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Los dientes son órganos vitales para el desarrollo de una vida normal, son
imprescindibles no solo para desempeñar la función de la masticación de los
alimentos, lo cual, es crucial para una correcta digestión, sino también influyen
en una adecuada fonación y la expresión de una cara armoniosa, entonces,
tienen un papel socialmente importante.
Las necesidades estéticas y funcionales han llevado a que la odontología actual
se arriesgue a realizar procedimientos quirúrgicos y protésicos necesarios, a tal
fin de reemplazar a la medida de lo posible, los dientes perdidos, se ha ido
evolucionando en la constante necesidad de lograr rehabilitaciones más
eficaces y satisfactorias para los pacientes. En este contexto, surgen los
implantes dentales, opción terapéutica con la que se obtiene un anclaje firme de
los pónticos o prótesis al hueso y a los tejidos.
Se denominan implantes dentarios a los elementos aloplásticos (sustancias
inertes, extrañas al organismo humano) que se alojan en pleno tejido óseo o por
debajo del periostio, con la finalidad de conservar dientes naturales o de reponer
piezas dentarias ausentes.
Durante los últimos años, se han producido avances tecnológicos y biológicos
muy importantes en la Implantología, que han determinado que el número de
pacientes tratados con este método sea cada vez mayor.
Actualmente, las técnicas implantológicas brindan múltiples posibilidades de
tratamiento con elevada predictibilidad de los resultados. Ello ha contribuido a
ampliar el campo de la rehabilitación protésica. Para su realización, se exigen
técnicas complejas del tipo multidisciplinario; sin embargo, su papel en la
práctica clínica moderna está siendo muy destacado. Tienen elevado grado de
precisión, funcionabilidad, comodidad y belleza, así como garantía en la calidad
y su duración. La Implantología se basa en la oseointegración y la misma ha
proporcionado a la Estomatología restaurativa nuevas perspectivas.
El propósito de este trabajo es caracterizar todo lo básico relacionado a los
implantes dentales, mediante una revisión de la literatura.
OBJETIVOS:
Conocer la mucositis periimplantaria y la periimplantitis, características,
diagnóstico, tratamiento y cómo prevenirla.
CONCLUSIÓN:
La periimplantitis son procesos patológicos infecciosos localizados alrededor
de los implantes, que principalmente debe ser prevenida mediante el control y
mantenimiento para la perdurabilidad del implante.
MUCOSITIS PERIIMPLANTARIA Y PERIIMPLANTITIS
En un primer momento se definió la mucositis periimplantaria como un proceso
inflamatorio reversible en los tejidos blandos que rodean un implante en
funcionamiento sin pérdida de hueso de soporte, sin embargo, en definición actual, el
término reversible se suprime. En un origen se asoció con la presencia de tres signos
clínicos: sangrado, supuración y profundidad de sondaje hasta que los estudios de
Ross Jansaker en 2006 establecieron que la presencia de sangrado al sondaje y
profundidades de sondaje >4mm permitían establecer el diagnóstico de mucositis
periimplantaria.
La patología inflamatoria de los tejidos alrededor de los implantes puede llevar al
fracaso y tiene una estrecha relación con una etiología bacteriana. Se ha visto una
serie de líneas de investigación que demuestran tal afirmación.
1. Los experimentos en humanos, que demuestran que el depósito de placa en
los implantes provoca una mucositis periimplantaria.
2. La diferencia cuanti y cualitativa de la microbiota asociada a tejidos
periimplantarios con salud y con infección.
3. La colocación de ligaduras que retengan placa en animales de experimentación
y el estudio de la microbiota alrededor.
4. El tratamiento antimicrobiano que mejora el estado clínico de los pacientes con
periimplantitis.
5. La evidencia que el nivel de higiene oral tiene una gran relación con el éxito a
largo plazo de los implantes.
El modelo experimental de Loe y col. (1965) es la prueba de la relación causa efecto
entre la acumulación de placa bacteriana y la gingivitis y fue reproducido por
Pontoriero y col. (1994) en el caso de implantes, en el que a los pacientes se les
suprimió la higiene oral durante tres semanas y en consecuencia los índices gingivales
siguieron el mismo desarrollo que en el caso de los dientes. Así se demostró también
la relación causa-efecto entre la acumulación bacteriana y el desarrollo de la mucositis
periimplantaria. La respuesta a la placa de poco tiempo de evolución fue estudiada en
los perros señalando la misma respuesta en la mucosa periimplantaria y en la encía.
Lang y col. (1993) demostró que el acúmulo de placa por las ligaduras y la mala
higiene, comenzaba con la inflamación de los tejidos gingivales y formación de babas.
Al cabo de un mes por radiografía se demostraba una disminución de la densidad
ósea marginal y 4-5 meses después una pérdida de altura del hueso marginal.
La utilización del término de periimplantitis se basa en la similitud del proceso con la
periodontitis tanto en cuanto a la microbiota como a las características clínicas y curso
evolutivo.
Es necesario definir una serie de cuadros clínicos:
1. Mucositis periimplantaria: Inflamación de la mucosa masticatoria que rodea el
implante. Sería la gingivitis de los dientes.
2. Hiperplasia de la mucosa: Es el aumento de tamaño de la mucosa
periimplantaria.
3. Fístula y absceso periimplantario: Debidos a restos de cemento, compresión de
tejidos blandos por los pilares etc.
4. Pérdida tardía de la osteointegración: debido a la infección bacteriana y a la
sobrecarga oclusal.
5. Pérdida del hueso marginal: En los que los niveles óseos de reabsorción
superan la normalidad.
Se ha visto una correlación entre la placa bacteriana, gingivitis y otros parámetros
periodontales.
El aumento de los niveles de placa bacteriana se relaciona con la gingivitis;
profundidad de la bolsa; aumento de la pérdida de inserción, aumento de pérdida de
hueso marginal; implantes fracasados.
Todo ello lleva a la conclusión inequívoca de la importancia de mantener una
adecuada higiene oral y un programa de visitas de mantenimiento que prevengan la
periimplantitis.
Bauman y col. (1991) señalan que la salud óptima alrededor de los implantes vista a
largo plazo dependerá de la inhibición de la formación de placa, prevención de su
adhesión, eliminación de la misma y la transformación de la placa no patógena en
patógena.
Como consecuencia del acúmulo de la placa bacteriana tanto las bacterias como sus
productos atraviesan la barrera mucosa que tiene función de sellado.
A partir de este momento, se inicia el proceso inflamatorio que destruye el colágeno y
hueso alveolar. Los mecanismos de destrucción ósea inicialmente se caracterizan por
inflamación y actividad osteoclástica que va a provocar la reabsorción ósea en
contacto directo con el implante.
Existen resultados contradictorios respecto a la comparación de la reabsorción ósea
peridentaria y perrimplantaria debido a la inflamación. Las características de la
superficie del titanio hacen que se forme menos placa sobre un implante que sobre un
diente y en este sentido otros autores señalan también que los implantes eran más
difíciles de colocar por la placa que los dientes.
Van Steenberghe y col. (1988) llegan a la conclusión que la placa se desarrollaba más
rápidamente y en mayor cantidad alrededor de los pilares de implantes de titanio que
en torno a los dientes naturales.
Klinge y col. (1991) señalaron que la reabsorción ósea periimplantaria progresaba
menos y cesaba antes que la reabsorción ósea peridentaria. Lindhe y col (1992)
informaron de lo contrario en un estudio de similares características.
La composición de la microbiota fue también un campo a estudiar tanto en implantes
sanos como en fracasos y comprobándolo con los dientes en salud y con enfermedad.
Los implantes con éxito fuesen colonizados por cocos Gram positivos, los tejidos
periimplantarios infectados presentan Gran negativos y anaerobios así como
fusobacterias, negropigmentados y Prevotella intermedia. Otros estudios señalan que
los patógenos periodontales pueden transmitirse desde los dientes residuales a los
implantes. En implantes mantenidos con éxito los recuentos bacterianos permanecen
bajos y no hay crecimientos en la composición de la microbiota.
La aplicación tópica o sistémica de antimicrobianos para el tratamiento de las
infecciones periimplantarias ha sido una línea muy estudiada. El objetivo es una
reducción de las bacterias anaeróbicas por desbridamiento mecánico y aplicación
sistémica de onidazol lo que va a mejorar la situación clínica. Ericsson en 1996 en
perros utilizó la administración sistémica de una combinación de amoxicilina y
metronidazol junto con un desbridamiento local, consiguiendo una resolución de la
periimplantitis experimental. Otros autores aplican las fibras de tetraciclina con buenos
resultados.
Según todos estos estudios, el mantenimiento de los implantes refiere la prevención
primaria evitando la inflamación e infección de sus tejidos periimplantarios; el
tratamiento etiológico eliminando la placa y la prevención de la recidiva actuando
sobare la ecología local alrededor de los implantes impidiendo el nuevo crecimiento de
potenciales patógenos.
Características clínicas de la periimplantitis
Las lesiones de periimplantitis se caracterizan por la siguiente clínica:
Presencia de placa.
Aumento de la profundidad de sondaje respecto de basal.
Sangrado al sondaje y supuración.
Recesión gingival.
Drenaje sinusal (fístula).
Inflamación de la mucosa periimplantaria/ hiperplasia.
Heitz-Mayfield, en 2008, realizó una revisión sistemática donde se evaluaban las
pruebas diagnósticas y los indicadores de riesgo de las enfermedades periimplantaria
con el objetivo de proporcionar directrices para la práctica clínica: