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COMISIÓN 9507 – PROFESORA DRA.

NAJURIETA

CASO PRÁCTICO PARA COMPRENDER EL PROBLEMA DE LAS CALIFICACIONES

La definición o calificación de conceptos es un instituto común a diversas disciplinas,


pero en el derecho internacional privado –que tiene por función solucionar de manera
justa los casos multinacionales-, la comprensión del “problema de las calificaciones”
requiere razonamientos más complejos pues el juez debe poder regular –por la norma
de DIPr de su sistema, normalmente, una norma de conflicto- una realidad que ha
tenido nacimiento en extraña jurisdicción, tal vez con rasgos relativamente similares o
con rasgos diferentes. SE TRATA DE ENCASILLAR LA REALIDAD PROBLEMÁTICA –la
situación jurídica multinacional- en alguna de las categorías jurídicas definidas por las
normas de conflicto del foro (en una interpretación que deberá esforzarse por un
ensanchamiento comparativo, a fin de dar cabida a realidades creadas bajo otras
legislaciones).

Algunas veces el legislador ha proporcionado la definición y eso simplifica el


razonamiento (calificaciones autárquicas, por ejemplo, el art. 2621, último párrafo, del
CCCN). (LEER Y REFLEXIONAR LAS DIAPOSITIVAS 12 A 16 del documento “MÉTODO
CONFLICTUAL” que fue enviado al campus académico).

En contadas circunstancias, una misma realidad es comprendida bajo determinada


“categoría” de las normas de conflicto del foro (y ello la somete a un derecho
designado por esa regla), en tanto, en el otro Estado vinculado al caso, el legislador ha
encasillado esa realidad en otra categoría completamente diferente (regulada por otra
norma de conflicto de ese sistema), que conduciría a aplicar otro derecho con distintas
consecuencias. ¿Cómo debe proceder el juez en estas circunstancias?

Se han elaborado distintas teorías académicas, pero examinaremos un caso para saber
cómo resuelve el juez argentino en la práctica:

El señor Juan Weiss, coleccionista de arte, realizaba un viaje por Europa y


pasó a visitar a su primo médico, Pieter Weiss, en Viena. Sorpresivamente
se descompensó y tuvo un infarto del que salió a flote gracias a la rápida
intervención de su primo. Como debía reponerse, pasó un mes en casa de
Pieter en Viena recibiendo todos los cuidados necesarios, hasta que
estuvo en condiciones de viajar. Juan Weiss se sentía agradecido y, en el
aeropuerto, mientras esperaba el embarque del avión acompañado del
asistente de Pieter, escribió en un papel de su puño y letra, con fecha y
firma, la donación a Pieter de uno de sus cuadros preferidos de Fernando
Fader, que integraba su colección impresionista. Dio el papel al asistente
antes de retirarse a embarcar sin decir una palabra de este suceso a su
familia.
Dos meses después, falleció de una nueva crisis cardíaca en su domicilio
en Buenos Aires. Su hijo Alfredo, pintor y escultor, revisó la gran colección
del padre y denunció todos los bienes en la sucesión, pues compartía la
vocación hereditaria con su hermana Silvia, radicada en Madrid. Una vez
iniciado el proceso sucesorio ante el juez civil de Buenos Aires, recibieron
una nota de Pieter Weiss, en la que lamentaba el fallecimiento del primo y
reclamaba la entrega del cuadro de Fernando Fader, que le había sido
donado por Juan durante el viaje; a todo evento, por si fuera necesario, en
esa nota manifestaba la aceptación de la donación. Los hermanos
consultaron al abogado quien les informó que la donación no había
existido pues era un contrato y ese papel firmado por Juan Weiss era un
acto unilateral donde no constaba la voluntad del donatario,
imprescindible para la conclusión del contrato.
El primo Pieter Weiss se presentó ante el juez argentino competente en la
sucesión de Juan Weiss y reclamó la separación del cuadro de Fernando
Fader del acervo. Sostuvo que ese bien era de su propiedad, que había
salido del patrimonio del causante por donación antes de que sucediera la
muerte. Afirmó que el escrito, fechado y firmado en Viena, Austria, era
una donación perfecta según el derecho austríaco, que consideraba a la
donación como un acto de liberalidad unilateral y no formal.
Cuestiones en las que el juez de la sucesión debe reflexionar antes de decidir:

a) Según el derecho argentino, la donación es un contrato y como tal supone dos


voluntades que coincidan, la del donante –que es válida aún sin la tradición de la cosa-
y la del donatario. La aceptación de la donación es una materia sustancial, pues es la
voluntad que perfecciona el contrato (y es de interpretación estricta, art. 1545 CCCN).
La aceptación sólo puede ser hecha en vida del donante.
b) Según el derecho austríaco, la aceptación de la donación es un acto irrelevante, que
hace a la forma del acto (que es informal en ese derecho).

Usted debe tomar la posición del juez argentino:

El juez argentino: 1) ¿debe seguir la categoría de cuestión sustancial, y por tanto someter la
aceptación a la ley que rige la donación, que es el derecho del domicilio del obligado a cumplir
la prestación característica del contrato, en el caso, el derecho argentino del domicilio del
donante?, o
2) ¿debe efectuar el encasillamiento del problema (debe “calificar” la aceptación) como una
cuestión formal, que se rige por el derecho del lugar en que se celebró el acto, en el caso, el
derecho austríaco pues el acto fue fechado y firmado en Austria?

Por favor, indique si el juez argentino debe seguir el camino 1 o el camino 2 y cuál
sería el fundamento de su respuesta. Indique cuál es la consecuencia de su decisión
en cuanto a si el cuadro de Fernando Fader se encuentra o no en el acervo de la
sucesión.

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