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Cláusula penal. Concepto, objetivo y consecuencias de la aplicación. A mano.

La cláusula penal también conocida como pena convencional; sólo opera cuando
las partes expresamente la han convenido. Es una cláusula accesoria, así que su
nulidad no acarrea la nulidad del contrato principal (art. 1841, CCF).

En términos muy generales se puede decir que la cláusula penal establece, en


caso de incumplimiento de una obligación, un pago de una suma de dinero
previamente determinada (o determinable con referencia a factores conocidos o
previstos previamente) como un porcentaje del precio multiplicado por el número
de días que constituyan retraso”.

consiste en una prestación pactada para cuando cierta obligación no se cumpla, o


no se cumpla conforme a lo pactado por las partes.

Objeto: no solo es indemnizar al acreedor de los daños y perjuicios que se le sigan


por el incumplimiento, sino fundamentalmente apremiar al deudor para que
cumpla, de ahí que el CCF señale que la pena convencional no puede exceder el
importe del capital.

De acuerdo con el art. 1847 del CCF, no podrá hacerse efectiva la pena cuando el
obligado a ella no haya podido cumplir el contrato por hecho del acreedor, caso
fortuito o fuerza insuperable, de donde resulta que la pena convencional (cláusula
penal, sanción, etc.) la cual cuenta con los siguientes elementos: un acuerdo de
voluntades de los contratantes, accesorio al contrato principal; la imposición de
una pena, en sustitución del resarcimiento de posibles daños y perjuicios; el
incumplimiento culpable, total o parcial, de la obligación objeto de la convención
principal; y alguna prestación a favor del acreedor.

El art. 88 del CCo señala que en caso de que se fije dicha pena, la parte
perjudicada puede exigir el cumplimiento del contrato o la pena prescrita, pero no
ambos; ya que, si se utiliza una, se extingue la otra.

la expresión del CCo “pero utilizando una de estas dos acciones, quedará
extinguida la otra” no permite por ningún motivo exigir el pago de la pena por
simple retardo en el cumplimiento, como sí lo hace el CCF, ya que el CCo no
diferencia y, por tanto, no se puede distinguir los casos de acumulación de ambas
instituciones. Cuestión distinta es la de establecer dos o más penas
convencionales para casos distintos de incumplimiento.

Respecto de la cláusula penal en materia mercantil:

se han emitido dos tesis sobre la aplicabilidad o no del art. 1846 del CCF, y se ha
resuelto que el art. 88 del CCo regula todos los supuestos de incumplimiento
(parcial o total) y no existe justificación para aplicar supletoriamente el art. 1846
del CCF.

Un supuesto comprende que: ha de tratarse de un contrato el cual tiene que ser


mercantil; debe fijarse una pena que tendrá carácter de indemnización contra el
que no cumpliere; y ha de tener lugar el incumplimiento.

La consecuencia, o la disposición normativa que el legislador ha colocado al


supuesto o hipótesis, es que el acreedor perjudicado puede exigir el cumplimiento
del contrato o la pena prescrita; pero, al hacer uso de alguna de estas dos
acciones, queda extinguida la otra.

La pena convencional prevista en el CCo tiene el mismo alcance, propósito y


naturaleza que la pena convencional a que se refiere el art. 1840 del CCF, y sus
únicas diferencias son las que de manera expresa se señalan en el primer
ordenamiento. De ahí que lambas se limitan al valor y cuantía de la obligación
principal, y si la obligación fue cumplida en parte, la pena convencional se debe
modificar en la misma proporción (arts. 1843 y 1844, CCF), razón por la cual suele
ser más atractiva una cláusula de precuantificación de daños que una de pena
convencional, pero esta es preferible a la indemnización que por daños y
perjuicios prevé la ley, ya que el art. 2117 del CCF señala que a falta de pacto en
las obligaciones de dinero, los daños y perjuicios no pueden exceder del interés
legal.

En el caso de que la pena convencional exceda en valor o cuantía a la obligación


principal, la parte excedente es nula, de acuerdo con el art. 8º del CCF, por ser
contraria a una ley prohibitiva, ya que en su art. 1843 dispone que la cláusula
penal no puede exceder en valor ni en cuantía a la obligación principal; el art. 1844
ordena que si la obligación fuere cumplida en parte, la pena se modificará en la
misma proporción, y el art. 1845 establece que si la modificación no pudiere ser
exactamente proporcional, el juez reducirá la pena de manera equitativa, teniendo
en cuenta la naturaleza y demás circunstancias de la obligación.

Características:

Deriva de un pacto entre las partes.

Tiene carácter accesorio de una obligación principal.

Es un medio para asegurar el cumplimiento de una obligación, cualquier obligación


contractual.

Representa los daños y perjuicios que el acreedor pudiera sufrir por el


incumplimiento.

Es un medio técnico de liquidar anticipadamente los daños.

Se establece para el caso de que el deudor no cumpla o lo haga


defectuosamente.** Se puede distinguir entre la inejecución total y el retardo en el
cumplimiento, que equivale a cumplimiento defectuoso.

Las discusiones a las cuales se han dado lugar últimamente ponen en evidencia
dos de las fundones principales que juegan: la función indemnizatoria y la función
conminatoria. Además, una tercera función muy frecuente, inspirada por el deudor,
es la de ser un medio de limitar su responsabilidad, mediante la sujeción a cierto
máximo.

Bibliografía:

Arge Gargollo Javier. Contratos mercantiles atípicos. Editorial Porrúa.


Decimocuarta edición, México 2010

Código civil federal

León Tovar, soylá H. contratos mercantiles, Oxford university press México, s.a. de
C.V., 2015

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