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Examen final CPO Interpretacion constitucional

Cuatrimestre agosto/septiembre
Prof. Rabbi Baldi

Primera parte

Tenga en cuenta el caso Fontevecchia; los dos artículos del Dr. Rabbi-Baldi sobre el tema y
algún otro trabajo de otro autor que haya abordado este asunto y responda:

1. ¿Cómo se integró el fallo de la CSJN (mayorías, votos concurrentes, disidencias)? La


posición mayoritaria fue conformada por el voto conjunto de los jueces Ricardo
Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y Carlos Rosenkrantz y el voto propio del juez
Horacio Rosatti. En disidencia votó el juez Juan Carlos Maqueda.

2. ¿Cuáles son los dos puntos centrales, según el trabajo de Rabbi Baldi, que plantea la
CSJN y cómo los resuelve? Los dos puntos centrales que plantea la CSJN son:
a. Si la orden de la CIDH de “dejar sin efecto la condena impuesta” ha sido
dictada dentro del marco de atribuciones previsto por la CADH;
b. Si debe cumplir la CSJN a la luz del ordenamiento constitucional nacional.
La CSJN termina no haciendo lugar a lo solicitado por la Secretaría de Derechos
Humanos de la Nación, argumentando que el sistema interamericano es subsidiario,
coadyuvante y complementario de la que ofrece el derecho interno de los Estados
americanos.
Diferentes argumentos dio la CSJN sobre las facultades de la Corte Interamericana en
el ámbito de la CADH, entre las más importantes: entendiendo que “dejar sin efecto”
significa, según la RAE, “revocar”, y que la CIDH no revisa ni anula decisiones
jurisdiccionales estatales;
Por otro lado, en el considerando 4º del voto concurrente, el Dr. Rosatti argumenta
que el cumplimiento de “dejar sin efecto la condena impuesta”, debe ser analizada a
la luz de las posibilidades que brinda nuestro sistema jurídico. Por lo tanto, esa
decision, no solo parece ir más alla de las atribuciones de la Corte IDH, sino que
encuentra un obstáculo insalvable en disposiciones constitucionales que ésta Corte
Suprema no peude desatender y por cuya protección debe velar.
El Art. 75 inc. 22 incorpora con jerarquía constitucional varios tratados de derechos
humanos, pero con la salvedad de que estos últimos no derogan articulo alguno de la
primera parte de la Constitución y que además son complementarios a la misma. Por
lo tanto, el argumento de la primacía constitucional, es la que hace valer la Corte
Suprema en torno a las facultades de la CIDH en el ámbito de la Constitución Nacional.
Cuando este artículo habla de “no derogan articulo alguno de la primera parte de la
Constitucion”, podemos ver que dentro de esta primera parte se encuentra el Art. 27
en el que se establece que los tratados firmados por el Estado no deben ser contrarios
con los principios de derecho público establecidos en la Constitución.

3. ¿Qué dice el art. 68.1 de la CADH y como ha sido interpretado por la doctrina, según
el trabajo de Rabbi-Baldi? El Art. 68.1 de la CADH dice “Los Estados Partes en la
Convención se comprometen a cumplir la decisión de la Corte en todo caso en que
sean partes.”.
A medida que fue pasando el tiempo, se fue modificando la interpretacion de la Corte
Suprema de Justicia sobre el Art. 68.1. Mucho de esto se fue dando por la doctrina, a
través de los diferentes votos particulares y disidentes de alguno de los jueces de la
Corte Suprema de Justicia de la Nación. En 2003 comienza el análisis del trabajo del
Dr. Rabbi Baldi, con la causa Cantos, en la que cinco jueces de la CSJN fallan a favor de
la obligatoriedad en el cumplimiento de la sentencia de la Corte IDH, sin embargo, el
juez Boggiano, acepta parcialmente el cumplimiento, pero excluyendo tratar la
obligatoriedad de la encomienda de la Corte IDH.
En 2004, el fallo “Espósito” la CSJN decide por unanimidad dejar sin efecto la sentencia
apelada la jueza Highton de Nolasco, en el considerando 6 hace referencia al Art. 68.1
de la CADH y dice que “la decisión mencionada resulta de cumplimiento obligatorio
para el Estado Argentino, por lo cual también esta Corte, en principio, debe
subordinar el contenido d sus decisiones a las de dicho tribunal internacional”. Esta
misma aclaración, la hacen en su voto los jueces Petracchi y Zaffaroni. De esta manera,
estos tres jueces dejan sentado, que la sujeción de la CSJN a la obligatoriedad de lo
que resuelva la Corte IDH no es absoluta sino “en principio”.
A fines del 2011 en la causa “Derecho” se repite la misma fórmula que en “Espósito”,
al repetir que las decisiones de la Corte IDH son “en principio” obligatoras para la
República Argentina en los casos en que sea parte (Petracchi, Zaffaroni, Highton de
Nolasco, Fayt y Argibay). Por su parte, el juez Maqueda mantiene la tesis de absoluta
obligatoriedad, desde ese entonces a la fecha.

4. ¿Qué función desarrolla el art. 27 de la Constitución Nacional según la CSJN y según


el artículo de Rabbi-Baldi? ¿son semejantes o diversas?
El Art. 27 de la Constitición establece un límite en el cual Argentina solo pudo
obligarse en el sistema interamericano en los términos de su Constitución. En palabras
de Rosatti, en el considerando 5º del fallo en cuestión, dice: “el constituyente ha
consagrado en el citado art. 27 una esfera de reserva soberana (margen de
apreciación nacional) delimitada por "los principios de derecho público establecidos en
la Constitución Nacional", a los cuales los tratados internacionales -y con mayor razón
aun la interpretación que de tales tratados se realice- deben ajustarse y con los cuales
deben
guardar conformidad”.
El considerando 17º de la mayoría dice: “revocar la sentencia firme dictada por este
Tribunal implica privarlo de suc aracter de órgano supremo del Poder Judicial
argentino y sustituirlo por un tribunal internacional, en clara trasngresion a los Art. 27
y 108 de la Constitución Nacional”.
Es clara la postura de la CSJN al respecto: Argentina tiene que firmar los tratados que
resguarden los principios de derecho público establecidos en la Constitución Nacional.
Cualquier tratado que no resguarde estos principios, no es constitucional. En ese
sentido, que la Corte IDH dicte que la CSJN debe dejar sin efecto el fallo, sería un
exceso por parte de la Corte Interamericana, ya que estaría violando el Art. 27 de la
CN.
Similar postura es la del Dr. Rabbi Baldi en cuanto al límite que establece el Art.27 de
la CN. El mismo lo asemeja con el Art. 53 de la Convención de Viena en tanto que “es
nulo todo tratado que, en el momento de su celebración esté en oposición con una
norma imperativa del derecho internacional general”. El iuscogens del Art. 53 lo
emparenta con el derecho de gentes (iusgentium) del Art. 118 de la Constitución
Nacional. Y, del mismo modo, el art. 46 de la citada Convención se correspondería
también con nuestro 27 de forma que ningún texto convencional contrario a los
principios de derecho público
establecidos en esta Constitución (o, si se prefiere, a “una norma de importancia
fundamental de su derecho interno”) derrota a aquellos, sino exactamente a la
inversa: el art. 27 los sujeta a su contenido “inconmovible”, como se lee en el consid.
17 del voto de mayoría; en definitiva, dicha norma constriñe al test de
constitucionalidad a todas las convenciones.
5. ¿Cómo fue interpretado el art. 27 de la Constitución Nacional por parte del (a)
convencional constituyente histórico (1853/1860); (b) por parte de la doctrina más
acreditada y (c) por parte de la jurisprudencia de la CSJN?
a) La interpretacion que se le dio al Art.27 en las convenciones constituyentes de
1853 y 1860 no difiere demasiado en la que se analizó en los puntos anteriores. El
antiguo Art. 31, en la primera de las convenciones mencionadas, se trató que a la
redacción se le podía agregar a la palabra tratados la de legales. A esto, se
contestó de manera rotunda: si los tratados no eran legales, no se consideraban
tratados, ya que de caso contrario serían contratios a los principios
constitucionales y por lo tanto no serían considerados como tales. En 1860, el
Diputado Esteves Saguí remarcó que “un tratado no puede menos que respetar el
artículo constitucional”. Por su parte, Mármol y Velez Sarsfield consideraban que
“un tratado es ley suprema en cuanto no se oponga a la constitución. Cuando se
quiere pasar por sobre todos los principios, son inútiles todas las leyes. Por
consecuencia, en el Art. 27 están salvos completamente todos los principios que
se han indicado”.
b) Roque Saenz Peña, Luis Maria Drago y Carlos Rodriguez Larreta plantearon en la
Conferencia de La Haya en 1907 que los tratados de arbitraje obligatorios no
incluyan las cuestiones que afectaban a la Constitución de cada país. Sin embargo,
Joaquin V. Gonzalez dejó en claro que “un tratado no puede alterar la supremacía
de la Constitución Nacional, cambiar la forma de gobierno, suprimir una provincia
o incorporar otras nuevas, limitar atribuciones expresamente conferidas a los
poderes de gobierno, desintegrar social o políticamente al territorio; restringir los
derechos civiles, políticos y sociales reconocidos por la Constitución a los
habitantes del país, ni las prerrogativas acordadas a los extranjeros ni suprimir o
disminuir en forma alguna las garantías constitucionales creadas para hacerlos
efectivos ...En cuanto la Constitución Nacional sea lo que es, el Art. 27 tiene para la
Nación significado singular en el derecho internacional". Esto mismo, lo remarcó el
juez Rosatti en el considerando 5º.
c) La CSJN tuvo innumerables oportunidades de expedirse acerca del Art. 27 de la
Constitucion Nacional. Entre los fallos más reconocidos que trataron el articulo en
cuestión encontramos Café La Virginia SA y Fibracca c/Comisión Técnica Mixta de
Salto Grande. En ambos, la postura de la CSJN con respecto a dicho artículo fue la
misma que la tomada en Fontevecchia. Esta comprensión del Art. 27, lejos de
haber sido alterada por la reforma de 1994, ha sido reafirmada con ella, cuando el
constituyente argentino al otorgar jerarquía constitucional a la CADH, en el Art. 75
inc. 22 estableció que sus normas “no derogan artículo alguno de la primera parte
de la Constitución”, donde se incluye el mencionado Art. 27.

6. ¿Existe una vinculación conceptual entre el art. 27 de la Constitución y el 46 y 53 de


la Convención de Viena sobre el derecho de los tratados? Si la hubiera, ¿en que
consiste? Entiendo que hay vinculación entre estos artículos. Esta vinculación consiste
en que el Art. 53 de la Convención de Viena establece la nulidad de los tratados que al
momento de la celebración estén en oposición con una norma imperativa de derecho
internacional general; y por su parte el Art. 46 del mismo cuerpo establece la nulidad
de un tratado celebrado por un país que “afecte a una norma de importancia
fundamental de su derecho interno”. Ambos artículos serían los correspondientes al
Art. 27 de la Carta Magna, pero en el ámbito internacional. De forma que ningún
texto convencional contrario a los principios de derecho público establecidos en una
norma de importancia fundamental de su derecho interno derrota a aquellos, sino
exactamente a la inversa: el art. 27 los sujeta a su contenido “inconmovible”; en
definitiva, dicha norma constriñe al test de constitucionalidad a todas las
convenciones.

7. ¿Las sentencias de la CIDH en los casos en que la Argentina no es parte, son


obligatorias para el país? ¿Por qué? No, no son obligatorias para el país, ya que el Art.
68.1 establece que los Estados Partes en la Convención se comprometen a cumplir la
decisión de la Corte en todo caso en que sean partes.

8. ¿Las sentencias de la CIDH en los casos en que la Argentina es parte, son obligatorias
para el país? Si su respuesta fuera afirmativa, ¿son siempre obligatorias o en
algunas circunstancias no?
Conforme el Art. mencionado en el punto anterior, las sentencias de la Corte IDH son
obligatorias para el país. Sin embargo, como se menciona en los puntos anteriores se
puede dejar a salvo el condicional “en principio” que incorpora la jurisprudencia de la
CSJN en los términos del art. 27 de nuestra Constitución (y que, obviamente, la CIDH
no admitirá). Entonces, ante una decisión de la CIDH dictada en una causa en la que un
país es parte, como regla, vincula a ese país tanto en su parte resolutiva, cuanto en sus
considerandos, pues, como tiene dicho constante jurisprudencia de la CSJN, las
sentencias constituyen una unidad lógico jurídica de donde no deben existir
incompatibilidades entre sus fundamentos y lo que se resuelve. Salvados los principios
de derecho público constitucional, no existe inconveniente para que la resolución y los
fundamentos de la CIDH sean vinculantes para la República Argentina en un caso en el
que es parte.

9. ¿A su juicio, de acuerdo con el sistema de nuestra Constitución y de la CADH, existe


una primacía de la primera sobre la segunda; de la segunda sobre la primera o
poseen análoga jerarquía? Considero que si bien poseen análoga jerarquía, ante una
eventual discrepacncia entre ambos cuerpos normativos, se debe priorizar nuestra
Constitución Nacional. Esto lo digo, basándome directamente en el Art. 75 inc. 22 que
incorpora los tratados internacionales de derechos humanos y les asigna jerarquía
constitucional, pero con la salvedad de que “no derogan artículo alguno de la primera
parte de esta Constitución y deben entenderse complementarios de los derechos y
garantías por ella reconocidos”. Los tres puntos para fundar mi postura son: 1) La
Constitución es quien incorpora los tratados y les asigna rango constitucional; 2) Los
mismos no derogan artículo alguno de la primera parte de la CN; y 3) deben
entenderse como complementarios. Tanto el punto 1 como el 2, me hacen pensar que
la CN es más importante y agrega a los tratados como un apéndice de la propia CN. Y
el punto 3, lo interpreto como “si algo le falta a la Constitución, lo complemento con
los tratados internacionales”.

Segunda Parte

B. Lea el considerando que se adjunta (del caso “Gualtieri Rugnone”) y vincúlelo con el
trabajo del Prof. Rabbi Baldi explicado en clase sobre la teoría de los casos fáciles, difíciles
y trágicos y que forma parte del libro “Lecciones de Teoría del Derecho”. El caso versa
sobre la petición de una parte de conocer el patrón genético de una persona (derecho a
conocer la verdad acerca del emplazamiento familiar) y la negativa de ésta de someterse a
dicha prueba (derecho a la autonomía de la voluntad y de la intimidad). Ante ello, el
Tribunal dice:
“Que la identificación precisa de los derechos en conflicto efectuada en los considerandos
anteriores, conforma un campo de tensión que obliga a adoptar una decisión basada en la
razonable ponderación de principios jurídicos. Toda decisión judicial debe comenzar
mediante la delimitación de los hechos y su subsunción en la norma jurídica aplicable. (…)
En el presente caso, delimitados los hechos y el derecho conforme surge de los
considerandos anteriores, no es posible deducir de ellos la solución de la controversia
porque surge un campo de tensión entre derechos de rango similar. El conflicto ocurre
cuando la plena satisfacción de un derecho conduce a la lesión de otro igualmente
protegido. Como se ha señalado, es lo que ocurre en el caso, puesto que si se hace lugar a
la búsqueda de la verdad perseguida por la familia biológica, se lesiona la autonomía
personal de quien se niega a conocer su identidad real. Por esta razón es que la dogmática
deductiva no brinda soluciones y debe recurrirse a la ponderación de principios jurídicos.
Los principios son normas que constituyen mandatos para la realización de un valor o un
bien jurídicamente protegido en la mayor medida posible. Cuando un principio colisiona
con otro de igual rango, la solución no es excluir uno desplazando al otro, sino ponderar el
peso de cada uno en el caso concreto, buscando una solución armónica. Responda:
a) ¿Cómo se clasifican las normas según Alexy y cual es la definición que corresponde a
cada una de ellas? Según Alexy, se entiende por norma “el sentido de un acto con el
que se ordena, prohíbe o permite y especialmente se autoriza una conducta” (Kelsen) o
una “expectativa de comportamiento contrafácticamente estabilizada” (Luhmann) o
un imperativo (Austin) o un modelo de comportamiento que o es realizado o, en caso
de su no realización, tiene como consecuencia una reacción social (Geiger); una
expresión de una determinada forma o una regla social (Hart). A partir de la Teoría de
los Derechos Fundamentales, Alexy designa a las normas de derecho fundamental
expresas como aquéllas directamente establecidas por las disposiciones de la Ley
Fundamental (lo equivalente a la Constitución). Además existen normas de derecho
fundamental que no están establecidas directamente por el texto constitucional, sino
que más bien están adscritas a las normas expresas. Estas normas adscritas son
aquellas para cuya adscripción a una norma de derecho fundamental expresa es
posible dar una fundamentación iusfundamental (lógicamente) correcta. Por tanto,
para que una norma adscrita sea o no una norma de derecho fundamental, depende
de que sea posible una argumentación iusfundamental para ello. Sin embargo, el
mismo Alexy señala que las reglas de fundamentación iusfundamental no definen
ningún procedimiento que en cada caso conduzca a un solo resultado. De aquí que el
autor admita que en muchos casos, existe incertidumbre acerca de cuáles pueden ser
normas adscritas de derecho fundamental.

b) ¿Encuentra semejanza o diferencia entre la conceptualización que da Alexy a los


principios y la que da la Corte en el considerando bajo estudio? Lo dicho en el punto
anterior nos lleva directamente a diferenciar entre “regla” y “principio”. Tanto una
como otra son normas, porque ambas dicen lo que debe ser. La distinción entre reglas
y principios, es una distinción entre dos tipos de normas. Según un criterio de
generalidad, los principios son normas de un grado de generalidad relativamente alto,
y las reglas normas con un nivel relativamente bajo de generalidad. Otra definición de
principios es la que son como mandatos de optimización, es decir, como “normas que
ordenan que algo sea realizado en la mayor medida posible”. Y a partir de esta
definición, para mi más clara, podemos encontrar la semejanza con el considerando
bajo estudio, ya que el mismo dice que a pesar de haber en contrado con precisión los
derechos en conflicto, al haber tensión entre ellos, se debe adoptar una decisión
basada en la ponderación de principios jurídicos. El último párrafo del considerando
en cuestión, termina de redondear esta idea de semejanza entre lo dictado por la CSJN
y el concepto de Alexy.

c) Cómo se procede cuando hay una tensión entre principios según Alexy, y según la
Corte en el considerando bajo estudio? Según Alexy, cuando dos principios entran en
colisión uno de los dos principios tiene que ceder ante el otro. Esto no significa
declarar inválido al principio desplazado ni que en el principio desplazado haya que
introducir una cláusula de excepción. En los casos concretos los principios tienen
diferente peso y que prima el principio con mayor peso.

Por su parte, entiendo que la CSJN estableció otro procedimiento en el caso en


cuestión: en lugar de desplazar un principio por otro (como dice Alexy), la Corte
Suprema intenta encontrar un punto de armonía entre los dos principios: “Cuando un
principio colisiona con otro de igual rango, la solución no es excluir uno desplazando al
otro, sino ponderar el peso de cada uno en el caso concreto, buscando una solución
armónica”.

d) ¿a que tipo de casos se refiere la Corte en este pasaje: “fáciles”; “difíciles” o


“trágicos”? Primero, defina cada uno de ellos a partir de lo expuesto en el articulo de
Rabbi Baldi. Luego, responda como razona la Corte. Un caso fácil es aquél que tiene
una solución legislativa previa, la cual se encuentra contenida en una regla del
ordenamiento jurídico y se caracteriza por ser clara e incontrovertible. El operador
jurídico encargado de solucionarlo, se encuentra obligado a aplicar la solución
legislativa prevista en la regla respectiva, de manera casi mecánica, inmediata y cabal,
con prohibición de realizar cualquier tipo de deliberación al respecto. El juez va a basar
su justificación sobre las bases de las reglas del ordenamiento jurídico. Un caso es
difícil cuando, luego del análisis realizado sobre la base de los hechos, la regla
aplicable y los principios pertinentes, se llega la conclusión de que el caso no encaja de
manera pacífica en el supuesto de hecho de la regla analizada (por ser controvertido),
o que el caso no se encuentra previsto en las reglas vigentes del ordenamiento
jurídico, o que la solución prevista en la regla analizada resulta incorrecta o injusta, a
la luz de los principios jurídicos pertinentes. El juez debe elaborar soluciones para el
caso que se le presenta y justificar su decisión, sobre la base de los argumentos
analógicos o los argumentos interpretativos pertinentes y justificar su decisión final
sobre la base de las soluciones que propone. Los casos trágicos son también casos
difíciles, pero a diferencia de estos tienen una desgracia añadida: en los casos trágicos
no hay respuesta, o sí hay pero ninguna es correcta, entendida tal corrección como
que cualquier solución que se elija será contraria al ordenamiento jurídico, porque
será contradictoria con otra solución que también permite el mismo ordenamiento y
que puede ser adoptada por el operador jurídico. Siempre ocurre un caso trágico
cuando existe una contradicción entre el derecho positivo y lo que se piensa que
debería ser el derecho positivo. En un caso trágico, en la colicion no se encuentra un
punto de armonía: uno de los dos principios se anula por completo.

Según el razonamiento de la Corte Suprema, estamos ante un caso trágico, ya que en


el considerando en cuestión, esgrime “El conflicto ocurre cuando la plena satisfacción
de un derecho conduce a la lesión de otro igualmente protegido”.

e) ¿se vio en el curso algún otro caso en el que se observa esta clasificación? ¿Cuáles
eran los derechos en tensión y cuál es la respuesta que da la Corte? Mencione al
menos una respuesta. En el fallo Espósito, visto en clase, podemos encontrar un caso
con similares “inconvenientes”. En este fallo, era imposible encontrar el punto de
armonía entre los dos derechos, por lo tanto uno se anuló por completo. Se puede
observar, por ejemplo, en el considerando 10º del voto del Juez Fayt en donde analiza
perfectamente la situación: “Derivar de este tipo de proceso… una consecuencia como
la inoponibilidad de la prescripción en un juicio penal sería inadmisible. Las
consecuencias de la decisión no pueden recaer directamente sobre el imputado, so
riesgo de infringir ostensiblemente cláusulas de inequívoca raigambre constitucional
que amparan sus derechos, pues ello implicaría la deliberada renuncia de la más alta y
trascendente atribución de esta Corte, para cuyo ejercicio ha sido instituida como
titular del Poder Judicial de la Nación, que es ser el custodio e intérprete final de la
Constitución Nacional. De lo contrario, bajo el ropaje de dar cumplimiento con una
obligación emanada de un tratado con jerarquía constitucional (art. 63.1 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos) se llegaría a la inicua cuanto
paradójica situación de hacer incurrir al Estado Argentino en responsabilidad
internacional por afectar garantías y derechos reconocidos en los instrumentos cuyo
acatamiento se invoca”. Es por este motivo que este fallo también fue un caso de los
denominados trágicos, ya que al fallar a favor de la familia Bulacio, era fallar en contra
de Espósito y viceversa.

Mariano Jorge Delorenzi

DNI 28.229.812

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