerías circulares la pérdida de carga “j” en el movimiento
turbulento es proporcional a “U” elevada a la potencia 2 para conductos rugosos y a la 1.75 para cañerías
lisas. Diferente a lo que habíamos visto que ocurre en el movimiento laminar en donde la pérdida de carga
“j” es proporcional a “U” elevado a la primera potencia.
6) Paso de un régimen a otro
Si repetimos la experiencia de Reynolds de operar en un tubo desde velocidades muy pequeñas
aumentándolas, llevando en un gráfico, en ordenadas los logaritmos de las pérdidas de carga observadas,
y en abscisas los de las velocidades medias, se ve lo siguiente: las pérdidas de carga correspondientes a
baja velocidad se alinean sobre una recta cuyo coeficiente angular es la unidad hasta un punto M; desde
ahí las experiencias (Fig.11), se colocan sobre una curva MO. Si llegados a O seguimos aumentando la
velocidad del tubo y éste es rugoso, se alinean las experiencias en una recta de coeficiente angular 2 (si es
liso en un coeficiente angular 1,75). Tenernos con velocidades ascendentes tres fases:
➢ AM, movimiento estratificado.
➢ MO, transición.
➢ OB, escurrimiento turbulento.
Si ahora desde B operamos descendiendo las velocidades, vendremos de BO con la recta de
coeficiente angular 2 ó 1,75, y si se sigue ahora descendiendo la velocidad, no seguiremos por la curva
OM, sino por ON. En el punto N, las experiencias se alinean sobre la recta NA de coeficiente angular igual
a la unidad. Las tres etapas se reproducen disminuyendo la velocidad, se pasa del movimiento turbulento
a la transición y de ésta al movimiento estratificado, pero la transición con descenso de velocidad no da
para las mismas velocidades, la misma pérdida de carga, y el punto en que se produce el movimiento
estratificado, N, es de menor velocidad que el M en que se destruyó cuando se procedió aumentando
velocidades. Reynolds llamó al punto M "velocidad crítica alta" y al punto N "velocidad crítica baja",
este punto N es donde se igualan las pérdidas de carga de ambos regímenes con un adecuado coef. de
frotamiento f.
U.T.N Hidráulica General y Aplicada Alumno: Vico Francisco
Facultad Regional
San Rafael Especialidad: Ing. Civil
Hoja N°:11
La velocidad crítica alta de Reynolds no tiene
importancia, la existencia de las dos curvas NO y MO tampoco;
a nuestro juicio las que menos tienen son las curvas MO y ON
que sólo revelan que cuando el fluido se ha acomodado a un
régimen necesita un esfuerzo suplementario de las condiciones
para variarlo.
Sin dar aquí detalles suficientes, decir que la vena saliente
de un tubo horizontal de pequeño diámetro (2,6mm), desagüe
de un vaso cilíndrico, brillante y turbulenta, con J proporcional
a U2, llega una cierta carga en que por un momento se pone
opaca y alcanza más, volviendo bruscamente a ser brillante y
alcanzar menos, y así alternativamente varias veces. Estos
cambios como estertores (respiración fatigada) se van haciendo
cada vez menos frecuentes para la vena brillante y turbulenta,
y acentuándose la opaca de más alcance instantáneo. Si se
determina la temperatura del último cambio se obtiene la
velocidad del punto N de la experiencia de Reynolds. Esta
experiencia vendría a probar la existencia de la transición, pero
Fig.11
demostraría la inestabilidad de ella.
En efecto:
32. 𝜂. 𝑈 4𝑓. 𝑈2 16 ϒ
= → 𝑈 = [7]
𝛾. 𝐷 2 𝐷 2𝑔 𝑓𝐷
O también que:
𝐷 𝑈 16
𝑅𝑒 = = [8]
ϒ 𝑓
Haciendo f=0,008 (tubos de pequeño diámetro sin rugosidad)
Se obtiene de [8] que Re=2000, este valor de Re está por debajo del cual es imposible el movimiento
turbulento “punto N” llamado umbral.
Hoja N°:12
Esta ecuación solo es válida para líquidos reales en movimiento turbulento. Esta ecuación no es
exacta para un líquido ideal ya que consideramos el coeficiente de Coriolis y la integral, debido a que en
un líquido perfecto no se consideran las pérdidas de carga.
Derivando respecto al camino
𝑑𝑧 𝑑𝑝 𝑑 𝑈2 𝑓 𝑈2
+ + (𝛼 ) + . =0
𝑑𝑠 𝛾 𝑑𝑠 𝑑𝑠 2𝑔 𝑅𝐻 2𝑔
Siendo “z” la cota de un filete cualquiera podemos suponer que es el correspondiente al eje hidráulico.
En una canalización abierta es el eje de la superficie libre del agua y el ángulo que forma con la horizontal
es pequeño y la pendiente es negativa:
𝑑𝑧
= −𝑠𝑒𝑛 𝐼 = −𝑡𝑔 𝐼 = −𝐼
𝑑𝑠
En una canalización cerrada es el eje que une los baricentros de las secciones rectas mojadas, lugar donde
la presión tiene el valor promedio.
𝑑𝑝 𝑑 𝑈2
−𝑠𝑒𝑛 𝐼 + + (𝛼 ) + 𝑗 = 0 (𝑚𝑜𝑣. 𝑝𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑒𝑛 𝑐𝑜𝑛𝑑. 𝑐𝑒𝑟𝑟𝑎𝑑𝑎𝑠)
𝛾 𝑑𝑠 𝑑𝑠 2𝑔
2
𝑑𝑝 𝑑 𝑈
−𝐼 + + (𝛼 ) + 𝑗 = 0 (𝑚𝑜𝑣. 𝑝𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑒𝑛 𝑐𝑜𝑛𝑑. 𝑎𝑏𝑖𝑒𝑟𝑡𝑎 𝑜 𝑐𝑎𝑛𝑎𝑙𝑒𝑠)
𝛾 𝑑𝑠 𝑑𝑠 2𝑔
Hoja N°:13