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DIPLOMADO EN INDICADORES DE GESTIÓN Y BALANCED SCORECARD 

LA DIRECCIÓN ESTRATÉGICA DE LA EMPRESA 


FUNDAMENTACIÓN 

Resumen
En esta unidad se exponen los fundamentos de la dirección / gestión estratégica de la
empresa. Para ello, se va a abordar, en primer lugar, el concepto de estrategia y otros afines,
los niveles en los que toman decisiones estratégicas, las etapas del proceso de decisión, la
identificación de los responsables de tomar estas decisiones y la necesidad de ajuste o
coherencia entre los distintos aspectos del proceso y el carácter dinámico del mismo. En
segundo lugar, se analizan los principales enfoques estratégicos adoptados en la literatura
sobre la dirección estratégica: el económico y el organizativo. Ante la validez relativa de ambos
enfoques, se hace precisa una visión integradora que combina los distintos aspectos que
conforman una misma realidad estratégica.

 
 

Índice
Resumen 1

Índice 2

Introducción 3

La Gestión Estratégica de la Empresa 4

Introducción al proceso de gestión estratégica 5


1. El análisis estratégico 5
2. La formulación 6
3. Implantación de las estrategias 6

Referencia Bibliográfica 7

  

 

Introducción
Competitividad, globalización de la economía, ventajas competitivas, mejora de la calidad,
reducción de costes, cultura empresarial... Todos éstos y otros muchos son términos que están
habitualmente en boca de empresarios, directivos, políticos, periodistas, etc., cuando se
refieren y discuten sobre el mundo empresarial actual.
Las empresas se mueven hoy en día en un contexto extremadamente difícil en el que son
muchos y muy valiosos los competidores, en el que ya no basta crear una empresa para tener
éxito, ni siquiera basta con saber vender. La competencia entre las empresas es cada vez más
abierta y más dura. El entorno es enormemente cambiante, turbulento. Las fronteras
económicas entre los países van desapareciendo.
Este proceso directivo se desarrolla en un ambiente de incertidumbre y complejidad, ante la
multitud de elementos y circunstancias a considerar y de conflicto tanto externo, en el
enfrentamiento con competidores u otros agentes sociales, como internos en la satisfacción de
los objetivos de distintos grupos de interés presentes en toda organización.
En este contexto, se hace cada vez más necesario para los empresarios y altos directivos de
las empresas dedicar un mayor esfuerzo y análisis a la elaboración y elección de la estrategia
más adecuada para responder a los retos del entorno y hacer así a la empresa más competitiva
en este difícil contexto. Podría afirmarse que todas las empresas tienen o siguen una estrategia
aunque, en muchas de ellas, permanece implícita en la mente del empresario o de la dirección
general. El esfuerzo por hacerla explícita, analizarla y racionalizarla puede ser muy valioso para
conseguir mejorar la posición competitiva de la empresa y, en consecuencia, sus resultados. El
esquema lógico para poder hacerlo es quizás la aportación principal de la Dirección o Gestión
Estratégica de la Empresa

  

 

La Gestión Estratégica de la Empresa


Hace ya un tiempo que la Gestión Estratégica de la Empresa se ha convertido en el paradigma
dominante respecto a cómo entender el desarrollo de la actividad empresarial, en un entorno
difícil como el que acabamos de describir, con un enfoque integrador que trata de identificar y
analizar los aspectos clave de los que depende el éxito de una empresa.
Así, la estrategia se convierte en el instrumento fundamental, mediante el cual, una
organización asegura su continuidad vital, tratando de conseguir una ventaja competitiva en
todos aquellos negocios en los que se desempeña.
La estrategia, debe dar respuestas a múltiples preguntas, como las siguientes entre otras:
¿cuáles son las fuentes de la creación de valor?
¿porque las rentabilidades difieren de unas empresas a otras?
¿cómo se compite mejor ante los rivales?
¿cómo y por qué crecen y se desarrollan las empresas?
¿qué determina el éxito o el fracaso de la internacionalización de la empresa?

Los problemas que se abordan dentro de la Gestión Estratégica son los que afrontan
habitualmente los responsables de las empresas: ¿por qué las empresas tienen distintos
niveles de éxito y resultados? Es decir, las causas que explican el beneficio económico, la
creación de valor, las ventajas competitivas y su crecimiento y desarrollo. La respuesta ha ido
evolucionando desde la consideración prioritaria del sector y del mercado (economía industrial),
bajo un supuesto de homogeneidad empresarial, al reconocimiento a la relevancia de su
heterogeneidad (teoría de recursos) para vincularse a los factores internos y las denominadas
capacidades empresariales y directivas.
El papel del empresario y de los directivos es crucial en el proceso de desarrollo de una ventaja
competitiva y son la fuente última de ésta, por sus capacidades de decidir cómo y dónde
competir, cómo facilitar el desarrollo de recursos y capacidades y cómo promover procesos de
aprendizaje que conduzcan al establecimiento de una ventaja competitiva sostenible. Es lo que
actualmente se denomina la creación de capacidades dinámicas y que constituyen uno de los
aspectos de mayor interés en la estrategia empresarial.
Los empresarios y directivos se enfrentan en su quehacer diario a la incertidumbre que se
deriva de los cambios en las variables del entorno económico, social y tecnológico, a la
incertidumbre que se deriva del cambio en el comportamiento de los competidores, así como
de los grupos que configuran la empresa y con los que interactúa. Así mismo, deben
aprovechar las ventajas y retos que se derivan de la globalización de los mercados y de los
cambios tecnológicos radicales, pero también de las múltiples formas de interrelación que
existen entre la empresa y los agentes del entorno e integrar los distintos grupos humanos que
la configuran –propietarios, directivos y trabajadores–, y los afectados por su actividad
–competidores, clientes, proveedores, la sociedad.

  

 

En efecto, el modelo de Dirección Estratégica pretende insertar la vida de la empresa en su


medio externo, de tal forma que sea capaz de responder con eficacia tanto a las oportunidades
y situaciones favorables que el mismo plantea como a aquellos otros retos y amenazas que
también pudieran aparecer. Todo ello, sin perder la visión de los recursos, las capacidades y
las fortalezas internas con las que la propia empresa cuenta, así como las debilidades que
todavía mantenga.
Como resultado de la conjunción de estos factores surge la situación de partida, con base en la
cual pueden ser establecidas las distintas alternativas o cursos de acción que posibiliten a la
empresa alcanzar los objetivos propuestos. El proceso culmina con la puesta en práctica de
tales alternativas. Esto es, en esencia, la Gestión Estratégica.
Como se puede deducir fácilmente, el modelo comporta una visión global y a largo plazo de la
empresa, así como una determinada forma de analizar la realidad y tomar las decisiones
pertinentes. Dicha forma, propia sin duda de la alta dirección, define una actitud peculiar de
entender la vida de la empresa y el mundo de los negocios.
Sin embargo, el modelo no olvida la necesaria desagregación de objetivos a niveles inferiores
de autoridad ni la importancia de la toma de decisiones en distintos niveles instrumentales. En
este sentido, es muy interesante la diferenciación que se establece en el diseño de las
estrategias en tres niveles de decisión: nivel corporativo, competitivo o de negocio y funcional.
Cada uno de estos niveles tiene su problemática específica y el modelo no se puede entender
sin la conveniente integración de todos ellos.
Podríamos decir, de forma metafórica, que las finanzas,el marketing, la producción, la
contabilidad, o los recursos humanos, entre otras especialidades, son piezas de un
rompecabezas que no está completo, hasta que todas las piezas encajan entre sí de forma
adecuada.

Introducción al proceso de gestión estratégica


La Gestión Estratégica se encarga precisamente, de juntar estas piezas y completar el
rompecabezas de la dirección de empresas.
Para conseguir esto, la gestiòn estratégica trata de dar respuestas a las empresas a través de
un proceso de cuatro grandes áreas:
1. el análisis estratégico
2. la formulación de estrategia
3. la implantación de las estrategias

1. El análisis estratégico
Se ocupa de definir la orientación futuro de la empresa, así como hacer un diagnóstico del
entorno para descubrir sus oportunidades y amenazas y un diagnóstico interno para encontrar

  

 

sus fortalezas y debilidades a través de la identificación y evaluación de sus recursos y


capacidades, así como definir la orientación general, en términos de visión, misión y objetivos,
que va a caracterizar todo el proceso de decisión.

2. La formulación
se ocupa del diseño de posibles estrategias en los distintos niveles que permitan lograr los
objetivos planteados.
La definición de estrategias competitivas y su adaptación al tipo de industria en el que la
empresa opere forma parte de este bloque.
Igualmente, las decisiones que tienen que ver con la elección de la cartera de negocios y sus
posibles modificaciones, a través de estrategias de diversificación o de reestructuración, entre
otras.
En las estrategias corporativas, es especialmente relevante, el análisis de las fusiones, las
adquisiciones, o las alianzas, así como de las decisiones que llevan a la empresa a competir en
mercados globales / internacionales, que plantean un reto cada vez más ineludible para las
empresas.
Pero no existe una estrategia real, que no se ponga en práctica y se compruebe que funciona
adecuadamente, por lo cual es de vital importancia la fase de ​la implantación de las
estrategias​.

3. Implantación de las estrategias


En ella, la dirección se enfrenta a cambios organizativos, que tienen que ver con el diseño
organizativo, el liderazgo estratégico, el papel de los recursos humanos o la adaptación, y en
su caso, el cambio de cultura organizativa vigente, entre otras.
Pero también, es necesario, dotar a la empresa de mecanismos y herramientas eficaces para
una correcta implantación, tal es el caso de los sistemas de apoyo, entre los que destacamos,
la planificación estratégica, el control estratégico y los sistemas de información.
Con la implantación de las estrategias se intenta pasar del análisis y la decisión a la acción, a la
puesta en práctica de la estrategia. Es ésta una parte que tiene una gran relevancia en el éxito
de todo el proceso. Sin la adecuada consideración de los aspectos organizativos, culturales o
del factor humano, el proceso estratégico puede fracasar aun cuando el diseño de la estrategia
sea el correcto.
La evaluación y control es la etapa en la que se supervisan las actividades corporativas y los
resultados del desempeño de tal manera que el rendimiento real se compare con el rendimiento
deseado.
Los administradores de todos los niveles utilizan la información que obtienen para tomar
medidas correctivas y resolver problemas. Aunque la evaluación y control es el último elemento
importante de la administración estratégica, también puede señalar las debilidades de planes

  

 

estratégicos implementados anteriormente y estimular así todo el proceso para comenzar de


nuevo.
Éxito empresarial, competitividad, visión de futuro, incertidumbre, conflicto, globalización,
cambios continuos, personas y grupos de interés, estos son algunos, aunque no todos, de los
principales ingredientes de la estrategia empresarial.

Referencia Bibliográfica
● Guerras Martín, L.A. y Navas López, J. E. (2016): La Dirección Estratégica de la
Empresa. Teoría y Aplicaciones. Thomson-Civitas, Navarra.
● Wheelen, Thomas L. y Hunger, J. David. (2007): Administración Estratégica y Política de
Negocios. Conceptos y Casos. Pearson Educación, México.

  

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