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Capítulo 13. Responsabilidad civil.

Comenzando por el concepto. La responsabilidad surge la manera de responder


conforme a la reparación de los daños. En el código civil señala la importancia de
hacerse responsable de daños perjuicios de sus hechos ilícitos, ya que se realizo
con una conducta culpable y dañosa; además del riesgo creado a través de la
conducta ilícita e inculpable de usar un objeto peligroso.

Bejarano Sánchez (2010) señala que la responsabilidad civil es la necesidad


de reparar/indemnizar los daños y perjuicios causados por un hecho ilícito o la
creación de un riesgo. De este concepto se desprende el concepto de
indemnización el cual consiste en hacerse cargo de los daños causados y
restaurar sus efectos sin dejar daño (pp. 260-262). Por lo que existen dos maneras
de indemnizar:

a. La reparación en naturaleza: consiste en borrar los efectos del acto dañoso,


restableciendo las cosas a la situación que tenían antes de él.
b. La reparación por un equivalente: este se da cuando no es posible el daño
en naturaleza, ya que consiste en hacer que ingrese en el patrimonio de la
victima un valor igual a aquel de que ha sido privada.

Los tipos de indemnización son:

1. Compensatoria: cuando los bienes depreciaron o se perdieron y la


indemnización es sucedáneo o sustituto de lo que se ha deteriorado o
perdido.
2. Moratoria: cuando el daño proviene de un retardo en el cumplimiento de
una obligación.

Respecto a la cuantía de la indemnización que tipo de daño es el que se está


reparando, Bejarano Sánchez señala que estos son (2010, pp. 264-268):

- Daños económicos: estas son las perdidas o menoscabos (devaluaciones)


sufridos en los patrimonios. Estos se indemnizan en su integridad.
- Daños a la integridad física de la persona: son los daños producidos en la
integridad corporal de las personas. La indemnización en este tipo de daño
sin valorados en una ‘’tabla de incapacidades’’, las cuales están estipuladas
en la Ley federal del Trabajo.
- Daños morales: estas son lesiones espirituales o daños morales. Estos
pueden describirse como el sufrimiento emocional de una persona al ser
perjudicada.

También el autor toma en cuenta el origen de los daños o perjuicios, ya que


pueden ser responsabilidad de hechos propios, de actos de terceros de cuya
conducta debemos responder o por obra de la cosa de nuestra propiedad. Es por
eso, cuando hablamos de responsabilidad por hechos propios, el autor hace
referencia que cada uno es responsable de su propia conducta ilícita, aludiendo al
dicho ´´el que la hace, la paga´´, en este caso los inimputables y los incapaces
entran dentro de la reparación del daño (Bejarano Sánchez, 2010, pp. 268-269).

Respecto a la responsabilidad por hechos ajenos, encuadra cuando


debemos reparar los daños ocasionados por otra persona, en este caso se debe a
que somos garantes de evitar un daño que la otra persona puede ocasionar. En
este caso puede ser la indemnización por los daños causados por menores de
edad o otros incapacitados y los producidos por empleados o representantes.
Respecto a la responsabilidad por hechos de incapaces, los que responden por
ellos son los que ejercen su patria potestad, los directores de colegios y talleres o
sus tutores. Ya que estos tienen el deber de cuidado y vigilancia a los incapaces,
por lo tanto, su responsabilidad se deriva de esa situación. Y respecto a los
empleados y representantes es de acuerdo con su lugar de trabajo, como, por
ejemplo: por los operarios responden los maestros artesanos; por los obreros, los
patrones y dueños del establecimiento mercantil; por los funcionarios públicos
responde el estado, entre otros (Bejarano Sánchez, 2010, pp. 270-273).

Cuando hablamos de la responsabilidad por obra de las cosas, nos


referimos a que fueron causados por cosas de nuestra propiedad, es decir, la
reparación está a nuestro cargo cuando los daños sean causados por la obra de
un animal de nuestra propiedad, derivado de la ruina de un edificio propio, debido
a objetos caídos de nuestra casa entre otras cosas. Esta reparación se deriva en
la falta de cuidado al no vigilar a los animales y del no mantener las cosas en
condiciones de no dañar a los demás (Bejarano Sánchez, 2010, pp. 274-276)

Cuando el autor habla sobre el abuso de los derechos, hace referencia a la


posibilidad del nacimiento de la responsabilidad derivado del ejercicio de un
derecho, ya que al hacer uso de uno causamos daño. Los casos del abuso de los
derechos se caracterizan por tener una conducta que parecen apegarse a la
norma de derecho, ante un comportamiento que no contradice el mandamiento
formal de la regla jurídica de manera que llega a quebrantar y contrariar el espíritu
y el propósito ejercido, lo cual provoca que su acción no sea valida y legitima y se
convierta en ilegitima. En este caso se alude a la frase ´´el derecho cesa donde
comienza el abuso´´. En este caso el Código Civil en su art. 1912 dice que
´´cuando al ejercitar un derecho se cause daño a otro, hay obligación de
indemnizarlo si se demuestra que el derecho solo se ejerció solo con el fin de
causar daño, sin utilidad para el titular del derecho (Bejarano Sánchez, 2010, pp.
277-281).

Otra responsabilidad que se general, es la que se origina por un hecho


ilícito penal. Y esto se debe a que muchos delitos producen daños sobre bienes
materiales o morales que ameritan reparación, estos son fuente de
responsabilidad civil y confiere a las victimas derecho para ser indemnizadas. En
este caso demás de ser acreedores de una pena, se hacen acreedores de una
reclamación de la reparación de los daños. En este caso trabajan dos ordenes
jurídicos: el penal y el civil, este ultimo se encarga del resarcimiento del daño a las
víctimas y el restablecimiento del equilibrio económico. En este caso el alcance de
la indemnización se basa en el restablecimiento de las cosas en su estado
primigenio antes del delito. por lo que la autoridad judicial fijara el importe de todos
los daños económicos o morales (Bejarano Sánchez, 2010, pp. 281-285).

Respecto a los excluyentes de responsabilidad civil, esta solo se da en los


casos de (Bejarano Sánchez, 2010, pp. 286-294):
- La clausula de no responsabilidad. En la que se ha concedido
voluntariamente la exoneración anticipada de daños eventuales. Ya que se
previó contractualmente la liberación del causante del daño, es decir que
los sujetos quedaron de acuerdo que los daños causados no necesitan
indemnización, esta declaración se denomina clausula de no
responsabilidad y excluye la obligación de reparar los daños y perjuicios.
- La culpa grave de la víctima. En este caso se debe comprobar que el daño
o perjuicio fue producido por culpa o falta grave de la víctima. Se toma
también en cuenta que pudo haber sido provocado por la torpeza grave de
la víctima.
- Caso fortuito o por fuerza mayor. En este caso hace referencia a un
acontecimiento ajeno a la voluntad del deudor, impredecible o bien
inevitable, al que no puede resistir, le impide cumplir con la obligación a su
cargo o le retrasa el cumplimiento de este, lo que causa daño a un
acreedor. Cuando menciona el caso fortuito hace referencia que existe una
fuerza mayor que exonera la responsabilidad de un deudor por que su
incumplimiento se deriva de un hecho ajeno que no puede resistir.

Como se pudo ver, este tema se trató sobre la responsabilidad civil la cual
consiste básicamente en la reparación del daño. La cual se puede resumir en
dinero, ya que aun si se repara algo dañado, las reparaciones tienen un costo.
Otro punto muy importante y que muchas veces se pierde de vista es la
responsabilidad de terceras personas. Ya que muchos piensan que solo porque el
daño fue causado por un incapaz quedan exonerados, pero como pudimos ver
este no es el caso. Ya que los tutores o responsables de los incapaces se deben
hacer cargo de la reparación por su falta de vigilancia o cuidado. También
pudimos ver que existen dos formas de indemnizar y siempre se tiene que ver cual
es la mejor forma y los montos que estos deben tomar en cuenta para reparar el
daño.

También debemos tomar en cuenta que, aunque los daños no tienen


efectos en el mundo material, al provocar un daño en los sentimientos de una
persona o causarle sufrimiento también debe considerarse para la reparación del
daño. Otro punto importante de este tema es sobre la relación de lo penal y lo civil,
y que a pesar de que trabajan en conjunto en ocasiones son independientes las
penas entre sí, ya que dentro del mundo penal se encargan de la pena, en el civil
se encargan de la reparación del daño derivado del delito, y no porque en el
estrato penal sea exonerada una persona deje de tener responsabilidad civil.

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