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Gastritis
Las úlceras gástrica y duodenal suelen desarrollarse en áreas de mucosa inflamada.
Esta inflamación, denominada gastritis, duodenitis o bulbitis, en ocasiones puede reconocerse
en la endoscopia por signos de edema y eritema de la mucosa, aunque es necesaria una
evaluación microscópica de la biopsia endoscópica para establecer un diagnóstico definitivo de
inflamación de la mucosa
El Diagnóstico de Gastritis es HISTOLÓGICO por lo cual para establecer el diagnóstico se
requiere de BIOPSIA.
Etiologias
• Causas frecuentes: infección por Helicobacter pylori, AINE.
• Causas menos frecuentes: tratamiento en la UCI, síndrome de Zollinger-
Ellison, glucocorticoides en combinación con AINE, otros fármacos (cloruro de
potasio, bisfosfonatos, micofenolato de mofetilo).
Gastritis agudas
Gastritis de estrés
El estrés, entendido como situación de gravedad, puede dar lugar a un rango de lesiones que
abarca desde erosiones superficiales hasta la úlcera péptica complicada. Las erosiones se
aprecian con más frecuencia en el cuerpo y fundus, mientras que las úlceras propiamente
dichas son más frecuentes en antro y duodeno. Esta forma de gastritis aguda se observa sobre
todo en pacientes hospitalizados que están gravemente enfermos, como son aquellos que
tienen traumas o infecciones graves, insuficiencia hepática, renal o respiratoria grave, etc.
El mecanismo principal por el que se producen no se conoce bien, pero probablemente los dos
factores patogénicos más importantes sean la isquemia de la mucosa y la acidez gástrica, y
quizás la primera sea el factor desencadenante más importante en la mayoría de los pacientes.
La forma más frecuente de manifestación clínica es la hemorragia digestiva alta que varía en
gravedad. El mejor método de diagnóstico es la endoscopia.
Gastritis crónica
Se entiende por gastritis crónica cuando el infiltrado inflamatorio está constituido
principalmente por células mononucleares. Si existen también polimorfonucleares, se habla de
gastritis crónica activa, estando casi siempre asociada a infección por H. pylori (70-95% de los
casos).
En cuanto al grado de afectación se divide en tres estadios:
1. Gastritis superficial, cuando los cambios inflamatorios ocurren en la parte más superficial
de la mucosa gástrica sin afectar a las glándulas, representando probablemente el estadio
inicial de la gastritis crónica.
2. La gastritis atrófica sería el siguiente paso cronológico y el hallazgo más habitual en las
biopsias, extendiéndose el infiltrado inflamatorio hasta las partes más profundas de la mucosa
y provocando una destrucción variable de las glándulas gástricas.
3. La situación final es la atrofia gástrica en la que desaparecen prácticamente las células
secretoras de ácido, dando lugar a una hipergastremia
En el 90% de los pacientes con gastritis atrófica tipo A y anemia perniciosa aparecen
anticuerpos anticélula parietal, y en el 40% anticuerpos antifactor intrínseco, que son más
específicos y, además, colaboran al déficit de factor intrínseco. En otras enfermedades de base
autoinmunitaria, como son el hipoparatiroidismo, la tiroiditis autoinmunitaria, la enfermedad de
Addison y el vitíligo, también pueden aparecer anticuerpos anticélula parietal; asimismo es
posible que se detecten en personas sanas.
La gastritis atrófica sin anemia perniciosa es más frecuente. Esto se explicaría al quedar
indemnes algunas células parietales que secretan factor intrínseco, lo que permitiría la
absorción de B12. En más del 50% de estos pacientes pueden aparecer también anticuerpos
anticélula parietal, y se supone que, con el paso del tiempo, estos pacientes evolucionarán
hacia una anemia perniciosa. No existe tratamiento, salvo para la anemia perniciosa
(consistente en administrar vitamina B12 intramuscular). Asimismo, hay un mayor riesgo de
adenocarcinoma gástrico que en la población general.
Suele cursar con cierto grado de hipoclorhidria y el nivel de gastrina en estos pacientes es
altamente variable, pero con frecuencia es normal. Si es sintomática o asocia metaplasia o
atrofia, se debe administrar tratamiento erradicador. Hay incremento del riesgo de
adenocarcinoma gástrico
La infección se adquiere por vía oral, produce una respuesta inflamatoria y al inicio un
incremento de la secreción de ácido clorhídrico por estimulación de las células G, responsables
de la producción de gastrina. La gastritis aguda puede evolucionar a gastritis crónica
y conducir a atrofia de la mucosa y aclohidria.
La gastritis crónica puede ser asintomática o presentarse con síntomas de dispepsia (para
considerar la infección por Helicobacter pylori como la causa de la dispepsia es necesario que,
tras el tratamiento de la infección, el paciente se mantenga completamente asintomático
después de la erradicación del Helicobacter, en caso contrario se debe diagnosticar una
dispepsia funcional).
OTRAS
Gastritis infecciosas
Teoricamente bacterias, virus, parasitos y hongos pueden colonizar y producir inflamacion en la
mucosa gastrica.
Debido a su clara infrecuencia, solo se citaran las gastritis producidas por citomegalovirus
(CMV) y por sifilis.
Gastritis infiltrativas
Gastritis colágena
Es una rara forma de gastritis. Se asocia con colitis colagena, colitis linfocitica y enfermedad
celiaca. De causa desconocida.
Sintomas: Ademas de dolor epigastrico, pueden presentar anemia, diarrea, hipotension y
perdida de peso, tambien eventos de sangrado gastrico.
Signos endoscopicos:
• Mucosa de cuerpo con patron en mosaico, asociado a nodularidad a lo largo de la curvatura
mayor.
Puede presentar erosiones
• Hemorragias submucosas leves, aunque multiples, dispersas y difusas
Biopsia:
• Depositos de colageno en region subepitelial de la lamina propia, que presentan un espesor
entre 20-75 μm
Enfermedad de Ménétrier
Se asocia con una gastropatía con pérdida de proteínas. En esta enfermedad aparecen pliegues
gigantes afectando sobre todo a la curvatura mayor del fundus y cuerpo. Los hallazgos
histológicos consisten en hiperplasia foveolar, con marcado engrosamiento de la mucosa. Lo
característico realmente es la hiperplasia de las células mucosas superficiales y de las
glándulas, ya que el infiltrado inflamatorio, si existe, es mínimo. No es una verdadera forma de
gastritis. Suele observarse en varones de más de 50 años y, aunque el espectro clínico es
amplio, lo más frecuente es que se presente con dolor epigástrico, disminución de peso,
anemia, y puede existir diarrea y edemas por hipoalbuminemia.
Este tipo de pacientes puede presentar úlceras y cánceres gástricos.
Gastroparesia
Definición
Se entiende por gastroparesia un retraso en el vaciamiento gástrico esencialmente de sólidos,
sin evidencia de obstrucción mecánica.
Etiología
La etiología puede ser diversa: ldiopática: es la segunda en frecuencia.
Alteraciones intrínsecas de la motilidad intestinal.
Alteraciones de la inervación extrínseca intestinal.
Alteraciones del sistema nervioso central.
Alteraciones endocrinas y metabólicas tales como diabetes mellitus,
que es la más frecuente.
Farmacológicas.
Clínica
Varía desde formas leves, en las que el paciente refiere síntomas dispépticos, como saciedad
precoz, plenitud posprandial o náuseas, hasta formas graves con retención gástrica, que se
manifiesta como vómitos de repetición, incluso con importante compromiso nutricional.
Diagnóstico
El diagnóstico del síndrome de gastroparesia se realizará al demostrar una alteración en la
función motora gastroduodenal que condicione un vaciamiento gástrico enlentecido, en
ausencia de una obstrucción mecánica al paso del contenido gástrico. Así, en aquellos
pacientes con síntomas graves e incapacitantes, o que no respondan al tratamiento médico
inicial, estará indicado el estudio diagnóstico. La función motora gastroduodenal se puede
evaluar midiendo directamente su capacidad contráctil mediante manometría gastrointestinal
o electrogastrografía, o cuantificando su resultado, esto es, el vaciamiento gástrico mediante
radioisótopos, marcadores radioopacos o ultrasonografía o, más recientemente, mediante el
test del aliento. Una alteración significativa en alguna de estas exploraciones puede permitir,
en pacientes con clínica sugestiva, el diagnóstico de gastroparesia.
Manometría gastrointestinal
Tratamiento
El tratamiento de la gastroparesia diabética se centra en:
Modificaciones en la dieta. Es recomendable la ingesta frecuente y en pequeñas cantidades
con bajo contenido en grasa y sin fibras no digeribles.
Fármacos procinéticos.